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TEA. No todo es lo que parece. por DoraLaExploradora

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Notas del fanfic:

Es algo raro. Pero conforme se vaya desenvolupando la historia lo entendereis ^^

Notas del capitulo:

¡Holi! En este capítulo, se explicara la personalidad de Jongup. Sé que no es como la de la vida real. Ahí esta la gracia. Jongup no será el niño cómo que todos conocemos, sino que será diferente. ^^

Bueno, os dejo leer :3 Cualquier duda, demanda o reclamo me dejais un review :D


Nos leemos abajo nwn

Capítulo 1: El comienzo.


 


En aquel cementerio estaba aquel chico tan especial. Nadie se relacionaba con él. No tenia amigos, familia. Bueno, esto último sí que lo tenía, pero desafortunadamente para eso estaba allí. Su padre, su familia, había muerto. Y ahora todos os preguntaréis, ¿y su madre?


Su madre murió cuando él tenía seis años.


Después de dajarle una rosa en la lapida de su progenitor, se fue a su casa. Al llegar, fue directamente a la cocina y procedió a tachar las tareas que tenía su padre en la casa. Es decir, casi todas, ya que él apenas hacía nada. Al hacerlo se fue a limpiar la casa de arriba a abajo. Barrió, fregó, quitó el polvo, etc.


 


A la mañana siguiente se fue a trabajar. Trabajaba en una jueguetería pequeña, como ingeniero mécanico. Él modificaba los juguetes, les ponía voz, o hacía que se movieran, cosas de estas.


Ideó un protitipo de muñeca que reconocía perfectamente la voz de su dueño, de éste modo, cada vez que oía la voz de su “amo”, ella saludaba.


 


-Jongup, ¿tienes ya la faena?- preguntó el jefe una vez que entró en el diminuto despacho del muchacho. Que encima, parecía mucho más pequeño porque tenía apiladas demasiadas cajas con prototipos de muñecas, o herramientas para llevar a cabo su trabajo.


 


-Hola, senyor Kang.- contestó la cabeza de una muñeca que estaba conectada al ordenador del ingeniero.


 


-Hola, Sunbae...- saludó con la cabeza gacha el menor, sin mirarle a los ojos.


 


-Jongup, ¿cuantas veces te he dicho que no le pongas... Esas cosas a las muñecas?- dijo el jefe con pesadez.- Muchas, sólo quiero que hablen, que saluden, cosas de estas.


 


-Y lo hacen, saludan, hablan, mantienen coversaciones con otras personas. -apuntó emocionado Jongup.- Cada muñeca tiene su propio reconociemiento de voz. Por ejemplo ésta, es capaz de reconocer todas las voces de aquí.- señaló el alto mientras tenía en sus manos una pequeña muñeca.


 


-Jongup, sólo haz, que cuando los niños le den al botón, diga “Hola”.- dijo su jefe con suavidad. A lo que el ingeniero sólo atinó asentir.


 


-A si me gusta...- suspiró el mayor. Giró con sus talones y se fue del despacho dejando solo al pequeño con sus mecanismos.


 


El menor tras horas de trabajo, acabó su faena y se fue a casa como todos los días a las 07:00 pm.


Al llegar hizo sus quehaceres y cenó cómo todos los días desde la muerte de su padre, macarrones con queso. Al acabar dejó el plato y los cubiertos en la pica para después limparlo.


Se metió en la cama a las 09:00 pm. Se quedó dos minutos con los ojos abiertos para después apagar la luz de la mesita y dormir hasta al día siguiente.


 


 


 


Ya habían pasado 6 meses de aquello y todavía no se acostumbraba a tener que hacer las tareas que le correspondían a su padre.


Tenía mucha ropa sucia acumulada. La juntó toda en un cesto y se dispusó a bajar a lavandería del edificio a lavar la ropa. Hechó toda la ropa a lavar, sin separar ni nada. La verdad es que no sabía como hacer la lavadora pero almenos lo intentó.


Al poco rato llegó un vecino, lo miró de reojo y cuando éste le miró sonriendo, él automaticamente bajó la mirada y sólo atino a sonreír nervioso.


 


-Si pones el suavizante dentro, quedaran manchas en la ropa.- apuntó el menor con una sonrisa bien amplia.


 


-Yo... Yo... Bueno, no hago nunca la colada...-contestó algo nervioso. Empezó a frotar las manos en su bata con nerviosismo.


 


-¿Quieres que te ayude?-le preguntó el rubio con una sonrisa amable y cálida a la vez.


 


-S-Sí.- asintió el mayor sin todavía mirarle a los ojos.


 


-Bien.- dijo con suavidad el menor mientras empezaba a sacar la ropa de la lavadora y separarla.- Lo de color no puede ir con la ropa blanca. La ropa de color, la negra y la blanca, han de ir separadas.-decía mientas empezaba a separar las prendas una por una. Llenó una lavadora con la ropa blanca, ya que era la que había más. Puso el detergente en el tambor y el suavidante en la cajetilla.- Bueno, pues ahora sólo queda esperar a que se acabe.


 


-Me llamo Jongup.- contestó de golpe el mayor mirando al menor y extendiendole la mano un tanto nervioso. El rubio rió y le tomó la mano con suavidad.


 


-Jun Hong. Pero me puedes llamar Zelo.- dijo con suavidad.


 


-B-Bueno...- dijo con simpleza el castaño.- ¿Eres nuevo?- preguntó Jongup sin mirar a Zelo, sólo miraba las manos de los dos, que todavía estaban tomadas.


 


-Sí, hace un par de días que me mudé aquí.- respondió el menor mientras deshacía el agarre. Puso su ropa en la lavadora, preparó la colada y le dió al programa correspodiente. Pocos minutos después se puso en marcha.- Oye, esta noche he quedado con unos amigos para ir a tomar algo, ¿te apetece venir?


 


-Sí, me gustaría mucho.- dijo el castaño mirando al menor con una sonrisa despampanante.


 


-A las ocho te vengo a buscar, ¿vale?- decía el menor mientras se iba.


 


-Vale.- contestó Jongup sonriendo.


 


 


Ya faltaba poco para las 20:00 pm. Jongup ya estaba preparado hacía ya como unas dos horas. Se sentaba en la butaca, se levantaba, iba a la habitación, barría, se peinaba, miraba el reloj, una y otra vez, esperando a que fuera ya la hora. A las 20:05 pm, tocaron a la puerta, la dulce voz del menor lo llamaba.


 


-¿Jongup? ¿Jongup?- decía mientras le daba suaves golpes con los nudillos a la puerta.


 


En ese instante el pánico hizo acto de presencia en el cuerpo de Jongup. Se apoyó contra la pared que estaba al lado de la puerta y empezó a hiperventilar, apretó las manos contra la pared, mientras giraba la cara para verse en el espejo que había al lado. Por su frente caían gotas de sudor, cerró los ojos y se dejó caer al suelo al mismo tiempo con el que la suave voz de su vecino, se iba debilitando.


 


A la mañana siguiente, Zelo al abrir la puerta se encontró con un café del Starbucks con una nota encima que ponía “Lo siento por no abrirte ayer. No pude. Jongup.”, el menor sonrió para si, cuando vio aquella nota. Dejó el café en la mesa de la cocina y se dispusó a ir hasta la casa de su vecino. Tocó la puerta con delicadeza, cómo si ésta se fuese a romper. El más bajo abrió la puerta y al ver quien era sin querer una sonrisa se dibujó en su rostro. Se puso nervioso ya que no sabía que hacer, se hizo a un lado y con la mirada gacha, hizo un gesto para que el menor entrase.


 


-Wow, así que esta es tu humilde morada.- decía Zelo mientras se adentraba por la puerta y miraba curioso a su alrededor.


 


-S-Sí.- empezó a tartamudear, aunque luego añadió con algo de nerviosismo.- Aunque no es una morada, sino un piso. Y tampoco es un piso, sino que es un apartamento.


 


-Vaya... Eres muy literal, ¿no?- sonreía el menor mirando al castaño.


 


-Sólo un poco...- susurró el ingeniero. De golpe exclamó.- ¡EH! ¿Quieres que te enseñe algo?- ante esto el menor dio un leve respingo a causa del susto.


 


-Eh... Claro.- sonrió cálidamente el menor una vez se le pasó el susto.


 


-Ven.- sin más el mayor tomó de la mano al menor y lo arrastró hasta al sotano del edificio. El menor sorprendido pero a la vez feliz seguía a Jongup sin decir ni pio.


 


Al abrir la puerta se dio cuenta que aquello era un planetario. Jongup cerró las ventanas y las luces con prisa para después darle un botón que éste hacía que toda esa belleza se encendiera.


 


Todo el universo estaba recreado en aquella habitación. El mayor emocionado empezó a explicar todo sobre el universo.


 


-La imagen de luz visible más profunda del cosmos, el Campo Ultra Profundo del Hubble.


 


>El universo es la totalidad del espacio y del tiempo, de todas las formas de la materia, la energía y el impulso, las leyes y constantes físicas que las gobiernan. Sin embargo, el término universo puede ser utilizado en sentidos contextuales ligeramente diferentes, para referirse a conceptos como el cosmos, el mundo o la naturaleza.1


 


>Observaciones astronómicas indican que el universo tiene una edad de 13,73 ± 0,12 millardos de años (entre 13 730 y 13 810 millones de años) y por lo menos 93.000 millones de años luz de extensión.2 El evento que se cree que dio inicio al universo se denomina Big Bang. En aquel instante toda la materia y la energía del universo observable estaba concentrada en un punto de densidad infinita. Después del Big Bang, el universo comenzó a expandirse para llegar a su condición actual, y continúa haciéndolo.


 


>Debido a que, según la teoría de la relatividad especial, la materia no puede moverse a una velocidad superior a la velocidad de la luz, puede parecer paradójico que dos objetos del universo puedan haberse separado 93 mil millones de años luz en un tiempo de únicamente 13 mil millones de años; sin embargo, esta separación no entra en conflicto con la teoría de la relatividad general, ya que ésta sólo afecta al movimiento en el espacio, pero no al espacio mismo, que puede extenderse a un ritmo superior, no limitado por la velocidad de la luz. Por lo tanto, dos galaxias pueden separarse una de la otra más rápidamente que la velocidad de la luz si es el espacio entre ellas el que se dilata.


 


>Mediciones sobre la distribución espacial y el desplazamiento hacia el rojo (redshift) de galaxias distantes, la radiación cósmica de fondo de microondas, y los porcentajes relativos de los elementos químicos más ligeros, apoyan la teoría de la expansión del espacio, y más en general, la teoría del Big Bang, que propone que el universo en sí se creó en un momento específico en el pasado.


 


>Observaciones recientes han demostrado que esta expansión se está acelerando, y que la mayor parte de la materia y la energía en el universo es fundamentalmente diferente de la observada en la Tierra, y no es directamente observable3 (véanse materia oscura y energía oscura). La imprecisión de las observaciones actuales ha limitado las predicciones sobre el destino final del universo.


 


>Los experimentos sugieren que el universo se ha regido por las mismas leyes físicas, constantes a lo largo de su extensión e historia. La fuerza dominante en distancias cósmicas es la gravedad, y la relatividad general es actualmente la teoría más exacta para describirla. Las otras tres fuerzas fundamentales, y las partículas en las que actúan, son descritas por el Modelo Estándar. El universo tiene por lo menos tres dimensiones de espacio y una de tiempo, aunque experimentalmente no se pueden descartar dimensiones adicionales muy pequeñas. El espacio-tiempo parece estar conectado de forma sencilla, y el espacio tiene una curvatura media muy pequeña o incluso nula, de manera que la geometría euclidiana es, como norma general, exacta en todo el universo.


 


>La ciencia modeliza el universo como un sistema cerrado que contiene energía y materia adscritas al espacio-tiempo y que se rige fundamentalmente por principios causales.


 


>Basándose en observaciones del universo observable, los físicos intentan describir el continuo espacio-tiempo en que nos encontramos, junto con toda la materia y energía existentes en él. Su estudio, en las mayores escalas, es el objeto de la cosmología, disciplina basada en la astronomía y la física, en la cual se describen todos los aspectos de este universo con sus fenómenos.


 


>La teoría actualmente más aceptada sobre la formación del universo, dada por el belga valón Lemaître, es el modelo del Big Bang, que describe la expansión del espacio-tiempo a partir de una singularidad espaciotemporal. El universo experimentó un rápido periodo de inflación cósmica que arrasó todas las irregularidades iniciales. A partir de entonces el universo se expandió y se convirtió en estable, más frío y menos denso. Las variaciones menores en la distribución de la masa dieron como resultado la segregación fractal en porciones, que se encuentran en el universo actual como cúmulos de galaxias.


 


>En cuanto a su destino final, las pruebas actuales parecen apoyar las teorías de la expansión permanente del universo, aunque otras afirman que la materia oscura podría ejercer la fuerza de gravedad suficiente para detener la expansión y hacer que toda la materia se comprima nuevamente; algo a lo que los científicos denominan el Big Crunch o la Gran Implosión.- explicaba emocionado el mayor mientras no paraba de señalar puntos diferentes en aquella habitación.


 


Zelo, lo único que hacía era observar fascinado todo aquello. Escuchando todas y cada una de las palabras de aquel chico tan peculiar.


 


 


A la mañana siguiente, Zelo se fue a trabajar y Jongup hizo lo mismo. Ambos tomaron caminos diferentes pero lo que no sabían era que en un momento de aquel día, el menro tendría que sacar de apuros a su amigo.


 


-¿Sabes, Jae?- el mayor negó con la cabeza ya que sabía que el otro hasta que no le contestase no le explicaría nada.- Hay un vecino nuevo en mi escalera.


 


-¿Y está bueno?-preguntó divertido el mayor mientras comía.


 


-Sí, es muy guapo. Ayer le enseñe mi planetario y le estuve hablando del universo.- dijo Jongup orgulloso de si mismo.


 


-Por el amor de dios, ¿hay un vecino en tu escalera que está como un tren y tú sólo le enseñas el planetario?-preguntaba con ironía Jae, pero estaba claro que el menor no entendía la ironía, ya que no sabe diferenciar entre ironía y sarcasmo, y tampoco con lo literal.


 


-Le gustó, se quedó maravillado por lo que me dijo. Decía que era hermoso, cómo yo...-se encogió de hombros con simpleza y comió de su bocadillo.


 


-Wow... Mi pequeño Uppie ha ligado...-sonrió orgulloso el mayor.- Ya me lo presentarás, ¿ehh?


 


-No, él sólo dijo eso por cumplir.- decía Jongup mientras negaba con la cabeza.- Y claro que te lo presentaré.


 


-Jongup, cariño mío, si te dijo eso es porque le gustas...-afirmó con seguridad el otro castaño.


 


-Tú... ¿Tú crees?-preguntó no muy confiado el ingeniero. Éste asintió con la cabeza y apoyó la mano en su hombro.- Mañana le llevaré aquel lugar que tanto nos gustaba a mi padre y a mi.- contestó Jongup mientras se ponía de pie.- Espero que le guste...


 


Jae, quien había cuidado toda su vida de Jongup, sabía lo peculiar que era éste chico, pero se lo quería tanto cómo si fuese su propio hermano.


 


-Claro que le gustará. Y más si es en tu compañía.- le animó el mayor mientras se levantaba.- Dame un abrazo.- indicó el mayor mientras abría los brazos. Cualquier persona lo hubiese entendido a la primera, pero él no. Él no tenía empatía y tampoco era capaz de indentificar cuando una persona quería un abrazo y cuando no, ésta se lo tenía que pedir. Así que el menor con cierta vacilación fue hasta donde estaba su amigo y lo abrazó.


 


Él sólo podía pensar en una cosa: en mañana.

Notas finales:

Bueno, ¿qué os ha parecido? ^^

Lo dicho, cualquier cosa me dejais un comentario :33 Aunque sea para tirarme tomates xD

AH, sé que la personalidad de Jongup no está muy clara y tampoco se sabe porque es así. Pero eso lo explicaré en el segundo capítulo.^^

Bye~


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