Prov. Ichiru
Llegué a casa y no había rastros de Zero, no estaba en la cocina ni en su recámara; preocupado fui a la mía y encontré una nota, decía que en cuanto llegara fuera ala azotea. Sin entender nada fui a donde dijo y él estaba allí.
-Te esperaba-me sonrió.
-¿Qué significa esto?-al parecer preparó algo como un picnic.
-Digamos que hoy es un día especial. Pero acércate, siéntate a mi lado y veamos la puesta de sol-me senté junto a él-¿Ya te había dicho que me recuerda a ti?
-A penas la semana pasada-abracé mis rodillas y me recargué sobre su hombro-¿Pero por qué es especial?
-Todo a su tiempo, pronto lo descubrirás.
Después de un rato comenzamos a comer, estaba un poco nervioso y no pude hacer más que comenzar a beber. ¡Pésima elección! Después de varias copas me desinhibí y comencé a decir cosas que nunca pensé decir.
Prov. Zero
-Tus ojos son bonitos Zero-pegó su nariz a la mía.
-¿De qué hablas? Son iguales a los tuyos.
-¡Claro que no! Los tuyos son perfectos... Todo tú a decir verdad-me abrazó y se recargó en mi pecho-Eres todo lo que he deseado-colocó delicadamente sus labios sobre mi cuello.
-Bebiste de más, será mejor entrar a la casa-nos levantamos y lo llevé a su cuarto.
Me sentí decepcionado, no podía decirle nada mientras estuviera en esas condiciones pero no pensé que pudiera embriagarse tan fácilmente.
-¡Estoy bien! ¿¡Por qué no te das cuenta de que hablo en serio!?-lo recosté en su cama, me abrazó por el cuello y quedé sobre él-Zero...-susurró a mi oído-Quiero ser solamente tuyo-dijo seductoramente besando mi cuello.
Ansioso busqué sus labios y lo besé con pasión explorando con mi lengua cada rincón de su boca. Nos separamos y quedamos unidos por un hilillo de saliva.
-Zero...-me miró suplicante. -Antes de continuar quiero que recuerdes algo: ¡TE AMO! Te amo, te amo, te amo, te amo; siempre ha sido así y nunca cambiará. Me deshice de su playera y comencé a saborear su clara y tersa piel con la que tanto había soñado.
Prov. Ichiru
Sentí su cálida y húmeda lengua recorrer mis pezones haciendo círculos, jadeé ligeramente y con desesperación desabroché su camisa. Se despojó de ella sin detener su labor, tembloroso busqué sus botones rosas y al encontrarlos jugué con ellos entre mis dedos. Zero me mordió ligeramente y no pude evitar lanzar un grito que principalmente era de placer.
-Lo lamento-jadeó-Seré más cuidadoso.
Prov. Zero
Seguí lamiendo toda la extensión de su pecho, bajando hacia su abdomen para detenerme en su ombligo cuando un pequeño bulto comenzó a despertar.
Lo liberé rápidamente y sin pensarlo mucho lo tomé y me preparé para introducirlo en mi boca. Ichiru se enderezó.
-¿Qué haces?-preguntó totalmente sonrojado.
-Haré que lo disfrutes, mantente tranquilo.
Continué con lo que había empezado y simulé pequeñas embestidas desde la punta hasta la base. Podía escuchar sus gemidos ahogados y vi el placer en su rostro; estaba bastante excitado y el entorno sólo me estimulaba más hasta que sentí que algo también despertaba en mi.
Prov. Ichiru
De un momento a otro se detuvo, se levantó y desabrochó su pantalón; comenzó a bajarlo pero tomé sus manos haciendo que parara.
-¡Yo lo haré!-dije con seguridad.
-No necesitas... -¡Quiero hacerlo! Déjame intentarlo-se soltó de mi agarre y se puso a mi disposición.
Nervioso imité lo que minutos antes él había hecho conmigo. Pronunció mi nombre entre gemidos provocando que me avergonzara pero eso no me detuvo.
-Ichiru, ya no aguanto más-me separó de él y volvió a recostarme-¡Lámelos!-acercó tres dedos a mi boca.
Sin entender muy bien porqué los lamí sensualmente ante la mirada atónita de Zero que no hizo más que morder su labio inferior.
A penas estuvieron lubricados los alejó de mi boca y colocó uno en mi entrada.
Prov. Zero
Dio un pequeño respingo acompañado de un quejido.
-Seré cuidadoso, no tienes porqué preocuparte.
Comencé a moverlo en círculos para introducir el segundo y poco después el tercero. Ichiru se aferraba a la cama con todas sus fuerzas mientras movía su cadera provocativamente.
-Ngh... Zero... Ngh... Necesito...-gimió.
-Resiste un poco, ya casi...
Noté que estaba suficientemente dilatada y me preparé para sustituir mis dedos por mi miembro.
Prov. Ichiru
Al ver lo que planeaba separé mis piernas tanto como me era posible para facilitar su trabajo; se posicionó sobre mi y tomó mi mano.
-Esto puede doler un poco, si lo prefieres...
-¡Estoy listo! Quiero que continúes.
Me besó y percibí como entraba lentamente. Sentirlo dentro me provocaba un inmenso placer y mordí suavemente sus labios; permaneció quieto algunos segundos esperando que me acostumbrara y en cuanto estuve listo hice un ligero movimiento de cadera que interpretó de inmediato y comenzó con las embestidas.
Prov. Zero
Permanecí unido a sus labios y tomando su mano mientras lo masturbaba al ritmo de las estocadas que comenzaron lentas y poco profundas, él me atraía hacia si y de vez en cuando me besaba dulcemente.
Podía sentir como sus dedos se aferraban con fuerza a mi espalda y como apretaba mi mano.
-Zero...-susurró a mi oído-Más...-jadeó-Más... Por favor.
Atendí su petición y aumenté la rapidez y profundidad de las embestidas. Nuestras respiraciones estaban agitadas, nuestros cuerpos sudorosos y nuestras almas unidas como nunca antes; Ichiru seguía callando sus gemidos y cada que alguno escapaba se sonrojaba.
-Deja de guardarlo, quiero escucharte-le susurré seductoramente.
Hizo lo que le pedí, ahora todos los sonidos que hacía eran audibles y retumbaban una y otra vez en mis oídos.
-¡Zero! Me... Me... Me vengo-clavó sus dedos en mi espalda y su esencia se derramó entre nuestros cuerpos; su estrecha entrada me apresó, provocando que me corriera en su interior.
Prov. Ichiru
-Te dije que era un día especial-susurró haciéndome sonrojar-Esperé mucho por esto y ya lo había imaginado pero...
-Es nada comparado con lo que acaba de pasar-lo interrumpí.
-Así es mi pequeño y amado Ichiru...-me besó dulcemente y me acercó hacia si hasta que, una vez más, caí dormido entre sus brazos.
Los maullidos de Sakurai me despertaron, abrí lentamente los ojos y lo primero que vi fue a Zero que aún me abrazaba.
-Buenos días-sonrió-¿Cómo te sientes? Parece que alguien tiene hambre-acaricio a Sakurai-Será mejor que vayamos nosotros-lo cargó-Ichiru necesita descansar después de todo-me guiñó un ojo.
-Estoy perfectamente bien-me sonrojé-Puedo alimentarlo por mi mis...-intenté levantarme pero un intenso dolor en la espalda baja me lo impidió.
-No creí que fuera a pasar-dijo sorprendido-Alimentaré a Sakurai y volveré, mientras tanto espérame aquí y no te levantes.
Prov. Zero
Regresé a la habitación y él seguía acostado, mirando hacia el techo.
-Te daré un pequeño masaje para aliviar el dolor y también traje este analgésico, podría ayudar.
Se dio la vuelta y con ayuda de un gel especial comencé a masajear la zona afectada, después de algunos minutos dejó de quejarse y volteó a verme.
-Estoy mejor, gracias.
-No es nada, pronto te acostumbrarás-se sonrojó, lo tomé de la nuca y besé dulcemente sus labios.
-Zero...-me miró fijamente-Anoche dijiste que... Que...-agachó la mirada.
-¿Qué te amaba?-levanté su rostro y asintió-No tenía razones para seguir ocultándolo y sobre todo me interesaba que lo supieras.
-Cuando lo dijiste mi cuerpo se estremeció... Quisiera oírlo otra vez, por favor.
-Lo diré las veces que quieras-tomé su mano que estaba apoyada sobre la cama y entrelacé nuestros dedos-Te amo Ichiru-susurré suavemente a su oído y lo abracé.
-También te amo Zero-correspondió el abrazo y besó mi mejilla-Recuérdalo.
-No necesitas pedirlo ¿Cómo olvidar que sientes lo mismo que yo? Siempre te voy a amar, estaré a tu lado sin importar lo que se oponga. No quiero que sea de otro modo-lo acerqué más hacia mi y él se aferró a mi cuerpo.