Prov. Ichiru
-No me digas que ya es hora de levantarse-lancé un bufido y me cubrí con la cobija.
-Descansa un poco más si quieres, mientras tanto me arreglaré y prepararé el desayuno-apagó el despertador.
-¡Pero quiero que te quedes conmigo!-reproché reteniéndolo junto a mi con un abrazo-Por eso te dije que durmieramos en mi habitación.
-¿De nuevo con lo mismo?-me tomó de la barbilla y besó dulcemente mis labios-Sabes que quisiera estar contigo todo el tiempo pero hay otras cosas por hacer.
-Sólo media hora más ¿Sí?-reposé mi cabeza sobre su pecho.
-Siempre logras convencerme-correspondió mi abrazo.
No volví a dormir, me mantuve despierto pensando en si esto era real; sólo un fin de semana había pasado y las cosas ya eran diferentes, o al menos así lo sentía.
Me encantaba despertar entre sus brazos y recibir sus besos en cada oportunidad que tenía y sentir sus manos recorrer cada parte de mi cuerpo pero aún me pregunto ¿Qué somo ahora? Es demasiado cursis esperar que Zero me diga que seamos pareja o algo así, ni siquiera sabría que responder en caso de que lo hiciera.
Sakurai maulló y me levanté para verlo, me puse a su altura y lo acaricié.
-¿Tienes hambre? ¿No es temprano aún?-miré el reloj y vi que había pasado más de medio hora, sentí los brazos de Zero rodear mi cintura.
-¡Pero que cruel eres!-susurró a mi oído-Me negaste el placer de verte a mi lado al despertar-besó mi oreja-¿Te he dicho que amo verte al despertar?-me besó desde el cuello hasta el hombro.
-Zero...-jadeé ligeramente.
-¡Vamos Sakurai!-se separó de mi.
-Creí que...-lo miré sonrojado.
-Más tarde, por ahora hay mucho que hacer-me besó y salió de la habitación.
Fui a arreglarme y después a la cocina para ayudar a Zero con el desayuno.
-¿Y Sakurai?
-Ya lo conoces, terminó su comida y salió. Ahora hay que apurarnos.
Terminamos de comer y se despidió.
-Regresaré temprano para preparar la comida juntos. Nos vemos más tarde-me besó nuevamente y salió.
Caminé a la tienda con desgano, hubiera preferido quedarme en casa pero supuse que salir me haría bien.
-¡Buen día Ichiru!
-¡Buen día Takuma!-sonreí.
-¿Qué te tiene confundido tan temprano?-lo miré sorprendido-Tu mirada lo dice todo, no puedes ocultarlo-acarició mi mejilla.
-Estoy un poco preocupado por mi traslado, aún no envían nada...
-Tiene menos de una semana que mandaste la carta, seguramente aún no hay llegado y por eso no has recibido nada.
-Puede que tengas razón, al menos eso espero-suspiré.
-Tal vez no sea el momento para preguntarlo pero... ¿Las cosas entre ustedes van bien?
-¿A qué te refieres?-contesté nervioso
-Somos amigos, lo de hace unos días no de be interferir. Como ya te dije te veo confundido, sólo quería saber si es por eso.
-Se lo dije y siente lo mismo por mi.
-Perdón por decirlo pero no te oyes muy feliz ¿Hay algo malo?
-Me correspondió y bueno, han pasado algunos cosas desde ese día-me sonrojé al recordar el momento en que mi cuerpo y el de Zero se unieron-No es como si estuvieramos saliendo ni nada por el estilo y es lo que no entiendo ¿Qué somos? Sentimos lo mismo y hacemos cosas juntos, sólo eso...
-He ahí el problema ¿Sólo?-lo miré extrañado-Hay cosas que no necesitan decirse, no es forzoso que digan que son novios o algo por el estilo; hay amor de por medio y con eso basta.no te mortifiques-rió y sacudió mi cabello. ¡Simplemente disfrutalo!-me tomó de las mejillas para hacerme sonreír y conb tinuó con lo que hacía antes de que llegara.
Prov. Zero
-Resultó un éxito, por fin se lo dije.
-¿Y qué paso?-me preguntó emocionada.
-Siente lo mismo que yo-sonreí ampliamente.
-¡Te lo dije! ¡Te lo dije!-saltó-Agradece que no apostamos pues estarías en deuda.
-Aunque no hayamos apostado estoy en deuda contigo, de no haber sido por ti probablemente nunca me hubiera atrevido a decirle.
-Con que estés bien con él basta y sobra, en verdad-me abrazó.
-Gracias Yuuki-correspondí su abrazo-Has hecho mucho por mi, algún día te lo compensaré.
-Pues... Siempre he querido ser tía-me guiñó un ojo.
-¡Yuuki! No digas esas cosas...-me sonrojé.
-¿¡Qué tiene de malo!?-rió-Siempre te he visto como un hermano, sería lindo que un hijo tuyo me llamara tía.
-Supongo que sí, no es tan mala idea después de todo.
-Serán buenos padres-sacudió mi cabello-¿Quieres regresar temprano cierto?
-Sí...-suspiré-Lo notó inquieto y me preocupa, supongo que todo ha pasado muy rápido y por eso está así.
-Dale tiempo, lo conoces y ya sabes como reacciona ante los cambios. Mantente tranquilo, demuéstrale que todo está bien y él solo saldrá de esa inquietud.
Nos despedimos y seguí el camino a casa esperando que ya estuviera allí para poder hablar con él y darle esa tranquilidad que le faltaba.
-¡Bienvenido!-corrió a abrazarme y me besó, se veía más relajado que en la mañana.
-¿Qué tal tu día?
-Estuvo bien-sonrió-¿El tuyo?
-Normal... Amo tu sonrisa ¿Sabes?-lo abracé por la cintura-Siendo sincero, no hay nada que no ame de ti-besé su cuello seductoramente e introduje mis manos bajo su ropa.
-Zero...-gimió muy bajo a mi oído.
-Esta mañana te dije que sería más tarde ¿Prefieres posponerlo?
-No... A decir verdad-se aferró a mi-Lo estaba esperando.
Nuevamente nos dejamos llevar por la pasión y el deseo, volviendo a unir nuestros cuerpos de esa manera tan satisfactoria para ambos. Cada vez este encuentro era más intenso y placentero, las pequeñas barreras que aún existían entre nosotros desaparecían lentamente y facilitaban nuestra nueva relación.
Al terminar Ichiru quedo sobre mi mirándome de frente. Nos dimos un profundo y pasional beso, al separarnos me abrazó y recargó su cabeza en mi pecho.
-¿Zero...?
-Dime-acaricié su cabello y su rostro.
-¿Qué pasaría si nuestros padres se enteraran de que estamos juntos?
-¿A qué te refieres?
-Supongamos que por alguna razón supieran de lo nuestro, ¿Qué crees que harían?
-Lo más probable es que intentarían separarnos de nuevo ¿Pero sabes que?-lo tomé de la barbilla y levanté su rostro-Ya no somo niños, no permitiría que te alejaran de mi una vez más. Haría hasta lo imposible por permanecer a tu lado-lo besé dulcemente y correspondí su abrazo.