En el salón de una escuela primaria normal de los suburbios de Nueva York, un niño de recién cumplidos ocho años apretaba entre sus pequeñas manos una hoja de papel, cuyo contenido repasaba una y otra vez en voz baja intentando memorizarlo, su fleco castaño tapaba un poco sus ojos mientras leía con suma concentración cada párrafo, la verdad es que desde el día que lo escribió lo había memorizado, pero estaba nervioso y no quería arruinar aquello.
Afuera de la escuela, en el auditorio principal, muchas madres y alguno que otro padre iban tomando asiento para ver a sus hijos presentar las actividades para nada más y nada menos que el día de las madres.
A la entrada del auditorio una mujer de cabellos castaños y largos, con una sonrisa amigable se encargaba de recibir a los padres, la joven maestra era la encargada del grupo de tercer grado y una de las principales organizadoras.
Una par de madres la entretenían un rato, siendo bastantes insistentes al momento de decirle a la maestra que esperaba que a sus hijos les pusieran al frente en la poesía coral. La maestra con una infinita paciencia les explicaba que los lugares ya estaban dados y ensayados, pero ellas insistían con que entonces no captarían buenas fotos de los pequeños.
-Maestra Alejandra- aquella voz fue música para los oídos de la castaña que volteo sonriente hacia dos mujeres más, mujeres a decir verdad muy atractivas, frente a ellas estaban precisamente, la ex presidenta de industrias Stark, Virginia Pepper Potts y la llamada Viuda Negra, Natasha Romanoff, esta última tomaba delicadamente de la cintura a la rubia mientras saludaban atrayendo la atención de él par de fastidiosas mujeres.
-¿Y Peter sigue estando nervioso maestra?- cuestiono la pelirroja.
-Algo, repasa su escrito una y otra vez- dijo la maestra con una expresión dulce- Y hablando de eso, debe seguir en el salón, si me disculpan voy por él- hablo la maestra volteando a las otras mujeres con una sonrisa antes de salir hacia donde el niño.
-Hola- saludo una de las mujeres a las dos recién llegadas- soy Clarece- se presento- Y ella es Janice-dijo señalando a su amiga.
-Un gusto- respondieron ambas.
-Soy Natasha.
-Y yo Virginia.
-¿Peter es hijo de alguna de ustedes?- cuestiono Janice- Es que como es un chico nuevo, nunca me ha tocado verlas en las juntas.
-No- negó Pepper- No es hijo de ninguna.
-Entiendo- tomo la palabra la segunda madre- entonces, ¿Le adoptaron… ya saben las dos?- pregunto con una sonrisa totalmente falsa en su rostro, que permitía ver el desagrado.
-Somos pareja si es lo que está cuestionando Señora- declaro Romanoff.
-Nat…- le llamo la atención presionando su mano.
-Pero Peter no es hijo nuestro, si no de unos amigos, pero ellos aún no pueden estar aquí.
-Ah, ya veo- hablo enseguida la que había hecho la pregunta- Es solo que verán yo no tengo nada en contra de las relaciones del mismo sexo, cada quien es libre y eso, pero… con todo respeto, un niño necesita un padre y una madre….
- Hablamos de que Peter es un niño brillante…- siguió Janice- …por lo que he escuchado y sería una lástima que…
-Peter es un niño brillante por que tiene dos excelentes padres, ambos un ejemplo a seguir para cualquier hombre independientemente de que ambos sean hombres- informo Pepper- Ahora si nos disculpan, iremos a nuestros lugares. – La rubia jalo a la espía mientras esta les dedicaba una sonrisilla de burla al par de señoras.
-Las dejaste con la boca abierta…
-Odio a ese tipo de gente, justamente hace una semana estuve tratando con una periodista que por todos los medios quería hacerme decir que Tony era un mal padre y una mala influencia para cualquier niño… claro sin sumar que vivía en un núcleo familiar muy raro- decía la chica mientras se sentaban en unas gradas de la esquina de la segunda fila. – Tony y Steve son excelentes padres con Peter, lo aman…
-Tranquila mi amor- susurro la viuda, besándole despacio el cuello tenso a la otra- Nosotros sabemos eso, además, ¿Cuándo le ha importado a Tony lo que digan de él?
-Si, en eso tienes razón. –Acepto, acomodándose mejor viendo al escenario- y ya que hablamos tanto de Stark, se supone que debería estar aquí- decía mientras comenzaba a marcar en su celular.
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Mientras tanto a varios kilómetros al norte de allí, unas enormes maquinas con largos brazos y centros redondos intentaban atrapar al famoso Iron Man, que se las apañaba para esquivarlas y al mismo tiempo ir derribándolas una a una.
-Señor, tiene una llamada de la Señorita Potts- le informo JARVIS, apareciendo la cara de esta en el panel del control.
-Hola Pepper, ¿Qué pasa?
-¿Qué pasa?- cuestiono está enojado- Prometiste estar aquí con Peter.
-Lo sé, lo sé, llegare a tiempo ¿Es en que dos horas?- decía algo ajetreado mientras volaba por debajo de las enormes armas.
-Empiezan en menos de veinte minutos…
-¿Veinte minutos?
-Stark siempre digo que eres un excelente padre, así que te quiero aquí con tu hijo.
-Si pues eso…- su voz se vio interrumpida cuando una de las garras lo aprisiono en la pared de lo que parecía un viejo laboratorio abandonado. –Va a estar difícil.- dijo antes de lanzar un par de explosivos, haciendo que a la maquina se le desprendiera el brazo mecánico, permitiéndole de nuevo tomar altura.
-Nada de difícil Stark, tienes quince minutos…
-¿Por qué no molestan también a Steve?
-A quien Peter invito fue a ti.
-Porque…- derribo una maquina más atravesándola con sus rayos repulsores.-…ustedes le metieron en la cabeza, que yo era su “madre” en teoría.
-Tony, Peter te quiere aquí y lo sabes- fue todo lo que dijo Pepper, haciendo que a Tony se le dibujara una sonrisa en su rostro al recordar cómo cada vez que quería ver que ensayaba Peter, este se callaba o corría gritándole que era sorpresa.
-Muy bien, estaré allí-declaro antes de terminar la llamada, alzándose entre las maquinas- Chicos, lo siento, pero lo tengo que convertir rápido en chatarra porque tengo una cita con mi hijo- dijo con una mirada de determinación, en medio de tres maquinas más.
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-¿Qué dijo?- pregunto la viuda negra a su novia.
-Que estará aquí.- contesto guardando el celular.
-¿A tiempo?
-Eso espero…
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Como el hombre de la armadura había predicho los robots estaban deshechos en el suelo, estaba allí debido a que varios de los planos de SHIELD, en los que él había contribuía habían sido robados, Steve estaba con él, pero este ya se había encargado de partir junto con Barton en una nave para llevarlos al Helicarrier, apenas tres minutos se habían comunicado para decirle que ya estaban bien. Así que sin más se dispuso a viajar lo más rápido que le fuera posible a Nueva York.
-Señor, debo informarle que somos seguidos- Le dijo JARVIS, mientras este se encargaba de enviarle un modelo de los tres robots que le seguían.
-¿Son tripulados?
-Sí, señor hay un piloto en cada uno.
-¿Qué la gente nunca se cansa?- se lamento volteándose para dispararles con sus manos, atinándole a dos de ellos, pero aún así siguieron persiguiéndole- ¿Por qué esto me pasa cuando llevo prisa?- se lamento el genio, parándose en seco, los otros hicieron lo mismo apuntando con sus armas, eran unos trajes parecidos a los suyos, de bajísima calidad a su parecer, y con armas realmente inútiles, incluyendo unos látigos como los que había tenido Ivan Vanko. Sin pensarlo se lanzo a ellos, tomando los látigos de energía. – Lo siento pero como les dije a sus amigos, llevo prisa- hablo antes de enredarlos a los tres con ellos, tomando con su mano el sistema que daba energía a cada robot, y llevárselos así con él.
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-¿Qué pasa con Tony que no llega?- Dijo la chica mientras palmeaba el suelo impaciente, el grupo de Peter ya estaba diciendo su poesía y era lo último del festival.
-Sabes que algo se le debió a ver atravesado…
-Si lo sé… pero mira Peter lo busca- señalo con tristeza viendo como en afecto el pequeño castaño levantaba la cabeza, buscando con sus ojitos a su padre entre la multitud.
-Bueno ahora- hablo la emocionada maestra- Peter ah preparado un escrito especial para este día y para su…- sonrío mirando al niño- para quien es su madre.
El pequeño avanzo al centro del escenario, casi a la orilla de este, dio un suspiro de tristeza.
-Existen muchos…- su voz al igual que la atención de todos se vio cortada cuando en la puerta del auditoria, apareció el sorprendente Iron Man, aún portaba su traje aunque sin el casco y traía a sus tres enemigos caminando atrás de él unidos por los látigos.
-Lamento por llegar tarde- dijo levantando ambas manos, mientras todas las personas lo miraban sorprendidos- Sigan… como estaban, todo esta bien, solo… voy a tomar mi lugar- indico caminando por el pasillo de la izquierda, con los otros siguiendo sus pasos. Tomo asiento junto a las chicas que solo le vieron negando con la cabeza.- Oigan llegue- se excuso. – Hola “Pet”- saludo feliz al escenario agitando su mano, recibiendo un saludo entusiasta por parte del niño.
-Existen muchos tipos de madre- retomo el chico ahora más confiado- y cada una es especial, una madre te canta en la cuna, una madre te baja la luna, las madres te protegen y alimentan, te apoyan y alientan. Trabajan todos los días, las veinticuatro horas, sin esperar nada a cambio y es por eso que las adoras. Son un ángel que nos cuida, son doctoras y maestras, son sastres y arquitectas, las madres son en toda la extensión de la palabra perfectas. – Sonrío y miro hacia Tony- Pero como mencione son diferentes, cada una teje su propio hilo y mi madre… mi madre tiene su propio estilo… no me canta en las noches de luna, pero la manera que tiene de tocar la guitarra es como ninguna, protege a todo el mundo siempre, por eso no importa que no sepa cocinar, todos mis proyectos me los alienta a armar, no está conmigo a todas horas, ya que la mitad del tiempo me presta a papá. No tiene la actitud de un ángel, pero puede volar, es un genio, playboy, filántropo, es mi segundo padre… y es la mejor mamá. – finalizo.
Por un momento la sala se quedo en silencio, más que nada por analizar a quien iba dirigida tal poesía, Tony Stark estaba muy emocionado, para hacer otra cosa que mirar a su hijo con una mirada de felicidad única. Pasado ese intervalo, un aplauso quebró el silencio, y de allí vinieron más.
Peter bajo emocionado las gradas, hasta los que eran su familia.
-Estuviste fabuloso Peter- dijo Natasha.
-Fue tan lindo Peter, te quedo hermoso.- le dijo Pepper.
-Gracias tía Nat, Gracias tía Virginia- asintió el niño para luego avanzar hacia su padre.
-Papi…- llamo suavemente- Se que no te gusta mucho que diga que aparte eres mi mamá.
-“Pet”- le interrumpió con dulzura cargándolo- Me encanto, en serio si no eres un genio como yo en la tecnología y las maquinarias, lo serás en la escritura.
-¿En serio lo crees papi?
-¡Claro! Hasta ellos opinan lo mismo, y eso que son malos, ¿No es cierto?- pregunto a los tipos que tenía atados.
-Sí, sí fue muy lindo…-empezaron a decir los tres a la vez- me gustaría escribir como tu… bien hecho Peter… eres un gran Poeta… nos gusto mucho….
-¿Ves?- le dijo a lo que el niño sonrío abrazándolo del cuello.
-¿Y papá?- cuestiono una vez se hizo para atrás.
-Con tu tío Legolas y tu tío Fury.
-¿Mi tío Bruce no está con ellos?
-Sí creo que también, ¿Quieres ir al Helicarrier para que leas tu poema a todos?
-¡Sí!- exclamo feliz el chico.
-Bueno… vamos. Pepper, Natasha, gracias por estar aquí con Pet.
-No es nada Tony. – negó la espía.
-Solo para la otra intenta ser más puntual…
-Sí, solo que ya saben el trabajo…-jalo de nueva cuenta a los tres, sacándoles expresiones de incomodidad-… se me atraviesa. ¿Listo para irnos Pet?- cuestiono al chico a lo que este asintió.
Caminaron a la salida y todos los niños y algunos padres se amontonaron a verlos a fuera.
Stark engancho el látigo a su traje para sostener a Peter con las dos manos mientras volaba al Helicarrier, iría a una velocidad muy lenta, pero sabía lo mucho que su hijo adoraba volar con él.
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Pepper y Natasha les miraron alejarse, tomadas de las manos.
-Creo que tendremos que cambiar de nuevo a Peter de escuela- comento la pelirroja.
-Quizá… pero no creo que le moleste… míralo, de verdad ama a sus padres.
-Sí, ¿Quién diría que habría en el mundo alguien más que soportara tanto a Tony aparte de ti y Steve? – Sonrío la espía.
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Al llegar al Helicarrier, Tony entrego a los prisioneros y se deshizo de su traje, mientras algunos agentes se encargaban de llevar a Peter con él Capitán, cuando los encontró a los dos estaban en una ventana de la esquina que daba vista a las turbinas. Peter tenía la cara pegada al cristal mientras Steve estaba recargado a su lado de brazos cruzados.
-Entonces así tu padre logro salvar a todos los del Helicarrier…
-Le encanta escuchar esa historia.- comento Tony llegando hasta Steve, quien lo recibió tomándolo de la cintura, besándole dulcemente.
-Sí, cada vez que viene aquí quiere que se la cuente. – dijo al rubio viendo a su pequeño.
-Es que papi, tu trabajando y peleando al lado de papá es algo increíble.
-Sí lo es- asintió Stark con esa arrogancia que no perdía- Como tú discurso, ¿Ya le contaste a tu papá que todos te aplaudieron de pie?
-Si papá, ¡fue genial!- empezó a relatar el niño- Papi llego aún con su traje y traía estos malos atados con un lazo como de vaquero que brillaba.
-¿Malos?- pregunto el capitán mirando a su esposo a modo de indagatoria.
-Tenía que llegar a tiempo Rogers.
-Sí, pero fue genial y papi me dijo que no tenía problema con que le dijera que era también mi mamá. – Hablo muy feliz- Aunque…- frunció su ceño levemente- ¿Ya me explicarían porque tía Natasha y tía Pepper… ah y también Tío Bruce y tío Clint dicen que papi es quien es la mamá?- preguntó muy interesado a los dos adultos.
-Cuando… cuando crezcas un poco más Pet-dijo el moreno.
-No lo entenderías bien si te lo decimos ahora- explico el capitán ante la cara de molestia que persistía en su hijo.
-Pero papá… Papi dice que soy un genio.
-Y lo eres Pet- se apuro a decir Tony- Pero hay cosas que aún no sabemos cómo explicarte, pero cuando sepamos te lo diremos, ¿Está bien?
Después de un ratito en el que el niño hizo ligeros gestitos marca Stark, sonrío levantando la vista.
-Está bien, además yo creo en lo que dije, tu eres mi mamá porque eres la mejor mamá del mundo papi – dijo abrazándoles a ambos, a lo que Steve le cargo, permitiéndole que lo hiciera de mejor manera, abrazándolos a ambos del cuello.
-Yo también lo creo- Le dijo Steve a Tony sobre el cuello de su hijo- Eres la mejor mamá del mundo, Stark.