El accidente
Todo en esta vida sucede por una razón, las cosas que hagamos deciden nuestro futuro, marcan nuestra vida y la cambian de maneras inesperadas…
Es el caso de Sasuke, ese azabache tenía la vida ideal, un gran empleo, una casa maravillosa y un esposo para morirse, pero todo lo echó al caño porque?... por una calentura, si, aunque parezca raro y difícil de creer Sasuke Uchiha tenía calentura.
Todo comenzó ese día.
-Sakura, necesito que vengas por favor- dijo el azabache mientras se sentaba en su escritorio y se ponía a observar la imagen que tenía de Naruto
-si, dígame?-dijo su secretaria mientras entraba, si bien a Sasuke siempre le costó admitir que estaba enamorado de un hombre, pero también se sentía atraído por las mujeres, y su secretaria, era una mujer con un cuerpo bien formado que siempre le coqueteaba
-voy a necesitar que pares de hacer eso- dijo al momento de señalar el brazo de la chica que se levantaba dejando ver sus atributos
-porque… le molesta?- se comenzó a acercar peligrosamente a Sasuke quien con su amigo de la entrepierna a punto de explotar se levantó de la silla –veo que no le molesta en nada- le lanzó una mirada pícara al momento en el que tomaba su miembro entre sus manos
-por favor Sakura, no, sabes que estoy casado-
-pero el nunca lo sabrá-
Comenzó a besar el cuello de Sasuke y este se comenzó a dejar llevar por las emociones, sin embargo se detuvo
-no podemos hacer esto aquí-
Guió a la chica por la oficina hasta el estacionamiento y condujo hasta su casa, Sakura llevó su propio auto para poder regresar a su hogar antes de que el esposo regresara, Naruto se había ido de compras con su amiga por lo cual tardaría un tiempo en volver, llegaron hasta la habitación principal y comenzó la acción.
Estaban en pleno climax los dos cuando ni si quiera se dieron cuenta de que un chico rubio había entrado a la habitación y los veía con ojos llorosos.
-Sasuke- escuchó que lo llamaron y al voltear junto con la chica lo observó con terror y tristeza
-Naruto!- se separó rápidamente de Sakura –no es lo que crees!- trató de convencerlo pero fue en vano.
-callate, Sasuke, yo siempre te amé… pero ahora… no se que siento por ti-
Esas palabras le llegaron hasta lo mas profundo de su corazón, el saber que había herido a su rubio amor era algo imperdonable, y después comenzó lo que sería su masacre, primero destrozó su auto deportivo nuevo, después lo trató de atropellar con su camioneta… ahora que lo pensaba bien… había hecho enojar a Naruto… y no era para menos, después de todo, lo había engañado… pero algo lo dejó con duda, cual era la sorpresa que tenía para el?.
-ya me harté, tengo que hablar con el-
Sasuke se había enterado de que Naruto se había ido a quedar a casa de su prima Ino porque lo como muchos recordarán rastreó la llamada.
Salió en una limusina negra, y para su suerte, justo cuando iba saliendo de su casa un auto la atravesó por la mitad, la cabeza de Sasuke se estrelló contra el cristal mientras que comenzaba a sangrar, al poco tiempo perdió la conciencia.
Despertó de la obscuridad en la que se encontraba, pronto la luz comenzó a entrar por sus ojos permitiéndole ver donde se encontraba, al parecer era un hospital, si, eso debía ser, las paredes eran blancas, estaba en una cama incómoda y tenía una jeringa en su brazo, si, definitivamente era un hospital.
Lo que mas le llamó la atención era una cabellera rubia que se encontraba recostada en su cama, podría distinguirla en cualquier lado, ese era el amor de su vida.. Naruto.
-N-Naru- susurró, la cabeza le dolía pero aún así logró hablar
-Sasuke!, ya despertaste- dijo tratando de sonar indiferente cuando la verdad la emoción lo asaltaba por todos lados, era verdad, el rubio seguía enamorado de Sasuke
-lo.. lamento- dijo Sasuke dejando su orgullo atrás
-…este no es el momento ni el lugar para hablar de esto-
-a que te refieres?-
-a que no voy a hablar sobre la infidelidad de mi marido con una preescolar en un lugar en donde los baños están marcados como “ellas” y “ellos”-
-pero tenemos que hacerlo-
-lo haremos en la casa…- una sonrisa en la cara de Sasuke apareció, volverían a su casa –de Ino, no pienso volver a esa casa hasta hablar contigo-
-… como tu lo desees-
-ahora no me vengas con tu “como tu lo desees”!, aunque te comportes como esclavo vas a tener que pagar!- gritó Naruto con enojo no tan fingido
-como tu lo desees-
-eres un maldito Sasuke- ¬¬U
-… como te enteraste?-
-de que?-
-de que estaba en el hospital-
-pues los amables policías decidieron ir a buscarme a casa de Ino, y por si fuera poco, casi me sacan esposado!, si vieras como se puso mi pobre prima, estaba que le daba el ataque! Jajajaja!-
La risa de Naruto podía iluminar hasta el día mas obscuro, pero su ira podía obscurecer hasta el día mas soleado, por lo que era mejor no hacer lo que Sasuke hizo.