Amaneció un nuevo día en Vegita anunciándose con la entrada de la luz solar a través de la ventana del 524. El día anterior el escuadrón de Kakaroto se la había pasado sin hacer nada, excusándose diciendo que descansarían por la batalla en el planeta Sensa del que habían vuelto la madrugada de ayer. Raditz fue el primero en levantarse despertando a sus compañeros moviéndolos y hablándoles ligeramente.
-no Raditz… déjame dormir…-se quejó Droxx girándose sobre la cama acercándose demasiado a la orilla terminando por resbalarse y azotar contra el suelo.
-Droxx… luego te quejas de que te dejamos solo…-dijo Broly bajando de un salto desde la parte de arriba de la litera, pero su amigo no pudo escucharlo, pues se había vuelto a quedar dormido sobre el piso.
-Ya despierta…-insistió Raditz jalando la cola de su hermano quien dormía plácidamente.
-¿ya amaneció? ¿Tan rápido?- contestó el capitán poniéndose de pie finalmente.
-si Kakaroto, deberías dormir más temprano si quieres descansar bien…-comentó Raditz refiriéndose a la noche anterior, en la cual Broly y él fueron a “su entrenamiento nocturno”, así era como le llamaban ellos realmente a sus noches de pasión.
-ammm… si tienes razón…- contestó su hermano soltando una risita y sosteniendo su cabeza pensativo recordando lo ocurrido esa misma noche.
-no entiendo para que entrenan de noche, es absurdo…- siguió diciendo Raditz sin saber la verdadera razón y situación. -además ¿Qué clase de entrenamiento es? siempre llegan muy tranquilos…- dijo el más grande terminando de colocarse la armadura.
-jajajaja, en realidad Kakaroto siempre termina muy cansado…- se burló Broly dando una indirecta a su amante.
-¡cállate! ¡Tú también no puedes ni moverte!- exclamó Kakaroto sonrojándose soltando esas palabras con la certeza de que su hermano no lo entendería.
-pues deberías mostrarme ese entrenamiento Broly…- dijo Raditz aproximándose a la puerta.
-emmm… yo paso…-contestó Broly en voz baja para que su compañero no lo escuchara.
-¿quieres acostarte con Broly?-preguntó Droxx recostado de lado en el piso recargado su cabeza en su mano la cual apoyaba en el suelo, muy atento a la conversación.
-¿qué? No, tú no entiendes, solo le dije que me enseñara su entrenamiento…-explicó Raditz extrañado por su pregunta.
-No, el que no entiende eres tú, ellos están hablando de sexo…- reiteró Droxx sin perder la seriedad. Broly y Kakaroto se quedaron callados y petrificados ante la poderosa intuición de Droxx, era realmente sorprendente que fuera él quien se diera cuanta de todo eso.
-¡estás loco Droxx…!-respondió Raditz muy enojado, era obvio que no permitiría que su hermano estuviera con un hombre y menos con alguien a quien consideraba familia, pero más que nada le parecía absurda la idea de que algo como eso estuviera ocurriendo enfrente de sus narices sin que él se diera cuenta. -¡deja de decir estupideces y vístete de una vez- ordenó el mayor abandonando la habitación. Droxx totalmente serio giró su mirada hacia los dos chicos quienes lo veían como asustado con los ojos al tope imaginando que era lo que les diría su amigo en ese momento.
-¿vieron su cara? ¡jajaja creo que se la creyó!- dijo Droxx comenzando a reír levantándose del suelo.
-¿que?- preguntaron al unísono sus dos compañeros procesando las cosas en su cerebro.
-ese Raditz, siempre cae muy fácil en las bromas jajajaja que tonto...-siguió burlándose mientras se vestía.
-¿que?- volvieron a repetir los otros dos sin saber que rayos con Droxx. El chico los miró sonriente y se percató de sus miradas asustadas y confundidas.
-emm... ¿si es broma cierto? yo sólo estaba jugando...- dijo Droxx comenzandose a asustar sospechando por sus caras que lo que dijo tal vez era cierto.
-¡jajajaja! ¡claro que es broma! ¿Que pensaste?- contestó Broly nervioso al entender que había pasado.
-jajaja ¡que bueno! ¡Por un momento pensé que de verdad te estabas tirando a Kakaroto!- siguió Droxx poniendose lo último de su armadura.
-ja-ja-ja- no digas tonterías Droxx- continuó Kakaroto caminado a la puerta más tranquilo.
-si, eso sería lo más horrible del mundo, los odiaria si lo hicieran... que asco...- habló Droxx parandose frente a la puerta. Kakaroto y Broly prefirieron no hacer ningún otro comentario. -Broly un día deberías mostrarme tu entrenamiento...- finalizó mirando a su amigo sonriente, Broly contestó a su sonrisa asintiendo con la cabeza. Afuera estaban Turles y Raditz esperando, todos comenzaron a caminar en dirección al comedor en silencio. Llegaron hasta la mesa de siempre ya con su plato en las manos. Droxx comenzó a recorrer el lugar con la mirada girando su cabeza de un lado a otro.
-¿que buscas?-preguntó Turles al notar la mirada de Droxx paseándose de un lugar a otro.
-al chico bonito...- contestó volviendo al frente.
-¿a Yoshi?- dijo Raditz formando una sonrisa en su rostro y arqueando una de sus cejas insinuante.
-no siento su presencia, no debe estar por aquí...-comentó Kakaroto mirando a Droxx.
-¿para que lo querías?- preguntóTurles en un tono un tanto emocionado y sonriente ansioso por la respuesta del muchacho.
-déjalo Turles... - dijo Broly con la misma emoción, pues todos sabían bien que a Yoshi le gustaba su amigo, pero no podían obligar a Dorxx a que les dijera algo.
-jaja, es que es un tonto, ayer que me llevó la comida dejó que me comiera la mitad de la suya... hoy tengo mucha hambre, pensé que podría volver a robarsela...- se justificó Droxx mirando a un lado para seguir buscándolo, al igual que todos sus amigos que lo hicieron casi involuntariamente.
-si buscan a esos dos Trodu-nianos, salieron desde temprano a una misión...-dijo Vegeta parado a un lado de la mesa observando a todos girar sus cuellos mirando por sobre las mesas.
-príncipe...- dijo Kakaroto al escucharlo levantándose junto con su escuadrón para hacerle una reverencia.
-¿como supo que los buscábamos...?- preguntó Raditz en tono bajo como para no querer ser escuchado.
-eso era obvio...-contestó el príncipe mirando a Droxx, todos se quedaron impresionados al ver que hasta Vegeta se había dado cuanta.
-¿que?-dijo Droxx al notar todas las miradas sobre el.
-bueno, como sea... Kakaroto, necesito hablar contigo, ven al palacio después de que termines...-indicó Vegeta al joven en un tono indiferente como siempre lo hacía frente a los demás.
-como ordene su alteza...-contestó el capitán y seguido de una sonrisa el príncipe se alejó lentamente.
-bueno... ¿y que vamos a hacer mientras Kakaroto se va con su noviecito?- preguntó Turles sonriente.
-¡QUE NO ES MI NOVIO!- gritó Kakaroto avergonzado pero nervioso mirando a Broly de reojo.
-bueno tu pareja sentimental... ¿así suena más bonito no?- dijo Droxx siguiendo el juego.
-¡No! mi hermanito no anda con nadie...-protestó Raditz enojado.
-si Raditz, como digas...-dijo Turles levantándose. -mejor ya vámonos, no hay que quitarle valioso tiempo a Kakaroto...-agregó el joven seguido por Droxx y Raditz. Kakaroto miró a Broly levantarse sin siquiera voltearlo a ver así que se dio la vuelta en dirección al palacio, pero cuando estaba a punto de pegar la carrera una mano lo sostuvo del brazo frenando su marcha.
-cuidado con lo que haces... Kakaroto...-dijo Broly seriamente mirándolo con unos ojos que daban miedo.
-¿de que hablas?-preguntó el joven titubeante.
-no creas que soy un estúpido...-continuó hablando apretando más fuerte cada vez.
-tu sabes que entre el y yo no hay nada...- respondió Kakaroto molestandose un poco.
-por eso mismo... no quiero llevarme una sorpresa...-soltó apretando los dientes y acercándose un poco amenazante.
-suéltame... y controlate...-ordenó Kakaroto un tanto retador. Broly abrió la mano liberandolo y la bajó lentamente en forma de puño.
-sólo... ten cuidado con lo que haces...- reiteró el mayor dándose la vuelta lentamente sin dejar de verlo.
-deberías confiar en mi... si en verdad es cierto lo que dices...-dijo Kakaroto hablando en un tono alto detenido a Broly nuevamente, quien se giró con una sonrisa sarcástica.
-lo que yo digo es muy cierto...- contestó apoyando una mano sobre la mesa encorvandose un poco para llegar a la altura de Kakaroto. -... la verdadera pregunta es si yo puedo confiar en lo que tu dices...- agregó totalmente enojado sabiendo que cada palabra de amor que había soltado el chico era mentira. Kakaroto no dijo nada, pues sabía bien que lo que decía Broly era cierto, se limitó a enfurecerse por el hecho de que desconfiara de él, pero prefirió no decir nada más. Broly se deslizó hacia atrás golpeando la mesa levemente como acertando en sus palabras.
-deberías irte ya... entre más pronto te vayas, más pronto regresarás...- finalizó el mayor apartandose a gran velocidad del lugar. Kakaroto se dio la vuelta indignado en dirección al palacio, de su cabeza no sacaba la advertencia de Broly, ¿a que se refería con que tuviera cuidado? ¿acaso, tenía algo en mente?. Llegó hasta el palacio y Vegeta aguardaba sentado en el trono como pocas veces.
-Kakaroto... que bien que estés aquí...- dijo el príncipe levantándose.
-si... ¿que pasa?- preguntó el joven un tanto pensativo pareciendo hasta cierto punto indiferente.
-Freezer me ha mandado a una misión... y quiero que me acompañes...-indicó Vegeta sonriente intentando ocultar su emoción.
-¡por supuesto, sería un placer!- contestó entusiasmado olvidando por un momento su anterior preocupación.
-excelente... ve a prepararte, te veo en la zona de despegue en una media hora...- agregó Vegeta tomando de frente el hombro de su amigo.
-¿no vamos a salir justo ahora?- dijo Kakaroto prácticamente susurrando agachando la cabeza un poco hasta quedar frente al rostro del más pequeño.
-mmmmm...no... Freezer no me ha dado las últimas indicaciones...- respondió en un tono bajo y seductor casi en el oído de Kakaroto quien ya estaba pasando sus manos a través de su cintura. Tenían una conversación normal, pero cualquiera que pudiera verlos pensaría que están a nada de un beso, aproximando sus cuerpos disimulada y lentamente. "-ten cuidado con lo que haces-" se repitieron esas palabras en su cabeza haciéndolo reaccionar de la situación en la que estaba, su cuerpo y su corazón lo hacían tan involuntariamente que de su mente se borraban las palabras que le había dicho a Broly hace unos momentos. Lo soltó y se separó de golpe poniéndose firme preguntándose cómo es que acabó en esa situación con él.
-entonces nos vemos en media hora...- finalizó Kakaroto dejando a Vegeta ahí parado, girandose en dirección al 524.
-oye Broly... ¿porque te molestas tanto cuando hablamos de Vegeta?- preguntó Droxx caminado al lado de su amigo atravesando el centro de entrenamiento.
-¿de que hablas?- contestó el más alto fingiendo no entender el tema.
-por favor, cada vez que decimos algo de Kakaroto y él te enfadas como nunca, yo también lo odio, pero no es razón para enojarse así...- se explicó el chico sin dejar de caminar.
-la verdad me enoja el hecho de que relacionen al príncipe con el capitán... -contestó Broly asinserandose.
-¿en serio? ¿por que?- preguntó Droxx mirando a su compañero. Broly suspiró profundo dispuesto a contarle toda la verdad, necesitaba desahogarse con alguien. -hay, pero que pregunta, eso es obvio...- prosiguió Droxx mirando al frente nuevamente.
-¿si?- preguntó Broly extrañado.
-claro a veces siento lo mismo... Kakaroto es como tu hermano, debe ser difícil verlo en esa situación...- siguió Droxx haciendo reír a Broly quien prefirió callar ante su respuesta.
-dime Broly... ¿A ti te gusta alguien?- preguntó Droxx después de dos minutos de silencio mientras avanzaban al cuartel.
-mmmmm... ¿por que?- respondió Broly evadiendo la pregunta.
-ya no has ido a la zona oscura con nosotros, eso sólo significa una cosa, que estas siendole fiel a tus sentimientos... o que eres gay...- dijo eso último bromeando sin imaginar que en realidad eran las dos cosas.
-pues... digamos que algo así...- contestó seguido de un suspiro repasando en su mente todo.
-mmmmm... ¿la conozco...?- interrogó Droxx muy curioso. "-LA, ¿por que tenía que decir LA?-" pensó Broly intentando improvisar una respuesta.
-si, es probable...- siguió Broly intentando no soltarse y decir toda la verdad.
-¿quien es?- preguntó el chico haciendo una cuestión que el más alto no esperaba responder.
-¿a ti te gusta alguien?- atacó Broly regresandosela.
-si, pero yo pregunté primero, eso no se vale, contestame...-se quejó Droxx sonrojándose.
-¿LA conozco?- hizo la misma pregunta haciendo énfasis en LA.
-pues... si, la verdad si... -contestó el.chico agachando la cabeza avergonzado. -¡pero no me voltees las cosas! ¡Dime quien es!- reiteró Droxx intentando ocultar sus ganas de gritar las cosas.
-primero dime tu...- contestó Broly sin saber que más decir.
-¡No es justo!- exclamó deteniendo su camino por unos segundos para golpear el suelo con el pie. Broly sólo negó con la cabeza indicando que no diría nada hasta que el lo hiciera. -¡ashhh! esta bien...- acepto el más bajito cerrando los ojos para dejar fluir las ideas. -no es alguien a quien puedas considerar una "chica"- comenzó a decir haciendo trabajar la mente de Broly. "-¿no se le puede considerar una chica? ¿hablará de un hombre?-" pensó el joven poniendo más atención. -pero, no creo que pueda haber nada... entre nosotros...- continuó formando en sus ojos un toque de tristeza.
-¿ya se lo has preguntado?- dijo Broly haciendo sonrojar a su amigo.
-¡claro que no!- exclamó Droxx avergonzado.
-¿entonces como sabes que no podrías ser correspondido?-preguntó Broly mirando a Droxx de reojo.
-yo sé que tiene una relación con alguien... aunque no me lo diga, puedo verlo en sus ojos...- explicó el chico en ese toque melancólico.
-deberías preguntarle, háblale claro...- sugirió Broly pensando en que justo el no estaba siguiendo ese consejo.
-no se, me da mucha pena...- dijo bajando la mirada.
- ya dime quien es...- insistió esta vez Broly muy intrigado.
-esta bien... esto puede sonarte raro, pero te lo diré de una vez...-dijo frenandose totalmente y parandose frente a Broly muy nervioso. Cerró los ojos y apretó los puños suspirando para llenarse de valor mostrando en sus mejillas un rubor.
-a mi me gus...- apenas dijo eso cuando Turles llegó corriendo.
-hey chicos, ¿a donde van?- preguntó el mayor interrumpiendo todo.
-al 524, Broly olvidó su scouter, vamos a ir por el- contestó Droxx indicando a su otro amigo con la mirada que continuarían con el tema anterior después.
-ammm... vamos... no se donde esta Raditz, me abandonó después de ustedes...- siguió Turles comenzando a caminar al cuartel. Los tres avanzaron en silencio hasta que pasaron por el primer pasillo del edificio.
-miren... ahí está Keget y el resto... vamos con ellos...- dijo Turles señalando a un grupo de soldados con los que se llevaban bien, eran sujetos con los que siempre bromeaban y la pasaban bien en la zona oscura. Droxx volteó desinteresado al igual que Broly, pero al notar a cierta persona sus ojos parecieron brillar.
-¡si vamos!-respondió Droxx entusiasmado jalando a Broly del brazo.
-espera... voy por mi rastreador y los alcanzo...-indicó el mayor percatandose justo ahí que la persona de la que hablaba anteriormente estaba ahí.
-como quieras...-finalizó Droxx caminado al grupo. Broly hecho un vistazo rápido a todos, cuatro soldados hombres, dos mujeres, Asim y Turles. Palabras como, muy feo, muy gordo, muy bajo, muy anciano, muy alta, muy delgada, la prima de Vegeta, la zorra de Turles, recorrieron la mente de Broly describiendo a cada uno de ellos imaginando que definitivamente ninguno le quedaba a Droxx. Se dio la vuelta en dirección al cuarto subiendo a prisa las escaleras hasta el tercer piso, donde chocó con alguien al doblar en el pasillo.
-lo siento...-dijo Kakaroto sin percatarse de la persona con la que había chocado.
-esta bien...-contestó Broly seriamente.
-¡Ha Broly! ¡Que bien!- dijo alegre haciendo parecer que su discusión anterior no había pasado.
-¿que haces aquí? te creía en el palacio...- habló Broly de inmediato encargándose de recordarselo.
-vine a buscarte...-comenzó a decir el menor recobrando la seriedad del asunto. -hablemos...- agregó después de Sun suspiro. Broly no contestó y comenzó a caminar al cuarto indicando su aceptación.
-dime... ¿de que quieres que hablemos?-preguntó el mayor más tranquilo sentándose en la orilla de la cama de Kakaroto.
-sobre lo que dijiste... ¿realmente no confías en mi?- comenzó el muchacho sentándose a su lado.
-¿realmente debería hacerlo?- respondió el otro sin mirarlo.
-pues... si, yo confio en ti...- siguió Kakaroto intentando arreglar las cosas, cosa que a Broly no parecía interesarle.
-pero yo no estoy enamorado del príncipe...-atacó girando su cabeza para clavar sus oscuros ojos en los de su compañero.
-¡lo que importa es que estoy contigo! ¿¡o acaso crees que para mi es un juego todo esto!?- exclamó el chico comenzando a exaltarse.
-pues tampoco parece que te lo tomes muy en serio...-respondió el otro sin cambiar de parecer.
-vine aquí para arreglar las cosas, me iré a una misión y no quería partir estando molestos... pero parece que a ti no te interesa...- finalizó el menor dándose la vuelta, pero Broly lo tomó por la muñeca frenandolo, Kakaroto lo volteó a ver, pero su compañero estaba fijo en el suelo.
-¿sabes lo que siento al ver la manera en que lo miras? ¿Saber que lo prefieres antes a que a mi? ¿Lo que es sentirse inseguro cada día sin saber si seguirás a mi lado? ¿Lo que es dejarte ir con el cada vez que quiere y notar la felicidad en rostro de ambos? ¿Lo que se siente no poder gritar todo y tener que guardarme cada palabra y cada lagrima? ¡¿Sabes tu lo que se siente al saber que cada “te amo” es mentira?!- reprocho Broly diciendo eso ultimo en un tono bastante molesto, Kakaroto procesó cada palabra en su cabeza, era verdad, jamás se había puesto a pensar en lo que el otro chico sentía, era obvio entonces que actuara así. Broly respiraba con dificultad intentando retener las lágrimas y apretando los dientes fuertemente intentando hacerse el valiente, pero fue traicionado por unas gotas que comenzaron a escaparse de entre sus ojos comenzando a humedecer la piel de sus mejillas. El menor tomó asiento nuevamente al lado de Broly, a quien nunca había visto llorar de esa manera, parecía estar sacando todo, expresando cada sentimiento en cada una de las cristalinas gotas.
-yo... en verdad lo siento… no quiero que llores…- intentó consolarlo el menor acercándose lentamente para abrazarlo ligeramente. –no pensé que te sintieras así… lo ultimo que quiero es lastimarte…- continuó Kakaroto siendo correspondido por los brazos del mayor.
-entonces… ¿Por qué lo haces?-susurró Broly entre sollozos haciendo sus palabras casi inentendibles.
-por que soy un idiota…-contestó Kakaroto siendo lo más sincero posible, si era un idiota, por o pensar las cosas correctamente, decir palabras que no siente, y por supuesto, por no saber decidir a tiempo.
-no me dejes por favor…- suplicó el mayor soltándose a llorar silenciosamente sobre el hombro del mas joven humedeciendo su cuello y su espalda, dejando deslizar sobre su piel esa agua salada.
-no lo hare… te lo prometo…-soltó nuevamente sin pensar con claridad teniendo en mente la única idea de que Broly no sufriera más, y si esas palabras podrían ayudarlo, entonces las pronunciaría las veces que fueran.
-no hagas promesas que no cumplirás…-susurró Broly en el oído del menor seguido por un suspiro. –pero me conformo con que pueda tenerte así ahora…- agregó intentando mantener la cordura, deteniendo finalmente sus lagrimas, deseando que ese momento fuese eterno, y que esas palabras fueran verdaderas. Se quedaron ahí unos minutos, abrazados, ambos con un dolor profundo en el pecho, con sus cuerpos uno enfrente del otro, pero al mismo tiempo distantes, como si los corazones de ambos hubiesen dejado de latir para el otro, haciendo creer solo en apariencia que estaban ahí.
En la galaxia del este Freezer y sus hombres viajaban lentamente a través del espacio buscando un buen planeta del cual apropiarse.
-mi señor… ya han sido enviadas las ultimas indicaciones a Vegeta…- dijo Zarbon entrando en la cámara principal donde reposaba el emperador en su trono flotante.
-muy bien soldado… pronto será el gran día…- dijo Freezer en ese tono suave y malévolo revoloteando su copa de cristal con liquido rojizo dentro de ella con su mano, mientras observaba atento las estrellas pasar frente al cristal de su poderosa nave.
-disculpe que le pregunte Gran Freezer, pero ¿de que sirve que el príncipe haga ese viaje innecesario a ese plante inservible?- preguntó el joven de rodillas detrás del emperador.
-Zarbon, no me digas que no es interesante, le daremos una ultima oportunidad a Vegeta, veamos que tan bueno es…- respondió Freezer girándose finalmente al soldado.
-pero… me acaban de informar que ese saiyajin poderoso lo acompañará…- agregó el chico verde poniéndose de pie.
-haa… vaya… ese Vegeta no es nada tonto…- respondió Freezer sorprendido, pero formando una sonrisa en sus oscuros labios que lo hacían ver de una manera tenebrosa.
-bien… ordena que rastreen esa pelea en ese caso… las cosas se pondrán interesantes…-ordenó el emperador planeando algo en su cerebro.
-pero, su alteza… ese saiyajin es un peligro, deberíamos eliminarlo ahora que no es muy fuerte…-se explicó Zarbon algo alterado.
-¿de que hablas soldado?-siguió hablando Freezer en un tono despreocupado.
-el nivel de pelea que presentó ese sujeto durante la batalla en el planeta Sensa eran niveles altísimos, puede que él sea…-dijo zarbon siendo interrumpido.
-¿el súper saiyajin?-agrego Freezer seguido de una gélida risa. –no seas tonto soldado, cuantas veces tengo que decírtelo, el súper saiyajin es una ridícula historia inventada para intimidar, además ¿acaso crees que con ese poder tan bajo podría llegar a ser el legendario y famoso guerrero dorado? Eso es absurdo, solo es un inútil soldado de clase baja…- exclamó Freezer cruzando sus manos frente a su cara.
-pero, su nivel era el mismo que el de usted su alteza…-dijo Zarbon el voz baja y con un toque de miedo.
-no me compares con esa basura, sabes bien que yo puedo transformar mi cuerpo para incrementar mi fuerza a niveles insuperables, además debe ser lo máximo a lo que puede llegar un sujeto de su raza, es imposible que continúe aumentando su poder…- respondió el emperador dándose la vuelta a la pared de cristal.
-tiene razón su alteza, disculpe mi atrevimiento…- agregó el muchacho dándose la vuelta a la salida.
-Zarbon… ¿Cómo se llama ese saiyajin?- preguntó Freezer sin voltear a verlo frenando la marcha del joven.
-Kakaroto, señor, el saiyajin mas fuerte de todo Vegita…- respondió Zarbon sin saber la verdad.
-es bastante joven, ¿están seguros que ese poder provenía de ese soldado?-siguió el emperador dudando nuevamente que alguien pudiera igualar su fuerza, pero ocultando su sorpresa, intriga, curiosidad, interés y hasta miedo ante Zarbon.
-no estamos seguros, al parecer sus rastreadores explotaron y no supimos ciertamente de quien provenía esa energía, pero estoy seguro que él era el más fuerte cuando fuimos a explorar Vegita hace unas semanas… debió haber aumentado su fuerza…- contestó Zarbon reiterando su preocupación.
-esta bien… retírate soldado…- indicó el superior y el joven abandonó la sala de inmediato.
-bien Vegeta, veamos que puedes hacer… ¿Qué te parece si hacemos esto una competencia? Que sea por ver quien de los dos va a ser agregado a mi ejército, y quien se va a hundir junto con toda su asquerosa raza…- dijo Freezer en voz alta hablando solo, pero actuando como si se dirigiera al príncipe burlándose de él. -¡que gane en mejor!-finalizó comenzando a reír a carcajadas sin control haciendo que su intimidante sonido resonara en todas las paredes del lugar.
En Vegita la nave ya esperaba por los dos jóvenes guerreros, Vegeta ya estaba parado en la puerta impaciente por que llegara su compañero.
-¡llegué!-exclamó Kakaroto apareciendo en escena legando a la entrada de la nave rápidamente.
-¿Por qué tardaste tanto? Te hablé hace como quince minutos…- se quejó el príncipe entrando al interior de la máquina.
-lo siento… es que tenía que arreglar unas cosas…-contestó Kakaroto intentando ocultar su tristeza.
-esta bien, como sea, vámonos ya…- ordenó Vegeta haciendo despegar la nave apenas tomaron sus asientos.
-¿A dónde vamos?- preguntó Kakaroto después de un rato de silencio.
-al planeta Repia, es un lugar bastante feo y deshabitado, la verdad considero que no sirve para nada y que planetas como esos solo estorban…-explicó Vegeta tomando ese papel de principito que le quedaba maravilloso.
-vaya, y ¿entonces para que lo quiere Freezer?- dijo el menor sin interés realmente.
-no lo se, ese lugar no sirve para explotar recursos, ni para mercadeo, ni para base, ni para nada, además que sus habitantes son unos insectos debiluchos…- respondió el príncipe cruzándose de brazos y recargándose en su asiento.
-¿y quiere soldados tan inútiles?- preguntó Kakaroto extrañado.
-no, realmente quedé sorprendido, esta vez no quiere que dejemos vivo a nadie, no se por qué su cambio de parecer- contestó Vegeta dejando a su compañero igual de sorprendido. Pasaron alrededor de dos o tres horas cuando finalmente aterrizaron en el planeta Tinu. La nave nodriza aterrizó suavemente sobre el suelo arenoso y rocoso del lugar, era un planeta con el cielo totalmente oscurecido, con nubes negras que recorrían todo lo alto, y la superficie de la tierra estaba en tonalidades grisáceas, con muy pocos arboles secos y sin una planta o un animal sobre ella, como si hubiera vida en ese lugar. Ambos emprendieron el vuelo en dirección a unas presencias no muy lejanas, una línea rojiza resaltaba en contraste con el cielo y la tierra dibujandose en el horizonte. Abajo, unas pequeñas construcciones comenzaban a pintarse, cada vez más y más hasta que sobrevolaban una pequeña aldea de casas en forma de hongo. Bajaron en silencio aterrizando justo enmedio del lugar, había bastantes casas, pero la mayoría de ellas estaban vacías.
-¿Donde están todos?-preguntó Kakaroto comenzando a recorrer el lugar, se sentían alrededor de veinte presencias, pero todas insignificantes e inestables.
-mmmmm... no lo se... -contestó presionando las teclas de su rastreador. -se supone los Repia-nianios tienen poderes de entre 1000 a 1200... estas sabandijas no llegan ni a los 100...- explicó el príncipe caminando a una casa en específico donde se acumulaban las energías. Se pararon frente a la puerta de un material parecido a la madera dispuestos a entrar, Vegeta abrió la puerta imponente de una patada tumbandola inmediatamente. Dentro había un grupo de diez niños, con forma humanoide pero de piel blanca al igual que su cabello, con una vestimenta roja como vestido, cubierto por una armadura azul oscuro, haciéndolos resaltar demasiado con la oscuridad del lugar y lo opaco de las paredes.
-¿Quiénes son ustedes? ¿Qué hacen aquí?-preguntó uno de ellos con voz infantil levantándose, tenía por mucho unos siete años, pero se interpuso frente a sus amigos que estaba entre los cinco o seis.
-hola… miren… mmmm… ¿Dónde están sus papas?- contestó Kakaroto amablemente un tanto nervioso.
-¡somos saiyajins! ¡Y hemos venido a acabar con ustedes!-exclamó Vegeta poniéndose frente a su compañero.
-oye… ¿Qué te pasa? Son solo niños…- dijo el mas joven deteniendo a su superior del hombro.
-¿y que? Eso no nos importa… ¡estamos hechos para matar lo que sea!- protestó el príncipe girándose a su amigo.
-¡nosotros somos guerreros con honor! ¡No vamos a matarlos si ellos no pueden defenderse!- siguió Kakaroto mirando los preocupados y temblorosos rostros de los pequeños.
-¡no seas tan considerado con el mundo! ¡Ser amable no te servirá de nada!- respondió Vegeta enojándose y girándose totalmente a su amigo.
-¡pero matarlos a ellos tampoco nos servirá de nada!- insistió el muchacho alzando un poco la voz.
-¡por favor! ¡No me digas que a los planetas a los que has ido no hay niños! ¿Cuántos no has matado ya?-dijo silenciando al mas joven dejándolo pensativo y con una expresión de culpa en la mirada. Vegeta se giró de vuelta a los pequeños creando una bola de energía azul, estaba a nada de lanzarla, pero Kakaroto lo sostuvo de la muñeca suavemente, el príncipe lo miró esperando alguna otra objeción, pero el joven solo negó con la cabeza suplicante.
-esta bien, tu ganas…- aceptó Vegeta disolviendo su ataque y dándose la vuelta abandonando la habitación. Kakaroto sonrío feliz siguiendo a s superior quien alzó el vuelo nuevamente.
-¿Cómo le hacen cuando tienen que vaciar un planeta si tú actúas tan flexible como ahora?- preguntó el príncipe frenando su vuelo.
-pues, realmente Droxx y Broly se encargan de eso en la mayoría de las veces… la verdad, simplemente no tolero ver esa clase de cosas…-contestó el muchacho sonriente.
-ha… ¿entonces no te gusta ver?- preguntó Vegeta en un tono malicioso.
-lo que no tolero es la injusticia del asunto…-agregó Kakaroto, muy tarde, pues justo un segundo antes un rayo de energía saliente de la mano de Vegeta se disparó en dirección a la casa destruyéndola junto con todos los niños dentro.
-¡oye! ¡¿Qué te pasa?!-gritó el joven mirando las cenizas del lugar y el humo subir lentamente.
-dijiste que no te gustaba ver… y no lo hiciste…- se explicó el mayor sonriendo malévolamente y emprendiendo el vuelo a toda velocidad.
-¡oye espera!- exclamó el menor siguiéndolo rápidamente. Realmente Kakaroto no estaba molesto, sí, eso que había hecho su amigo le dolía, pero era un dolor al que estaba acostumbrado, pasaba por eso más veces de lo que hubiera deseado. Kakaroto lo alcanzó intentándolo detener en modo de juego, pero Vegeta reía fuertemente evitando cada uno de sus movimientos, ambos olvidaron deprisa por que empezaron a jugar, que estaban haciendo, y hacia donde iban, todo pasó a ser irrelevante mientras entre el juego y forcejeo rozaban sus cuerpos recorriendo discretamente las manos por sobre la piel. Kakaroto lo tomó de la cintura por detrás frenándolo y haciendo mucha fuerza para detenerlo, mientras el mas bajito intentaba liberarse empujando las manos de su amigo hacía abajo, pero en un mal movimiento Kakaroto las bajó colocando ambas manos con fuerza sobre la pelvis de Vegeta, tomando, literalmente, su miembro. El más joven se dio cuenta de inmediato sonrojándose y liberando a su amigo rápidamente quedándose sorprendido y agitado sin hacer ningún otro movimiento. Vegeta por igual sintió miedo y nervios cuando su amigo lo tocó justó ahí, avergonzándose al grado de terminar enrojecido hasta las orejas.
-emmm… vamos a buscar al resto de los habitantes…- indicó Vegeta deteniendo el jugueteo. Comenzó a volar pero Kakaroto lo frenó del brazo sin decir palabra, Vegeta volteó un tanto sorprendido topándose con la hermosa, única y pura sonrisa de su amigo, quien lo veía con cariño y timidez.
-pero antes…-apenas dijo eso cuando se acercó lenta y seductoramente al rostro de su amigo tomándolo con una mano por la cintura jalándolo en su dirección sin soltar su otro brazo. Vegeta se quedó sin palabras totalmente nervioso, extrañado, sorprendido, emocionado y avergonzado mirando cada vez más y más cerca los peligrosos y perfectos labios de su compañero, apenas y Kakaroto posó su boca sobre la de Vegeta cerró los ojos involuntariamente para sentir el delicioso y deseado sabor de su príncipe. Kakaroto sentía su corazón llegar a un éxtasis infinito con el hecho de sentir su aliento en su boca, su piel rozando en la suya de esa manera tan maravillosa, no lo podía creer, estaba ahí, con la persona a la que más deseaba y quería en el mundo, con esa cercanía, con ese amor fluyendo en todo su cuerpo haciendo vibrar su piel resaltando cada segundo que parecía eterno, nunca jamás imaginó siquiera que eso podría llegar a ocurrir. Vegeta tímida y lentamente correspondió a su beso suavemente como si nunca antes lo hubiera hecho, y es que realmente era así, nunca en su vida había besado a alguien, una cosa que el otro muchacho no sabía realmente, dejándose llevar a veces por cosas de las que no estaba seguro. Cerró los ojos suavemente mientras se dejaba llevar por la reciente experiencia del otro chico, Kakaroto por su parte se saciaba de sus profundos deseos haciendo el beso cada vez más intensos hasta el grado de sentir que el aire se les escaparía de los pulmones, pero eso no era impedimento para recorrer los delgados y rosados labios del príncipe, paseando su lengua por sobre de ellos y mordisqueando suavemente por la emoción que sentía, la cual hacia creer que le explotaría el pecho. Vegeta apretaba los ojos tímidamente e intentando responder al asunto, abriendo la boca levemente para sentir las caricias del más joven, retorciéndose en su desesperación. Kakaroto lo pegó aun más tomándolo por la cabeza y presionándolo de la cintura contra su cuerpo, Vegeta ya no podía más, estaba muy emocionado, y sentía… sentía.
-espera…- indicó el príncipe empujando al más joven con ambas manos separándolo de él tomando aire mientras giraba su cabeza mirando a otro lado totalmente sonrojado y agitado.
-¿Qué pasa?-preguntó Kakaroto tomándolo de ambas manos para entrelazar sus dedos acercándolo nuevamente a él. –Hasta pareces principiante…-dijo acordándose de cosas que prefirió olvidar de inmediato.
-¡pues lo soy!- respondió el príncipe avergonzándose más, en un tono algo alterado.
-¿¡en serio!? ¡¿Cómo crees?! Pero si yo te vi…-dijo frenando sus palabras recordando que justo por eso había cometido un posible error en la jugada.
-¿en la zona oscura?- preguntó el príncipe adivinando sus palabras. Kakaroto asintió con la cabeza pensando en que si entonces las cosas no habían sido así no tuvo sentido que aceptara una relación que no quería, y que había cometido un error en no haberse declarado antes.
-eso es una tontería, Nappa y el resto de los comandantes me obligan a ir a ahí de vez en cuando, pero definitivamente no me “divierto” de la misma manera que ellos…- explicó Vegeta indignado.
-pero… pero… si había mujeres… y tu… y ellas… y, y… -intentó explicarse el joven sin encontrar la manera correcta de decir que hasta tenía chicas especiales para él.
-no, con ninguna, nada, nunca, se acercaban a nosotros, las supuestas jóvenes “nuevas” y hermosas, pero aun así nunca acepté nada, Nappa terminaba por quedárselas o cosas así…- agregó el príncipe dejando al otro sorprendido, extrañado, arrepentido, con ganas de ponerse a llorar, pero más que nada, con mucha alegría acumulándose dentro de su corazón.
-eso… es… ¡simplemente genial!- exclamó Kakaroto abrazando al más pequeño fuertemente.
-¿de que hablas?-preguntó extrañado el otro chico.
-¡de nada!- contestó sonriente dándolo otro pequeño beso donde apenas rozaron sus bocas uno segundos.
-¡vamos acabemos con esto de una vez!- gritó Kakaroto jalando a Vegeta de la mano en dirección a una ciudad cercana. Vegeta no podía dejar de sentirse emocionado, pero con miedo, que creaban una sensación de nauseas dentro de él. Bajaron al lugar exacto donde se sentían las presencias. Kakaroto ni siquiera pensó nada esta vez comenzando a destruir edificios sin control intentando apresurar las cosas, vegeta de igual manera arrasaba con todo lanzando su Final-Flash a diestra y siniestra. Cinco sujetos aparecieron de la nada lanzando golpes y ataques contra los dos guerreros, pero sus poderes de 1200 no eran suficientes como para llegar a dañar a alguno de ellos. Vegeta comenzó una fácil batalla cuerpo a cuerpo, pero Kakaroto no perdió tiempo destazándolos con hilos de luz muy potentes. El cristal del scouter rojo de Vegeta marcaba cada vez menos números indicando que los habitantes del planeta llegarían rápidamente a cero. Por mucho otros diez sujetos con energías similares a los anteriores aparecieron atacando inútilmente, teniendo la misma cantidad de contrincantes, Kakaroto intentó pelear justamente evitando destrozarlos tan rápido, pero aun así los exterminó antes que su compañero. Se dio la vuelta para mirarlo pelear, era tan elegante, fino y preciso en cada movimiento que dejó al menor sorprendido. Vegeta evitó un golpe que dejó pasar muy cerca a propósito para poder tomar al tipo desprevenido destazando su cabeza muy cerca de él, haciendo que unas gotas de sangre roja brotaran sobre la piel de su mejilla, mirando el cuerpo inmóvil de su enemigo caer contra el suelo, siendo este el ultimo de su especie. Sin que el príncipe dijera o pudiera hacer algo, Kakaroto se paró detrás de él girándolo por los hombros tomando su rostro entre sus manos, recorriendo su pulgar por sobre su piel para desvanecer esas manchas carmesí contrastantes con la tez de su rostro. Se miraron, como nunca antes, con los ojos perdidos en una orbita, como si no existiera nada más que ellos, hechos uno para el otro, mientras se acercaban lento, pero sin temor a unirse nuevamente en un beso, sintiendo que respiraban para lo mismo, que su sangre corría por el mismo lugar, y haciendo creer que sus corazones estaban unidos por el ritmo y la velocidad en que latían. Se besaron esta vez un poco mas delicadamente, bajando despacio en dirección al suelo volando a la misma velocidad, hasta que sus pies tocaron el suelo. Kakaroto era más alto, así que se agachaba ligeramente para quedar justo a la altura de su amigo quien se mantenía en puntas rodeando el cuello del más alto con los brazos. Cada segundo era una tortura para el más joven, pues estaba cada vez más ansioso de poder recorrer el cuerpo de su príncipe, imaginando en su mente la imagen desnuda de Vegeta, haciéndolo fantasear con pensamientos impuros. Apretó los ojos intentando retener sus impulsos carnales, pues de cierto modo, se podría decir que era “muy rápido”. Vegeta seguía ahí colgado besando cada vez más intensamente pegándose al ritmo de su compañero, quien solo se encendió más comenzando a besar un poco dudoso para ocultar sus intenciones. El príncipe se separó un poco para mirar el rostro de su compañero, notando en sus ojos un brillo inigualable, saltando su mirada de un lado al otro para apreciar ambos al mismo tiempo.
-te quiero…-soltó el príncipe pasando su mano por el rostro del otro joven.
-yo te amo…-dijo finalmente Kakaroto hablando con toda la sinceridad posible haciendo parecer que su corazón tenia voz propia. Vegeta no dijo nada, solo se quedó boquiabierto ante esas palabras que nunca antes nadie había dirigido hacía el, sintiéndolas de igual manera. Kakaroto sonrió como aliviado depositando otro beso sobre los labios de su compañero, intentando volver al anterior momento.
-volvamos a Vegita…-indicó vegeta con una idea en su mente. Kakaroto se quedó pensativo un momento, “-Vegita = estará ahí Broly, Broly= no podre estar con Vegeta-” pensó frenando a su amigo.
-quedémonos un poco más…- intentó convencerlo el mas joven jalándolo en su dirección.
-pero…-intentó objetar pero Kakaroto lo silenció con un beso. Vegeta se dejó llevar nuevamente sin volver a protestar. Kakaroto sin darse cuanta realmente comenzó a bajar su mano hasta topar con la cola del príncipe enredada en su cintura, comenzándola a zafar rápidamente. Vegeta accedió desenrollando su cola dejando que Kakaroto jugueteara con ella recorriéndola y acariciándola suavemente. El capitán posó su otra mano sobre el glúteo del príncipe comenzando a masajear lentamente, provocando que Vegeta se avergonzara intentándolo detener inútilmente. Kakaroto enredo la cola de Vegeta en su mano y la apretó con fuerza haciendo que este se quedara prácticamente inmóvil por la sensibilidad de su extensión. El más alto camino de reversa hasta topar con un árbol de espaldas, jalando a su príncipe suavemente frente a él recargándolo en su pecho, se deslizó suavemente hasta sentarse en el suelo sentando a vegeta sobre él pasando sus piernas alrededor de Kakaroto. Tomó la cola haciéndola al frente, deslizándola suavemente por sobre sus labios de manera insinuativa, Vegeta sentía el cuerpo acalambrado, no solo porque le sostenía la cola, si no por que la sensación que provocó Kakaroto al introducirla en su boca era algo indescriptible. Comenzó a humedecerla lamiéndola de manera un tanto desesperada paseando su lengua en toda la punta. Kakaroto ya sentía la excitación correr por todo su cuerpo, pero Vegeta ya estaba en esa situación desde que el otro muchacho comenzó a lamerlo. Kakaroto levantó a Vegeta liberándole la cola.
-quítate los pantalones…- indicó sin más estando seguro que el también comprendía la situación. Vegeta obedeció dejándolos caer sobre el suelo, quitándose también la armadura, al igual que Kakaroto quien siguió sentado en el suelo.
-ahora ven aquí…- dijo Kakaroto tomándolo de la mano parándolo sobre de él para luego sentarlo suavemente sobre sus piernas, quedando uno frente al otro besándose suavemente, la lengua de Kakaroto comenzó a recorrer el cuello y parte del rostro del príncipe, colocando besos por sus mejillas viajando por sus hombros hasta su pecho. La mano del más joven, pero también el de mayor experiencia, comenzó a recorrer el miembro del príncipe de una manera totalmente placentera, creando una erección en ambos. Kakaroto tomó las dos piernas de Vegeta y en un movimiento rápido las colocó en sus costados acomodándose ligeramente hacia el frente, sin avisar se metió el miembro de Vegeta en la boca succionando y lamiendo la punta recorriendo el glande con la lengua, paseándose también por sus testículos mientras con sus manos recorría el abdomen y torso del mayor, quien solo se dedicaba a gemir de placer. El capitán bajo mas su rostro hasta comenzar a lamer en otro lado, introduciendo su legua en el recto de Vegeta provocando que este arqueara la espalda al sentir su mojada y placentera boca pasar por ahí. Kakaroto tomó a Vegeta por la cintura dándole la vuelta en un movimiento, dejando a su príncipe sobre sus cuatro extremidades apoyadas al suelo, se colocó detrás de él tomándolo fuertemente de las caderas, la punta de su pene se deslizó penetrando apenas un poco la cavidad. Vegeta soltó un grito cuando sintió como comenzaba a meterlo, dejando deslizar de su boca un hilio de saliva que no podía controlar. Kakaroto se movió lento, introduciéndolo poco a poco, llenándose de placer y excitándose más con cada gemido que soltaba su príncipe. Vegeta sintió finalmente como su miembro llegaba hasta el fondo de él, haciéndolo experimentar la sensación más abrumadora, especial, emocionante, excitante, grandiosa, hermosa y placentera del universo. Kakaroto empezó con las embestidas sin sacar completamente su miembro, deteniéndose justo en la entrada para luego volverlo a meter con un poco de dificultad, una dificultad que solo volvía todo más placentero. Vegeta se movía conforme a los movimientos de su compañero, quien comenzó a masturbarlo pasando su pulgar por sobre la punta de su miembro jugueteándola de un lado a otro mientras subía y bajaba al mismo tiempo que seguía penetrándolo, provocándole así una doble sensación de placer. Kakaroto se salió de su amigo sentándose en el suelo recargando en el tronco seco del árbol abriendo el compas de sus piernas, tomando a Vegeta de las manos arrodillándolo frente a él, el príncipe entendió de inmediato el mensaje, agachando su cabeza hasta el pelvis de Kakaroto, intentando imitar los movimientos que había hecho su amigo anteriormente. Comenzó a lamer el húmedo y muy erecto pene de Kakaroto, pero lo hacía de una manera muy diferente, lamía como si fuese una paleta, dando lengüetazos en la punta y paseándose a través de todo su miembro, creando que su compañero soltara suspiros cuando lo sostenía fuertemente para lamerlo. Lo tomó nuevamente de las piernas interrumpiendo a Vegeta para sentarlo sobre él, pero esta vez dejando su espalda contra su pecho, quedando el miembro de Kakaroto justo a la altura del recto de Vegeta. El príncipe se preparó nuevamente mientas Kakaroto le levantó ambas piernas con los brazos para abrirse camino manteniendo espacio entre las piernas, sentándolo literalmente sobre su pene, comenzándolo a subir y bajar haciendo todo el trabajo, mientras Vegeta solo se limitaba a gritar de dolor y placer cada vez que Kakaroto lo penetraba fuertemente. Un sensación de cosquilleo comenzó a recorrer el abdomen de Vegeta haciéndolo sentir una sensación aun mejor, como si todo se le acumulara listo para salir, el cosquilleo avanzó rápido generándole una sensación indescriptible, tan llena de placer y satisfacción mientras el semen salía de la punta de su pene llegando finalmente al orgasmo. Kakaroto se percato de la situación volviendo a dejar a Vegeta sobre el suelo apoyando en sus manos y piernas para terminar el también, dejando venir todo ese líquido caliente y denso dentro de Vegeta, quien lo sintió avanzar dentro de él creándole un cosquilleo que erizó toda su piel, dejando caer solo un poco en el suelo del que se deslizaba desde su cavidad escurriendo por sus piernas. Kakaroto giró a Vegeta recostándolo en el suelo para posarse sobre él, besándolo suavemente culminando con el asunto y sellando su amor.
-te amo…- dijo Vegeta respirando con dificultad dejando salir un hilo de baba que pasaba de boca a boca a través de sus lenguas.
-y yo a ti…-contestó el otro muchacho sonriente totalmente feliz, pero justo en ese momento unas palabras cruzaron su mente: “-ten cuidado con lo que haces-” se escuchó esa poderosa y gruesa voz recorriendo sus pensamientos, haciendo que en su pecho se formara una ola de preocupación.
Continuara...