Cinco naves atravesaron el cielo ferozmente dejando un rastro de de humo que patría las blancas nubes del planeta Zarckon. Pasaron por sobre grandes áreas de bosque y pradera del lugar hasta que finalmente agrietaron la tierra creando cráteres sobre la superficie levantando una gran capa de polvo en los alrededores. Un grupo de pequeños seres similares a un mono azul, pero con piel gruesa como un reptil y agallas en lugar de orejas se acercaron curiosos al rededor de las esferas blancas. Una capa de humo se levantó cuando las puertas se abrieron lentamente al mismo tiempo, de la primera cápsula que también era la más próxima a los habitantes de ese planeta salió lentamente un joven que se levantaba mostrando su ya alta figura. Era Kakaroto, con trece años ya sobre su vida, en poco tiempo había logrado ya alcanzar la altura de su hermano Raditz y su amigo Droxx siendo ocho y seis años más grandes que él respectivamente. Miró a los sujetos frente a él y su scouter marcó automáticamente su nivel de pelea, pero no era necesario, sabía cuánto poder tenían con el simple hecho de estar ahí, el localizador le servía simplemente para comunicarse. Se cruzó de brazos, serio y suspiró con fatiga con el simple hecho de imaginar lo aburrido que sería eliminar a seres tan débiles y torpes. Su capitán tomó el frente del grupo y dejó a su equipo tras de él para dar instrucciones. Turles con sus veintiséis años era ya todo un hombre, al principio parecía algo imposible, pero finalmente el joven había madurado, dejando ver en su rostro una expresión de seriedad y responsabilidad... o...
-jajajaja ¡mírenlos! ¡Parecen peces! Jajaja ¡que graciosos!- ... o tal vez no. Turles se agachó a la altura de los sujetos comenzando a reír como un niño apuntando con su dedo a los seres con rostro similar al animal mencionado. Droxx tornó los dedos de sus manos y luego hizo rechinar todo su cuello, como preparándose, para posteriormente sacar una sonrisa malévola dedicándole una mirada violenta y enloquecida a los pequeños azulitos. Unos pocos retrocedieron percatándose de la situación y otros cuantos curiosos se quedaron mirando en modo de ataque.
-tranquilo... no hay que terminar tan rápido... debemos divertirnos un rato por lo menos...- dijo Broly tomando el hombro de su compañero. A pesar de que era de los más jóvenes en el escuadrón, el muchacho había crecido considerablemente más que el resto, dejando a Raditz y Turles por debajo de él, después de muchos años de conservar la misma altura, pero al parecer todavía le faltaba por crecer. Kakaroto miró a Broly con decepción en su mirada.
-pero si son sólo basura...-dijo haciendo una mueca. -acabemos ya de una vez...- agregó sin moverse de lugar.
-sabías bien que su poder de pelea sería bajo...- contestó Broly sonriente.
-además nos llevará más tiempo de lo que piensas...-dijo Raditz aproximándose a su hermano. -el planeta es bastante grande y son muy numerosos, además recuerda que no debemos dañar el planeta...-siguió explicando con esa voz gruesa que había logrado alcanzar ya con los años.
-si tienes razón… será más divertido si lo hacemos lento…- dijo Droxx recorriendo el lugar con su mirada.
-¿para qué quiere Vegeta intacto el planeta? ¿Lo usará como base o algo?- preguntó Raditz a su capitán quien picaba con un palo en rostro de una de las criaturas.
-no, son órdenes directas de Freezer… quiere el planeta para usarlo como comercio, dice que está en buen lugar para su mercado intergaláctico…- dijo y se levantó un poco más serio.
-recuerda… al cliente lo que pida…- agregó y elevó su mano a la altura de la cara del Zarconiano frente a él generando una esfera de energía que hizo estallar, acabando con él y con la vida de otros tres que había detrás pulverizando totalmente sus cuerpos. Kakaroto se quedó quieto unos momentos mientras el resto del escuadrón comenzaban a avanzar entre la maleza. Freezer, ese nombre le hacía enfurecer, a pesar de que Vegeta era su príncipe, no servían a él como tal, a veces llegaba a pensar que era solo la marioneta de él emperador, que toda su raza era solo una pieza más en su tablero. En una ocasión, durante un viaje especian que tuvo con el príncipe, intentó hablar acerca de Freezer y su verdadera intención con los suyos, pero Vegeta, injustificadamente evitaba el tema a toda costa, dejando ver el miedo a través de sus ojos. Kakaroto sentía rabia al notar el temor que su superior le guardaba a Freezer, le angustiaba el hecho de que ese ser superior pudiera llegar a dañar a Vegeta, tal vez era un pensamiento un tanto egoísta, pues prácticamente estaba sometiendo a toda su raza, pero eso era algo que mantenía intranquilo a su corazón. Caminó hasta alcanzar a Broly quien estaba al final de la fila y se quedó en silencio unos momentos.
-¿pasa algo?- preguntó Broly mirando de reojo a su amigo percatándose de su preocupación.
-no nada… - contestó con la mirada perdida.
-vamos… no será tan aburrido como crees… disfruta el viaje…- dijo su amigo con una sonrisa y acarició suavemente su cabello. Kakaroto lo miró unos momentos, su corazón sintió calor al ver la sincera y hermosa sonrisa de su compañero. Tan llena de cariño, tan llena de sentimientos; sonrió involuntariamente sintiendo el desliz de los cálidos dedos a través de su alborotada melena. Estar con Broly lo hacía sentirse tranquilo y en paz, en todos los años que llevaba con él, había tomado un papel muy importante, como si fuera un hermano o un padre, no, era algo diferente pero la sensación en su pecho parecía simplemente inexpresable.
-aquí hay una aldea de enanitos…- dijo Turles deteniéndose unos momentos. –tardaremos días si nos movemos todos juntos… Droxx, tú y Raditz de aquel lado…- dijo señalando unas montañas a su derecha. –Broly tú y Kakaroto al otro lado…- yo iré para allá… intenten no perder mucho tiempo… - añadió y se elevó ligeramente.
-ha… y recuerden… tenemos que dejar unos gusanos vivos… cada grupo salve uno… nuevas reglas ya saben…- dijo torciendo los ojos pensando el nueva y estúpida idea de su principito y la lagartija blanca de no extinguir a las especies.
-claro capitán… intentaré recordarlo…- dijo Droxx sin tomar importancia a sus palabras para luego salir volando al mismo tiempo que Raditz perdiéndose detrás de unas montañas rápidamente.
-andando…- dijo Broly algo emocionado y se elevó por los aires. Kakaroto lo siguió comenzando a rastrear niveles de energía.
-En este lugar me siento muy ligero…- dijo Broly dando una pirueta en el cielo.
-si… se parece al planeta Kuni…- dijo el muchacho riendo y aumentando la velocidad.
-¿el planeta Kuni?- preguntó Broly sin saber de lo que hablaba su amigo. Fue en ese momento que Kakaroto recordó, a ese planeta había ido únicamente con vegeta en una salida especial. A decir verdad desde hace aproximadamente tres años Vegeta y él salían de vez en cuando a destruir o a conquistar planetas, se había vuelto algo natural para su príncipe pedir su compañía, y por supuesto, Kakaroto disfrutaba mucho de esos viajes, podía asegurar que ya había entablado una amistad solida con Vegeta, además que le encantaba pasar tiempo con su gobernante.
-haa… no nada…- dijo evadiendo el tema como siempre, sabía que ni a Broly ni al resto de su escuadrón le agradaba Vegeta y muchas veces le habían hecho ver que de cierto modo les disgustaba la relación que existía entre ellos dos.
-fuiste con Vegeta ¿cierto?- dijo Broly en voz baja y serio.
-si…- contestó mirando hacía un lado evitando la fría mirada de su compañero. Pensó que Broly ignoraría el tema y seguiría en lo suyo pero repentinamente su rostro apareció frente al de él y por un momento su nariz rozó la suya.
-¿Qué… que pasa?- dijo involuntariamente de la impresión y sus ojos se abrieron grandes. Ninguno de los dos dejo de volar, recorrían el cielo uno frente del otro, Broly tomaba al más joven por los hombros pegándolo su pecho, haciendo que comenzaran a avanzar sin rumbo. Broly con la espalda en dirección al suelo no dijo nada y clavo sus profundos ojos negros sobre su camarada. Kakaroto reaccionó después de unos segundos y al no obtener respuesta inclinó la cabeza hacía atrás separando su rostro ligeramente.
-¿Por qué evitas mi mirada?- dijo Broly totalmente serio mirando el rostro nervioso de su amigo contrastante con el color azul del cielo que tenia de fondo.
-no, yo no…- dijo empujando a Broly de los brazos, pero este no cedió ante los intentos de su amigo. El sentir el cuerpo de su amigo pegado, literalmente al suyo, hacía que su corazón se agitara peligrosamente, en su pecho se generaba una sensación de presión que junto con la agitación de su respiración, hacían sus nervios muy evidentes.
-¿entonces?- dijo Broly presionando más sus cuerpos intentando volver a aproximar sus rostros. Kakaroto no sabía que pensar, fácilmente podía liberarse de su agarre, pero en el fondo no quería salir de esa situación. No podía ver sus mejillas, pero sabía que estaban sonrojadas, podía sentir su rostro arder. Giró su cabeza a un lado para ocultar su miedo y nerviosismo, no entendía porque se ponía así cuando estaba con él, pero lo que menos entendía era porque Broly siempre actuaba de esa forma cuando estaban solos, odiaba que hiciera eso, en ocasiones tenía miedo de que por alguna razón los dejaran solos, cosa que ocurría más seguido de lo que hubiera querido. Con el tiempo él ya había entendido varias cosas que de niño no lograba comprender del todo, así que para este momento estaba seguro de lo que pasaba por los pensamientos de Broly, pero ¿Por qué a él? ¿Por qué no intentaba satisfacerse como Raditz e ir a la zona oscura? ¿o con su Raditz o Droxx si tanto le parecían los hombres? Miró a Broly de reojo y se percató de que en su rostro también había miedo, miedo e inseguridad. El pecho de Broly se movía conforme a su respiración temblorosa, entonces comprendió que quizá podría estar tan nervioso como el, entonces ¿para qué hacerlos pasar por esta situación? Había hablado muy poco con su hermano acerca de los sentimientos y enamorarse, pero con eso bastó para que se diera una idea de las cosas que lo rodeaban. Giró su rostro nuevamente de frente a su amigo aun sin una respuesta a su pregunta. Nuevamente la punta de su nariz rozo a su amigo y su corazón volvió a agitarse nuevamente. “-¿será entonces que me he enamorado de Broly?-”pensó negando la idea de inmediato, pero parecía que todos los síntomas que le contó Raditz coincidían.
-tranquilo… está bien…- dijo Broly sacando a Kakaroto de sus pensamientos y suspiró un tanto decepcionado y entristecido. Kakaroto sintió el aliento de su amigo en su rostro y después la piel cálida de su pecho sobre su rostro. Broly lo abrazo contra él, como solía hacerlo siempre, pero esta vez su corazón estaba latiendo fuerte y nervioso, casi tanto como el suyo. Los brazos protectores de Broly, siempre le encantaba que lo abrazara de esa manera, cerró los ojos y correspondió a su abrazo suspirando y dejando ir en el aire un montón de confusión y palabras que nunca se atrevía a decir. El viento resoplaba en sus cabezas y sentir la sensación de dos pieles chocantes le hizo recordar una persona, su imagen, su olor, su esencia, todo... “-vegeta…-”pensó y sus ojos se abrieron repentinamente alejándose de un rápido movimiento de Broly parando su vuelo en seco y cayendo poco a poco en la realidad.
-¿Qué pasa?- dijo Broly totalmente quieto y levitante en el aire con expresión de que no entendía que ocurría.
-no… nada… andando…- dijo aun sin comprender sus pensamientos y tomando nuevamente el ritmo de vuelo. Broly avanzó en silencio volando por detrás ligeramente, su corazón aún estaba acelerado, apretó los puños involuntariamente, estaba harto ya de la situación, de la calidez e indiferencia por parte de Kakaroto, llevó sus manos a sus temblorosos labios deseosos por un beso de aquel muchacho, para ser honestos, sentía ganas de llorar, sentía ganas de gritar de una buena vez su dolor y sentimientos, pero tenía miedo, miedo de muchas cosas, miedo a lo que dirían, miedo a lo que pensarían, pero más que nada, miedo al rechazo. Después de vario tiempo en su mente tenia finalmente una idea clara de lo que sentía, y de lo que quería, pero expresarlo en palabras era sumamente difícil. Había imaginado la situación infinidad de veces, repasado diálogos y conversaciones, visualizado cada una de las posibles expresiones del muchacho, pero más que nada, había calculado todas las posibles respuestas por parte de él, todas llevándolo al rechazo. Miró al frente y soltó un suspiro cansado, nunca imaginó que aquel niño se convertiría en alguien tan especial para él, simplemente su mente no podía concebirlo.
-hey Broly… hay un gran grupo en aquella dirección- dijo Kakaroto cambiando la ruta de vuelo ladeando su trayectoria. Ambos volaron hasta quedar sobre una pequeña aldea de los mismos seres que apreciaron al llegar. Bajaron lentamente y se posicionaron en el centro de las rusticas casas. El más joven levantó su mano y creo una esfera de poder color azul cielo y la hizo estallar eliminando cualquier rastro de alguna civilización.
-Broly…- dijo llamando la atención del otro muchacho a unos pasos de él.
-mmm ¿Qué pasa?- contestó su compañero sin dejar de lanzar delgados poderes de luz rojiza que atravesaban por el pecho a las indefensas criaturas.
-perdón…- continuó el adolecente. “-¿perdón?-” Pensó Broly sin saber a qué se refería.
-¿de qué hablas?- respondió Broly mirando a su amigo por unos momentos distrayendo su mirada nuevamente para lanzar a otros cuantos con su simple ki.
-yo… es que… a veces creo que… no actúo como tu esperas que lo haga…- explicó y casi pareció perceptible el sonido del corazón de Broly hacerse pedazos.
-¿a… a que te refieres…?- dijo girándose totalmente en dirección a Kakaroto, quien jugaba con hilos de energía salientes de sus dedos partiendo a la mitad varios cuerpos. Broly había entendido bien, pero quería asegurarse de las palabras que acababa de escuchar. Kakaroto suspiró como fatigado por el tema y su rostro expresaba incluso cierto disgusto ante la situación.
-quiero decir que, en ocasiones, cuando estamos solos, tu actitud hacía mi expresa algo, y tus palabras, confirman todo… por eso… por eso te quería pedir perdón, perdón por no poder corresponder a eso… perdón por no actuar como deseas… perdón por no ser como lo mereces…- dijo el niño sin intenciones de herir al mayor. Por la cabeza de Kakaroto cruzó la idea de que diciendo esto justificaba su indiferencia en ocasiones, pero no porque sus sentimientos no fueran correspondidos, sino porque él era demasiado cobarde en esa cuestión y no sabía cómo enfrentarse a veces a las cosas del corazón; pero eso, Broly no lo entendió.
-yo…- dijo Broly pero fue lo único que alcanzó a decir antes de bajar la mirada para ocultar sus ojos inundados de lágrimas. “-rechazado aun sin confesar nada…-” pensó y le dio la espalda a su amigo comenzando a frotar sus ojos discretamente. Kakaroto no se percató del daño que ocasionaros sus palabras y siguió destruyendo edificaciones imaginando que su compañero había quedado más tranquilo. Broly comenzó a caminar alejándose del muchacho, en su paso mutilaba los frágiles cuerpos de los pequeños seres dejando a su paso un camino de torsos y miembros desprendidos. Kakaroto notó su ausencia rápidamente y comenzó a seguirlo.
-hey Broly… espera… no hemos acabado aquí aun…- dijo lanzando una última esfera de poder aniquilando unas ultimas construcciones. No obtuvo respuesta de parte de su compañero, Broly siguió caminando con la mirada perdida en el suelo y un dolor indescriptible en el corazón.
-hey hermano… ¿Qué pasa?- dijo alcanzándolo de un salto posándose frente a él.
-no pasa nada… mira… hay otra aldea por allá…-dijo girando la cabeza a un lado. Kakaroto sonrió al notar la expresión triste en el rostro de su amigo, pero no por que lo hiciera feliz, sino porque era su momento, era el momento preciso para tomar la iniciativa él por primera vez, a eso se refería el con sus palabras anteriores, que lo perdonara por no saber qué hacer, por no responder como debería. Para ser honestos a Kakaroto le lastimó un poco el hecho de que Broly se molestara solo por ser algo lento ante sus señales; pero eso no le importó Broly siempre le consolaba y ayudaba cuando lo necesitaba, era el momento de pagarle el favor, era momento de responder como debía, como Broly lo merecía. Su corazón latía extremadamente fuerte, sus pensamientos aun dudaban la idea pero no podía frenar ahora, sus manos titubeantes, al igual que todo su cuerpo, tomaron el rostro de Broly suavemente, el mayor volteó algo extrañado y Kakaroto se paró en puntas para alcanzar el rostro de su crecido amigo. En las mejillas de Broly se notó un sonrojo al sentir su respiración sobre su rostro, sus narices toparon y finalmente los cálidos, húmedos, delgados y perfectos labios del menor rozaron con una delicadeza y elegancia los aventurados e impacientes labios de Broly. Se unieron en un beso, un beso que ninguno de los dos podía creer, que ninguno de los dos había imaginado nunca, la respiración de ambos estaba tan agitada que sus pechos nerviosos subían y bajaban sin control. Kakaroto sintió ganas de vomitar, pero no porque le diera asco, sino porque era la sensación más extraordinaria que nunca antes había probado, un éxtasis inigualable, un dolor como piquetes recorrieron toda su columna vertebral recorriendo su espalada de arriba hacia abajo. Broly mantenía los ojos abiertos al tope totalmente atónito ante la situación, no entendía que estaba sucediendo, no comprendía nada y mucho menos después de las palabras que Kakaroto había dedicado para el momentos atrás, estaba ahí con los labios de quien más amaba en medio de los suyos, probando su sabor, sintiendo miedo y felicidad que combinados con la adrenalina del momento, incluso, había dejado de sentir las extremidades de su cuerpo. La respiración de su amigo sobre su rostro, podía consumir su mismo aire, esa sensación lo volvió loco, y las manos cariñosas de Kakaroto sobre su rostro estaban a punto de hacerlo estallar, de sacar todos esos sentimientos. Reaccionó rápido y tomó partida en el juego, posó una mano sobre la cintura de Kakaroto y con la otra sujetó su cabeza para atraerla más a él agachándose ligeramente. Su curiosa y atrevida lengua se deslizó por en medio de los labios de su compañero recorriendo cada parte de esa cavidad, mientras jugueteaba con sus labios. Kakaroto apretó más los ojos y sintió que su cara ardía en llamas, su rostro debía estar totalmente rojo. La húmeda y juguetona lengua de Broly paseaba sin piedad por su boca creándole sensaciones inigualables, esta vez no solo sentía que vomitaría, sentía que sacaría incluso su corazón por la boca. Toda su piel estaba erizada y sintió miedo cuando un extraño cosquilleo comenzó a subir desde su pelvis hasta su pecho, parecía como si todos sus órganos se comprimieran a la par, provocando un dolor inaguantable. Después de unos segundos de que Broly jugueteara con sus labios deslizó también su lengua por la boca del mayor, al sentir sus dientes chocar y su aliento compartir sintió que se desmayaría, algo muy extraño estaba pasando por todo su cuerpo provocando que todo su cuerpo temblara de emoción. El juguetear de sus lenguas, la respiración de uno sobre el otro, el hecho de respirar el mismo aire, la cercanía de sus cuerpos, el calor de su piel, el sabor de sus labios, ya no lo soportaba más; el cosquilleo en su pelvis aumento sintiendo algo en su entre pierna alejándose de Broly un poco.
-¿Qué pasa?- preguntó el mayor casi sin aliento y con ganas de seguir y seguir.
-nada…- dijo el muchacho mirando al suelo avergonzado por la situación. Broly aun lo sostenía contra su cuerpo, así que lo soltó un poco. El rostro de Kakaroto estaba totalmente rojo, y el cosquilleo continuaba.
-¡Vamos, alcánzame!- dijo comenzando a volar a toda velocidad imaginando que el aire en el rostro podía bajar su enrojecimiento. Broly lo vio elevarse y sonrió totalmente feliz, no sabía bien que estaba pasando, pero ya no importaba, finalmente se sabía correspondido. Alzó el vuelo yendo detrás de su amigo con una sonrisa dibujada sobre su rostro, no podía creerlo, ese debía ser el mejor día de su vida, ya no le importaba nada más. Alcanzó a su amigo y lo abrazó, ambos comenzaron a reír volando en dirección a la aldea. Volaban uno al lado del otro, en silencio, pero los corazones de ambos seguían vibrando de felicidad, sus miradas se cruzaban de vez en cuando creando un sonrojo en ambos. Llegaron a aldea y la destruyeron rápidamente.
-¿queda otra aldea?- pregunto Broly matando a los últimos.
-no creo que no…- dijo mirando su localizador y sin poder percibir ningún Ki.
-vámonos entonces…-dijo Broly con una sonrisa, estaban a punto de marcharse cuando una pequeña presencia apareció en la pantalla del joven. Ambos miraron atrás y se percataron de que había una criatura de edad promedio escondido tras una roca.
-valla casi te nos escapas…- dijo Broly creando una energía de poder.
-no espera… tenemos que llevar uno vivo ¿recuerdas?- Dijo Kakaroto interponiéndose en el disparo.
-haaa… tienes razón… - contestó bajando la mano. Kakaroto se aproximó al individuo, el cual intentó escapar, pero fue detenido sin problemas. Los tres salieron disparados en dirección al lugar donde habían aterrizado, en donde ya los esperaba Turles. Llegaron a donde estaba la primer aldea y bajaron lentamente, el ser que llevaba Kakaroto cargando había dejado de forcejear inútilmente desde hace ya un buen rato. Turles estaba sentado en una piedra sometiendo con la planta de su pie a una criatura contra el suelo, los miró y sonrió ampliamente.
-genial... hay que irnos ya...-dijo su capitán moviendo su pie de un lado a otro provocándole un dolor insoportable al sujeto.
-¿dónde está Raditz?- preguntó Kakaroto y antes de obtener respuesta por parte de alguno su hermano apareció a lo lejos saliendo de entre unas montañas. Todos se giraron en su dirección esperando su aterrizaje, tocaron el suelo al mismo tiempo y caminaron reuniéndose con el resto del grupo.
-bien… todos salvamos uno…- dijo Turles mirando a la criatura que cargaba Droxx.
-si… pero al mío le paso un accidente…- dijo mostrando al zarconiano que sujetaba del brazo descuidadamente levantándolo a la altura de su hombro. El individuo tenía el cuello totalmente roto y su cuerpo colgaba inerte de la mano del muchacho.
-no importa… con dos bastará…- respondió Turles al mirar la situación y su compañero respondió lanzando el inútil cuerpo a un lado para después sacudirse las manos sonriente. Los cinco empezaron a caminar hacia sus esferas sin interés en los cuerpos que había por debajo de sus pies.
-Raditz… dijiste que había muchos… solo fuimos a dos aldeas…- dijo Broly como quejándose, realmente esperaba pasar más tiempo a solas con su compañero, y más ahora que las cosas parecían progresar.
-si lo se… y si las había… - contestó y se giró mirando a Droxx -… pero alguien, perdió el control y terminó con muchas comunidades usando un solo ataque aéreo- dijo Raditz en tono molesto recriminando a su amigo.
-haaa… no me digas nada… nos habríamos llevado horas, horas matando puntos azulitos, deberías agradecerme, te ahorre el trabajo…- respondió Droxx en su defensa y se sentó dentro de su nave sin cerrar la puerta.
-maldición Droxx… si dañaste el planeta Vegeta se enfadará y sabes que odio escuchas sus estúpidas palabrerías…- agregó el capitán y cerró su nave un tanto furioso, para después noquear a la criatura que lo acompañaría en su viaje. En unas dos horas estaban de regreso en Vegita, el primero en bajar fue Droxx quien estaba molesto sin razón, al parecer el comentario de su capitán lo había irritado mucho, no era su culpa que su príncipe estuviera loco, ni que la lagartija exigiera trabajos imposibles. Caminó sin esperar al resto de sus amigos y se perdió rápidamente entre los pasillos. Turles bajó y le entregó a unos empleados encargados de las llegadas, el cuerpo inmóvil pero vivo de la criatura azul, al igual que lo hizo Kakaroto. Avanzó en silencio sin importarle la actitud del integrante de su escuadrón y Raditz comenzó a caminar a la par con el dejando a Kakaroto y Broly al final de la fila. Turles comenzó un tema de conversación y pronto todos estaban charlando como siempre.
-hey chicos ¿disfrutaron el viaje?- preguntó su superior girando un poco la cabeza hacia atrás dirigiéndole la pregunta más que nada a esos dos. Kakaroto recordó lo sucedido y bajo la mirada sonrojado llevando su mano involuntariamente a su boca. Broly lo miró de reojo y sonrió al percatarse de la inocencia y timidez del hombrecito.
-si mi capitán… fue… divertido…- respondió Broly y Turles volvió su mirada al frente. Kakaroto caminaba pensativo y sin dejar de mirar el suelo, recordar ese besó lo hacía estremecerse nuevamente, su corazón al igual que sus pensamientos estaban ansiosos por probar más, por satisfacer su deseo de ese néctar. Sintió la mirada fija de Broly sobre él, esos ojos negros profundos, curiosos y acusantes, sintió miedo de responder a su mirada que buscaba Broly desesperadamente. Creyó que dejaría de verlo después de unos segundos pero la insistencia del muchacho no tenía igual. Se giró al mayor en un momento de valor, y este le sonrió dulcemente, haciendo que el rostro de Kakaroto se ruborizara y sintió esa presión en el pecho seguido nuevamente de las náuseas. No podía creerlo, era solo una mirada, de verdad tenía que estar volviéndose loco. Caminaban algo despacio en un pasillo algo reducido, así que después de dudarlo un poco, el vaivén de la mano de Kakaroto fue frenado por la curiosa y crecida mano de Broly, en un movimiento entrelazó sus dedos reduciendo la distancia entre ellos. El menor abrió los ojos sorprendido, pero la sensación no era desagradable, a decir verdad de sentía cómodo con eso, el hecho de saber que Broly estaba actuando de la misma manera con él frente a los chicos, y más que eso, frente a todo el planeta Vegita, lo hizo imaginar que sus intenciones eran sinceras. Pasó un soldado junto al escuadrón y se percató del agarre que existía entre los dos jóvenes quedándose atento unos momentos a la situación, los miró pero ambos evitaros su mirada, el tipo siguió con su camino no sin antes poner cara de asco y dedicarles una sonrisa burlona y sarcástica. Broly sintió ganas de golpearlo por unos momentos, pero las ganas se desvanecieron de inmediato cuando sintió la mano del menor apretar con más fuerza, giró su mirada a él y se percató de que sonreía vagamente avergonzado, podía asegurar que hasta se veía feliz. No podía creerlo, su cuerpo tomó seguridad y comenzó a caminar con una sonrisa algo victoriosa en los labios, imaginó entonces otra situación, imaginó nuevamente, como solía hacerlo, el momento en el que le confesara todos su sentimientos, y al parecer, en esta ocasión, la única respuesta que se cruzaba en su mente era la aceptación de Kakaroto, en su corazón simplemente no cabía tanta felicidad.
-¡informe!... soldado…- dijo Vegeta apareciéndose repentinamente frente ellos. Broly sobresaltó un poco pero lo que pasó después lo dejó confundido y sorprendido. Kakaroto, al notar la presencia del príncipe, soltó inmediatamente la mano de Broly para cruzarse de brazos alejándose por unos pasos de su compañero. Como si no quisiera que los viera juntos, como si quisiera negar todo, como para demostrar que él estaba disponible. Broly apretó el puño, esta vez llenó de rabia, rabia y odio, pero no para el menor, todo eso era únicamente para Vegeta, era él quien le estaba robando la consideración de Kakaroto, era él quien siempre se estaba metiendo en medio, era él quien se lo llevaba cuando le parecía, pero más que nada, era él quien estaba viviendo realmente dentro del corazón de su amigo, era él quien se apoderaba de todos sus sentimientos, y eso Broly lo tenía muy en claro, Kakaroto se encargaba de hacérselo notar una y otra vez con sus comentarios y halagos hacía esa otra persona.
-fácil su alteza… eran unos inútiles…- dijo Turles haciendo reverencia a su gobernante.
-bien soldados… espero no hayan estropeado el planeta…- dijo Vegeta y notó algo raro en el escuadrón, pero no reaccionó que faltaba Droxx.
-no su alteza…- dijo Turles con voz dudosa imaginando todo lo que había dañado su compañero.
-muy bien… descansen soldados…- finalizó pronunciando esa frase que ocupaba para indicar que se levantaran de su reverencia o para que se quitaran de su camino. Todos comenzaron a avanzar y Broly miró a Kakaroto quien gritaba con su mirada que estaba fascinado con la presencia de Vegeta. Hablaría con él, estaba seguro, lo haría sin dudar al llegar al cuarto 524. Se giró al frente para seguir su camino pero una orden arruinó sus planes.
-hey Kakaroto… ven conmigo… -indicó el príncipe frenando el caminó del muchacho que ya era más alto que él y este se giró sonriente.
-iré a entrenar un poco en un planeta que debemos vaciar… ¿no tienes inconveniente o sí?...- continuó diciendo Vegeta sin quitarle la mirada de encima a Kakaroto.
-no, por supuesto que no, andando…- dijo el chico impaciente y sonrió felizmente a su príncipe, y nuevamente y como siempre, no se molestó en despedirse, no se molestó en dedicar una última mirada a los ojos embravecidos que Broly dedicaba sin temor a Vegeta y se marchó al lado de este caminando a paso veloz. Broly se giró impotente al frente comenzando a caminar silenciosamente detrás de sus compañeros que hablaban como si nada dejándolo rápidamente muy atrás de ellos. Se había marchado, sin pensarlo, sin dudarlo ni por un segundo, sin importarle que ese mismo día, unas míseras horas atrás, le había entregado su corazón, se sentía tan malditamente traicionado, tan lleno de coraje, ¿era su maldita burla?, ¿acaso disfrutaba verle la cara? ¿Por qué ahora que finalmente se sentía correspondido? No había lugar de su cuerpo que no fuera consumido por los celos, quería azotarse la cabeza contra el suelo hasta morir, no, quería azotar la cabeza de Vegeta contra el suelo hasta matarlo. “-¿Por qué? ¿Por qué Kakaroto habiendo tantos?-” pensó sin explicarse el motivo por el cual era su favorito. “-¿Por qué demonios no nos deja en paz?-” las ideas comenzaron a atormentarlo, siempre estaba molestando su escuadrón, siempre humillándolos y rebajándolos, siempre los evidenciaba como unos inútiles frente a todos, y aun así, aun así tenía una preferencia inigualable ante Kakaroto, parecía que disfrutaba verlo en apuros. De un momento a otro sus pensamientos pasaron de personales a englobar toda su desgracia. “-¿Por qué?-” esa palabra no se le salía de la cabeza, pasó por enfrente del comedor mirando la basura que comían sus colegas, la pregunta se hacía más constante en sus pensamientos, ¿porque servían esa basura?, eran los guerreros más poderosos del universo, no se explicaba nada y el rencor de años comenzó a apoderarse de su cuerpo. Llegó a la habitación la cual consideraba ajena y entró para encontrarse con un reducido y frio cuarto donde se veía obligado a vivir por órdenes del supremo. “-no lo merecemos-” pensó subiendo a “su cama” la cual tampoco consideraba propia, se recostó sobre el duro colchón que no le pertenecía, en la cama ajena, en el cuarto que no consideraba propio, en un planeta que parecía no ser suyo. “-¡no lo merecemos!-” pensó y cubrió su rostro con sus manos. Era una injusticia, su esfuerzo nunca era reconocido, nunca eran valorados como tal, a pesar de que eran de los mejores escuadrones aunque Vegeta no quisiera reconocerlo. Miró a Droxx quien estaba con un rostro totalmente irritado y con el ceño fruncido mirando la cama que yacía sobre él. Droxx tampoco lo merecía, ni el, ni Raditz, ni Turles, y mucho menos Kakaroto, simplemente, ¡nadie en todo Vegita lo merecía! Golpeó el muro furioso sin importarle que este pudiera romperse, su rostro expresaba coraje, estaba harto, harto de toda esa basura, harto de eso a lo que llamaban vida, nadie podía vivir así. "-¿como un soldado puede subsistir aquí?-"se preguntó y sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de Droxx llamándolo.
-hey Broly... vámonos de aquí...- dijo su amigo levantándose de la cama. Estaba tan concentrado en su enojo que no entendió de momento a que se refería.
-vamos con Raditz... él se está divirtiendo allá abajo...- dijo moviendo su cabeza en dirección a la puerta. Droxx se aproximó a la salida y abrió la puerta mirando a Broly como esperando por él. Se levantó aún sin saber donde era "abajo" y salió por la puerta seguido de su amigo. Caminaron por los pasillos atravesando casi todo el edificio, Droxx era su gran amigo con el que pasaba todo el tiempo bromeando y jugando, pero ahora ambos avanzaban en silencio, molestos por todo lo que soportaban sin recibir nada a cambio, por todas las injusticias que no merecían.
-¿a dónde vamos exactamente Droxx?-preguntó Broly después de avanzar un buen tramo.
-¿a dónde más? a la zona oscura...-contestó Dorxx en un tono un tanto despreocupado.
-¿la zona oscura?- dijo en voz baja, no por que no supiera que era, si no por que nunca imaginó que él, ni que su amigo recurrirán a eso. Pero tal vez tenía razón, "-¿como un soldado puede subsistir aquí?-" recordó su pregunta y fue cuando cruzó por su mente que quizá la respuesta estaba a punto de aparecerse frente a sus ojos. Llegaron a la entrada y se pararon frente a la puerta de metal automática que conducía al dichoso lugar. Droxx se paró al frente y pulsó el botón que había a un lado de la puerta, esta se abrió y una capa de humo con olor a tabaco y alcohol los sorprendió repentinamente. Se adentraron y Droxx cubrió su nariz unos momentos intentando aguantar el insoportable olor a botana barata combinada con alcohol y otros olores personales. Era una gran sala totalmente oscura, alumbrada únicamente por unas luces neón y algunas reducidas lámparas y en todo el lugar resonaba una música extraña a todo volumen. En el primer cuarto, principal y también el más grande, había una larga barra en una de las paredes donde seres de otros planetas servían toda clase de bebidas. Por todo el centro de ese cuarto había mesas y mesas, todas redondas y con sillas que lucían incluso más cómodas que las de la cafetería, en el fondo de esa sala, justo en la parte donde la luz se ausentaba casi en su totalidad, lejos de las mesas del centro, había sillones color marrón en forma de medio círculo, todos formados en el línea pegados a la pared, pero eso no le sorprendió, le sorprendió el hecho de que justo frente a los sillones había un sin fin de mujeres hermosas, había chicas saiyajins pero en su mayoría eran chicas de otros planetas, todas ellas con un toque elegante y perfecto, sexys y fogosas, ardiendo en deseos de placer. Broly sintió algo de miedo, pero Droxx estaba lleno de seguridad, caminaron más al centro buscando dónde sentarse, Broly miraba extrañado a todos lados y por su descuido tropezó con una mesera en el camino.
-¡perdón!-dijo algo asustado y alcanzó a sostenerla del brazo antes de que azotara contra el suelo.
-no te preocupes, gracias...-dijo y se incorporó acercándose al chico. No era una mujer saiyajin, su piel era algo azulada pero lisa y perfecta, su forma era totalmente humana, tenía unos hermosos ojos azules y su cabello dorado y rizado combinaban perfecto con su vestido rojo de gran escote destellante al igual que el labial de sus labios.
-eres muy guapo... llámame si necesitas algo...-dijo en un tono seductor pasando su mano por el pecho del joven. La mujer se dio la vuelta dedicando una mirada provocativa a Broly y se apartó meneando las caderas como si su vida dependiera de ello. Broly estaba petrificado, sintió miedo, miedo pero ganas de seguir a la mujer y tomarle la palabra. Droxx le dio un ligero golpe en el brazo sacando su mirada del trasero de la mujer.
-ven... mira, Raditz está allá...- dijo y caminaron a una pared de un lado; había otra habitación con una entrada sin puerta y con una ventana de cristal transparente que abarcaba casi toda la pared. Esa habitación era más pequeña que la primera y estaba iluminada mucho más que la otra haciendo que la luz amarilla se proyectara destellante a la otra habitación. Avanzaron esquivando mesas y personas, Broly miró en dirección a los sofás del rincón y sintió una extraña sensación en el estómago al ver a sus compañeros de otros escuadrones ebrios y extaciados en placer, mostrando una cara que nunca había visto en sus rostros, mirando sonreír incluso líderes de escuadrón tan estrictos que en su vida había visto demostrar una pizca de sentimientos. "-¿como un soldado puede subsistir aquí?-" esa pregunta volvió a atacar su cabeza, recordó entonces la expresión en la cara de Raditz y Turles cada vez que volvían de ese lugar, "-¿entonces será esto?-" se preguntó paseando su mirada por todo el lugar. Atravesaron la entrada sin puerta y en la sala había más sofás de media luna con cubierta de cuero café, pero a diferencia de los del cuarto anterior, estos tenían una mesa redonda, color madera y muy bajita al centro. En la primera mesa, que quedaba al lado de la ventana, estaba Raditz con una mujer sentada en las piernas actuando de forma muy cariñosa con el chico.
-¡hey! muchachos- dijo su amigo levantando la mano indicandoles que se sentaran junto a él. Ambos avanzaron dudosos, nunca antes habían estado ahí, y eso los ponía un tanto nerviosos. Broly se sentó en el sofá espacioso y vacío donde estaba su amigo, Droxx se sentó del otro lado dejando a Raditz y su acompañante al centro.
-¡que sorpresa! creí que jamás vendrían aquí... ¡se estaban tardando!- dijo alegre y sorprendido aún.
-¿dónde está Turles...? creí que estaba contigo...- dijo Broly intentando evitar el comentario de su amigo.
-él... esta por allá...- dijo sonriendo pícaramente señalando unas puertas, eran aproximadamente unas diez, tenían una luz roja o verde luminosa al final del cuarto donde estaban, las cuales ninguno de los chicos nuevos habían notado.
-¿y que hay ahí?- preguntó Droxx girando su cabeza hacia atrás para mirar las puertas que estaban muy pegadas.
-pues... ¿no te das una idea?- respondió pasando su mano por la cintura de la chica hasta llegar a sus caderas. Ambos asintieron con la cabeza comprendiendo la situación.
-…y las luces... ocupado/vacío- continuó Raditz posando su cabeza en los pechos de la mujer. Los dos chicos volvieron a asentir y se quedaron callados e inmóviles sin saber qué hacer.
-hey... preciosa... traeme dos tragos de lo más fuerte que tengas... aquí mis muchachos van a pasarsela bien...- dijo Raditz a una mujer que se paseaba frente al grupo, la chica sonrió amablemente y obedeció caminando en dirección a la barra sin que ninguno de los mencionados pudiera decir algo.
-me alegra que finalmente estén aquí... ahora si sentirán que es vida...-dijo emocionado para después seguir charlando con la chica sobre él. Droxx y Broly mantenían la cabeza agachada y de vez en cuando intercambiaban miradas nerviosas, llegó la mesera y se sentó sobre la madera colocando las dos copas con liquido azul burbujeante, Droxx miró a Broly quien sólo contemplaba su vaso frente a el y se llenó de valor repentinamente tomándose todo el contenido de un sólo trago.
-¡así se hace!- dijo Raditz animandolo y palmeo su espalda, Droxx hizo gestos como un niño y volvió su mirada al suelo. Los dos chicos nunca habían tenido la necesidad de tomar, parecía que su inmadurez los hacía felices sin necesidad de eso, pero esta vez estaban aquí intentando, de alguna manera, sentirse mejor y olvidarse por un momento de la basura de vida que arrastraban desde niños.
-nena... trae unas chicas para mis amigos por favor...-indicó el mayor y la chica asintió levantándose rápidamente.
-¡no Raditz! ¿Qué estás haciendo?- dijo Broly una vez que la mujer se alejó lo suficiente.
-intento que se la pasen bien... y que quiten esa cara de sufridos que tienen... a partir de hoy serán unos hombres...-contestó Raditz con un tono de orgullo en su voz.
-vamos ya... tomate eso Broly... te sentiras mucho mejor...-agregó el mayor y acercó la copa al muchacho.
-me alegra que Kakaroto se halla ido con el príncipe, así no lo dejan sólo y pueden venir aquí...-habló Raditz y Broly sintió crecer nuevamente su enojo.
-¿crees que está bien que valla?-preguntó Broly con la mirada pérdida en la mesa.
-mira, a veces he llegado a pensar que el príncipe... ya sabes... camina de reversa, pero no puedo asegurar nada acerca de lo que tiene con mi hermano... me llena de rabia el simple hecho de imaginar que ese maldito... ashh... que pueda hacerle algo a Kakaroto, pero al ver la mirada que pone mi hermano al verlo... como decirlo... Kakaroto ya está grandecito para darse cuenta de lo que pasa y para saber que es lo que quiere- explicó Raditz en un tono algo molesto, pero resignado, como si aceptara la situación, tal vez era por que ya estaba muy ebrio, o por que verdaderamente sólo quería la felicidad del menor. En el planeta Vegita, un hombre que "caminaba de reversa" era aquel que prefería a las personas de su mismo género, Broly sabía muy bien que Vegeta lo era, parecía como si pudiera leerlo de la mirada asquerosa que dedicaba a Kakaroto, pero las palabras de Raditz fueron más allá de los pensamientos de Broly, sus palabras atravesaron hasta su corazón. Tenía razón, Kakaroto ya tenía edad de saber lo que quería, y estaba seguro que no era a él. En los ojos de Broly se formaron unas gotas de lágrimas que difuminó de inmediato levantado el vaso entre sus manos y tomandolo como si quisiera ahogar todos sus sentimientos en él. El líquido recorrió su garganta, dando la sensación de que se quemaba por dentro, sacó la lengua, asqueado y su piel se erizó por el simple y desagradable sabor de la bebida. Una voz femenina y con un tono sensual se escuchó entrando en la sala, era la mujer con la que estaba Raditz, acompañado por otras dos jóvenes, una de ellas, la mesera con la que había tropezado antes, se acercaron y la mesera no dejaba de verlo coquetamente.
-bien aquí están...-indicó la chica y volvió a brazos de Raditz rápidamente, las otras dos mujeres eran igual de hermosas, pero los ojos azules de la más alta llamaban la atención de Broly. Bajó la mirada nuevamente algo nervioso, la chica más bajita se sentó al lado de Droxx y la otra imitó a su compañera sentándose casi encima de Broly; Droxx puso cara seria e intento entablar una conversación con la chica, parecía seguro pero se podía notar sus manos temblar de miedo, la chica tomó su rostro con sus manos y el joven se sonrojo, inmediatamente todas las ideas abandonaron su mente y quedó en silencio embobado en el rostro de la chica. Esta se acercó y comenzó a besar a Droxx apasionadamente a lo que el chico respondía con movimientos torpes, era ese su primer beso, con una ramera, Broly lo miraba sorprendido, Droxx parecía ya estar muy perdido en la mujer, y paseaba sin control sus manos recorriendo el cuerpo de la joven.
-oye… ¡oye!...- escucho una voz un tanto chillona resonar muy cerca de su oreja, volteó algo sobresaltado y en ese momento se percató de que todo daba vueltas. Miró a la mujer y esta comenzó a acariciar sus brazos y luego se deslizó a su pierna aproximándose a un lugar muy delicado.
-cuando mi amiga dijo que necesitabas compañía no dude en venir… me gustas mucho…- susurró en su oído con una voz muy sensual creando un escalofrió en la espalda de Broly. Él la miró nuevamente un poco más temeroso, ella le giño el ojo y su mano seguía en descenso. “-me gustas mucho-” repitió esas palabras dentro de su cabeza “-parece fácil de decir…-” pensó soltando un suspiro sin poder olvidar a su joven amigo.
-¿vamos no quieres divertirte?- agregó la muchacha colando un beso en su mejilla. “-¿divertirme?-” pensó sin saber él mismo la respuesta. Se quedó perdido en sus pensamientos, su mente simplemente estaba en otro lado.
-quita esa cara… ¿Qué pasa?- dijo la mujer en forma de reproche, pero esta vez Broly no pudo escucharla con claridad.
-yo…- dijo intentándose levantar, pero calló al instante sobre su lugar logrando únicamente acercarse más a la mujer. Miró al suelo, el cual parecía moverse sin sentido, las ideas en su mente no eran claras y su vista estaba borrosa y distorsionada, levantó su mano a la altura de su cara y se percató que esta se movía sin control, no estaba seguro si era su mano o era alucinación de sus ojos, pero se movía como si tuviera miedo, como lo había visto en su amigo momentos atrás. Miró a su amigo Droxx frente a él, parecía estar igual, su mirada estaba perdida y sus ojos parecían desorbitados, Droxx era algo agresivo y psicópata y su mirada siempre daba miedo, pero la que tenía en ese momento no tenía igual. Sonreía como loco mostrando todos los dientes, su rostro despedía una clase de maldad, pero a pesar de todo, se veía total y plenamente feliz, como nunca antes lo hubiera visto. “-¿Cómo un soldado puede subsistir aquí?-” pensó su cerebro en un momento de lucidez.
-me gustas mucho…- dijo Broly en voz baja, la mesera sonrió satisfecha al escucharlo, pero las palabras no eran dirigidas hacia ella. La mujer lo tomó de la barbilla y lo giró besándolo como solo una golfa puede besar. Broly no pudo hacer nada, no podía pensar bien, su cuerpo no respondía, estaba a su completa disposición. Comenzó a besarla también sin darse cuenta, sus labios se unían sin control, labios que imaginaba eran de alguien más, la tomo de la cintura y el cuello, era la segunda vez que hacía eso ese día, su olor, simplemente en sus pensamientos era sustituido por otra esencia. No podía evitarlo aunque quisiera, no podía sacar a Kakaroto de su mente, ni aun ebrio, ni con una mujer a su lado, simplemente no podía. La chica trepo sobre él, pasando sus piernas a través de su torso, hubiera sentido pena por estar así frente a todos, pero el alcohol hacía bien su trabajo. Sus caderas, la sentía sobre él, toda la cabeza le daba vueltas y parecía ya no estar muy consciente de sus actos, sus manos iban y venían sobre toda su piel azul cielo.
-hey Broly… por que no vas a pasarla bien…- dijo Raditz señalando los cuartos del fondo. El negó con la cabeza pero la mujer lo levantó tomándolo del brazo obligándolo a caminar, paso al lado de donde momentos atrás estaba su compañero Droxx, pero este brillaba ahora por su ausencia. Miró al frente y alcanzó a verlo entrando en una de las habitaciones; sintió miedo, quería correr, quería escapar, pero sus piernas seguían avanzando en dirección a las luces destellantes. Se detuvieron frente a una de las puertas con luz verde y la mujer abrió sin pensarlo, entraron y Broly se quedó quieto.
-solo una cama…- dijo reiterando en su mente las cosas que había estado pensando antes de llegar ahí.
-no hace falta nada más…- respondió la mujer sin entender realmente el comentario del joven. Lo jaló prácticamente hasta la cama y se dejó caer sobre el colchón, la mujer volvió a subir sobre él y se bajó el vestido mostrando sus bien desarrollados atributos. “-diviértete-”escuchó la voz de Raditz en su cabeza. “-¿divertirme?-” pensó “-¿Cómo podría?-” respondió en su cabeza el mismo. “-me pregunto si Kakaroto estará pasándola bien…-” cruzaron esos últimos pensamientos por su cabeza antes de caer sin resistencia ente los encantos de la mujer.
Mientras tanto en el planeta Yager un grupo de soldados similares a un insecto azul lanzaban poderes de energía desesperadamente contra los dos poderosos invasores, vegeta y Kakaroto. El príncipe reía malévolamente esquivando sin dificultad todos los absurdos intentos de derribarlo y en su lugar hacía estallar sus cuerpos con pequeñas bolas doradas de poder, el saiyajin más joven prefería luchar cuerpo a cuerpo en el suelo, de simples golpes atravesaba torsos y sus patadas eran mortales contra las criaturas, rompiendo sus cuellos y fracturando todos sus huesos, un grupo comenzó a amontonarse alrededor de Kakaroto haciendo que este tomara vuelo y con un solo ataque acabo con la vida de más de cien.
-¿Qué pasa? Parece que quieres acabar pronto…- dijo Vegeta sorprendido de sus acciones, por lo general siempre procuraban tardar el más tiempo posible, haciendo su diversión, así como sus viajes un tanto más duraderos.
-no… claro que no…- respondió el muchacho un tanto nervioso. Realmente si quería irse ya, era la primera vez que deseaba con todas sus fuerzas regresar a Vegita, en todos los viajes siempre disfrutaba de estar en compañía de su príncipe, pero esta vez, esta vez sus pensamientos estaban concentrados en alguien más, no podía dejar de pensar en ese beso, era simplemente maravilloso lo que le había pasado, le sirvió mucho, aclaro muchos sentimientos que estaban entrelazándose en su cabeza, y este viaje solo le había confirmado todo, la distancia que sentía en ese momento con Vegeta se lo comprobaba todo; realmente le gustaba Broly, sabía que con el príncipe nunca ocurriría nada, así que estaba feliz de ser correspondido por su amigo, ya no soportaba las ganas de verlo y abrazarlo, le diría lo que pasaba, lo que sentía. Miró su rastreador y el lugar estaba finalmente vacío.
-valla… sí que tardamos mucho…- dijo Kakaroto limpiándose el sudor de la frente, bajó y comenzó a caminar en dirección a sus naves.
-realmente te noto algo diferente… como distante…- dijo Vegeta alcanzándolo y mostrando por primera vez una pizca de interés y sentimientos. Kakaroto lo miró sonriente intentando ocultar su sorpresa al verse descubierto.
-no príncipe… realmente estoy bien…- contestó y sujeto el hombro de su superior, él lo miró aun con duda en su mirada y para el más joven fue imposible no sonrojarse, no podía deshacerse tan rápido de los sentimientos que guardaba hacía su príncipe en secreto, pero tenía que hacerlo, por Broly, porque él si lo quería de verdad, por que estarían juntos a partir de ese día. En el tiempo que estuvo en ese planeta pensó muchas cosas, aunque los sentimientos hacía su príncipe fueran más fuertes, estos NO serian correspondidos nunca, así que entregaría su corazón a alguien que parecía apreciarlo de verdad, se sintió un poco mal de haber soltado a Broly en Vegita y haberse ido sin explicación pero en ese momento tenía miedo, no era tan fácil como parecía serlo para Broly, sintió pánico, eso es todo. Pero no importaba ya, llegaría y entonces podrían hablar, entonces todo estaría bien. Ninguno de los dos dijo nada más y subieron a sus capsulas siendo disparados a Vegita rápidamente. En cuestión de horas llegaron y Asim, así como un grupo de soldados cercanos al príncipe esperaban impacientes su aterrizaje. Ambas puertas se abrieron y los dos bajaron apresuradamente.
-fue un placer su alteza… nos vemos después…- dijo Kakaroto apresurando la situación e hizo una reverencia dándose la espalda rápidamente para llegar al 524. No le dio oportunidad a Vegeta de contestar nada, y lo dejo ahí parado, y con dudas en su mente, ya era una adicción para él estar con él chico, y por su mente corrían palabras que nunca imaginó, llegaría a formular, no podía seguir negándoselo, estaba loco por ese muchacho siete años menor que él, le gustaba, lo enloquecía, pero ahora se sentía inseguro de sí mismo, el chico, el chico simplemente parecía no corresponderle. Suspiró mirándolo desaparecer en la puerta principal, debía estar loco, pero llegaría a afirmar que lo amaba. Tomó su pecho con su mano y apretó el puño fuertemente, como si quisiera arrancarse los sentimientos de golpe, giró la mirada al frente y se fue sin más en dirección a su castillo. Kakaroto pasó por los mismos pasillos de siempre, con cada paso su corazón se agitaba un poco más, estaba profundamente feliz, ya no lo aguantaba más. Llegó a la habitación donde esperaba ver a Broly charlando o jugando con Droxx o Raditz, pero no fue así, estaba únicamente su hermano acostado en su cama superior del lado izquierdo, totalmente en calma.
-que bien que has regresado Kakaroto…- dijo Raditz al notar su presencia.
-¿Dónde está Broly?- preguntó sin rodeos.
-en la zona oscura… valla que debe estársela pasando bien…- dijo soltando una risita como recordando la situación.
-¿en la zona oscura?- preguntó sorprendido, sabía a la perfección que se iba a hacer ahí y eso lo preocupo rápidamente.
-si lo deje ahí hace un rato, él y Droxx tenían buenas chicas… - dijo dibujando en el aire la silueta de una mujer.
-se veían muy felices, me alegra mucho que hayan ido… - continuó Raditz feliz.
-¿y… ellos…?- preguntó en plural para que no notara su interés hacía su amigo.
-¡si finalmente son unos hombres!- exclamó Raditz levantando su mano en son de victoria. Entonces Kakaroto ya no se atrevió a decir nada más y se acostó sobre su cama totalmente en silencio, desfilaban en sus mejillas un par de lágrimas, sentía que ya no aguantaba más, ¿traición?, ¿decepción?, ¿mentiras?, ¿falsedad?, no sabía cuál de todas esas era la razón de su llanto pero estaba seguro que había cometido un grave error ese día que ocasionaba un gran dolor ahora dentro de su pecho, pero, en el fondo, no se arrepentía de lo sucedido.
Continuará…