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El ejército de dios. por InuKidGakupo

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Notas del capitulo:

Hola! pude subir hasta hoy pero quedó largo, así que creo que esta bien, por cierto, en este capítulo pasan COSAS(ahorita leen el mero inicio) pero no se me esponjen ni enojen, tranquilos, recuerden todo puede pasar, así que esperen a leer hasta el final del capítulo vale? a y este empieza seguido del anterior, que lo disfruten ;)

Kakaroto caminaba tranquilo de regresos al 524, Asim había llegado buscando al príncipe después de casi dos horas de estar con él a solas mirando las estrellas y tomados de la mano como nunca lo hubiera imaginado, era ya bastante tarde, pero sabía que sus compañeros debían seguir en la zona oscura, pensó en ir ahí como le había prometido a su hermano, pero estaba algo cansado y descartó la idea rápidamente. Llegó hasta el cuarto abriendo la puerta lentamente, las luces estaban apagadas pero pudo notar la cama inferior del lado izquierdo que le pertenecía a Droxx vacía, así que imaginó que la habitación seguía vacía.
-al fin llegas… ¿Dónde estabas?...- preguntó Broly con voz algo cortante recostado en su cama mirando en dirección al techo.
-Broly… yo… fui a dar una vuelta… ¿Qué haces aquí?- preguntó desviando el tema.
-pues pensé que estarías algo solo, así que salí a buscarte, pero no te encontré en ningún lado… ¿hasta donde fuiste a dar la vuelta?- respondió el muchacho con voz molesta, apretaba las manos enojado, pero esto era perceptible para el menor.
-ammm, pues yo fui a la ciudad…- contestó refiriéndose al lugar donde vivían los saiyajins de la clase más baja que ni siquiera servían para pelear, junto con el resto de la gente que no combatía en las peleas y conquistas, e incluso los soldados ya adultos que formaban una familia y se marchaban del cuartel, aunque siguieran combatiendo.
-ho, ya veo…- contestó el mayor sin siquiera mirarlo. Kakaroto no dijo nada y bajó la mirada un tanto apenado al notar el enfado de su amigo, pero lo comprendía a la perfección, no fue con los muchachos a la zona oscura para estar a su lado, y en cambio él…
-lo siento…- dijo el menor sintiéndose aun peor por que también acababa de mentirle. Caminó a ciegas hasta topar con la pared y comenzó a deslizar su mano sobre la superficie buscando el interruptor de la luz, pero sus dedos se toparon con algo más.
-no importa… por que ahora estas aquí…- dijo Broly susurrando en el oído de Kakaroto, el cual estaba totalmente sorprendido, pues no pudo verlo acercarse. Broly tomó su mano retirándola del interruptor dejándolos a oscuras totalmente.
-¿recuerdas… cuanto tenias diez, once, doce años…? Entrabas en mi cama a escondidas… algunas veces temeroso… pero siempre terminabas tranquilo y feliz, todas las veces aparentaba estar durmiendo, pero a decir verdad, aguardaba por ti todo el tiempo…-susurró Broly parado justo frente al muchacho, inclinado un poco al frente para poder alcanzar su rostro, el cual acariciaba gentilmente con una mano.
-si…- contestó Kakaroto, pero no podía hablar bien, su respiración estaba demasiado agitada.
-eran muy buenos momentos…- continuó hablando sin dejar de tocar su mejilla y entrelazando sus dedos en su otra mano. –Quizá las cosas no debieron cambiar…- dijo y juntó sus frentes, no había mucha luz, pero a esa distancia, podían apreciar claramente sus profundas miradas perdidas una en la otra. Ambos estaban sonrojados, pero esta vez Broly no presentaba rastro de inseguridad ni miedo.
-cuando nos distanciamos, fue después de aquel beso...-salieron esas palabras y Broly empujó suavemente a su amigo hasta dejarlo contra la pared para luego acorralarlo con su cuerpo pasando sus brazos a sus costados quitándole cualquier escapatoria.
-entonces, deberíamos arreglarlo todo...- apenas terminó de decir eso cuando su lengua entró sin preguntar en la boca del menor humedeciendo sus labios. Kakaroto no correspondió de momento, estaba sorprendido, no sabía que pensar o cómo actuar ante eso, quería a Vegeta, estaba seguro, pero entonces, ¿que era esa sensación dentro de su pecho?, ¿Por qué se sentía tan seguro y protegido a su lado?, sin una respuesta a sus preguntas correspondió a su beso cerrando los ojos y tomando a su compañero fuertemente de la cabeza entrelazando sus dedos en su negra cabellera. Broly rodeó la cintura del menor jalando su cuerpo en su dirección reduciendo su distancia a cero, paseaba su lengua con locura por entre sus labios, Kakaroto separó distancias para, literalmente, comenzar a lamer los labios de su amigo, este disfrutaba cada contacto, y su boca se abría cada vez que este lo tocaba, acariciando y probando el sabor de cada uno. El más grande besó la mejilla de Kakaroto y su lengua húmeda y cálida comenzó a recorrer la mejilla del chico hasta llegar a su oreja, la cual comenzó a lamer y mordisquear suavemente, cosa que hacia estremecer el cuerpo del adolecente, generando que una sensación de cosquilleo atravesara toda su espalda. La respiración de los dos estaba exaltada y sus corazones parecían latir al mismo ritmo, Broly soltó a Kakaroto y se alejó unos pasos, en la mente del menor cruzó la idea de que él pudiera irse y dejarlo ahí sin explicación, pero únicamente se quitó la armadura y parte del uniforme. Kakaroto se sonrojó al mirar a su amigo semidesnudo caminar nuevamente en su dirección con una expresión sobre su rostro que gritaba desesperadamente sus intenciones. Bajó la mirada apenado y nervioso, sin saber qué hacer, Broly lo tomó por la cintura y comenzó a jalar su armadura hacía afuera, el adolecente no opuso resistencia y simplemente levantó los brazos para facilitar el trabajo del mayor. Pegaron sus cuerpos nuevamente y Broly suspiró algo emocionado, feliz, pero también un tanto preocupado, ¿de qué?, de las cosas que al parecer, estaba a punto de hacer. Tomó la barbilla del avergonzado chico frente a él y la levantó suavemente hasta que pudiera verlo a los ojos.
-te amo…- susurró y sus palabras parecieron quedarse volátiles en el vacío del cuarto, rebotando y repitiéndose una y otra vez en el eco de las paredes. Después de esas palabras en la mente de Kakaroto no había nada más que eso, como si se hubiese grabado y no hubiera forma de callarlo. Su corazón se estremeció al grado que sintió ganas de llorar, pero no lo hizo, sus ojos fueron cerrados nuevamente al momento que Broly volvió a unir sus bocas, quería decir algo, lo que fuera, pero… ¿Qué? No sabía cómo corresponder a eso, un “te quiero” parecía no bastar en ese momento, pero un “te amo”, sería algo demasiado falso.
-yo…- intentó decir pero Broly lo silenció colocando un dedo sobre su rostro.
-no hace falta que digas nada…- dijo el mayor teniendo en mente que cualquier cosa que saliera del muchacho, podría no ser cierta. Entrelazó sus dedos y comenzó a jalarlo en dirección a la cama del menor, lo tiró sobre el colchón y se subió sobre él, la tenue luz plateada que entraba por la ventana dejaba apreciar claramente sus cuerpos ardiendo en llamas, uno sobre el otro, Broly terminó de quitarle la vestimenta a su amigo, con bastante cuidado y delicadeza, como si fuera a romperse, pero la razón era que sentía tanto placer al hacerlo, que cada centímetro de piel que descubría, lo llenaba cada vez más y más de deseos de poseerlo, era como aventurarse dentro de algo maravilloso que ambos desconocían. Terminó por dejarlo únicamente en ropa interior, así como él se encontraba en ese momento, juntó su abdomen al del menor y con sus manos comenzó a recorrer todo su cuerpo, acariciando cada parte de él, conociendo cada centímetro de su piel, se incorporó un  poco y pasó su mano por sobre su pecho, el chico gimió sin darse cuenta, como aquella vez cuando era un niño, solo que en esta ocasión, ya no lo era. Broly comenzó a lamer el cuello de su amigo, seguido por múltiples besos hasta llegar a su pecho el cual también disfrutó de llenarlo de caricias encendiendo rápidamente los instintos de ambos. Kakaroto perdía el miedo lentamente, las manos de Broly ya habían recorrido casi todo su cuerpo, mientras él solo se limitaba a estremecerse y a apretar los ojos cada vez que su amigo tocaba lugres que lo hacían enloquecer; tomó algo de valor y colocó sus manos sobre la tela de los boxers de Broly, ¿estaba listo?, no lo sabía, pero definitivamente no se quedaría sin hacer nada. Broly se detuvo al sentir las manos de su amigo intentando zafarle lo último que le quedaba de ropa, se incorporó tomando las manos de Kakaroto ayudándole a terminar su cometido, la mirada del menor se quedó fija en lo único que parecía estar ahí en ese momento frente a él, el miembro de Broly totalmente erecto y considerablemente grande. Sintió miedo al verlo, miedo, y una extraña sensación de placer y excitación que recorrió todo su cuerpo terminando en su entrepierna, la piel le ardía, ya no podía más, quería huir, pero deseaba ansioso que ese momento no terminara. Miró a su amigo, que estaba de rodillas en el colchón sobre él, lo miró con una expresión de temor, este sonrió de medio lado coquetamente y arqueó una de sus cejas provocativamente, haciéndolo ver realmente sexy. Broly colocó sus manos en el torso de su compañero y las paseó por su piel hasta resultar también quitándole todo por completo, para finalmente, terminar desnudos, uno frente al otro, mirándose como nunca, queriéndose, como siempre. Broly tomó la iniciativa colocando entre sus manos el también erecto miembro de su amigo, este lo miró nervioso, sin saber que era lo que haría, su mano comenzó a masturbar al joven, bajando y subiendo lentamente al principio para terminar haciéndolo a gran velocidad, provocándole una sensación totalmente placentera al chico que sólo miraba atento y sorprendido la gran habilidad de su amigo. Broly bajó la cabeza a la altura de las caderas del menor y Kakaroto sintió como si muriera al sentir la húmeda lengua de su amigo lamer la punta de su pene suavemente, una sensación de presión en su abdomen apareció haciendo que su ya agitado corazón latiera aún más fuerte, sentía que el aire se le escapaba de los pulmones, cayó sobre su almohada apretando los ojos fuertemente cuando Broly metió por completo su miembro en su boca, esa cavidad tan húmeda y placenteramente caliente, su lengua se movía de un lado a otro jugando con el mientras lo mantenía dentro. De la boca de Kakaroto no dejaban de salir gemidos y suspiros de placer mientras su compañero movía su cabeza de atrás hacia adelante mordisqueando la punta de su pene suavemente. Por la espalda del más joven corría una sensación de escalofríos, como si millones de agujas se clavaran por toda su columna vertebral haciendo que se retorciera de placer. Broly estaba a más no poder, estaba feliz como nunca antes lo había estado, tantas mujeres que habían desfilado por entre sus manos, infinidad de ellas, pero ninguna, ni una sola lograba hacerle sentir lo que recorría todo su cuerpo en ese momento, cada sentimiento que se expresaba en cada caricia, en cada roce, estaba loco, loco de amor. Sentirlo tan cerca de él, en cuerpo y alma, le daba vueltas la cabeza, la sensación era incluso mejor que cualquier cosa en el mundo, su piel vibraba como nunca antes, lo amaba demasiado y la sensación de sentirlo temblar debajo de él lo encendía aún más, le exitaba la timidez, inocencia e inexperiencia que su pequeño amigo tenía. Se incorporó y se deslizó hasta que sus rostros volvieron a quedar juntos, Kakaroto seguía con los ojos cerrados y su rostro se notaba bastante temeroso, emocionado, enrojecido y extasiado. Broly comenzó a besar a su amigo, pero esta vez de una manera intensa, desesperada, flamante, Kakaroto correspondía a la par jugueteando su lengua sin cesar con la de su amigo, recorriendo y memorizando cada detalle de su bien trabajado cuerpo paseando sus manos sin control sobre el más grande. De pronto Broly metió sus dedos entre las bocas de ambos, Kakaroto frenó de momento abriendo los ojos para ver que pretendía su amigo, los lamió el primero procurando cubrirlos bien de saliva, para luego ponerlos sobre los labios de su pequeño amigo como diciéndole que lo hiciera también, este no entendió de momento así que simplemente imitó a su compañero metiendo sus dos dedos dentro de su boca para humedecerlos bien. Broly sonrió al notar que Kakaroto no tenía inseguridad ni miedo de lo que seguía, bajó la mano lentamente y fue ahí cuando el más joven entendió de qué se trataba. Broly llegó a su pelvis y con su otra mano levantó una de las piernas del menor, Kakaroto pasó saliva, estaba muerto del miedo, pero entonces ¿porque no lo detenía?, en el fondo sabía que no podría hacer tal cosa, tenía miedo, pero eso no significaba que no quisiera que continuara. Sin más Broly metió sus dedos lentamente dentro de Kakaroto, el muchacho gimió de placer al sentir como poco a poco los deslizaba; Broly comenzó a hacer movimientos raros con ellos, como para que Kakaroto se relajara, como preparando esa cavidad, se podría decir que en pocas palabras, quería dilatar el recto de su amigo para su siguiente movimiento. Se preparó cuando se vio listo, se puso en posición sobre su amigo tomando sus piernas y colocándolas a un lado, para hacer las cosas un poco más cómodas, Kakaroto las mantuvo ahí y Broly se apoyó en el colchón, la punta del miembro hirviente de Broly se posó frente a la entrada de su cavidad, como anunciándose, lentamente fue penetrándolo, ambos gemían y suspiraban de placer mientras lentamente lo metía más y más dentro del muchacho, comenzó a meterlo y a sacarlo suavemente como para abrirse paso, Kakaroto gimió esta vez mucho más fuerte que antes cuando Broly terminó de meterlo por completo, sentir a su compañero dentro de él era algo demasiado fascinante. Comenzaron los movimientos y el mayor se movía despacio de atrás para adelante, sacándolo un poco y luego regresándolo, sentir el movimiento de su miembro deslizándose cada vez más rápido creaba que los gemidos de placer del menor aumentaran conforme al ritmo del otro. Broly mantenía los ojos cerrados disfrutando el vaivén de sus caderas, mordiendo su labio inferior con desesperación. Las manos de Kakaroto estaban aferradas a los brazos de su compañero, y con cada embestida de este las apretaba fuertemente enterrando sus uñas en la piel del otro, pero Broly parecía disfrutar de ese dolor. Un cosquilleo comenzó a recorrer el abdomen de Kakaroto, sabía que significaba, así que intentó resistir el mayor tiempo posible apretando las manos y ojos, comenzando a respirar por la boca agitadamente.
-¿tan rápido?- preguntó Broly un tanto bromista al mirar la situación de su amigo. El menor no hizo más que avergonzarse y se quedó callado. Broly sacó su miembro de adentro de su compañero y se deslizó hasta estar frente al pene de su amigo, para meterlo nuevamente en su boca comenzando a lamer irresistiblemente.
-no… espera… yo…- no terminó de decir lo que quería cuando se vino dentro de la boca de su amigo seguido por un gran quejido generado por la sensación que provocaba el orgasmo. Este resultó tomándoselo, como si nada, y lo poco que alcanzo a salir por la presión del líquido terminó por lamerlo también. Kakaroto ya no aguantaba más, pero al parecer a Broly todavía le faltaba mucho, tomó el miembro de él menor y comenzó a masturbarlo nuevamente, como para inducir a otra erección, cosa que logró rápidamente. Broly volvió rápido a su anterior posición y prosiguió embistiendo a Kakaroto, el cual ya temblaba, jamás imaginó tanto placer, parecía que simplemente ya no podía más. El mayor levantó a Kakaroto y sin salirse de él, lo sentó en sus piernas tomándolo de la cintura bajándolo y subiéndolo, rápidamente el menor tomó algo de velocidad y comenzó a hacerlo el solo, sentándose y levantándose para dejarse caer sobre su compañero. Kakaroto ya no aguantó más y se vino nuevamente entre los dos dejando caer su caliente líquido en los pechos de ambos, para terminar perdiéndose entre las abanas. Broly ya no respiraba bien por el tiempo que llevaba también resistiéndose y finalmente se vino dentro de su amigo. La sensación de la densa sustancia dentro de Kakaroto lo hizo estremecerse, ambos se recostaron cansados. Broly besó suavemente a Kakaroto y suspiró dejando salir el vapor caliente de su boca sobre el rostro del otro. Se abrazaron, como acostumbraban hacerlo, cada uno podía sentir el corazón del otro y  al parecer, latían al mismo ritmo. Estaban a punto de quedarse dormidos cuando dos Ki aparecieron de pronto acercándose a la habitación.
-Raditz y Droxx ya vienen…- dijo Broly levantándose. Kakaroto algo nervioso se puso ropa y acomodo su armadura en el lugar de siempre como si nada. El mayor, después de ponerse ropa interior subió a su cama y se acostó como si durmiera, al igual que Kakaroto que se envolvía entre las sabanas en la cama debajo de él.
-¡ya llegué!- Gritó Droxx abriendo la puerta de golpe.
-cállate idiota… vas a despertarlos…- dijo Raditz hablando casi tan fuerte como su amigo, pero estaba tan ebrio que no podo notarlo.
-¿Cómo se va a despertar? Si Broly duerme como una piedra… además la perra nos abandonó en la zona oscura…- dijo Droxx en un tono verdaderamente muy gracioso por el exceso de alcohol que había consumido.
-pero Kakaroto…- dijo Raditz refiriéndose a que él no tenía el sueño pesado.
-ha si perdón, él también es una perra…- contestó el más joven de los dos y Raditz lo miró serio.
-no me referí a eso…- contestó y se dio la vuelta tambaleante para comenzar a caminar hacia su cama.
-¿entonces a qué?- preguntó Droxx caminando también a su lugar.
-olvídalo Droxx…-dijo Raditz quitándose la armadura y arrojándola desde arriba.
-¿Qué olvide que?- respondió el otro zafándose las botas sentado en la orilla de su cama.
-sabes… a veces creo que realmente estas retrasado…- dijo Raditz recostándose sobre el colchón.
-mi mamá me dijo lo mismo antes de dejarme… era una perra… igual que la perra de Broly…- dijo el pobre muchacho ya entre sueños quedándose dormido rápidamente. Broly rió silenciosamente ante sus tonterías, pero también porque aún seguía algo nervioso. Pasó alrededor de media hora cuando escuchó unos pasos descalzos topar con el suelo, luego de esto Kakaroto subió hasta la cama de su amigo, quien ya lo esperaba sonriente.
-te quiero mucho…- dijo el menor encontrando finalmente las palabras intermedias que quería mencionar desde un principio. Broly lo cubrió entre sus brazos, como cuando niños, para terminar profundamente dormidos. Amaneció más pronto de lo que hubieran querido, el ahora capitán de escuadrón volvió a su cama en la mañana mientras sus dos colegas seguían dormidos. Pasó alrededor de una hora cuando Droxx se levantó poniéndose la armadura lentamente.
-Broly... hermano... ya levantate...-dijo el muchacho llamando a su mejor amigo. Este ya estaba despierto pero aún así le costó trabajo levantarse estaba muy cansado.
-hey Raditz...-habló Droxx al mismo tiempo que arrojaba una bota en dirección al mayor de los cuatro golpeándolo en la cabeza.
-¡¿QUE TE PASA IDIOTA?!- exclamó Raditz en un tono furioso despertando de golpe, Kakaroto se despertó por el ruido y se comenzó a vestir.
-capitán... ¿que haremos hoy?-preguntó Droxx al menor pero este no le prestó atención.
-¿capitán?... ¿capitán?... ¡PERRA TE ESTOY HABLANDO!- terminó gritando y Kakaroto al fin reaccionó.
-¿qué? ha... perdón... no pensé que me hablaras a mi...-contestó algo sorprendido, adormilado y... ¿adolorido?
-ha lo siento... pero... ¡¿cuantos capitanes ves aquí?!- reclamó el otro chico sin dejar de seguir con la mirada cada movimiento del menor.
-jajaja... es verdad...jaja- contestó colocando su mano detrás de la cabeza. -no estoy acostumbrado a que me digan así...- terminó de ponerse todo y caminó a la puerta.
-no lo sé... no hay misión... así que supongo... que nada...-agregó tranquilo y abrió la puerta, frente a ella estaba Turles parado y cruzado de brazos un tanto serio.
-haa... Turles hermano ¿como estas?- dijo Droxx alegre al ver a su amigo.
-muy bien Droxx...-contestó un tanto molesto.
-¡qué bien que ya puedes hablar!-dijo Kakaroto feliz y todos comenzaron a caminar en dirección al comedor.
-te esperábamos anoche en la zona oscura... ¿donde estabas?-dijo Raditz caminado a la par con su amigo al final de la fila.
-me fui a dormir temprano... ¿oigan pero que no estaban anoche en su cuatro? escuché bastante ruido, ¿a que hora llegaron?- comentó Turles y Kakaroto sintió que su corazón se aceleraba poniéndose nervioso.
-como a las doce... pero Broly y Kakaroto estaban en el cuarto... debieron haber sido ellos...- contestó Droxx desinteresado.
-¿qué tanto hacían? me pareció que gritaban- insistió Turles y Kakaroto se sonrojó, imaginando que se le notaba a kilómetros.
-entrenamos un rato... y Kakaroto es muy llorón...-dijo Broly riendo tranquilamente. Todos asintieron conformes con la idea. Llegaron al comedor y, literalmente, tragaron su desayuno. A pesar de que habían estado juntos la noche anterior, ambos actuaban tranquilos, como siempre, como si nada hubiera pasado.
-oigan vamos a entrenar al auditorio...- dijo Droxx y todos aceptaron levantándose. Caminaron hasta las afueras del cuartel en dirección al gigantesco auditorio. Dentro había miles de aparatos para ejercicio, pero para seres tan fuertes como ellos, esas chatarras eran inservibles, las usaban sólo los débiles y soldados de otras especies inferiores. A ellos les gustaba las cámaras de gravedad, eran cuartos especiales dentro del auditorio donde podían aumentar la fuerza gravitatoria hasta cien veces más que la de Vegita. Entraron todos en una sola y pasaron por lo menos unas cuatro horas en combate libre. Todos luchaban con toda su fuerza, a excepción de Broly que fingió usar todo su poder, era realmente más fuerte, mucho más de lo que hubiera imaginado, no usaba ni la mitad y sus amigos parecían basura, cuando apenas dos días atrás su poder era equivalente. Peleó débilmente bajando su Ki, haciendo que en ese momento Kakaroto tuviera el poder más alto de todos. Broly había liberado un nuevo nivel cuando se enfadó en aquel planeta, podía sentirlo, pero algo dentro de sus pensamientos le decía que debía guardar el secreto.
-valla... muy bien chicos... descansemos... vamos a comer algo...- indicó Kakaroto y bajó para luego regresar la gravedad a uno y abandonar la habitación. Caminaron hasta la entrada del comedor cuando Kakaroto sintió un Ki conocido, giró su mirada a un lado y se percató de que Zarbon y Dodoria, los dos súbditos de Freezer caminaban en dirección al palacio.
-emmm… adelántense muchachos… los alcanzo en un momento…- dijo Kakaroto preocupado y comenzó a caminar hacia el castillo de Vegeta.
-¿A dónde vas?- preguntó Broly frenándose un poco.
-tengo que ver algo… vuelvo…- contestó y Broly asintió tranquilo para continuar su charla con Droxx. Kakaroto escondió su Ki y los siguió sin ser visto hasta que llegaron al trono del rey, donde nuevamente estaba sentado Freezer. El joven estaba escondido detrás de uno de los pilares de las orillas del pasillo en absoluto silencio.
-soldado Zarbon, soldado Dodoria… ¿lo han encontrado?…-preguntó Freezer muy interesado entrelazando sus manos al frente.
-si su alteza, es incluso cinco o seis veces más fuerte que Vegeta…- contestó el sujeto de cabello verde con una expresión de preocupación.
-¿Qué pasa Zarbon? ¿Acaso le temes a un tonto simio?- preguntó el emperador refiriéndose a los saiyajins.
-no es eso gran Freezer… su poder no se compara en lo absoluto con el nuestro, y por supuesto mucho menos con el de usted…- respondió e hizo una pausa. –Pero si ese saiyajnin ha alcanzado ese poder… ¿no cree que entonces pueda ser verdad…?- explicó Zarbon siendo interrumpido por la risa burlona de Freezer.
-no me hagas reír soldado, ¿no me digas que crees en esas tontas historias? Esa sabandija solo es un poco más fuerte…- respondió su superior muy confiado.
-ese debe ser su máximo poder…- agregó el emperador recargándose en su asiento.
-¿es el mismo soldado que nos indicaron los vigilantes? ¿El que hizo un gran desastre en el planeta Roupe?- preguntó Freezer y Kakaroto quedó muy extrañado, era el planeta al que había ido hace dos días con su escuadrón, en donde fue herido y Broly… ¿Estarían hablando de Broly?  Freezer tenía puestos de control en el universo donde instalaba en ciertos planetas sistemas de rastreo, y estos quizá habían detectado el sorprendente poder del otro muchacho.
-al parecer si… pertenece al mismo escuadrón… aunque es mucho más débil de lo que indicaban los registros…- contestó Zarbon confundido.
-bah… debió haber un error en esa máquina… ese poder era para algo mucho mejor que un saiyajin…- explicó Freezer despreocupado.
-lo siento por Vegeta… el tan confiado que esta con la idea de ser el guerrero más poderoso de su raza…- se burló Dodoria y Kakaroto estaba lleno de dudas y enojo.
-jajajaja… Vegeta… Vegeta… siempre tan confiado…-rió maliciosamente el emperador. Kakaroto sintió un Ki acercarse, era Vegeta y caminaba muy rápido en esa dirección. Los rastreadores de los dos soldados comenzaron a marcar números indicando la llegada del príncipe. Vegeta abrió una de las puertas de atrás de los muros entrando directamente al trono.
-¿Qué haces aquí Freezer?- preguntó el joven en tono furioso acercándose al mencionado.
-príncipe, que gusto verlo…- dijo Freezer en un tono muy convincente.
-déjate tonterías… ¿a qué has venido?- insistió el joven sin bajar la guardia.
-¿acaso no puedo visitar Vegita de vez en cuando?- contestó sin creerse su respuesta ni el mismo. –Además, ¿Qué manera es esa de hablarle a tus mayores muchacho?- se burló Freezer del joven gobernante.
-no digas estupideces…- respondió Vegeta comenzando a enojarse.
-tranquilo Vegeta… deberías pensar en las cosas que dices…- continuó el emperador y se levantó del trono. El príncipe saiyajin solo apretó los puños en silencio.
-ha… el linaje saiyajin…- habló mirando el escudo sobre el trono. –Tu padre siempre lo miraba… orgulloso de su sangre… de su raza…- agregó deteniéndose frente a la pared. –que imbécil…- dijo y Vegeta dio un paso al frente listo para atacar, Zarbon y Dodoria se pararon enfrente tapándole el paso en segundos.
-confío en que no seas igual de idiota príncipe…- continuó y Vegeta dio un paso atrás.
-no hables de mi padre…- contestó Vegeta intentando calmarse.
-jajajaja valla, valla, Vegeta… no seas así… sabes bien que no te conviene hacer nada…- amenazó Freezer y Kakaroto ya no aguantaba más las ganas de salir y romperle la cara a ese cretino. No entendía de qué hablaba, si Freezer solo era un cliente de los saiyajins, además ellos eran la raza más poderosa del universo… ¿o no?
-Haz lo que quieras…- contestó Vegeta enojado y se dio la vuelta.
-espera Vegeta…- lo detuvo Freezer volviendo al trono del rey.
-¿ahora qué quieres?- contestó de mala gana el príncipe girándose de regreso al emperador.
-Vegeta vamos, no te enojes así… tranquilo- prosiguió Freezer. – Tengo algo especial para ti…- indicó la lagartija y Vegeta miró el suelo con rabia.
-¿Qué pasa? ¿Acaso tienes miedo?- preguntó cambiando el tema al mirar la expresión del joven.
-claro que no… ya habla de una vez…- replicó el príncipe.
-jajajaja eres un tonto Vegeta, deberías admitir tu miedo, por eso tu raza es una porquería, porque todos ustedes son unos idiotas confiados…- soltó el emperador y Kakaroto ya no aguantó más, tenía que decir algo, pensó en salir simplemente, pero sintió que sería mala idea, una puerta estaba a su lado así que la abrió despacio y la azotó de golpe sin siquiera moverse de su lugar. Todos voltearon y él aparentó entrar apenas en la sala.
-ha… pero miren a quien tenemos aquí…- dijo Freezer reiterando aquella frase que dijo al conocerlo. El chico no dijo nada y se acercó sin miedo a un lado de Vegeta.
-Kakaroto… - dijo el príncipe sin saber qué hacía en ese lugar su amigo.
-¿Cómo te atreves a entrar de esta manera sin mostrar respeto al gran Freezer?- reclamó Zarbon molesto.
-tranquilo soldado… está bien… este chico tiene carácter…- dijo mirando a su soldado y Dodoria miró a su superior comenzando a mover la cabeza de modo afirmativo.
-¿es él?- preguntó Freezer en tono bajo y se giró a los dos muchachos rápidamente. Ni Vegeta ni Kakaroto entendieron a que se refería, así que solo se quedaron esperando.
-Vegeta, tengo algo especial para ti… y para tu amigo…-comenzó a decir sonriendo algo malévolo.
-¿para Kakaroto?- preguntó un tanto sorprendido el más grande de los dos Saiyajnins.
-si claro… Kakaroto… ¿Qué les parece?- dijo sonriente.
-Excelente… Freezer…- contestó Kakaroto sin media gota de respeto y totalmente retador. Estaba bastante enojado, quería golpearlo, pero su sorprendente Ki destruía toda esperanza de poder enfrentarlo.
-de acuerdo… mañana viajaran al planeta Guess… lo necesito vacío lo más rápido posible ¿entendido?...-ordenó y el menor frunció el ceño por la manera en la que los mandaba, él no era el jefe. Miró a Vegeta y este asintió haciendo una ligera reverencia. ¿Por qué? Freezer no era el jefe… ¿o sí?
-pero recuerden… no extingan esa raza… es una especie muy fuerte… la necesito viva…- agregó el blanquito con cuernos. -Eso es todo príncipe… nos vamos ahora mismo… podría pegárseme ese olor a mono tan desagradable…- se burló y comenzó a bajar las escaleras del frente de trono. Kakaroto apretó los puños y estaba a nada de lanzarse contra el tipo pero Vegeta lo detuvo rápidamente poniendo su brazo frente a él. Este lo miró y el príncipe solo se limitó a negar con la cabeza. El chico se tranquilizó mirando a los tres tipos frente a él.
-préstame tu rastreador soldado…- indicó Freezer a Zarbon y este se lo extendió de inmediato. Se detuvo unos segundos mirando los números sobre el cristal, midiendo la fuerza de Kakaroto.
-bah…- dijo quitándoselo de encima cuando leyó los bajos números sobre la pantalla, sin saber que el chico tenía la habilidad de esconder su energía. Los tres caminaron a la salida donde una nave ya los esperaba, varios soldados aguardaban en la puerta y Freezer subió rápidamente seguido por sus secuaces, abandonando el planeta en cuestión de segundos.
-estúpido Freezer…- dijo Vegeta mirando aun  a la entrada.
-¿Qué pasa con él? ¿Por qué viene y nos manda como si fuera el dueño?- reclamó Kakaroto furioso aun.
-eso no importa…- contestó el muchacho en un tono mucho más tranquilo dándose la vuelta hacia una puerta.
-¿Cómo que no importa? ¿Dime que pasa?- insistió el menor comenzando a seguir a su superior.
-no tiene caso…- reiteró el príncipe deteniéndose un poco.
-¿Por qué no quieres decirme? Dijiste que confiabas en mi…- habló el adolecente y Vegeta fue aplastado por sus propias palabras.
-está bien… sígueme…- contestó finalmente y ambos avanzaron a una puerta de madera que daba al interior del palacio. Kakaroto quedó sorprendido al ver lo que había dentro, era una construcción bastante perfecta y hermosa, a decir verdad lo único que había visto del palacio era ese único lugar donde yacía el trono del rey. Caminaron por varios pasillos adornados con plantas hermosas, marcos, ventanas, cortinas, recuadros y estatuas talladas en piedra verdaderamente sorprendentes, ni siquiera sabía que cosas como esas se fabricaran en Vegita. Pasaron por varias puertas, todas de madera color marrón y adornos sobre ellas, incluso por una enorme sala con grandes sillones, y un comedor, un comedor enorme con grandes velas y lámparas perfectas y doradas colgantes del techo, era verdaderamente un palacio. Después de unos minutos de camino se toparon con una gran puerta, con el símbolo del linaje de Vegeta tallado sobre el dándole un relieve perfecto. El príncipe abrió y se metió indicándole a su amigo que hiciera lo mismo. Al entrar Kakaroto se quedó boquiabierto, el adorno de las paredes guinda y dorado lucían perfecto, combinando con la recubierta escarlata del suelo, en el centro, elevando por tres escalones había una enorme cama, la más grande que había visto en su vida, con grandes y gruesos pilares en las orillas adornados con metal dorado, que dejaban caer largas cortinas translucidas del mismo tono que él suelo, el colchón estaba recubierto por una elegante colcha verde oscuro con bordados rojizos con un gran holán que arrastraba hasta el suelo color café oscuro. Frente a la cama un enorme cuadro con el mismo símbolo de su linaje colgaba de la pared. Era realmente maravilloso, comenzó a recorrer el cuarto mirando unas pinturas del Rey Vegeta y una que otra del príncipe que había en una pared, pero esas pinturas eran cuadros enormes que estaban fijos en lo más alto de la habitación, quedó sorprendido olvidando por un momento a lo que había ido ahí.
-valla ¿este es tu cuarto?…-preguntó el menor siguiendo al príncipe quien se sentaba en la orilla de su cama.
-si…- respondió sin mucho interés. Kakaroto se sentó en la cama y se recostó sobre su colchón.
-genial, es muy suave…- siguió con su sorpresa el otro chico. –Bien, y ¿Qué con Freezer…?-comenzó con el verdadero tema sin  levantarse de la cama.
-¿Qué de todo quieres saber?- preguntó vegeta girándose a su amigo.
-bien… hace un rato note que sus soldados, e incluso el usan trajes del ejercito saiyajin, incluso llevan los mismos scouters… ¿Por qué? ¿Cuál es la verdadera relación entre los dos?- preguntó serio.
-no Kakaroto, ellos no usan el uniforme saiyajin… nosotros usamos el del ejercito de Freezer…- contestó y Kakaroto se incorporó de golpe.
-¿de qué hablas?- dijo sin entender nada.
-cuando mi papá, junto con todos esos soldados, derrotaron a Cold, no era por que intentaron conquistarnos… era porque mi padre intentó liberarnos de su mandato… los saiyajins siempre hemos trabajado para la familia de esos malditos…- explicó Vegeta y a Kakaroto no le cabía la idea.
-¿pero cómo? ¿Por qué no somos libres entonces?- preguntó el más joven sin entender nada.
-miles de soldados murieron por intentar liberar a nuestra raza, mataron a Cold, quien se había hartado de nosotros y planeaba eliminarnos, pero Freezer sigue aquí, superando por mucho la fuerza de su padre,  él, al vernos desprotegidos por la cantidad de guerreros muertos en combate, pudo habernos exterminado fácilmente, pero al parecer la muerte de su padre lo favoreció mucho y tuvo piedad de nosotros, dejándonos vivir con la condición de que siguiéramos siendo fieles a él…- continuó y parecía una historia descabellada, pero era cierta, tenía sentido, era verdad eran los fieles esclavos de Freezer.
-si todos intentamos...-trató de decir el joven pero Vegeta comenzó a negar con la cabeza.
-no... Mi padre y el resto tuvieron una oportunidad, pero contra Freezer ni todo Vegita junto podría... es demasiado fuerte...-agregó el príncipe con un rostro preocupado.
-debo admitir que su poder es impresionante, pero no es el más fuerte que he sentido- continuó Kakaroto recordando la fuerza de Broly, el era más fuerte que el emperador, quizá tenían una oportunidad.
-no Kakaroto, Freezer tiene un arma muy poderosa, el tiene la habilidad de cambiar de forma, de transformarse para elevar su poder y energía, es insuperable...-dijo Vegeta entristecido.
-¿eso es verdad?- el joven no terminaba de creérsela.
-si... y su poder supera la fuerza de cualquiera, en su transformación final aumenta unas cien o doscientas veces la fuerza que posee en este momento...- prosiguió Vegeta.
-¿Cómo lo sabes? ¡Algo como eso es imposible!-exclamó Kakaroto muy molesto sin querer creersela.
-Zarbon, uno de su soldados me lo contó en una ocasión y dijo que aún así el poder que mostró en ese vez no era su máxima potencia...- unas lágrimas desesperadas cristalizaron los ojos del príncipe.
-maldición...- la impotencia comenzó a correr dentro de Kakaroto, sintió miedo, pero también mucha emoción correr dentro de él.
-jamás podremos ser libres... moriremos siendo esclavos de ese maldito...- dijo Vegeta y fue cuando Kakaroto notó finalmente la desesperación de su compañero, que se expresaba en forma de lágrimas que corrían a través de sus mejillas.
-príncipe... tranquilo... - dijo el muchacho sin saber que hacer y lo abrazo ligeramente.
-toda la raza... no somos más que sus esclavos...- habló y seguido de eso comenzó a llorar, llorar como nadie, Kakaroto quedó atónito e inmóvil de momento, estaba totalmente sorprendido, no podía creerlo, el príncipe ¿llorando? Lo abrazó y el otro chico se hundió en medio del pecho del más alto dejando caer sus lágrimas sobre la piel de su amigo. Jamás imaginó verlo así, si no estuviera ahí no lo habría creído, Vegeta, el príncipe, tan serio, estricto, cruel, despiadado, estaba ahora aferrado a la cintura de un soldado de clase baja dejando salir todos sus sentimientos por primera vez frente a alguien, en sus veintitrés años nunca había permitido que nadie lo viera llorar, nadie, siempre haciéndolo silenciosamente en las noches. Comenzó a llorar más fuerte, incluso comenzó a sacar el aire por la boca como un pequeño niño asustado, de hecho era la primera vez que lloraba de esa manera, y para ser sinceros se sentía muy bien, el joven se sentía finalmente en confianza, y desahogarse de esa manera era algo muy gratificante, habría deseado poder hacer eso todas esas veces que necesitó un amigo a lo largo de su vida. Kakaroto lo miró devastado, sintió enojo y furia, Vegeta alzó la mirada para ver a su compañero y por un momento la mente de Kakaroto quedó en blanco cuando observó el rostro mojado y enrojecido de su príncipe, se veía tan débil, frágil, tierno, era hermoso. Al verlo de esa manera pasó de sentir odio a sentir una especie de ternura y lástima por la manera en que lloraba, si odiaba a Freezer y de su mente no salía la idea de querer destruirlo, también se sentía humillado al igual que toda su raza, y por supuesto no quería que Vegeta sufriera, pero esa escena era única y perfecta. Lo abrazó tiernamente, tomó la barbilla de su príncipe recostado sobre el y comenzó a secar unas lágrimas con su pulgar acariciando suavemente su mejilla. Vegeta paró su llanto y se quedó callado mirando a la cálida sonrisa que Kakaroto le dedicaba en ese momento, le daba confort a su alma, la sencillez y honestidad que expresaba su rostro, era un hermoso brillo maravilloso resplandeciente de luz, simplemente hizo temblar lo más adentro de su ser. Se quedaron unos momentos así, sin saber si besarian o no. Los ojos negro profundo de Vegeta lucían verdaderamente hermosos a esa distancia, Kakaroto pensó en probar sus labios por primera vez, pero algo poderoso como un frío y despiadado golpe atravesó sus pensamientos, Broly. Vegeta sólo se quedó inmóvil esperando a que su amigo hiciera algo, pero este soltó su barbilla y lo pegó a su cuerpo recostandose en la cama obligando a su compañero a hacer lo mismo. El más joven no sabía que hacer, quería besarlo, estaba ansioso y sabía que acababa de desaprovechar una gran oportunidad de hacerlo, quizá podría ser la única, ¿o la primera de muchas? Estaba confuso, quería mucho a Vegeta, y quizá mucho, era muy poco, pero no se atrevía a siquiera pensar en esa otra palabra, además anoche, unas horas atrás, se había entregado a alguien más sin reservas ¿porque? ¿Por que hacia las cosas sin pensar claramente en lo que sentía? quería a Broly, pero también a Vegeta, sabía que Broly lo amaba, pero ¿y Vegeta? ¿Qué pensaba él?
-gracias amigo...-dijo el príncipe dándole más vueltas a la cabeza del otro muchacho. "Amigo..." repitió esa  palabra en sus pensamientos, a decir verdad también era amigo de Broly, ¿entonces que? ¿Había pasado lo que había pasado y eran "amigos"? entonces no había problema ¿o si? odiaba contradecirse pero si, sabía que si había problema, era obvio que lo había. Tenía que hablar con Broly, tenía que dejar las cosas en claro, no estaba seguro de si estaba arrepentido de lo que había hecho esa noche, pero quería arreglar todo. A Vegeta pareció no desagradarle la idea de un beso, eso significaba que entonces podría ser que sintiera algo por el también, así que tenía que decidir, y sabía a la perfección cual era su respuesta, dejaría las cosas tranquilas con Broly, como antes, entonces al fin, al fin.  Quedaron ahí acostados y abrazados sobre el colchón perfecto del príncipe, Kakaroto guardo silencio, y de los ojos de Vegeta sólo corrieron unas lágrimas más. Pasaron quizá treinta o cuarenta minutos hasta que el estómago de Kakaroto rompió con la sinfonía del silencio.
-jajaja tengo mucha hambre...-dijo incorporándose.
-¿quieres… comer aquí?-preguntó Vegeta algo tímido.
-ahora que lo dices, me encantaría...-contestó su amigo sonriente y ambos salieron del cuarto en dirección al comedor.  Pasaron unos pasillos y finalmente llegaron al enorme comedor de cristal con adornos dorados. Un par de chicas que pertenecían a la servidumbre del palacio atendieron a los chicos llevandoles grandes banquetes de comida, para Kakaroto eran las cosas más sabrosas que había probado en toda su vida, era un manjar completo. Ambos tragaron sus raciones, Vegeta con más delicadeza que Kakaroto, pero de igual manera devoraba a grandes bocados. Terminaron y Kakaroto tomó su scouter de la mesa y lo colocó en su oreja izquierda, miró la hora y ya era bastante tarde.
-debo irme… - dijo Kakaroto serio y se levantó. Vegeta asintió con la cabeza y ambos avanzaron a la salida.
-me agradó estar con usted…- dijo Kakaroto sonriente. –Verá que las cosas saldrán bien, confíe en mi…- agregó levantando su pulgar en forma de victoria. Vegeta sonrió y bajó un poco la mirada.
-espero que así sea…- contestó seguido de un suspiro. –También me gustó estar contigo…- dijo en un tono bajo el príncipe casi al llegar a la puerta. –Realmente me haces sentir mejor… - agregó algo apenado.
-claro… no te preocupes…- contestó el muchacho y puso su mano sobre la cabeza del mas bajito, Vegeta se sonrojó al sentirlo, siendo descubierto por su amigo que solo rió complacido. –bueno… nos vemos mañana… parece una misión importante…- finalizó Kakaroto y salió corriendo del lugar. Eran las seis de la tarde y el planeta empezaba a oscurecerse con una hermosa luz rojiza. Llegó hasta el 524 y entró despacio.
-hola Kakaroto…- saludó Droxx amablemente. Todos estaban sentados en el suelo jugando cartas como lo hacían comúnmente.
-¿Dónde estabas…? te esperábamos para comer…- dijo Raditz un tanto molesto.
-sí, te esperamos como cinco segundos, pero tardaste mucho y pues comimos…- agregó Droxx y Raditz lo golpeó para silenciarlo.
-ammm… fui al palacio… -respondió algo pensativo y se sentó en el suelo al lado de sus compañeros.
-¿sí? ¿Y qué te dijo Vegeta?- preguntó Broly pero de una manera natural, sin usar ese tono sarcástico lleno de odio que siempre usaba para hablar del príncipe.
-ha, pues realmente no mucho… - contestó sabiendo que si les decía sobre la dominación de Freezer Droxx o Broly podrían intentar hacer alguna tontería. –Realmente solo me dio indicaciones para una misión especial de mañana…- agregó para intentar justificar tanto tiempo.
-genial ¿iremos de misión mañana?- preguntó Droxx emocionado.
-dijo misión ESPECIAL, es obvio que solo irán él y Vegeta…- dijo Turles quien estaba acompañando a sus amigos.
-si Droxx lo siento, es como dijo Turles…- reiteró Kakaroto y Broly suspiró algo chocado.
-ya me aburrí de esto… hay que hacer otra cosa…- dijo soltando las cartas de su mano y tirándolas al suelo.
-si tienes razón… ¿Qué hacemos?- habló Droxx soltando también las cartas y tirándose en el suelo.
-¿la zona oscura?- dijo Turles un tanto cansado también.
-no… ayer me lastimé mi… mejor vamos a otro lado…- contestó Droxx tomándose la entrepierna.
-jajajaja… está bien… ¿Por qué no vamos a la ciudad?- propuso Raditz y todos se levantaron en símbolo de aceptación. Salieron del cuartel y Kakaroto miró la oportunidad perfecta para poder hablar con Broly. Comenzaron a recorrer una carretera que conectaba con la ciudad y el más joven comenzó a caminar a la par con Broly.
-oye Broly…- dijo iniciando la conversación in tanto nervioso, pues no sabía bien como lo diría.
-¿Qué pasa?- respondió el mayor sin dejar de caminar.
-yo debo hablar contigo…- continuó algo serio.
-sí, yo también… pero algo me dice que son cosas diferentes…- dijo Broly agachando la mirada con resignación y tristeza. Kakaroto se quedó callado unos momentos, obviamente le dolía ver a su amigo sufrir, pero debía hacerlo, tenía que aclarar las cosas.
-entonces, es probable que tengas razón…- prosiguió más nervioso aun.
-¡MIREN QUE ES ESO!- gritó emocionado Droxx y todos voltearon al sitió que señalo el muchacho. Esperaban ver algo grandioso e inimaginable, pero solo apreciaron a un señor estacionado en un lado sentado sobre su bicicleta. Kakaroto se quedó con una expresión de sorpresa ante la idiotez de su amigo, pero pronto notó el rostro de los demás.
-es… increíble…- dijo Broly acercándose al artefacto, el hombre, que al parecer no era saiyajin se quedó mirando extrañado a los chicos que caminaban en su dirección.
-valla… ¿esa cosa vuela?- preguntó Raditz caminando también en esa dirección.
-supongo que sí, ¿Por qué no nos dan de esa clase de naves?-
-no, no es una nave…- contestó Turles quien los seguía desde atrás junto con Kakaroto.
-solo es una bicicleta…- dijo Kakaroto intentando que sus amigos entraran en razón.
-¿una qué? ¿Qué es eso?- preguntó Droxx tomando el artefacto con una mano tirando de lado al señor que estaba sobre ella.
-es como las motocicletas de alta potencia, solo que no vuelan, no tiene motor, no es de alta potencia y tienes que pedalear para que avance… - explicó el más joven y Turles lo vio impresionado.
-¿Cómo lo sabes? si es un artefacto muy antiguo, lo conozco porque mi abuelo tenía una guardada de años…- le preguntó Turles al menor.
-la conocí en la tierra, una chica llamada Bulma me la enseñó hace muchos años, ella tenía maquinas muy raras, pero en una ocasión tuvimos que huir de unos monstruos en una de esas, era de las cosas más inútiles que tenía, pero ya habíamos perdido todas las capsulas…- explicó el menor y todos quedaron boquiabiertos.
-¿Bulma?-dijo Droxx extrañado.
-¿capsulas?- preguntó Raditz.
-¿de qué rayos hablas…?- habló Broly y Kakaroto suspiró ante las preguntas de sus amigos. Pensó en contestar a sus preguntas pero se quedó pensando en la tierra, ¿Cómo estaría Bulma? ¿Habrá encontrado las esferas del dragón? A decir verdad pensaba en eso muy seguido, Raditz y Broly se lo habían llevado en contra de su voluntad, sin dejarlo siquiera despedirse de su amiga que lo había dejado solo unos días para ir por más capsulas, ¿Qué habrá hecho ella después que él se marchó? ¿Qué sería de la esfera que su abuelito le dejó? No tuvo la oportunidad de llevársela consigo. ¿Sería verdad que las esferas podían cumplir su deseo? también el maestro Roshi con quien solo pudo verlo un par de veces, pasaba por sus pensamientos de vez en cuando, resultó que no era tan fuerte como creía.
-¡OIGAN DEVUELVANME MI BICICLETA!- gritó el señor sacando a Kakaroto de sus pensamientos. Miró a sus amigos y Droxx ya estaba sobre el artefacto con los pies aun sobre el suelo.
-¿Cómo dices que funciona Kakaroto?- preguntó Droxx tomando fuertemente el manubrio dándole vuelta como si fuera una motocicleta.
-¡devuelve eso!- exigió el menor a su amigo.
-solo tienes que pedalear….- contestó Turles emocionado mirando a su compañero.
-¡bien!- contestó y subió los dos pies al mismo tiempo cayendo inevitablemente al suelo.
-¡IDIOTA!- gritó Raditz burlándose.
-déjame intentarlo…- dijo Broly parando el artefacto y subiéndose sobre él. Lo intentó pero la chatarra se ladeaba sin poder siquiera avanzar un centímetro.
-¿no pueden siquiera conducir una bici?- habló Kakaroto sorprendido por la ineptitud de su escuadrón.
-así se hace…- indicó subiéndose sobre el asiento de esponja ignorando por completo la presencia del legítimo dueño a un lado. Comenzó a conducir y sus amigos quedaron impresionados.
-¡valla! ¡Eres genial!- dijo Droxx alcanzándolo en nada.
- déjame intentarlo otra vez…- chilló y se subió Kakaroto se subió en la parte trasera y Droxx al fin pudo conducir.
-¡JAJAJAJAJ MIRENME IDIOTAS ESTOY CONDUCIENDO ALGO SUPER EXTRÑO!- gritó bastante feliz mientras avanzaban lentamente. Pasearon un poco más y Turles junto con los otros dos “encontraron” otros dos artefactos más, pasando el resto de la tarde jugando y recorriendo toda la ciudad. Llegó la noche y regresaron al cuartel, aun sobre las bicis. Las dejaron sin interés sobre el patio de la entrada principal. Al llegar al 524 Kakaroto recordó algo muy importante, no había podido hablar con Broly para nada. Amaneció rápidamente y Kakaroto no pudo dormir muy bien, no paraba de pensar en que era lo que diría, no sabía si realmente lo sucedido no le había importado nada, solo quería hablar claro de una vez. Se levantó y cambió muy de mañana, no hacía falta despertar a su escuadrón, así que no lo hizo y salió del cuarto silenciosamente. Caminó por el lugar hasta la cafetería y comió algo solo en el lugar alimentos fríos y desagradables del día anterior. Finalmente fue al palacio, en su pecho una sensación de cosquilleo lo recorría, sabía que estaba ansioso por ver a su príncipe. Entro en la sala principal donde estaba el trono del rey y se detuvo enfrente mirando fijamente el símbolo del linaje saiyajin, Vegeta no estaba, pero sentía su Ki cerca, así que no espero mucho tiempo a que su príncipe entró en el lugar.
-Príncipe, buenos días…- saludó el muchacho y se inclinó ligeramente.
-descansa soldado… - indicó Vegeta y Kakaroto se incorporó. El príncipe comenzó a caminar a la salida, bastante silencioso y serio, Kakaroto lo siguió de cerca hasta que abandonaron el palacio y entraron en la sala de despegue. Una nave estilo nodriza los esperaba, era bastante grande, algo muy diferente a lo que Kakaroto estaba acostumbrado a viajar.
-valla, ¿iremos en esta?- preguntó el muchacho asombrado.
-sí, ¿Qué esperabas? Freezer dijo que no extinguiéramos la raza, no pienso viajar incómodamente en una nave para uno con una criatura de ese tipo…- explicó Vegeta subiendo en la gran máquina.
-si es verdad… es bastante incomodo viajar así, ¿Por qué en mi escuadrón no tenemos una?- pensó Kakaroto imaginando que sería mucho más fácil viajar de esa manera, pues era muchísimo más grande.
-solo lo usan los comandantes de alto rango con su pelotón de guerreros… estas naves también son demasiado rápidas… muchísimo más… en una de las ordinarias tardaríamos por lo menos cuatro semanas en llegar, pero en una de estas solo nos llevara alrededor de tres horas…- continuó diciendo y Kakaroto silbó de la impresión.
-genial… es increíble… espero que un día pueda tener una de estas…- comentó el menor y Vegeta rió ligeramente. Se sentaron en unos sillones especiales y la nave despegó a gran velocidad. Kakaroto pensó en decir algo en el camino, pero notó a Vegeta muy serio, así que decidió guardar silencio. Llegaron al planeta Guess y Vegeta bajó primero seguido de su acompañante, este lo tomó por la cabeza aprovechándose de su altura superior a la del príncipe y meneó su cabellera suavemente, haciendo que Vegeta se sonrojara. Kakaroto no pudo apreciar su nerviosismo y solo se quedó callado ante la reacción de su amigo de quitarse rápidamente  y comenzar a avanzar en silencio.
-¿pasa algo príncipe?- preguntó Kakaroto después de un rato de caminar por el árido lugar.
-mmm… no nada, ¿Por qué lo dices?- contestó Vegeta con naturalidad.
-lo notó… diferente…- explicó el menor algo extrañado.
-Kakaroto, empiezas a imaginar cosas…- respondió y comenzó a rastrear con su scouter.
-no se para que Freezer quiere que salvemos una especie tan débil y estúpida como esta… acabemos de una vez…- exclamó molesto comenzando a volar. “-¿acabemos de una vez?-” pensó Kakaroto, Vegeta y el procuraban tardar siempre en sus misiones, ¿Qué rayos le estaba pasando? Llegaron a una especie de aldea y Vegeta mató despiadadamente sin control, sin decir nada, sin nada de nada. Kakaroto se limitó a exterminar los que podía, era una raza no muy fuerte y simples ataques los pulverizaban sin dejar rastro.
-Príncipe, ¿en verdad pasó algo?- reiteró Kakaroto mientras tomaban vuelo a otra ciudad.
-no…- contestó fríamente su compañero. Pero si, si pasaba algo, y Vegeta tenía ganas de gritárselo, pero su orgullo no se lo permitía, tenía miedo eso era todo. Tenía miedo porque quería a Kakaroto, y a pesar de saberse correspondido le daban miedo un sinfín de cosas más, incluso cosas que no venían al caso, la cercanía que tuvieron ayer creó en él un temor inigualable, la sensación que sentía al tener cerca al otro muchacho le daban escalofríos, no sabía que era, o no estaba seguro, lo quería, eso creía, pero ¿Por qué le daba tanto miedo? Escuchó una vez en una conversación de sus sirvientas que eso era el “verdadero amor” pero ¿de qué rayos hablaban? ¿Si es tu verdadero amor por que le tienes miedo? En su cerebro corría una idea, estaba totalmente y profundamente enamorado de su compañero, tanto que no lo quería, lo amaba, pero ¿ahora que seguía? Por muchos años el chico menor que él había actuado, hasta cierto punto para vegeta, un tanto indiferente, pero ahora sí podía asegurar que el más joven correspondía a sus sentimientos. ¿Pero entonces qué? ¿Se tomarían de las manos y caminarían felizmente por todo Vegita? La idea parecía totalmente estúpida por donde quiera que pudiera verla, no sabía qué hacer, estaba totalmente confundido, y eso sin siquiera desearlo o pensarlo, estaba lastimando los sentimientos de él chico a su lado.
-aquí hay otra…- indicó el más joven y los dos bajaron. Mataron sin piedad y se divirtieron un poco destruyendo edificios. Vegeta detectó un más fuerte que en resto de los habitantes y bajó de inmediato por la criatura.
-¿Qué pasa? ¿Por qué ese? Nos costara trabajo llevarlo, todavía nos falta casi todo el planeta…- dijo Kakaroto mirando a vegeta elevarse con la criatura en su mano.
-¿Qué no lo sabes? Freezer dijo que las criaturas que salvemos, deben ser las más poderosas de ese planeta, y ese insecto es el más fuerte de entre estas sabandijas- explicó el príncipe agitando al ser que llevaba en su mano.
-¿en serio? Nosotros siempre salvamos a los últimos en morir… jajajaja… nunca nos fijamos si son los más fuertes…- rió Kakaroto y Vegeta lo miró algo molesto.
-¡pero si se lo dije a Turles claramente! ¿Acaso nunca se los dijo?- reclamó el príncipe exaltado.
-a decir verdad nunca lo dijo… - respondió el otro en pose pensativa.
-¡hayyy… maldito insecto… si pudiera hacerlo lo volvería a destituir de capitán… es un inútil…- agregó Vegeta imaginando cuantas sabandijas habían salvado sin razón.
-andando… falta mucho todavía…- finalizó para volver a salir volando a toda velocidad. Terminaron con el planeta rápidamente salvando únicamente a dos que poseían los niveles de pelea más poderosos. Regresaron a la nave y Vegeta abrió un compartimiento en el suelo de la nave arrojando los dos cuerpos inconscientes dentro. Kakaroto no dijo nada y se sentó en su silla correspondiente, no sabía que le pasaba a su príncipe, pero prefería no insistir en el asunto. Llegaron a Vegita y la nave aterrizó suavemente en el suelo a diferencia de la otra clase, Vegeta sabía controlarla muy bien, bajaron y unos soldados ya los esperaban subiendo de inmediato por las razas que traían dentro. Los comandantes de alto rango con sus capas rojas que cubrían únicamente la mitad de su armadura ya esperaban al príncipe parados en la entrada del edificio. Vegeta indicó adiós con la mano y Kakaroto lo detuvo del brazo.
-príncipe, ¿cree que podría hablar con usted después?- preguntó el chico decidido. Vegeta se puso nervioso y se giró a un lado, el momento que había imaginado varias veces estaba a punto de llegar, sabía que ocurriría, pero no creyó que fuera a ser tan pronto, no sabía aun como actuaria ante eso.
-si claro hablamos después si quieres…- contestó en un tono un poco más apegado a lo que Kakaroto estaba acostumbrado.
-Vamos príncipe… no tenemos todo el día…- se quejó un soldado muy alto y calvo con una barba y rostro aterrador.
-cállate Nappa, ya voy… - contestó Vegeta de mala gana al otro sujeto.
-nos vemos después…- finalizó el príncipe y se reunió con el resto de sus camaradas. Kakaroto suspiró profundo y comenzó a caminar en dirección a su cuarto. Llegando a la entrada se topó con Droxx y el resto.
-¡hey hermano, llegaste!- dijo Raditz feliz.
-sí, ¿Qué hacen?- dijo un tanto pensativo y triste por la forma de actuar de Vegeta.
-vamos al cuarto, fuimos a entrenar y estamos muy cansados…- contestó Droxx y los cinco fueron hasta sus habitaciones. Broly caminaba en silencio evitando las miradas del menor fijando sus ojos en el suelo. Todos se recostaron en sus camas, pero Broly ni Kakaroto pudieron descansar un poco. Pasadas unas dos horas Raditz despertó de repente.
-hey Droxx, ¿cómo sigue tu pene?- preguntó haciendo que Broly y Kakaroto se soltaran a reír por la estúpida pregunta.
-ha si muy bien gracias… pero… ¿POR QUÉ MIERDA ME PREGUNTAS ESO?- contestó el otro chico enfurecido.
-tranquilo, no quiero averiguarlo yo… lo decía para ir a la zona oscura…- continuó el mayor de todos y pareció como si Droxx se moviera a súper velocidad, pues en instantes ya tenía la ropa puesta y estaba parado al lado de la puerta.
-bueno… ¿nos vamos o qué?- preguntó y todos se levantaron arreglándose de igual manera.
-¿iras con nosotros?- preguntó Raditz a Kakaroto quien ya estaba esperando también en la puerta.
-si claro…- contestó imaginando que sería buen lugar para decirle a Broly las cosas, podría agarrarlo un poco ebrio y entonces las cosas serían más fáciles.
-¡genial!- dijo Droxx colgándose de su amigo y empezando a avanzar.
-¡Turles! ¡Vámonos!- gritó Raditz golpeando la pared y su amigo salió pasados unos momentos. Caminaron en silencio hasta estar enfrente de la puerta Droxx abrió y empujó a Kakaroto dentro, después de él, todos entraron. El lugar era desagradable, pero para que repetirlo, todos caminaron hasta el sofá de siempre en el pequeño cuarto iluminado. Los cuatro chicos se divertían pero Kakaroto estaba en silencio mirando el suelo, ese lugar le daba miedo. Droxx notó a su joven amigo llenó de miedo desconfianza y lo llamó unos momentos.
-hey… hermano… acompáñame por unas copas…- dijo Droxx levantándose y jaló a su amigo del brazo. Este lo siguió sin querer hacerlo, pasaron entre la gente hasta la barra donde estaba la parte más oscura del lugar, se sentaron sobre los bancos y Droxx pidió dos copas de una bebida extraña. Kakaroto miraba de un lado a otro sorprendido por toda la gente, la puerta principal se abrió llamando su atención, Nappa entró seguido de otros dos comandantes, los reconoció de inmediato, pero eso no le importó, lo que le sorprendió fue la persona que entro después.
-¿Vegeta?- dijo atónito mirándolo entrar al lugar, Kakaroto se escondió ligeramente detrás de su amigo.
-¿Qué?...- preguntó Droxx girándose a la puerta. –ha si, el príncipe…- dijo sin sorpresa.
-¿Qué pasa? ¿El viene aquí?- le preguntó el menor a su amigo.
-sí, no muy seguido pero si…- contestó tranquilo Droxx sin entender la gravedad del asunto.
-¿enserio? ¿Y el?- se interrogó mirando como avanzaba al fondo de los cuartos.
-sí, pero es un robo, él tiene sus propias rameras… viene aquí con sus amigos por un par de copas, las chicas de él son especiales, nadie más las toca… que suerte… son de las mejores… - explicó el otro chico tomando de un solo trago su bebida.
-tengo que irme Droxx, dile a los chicos por favor…- dijo Kakaroto levantándose de la silla.
-¿Por qué? ¿A dónde vas?- intentó detenerlo pero ya estaba algo mareado.
-no me siento muy bien… voy al cuarto, nos vemos…- indicó adiós con la mano dejando a su amigo hablando solo. Kakaroto parecía perfecto para equivocarse.
Continuará…

 

Notas finales:

vale! que piensan?! yo les quería hacer una pregunta, ya tengo el final decidido pero me gustaría saber a ustedes con quien les gustaría que se quedara? unos ya me han dicho pero me gustaría que todos me dijeran. A y otra cosa, a los que odian a Broly, ¿por que lo odian? ya lo odiaban cuando empezaron a leer el fic? o lo odian por como lo describo yo? Díganme por favor!!! necesito saberlo para futuras referencias!!! bueno eso es todo, nos vemos el sábado!! (25-5) espero sus reviews!!e encantan!!! amo que me escriban son mi inspiración! gracias por leer! saludos!


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