–Y si no logras pronunciarlo correctamente, ganaré.
Sentado en el sillón más grande de la sala, Reita elaboraba mil y un maneras para librarse de Ruki, le había estado insistiendo con el tema del juego de palabras por más de una semana, inclusive a mitad de uno de sus numerosos ensayos, le contestaba de manera negativa en cada oportunidad, pero al verse derrotado frente a la insistencia del vocalista, no le quedo otra alternativa que rendirse.
–¿Cómo dices que iba? –Cuestionó hastiado el mayor, encendiendo su desespero al ver la cara de satisfacción del provocador.
Había ganado.
–Aka abo kabo ki abo kado ao abo kado –Pronunció con total facilidad, sonriendo con malicia al encontrarse con la cara confusa del bajista, era notorio que no le había entendido ni la primera parte. –¿Quieres que lo repita?
Ante un asentimiento de su parte, volvió a decirlo, esta vez un poco más lento, el otro logró entenderlo un poco mejor, pero seguía sin poder comprender más allá de la mitad.
–Es tú turno –Afirmó Ruki, esperando con paciencia a que el mayor empezará a recitar su elaborado trabalenguas, le había sorprendido bastante que no le hubiese aventado contra una ventana al continuar con su persistencia, pero tenía un plan, uno de esos que no podía fallar, o tal vez sí, pero…
–Aka bo kauo… –Paró en seco al percatarse que la cara del castaño solamente podía ilustrar burla, se había equivocado –Esto es estúpido.
–Pues hagámosle interesante, por cada palabra que digas mal, no podrás besarme por un día–Negoció el pequeño cruzándose de brazos, preparado para las siguientes negativas, insultos, golpes en la cabeza y todos sus sinónimos.
–¿Estás tratando de arrebatarme lo que es mío? –Ofendido, el rubio se levanto de su asiento, caminando peligrosamente (Al menos para Ruki) hacia su lugar, colocándose en cuclillas llegando más o menos a la altura de un Ruki sentado, quien expectante observaba a su Akira, obviamente no podría soportar ni quince minutos sin los provocativos labios del joven delante suyo, pero estaba bien jugar, al menos para él.
–Aka abo kabo ki abo kado ki ako…
–Va un día.
–¿Qué? ¡Lo he dicho bien, joder!
–No es cierto.
Bufó molesto, se llevo una de sus manos a la cabeza y se despeinó, miro de nuevo a su pequeño novio y repitió.
–Ki abo…
–Incorrecto, Aki-chan –Se mofó del desafortunado de Reita, podría jurar que se estaba acumulando la sangre en su rostro por la molestia, pero era bastante terco, tal vez tanto como él.
No sabía si lo que le molestaba era el no poder decir correctamente el maldito trabalenguas, o el que Takanori se riera de él, supuestamente había perdido dos días, días que seguro se vería forzado a violar abruptamente los labios de su pequeño si quería desahogarse una pequeña porción, regresó a su asiento inicial y lo intento una vez más.
- Aka abo kabo ki abo kado ao abo…–Ruki no le había interrumpido, lo había dicho bien hasta allí, pero…
–¿Cómo seguía? Lo último –Cuestionó algo asustado.
–Ahora son tres días –El menor formó un puchero fugaz– Pareciera que no quisieras besarme… ¡Un segundo, Akira! ¡¿Lo estás haciendo a propósito?! –Ofendido fue esta vez Ruki quien se levanto rápidamente de su asiento, dirigiéndose a un Reita con el rostro desencajado.
¿No querer besarle? ¿Qué pasa por la cabeza de ese enano? ¿Acaso su cerebro era tan pequeño como su estatura?
–¿Qué demonios estás diciendo? Empezando desde que fuiste tú el que empezó a quitarme los besos, empiezo a creer que eres tú quien no quiere besarme-Se defendió con tono tosco, el cual sabía a la perfección que Ruki detestaba– Espera, eso no…
–Ahora, cada que lo digas mal, será una semana ¿Te parece eso? ¿Sí? Para que veas cuanto repudio tus besos, cariño – y sin mediar más palabras, dejando la defensa del bajista en su boca, con el corazón latiendo más rápido de lo normal por el enojo, espero a que su novio (Idiota) empezará a decirlo bien.
–No pienso seguir tus caprichos –Afirmo el más alto, esta vez no tan seguro de sus palabras, pensando en el probablemente se arrepentiría por estar llevándole la contraria al otro.
–No pienso darte nada hasta que lo digas bien, y cuando digo nada, es nada.
¿Nada?
–¿Nada? -Se aseguró.
–Nada.
–¿No hay abrazos?
–No.
–Ni besos, ¿Eh?
–Te lo dije desde el principio.
–¿Y qué tal el sexo?
El carmesí de sus mejillas, quien sabe si por la rabia o la vergüenza le demostraron que acababa de cometer un error.
–No, Aki-chan, nada de sexo-Dijo con tono afable el menor– Nada de tú polla en mi boca, nada de tú polla en mi culo, nada de tú polla en mis manos, nada de tú polla cerca de mí hasta que no me digas el puto trabalenguas como te lo he explicado, y te juro por tú madre, por la mía, por la de Aoi, por la de Kai, por la de Uruha, y por la polla de Aoi en el culo de Uruha que no tendremos nada de sexo hasta que no digas Aka abo kabo ki abo kado auo abo kado –Finalizó sin aliento al decir sin respirar todo lo que se le vino a su mente, sin notar que había dicho mal su propio juego.
Un segundo…
-¡ESPERA UN MOMENTO! –Suplicó el bajito.
–Oh, cielito, lo has dicho mal, no es Auo, es Ao – Comentó Reita con una sonrisa de victoria, el enojo de Ruki pareció disiparse para pasar a la preocupación. Un golpe para su orgullo y seguramente para su trasero.
– Aka abo kabo ki abo kado ao abo kado –A fin y perfectamente el rubio lo había logrado, empezando caminar con lentitud hacia el iniciador de su amargo rato, quien se hacía cada vez más pequeño en el asiento, estaba jodido. –Oh bebé, lo pasaremos muy bien.
–¡Que lo hayas dicho bien, no significa que no hayas perdido antes! –Reclamó alterado y con vocecita aguda el vocalista, quien veía su despertar con un dolor punzante en partes no tan agradables.
–No podría importarme menos, me has dicho todo lo que se te ha ocurrido, y te has equivocado a la final, vale, pues yo te haré todo lo que se me ocurra, y te prometo que no me equivocaré en lo más mínimo –Sentenció, echándose sin dificultad al hombro a Ruki, quien se movía en todas las direcciones que le eran posibles sin posibilidad de escapar.
–¡HAZ PERDIDO TRES DÍAS! – Lloriqueó en su hombro.
–Te citaré, a ver si me entiendes mejor, “Nada de sexo hasta que no digas bien el puto trabalenguas” ¡Pues vale! Lo he dicho bien –Decía a la vez que caminaba a el cuarto que compartía con el menor, lo deposito no tan suavemente en el colchón y se posicionó encima – Aka abo kabo ki abo kado ao abo kado –Repitió con victoria.
–Serás cabrón.
Y lo único que Ruki pudo pronunciar esa noche fue “Aki, Aki”
Pero eso no estaba en el trabalenguas.
Así que Reita se dedico a cobrarse sus errores, como buen novio.
Aka abo kabo ki abo kado ao abo kado.