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Believe in Destiny: Predestined. por Sakurie-Uriah

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Believe in Destiny: Predestined


"Nadie controla al destino. Nadie puede intuir qué sucederá luego, cómo afectarán los hechos venideros a una persona. Muy fácilmente el destino puede lastimarte, hacerte vivir lo más trágico que podrías imaginar. Pero también podría darte las sorpresas más hermosas... Después de todo, luego de la tormenta sale un arcoíris."


 


Capítulo Introductorio


 


“Los pasajeros del vuelo 301 con destino a Seúl, por favor abordar por la puerta Este.”


La mayoría de los pasajeros que en ese momento se hallaban en el aeropuerto también tenían como destino la capital de Corea del Sur, Seúl.  Esa ciudad que desplegaba toda una magnifica gama de oportunidades.


Alzó la mirada y asintió para sí mismo.


Esa era su llamada hacia un mundo más brillante.


Lentamente se levantó del cómodo asiento que había encontrado, justo en frente de la puerta de abordaje de su vuelo; suerte, quizá. Acomodó la correa de la pequeña mochila que llevaba como equipaje de mano sobre su hombro y empezó a caminar, intempestivamente se detuvo, recordando algo que había acordado consigo mismo desde que pisó aquel aeropuerto. Con dedos temblorosos extrajo el pequeño aparto electrónico que correspondía a su teléfono móvil.


-Es un nuevo inicio-. Murmuró con la voz entrecortada, dejando el aparato en el asiento que antes había ocupado-. Es un nuevo inicio.- Sentenció, dirigiéndose hacia la puerta de abordaje, haciendo lo posible por no correr de regreso hacia aquel asiento, tomar su conexión con el pasado y llevarla consigo hacia el futuro.


Así es mejor.


– o –


 


Se observó en el espejo, escudriñando el reflejo que tenía ante sí, en busca de algún indicio que corroborara que era él.


Pero no se encontraba.


No podía verse a sí mismo.


Sus ojos ya no destellaban esa vivacidad y aquella sonrisa que solía brillar en sus labios ahora no era más que un fantasma.


Desordenó su cabellera con sus dedos,  un suspiro frustrado escapó de sus labios una vez más cuando sus ojos se encontraron con su reflejo. No le gusta cómo se veía ahora. Sin hacer o decir más salió del baño con una pequeña toalla atada a la altura de sus caderas, no le convenía ponerse caprichoso; era un nuevo día.


Camisas, corbatas, pantalones de pinza, sacos de traje. Todo era lo mismo, pero así debía ser. El presidente de una de las compañías más importantes en todo el continente no podía darse el lujo de presentarse ante la sociedad como cualquier civil.


No.


Debía destacar.


– o –


 


-¿Está ocupado este asiento?- Una voz sacó de su ensoñación al pequeño castaño. Un joven de aspecto algo tenebroso le estaba hablando, una pequeña sonrisa brillaba en su rostro. Algo perdido negó, tomando la mochila con sus dos brazos y aferrándose a ella con todas sus fuerzas.


Empezaba a creer que no había sido una buena idea viajar, de buenas a primeras, a Seúl. ¿Qué se supone que haría allí? No conocía a nadie, ni siquiera tenía un lugar en dónde pasar la noche.


-¿Estás bien? – Esa voz que hacía tan sólo segundos le había llevado de regreso al mundo real volvía a resonar en sus oídos.


-Sí… sólo que… -Mas no dijo nada. Sólo se encogió de hombros. No era correcto hablar con extraños.


-No eres de por aquí, ¿verdad? –Una risita suave brotó de la garganta del chico con aspecto de panda, debido a las bolsitas que se situaban bajo sus ojos.


-¿Es muy notorio?


-Sólo un poco, ya sabes. Tu rostro demuestra confusión y pánico.


El castaño curvó sus labios en una media sonrisa, de por sí el simple hecho de hablar con ese extraño le había alegrado el día.


-¿Cuál es tu nombre?


-BaekHyun-. Murmuró algo miedoso-. ¿El tuyo?


-ZiTao… pero prefiero que me llamen Tao. –Rió una vez más-. Es más sencillo, ¿no crees?


BaekHyun asintió, soltando una pequeña risa, a lo que decía.


Unas cuantas horas más transcurrieron antes de que ambos se percataran de la hora que era, la noche había caído sobre ellos sin que lo notasen.


-Baek- Tao le llamó mientras se levantaba del asiento contiguo al del mayor-. ¿A dónde irás ahora? Me dijiste que no tenías ningún lugar en dónde quedarte.


El más bajo asintió, regresando rápidamente al eje de sus preocupaciones-. Lo sé, y es una buena pregunta. –Rió desganado-. Encontraré algún lugar por aquí.


Denotó, por el rabillo del ojo, como el pelirrojo meditaba. Sus labios se habían fruncido ligeramente al igual que su ceño.


-Tengo un departamento cerca de aquí, hace tiempo que no lo uso… recién lo voy a estrenar.- Comentó, tomando una amplia maleta que tenía cerca-. ¿Te gustaría que viviésemos juntos? Sinceramente no me gusta la soledad.


Eran demasiadas cosas buenas en un solo día.


Nunca antes había tenido tanta suerte…


Soltó un suspiro quedo y asintió. No debía darle tantas vueltas a lo bueno que la vida le regalaba. Era un nuevo inicio después de todo…


Ya no sería como antes.


– o –


 


Bajó del lujoso auto que poseía; privilegios de ser el presidente de la compañía. Como todos los días, dejó su auto en manos de uno de sus tantos trabajadores, aquellos que ni recordaba rostros ni nombres.


Lentamente caminó hacia el lobby de la empresa, encontrándose con la secretaria general de la misma. Le vio arreglarse el escote pronunciado que poseía esa minúscula blusa traslúcida que se le había ocurrido usar, intentaba dar más vista de sus atributos.


 Perra.


Rodó los ojos e hizo caso omiso al saludo que recibió de aquella trabajadora, de no ser porque era la amante de su tío, lo más seguro es que la hubiese despedido desde el primer momento en que la vio.


Soltó un suspiro bajo y se introdujo a la cabina de cristal que correspondía al ascensor; a pesar de tener uno de uso privado, le gustaba conocer cómo se desenvolvían todos sus empleados, algo absurdo para cualquier presidente empresarial con una larga trayectoria.


Las puertas se abrieron rápidamente, dejando a la vista un lobby mucho más pequeño. Sinceramente a veces le sorprendía la velocidad con la que ese ascensor lo llevaba hasta el último piso de aquella edificación, a su oficina.


-Buenos días, Chanyeol. –Una joven de cabellera negra y rostro alegre le saludó, agitando su diestra animadamente.


-Buenos días, Sulli. –El alto respondió, riendo suavemente. - ¿Algo nuevo para mí?


Vio a la joven fruncir los labios y buscar entre toda una torre de papeles que correspondían a la zona administrativa de la empresa, una torre bastante ordenada a decir verdad, antes de que negara.


-No, nada profesional.- Rápidamente salió de detrás de su escritorio y se aproximó al alto, abrazándolo con fuerza-. Pero familiar sí.


Sulli era la prima preferida de Chanyeol, desde pequeños habían cultivado una amistad sincera y le agradaba que esa joven trabajara con él.


Lo mantenía con los pies en la tierra.


-¿Familiar? –Cuestionó el joven, correspondiendo al abrazo de la menor.


-MinHo regresa hoy de Inglaterra. –Sulli aplaudió, dando pequeños saltitos de emoción. –Vendrá con el chico que conoció allá, su novio. Estábamos viendo la posibilidad de ir a cenar todos juntos.


-¿Todos?


-Sí, ya sabes: JongIn, LuHan, Kris, YiXing, Key, JongHyun, JinKi y Amber. –Ante el último nombre la menor suspiró involuntariamente.- Ah, creo que también irá Joon y Luna, aunque no estoy segura… -Frunció los labios una vez más.- Aún siguen tratando de decidir quién se quedará con JinKi.


-Eso le pasa por ser demasiado amable. –Palmeó el hombro de la chica, riendo suave.


-Sí, quizá… -La pelinegra asintió, cruzándose de brazos y viendo cómo el contrario se disponía a irse a su oficina.- ¿Irás?


-Si no se presenta nada más, iré. Lo prometo.


– o –


 


-Es aquí.- Tao anunció, abriendo la puerta del departamento que había comentado con anterioridad.


-Es… grande. –El castaño murmuró con asombro una vez que las luces del lugar se encendieron, tan sólo con la voz del menor.


Ahora comprendía por qué no le gustaba vivir allí.


El departamento era amplio, bastante. Fácilmente podrían vivir allí una cantidad de seis o siete personas, todas viviendo con absoluta comodidad.


A pesar de que era sólo una planta, la distribución de las habitaciones y ambientes daba cabida, incluso, para una piscina de tamaño medio.


-Un poco, pero es divertido estar aquí.


-¿En serio puedo quedarme?


-¡Claro! –Rió el pelinegro-. Eres una persona muy divertida, será interesante convivir contigo.


-¿No eres un secuestrador? ¿O sí?


-Uh, ahora que lo dices….- BaekHyun vio cómo el alto negaba, riendo con notoria diversión.- Siéntete como en casa, con confianza.- Y sin decir más, divisó como el menor avanzaba hacia una de las puertas del lugar.- Esta es mi habitación.-Señaló.- Si necesitas algo sólo toca la puerta. –Y luego desapareció tras la entrada de madera.


BaekHyun suspiró, aferrándose a la pequeña mochila con la que había llegado a Seúl. El conocer a Tao no había sido coincidencia; el que lo invitara a vivir con él le preocupaba…


Le preocupaba tener tanta suerte…


Nunca antes le había sucedido así…


-Un nuevo comienzo.- Se repitió a sí mismo mientras avanzaba hacia una de las puertas del corredor.


Sonrió al percatarse que sí, efectivamente era una habitación.


-Un nuevo comienzo.


Y Morfeo no tardó mucho en llevárselo al mundo de los sueños.

Notas finales:

¡Hola a todos!

Muchas gracias por leer este primer fanfic que publico aquí. 

La serie "Believe in Destiny" contará con los siguientes P.O.V's:

-BaekYeol

-2min

-TaoRis-KrisLay-TaoHun (la pareja final será elegida por los los lectores)

-JongKey

-LuKai-KaiSoo (la pareja final será elegida por los los lectores)

-LuNew-OnJoon (la pareja final será elegida por los los lectores)

-SulBer

 

¡Espero que les haya gustado! y, por favor, comenten :9


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