Ya era tarde en la noche cuando decidió volver a los dormitorios –“¿Qué me pasó hoy?”- abrió la puerta de su cuarto –“No importaba lo hermosa que fuera la mujer que se me acercara, ninguna me llamó la atención”- prendió las luces –“Solo podía pensar en los dos yéndose juntos”- miro en la alcoba –“¿Qué raro? ¿Dónde está Hijirikawa? Ya es demasiado tarde”- de pronto tuvo un pensamiento que lo hizo enojar –“Tal vez, esta con Natsuki”- volvió a apagar las luces y después de dar un sonoro portazo, se fue rumbo a la habitación del rubio.
-Ya voy- se levanto para abrir a la persona que golpeaba bastante fuerte la puerta –Hola Ren-kun-
-Hola Natsuki- el pelinaranjo miro por un costado del de lentes y vio al peliazul sentado en un cojín en el piso -¡¿Qué están haciendo ustedes dos solos en tu cuarto?!- no pudo evitar el tono de ira que se escapo en sus palabras.
-¿Eh?- los dos se sorprendieron y lo miraron –A decir verdad, no estamos solos-
-¡Ya llegue!- al mismo tiempo que el ojiverde contestaba, un alegre pelirojo se acercaba a ellos con unas bolsas en las manos -¡Traje lo que faltaba! ¡Hola Ren!-
El pelilargo se calmo un poco -¿Me podrían explicar que pasa aquí?-
-Es que al final, nos quedamos los tres en la academia así que, decidimos tener una pequeña fiesta entre compañeros de clases- le contestaba animadamente el tierno guitarrista.
El saxofonista dio un suspiro de alivio -¿Quieres unirte?- le pregunto el rubio invitándolo a pasar.
Los tres entraron, se sentaron en los cojines puestos a cada lado de la mesita cuadrada que estaba en medio de las dos camas. Tenía bastante comida frita, sushi y una pizza familiar encima. El violinista puso un vaso para cada uno -¡Hoy bebamos toda la noche!- dijo el ojirojo sonriendo y mostrando las botellas de cerveza que había ido a comprar –Además…- saco de una de las bolsas, una baraja de naipes -… ¡Juguemos!-
Y mientras bebían, comían y jugaban, disfrutaban de una alegre conversación -¡Volví a perder!- decía desanimado el de los lentes sacándose los bóxer.
En algún punto, se les ocurrió jugar Strip Poker y ahora el rubio, el peliazul y el pelinaranja, se encontraban desnudos, cubriendo su parte intima con una toalla mientras que el pelirojo, solo conservaba su ropa interior –Jajajajajaja… les gane-
-Sí pero, y se nos acabo el juego- decía el pianista mientras comía una pieza de sushi.
El guitarrista sonrió y de la misma bolsa, saco otra baraja -¡Ahora juguemos Uno!-
-¿Pero ahora, que hará el que pierda?- preguntaba el pelilargo.
El ojirojo saco una cajita y la puso en la mesa –Esto me lo dieron cuando compre el juego- lo destapo –El que pierda deberá sacar un papel y responder la pregunta que este escrita- los tres lo miraron –Se supone que son preguntas incomodas, lo compre hoy así que no las he leído, pero todo lo que digamos, será un secreto entre nosotros-
Los tres asintieron y empezaron a jugar. El primero en perder, fue el ojiverde, saco un papelito y se lo entrego al peliazul para que lo leyera -¿De qué sexo es la persona que te gusta?-
Los cuatro rieron. La verdad, entre tanto alcohol, ya estaban un poco entonados –Es hombre- los tres lo miraron y se ruborizo un poco -¡Ya sigamos!-
Siguieron con la segunda ronda, pero aquella confesión, no le paso desapercibida al pelinaranja porque, cuando lo dijo, miro de reojo al pianista. El siguiente en perder, fue el guitarrista, saco un papelito y se lo entrego al pelinaranja -¿Cuál es la parte más sensible de tu cuerpo?-
El pelirojo se sonrojo y bajó la mirada –La… la oreja- el saxofonista se le acerco y soplo en su oído. Un sonoro gemido escapo de sus labios y se cubrió el lugar con la mano -¡Que haces Ren!- los tres rieron -¡Ya, mejor sigamos!-
Continuaron con el juego y ahora le toco perder al del sexy lunar, saco un papelito y se lo paso al pelirojo -¿Has tenido sexo con alguien de tu mismo género?-
Dio un respingo y se ruborizo -¿Qué clase de pregunta es esa?-
-¡Vamos, vamos contesta!- decía el ojirojo.
El pelilargo no mostraba el enorme interés que sentía por la respuesta. El pianista miró hacia otro lado para no encontrarse con los ojos de sus compañeros –Sí, sí he tenido-
-“¿Que?”- su corazón palpito dolorosamente –“¿Con quién? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Por qué?”- la furia crecía en su interior pero, lo disimulaba muy bien.
-Continuemos- siguió el juego y otra vez le toco perder al pelirojo, saco un papel y se lo paso al peliazul –Cuando tienes sexo homosexual ¿En que posición estas?-
La cara del guitarrista se puso tan roja como su cabello y tartamudeando contesto –A… a… abajo-
-Tokiya debe ser rudo- dijo el rubio.
-¡¿Por qué mencionas a Tokiya?!- a los tres les dio un ataque de risa -¡Que malos! Mejor sigamos- y entre preguntas subidas de tono y más burlas, continuo la noche.
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continuara...