{Siempre he pensado que mi verdadera personalidad aleja a las personas de mí. Fue por eso que hace muchos años, cree una persona completamente distinta. Atrás quedó aquel chico que amaba el skateboard, el que pasaba horas mirando animes junto a Han, el que soñaba con tener una gran casa frente al mar.}
Las personas suelen describir a Chen Jongdae como un chico alegre que siempre se ríe de todo, como un chico al que nunca le ha faltado nada. Pero ese no es el verdadero Chen Jongdae, ese es simplemente una imitación… Una mala imitación que no llega a parecerse en nada al real.
La mañana estaba fría a pesar de que el verano está comenzando, Jongdae no podía levantarse, sus sabanas lo mantenían tan caliente, estaba despierto pero no estaba dispuesto a levantarse de la cama. Quizás llegaría tarde a clases, pero no le importa. Tal vez se tomaría el día libre. Jongdae odia los días fríos.
Desafortunadamente el “sueño” de Jongdae se vio interrumpido por el sonido de su celular. Aun sin abrir sus ojos, buscó en su mesa de noche su teléfono, y abriendo solo un poco sus ojos leyó el mensaje de texto.
¿Dónde estás?
SuHo.
Al ver el remitente Jongdae se levantó de inmediato, había olvidado por completo que había quedado con SuHo para estudiar en la biblioteca antes de clases. SuHo es un estudiante coreano, el mandarín aún se le hace difícil, por lo que Jongdae suele ayudarle un poco con el idioma, ya que sus abuelos por parte de mama son coreanos y conoce bien el idioma, sin embargo Suho es muy inteligente y capta las cosas rápido.
Voy en camino. El tráfico está horrible. Espérame :B
Respondió y de inmediato salió corriendo hacia el baño.
Una hora después Jongdae entraba agotado a la biblioteca de la facultad, había corrido desde el estacionamiento. Se disculpó por la tardanza culpando al tráfico, SuHo solo sonrió, diciendo que el entendía. Jongdae ha amado las sonrisas de Suho desde que lo conoció, hace un año. Es increíble como al principio ambos se llevaban mal, se evitaban todo lo posible… Pero ahora, un año después, ambos son prácticamente inseparables.
Dos horas después ambos estaban en el salón de clases, Suho estaba sentando de lado con su mirada al pizarrón, mientras su mano izquierda jugaba suavemente con las manos de Jongdae, el cual estaba sentado detrás de este. Era una caricia prácticamente inconsciente.
- ¿A qué hora sales? – Preguntó SuHo mientras tomaba su bolso. La clase había terminado.
- Mi última clase termina a las tres – Chen miró su reloj – ¿Por qué?
- ¿Quieres que te espere? – Preguntó cuándo ambos salían del salón.
- Traje mi auto – Sonrió – No necesito que me des la cola.
- Sí, pero… – Suho suspiró – Yo no traje el mío.
Jongdae rió.
- Eres un idiota.
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Hoy es sábado y como cada sábado, hoy hay reunión de amigos, como siempre en casa de Han. XiuMin y Tao están demasiado concentrados en el video juego como para darse cuenta que YiFan y Yixing se están besando en el mueble de al lado, justo frente a Jongdae. Chen siempre se ha sentido incómodo cuando ve a Yifan y Yixing besándose, no es porque sea homofóbico, es más que todo por envidia. El quisiera tener a alguien que lo amara, que lo besara, que lo abrazara. Jongdae ya está tan cansado de estar solo. A pesar de tener a sus amigos, Chen se siente sumamente solo.
Sin poder resistirlo un minuto más, Jongdae se levantó del mueble y caminó hacia la cocina, donde encontró a Han hablando por teléfono.
- I miss you too – Escuchó a Han decir al teléfono, estaba hablando en inglés así que seguramente estaba hablando con el japonés. – I’m going to be on Skype tonight, can we talk? Oh… okay. I understand… Yep, Dae. It’s okay… Nop, I’m not mad at you… I know… I love you too. Have a good day… Okay… Bye.
Chen sacó un poco de leche del refrigerador, al mismo tiempo que Han colgaba la llamada.
- No entiendo por qué sigues torturándote de esa manera, sabes perfectamente que él está con otro.
- Chen… – El pelinegro comenzó a echar la leche en una pequeña olla, poniendo esta en la estufa. – Lo amo. Me es imposible dejar de hacerlo.
- Claro – Aun faltaba bastante tiempo para que la leche comenzara a cortarse – El amor se trata de sufrir y todo eso – Comentó sarcástico – Han-ge, está pendiente de esto. Estaré afuera.
En la sala Tao y Xiumin aún estaban totalmente metidos en el video juego, YiFan estaba con su mirada fija en su celular mientras Yixing tenía la vista perdida hacia la nada. Jongdae suspiró.
- ¿Será que alguien puede ordenar comida o algo así?
Tao al escuchar la mención de comida, corrió hacia el teléfono de la casa listo para llamar a su restaurante favorito.
- Solo no pidas comida tradicional, por lo que más quieras – Rogó Yifan haciendo que todos rieran.
Sin lugar a duda lo mejor de los sábados por la noche, es esta parte, esta parte en la que todos están tirados en el piso del amplio cuarto de Han, comiendo pizza y tomando coca-cola, mientras Yixing les repite una y otra vez que deberían tomar té porque la coca-cola hace daño y XiuMin lo manda a callar gritándole que el té y la pizza no cuadran juntos. Sí, esto es lo mejor de los sábados por la noche; no están los molestos guardaespaldas de YiFan, Tao no está pegado a su celular y Han no tiene esa cara de melancolía… y… él no se siente tan solo.
El día siguiente es domingo, y como cada domingo Chen tiene la iniciativa de estudiar un poco, pero la semana que viene la Universidad la dedica a trabajos de investigación, así que Chen no tiene nada que estudiar y pasa el día completo felizmente tirado en su cama, molestando a Suho por weibo.
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- Acomódate la camisa – Comentó Jongdae mientras él mismo acomodaba la camisa de SuHo.
- Eeeeeeeh! Chen-Chen no desnudes al pobre SuHo aquí en el pasillo – Prácticamente grito Yixing frente a ellos.
- ¿Andas solo? – Preguntó dejando al coreano tranquilo – ¿Cómo es que andas solo? – Yixing suspiró de forma dramática.
- Los demás no vinieron hoy, ya sabes por lo de la semana de jornadas de investigación.
- ¿Y eso que tú viniste? – Interrogó Suho, metiéndose en la conversación de los dos amigos.
- Lo olvidé – Sonrió idiota, como solo él sabe hacerlo – En un rato viene Su Excelencia, parece que tiene que asistir a unas cuantas charlas. Ya saben, los profesores mueren por tenerlo en las charlas sobre sus investigaciones. Creen que si el asiste, tendrán ayuda de la familia real o del gobierno – Jongdae y él rieron.
- Nosotros asistiremos a la charla del profesor Li, el de mecánica – Comentó SuHo – ¿Te vienes con nosotros?
- Ay no. Qué asco – Rio – Estaré en el cafetín esperando a Yifan. Bye!
Suho rio. Yixing siempre ha sido un loco.
Durante la charla, Suho y Jongdae estuvieron sentados juntos en el auditorio, sus piernas estaban prácticamente entrelazadas, mientras nuevamente sus manos jugaban unas con las otras. La tarde de ese lunes Chen fue arrastrado a la casa de Han por Tao, en donde Yixing trataba de teñirle el cabello de rosa al rubio.
- XingXing este rosa está demasiado oscuro parece el rojo de los pelos de Tao – Gritaba el dueño de la casa luego de haberse sacado el tinte – ¡Te dije rosa, así como las sakuras!
Han, Xing y Tao comenzaron a discutir sobre las diferentes tonalidades de rosa existentes, mientras Jongdae estaba en el mueble más grande de la sala, totalmente perdido en sus pensamientos.
Jongdae pensaba sobre su amistad con SuHo, todas esas caricias que ambos suelen darse, todos los mensajes de texto que se mandan al día, todas esos Te quiero que SuHo le ha dicho cientos de veces.
Nada de eso estaba bien.
Por lo general Jongdae siempre responde los Te quiero de SuHo con Yo también te quiero, pero en realidad lo hace para salir del paso… Esos Te quiero realmente lo incomodan. Jongdae tiene miedo a enamorarse… sobre todo de alguien como SuHo.
Suho es tan perfecto, tan sincero, tan él mismo. Mientras Jongdae es tan falso… ni siquiera él mismo sabe cómo es en realidad. Jongdae no puede enamorarse de Suho, simplemente porque entre la amistad de ambos hay tantas mentiras, una relación en base de mentiras no llegaría a ninguna parte.
- Esto no está bien. Debo alejarme de él.
- ¿Dijiste algo Jongdae-ge?
- No, Tao. – Sonrió – ¡¿Qué demonios pasó con el cabello de Han-ge?! – Trató de volver al tema anterior, ya que los otros dos chicos también estaban mirándolo con confusión en sus rostros – ¡¿Por qué está rojo!?
- ¡Mierda Yixing, te dije que estaba rojo!
- ¡PERO SI ES FUCSIA!
Esa noche Jongdae no hacía más que pensar en Suho mientras trataba de conciliar el sueño. Una y otra vez Chen se repitió a sí mismo que no podía enamorarse del coreano. Los Te Quiero debían terminar, así como esas extrañas caricias y esa confianza que ambos se tienen. Jongdae sabe que debe alejarse de Suho antes de que sea demasiado tarde.
El amor está prohibido para las personas falsas como yo.
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Chen hiso todo lo posible para alejarse de SuHo, pero de una u otra manera siempre termina junto a él. El coreano siempre terminaba ayudándolo con las tareas, siempre terminaba sentado en la misma mesa del cafetín comiendo junto a Chen, siempre terminaba sonriéndole, acariciando, Suho siempre terminaba enamorando cada vez más a Chen.
- Le gustas a SuHo.
Dijo tranquilamente XiuMin mientras él y Chen salían del gimnasio.
- ¿Ah?
- SuHo no para de hablar de ti, cuando no estás – Sonrió – Siempre habla de cómo lo dejas botado, y siempre se escucha dolido cuando lo hace. Le gustas. Y es obvio que él te gusta.
- Min por favor – Chen sonrió – Él no me gusta, él es solo… mi mejor amigo.
- Pensé que yo era tú mejor amigo.
- Tú eres mi mejor amigo Min. Él es como mi mejor amigo, y no me gusta. No me gustan los hombres.
- Si no te gusta, entonces estás enamorado. No siempre nos tiene que gustar la persona de la que nos enamoramos.
- Estás diciendo cosas absurdas ya…
- No – Pauso – A veces nos enamoramos sin darnos cuenta. Cuando conocemos a esa persona puede ser que le veamos miles de defectos, pero luego, poco a poco, nos vamos enamorando de esa imperfecta persona, y sus defectos suelen atenuarse, o desaparecer.
- No estoy enamorado de Suho.
- Bueno, al menos deberías decirle que deje de mandarte esos Te quiero por weibo. Es re gay. O al menos que te los mande en privado o te los diga por el chat.
Esa noche Jongdae no pudo dormir, nuevamente a causa de SuHo. Chen no paraba de imaginarse un futuro junto al coreano, y eso estaba muy mal.
No puedo enamorarme de él. No de él.
Otro mes pasó, todos los intentos de permanecer alejado de Suho fracasaron. Los te quiero aumentaron así como las caricias y las llamadas, incluso no pasaba un día sin que XiuMin le repitiera que SuHo gusta de él.
- Cuando era adolescente solía ser skater – Comentó Jongdae un poco melancólico al observar un chico con un skateboard por los pasillos de la facultad.
¿En serio? – SuHo se veía realmente asombrado. Chen sonrió, Suho no tiene ni idea de cómo realmente él es.
- Si – Sus ojos siguieron al chico de la patineta, hasta que este salió de su campo visual – Su excelencia y yo solíamos escaparnos – Sonrió – Fueron gratos momentos.
- ¿Y cómo es que nunca te he visto con una skateboard?
- Eso fue hace mucho tiempo. Cambié – Sonrió observando la mirada asombrada y divertida de SuHo – Como todos.
Jongdae pasó casi toda su adolescencia deseando cambiar, deseando ser aquel hijo que sus padres esperaban, deseando ser el hombre que la sociedad considera bueno. Desde los 15 años deseaba cambiar, pero seguía siendo el mismo rebelde sin causade siempre, sin embargo casi de un día para el otro, Jongdae cambió. Jongdae se convirtió en el hombre que todos esperaban que fuera. Jongdae se convirtió en el chico responsable y educado que sus padres siempre quisieron. Jongdae creo una burda imitación de sí mismo, tan parecido a él, pero tan diferente.
Es imposible ser amado cuando todo tú eres una mentira.
Suho merece a una persona pura y transparente, no a alguien que solo aparente ser algo que no es.
Él merece un diamante real, no un diamante de imitación.