Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El amor de mi vida por amorosa

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

todos los personajes pertenecen a Masami Kurumada.

Notas del capitulo:

aki n nuevo fic.

espero les guste.

 

Ya han pasado tres meses desde aquel funesto día y aun así Milo no he podido olvidarte; por más trato y trato no lo consigo…

 

FLASH BACK

 

-Que juego más cruel-dijo con la vista perdida, derramando una lágrima, a la que le siguieron muchas más.

 

-Camus yo…-nervioso-…nunca quise lastimarte…

 

-Milo…como fuiste capaz de…jugar de esa forma con mis sentimientos???

 

-…-el griego no sabía que decir en su defensa y eso lo estaba frustrando un poco.

 

-Claro, no dices nada…cobarde…-replicó mientras intentaba vanamente secar el dolor líquido que caía incesante de sus hermosos ojos zafiros.

 

A no, eso sí que no. A él, EL GRAN MILO nadie lo llamaba “cobarde”.

 

-Tienes razón, fue mi culpa pues por desearte tanto perdí los estribos hasta llegar a los extremos de usar la palabra “TE AMO”-confesó hiriente.

 

-Yo te entregué todo de mí…pero ya nunca más quiero saber nada de ti…TE ODIO!!-exclamó al mismo tiempo que salía corriendo a toda prisa hacia su templo.

 

-Como si eso me importara…adiós para siempre Camus de Acuario-murmuró inaudiblemente a la noche.

 

 

FIN DEL FLASH BACK

 

Desde ese día me alejé de ti lo más que pude. Hace tres largos meses estoy aquí, en la mansión de la señorita Kido entrenando a un joven llamado Hyoga. A pesar de que él es amable, atento, decidido, valiente, generoso, gracioso, divertido que por momentos logra hacerme olvidar, en las noches regresas a mí. Es como si mi piel aun te sintiera, como si estuviera absorto de tu ser. Fuiste el primero y el único que me poseyó…quizás sea por eso que te guardo en lo más profundo de mi conciencia. Recuerdo como si fuese ayer las veces que intentaste seducirme, sin embargo, cada vez que estaba a punto de caer algo extraño me hacía reaccionar muy a pesar de que al final lograste tu cometido consiguiendo jugar con mis sentimientos, romperme el corazón y después, hacer como si nada hubiese pasado.

 

-Maestro!!-aquel llamado me sacó de mis pensamientos.

 

-Si Hyoga. Que pasa??-pregunto intentando sonar lo más normal posible para evitar que mi querido aprendiz se dé cuenta de mi estado de reflexivos pensamientos.

 

-Nada importante sensei. Solo quiero saber…porqué siempre es tan distante, tan frío y cuál es la razón de tanto sufrimiento…

 

-Hyoga. Que te hace pensar que yo estoy sufriendo??

 

-Lo veo en sus ojos

 

Ante esa respuesta me quedé callado. Qué iba a decirle??? Nunca fui consciente de lo que mi mirada  reflejaba; he escuchado que los ojos son “el reflejo del alma”, por tanto, mi mirada debía reflejar todo el sufrimiento que por meses e estado sintiendo sin podérmelo sacar de lo más profundo de mi corazón.

 

-Eso no has algo que te incumba muchacho. Son cosas personales que…

 

-Cuénteme por favor. Qui…quizás pueda ayudarlo…yo…-no terminó la frase pues lo interrumpí tajantemente.

 

-No te pases de listo Hyoga. Está bien que seas mi pupilo, pero esa no es razón para que te metas en mi vida privada!!-de inmediato me arrepiento de haber reaccionado de esa manera. De los ojos de “mi” muchachito caen lágrimas amargas… ¿Tanto le dolió que le hablara de esa manera??-me pregunto.

 

Corro al lado de mi discípulo, lo tomo por la cintura y sorprendentemente lo abrazo. Ni siquiera sé por qué lo hago. Lo único que siento es una fuerte opresión en el pecho ante el sufrimiento de ese jovencito que no tiene la culpa de que yo me haya convertido en un caballero demasiado frío a la vista de los demás…y todo por culpa del idiota de Milo de Escorpión.

 

-Ma…maestro…-escuché que me decía entrecortadamente.

 

-Perdóname. No era mi intención hacerte llorar yo…-fui interrumpido por un fino dedo blanco.

 

-Camus…yo quiero que cambie, que ya no sea tan frío…

 

-…-Me quedé sin palabras. Estaba lleno de confusión… Cuál sería la razón por la el futuro caballero del cisne se preocupaba por mí??

 

-Bien muchacho. No te prometo nada pero almenos intentaré ser más “sociable”-contesté luego de unos cuantos minutos.

 

-Me alegro por usted-fue la única respuesta que obtuve, la cual fue acompañada por una de esas hermosas sonrisas que solo este jovencito sabía poner.

 

Seguía abrazándolo. Se sentía tan cálido estar cerca de ese cuerpo juvenil, que no me dio tiempo a reaccionar cuando sentí los brazos de “mi” rubio pasar por mi cintura y abrazarme con una fuerza aun mayor a la que yo estaba usando. Sorprendido, alejo delicadamente a Hyoga, lo tomo por los hombros y lo observo detenida, fijamente a los ojos. Un extraño brillo en esa mirada me pone nervioso. Sin ser mi intención me separo bruscamente, alejando lo más posible el cálido cuerpo de mi pupilo del mío. Si sigo teniéndolo cerca estoy seguro que algo sucederá sin que esté consciente; es que su ser junto al mío me provoca miles de reacciones y sensaciones extrañas, desconocidas para mí.

 

-Sensei…que le pasa??

 

-Nada…-nervioso-…es mejor que te vayas a preparar para salir a cenar con Marín y Seiya. Deben estar esperándonos…-fue lo único que se me ocurrió.

 

-Está bien. Lo veo en un rato…-murmuró antes de salir, quiñándome un ojo de forma pícara y traviesa.

 

-Hyoga ha estado actuando muy raro últimamente…que le pasará??...Va!! Cosas de chiquillos-exclamo al mismo tiempo que me dirijo al ropero a escoger mi mejor ropa, quiero verme presentable para la ocasión.

 

>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>> 

 

-Camus  apúrate que se nos hace tarde…-me avisa una voz femenina.

 

-Marín un momento por favor…

 

Sin ningún comentario más salgo a la puerta de salida. Me siento incómodo con este traje blanco y negro que me hace parecer pingüino. La corbata que debo usar para esta ocasión está muy pequeña, ajusta mucho mi cuello y me dificulta la capacidad de respirar. Apenas siento un pequeño soplo de aire vital que alcanza mis pulmones; trato de retenerlo un momento, sin embargo, se escapa a través de mis fosas nasales.

 

Una mirada lujuriosa, extraña, intimidante acompaña la fiereza característica de la amazona del águila. Porqué me mira así?? Acaso me veo mal??? Estas preguntas asaltan mi cabeza por milésima de segundo.

 

-Como me veo???

 

-Camus, te ves espectacular. Si hasta pareces un galán de telenovela o un modelo de la farándula…-me dijo la joven chica.

 

-Pues gracias…-susurré sonrojado hasta las orejas.

 

Al instante salimos. Como me arrepiento de haber asistido a ese lugar. De solo recordar el mal momento que pasé, me da un tremendo dolor de cabeza. Aquel nefasto día, abandoné para siempre mis obligaciones como caballero, renuncié a la armadura dorada de acuario, abandoné en medio camino de convertirse en santo a mi pupilo, rechacé sus tan puros sentimientos hacia mi persona… Es por eso que me siento tan triste, miserable, desolado…

 

Ya son cinco años los que vivo aquí en mi natal Francia. E intentado por todos los medios posibles, razonables olvidar todos aquellos sucesos que opacaron mi existencia, le robaron el encanto a mi vida y se quedaron grabados con fuego en mi corazón. La distancia me hizo entender, aceptar lo inaceptable… Nunca quise aceptar ese sentimiento extraño que se imponía en mi pecho cada vez que estaba cerca de Hyoga, mi querido aprendiz, que de seguro me odia en estos momentos por haberlo rechazado. Ese muchachito menor que yo logró algo imposible que nadie (salvo Milo) hubo conseguido: derretir mi frío corazón.

 

Me reclamo una y otra vez el haber sido tan estúpido de no darme cuenta a tiempo del gran amor que siento y sentiré por mi rubio. Pasaré lamentándome el resto de mi miserable vida.

 

-Yo todavía te amo!!-oigo una voz conocida a mis espaldas.

 

Sin atreverme a hablar giro mi cuerpo lentamente hasta quedar cara a cara con mí ser amado.

 

-Hyo…Hyoga…-susurro sorprendido, asustado, emocionado por volverlo a ver después de tanto tiempo.

 

-Camus no tienes ni idea de cuánto sufrí y lloré cuando te fuiste. No sabes todos los lugares que recorrí buscándote…hasta que por fin te encuentro aquí, triste acongojado después de tanto tiempo…

 

-Hyoga yo…

 

-No digas nada. Cuando llegué aquí leí tus pensamientos, a pesar de que ya no eres caballero sigues conservando la mínima parte de tu cosmos, lo cual me ayudó a encontrarte…-me dice antes de besarme.

 

Sus besos me derriten, quiebran mis defensas, son tan dulces, fogosos y apasionados que deseo no separarme de esos cálidos labios jamás. Trato de no pensar en nada pero la duda me está matando; necesito preguntarle tantas cosas, disculparme, decirle que lo amo y que mi corazón siempre fue suyo desde el día que lo acogí como mi discípulo.

 

-Camus…te amo…quiero que me hagas tuyo…-me suplica al mismo tiempo que intenta despojarme de mi camisa favorita.

 

-Mi muchachito, yo también lo deseo pero…-digo nervioso, inseguro. No he tenido relaciones en años y no quisiera decepcionarlo.

 

-Pero nada Camie. Esto es lo que he querido desde hace mucho…

 

Ya es hora de dejarme de pendejadas. Soy un hombre maduro, hecho y derecho; sé que soy capaz de tomar mis propias decisiones. Sin más vueltas al asunto, lo tomo ardiente entre mis brazos, lo beso, lo desnudo, lo acaricio, lo idolatro ya que es El AMOR DE MI VIDA.

 

Me derrito ante esa vista tan tierna. Sus mejillas sonrojadas, su cuerpo desnudo, tembloroso, sus manos aferrándose con fuerza y nerviosismo a mi cabello aguamarina. Siento su estremecimiento cuando beso su cuello, aspirando su perfume, su aroma, probando su sabor. Decidido, continuo con el recorrido, pasando mi lengua suavemente, con delicadeza sobre las protuberancias rosadas que sobresalen en el bien formado pecho de mi rubio; las recorro, chupo y lamo una y otra vez hasta conseguir que se endurezcan por completo.

 

Escucho sus gemidos que van encendiéndome completamente. No sé en qué momento fue que me quité las ropas quedando completamente desnudo ante mi ángel, provocando un mayor sonrojo en él a causa de mi erguido miembro que se muestra imponente ante sus ojos.

 

-Continúa…por favor…

 

Sigo descendiendo en besos, lamidas y lengüetazos hasta que por fin me topo con mi delirio…el gran e hinchado falo de mi muchacho. Observo que esta entrepierna pide atención a gritos, así que apiadándome de él lo tomo con mi boca, lo chupo, lo lamo, lo succiono, lo muerdo delicadamente; estoy tan concentrado en mi labor cuando una calidez entre amarga y dulce invade mi cavidad bucal. Sin demoras la saboreo, la degusto, probando por entero todo, absolutamente todo de mi amado.

 

-Sabes delicioso…-le susurro en el odio antes de colocarlo boca abajo, a cuatro patas, con las piernas abiertas.

 

Acto seguido me sitúo entre sus fuertes piernas, ensalivo tres de mis propios dedos, luego lpos introduzco por detrás y me sorprendo de que entren con facilidad, lo cual indica que Hyoga no es virgen. Supongo que debería enojarme o ponerme celoso, sin embargo, soy consciente de que yo también e estado con otro antes que él, así que como quien dice: “Estamos a mano”.

 

-ahhh…en-entra en mí de una vez…-gime entrecortadamente.

 

Obedezco. Coloco mi miembro en posición y empujo. Solo gemidos de placer salen de esa deliciosa boca aterciopelada. Empiezo a moverme instantáneamente, entrando y saliendo con fuerza, gimiendo locamente ante la sensación de ser uno con ese delicado cuerpo bajo el mío. Mi vaivén se vuelve frenético. Las piernas de mi rubio envuelven mi cadera dificultando mis movimientos; aun así logro complacerlo pues el semen que escurre entre mi vientre es la prueba. Continuo envistiendo hasta vaciarme, derramando mi esencia en las entrañas de mi ángel, marcándolas de por vida.

 

-Te amo Camus y siempre lo e hecho…

 

-Yo también te amo Hyoga. Gracias a ti pude olvidar todo mi pasado y dejar atrás mi sufrimiento…

 

 

 

Fin

Notas finales:

ojalá haya sido de su agrado.

cuidense

un besote

nos leemos en otros fics.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).