Era muy simple, ella cuidaba de ellos, mama gallina cuidando de sus pollitos, y ellos cuidaban de ella, al fin que siempre los pollitos defienden a su madre, o no?...
Búscalos y encuéntralos heechul, y tal vez te deje volver a verlo…
En ese viejo local el viento era helado, solo la tenía ubicada a ella, pero… a decir verdad no estaba muy enterado acerca de que era lo que harían con ellos, pero sabía que estaban enterados y solo era cuestión de llevarlos, la voz de la mujer me taladraba en los oídos, mire hacia la barra y vi como la mujer de piel chocolate intentaba entablar conversación con una chiquilla de no más 15 años cabello negro ébano debajo de los hombros atado en una coleta alta gafas de armazón plateado, abrigo negro y bufanda blanca, botas militares, gastadas, pulseras de listones y un viejo anillo color plata en el dedo medio de la mano derecha, se froto la nariz, se le notaba un poco exasperada, sonreí, la compadecía rupia era casi imposible de callar, bueno al fin casi la suave voz de la chica se hizo sonar de nuevo desde su pedido, con un ton firme y autoritario logrando que rupia callara.
-MADAME… no es que no me agrade charlar con usted pero realmente necesito el café.
Lo dijo en un tono que no aceptaba replicas, rupia sonrió cándidamente y la mando a sentar, se sentó justo frente a mi dejándome sentir su aroma a miel y cafeína, de la pequeña mochila que llevaba consigo saco una libreta y un gastado lapicero escribiendo lentamente en el no pude ver de qué se trataba pero estaba muy concentrada en él, no había ojeras bajo sus ojos pero una manchas blanquitas sustituían había oído de eso, ojeras blancas, ironía, a mi parecer ella levanto la vista mirándome con sus castaños ojos, o eran azules?, no distinguía bien su color pero eran raros, muy raros… Por un extraño momento me recordaron a él, pero era imposible los extranjeros eran notorios en su rostro, la mujer afroamericana llego a la mesa de la chiquilla con el preciado café y un trozo de pastel, ella la miro extrañada, pero rupia le sonrió diciendo “cortesía de la casa”, la niña la miro, y rupia comprendió, o eso creo al menos.
-Cariño sé que las cosas no están para confiar pero yo apoyo a los tuyos, ¿Bien?
-Lo siento, es que…
-Arrasaron con los míos igual, ahora termina con eso rápido o se enfriara, ¿sí?
-Grazie…
-Come.
Italiana, perfecto, es que no se puede ser más torpe los italianos eran perseguidos y cazados como un día los coreanos y ella se paseaba como si nada, más vale que sea por algo bueno, esto me hace débil, el me hiso débil, mi príncipe, no se quien ni como pero se enteraron de lo nuestro, y te utilizaron para que yo viniera a esta misión, un sabiendo lo venidios que éramos, mi amor, solo te pido eso a donde sea que estés espera por mí.
Tú me salvaste una vez, yo iré por ti ahora.
Te amo siwi…
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