Relata Jonghyun
Yo era ese tipo de persona que no confiaba en los demás ya que le habían mentido demasiado, era de esas personas que dejo de creer en el amor por culpa de las personas, aquellas personas hipócritas que decían amarte y al día siguiente te trataban como perro de calle.Era de ese tipo de persona que sin importar cuánto la engañen o le mientan sigue ahí, con cara de tonto amando con locura y frenesí aquel dolor latente causado por los demás.
Soy ese niño jugando a ser adulto como muchos me dicen, quizá si lo soy o lo era antes de conocerlo a el
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Supongo que todo cambio en mi vida cuando un nuevo secretario llegó a la empresa de mi padre, ese muchacho descontroló mis sentidos con tan solo dirigirme una mirada, con tan solo decirme "Hola señor Jonghyun, soy Kim Kibum".
Su cuerpo se destacaba entre los demás por su ropa colorida y sus pantalones que más parecían una segunda piel, su rostro el cual parecían algo más fino que de costumbre parecía brillar con tan solo mirarlo, sus pómulos levantados adornados con algo de brillo y rubor, sus labios acorazonados con un poco de labial logrando que estos tengan un color rosáceo más notable, sus ojos que poseían un exquisito tono felino los cuales el delineaba de una forma perfecta haciéndolos ver aún más hermosos de los que ya eran.
Cada parte suya era hermosa y perfecta, no lograba entender como ese hombre me había cautivado. ¿Su nombre? era como una melodía para mis oídos..Kim Kibum, no importaba cuanto lo repitiera cada vez se me hacía más hermosa.
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Cuando lo conocí lo trate como a un simple empleado más pero note por su ceño fruncido y su "berrinche disimulado" que no debía hacerlo, el era diferente y único por lo que se merecía ser tratado de esa forma
“Jonghyun-Ssi, ¿lo estoy haciendo bien? sé que puedo hacerlo mejor de todas formas “
Esas fueron unas de sus primeras palabras hacía mi, siempre superándose, el siempre podía más y realmente no sería yo el que detendría a mi hermosa muñeca de porcelana, ese era uno de mis más recurrentes apodos ya que intentaba tratarlo con tanta delicadeza y amor, llegando a convertirme en un "admirador secreto" como esos que tienes cuando eres menor.
Solía dejarle pequeñas notas las cuales confesaban mi amor hacía el, veces le dejaba flores o pequeños pasteles que al lado tenían un "Me gustas" con mi horrible letra (aunque intentaba mantener todo en secreto por supuesto), arruinaría todo si el llegaba a saber algún día quien era su admirador secreto, pero sabía que de todas formas lo sabría
¿Te crees cartero o un admirador secreto que no me dices a la cara lo que sientes por mi?, de todas formas ya sabía que eras tú -me había dicho Key aquella vez con una sonrisa de oreja a oreja y aquel tono de "ego" hermoso que solo él podía usar
Aquella sonrisa que me hacía delirar, acompañada luego de un tiempo por una sonora risa la cual algunos llamarían "exagerada”, pero para mí era simple música que me alegraba todos los aburridos días en la oficina, Kibum se había convertido en mi mano derecha, en mi vida, en el amor de mi vida para ser más exactos.
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Me siento como un tonto enamorado tras cada momento que pasamos juntos, ¿realmente es verdad lo que dicen?, realmente existe un único amor en la vida?Si es así podría comprender lo que siento por él, comprendo lo enamorado que estoy cuando él me mira y me deja babeando a mares o cuando veo a uno de sus "amigos" sacándole una risa, esos celos que queman mi pecho y hacen que me cuestione acerca de si estamos bien, de que si en verdad merezco este amor correspondido, puede que me lo pregunte muchas veces y cada vez me repita que él es demasiado maravilloso para estar a mi lado pero mientras él no lo note, puedo permitirme ser feliz con él, intentando cada día mimarlo y hacerlo feliz.
No me importa si algún día me hace llorar, no me importa si algún día llega alguien a contarme cosas malas de el aunque en algunas ocasiones peleemos y lloremos mares juntos se que podremos solucionarlo todo con su:
"Estaremos juntos para siempre Jjonggie y no dejaré que nadie arruine eso"
Mi pecho vibraba de emoción cada vez que lo oía, sus dulces labios al pronunciar esas palabras se curvaban de manera única y sus ojos felinos brillan con tal intensidad que se vuelve en algo hermoso de admirar.
El y nadie más que él era mi delirió, mi amor, mi vida y universo. Kibum es ese tipo de persona por el cual dejas de respirar si esta cerca, tu alma abandona el cuerpo y tus ojos se salen de tus cuencas. Kibum es mi todo y mi nada, gracias a él puedo respirar y dormir en paz todos los días, muchos pueden tacharlo de extraño o quizás de extravagante pero es lo que la gente no sabe admirar, la persona única y hermosa que en verdad era él.
Alejé con lentitud mi mano izquierda del papel, viendo como cada letra se marcaba un poco por la parte trasera de las hojas, dejé la pluma a un costado a penas escuche los pequeños pasos de gato que propinaba que mi hermoso marido. Después de tantos intentos y tantos rechazos lo había logrado, Kibum se había convertido en mi marido hace más de ocho años
¿Que haces Jjong? -susurro aquella voz tan dulce mis espaldas mientras sus cálidos brazos rodeaban mi espalda, Key recargo su mentón sobre mi hombro comenzando a mover su cabeza de manera melosa contra aquel espacio que queda entre mi cabeza y mi hombro
Escribo algo bonito Kibummie -dije colocando una de mis manos sobre la suya acariciando con delicadeza sus manos, respire de manera honda siendo como aquel característico olor a fresas inundaban mis pulmones, su aroma llenaba estos de aquella manera tan dulce como el primer día que lo conocí
¿Algo bonito?, eso significa que es para mí ¿verdad? -dijo con ilusión Key caminando de a poco hasta quedar frente a mí, sentándose sobre mis piernas fijando su curiosa mirada en las hojas de papel que se encontraban sobre la mesa, algunas con pequeños borrones y otras casi llenas de tinta digamos que mis intentos de crear algo “bonito” necesitaba más de un simple intento
Si mi amor, es para ti dentro de poco cumpliremos nueve años juntos así que no puedes leerlo –reí por lo bajo al notar aquel característico puchero de niño mimado cuando no se le daba lo que quiere. Comencé a levantarme con cuidado de mi escritorio logrando que Kibum se bajara de mis piernas, tome con rapidez las hojas que se encontraban regadas y las guarde en uno de mis cajones que tenía llave
Pe-pero Yeobo~ -dijo Key moviendo su cuerpo a modo de berrinche colocando sus manos en su cintura por unos segundos fijando su felina mirada en la silueta que formaba mi cuerpo, sonreí de lado y me acerqué hasta donde estaba mi amado rodeando su estrecha cintura con mis brazos
Nada de peros Chaguia, deberás soportar la intriga por ahora –susurre con el tono más seductor posible acercando mis labios a los de Key presionando estos con suma delicadeza, después de todo prefería “callarlo” de esta manera a tener que escuchar sus quejidos, los cuales luego de varios intentos conseguirían su cometido.
Nuestros labios se movían a un ritmo perfecto y sincronizado, todo era hermoso cuando se trataba de el aunque algunas veces tuviéramos malos momentos no me importaba ya que podíamos solucionarlo.
Kim Kibum me gustas...-susurre contra los labios de mi marido el cual sonrío de oreja a oreja rodeando con sus brazos mi cuello comenzando a encaminarme hasta mi escritorio, rodee con delicadeza su cintura logrando levantarlo y sentarlo sobre este
Tu también me gustas Puppy~ -dijo con inevitable ternura Kibum deslizando sus manos por mi espalda a modo de caricia acercándome mucho más a su cuerpo. Era tan hermoso pasar nuestros días de esta forma sin fijarnos en si la gente se volteaba a vernos en la calle cuando nos besábamos, o si alguien hablaba a nuestras espaldas cuando estamos juntos, no me importaba lo que me dijera la gente acerca de nosotros, solo me importaba lo que nosotros mismos pensáramos, solo me importaba escuchar su hermosa voz diciéndome cada mañana
“Te Amo Yeobo~”.