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Nakigahara por Yukii Matsumoto

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Notas del fanfic:

Enjoy!

>>

 

¿De verdad quieres escuchar esto?– preguntó kai. El otro chico que estaba a su lado asintió y llevó su mano al mentón opuesto, acercándolo para depositar una profundo y lento beso en los labios de kai, intentando hacer que se relaje.

 

–Quiero hacerlo, aunque me muera de celos.– respondió con un tono divertido, a lo que Kai sonrió levemente.

 

–¿Por donde empiezo?– preguntó el castaño.

 

–Por el principio.– Sugirió Tora mientras que acomodaba al menor sobre su pecho y entre sus piernas, comenzando a acariciar su cabello y parte de su espalda, kai sonrió por esas muestras de afecto. Suspiró larga y cansadamente antes de comenzar a relatar su historia.

 

–Todo empezó hace dos años y medio. Estaba en el último año, y Aoi se había transferido al instituto justo un mes después de iniciar las clases. Al principio ni si quiera noté su presencia, sí, lo había visto un par de veces rondar por los pasillos o el patio, pero no llamó mi atención. Con el paso de los días se fue haciendo muy popular, era sexy y rebelde y muy solitario, lo que le daba un toque de misterio. Muchas chicas comenzaron a fijarse en él y su presencia fue haciéndose cada vez más notoria, ya no pasaba desapercibido bajo ninguna circunstancia. Aún así no me interesaba, no era nada nuevo ver a un chico rebelde, pero mis amigos, Ruki y Uruha, no pensaban igual, a ellos si les llamba la atención, a Uruha principalmente porque había oído que Aoi tocaba guitarra y a Ruki porque se decía que era bueno en la cama.

 

Un día ellos dos se acercaron a hablarle y resultó ser que tenían muchas cosas en común, y por lo que Uruha me decía, Ruki estuvo coqueteando descaradamente con Aoi. No le tomé importancia a ninguna de las dos, no me eran relevantes. Pasaron cerca de dos semanas y los chicos continuaban hablando con él, al parecer se habían hecho amigos, bueno, Uruha y Aoi sí se hicieron amigos, en cambio Ruki creo que se acostó con él a la semana de haberlo conocido y desde entonces Aoi ya no le prestaba mucha atención.

 

Uruha me hablaba bastante de Aoi, decía que era agradable y que si me daba el tiempo de conocerlo me agradaría mucho. Admito que nunca me había dado el tiempo como para hablar con él, a lo más lo saludaba, pero jamás entablamos una conversación. Y así fue hasta que shima un día insistió para que lo acompañara a ver a Aoi. Yo acepté y fuimos a la azotea del colegio, cuando llegamos él estaba conversando con Ruki, si soy sincero no se le veía muy interesado en lo que Ruki decía y cuando nos vio se acercó de inmediato a nosotros.

 

Shima lo saludó con una sonrisa y luego me presentó.

 

>> –Mira, él es kai, ¿Recuerdas que te hablé de él?–

 

Yo estiré mi mano para saludarlo y el hizo lo mismo.

 

– Soy Aoi.–<<

 

Sonreí y luego nos sentamos en el suelo. Los cuatro estuvimos conversando un rato, fue divertido y me reí mucho. Aoi era realmente agradable.

 

Al tocar la campana Uruha y yo debíamos volver a clases, así que nos levantamos. Ruki dijo que se quedaría otro rato con Aoi, quien rara vez entraba a clases. Cuando íbamos saliendo por la puerta Aoi me llamó, yo me volteé y me sonrío, acercándose a mí. Me dio una especie de abrazo susurrándome al oído que fue un placer conocerme, y luego, sin que yo me lo esperará me robó un beso.–

 

Kai detuvo su relato al sentir como el cuerpo de Tora se tensaba y apretaba su ropa, se levanto con suavidad y apoyó su peso en sus rodillas y manos, observando atentamente los ojos que evitaban su mirada. Se inclinó hacía adelante y atrapó los labios contrarios en un muy lento y suave beso, el cual no tardó en ser correspondido. Cuando el mayor intentó profundizar el beso kai decidió cortarlo. Sabía perfectamente que es lo que sucedería si continuaban, pero aquel no era el momento adecuado.

 

Volvió a su posición original y tomo aire para comenzar a hablar de nuevo.

 

–Como te decía, yo no me lo esperaba y lo único que hice fue empujarlo y retroceder unos pasos.–

 

–Sí yo hubiese estado ahí lo habría golpeado.– Dijo Tora, interrumpiendo el relato de Kai, e intentando hacer que sus palabras sonaran como una broma, aunque ambos sabía que eso era solamente la verdad. Kai continuó hablando.

 

–Él estaba sonriendo, yo lo miré y accidentalmente mi mirada se topó con la de Ruki, la cual reflejaba rabia y muchos celos, lo que no era nada bueno. Me volteé y vi a Uruha pasmado ahí, no se movía y su rostro reflejaba una sorpresa total. Lo tomé de la muñeca y salí corriendo de ahí, arrastrando a Shima.

 

Al llegar al salón nos sentamos y de inmediato le pregunté a Uru que por qué había hecho eso. Y recién ahí él salió de la sorpresa, me miró y luego gritó.

 

>>–¡Aoi te besó!–

 

Todo el salón escuchó y dirigió su mirada a nosotros, yo estaba rojo y shima simplemente sonreía como idiota sin tomar importancia a las miradas.

 

–¿Y se puede saber por qué lo dices con tal felicidad?– Le pregunté, no molesto, si no avergonzado.

 

–Porque, querido amigo mío, al parecer te has ganado al chico más sexy de todo el colegio– Exclamó con una sonrisa.

 

–Pero a mi no me gusta, además Ruki está con él.–

 

–Sólo se acostaron, además se ve de lejos que Aoi ya no quiere nada con él, y te confieso que mientras hablábamos él te miraba reiteradas veces sin que tú lo notaras.–<<

 

Negué con la cabeza intentando olvidar el incidente y dando por terminada mi conversación con Uruha.

 

Luego de eso, en los descansos Uruha siempre me llevaba a la azotea para que estuviéramos con Aoi, quien como mi amigo había dicho, siempre me dirigía miradas discretas, o sino se me quedaba viendo fijamente en mi dirección, lo cual me ponía algo nervioso.

 

Desde que lo conocí habían pasado dos meses, y hasta entonces no se volvió a repetir lo del beso. Él y yo nos hicimos buenos amigos, por así decirlo, Ruki de vez en cuando me observaba con cierto rencor por tener gran parte de la atención de Aoi, cosa que yo me negué a aceptar y que Uruha me repetía constantemente.

 

Un día nos invitó a su casa, sus padres estaban de viaje y se encontraba completamente solo. Nosotros aceptamos y después de clases nos fuimos directo a su casa, estábamos en la sala de estar, yo sentado junto a Uruha en el mismo sofá, ruki en otro individual y Aoi también en uno individual.–

 

Kai respiro hondo.

 

–¿Tora de verdad quieres que continúe?–

 

–Si, y no quiero que omitas nada.–

 

–Bien. Estábamos aburridos y Uruha sugirió jugar "verdad o reto" a lo cual todos dijimos que si, incluyéndome.

 

>>–Ruki, ¿verdad o reto?– preguntó Uruha con una sonrisa en los labios. Ruki tardó algo en contestar.

 

–Verdad.–

 

–¿Estás celoso de alguien que está en esta habitación?– Miré a Uruha algo molesto, sentía que aquella pregunta provocaría cierto distanciamiento entre yo y Ruki, quien antes de responder me miró con el ceño levemente fruncido.

 

–No.– Su respuesta fue simple y cortante. Y shima no quedó nada conforme con la respuesta, pero ya no podía hacer nada.

 

Por cierto, Uruha me había mencionado que Ruki le había contado que habían pasado ciertas cosas entre Aoi y él, y que estaba seguro de que Aoi si sentía algo por él.

 

Bueno, era el turno de Ruki, quien pasó su mirada por todos nosotros y la detuvo en Aoi.

 

–Aoi, ¿verdad o reto?–

 

–Reto.– Al escuchar su respuesta Ruki sonrió.

 

–Si hay alguien que te guste en esta habitación levántate y bésalo.–<<

 

Al principio no me preocupé en lo absoluto por el reto, según yo, a quien besaría era a Ruki, pero esa idea se esfumó al verlo de pie justo en frente mío, yo levanté la vista y él aprovechó para acercarse a besarme. Al principio me resistí e intenté alejarlo, pero luego comencé a responder de igual manera e incluso terminé por acercarlo más a mi.

 

Cuando dimos por terminado el beso él me levantó y se sentó en mi lugar, para luego yo sentarme sobre él.

 

Recuerdo que el rostro de Ruki reflejaba sólo rencor y odio, del cual todo estaba dirigido hacia mi.

 

Resumiendo, cuando salí de esa casa ya era novio de Aoi. lo cual me parecía increíble, de hecho al llegar a mi casa ni si quiera podía creerlo.

 

Uruha constantemente me decía que estaba muy feliz por mi, y de hecho, él estaba mucho más emocionado que yo por mi relación, no es que no quisiera a Aoi o que estuviera de cierta forma obligado a estar con él, es sólo que no me acostumbraba a la idea.

 

Cuando llevábamos unos seis o siete meses de relación él comenzó a presionarme para que tuviéramos sexo. Yo era virgen en ese entonces, y no tenía la seguridad de que si lo hacía con Aoi, él se quedaría a mi lado. Pero en esos momentos nuestra relación no estaba del todo bien, discutíamos por cosas pequeñas y él pasaba casi todo el tiempo molesto conmigo. Fue entonces cuando pensé que si me acostaba con él todo se solucionaría.

 

Lo hice, y todo volvió a como era antes, pero eso duró sólo hasta que terminó el año escolar, lo cual no fue mucho. En las vacaciones nos veíamos mucho menos, él siempre encontraba una excusa para no venir a mi casa o yo ir a la suya, y pocas veces contestaba mis llamadas. Un día hablé de eso con Uruha, y él me sugirió que fuera a casa de Aoi para hablar y aclarar lo que sucedía. Le obedecí y fui a su casa que como de costumbre estaba sola.

 

Busqué a Aoi en la planta baja y al no encontrarlo supuso que debía estar en su habitación, así que subí a ver, pero antes de entrar comencé a escuchar ruidos. Al principio no quería creer a que pertenecían esos ruidos, pero en el fondo de mi ya lo había hecho.

 

Abrí la puerta y ahí, en la misma cama en la que yo me entregué a ese hombre, estaba Ruki disfrutando de una sesión de sexo con nada más ni nada menos que mi encantador novio. ¿Sabes? verlos ahí fue horrible, me destruyó por completo. Ese fue el inicio de mi perdición.–

 

Kai soltó un sonoro suspiro antes de continuar hablando.

 

–Aún no sé si fue o no un error el haber ido allí, pero gracias a eso me enteré de la verdad. Siempre supe que la verdad dolía, pero lo que sentía en ese momento no era ni la mitad de lo que alguna vez llegué a imaginar. No soporté mucho tiempo observando eso, y en cuanto pude salir un poco de la impresión, me fui corriendo de allí. Al llegar a mi casa me derrumbé por completo, lloré todo lo que quedaba de día y toda la noche.

 

Con el paso de los días yo seguía igual o peor, no comía demasiado y ya no lloraba como al principio, pero tampoco podía descansar bien, mis pensamientos me torturaban todas las horas que pasaba despierto.

 

Cerca de dos semanas después de que yo descubriera eso, llegó Aoi a mi casa para hablar conmigo. Cuando abrí la puerta y lo vi ahí de pie, lo único que pude decirle fue un simple "terminamos", luego le cerré la puerta en la cara y me deslicé por ella hasta quedar sentado en el suelo llorando en silencio. Él comenzó a gritar que por favor lo perdonara, que no había sido su intención engañarme y que Ruki lo había seducido. Obviamente no le creí ni una de sus palabras.

 

Días después decidí llamar a Uruha, le conté todo lo que había ocurrido y al terminar me sentí un poco mejor, es cierto que eso de desahogarse sirve mucho, pero aún así el dolor volvió en cuanto mi amigo cruzó la puerta de salida. Volví a sentirme tan solo como me sentí al descubrir a Aoi.

 

El tiempo fue pasando y yo comencé a hundirme cada vez más. Así como los días pasaban yo cada vez estaba peor. A diario pensaba y rogaba dejar de sentir o vivir, o encontrar alguna solución para olvidar de una maldita vez ese dolor que me partía el alma. Hasta que un día encontré una solución, era algo muy temporal pero de igual forma servía. Comencé a cortarme las muñecas, no con la intención de suicidarme, más bien con la intención de apaciguar el dolor de mi alma. Y lo lograba, por breves instantes el dolor físico era mucho más fuerte que el que sentía en el pecho, y eso me aliviaba. Además me ayudaba a fingir felicidad cuando estaba con Uruha y sus amigos.

 

No me había dado cuenta de cuan bajo había caído.

 

Un día Uruha se dio cuenta. ¿Cómo? no tengo idea, pero lo notó. Me regañó como nunca, me gritó y dijo mil y un cosas, de las cuales sólo una se me quedó completamente gravada. " Aquel no eres tú, es una pobre imitación tuya." Y era verdad, eso no era más que una vil y pobre imitación mía. No era yo.

 

Había decepcionado a mi mejor amigo, lo sabía y aquello sólo pudo hacerme sentir peor. Comencé sentirme el ser más ruin que puede existir en el mundo. Había tocado fondo y lo sabía perfectamente bien. Quería cambiar, volver a ser yo, pero en ese momento no encontré apoyo para hacerlo. Uruha estaba muy molesto conmigo y supuse que no querría ni verme.

 

Realmente quería volver a ser yo, el yo de antes, pero no encontraba como. Para empezar debía olvidar lo sucedido con Aoi, dejar de cortarme y hacer mi vida normalmente. Eran tres simples cosas que al momento de intentar hacerlas se volvían mucho más que difícil. Pero lo intenté. Poco a poco fui dejando de cortarme, eso fue lo más fácil de las tres. Lo que realmente me costó fue olvidar a Aoi.

 

El salir de un poso tan profundo y negro como es en el que caes al sufrir eso, es realmente muy difícil, principalmente porque cuando el dolor es demasiado e intentas recuperarte es como nacer de nuevo, volver a empezar desde cero. Obviamente es muy diferente dependiendo de cada relación. En mi caso fue muy difícil, especialmente porque me perdí a mi mismo, había dejado de ser yo. Y créeme que yo tuve que empezar de cero, reconstruirme completamente.

 

No puedes ni imaginar lo que una maldita decepción amorosa hizo conmigo. El daño que me causó no se puede explicar con palabras, pero el daño que me causé yo mismo fue mucho peor.

 

Y ahí apareciste tú. Eras conocido de un amigo de Uruha. Te conocí en una de esas salidas grupales que suele organizar shima, a la que me invitó al ver que yo si hacía un esfuerzo por salir adelante.

 

La primera vez que te vi pensé que eras, físicamente hablando, muy lindo. Varias veces me encontré mirándote de reojo.–

 

Tora sonrió por lo que escuchaba y kai rió levemente.

 

–Gracias a ti, pude olvidar por completo a Aoi, tú fuiste quien más me ayudó, aunque en ese entonces no te dieras cuenta, fuiste tú mi apoyo más grande. Gracias a ti yo pude salir adelante y volver a ser yo. Gracias a ti, creí en el amor otra vez y volví a confiar.–

 

–Yo no hice nada, fuiste tú el que con su esfuerzo logró recuperarse, yo sólo he estado aquí amándote y cuidándote.–

 

Kai se levantó otra vez y le robó un pequeño beso. No iba a discutir eso porque era más que seguro que saldría perdiendo.

 

–"dame amor como nunca antes, porque últimamente lo he estado anhelando más."– Le susurró al oído, sonriendo.

 

–Todo el que quieras.– Respondió el mayor, tomándolo en sus brazos y llevándolo a la habitación, sonriendo al escuchar la risa de kai. Definitivamente él nunca le haría daño, es más, mataría a cualquiera que se atreviera a hacerle llorar. Protegería con su vida esa hermosa risa.

 

Ahora Kai era realmente feliz, estaba completamente enamorado de Tora y tenía la seguridad de que él sentía lo mismo.

 

Si para sentir aquella felicidad había que soportar tanto sufrimiento, entonces valía totalmente la pena hacerlo.

Notas finales:

Esto: "dame amor como nunca antes, porque últimamente lo he estado anhelando más"  es un trozo de la canción "Give me love" de Ed sheeran

 


Ahora espero que les haya gustado y dejenme algún rvw, seré feliz si lo hacen. 

One shot dedicado a la Chizu! :DD te dedicaré todos mis fics xd 

Uhm... el titulo es eso porque me inspiré mientras escuchaba nakigahara y puse ese trozo de canción de Ed sheeran porque fue la última canción que escuché antes de temrinar el fic xD 

Bueno Adiós! Nos leemos en algún otro fic mío. 

Los quiero:c y gracias por darse el tiempo de leer esta cosa u.u 

Adiós 

 

 


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