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Cuando Vuelvas por Cho Kyusung

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Notas del fanfic:

Hola mis amores hermosos, les traigo un pequeño One-Shot no muy genial, de hecho no me gusto mucho pero, igual quise compartirlo. Pero la principal razón es comunicarles algo que ocurrió con respecto a mis dos fics OFERTA y APUESTA al parecer alguien entro con mi cuenta y estos dos fics fueron eliminados, motivo por el cual estoy sumamente molesta, por eso he decidido subirlos pero en mi Tumblr http://hjcloud.tumblr.com/ si desean leer mis fics largos pueden encontrarlos aquí, de lo contrario pues lo siento mucho pero no pienso subirlos aquí. Dudas o demás pueden escribirme a mi Twitter @HJCloud o por Facebook Jess Michaelis

Capítulo Único – Cuando Vuelvas

 

–  ¿Qué ocurrió? – simple y seca la pregunta fue hecha por el cierto conejo rosa.

 

– Nada – la voz salió ronca y rasposa por parte del maknae.

 

– Kyu-ah, ¿Y Sungie-hyung? – pregunto suavemente Donghae mirando preocupado todo aquel desastre.

 

– No lo sé, no me importa, puede morirse – respondió con cierta ira.

 

Los recién llegados vieron el desastre que abarcaba todo el departamento, desde la sala hasta los pasillos y una parte de la cocina, donde había varios platos rotos y unos pocos vasos. La mirada de todos viajó hasta el maknae que se encontraba en el suelo llorando mientras abrazaba sus piernas, era más que obvio el mal estado del menor, el conejo fue quien se acerco, después de todo el era el más cercano al menor, le toco el hombro suavemente y este alzó la vista sin poder evitarlo las lágrimas cayeron con más intensidad, los finos brazos de Sungmin le rodearon en un vano intento de consolarlo, era lo único que podía hacer por el momento.

 

– No entiendo hyung… no es justo… ¿Por qué? – murmuro bajito el menor aun llorando.

 

No lo sé Kyu-ah, no lo sé… – respondió suavemente acariciando con suavidad su cabello.

 

 

~~~

 

 

La lluvia caía fuerte, intensa, la poca gente que transitaba las calles lo hacían corriendo, el por su parte solamente se dedicaba a caminar lentamente, su cabello negro se pegaba a su rostro y las lágrimas se confundían con la lluvia, las ropas mojadas y pesadas no eran algo que le importara en ese momento. Sus pies de forma quizás inconsciente le llevaron hasta el departamento de alguien, alguien que desde hacía poco tiempo conocía y sin embargo le consideraba de confianza, después de todo sorprendentemente era la única persona que se había tomado el tiempo y la consideración de escucharle, permitiéndole desahogarse.

 

La ropa le pesaba pero eso poco y nada le importaba en ese momento, toco la puerta con suavidad y un ‘¡Ya voy!’ de una femenina voz es escucho para poco después, tras la puerta dejar ver la silueta de una chica algo baja, su cabello negro y profundos ojos miel, sus rasgos no eran asiáticos por lo que podría definirse como extranjera, su piel blanca resaltaba por la pijama color negro que portaba. La chica solo con verlo supo que algo estaba mal, le tomo suavemente de la mano llevándole adentro, ya luego secaría el suelo. 

 

– Ve a ducharte, te daré algo de la ropa de mi oppa. Luego hablaremos –dijo con voz firme pero mirándole con una dulzura propia de una madre o una hermana.

 

– Hyo Jin… – murmuro bajo con voz ronca y patosa.

 

– Dije que luego hablamos, ve a ducharte no quiero que enfermes – le cortó empujándole hacia el baño.

 

El pelinegro simplemente asintió y ya dentro del baño se despojo de toda su ropa mojada y se metió a la ducha, el agua caliente le hacía sentir calmado, pero su cabeza no dejaba de maquinar mil y un cosas, sobre todo dándole vueltas a lo que le había dicho su persona especial hacia solo unas pocas horas. No duró más de quince minutos su ducha, se seco y vistió con la ropa seca que la chica había dejado fuera del baño justo al lado de la puerta.

 

Finalmente salió y se dirigió al sofá dejándose caer en este abrazando sus piernas acomodándose perfectamente, vio a la mesa de centro, una taza de humeante chocolate se encontraba allí. Alzó la mirada viendo a la chica que le sonreía dulcemente.

 

– Más vale que te la tomes toda – dijo divertida par luego ponerse más seria – Ahora dime ¿Qué ocurrió? –

 

– Kyuhyun-ah me dijo que termináramos – murmuro bajo y tomando entre sus dos pequeñas manos la taza de chocolate bebiéndola lentamente.

 

– ¿Te dijo la razón? – pregunto calmadamente aunque ahora quería sacarle la cabeza al maknae de Super Junior.

 

– Dijo que no quería estar atado a mí si me iba al ejército  y que lo mejor era darnos ese tiempo – respondió apagado y deprimido mirando a la nada.

 

– Yesung-oppa… – le llamo preocupada viendo lo triste que lucía el mayor. – Tal vez solo está asustado – intento animarle en vano.

 

– El simplemente ya no me ama, no quiere nada conmigo. Fue muy claro – lentamente y en silencio las lágrimas se hicieron presentes.

 

Ni ella, ni el dijeron nada más, el solo lloro todo lo que sentía y ella solo le dio el apoyo que el vocalista líder de Super Junior necesitaba, acariciando suavemente su oscuro cabello negro, dejando que llorara todo lo que quisiera, queriendo de alguna forma alejarlo del dolor que estaba sintiendo en ese momento. Suspiro vio como el mayor se había dormido entre sus brazos, las lágrimas aun caían lentamente sus ojos cerrados y cansados.

 

Los próximos tres días nadie supo donde estaba Yesung, este no aviso y Kyuhyun tampoco insistió en que lo buscaran por lo menos para reconciliarse y pasar juntos el mayor tiempo posible.

 

~

 

 

Miró su reflejo en el espejo y se odio a si mismo, el cabello enmarañado, los ojos hinchados y la piel reseca, se veía horrible, pero en cierto modo no le importaba. La ropa ancha y desaliñada le iba bien a su estado de ánimo en ese momento, cerró los ojos y arrastro los pies hasta la cama nuevamente donde se dejo caer ocultándose bajo las mantas. El sonido de la puerta abrirse le hizo voltear a ver quien había ingresado.

 

– Yesung-oppa. Leeteuk-oppa llamó, dijo que está preocupado por ti, que si no vuelves al departamento le dirá a todos que estas aquí – dijo la chica mirándolo de forma preocupada.

 

– No iré, no quiero verlo – la voz a duras penas le salió ¿su voz siempre fue así de rasposa?

 

– Esta bien, pero los demás terminaran viniendo y lo sabes, no puedes quedarte así para siempre – dijo mirándolo con reproche y suspirando.

 

La joven salió y el mayor simplemente se acurruco más en la cama, tapándose por completo.

 

Dos días después, Eunhyuk y Donghae entraron y se asustaron al ver lo pálido, delgado y ojeroso que se encontraba.

 

 

~

 

 

– Kyuhyun solo ve a buscarlo, sabes dónde está, te haces daño y a él también – de nuevo la voz del conejo le retumbo en los oídos por quien sabe cuánta vez esa semana. Hacía cinco días que no veía a Yesung.

 

– No. Nosotros terminamos, no tengo que buscarlo – respondió terco y testarudo el menor.

 

– Como quieras, pero sabes que hyung se va en dos días al ejército, deja de ser tan tonto y arregla las cosas con él – pidió y finalmente dejo solo al maknae.

 

Kyuhyun suspiro y miro al techo dejándose caer con pesadez sobre el mueble, se sentía mal era verdad, pero su orgullo no le permitía irlo a buscar, disculparse y arreglar todo, a la final si parecía que todo había terminado.

 

Los dos días siguientes Kyuhyun siguió dándole vueltas al asunto y nunca fue a buscar al mayor.

 

 

 

~

 

Finalmente el día llegó, iría al ejército y por dos años ya no sería más un idol. Suspiró y tomo sus cosas, de todo solo le dolía que Kyuhyun no lo hubiera buscado, al final si habían terminado, lucía mejor o al menos levemente, su cabello ahora estaba rapado pero cubierto por un gorro, no quería que le vieran de esa forma.

 

El camino hasta el área de entrenamiento fue lento y pesado, los miembros de Super Junior habían optado por respetar su decisión y no ir con él para despedirlo. Cuando bajo del auto se sorprendió al encontrarse con aquella mirada negra perteneciente al que ahora podría ser considerado como su ex.

 

– ¿Qué haces aquí? – pregunto mirándole con seriedad queriendo ser frio.

 

– Vine a disculparme – respondió con simpleza dándole una suave sonrisa.

 

– ¿Por qué ahora? – bajo la mirada pero sintió como el menor alzaba su rostro tomándole por la barbilla.

 

– Porque soy idiota, pero aun te amo, por eso cuando salgas estaré para recibirte y rogarte de rodillas que me perdones – dulcemente unió sus labios con los del mayor.

 

Finalmente Yesung partió con la promesa de volver y al hacerlo el menor tendría que arrodillarse y pedir perdón apropiadamente, pero por el momento se llevaría el sabor dulce de sus labios.

 

FIN

Notas finales:

Como ya dije pueden contactarme por Twitter, Tumblr o Facebook. Espero les haya gustado y se pasen a leer por mi Tumblr los demás fics, les amo-adoro. Dejadme un review con su opinión.


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