Un día bastante nublado, con la lluvia a punto de desembocar en la ciudad, vaya manera de iniciar una historia.
Un chico rubio de ojos color miel, y tés blanquecina, complexión normal, y de estatura promedio, permanecía sentado en los escalones que conducían hacia la entrada principal de su preparatoria. Junto a su amigo George, quien era un joven castaño claro, cabellos ondulados de ojos azules y tés apiñonada. Ambos estaban platicando amenamente sobre sus vacaciones, las clases aun no iniciaban, y optaban por seguir fuera para no agobiarse con la multitud de muchachos que se formaba fuera de los pasillos.
-Luka, creo que Lía te esta mirando.-Le dio un codazo en signo de complicidad, provocando un ligero disgusto en Luka por la indiscreción
-Te ruego George, no digas nada. –Miro de reojo a la muchacha, quien efectivamente, no le quitaba el ojo de encima.
-¡Oh, vamos Luka! ¡No seas aguafiestas! Te lleva gustando desde que tenían 6 años.
-Eso no importa ya, pues ya no me gusta.
-No te creo. Dejaste de hablarle en secundaria, tu mismo me dijiste que era ¡Tu mejor amiga! Sabes, hay veces en que no te entiendo.-George se paro, para ir a hablar con la muchacha en defensa de su amigo, estaba decidido a ayudarlo, además de que no lo hacia de a gratis, puesto que el gustaba de la mejor amiga de Lía. Vaya convenenciero resulto ser.
Un joven pelinegro, de ojos grises, muy poco usuales y de tés trigueña y complexión normal, además de ser alto, bajaba de una camioneta, traído por su propio chofer. A penas puso un pie fuera del vehículo, pudo sentir todas las miradas de los presentes a su alrededor clavarse encima de el como un cuchillo punzante en el pecho. Sonrió sarcásticamente, le agradaba esa clase de atención hasta cierto punto, pero de alguna forma llegaba a volverse tajante.
Luka miraba al cielo con la mirada llena de esperanza de un futuro mejor, uno donde tuviera a Lía a su lado, cuando sintió una pelota rodar por sus pies, bajo la mirada a la expectativa y la cogió con una mano, mirando como un niño mas pequeño le hacia señas para que se la devolviera. Se levanto y la puso en el suelo, dispuesto a patearla con su pie derecho, pero dio un movimiento en falso, provocando que cayera casi inmediatamente a estamparse contra el suelo de espaldas, de no ser por que alguien alcanzo a sujetarlo de la cintura para agarrarlo.
-No te caigas-Exclamo pletórico su salvador.
-Oye eres muy guapo…”¿Que dije?”-Quería darse una tremenda cachetada.
-¿Sí? Ya veo…-Enarco una ceja regalándole una cálida mirada.
-Yo no…-Tartamudeaba el pobre muchacho acongojado por su reacción.
-Se que no era enserio, descuida.-Concluyo el extraño.
-Mi héroe..-Suspiro por lo bajo.-Digo, este, yo…-Comenzaba a sudar de la nada por decir tan torpes respuestas a su habitual vocabulario.
-Tranquilo, es obvio que soy tu héroe.-Asintió sin dejar de sonreírle.
-Bueno, ¿Me puedes soltar ya?-Nervioso hasta por los calzones.
-Oh, si perdona.-Lo acomodo mejor de las caderas, quedando a pocos centímetros de su cara, mientras Luka sentía sus respiraciones rozar sus labios, poniéndolo aun mas nervioso, ambos se miraban fijamente, sintió un escalofrió recorrer todo su cuerpo de pies a cabeza, jamás había estado tan de cerca de un hombre, y menos de un desconocido.
-¡Klaus!-Exclamo un hombre de traje, que bajaba de la misma camioneta de donde el se había bajado. Corría en dirección a ellos, desesperado por llegar a su destino.
-¿Que sucede?-Pregunto el aludido.
-Klaus, el director nos esta esperando.-Hablo el hombre de traje volteando a ver a Luka como si fuese cualquier persona, con un deje de desprecio.
-Cierto, con tu permiso, por cierto me llamo Klaus ¿Y tu?
-Soy… Luka
-Bueno Luka fue un gusto conocerte.-Le palmeo la espalda. Siguiendo a su amigo de vuelta de donde venían.
-Cielos, ¿Que fue eso?-Se pregunto enarcando su ceja, tragando saliva con dificultad.-Creo que me afecto demasiado saber que mis amigos eran del otro bando.
“No te resistas”-Le hablaba una voz en su cabeza, espantándolo por demás, haciendo énfasis en su miedo. Afortunadamente la pueril inocencia de Luka dejo aquel accidente como una simple broma entre hombres.
-¿Pero que sucede?-Se preguntaba a si mismo, mientras veía el día escapársele de las manos, permaneció parado un tiempo hasta que decidió por fin entrar al colegio, una vez que sonó la campana.
Luka acomodo su mochila aun lado de su asiento, detrás de el se acomoda George, quien le palmeo la espalda, indicándole que Lía hacia acto de presencia bajo el marco de la puerta. Detrás de ella, llegaba Klaus, sintiendo una vez mas esas frías miradas, tanto que hasta Lía sentía celos de que toda la atención se centrara en ese “otro” muchacho.
-Bien clase.-Hablo el maestro, tomando a Klaus de los hombros.-El es un estudiante de intercambio que llego desde Rumania, espero que sean dulces con el y se lleven bien, les presento a Klaus.-El maestro examino detalladamente el panorama del salón, a su parecer, no había mas que un asiento disponible, y era exactamente, frente a Luka.- Toma asiento muchacho.
Klaus se posicionó en su nuevo lugar, mirando con ojo avizor atento a cada movimiento que hacia Luka disimuladamente, hasta que la voz del profesor lo distrajo de sus cavilaciones. Todas las muchachas miraban al nuevo estudiante, tan diferente a los demás chicos, traía consigo una vibra de soledad, y un aura que a los ojos de George parecía negra. Llevaba mirándolo toda la clase con desaprobación, algo no encajaba con ese chico, estaba seguro que tenia cola que le pisen y estaba dispuesto a descubrirlo.
Al toque del timbre, todos se pararon listos para el cambio de salón, pero el maestro atino a comentarle su nueva misión a Luka.
-Luka, espera.-Comento el mayor.-Te encargo a Klaus, mira, quiero que te ocupes de el...
-¡¿Qué?!-Pregunto sorprendido.
-Si, es nuevo, encárgate de enseñarle la escuela y presentarlo con gente nueva.
-¿Pero, por que yo?-Pregunto suplicante.
-En primera, por que eres el mas listo del salón, y en segunda, por que tu lugar es detrás de el, y le quedas de paso. –Luka chisteo con molestia.- Tengo entendido que es un chico rebelde, y reservado, necesito que le tengas paciencia ¿De acuerdo?-El menor asintió.
Luka salió, topándose con Klaus quien lo esperaba en el pasillo.
-¿Tu que haces aquí?-Pregunto con recelo el rubio.
-Me han dicho que tu te encargaras de cuidarme.-Rio por lo bajo, ante la mirada hastiada de Luka.
-Si, no te emociones. Vamos, nos toca química.-Prosiguió con desgano.
-¿Y si nos la volamos?-Un brillo especial se presento iluminando sus ojos.
-¡¿Que?! ¿Tienes idea de lo que propones?- Su expresión se torno incrédula.
-Así es, vamos, si hay algo que no entiendas después, yo te enseño, de veras.-Invito con una cálida sonrisa, la cual le habría sido difícil rechazar a cualquiera, pero el no era cualquiera.
-No, lo siento.-Miro hacia otro lado- Pero tengo un historial de asistencia perfecto, así que…-Klaus estrello su palma contra la pared, provocando que Luka se replegara contra el muro, por la impresión que se llevo, lo miraba escéptico.
-Hay que ir, o ¿Acaso tienes miedo de quedarte solo conmigo?-Pregunto enarcando una ceja levemente, con un ligero toque de sensualidad en su voz.
-Yo…-No sabía que decir, ni como reaccionar, sus ojos estaban abiertos en sobre manera, y nada mas veía su rostro aproximarse hacia al de el, peligrosamente.
-¡Luka! –Exclama su amigo, pendiente a la escenita que estaba presenciando.
-¡George! Pensé que ya te habías ido…-Se separo bruscamente de Klaus, aventándolo con fuerza lejos de el, el pelinegro suspiro por lo bajo, frunciendo el ceño, mirando sin expresión aparente al amigo de Luca.
-¿Qué te hace pensar que te dejaría solo? ¡Te recuerdo que a los 4 años yo te ayudaba a bajarte los calzones!-Hiso énfasis en la ultima frase, provocando que Luca se sonrojara, y que Klaus enarcara ambas cejas, en señal de sorpresa.
-¡Cállate! ¡Fue solo una vez! –Se giro a mirar a Klaus.- Y fue por que me dolía el estomago, ¡Solo eso!- Juró.
-Vale, ya vámonos.-George lo tomo de la mano, separándolo de Klaus, sin dejar de mirarlo con bronca. Klaus se había quedado estático, pero Luka se soltó del agarre de George, jalando de la sudadera a Klaus.
-Espera George, el es Klaus y viene conmigo.-Lo soltó una vez que Klaus los seguía hacia el laboratorio de química.
Una vez que entraron, había llegado la hora de formar parejas de laboratorio, estaba claro que Luca y George quedarían juntos como siempre, pero la presencia de una joven, hiso que los resultados no fueran favorables, al menos no para Luka.
-¡Coco!-Exclamo la muchacha.- ¿Quieres ser mi pareja?
“No puede ser, “Chelle esta hablando conmigo!”-Pensaba George titubeante.
-Cc..cla…¡Claro!-Sin pensarlo dos veces se acerco donde ella y se sentaron juntos del otro lado de la fila.
-¿Y yo que?-Preguntó casi susurrando Luca, volteo a ver a Lía, la mejor amiga de Chelle, quien estaba con George, por lo que el supuso Lía estaría solita, pero no fue nada grata la sorpresa de verla junto a otro muchacho, uno bien parecido.
-Tu puedes quedarte conmigo. Al parecer tanto tu como yo estamos solos.-Observo Klaus.- A decir verdad, esperaba que te quedaras con tu amigo.
-Si, yo también… pero el esta con Michelle.-Dijo en tono de reproche.
-La chica es linda…-La miro unos segundos, mientras Luka lo miraba desconcertado.
-Mph.-Carraspeo con un deje de indignación, inflando ambos cachetes por el disgusto a causa de su amigo. Klaus no pudo resistir tan abierta invitación, se quito los guantes y posiciono cada palma en cada mejilla de Luca, y desinflo delicadamente sus cachetes.
-¿Qué…que haces?-Pregunto apenado, quitando sus manos de sus mejillas.
-Este… no lo se… no pude resistirme.-Sonrió inocentemente, cerrando ambos ojos, pero Luca se comportaba huraño, o bien indiferente.
-Pues no lo vuelvas a hacer.-Frunció el ceño molesto, cada que podía invadía su espacio personal a la fuerza, no le agradaba el contacto con otras personas, mucho menos con desconocidos.
-¿Por qué no?- Pregunto en tono divertido.
-¡Pues por que somos hombres! Y es raro…-Ambos se sentaron en los bancos.
-Que aburrido eres.-Apoyo su codo en la mesa y su barbilla en su mano.- Yo no pienso de igual manera, no le veo lo malo.
-Solo… no digas nada…- Luka se limito a anotar cada frase que le fuera relevante de la explicación del maestro referente a química orgánica, mientras Klaus rodaba su lápiz por la mesa una y otra vez, cosa que fastidiaba a su compañero. El timbre volvió a sonar, indicando el primer descanso. Luca salió a todo galope en dirección al baño. Una vez cubiertas sus necesidades, salió al pasillo, en busca de George para recriminarle el haberlo dejado a la merced de un chico raro.
-¡George! –Exclamo casi al borde del colapso.
-¿Ocurre algo malo?-Pregunto sarcástico.
-¡Me dejaste solo!
-¡Calma! Me haces pensar que estas molesto, ¡Ni que fuéramos esposos para que te tenga que pedir permiso! –Se bufo incomodo de ver como Luka lo fulminaba con la mirada.
-Pero vamos juntos a todos lados…-Mascullo débilmente. George, dejo de mirarlo, su mirada estaba en otro lado, a espaldas de Luca.
-No voltees, y cuando digo que no voltees, es no voltees.- Sugirió, casi ordenando por su bien.
-¿Qué no voltee? ¡Sabes que lo hare de todos modos!- Se apresuro a desafiarlo, al hacerlo, sintió un ligero golpe en el corazón. Si, era Lía, sus labios estaban unidos a los de ese otro chico con quien la había visto la ultima clase. Su vista se vio nublada, y una lagrima surco su mejilla. Al darse cuenta, se la limpió inmediatamente con la manga de su suéter, y corrió lejos donde no lo vieran flaquear de esa manera.
Pero para su buena suerte, tuvo que chocarse en su camino con Klaus, quien lo miraba aturdido por su cambio repentino de actitud.
-Quítate de mi camino.-Amenazo Luca, tratando de ocultar su expresión.
-¿Qué te ocurre?-Farfullo molesto.
-Que te importa, ¡Lárgate!-Grito eufórico.
-¡Este es un país libre! … bueno eso creo…-Se rasco la cabeza sonriendo como idiota.
-Solo déjame solo…-Se giro a ver una vez mas a Lía, para comprobar que su pesadilla era real. El dolor se hacia cada vez mas tangible, y eso no paso desapercibido por Klaus, quien sabia a la perfección lo que significa llevarse una tremenda decepción.
-No…-Lo tomo de los brazos, obligándolo a que lo mirara a los ojos.- Dime que ocurre.-Luca desvió una vez mas su mirada hacia Lía inconscientemente, y Klaus vio a la chica, inmediatamente comprendió lo que ocurría, y se sintió un poco decepcionado.
-Me voy.-Concluyo Luca soltándose de su agarre.
-No te dejare ir así.-Lo abrazo inesperadamente, mientras Luca trataba de separarse de el como pudiera, pero Klaus lo estrechaba cada vez mas fuerte, impidiendo que lograra su acometido.
-Su su ¡Suéltame te digo!- Inquirió molesto.
-No lo hare hasta que te calmes. –Lo abrazo mas fuerte, cerrando los ojos y oliendo el fresco de su aroma. Sintió pesada su actitud y los abrió mirando a George quien se avecinaba a rescatar a su amigo de sus brazos, pero para su mala fortuna llega un profesor a recriminarle ese extraño comportamiento.
-¡Oigan ustedes, sepárense!- Amenazó el profesor, provocando que todos los voltearan a ver, y rieran de aquella escenita conmovedora, la cual protagonizaban dos hombres.
-¡Carajo!-Exclamo Luka, haciendo acopio de lo que estaba sucediendo a su alrededor, en un descuido se separo de Klaus, y trato de pasar de largo al profesor, quien lo tomo de un brazo, evitando su escape
-Ah, no tu no te me vas, me debes una explicación.-Alego el maestro entre indagando y divertido.
-Yo… no he hecho nada malo…-Alego enojado.
-Mira, esta escuela tiene un cierto prestigio, y no dejare que estudiantes con hormonas alborotadas como las tuyas influya afectándolo, ¿Entendiste?
-Pero si yo no…
-¡No me repliques!
-Ya que, Entendí.-Molesto.
-Tendrás que quedarte después de clases, te tengo un trabajito para ti y tu amiguito.
-¿Yo y el? ¡¡¡Noooo!!! ¡Todo menos eso! ¡Se lo ruego!º
-Se dice El y yo y si, tendrás que soportarlo, al fin que no parecía desagradarte ni remotamente hace unos segundos cuando estaba por violarte el trasero.