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EDIPO por Agnes-San

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Notas del capitulo:

Ya se que dije que sería un 2 shot; lamento decir que me emocione escribiendo y ahora no se hasta que cap llegue ;^; serán pocos, de eso si estoy segura xDD

Perdon pro mentirles y aquí el segundo cap.

a todas las que dejaron Review en el cap anterior muchas gracias, realmente aprecio mucho los Rws y por cierto no creí que esta historia fuera tan aceptada, espero tener tambein muchos reviews en este nuevo cap :D

gracias por leer

EDIPO 2

 

—     No te vayas —suplicó un Jonghyun tomándolo de la mano, evitando su huida. —duerme conmigo por favor.

Viéndolo de esa manera Jonghyun seguía siendo un niño, uno que estaba en su etapa de rebeldía.

—     Jonghyun, mañana debo levantarme temprano — dijo evadiendo sus ojos de cachorro suplicante, sabía que si miraba aunque fuera una decima de segundo esos ojos se quedaría con él, y lo perdonaría mil y un veces más.

—     Kibum… —suplicó tratando de poner su cara más tierna, aunque sabía que no lo lograría por qué estaba todo lleno de hematomas.

—     Jong, ya no eres un niño… —dijo medio fastidiado y luego de decir esas palabras se quedo atónito; fue entonces que por fin entendió, Jong ya había crecido, ya no era un niño, aunque hubiese estado todo el tiempo con él y a sus ojos a veces pareciera un bebé, ya no lo era, había crecido, se había hecho de un cuerpo trabajado producto de las clases de box, y seguro tenía novia… ¿novia?… quizá por eso era que había entrado en ese deporte tan rudo según Kibum, quizá estaba tratando de impresionar a la susodicha.

Por un momento sintió la decepción golpeando su cuerpo, no sabía por qué estaba decepcionado pero lo estaba.

—     Quédate —volvió a suplicar, se sentía tan miserable rogando aunque solo fuera un poco de la atención de su Kibum.

Key suspiró antes de asentir con la cabeza, ese niño lo había derrumbado, al final había caído ante ese par de ojos de cachorro perdido y hambriento.

—     Está bien… solo por hoy —advirtió sabiendo que si Jong se lo pedía otro día seguro terminaría accediendo. —Solo recojo esto y regreso —sonrió a su niño que ya no era un niño precisamente.

Jonghyun asintió tratando de sonreír sin embargo su labio roto se lo impidió.

 

***

Se recortó a un lado de Jonghyun y este lo abrazo, como cuando era un pequeño de diez años, él sonrió tan solo recordar la edad del niño que había crecido ocho años más, Jonghyun era su bebé y siempre sería así, él era su mamá y siempre sería así.

Los brazos de Jong lo sujetaron con mucha fuerza y mordió su pulgar solo para no emitir ninguna queja.

—     Kibum — lo llamó Jong.

—     Mande —susurró él con los ojos cerrados.

—     ¿Me amas? —preguntó sabiendo la respuesta, su respuesta maternal.

—     Por supuesto que sí, siempre serás mi pequeño — añadió pasando su mano por el cabello lacio de Jonghyun. —Y no me vuelvas a llamar Kibum —regaño abriendo los ojos.

EL rostro de Jonghyun estaba tan cerca del suyo, sus ojos profundos lo miraban  analizantes, se encontró directo con esa vista que lo analizaba y sonrió sintiéndose un poco raro.

—     Kibum —repitió

—     Mande

—     Te amo —musito quedito como pidiéndole permiso a su lengua para entrelazar las silabas, a Kibum se le detuvo el corazón y la sangre se estanco en sus venas azules, llenas de vida.

Jonghyun lo apretó otro poquito sintiendo la calidez infinita que desprendía el cuerpo de su madre, quería besar esos labios bonitos que sonreían amenamente, pero sabía que si lo hacía posiblemente se ganaría le odio de Key para siempre; además él ya tenía alguien a quien besar.

Se mantuvo despierto mucho rato, incluso hasta después que Kibum se fue a dormir, quería pasar la mayor parte del tiempo a su lado, quería verlo dormir, quería escuchar los suspiros que lanzaba al aire, quería besarlo en silencio y a escondidas del mundo, en la oscuridad de la habitación, ocultándoselo al propio Kibum.

Cada beso que le regalaba a los labios húmedos de Kibum se le antojaba el mejor que había repartido, pero luego se sentía la peor persona del mundo por amar de esa manera a quien le había cambiado los pañales cuándo todavía usaba.

 

***

Había dejado un beso en la frente de Jonghyun cuando se despertó, posterior a ello se sintió extraño por haber dormido en cama de su niño, generalmente era Jong el que se arrastraba hasta su cama a mitad de la noche, diciendo que no le gustaba estar solo, pero de eso hacía ya años.

Se baño pensando mil cosas, como ese último “te amo” que Jonghyun le había dedicado, ese que lo había hecho sentir nervioso, ese te amo al que no había podido responder y se sentía mal por ello.

Estaba en la cocina preparando el desayuno para ambos (Jonghyun y él) tarareaba la canción de moda y estaba demasiado sumido en sus pensamientos que no se dio cuenta lo que sucedía a su alrededor, sintió el toque sutil y acariciante de las unas manos posarse alrededor de su cuerpo, abrazándolo por detrás y posicionando ambas palmas en el vientre, sabía de sobra de quien se trataba así que solo sonrió y se dejo hacer.

La nariz de Jong se pego a su nuca e inhalo su aroma a champú, esa simple acción lo hizo estremecer y aventar un ligero gemidito, cosa de la que después se arrepintió, su nuca era un punto muy sensible y se avergonzaba por haber reaccionado así al toque de su hijo, aunque no lo fuera realmente.

—     No hagas eso —pidió poniéndose rígido.

—     ¿por qué no? —susurró Jong en su oído, su voz ronca le hacía cosquillas, y entonces reconoció que la voz de Jong había cambiado considerablemente, parecía más… seductora.

—     Por qué no  me gusta. —dijo al final de todo.

Jonghyun se sintió orgulloso  de provocar sensaciones en Kibum, y el gemidito que había aventado no decía que “no le gustara” más bien lo contrario, había descubierto un punto sensible en Key aunque no lo hubiese planeado.

—     ¿Hoy no vas a trabajar? —preguntó colocando la cabeza en el hombro de Key, viendo sus manos delgadas sostener un afilado cuchillo.

—     Es mi día de descanso, ahora descanso sábados y domingos —dijo dando algo de la fruta que estaba picando a Jonghyun quien la mastico y trituro ufano.

—     ¿quieres ir a comer conmigo? —cuestionó el menor de los Kim.

La petición de Jonghyun hizo que Kibum se quedara anonadado, y que el cuchillo resbalara de su mano directo hacia su índice, no esperaba que su propio hijo le invitara a salir, y entonces una punzada le advirtió que su dedo estaba herido.

—     ¡Auch! —se quejó turando el cuchillo a un lado y prestándole especial atención a su dedo que sangraba horrores o al menos eso le parecía a él.

—     Apriétate — ordeno Jong y Kibum enseguida hizo lo que el menor le ordeno presionando la herida.

Jonghyun aun y con el dolor que tenía luego de recibir tremenda golpiza el día anterior, aun así corrió a toda prisa por el botiquín de primeros auxilios, se sentía culpable por que Kibum se hubiese herido.

Bajo con la misma velocidad con la que subió las escaleras, en ese lapso de tiempo el dolor en sus costillas se le olvido igual que el de la cara, Kibum estaba aun apretando su dedo, viendo como las frutas se habían medio manchado de su sangre.

—     Te curare —habló con  el labio lastimado, le dolía mucho, pero más le dolía ver la cara de Key preocupado por su dedo apuñalado.

Puso un curita alrededor del dedo lastimado, Kibum sonrió al ver a Jong tan concentrado de no apretar el curita de más y estrangular su dedo, su delicado toque lo hizo sentir seguro.

—     ¿te duelen tus heridas? —cuestionó Kibum de repente, la pregunta era realmente estúpida, así se escuchó para oídos del propio Key, se mordió la lengua para no maldecirse por sentir nervios estando cerca de su hijo.

—     Un poco… gracias por lo de ayer —se acerco un poco a su “mamá” esperando que este no lo rechazara y saliera tras su novio.

—     No practiques ese deporte, por favor… es muy rudo… — se sintió cohibido ante los ojos expectantes de Jonghyun.

—     Lo dejare, pero con una condición, sal conmigo… tengamos un cita ¿si? —pidió sosteniendo las manos de Key y este solo se descolocó otro poco.

Jonghyun sabía que si quería tener a Kibum para él, antes debía hacer que se enamorara de él, y que mejor que una cita, de todas maneras Kibum siempre parecía un adolescente, más aun con su manera de vestir tan aniñada y colorida.

—     Jonghyun… tú… ¿estás invitándome a salir como si yo fuera una chica? —cuestionó un poco más molesto de lo usual.

—     Si… no… solo quiero pasar tiempo contigo —Key lo vio escéptico, quizá Jong solo estaba ser dulce y él mal interpretaba eso.

—     Iremos a comer a algún lugar, pero yo elijo y luego te sales de esa porquería del Box, y yo pago, por que dudo que tú tengas dinero para  invitarme a comer.

“Qué idiota” pensó Jong, era cierto, Key tenía razón, él no tenía ni un peso, ¿Cómo demonios invitaba  a alguien a comer si no tenía ni es que caerse muerto?

Jonghyun en ese mismo momento se prometió conseguir un trabajo, para al menos así poder conseguir algo de dinero y la próxima vez que le pediría una cita a Key él pagaría los gastos, si eso haría.

 

***

La comida no había sido muy buena, no para Jong que todos lo veían mal por estar sumamente golpeado y tener hematomas por todas partes del cuerpo y si a eso le sumaban que iba con un chico mejor vestido que él y muy bonito al que las chicas le coqueteaban con descaro y uno que otro chico sutilmente también lo hacían.

Mentalmente hizo el juramente de ya nunca llevar a Kibum a ese restaurante, por mucho que Key lo quisiera.

Por la tarde solo vio películas en la tv, Key había dicho que le dolía la cabeza luego de una de sus insinuaciones  y se había largado a su habitación, eso le molestó en demasía y también lo preocupo un poco.

Se levanto del sofá frente al televisor,  recorrió a paso lento todo el camino directo al baño y lo primero que hizo fue voltear al espejo de medio cuerpo que se estiraba sobre el lavamanos, su ojo aun estaba medio hinchado, el labio aun dolía porque estaba partido, menos inflamado pero igual de partido, levantó la camisa y los hematomas en su abdomen aun seguían ahí, habían adquirido una tonalidad más verdosa.

Bajo su camisa y se lavo el rostro,  esperaba que dentro de unos días la golpiza que le habían puesto ya no se viera tan mal, pero por lo pronto el lunes no iría a clases y empezaría a buscar un trabajo.

Subió las escaleras hacia su habitación, le llamaría a Minho para pedirle algún consejo, porque Minho siempre sabía que darle a una chica para conquistar su corazón, pero la puerta entreabierta de la habitación de Kibum llamó su atención.

Con mucho sigilo la fue entreabriendo otro poco, asomando solo la cabeza, lo vio dormir  boca abajo, esa era una extraña maña de Kibum, siempre parecía conciliar mejor el sueño cuando se recostaba boca abajo, esperó que sus pasos no se escucharan antes de avanzar hacia la figura inerte y cubierta con las sabanas.

—     Kibum — se mordió la lengua luego de pronunciar eso — ¿estás despierto? — preguntó inútilmente, puesto que no hubo contestación en lo absoluto.

Key dejo salir un suspiro anunciando que vagaba muy lejos en el mundo de los sueños.

Se inclinó hasta que con su nariz roso el pelo rubio de su “mamá” el chico que lo había acogido aunque no era exactamente su responsabilidad, del que se había enamorado aunque fuera once años más grande y al que conquistaría no importaba como lo hiciera.

Dejo un beso casto, presionando sus labios heridos sobre la cabeza de Key, y con su nariz aspiro el olor que desprendía, se le extasiaron los sentidos de ese aroma, se emborracho de él, lo olfateo como un perro, como si su vida dependiese de ello.

—     Voy a hacer que te enamores de mi… lo prometo —dijo seguro dejando un beso en la mejilla y escuchando un suspiro que le robo el aliento.

 

 

Notas finales:

gracias por leer y de nuevo sorry por haberles mentido :D

 

kisses y cuidense mucho


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