-¿Quién es?
-¡La vieja Inés!
-¡¿Oh enserio?! ¡Siempre quise conocerte vieja Inés!-Ya podre morir en paz, ¡Sabia que debía de haber una anciana llamada Inés!
-No seas tarado, soy yo, Kieran.-Esa ultima palabra logro calarme completamente los huesos, siento que la sangre se me bajo, dejándome pálido.
-¿Q-Que haces aquí?
-¡Cris!-Exclamo Denisse.-Es que el vino por mi.
-¿Ya te vas?-Pregunte extrañado.
-No se va, le dije que podría quedarse a dormir, solo si yo me quedaba con ella para cuidarla.-Ow que lindo Kieran que consiente a su hermanita … ¡Jodete Kieran! ¿Por qué aquí? ¿Por qué ahora? Abrí la puerta sin mas demora, y ahí estaba el.
-Eso es, ¡Ahora enciérrenlos!-Inquirió su amigo Quique, ¡El no se queda! ¡No señor!
-Pero si nadie ha hecho nada malo.- Mascullo Kieran incrédulo, ante la aparente boba actitud de Quique.
-Agh, si hubiese mas gente como tu, las cárceles estarían vacías.-Rayos Quique, tu serás un policía corrupto, de eso no me queda duda.- Ya me voy .-¡Si, lárgate!
-Cris, ¿Puede quedarse mi hermano?-Pregunto Denisse con carita de ángel, ¡Demonios! ¿Cómo decirle que no a esa mujer?
-Ya que.-Asentí hastiado de ese hombre, Kieran sonrió macabramente. ¿Y el que tiene problemas soy yo, no? Genial, yo hablo solo, Marcos es una hembra en cuerpo de hombre, y Kieran es un sádico pervertido, un trio de estúpidos tras el mismo hombre, vaya suerte la de Gabriel que tiene una clase de pegue extraño, hasta yo me compadezco de el.
Nos fuimos todos a comer, a mi hermana casi se le cae el plato de ensalada cuando ve cruzar a Kieran por el marco de la puerta. Se nota que somos hermanos, si yo estuviera en su lugar y Kieran fuera Gabriel, hasta me hubiera dado una hemorragia nasal, literalmente hablando.
-Ki-Kieran.-Dios Guinet esta tartamudeando, nada mas faltaría el tic en el ojo.- ¿Q-que haces a-aquí? Ngg.-¡Nooo! ¡Tiene el tic igual que yo! Se nota que es genético, y es gracioso en si, ¡Pero no le deseo eso a mi hermana!
-¿Qué te pasa Guinet?-Pregunta Kieran mirando el pequeño defecto en su ojo que compartimos ella y yo, apuesto que sus mejillas ya se encendieron de la vergüenza, suele pasarme a mi muy seguido, debo salvarla, después veré como me paga.
-Este…-Camine poniéndome frente a el.- Me ayudaba con la obra de teatro, le comentaba que soy mal actor y ella me dijo que empezara a actuar como imbécil o tarado en las situaciones menos esperadas, y ella me acaba de dar un buen ejemplo, ¡Así se hace Guinet! ¡Eres mi heroína! …-Espero que se la crea.
-Ya veo.-Musito expectante.
-Mi turno.-Trate de fingir el tic pero solo conseguí que mis ojos lagrimearan, ¡Estúpidos genes! Kieran me ve asustado.
-¡Cris, estas llorando!-Exclamó Denisse alcanzándome una servilleta para limpiarme.
-Si, gracias.-La tome y me limpie y …¡Esta rasposa! ¡¿Qué pretendías Denisse?! –Creo que debo practicar mas, jeje.- Aludí cabizbajo, no puedo creer que Kieran me haya visto llorar, aunque no fue enserio, se que se burlara de mi por siempre, todo por que amo a mi hermana.
-Denisse.-Hablo mi hermana escéptica de mi comportamiento.- ¿Puedes atenderlos?
-Claro.-Ella continuo poniendo los cubiertos, e invito a todos a sentarse, mientras mi hermana me tomaba de la muñeca y me llevaba fuera del comedor.
-Cris, ¿Por qué lo hiciste?-Pregunto azorada.
-El te gusta, no quería que hicieras el ridículo, y si bien lo hiciste prefiero que diga que lo aprendiste de mi.
-Gracias Cris.-Me abrazo dándome un beso en la cabeza. ¡Suéltame! ¡Tu nunca eres afectuosa! ¡Me das escalofríos!- Vamos.
Regresamos a la cocina y comimos, mientras todos platicaban, Diego y yo terminábamos rápido, para subir a jugar videojuegos.
-¡Termine!-Exclamamos ambos al unísono, de hecho mientras comíamos solo intercambiábamos miradas en una competencia que solo el y yo entendíamos para ver quien acababa primero, ahora tengo nauseas, ¡Pero valió la pena!
Amos subimos y nos encerramos en mi cuarto. Estuvimos toda la tarde jugando, hasta que nos quedamos dormidos, yo encima de Diego, ya eran casi las diez y media. De repente sentí cuando alguien abría la puerta y me daba una patada en la pierna izquierda.
-¡Párense!-Exclamó Kieran una vez que abrimos los ojos soñolientos.
-¡Por que siempre te metes conmigo!-Exclame sin rodeos.
-Por que Diego no me ha hecho nada que me moleste.- ¿Qué lo moleste? ¡Que yo sepa jamás me meto con el! …ok, se refiere a Gabriel.- Cris, tus padres están aquí, y yo creo que es mejor que mi hermana y yo nos vayamos.- ¡Vaya que si es inteligente! ¡Yo secundo esa propuesta! Lo siento Denisse.
-Que mal.-Me gire a darle la espalda después de incorporarme, pero Kieran bufo y me tomo del suéter nuevamente obligándome a pararme.
-Ve a saludar a tus padres no seas grosero.-Casi me cargo en el aire, y yo sentía que me ahogaba ahorcándome con mi propio suéter.
-Agh, de acuerdo.- ¿Por qué me dice que hacer? ¡No soy un niño! Ambos bajamos las escaleras, y efectivamente, estaban en la puerta despidiendo a Denisse, junto a mi hermana.
-Así que ya llegaron.-Farfulle molesto de estar junto a ese rubio engreído.
-Si Cris, pero un favor.-Comento mi madre de nombre Doris, como el pescadito de Nemo.- Acompáñalos hasta su casa, no quiero que se arriesguen solos.- ¿Pero que? Madre, ¡¿Que no me has visto?! Acabo de pasar mi etapa de enclenque, ¡Todavía ni soy Max Steel! ¡No asustaría ni a una ardilla! Solo estorbaría…
-No señora como cree.-Alego Kieran tomándome del hombro. Agh, suéltame, se me pegaran los gérmenes y me volveré rubio y pecoso, ¡Diugh! … bueno el no es pecoso…
-No es molestia, ¿Verdad Cristian?-Solo atine a bajar mi cabeza y salí junto con ellos. Yo antes en mi sano juicio no saldría con este hombre, “Era imposible”, dijo el orgullo, “Es arriesgado”, según mi experiencia, y “¡Matanga!” ¡Dijo la changa! Jeje.
-De acuerdo.-Exclamo Denisse eufórica tomándome de la mano y jaloneándome hacia fuera. Los tres caminábamos en la calle de noche, se sentía la frescura en la suave brisa que emanaba de los arboles, de todos tipos y tamaños, en verdad un gran paisaje. Justo cuando faltaba una cuadra para llegar a su casa, a Denisse se le ocurre perseguir un perrito.
-¡Quico! –Exclamo ella corriendo tras el perro, quien parecía que lo disfrutaba, el quería jugar.
-¿Por que persigue un perro?-Me pregunte a mi mismo en un susurro interceptado por mi enemigo.
-Es nuestro perro.-Espeto Kieran tajante. A buena hora a Denisse se le ocurre abandonarme con el. Deje que el se adelantara y yo me fui quedando atrás, no soporto estar a su lado, es tan…¡Ah, odioso! Cuando dio vuelta a la cuadra, yo me recargue en la pared esperando por Denisse, cerré los ojos unos minutos, pero ella no llegaba, ¿Ya se habrá metido a su casa? Justo cuando quiero abrir mis ojos, siento que alguien me agarra de la cintura y con la otra mano me tapa la boca, impidiéndome emitir palabra alguna.
-¡Nnng!-Gimotee, pero me fue imposible que se oyera audible.
-Shh, no querrás que nadie se entere.-Esa fue una voz bastante masculina, y estoy seguro que esta vez no fue Kieran. Sentí como ese cerdo olfateaba mi cabello, y metía sus manos en mis bolsillos. Una vez que comprobó que soy pobre, me tiro al piso.- ¡No me sirves! ¿Cómo es posible que no tienes ni en que caerte muerto? - La profunda oscuridad de esa noche, donde la luna curiosamente estaba escalofriantemente llena, solo me permitió ver como resplandecían unos intensos ojos color miel, y una estatura arriba de la promedio en un hombre. Yo estaba estático, no sabia como reaccionar, mis ideas se habían congelado. Se acerco hasta mi, y me tomo del cuello, tratando de estrangularme.-Creo que me divertiré un poco, antes de acabar contigo.-Esas ultimas palabras, me hicieron volver a la realidad, con una cachetada en el rostro. Le di una patada donde menos puedes querer una patada, el jadeo de dolor, intente pararme pero me tiro, alcanzando con su mano derecha mi tobillo y me apuñalo en el estomago. Sentí como se me escapaba el aire prontamente. Mi visión se quebraba, veía colores entremezclados, su cara se distorsionaba, en ese momento vi a Denisse regresar cargando a su cachorro y el volteo la mirada hacia donde apuntaba la mía.
-¿Es tu novia? -Arqueo la ceja relamiendo sus labios lujuriosamente.- Si no quieres que me meta con ella no hagas ruido.- Me mordí la lengua sucumbiendo a su amenaza, en ese momento sentí como se me encogía el corazón, y asentí levemente, mientras el me tomaba del mentón y llevaba una mano a mi entre pierna, apretando sin piedad alguna, logrando que yo soltara un lastimero gemido, jamás me había sentido tan humillado en toda mi vida. Una lagrima recorrió mi mejilla izquierda, no me defendí, no quería que le hiciera algo a Denisse, no a ella. Por un momento sentí alivio de que a quien el atacara fuera a mi y no a ella, ¿Que habría sido de esa mujer si no los hubiera acompañado? Lo único que se es que en mi vida no habría esta miseria, claro si es que la cuento.
Se sentó en mi regazo y comenzó a desabrocharme el suéter, cuando me atreví a mirarlo a los ojos me dio una cachetada que también lastimo mi nariz, creo que me la rompió. Comencé a sollozar levemente, suplique a la luna que llegara Gabriel en ese momento a salvarme, pero no era posible. Solo quería un milagro… y el milagro se concedió.
-¡Troglodita!-Exclamo alguien mas, golpeándole en la cabeza a mi agresor con una.. ¿Una piedra quizás? ¿Pero que niño normal dice esa palabra en estos tiempos?
-K-Kieran.-Gimotee con la voz entre cortada. El hombre se incorporo y comenzó a forcejear con ese joven rubio del que tanto me quejo, logrando darle una trompada, rompiéndole el grande y carnoso labio inferior a Kieran, quien se llevo la mano a la boca y se enfureció de encontrar sangre escurriéndose entre sus dedos. En menos de dos segundos Kieran tomo al hombre de los hombros y le dio un rodillazo en su parte sensible, cayendo el mayor de rodillas al piso, Kieran le dio un codazo en la espalda, logrando que el hombre se retorciera en el piso del dolor. Saco una navaja de su bolsillo y la empuño fuertemente.
-Después de castrarte no volverás a sentirte macho.-Amenazo con una mirada de asesino, se sentó en el regazo del tipo y estuvo a punto de apuñalarlo, de no ser por que intervine.
-¡Kieran!-Grite tratando de alejarme del shock del que estuve preso instantes atrás. Kieran volteo a verme y su mirada volvió a la realidad, soltó la navaja, dándose cuenta de su actitud y levantándose caótico. –Por favor, no lo hagas.-Me erguí de la espalda y me acerque hasta el, me miro confundido, se llevo ambas manos a la cabeza, justo cuando el extraño trato de escapar, Kieran se giro a darle una patada en el rostro dejándolo inconsciente. Jamás había estado tan asustado. Nunca pensé que Kieran pudiese ser tan agresivo. Y sin embargo el se acerco a mi, y en ese momento mi mente se torno en blanco, había ausencia de color; me desmalle.