Abrí mis ojos pesadamente, una luz cegadora me recibió, me lamí los labios y detecte un extraño sabor a alcohol.
-Uh, ¿Qué, que paso?-Me pregunte, sentándome y tocándome la cabeza, tenia una migraña horrible, no recordaba mucho, apenas y evocaba un atisbo de lo que paso anoche. Me estremecí completamente al notar que ya residía en mi habitación, sentí una punzada en mi labio superior, y me pare directo al baño a observarlo, y vi que lo tenia abierto. ¿Con quien me pelee? Me lo examine cuidadosamente, y si que dolía. Cuando me iba a regresar a mi cuarto, alguien abrió la puerta del baño…
-¡Cris!-Exclamo mi madre exasperada, recibiéndome con un abrazo desgarrador, casi no respiraba.- Mi amor, ¿Cómo estas?-Se separo de mi y me toco la cabeza, buscando que no tuviera ningún rasguño.
-¿Hoy no fuiste a trabajar?-Masculle cuestionando débilmente.
-No mi cielo, pedí el día libre para cuidarte.
-¿Cuidarme?- ¿De que habla? Me sentí cohibido junto a ella.
-Mírate tesoro, fue mi culpa.-Asintió taciturna y con la vista empañada de inminentes lagrimas que amenazaban con salir con el mínimo movimiento.
-Esta bien ma, no creo que haya sido para tanto.-Creo que la regué, ella me volteo a ver con el alma destrozada.
-Jamás volveré a obligarte a salir de noche.-Alce mi mano, y le limpie las lagrimas, le deposite un suave beso en la mejilla y me abrase a ella como no lo hacia en mucho tiempo.
-Te amo mama.-Vaya, me sentí encantado de decirle eso, ¿Hace cuanto no se lo decía? Tampoco pasamos mucho tiempo juntos…
-Y yo a ti mi vida.-Me lleno de besos en toda la cara, provocándome cosquillas, hasta que sentí que mi estomago reventaría.-Debo avisarle a tu padre que ya despertaste. Descansa, mañana recuperaras los apuntes de la escuela. -Se paro dispuesta a retirarse, pero se giro a decirme una ultima oración.- Me olvidaba, mañana le das las gracias a Kieran, ese muchacho es un verdadero encanto.
-¿Eh? ¿De que hablas? –Ni me escucho, me dejo hablando solo, hasta donde yo recuerdo, íbamos juntos hasta su casa, luego Denisse fue por su cachorro, y después… La imagen de ese sujeto en mi mente me golpeo en la cara, haciéndome retroceder, hasta chocar con la bañera, estuve a punto de caerme y romperme la nuca.
Corrí a mi cuarto y me senté en posición fetal al lado de mi cama. Ese día me tocaba ir al gimnasio, pero dudo que mi madre me deje poner un pie fuera de la casa. ¿Ahora como veré a Kieran a los ojos? Me siento estúpido, no fui capaz de defenderme por mi mismo. ¿Cómo estará Denisse? Sin mas cerré los ojos y choque mi frente contra mis rodillas y me hundí en un profundo sueño.
Abrí mis ojos de par en par, ya era de madrugada y me tocaba ir a la escuela. Como lo sospeche, mis padres ya no estaban, solo mi hermana y yo.
Revise mi face antes de irme, y Gabriel tenia en su muro algo especial:
¡Pregunten!
¡No es posible! ¿Gabriel tiene ask? Muy bien… le hare una pregunta, veamos…
¿Te gusta alguien?
Que diga que no, que diga que no, Que diga que no, que diga que no… ¡Ya contesto!
Si
¿Quién es?
Mi novia.
¡Carajo! ¿Gabriel tiene novia? ¡No lo sabia! Lo mas raro aquí es que ni Marcos ni Kieran lo sabían.. ¿O si?
Mi hermana toco la puerta, ay lo dejo. Ambos nos dirigimos juntos a la escuela, ninguno emitió una sola palabra en todo el recorrido, yo por la vergüenza, ¿Pero ella?
En cuanto llegue pensé que todos me mirarían con infinito desprecio o con lastima, incluso se burlarían, pero pase desapercibido, ¿Kieran habrá abierto la boca? ¿O se esperara a restregármelo en la cara?
Camine arrastrando los pies hasta el salón, en verdad no quería llegar y enfrentar la realidad, pero debía hacerlo. Cuando llegue, Diego se paro de su asiento y fue hasta donde yo estaba.
-¡Cris!-Exclamo sorprendido.- ¿Por qué no viniste ayer?-Eso me sorprendió, creí que lo sabría, busque con la mirada a Kieran, pero no lo encontré.
-Yo…luego, luego te cuento.-Camine hasta mi lugar, inmediatamente que Gabriel me vio soltar mi mochila se acerco hasta mi y me tomo del brazo.
-Oye, ayer no te vi, ¿Todo bien?-Frunció el entre cejo, tan abrumado que me sentía que ni pude emocionarme por el simple hecho de que me estaba tocando.
-Si, solo …-No supe como terminar mi oración. En ese momento llego la maestra de matemáticas interrumpiendo, no dejando mas opción que dejar la conversación para después. Aunque me dormí en su clase, no tenia ganas de escucharla.
Sonó el timbre y me exalte del impacto por el susto, Gabriel me miro extrañado, pero la maestra lo llamo y no me dijo nada. Era la hora del recreo, ¿Cuántas clases me dormí?
Corrí a la cafetería junto con Diego, era día de papas a la francesa y se acaban rápido. Cuando me forme, los dos mas necios en este mundo, obvio después de mi, estaban ahí.
-Vaya vaya, mira quien llego.-Hablo Marcos mirándome con disgusto, como si me importara. Así que lo ignore y no dije nada, hoy no estoy para peleas.- ¡No piensas decirme nada!
-¿Eh?- levante la mirada a verlo y Kieran me miraba con su mirada penetrante, típica de el.- Perdón.
-¿Te disculpas?-Pregunto Kieran incrédulo.
-No, digo, ah.-Ya no sabia ni que decir. En ese momento los tres tomamos nuestras charolas para servirnos la comida.
-¿Nunca has deseado cambiar el cuerpo con una chica?-De repente llego ese tal, ¿Randal? No, Lendal, por fin recordé su nombre, se dirigía a Marcos, que idiota.
-En verdad si.- Se rascó la cabeza, ignorándonos a Kieran y a mi, mientras lo veíamos escépticos. - ¿Y tu Kieran?-Pregunto como si nada, yo solo sonreí a punto de reírme. -Me siento como una bella damisela…- ¿Qué carajos? Ok, este hombre no esta en su sano juicio.- Justo como tu, Cristian.
Esto no huele bien…Ah perdón es que estoy comiendo cebolla, ya decía yo. Si lo se, me gano la idiotez.
-No te creo.. ¡Y yo no lo he pensado!-Rayos ahora voy a andar pensando en eso toda la tarde…
-¡Te digo que es verdad!-Casi sentí que me regañaba Marcos. ¿Insinúa que soy una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre? ¡Si yo soy bien macho!
-Ay si tu, ¡Y yo soy la reina de Inglaterra!-No dije mas, trate de mantenerme callado, por que ¡Siempre pensé que Marcos era la reina de corazones disfrazada de hombre! …y algo desnutrida quizá.- Nng.-Mi boca me traiciona, ¡Ni modo! –Jajajajajajajajaa siempre lo supe Marcos ¡Era hora de que lo aceptaras!
-¡Cris idiota!-Rugió Marcos, dispuesto a pegarme, pero por alguna razón no prosiguió.
-Haber muñeca, déjalo en paz, consíguete una vida-¿Kieran me defendió?
-P-Pero…-Marcos gimoteo incrédulo con cara épica de imbécil.
-Aléjate.- Otra ves lo repetiré, ¿Kieran me defendió? Marcos se marcho junto con su amigo.
-¿Por que me defiendes?-Pregunte escéptico, nada aquí tiene sentido, esto no es normal, bueno, Kieran no es normal.
-Esa muñeca de trapo me tiene harto, no te hagas ilusiones.-Me dio la espalda y se fue, ahora todo volvió a la normalidad, supongo. -Todo lo hago por ti mi cielo.-Susurro Kieran, y yo alcance a oírlo ¿Acaso le dijo Gabriel que me defendiera? ¡Gabriel me quiere!-Oh cariño mío.-Y sin mas se fue. ¡Pero lo escuche! ¡Ya tendré con que chantajearlo! ¡Si no hace lo que digo, le diré a todos que le gusta Gabriel! …Aunque el podría decir lo mismo de mi, pero mi dignidad se la vendí a mi hermana, así que no tengo nada que perder…
Esa misma tarde no llegue temprano a mi casa, me fui directo a la academia de Karate que estaba a ocho cuadras de la escuela y me inscribí, ese día tomaría la clase de prueba, no creo que mis padres me lo impidan.
Cuando entre al lugar, me sentí un tonto al ser el único que no traía uniforme, mire a mi alrededor, y ¡Oh no! ¡Ahí estaba el!
-Genial, ¡En todos lados estas!-Exclame provocando que todos me voltearan a ver.
-Mira que trajo la cañería.-Exclamo engreído.- Al parecer seremos compañeros de Karate.
-¡Marcos!-Exclamo el profesor.- No te lo repito, ¡No seas un buscapleitos! –Marcos me dedico una mirada llena de odio y se posiciono en su respectivo lugar.
El profesor decidió que seria mejor que me den una paliza para demostrar que sus alumnos han aprendido bien, pero Marcos es un enclenque, comparado con migo, yo me siento Dios.
-Bien, Marcos, tu turno, trata de derribar a Gabriel.-Se posiciono frente a mi, en posición de ataque, a penas entrecerré mis ojos, los volví a abrir de par en par, en instantes que sentí el aire chocar contra mi cara como una enorme cachetada, vi su pie, a escasos segundos de estamparse contra mi cara… Mi vida esta pasando ante mis ojos… un momento, a el no lo recuerdo.
Justo cuando reaccione ya era tarde.
-Muy bien Marcos, pero …¡Oh por todos los cielos! Cris, ¿Estas bien?-Pregunto el tarado del profesor que me miro tirado en el piso con el ¿Knock-out? que me asesto Marcos, quien me miraba triunfal, mientras yo a penas y era capaz de mirar a dos hombres multiplicados frente a mi, cuando debería ver uno.- Cris dime, ¿Cuantos dedos vez?- Baja su dedo índice y el pulgar, note que quedaban erguidos los otros tres dedos, pero por supuesto que no le daré el gusto, yo veo cinco dedos, no estoy ciego.
-Veo cinco.-Dije casi tartamudeando.
-No Cris, son tres.
-¿Apoco solo tiene tres dedos?.-El profesor enarco ambas cejas sorprendido.-¿A verdad? No sabe preguntar, a la próxima pregunte ¿Cuántos dedos ves erguidos? Vaya gente la de ahora.-Dije sin carraspear, incorporándome en el suelo.
-Bah, entonces estas bien.-Farfulló molesto. Continuamos con la clase y aunque Marcos me madreo todo el tiempo, me logre desquitar con el profesor dañando su moral y su escasa inteligencia.
Cuando salí del lugar, Marcos trato de tirarme por las escaleras, pero antes de caer, logre agarrarme de el, y ambos caímos, y Marcos termino encima de mi, y justo cuando voltee a mirar a quien nos había visto caer, me quería morir hay mismo, la ultima persona que querría que me mirara en una posición tan comprometedora e indecorosa.
-Cris, dime, ¡¿Por qué estas a punto de besar a Marcos?!