Han pasado dos días desde que Kai se fue y me siento mal, aunque estoy rodeado de gente, me siento solo, Lucifer le dijo a Carlo que Kai se disculpaba por haberlo tratado de matar y también nos dijo que no sabe a dónde se fue… ni cuándo volverá, siento que todo es mi culpa, Drey me sigue pero siempre desde lejos, si me acerco mucho baja las orejas, mete la cola entre las patas, me mira con miedo y dolor, parece que cree que lo voy a golpear, no ha cambiado desde que Kai se fue, siempre el mismo semblante decaído, no lo he escuchado en ningún momento ladrar o aullar, solo está cerca de mi pero a la vez siento que está lejos.
Entablo conversaciones con Eian, Cesar, Yume y Carlo, de alguna manera creo que ellos también notan que me siento culpable por lo que paso pero Carlo dice que no fue mi culpa, que no es la primera vez que Kai se va sin decir nada y que después vuelve… pero yo quiero que vuelva ahora, quiero disculparme con él, me dio tanto dolor lo que me dijo antes de irse: “No te disculpes, es cierto, soy un monstruo vacio…” Tal vez dé mucho miedo cuando se molesta pero de ahí a considerarlo un monstruo hay un trecho muy largo, dije eso por desesperación, nunca creí que me sentiría mal por decir una palabra mal pensada.
No sé si soy yo pero los días se vuelven grises, no estamos cerca de la época de invierno como para que sienta todo de color gris, tengo mucho frio, dentro de unos meses comenzara a nevar y los niños estarán jugando con nieve, si Kai no ha vuelto para entonces seguiré sintiendo la misma culpa.
Lucifer hablo conmigo en privado, me dijo que aunque hubiera la posibilidad de que divulgara todo lo que sé y que las autoridades vinieran para acá arrestarlos a todos me dijo que podía irme, que Kai dio a entender que era libre y que en cualquier momento podía volver a Checoslovaquia, a mi campamente, al orfanato… pero me negué, no quiero irme y dejar la cosas así, además, ya me acostumbre a estar aquí, es mucho mejor que vivir en un orfanato donde todos los días comes cosas feas, no duermes bien y vienen parejas que nunca voltean a mirarte.
Ya es una semana desde que no está, Eian arreglo una habitación para mí pero no puedo dormir, se me forman ojeras negras debajo de los ojos, por lo que comencé a escaparme a la habitación de Kai, al momento de entrar y sentir el olor, el ambiente, la cama, duermo como un bebe, me siento tan feliz ahí, es mi nuevo lugar favorito, pero me molesta el vacio que hay a mi lado en el colchón.
Ya se cumplió un mes… empiezan rumores de que no volverá, Félix busca molestarme con comentarios mordaces pero yo solo pienso en una cosa… ¿Dónde estás, Kai?
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Tomo el trago que tengo en el vaso de un solo golpe para ver si me ayuda a quitarme este dolor que me estruja el pecho y ya no soporto… ya no lo soporto, trato de servir otro trago pero no sale nada de la botella, la miro fijamente y me percato de que está vacía… Bueno eso explicaría el adormecimiento de mis extremidades, el intenso calor que siento en el estomago junto al dolor de cabeza ¡Maldita sea! ¡El maldito dolor en el pecho no se va! Lanzo la botella al piso haciéndola añicos y escucho el grito estridente y evidentemente doloroso que proviene de la habitación de al lado, que bueno que estamos en un lugar abandonado.
Es un record, llevamos un mes torturando al doctorcito y aun sigue vivo, deberíamos de premiarlo, resulto un tipo duro para el dolor físico pero emocionalmente se está desmoronando, este ha sido el secuestro más rápido que Dom ha hecho. Secuestro al doctor en España, lo metió junto a la carga de un barco mercante en un gran paquete que decía “Frágil” y continuamente bajaba a drogarlo para que no comenzara a gritar pidiendo ayuda aunque eso era imposible, estaba amordazado y amarrado con grilletes, que mal desino tuvo. Ahora estamos en Baile Atha Cliath, es en este lugar a donde venimos cuando necesitamos deshacernos de algo o alguien.
Tomo otra botella, me levanto de mi asiento e irrumpo en la habitación donde Dom está azotando con mucha saña al “prisionero” voltea a verme pero me ignora y sigue con lo suyo, no necesitamos cubrirnos la cara porque el doctor Luciano Servato de 23 años de edad nacido en Sevilla-España y graduado de la Universidad con honores no saldrá de aquí vivo, Dom por fin le da un respiro al miserable y se va por la puerta a (seguramente) buscar una botella y tomar como si no hubiera mañana, supongo que ambos damos lastima, él esta despechado y yo tengo un problema existencial al que no logro darle nombre.
Me acerco al desnudo cuerpo casi inerte que está amarrado sobre una columna y diviso como se distinguen los huesos entre los pliegues de carne desgarrada, abro la botella y derramo la mitad del contenido en su gran herida, el aullido ensordecedor de dolor que da y los sollozos junto al retorcimiento me dicen que le duele mucho, lo siento, no tengo antiséptico así que lo único que hay para “desinfectarle” la herida es alcohol, aparte de que huele a orina y mierda, prefiero mil veces que apeste a Ron que a eso.
Le quito las cadenas y lo arrastro hasta la mesa de metal que hay en el centro de la habitación, cuando lo monto ahí diviso su cuerpo y el daño que lleva hasta ahora, le cortamos todos los dedos de los pies, en la manos cortamos las yemas y el resto de las falanges las rompimos, las manos y antebrazos los tiene rotos, magulladas, hinchados y negros por el martillo que usamos, le quitamos todos los dientes y muelas con unas tenazas, la piel de las piernas se la quitamos poco a poco por lo que está al rojo vivo, le cortamos el pene y el tubo se lo metimos pero no caliente, eso lo mataría y aun no debe morir. El resto del cuerpo esta increíblemente adornado con cicatrices de navajas y cerillos calientes de cuando fumamos (ahora parecemos unos fumadores compulsivos). Moriré de cáncer pulmonar.
Su rostro está oculto por el cabello ahora largo, sucio y enmarañado, termino de vaciar la botella en su rostro haciéndolo toser fuertemente por casi ahogarlo, me mira con sus ojos castaños sin brillo que me recuerdan a la mirada de Daika cuando lo viole y enseguida siento una punzada en el pecho, eso me molesta, por lo que le pongo un collar en el cuello adjunto a una cadena y lo arrastro para que se ponga de pie, no le hemos roto la piernas para que pueda caminar por sí mismo y lo dirijo hasta la regadera con agua gélida. Esta práctica se hacía durante el Holocausto en los Campos de Exterminio, metían al “preso” bajo el agua helada para que poco a poco se fuera congelando, el preso no podía salir porque le disparaban en las piernas y lo volvían a meter bajo el agua, como resultado final le daba una terrible hipotermia o moría por congelamiento, lo mismo que hare yo.
Luciano se desmaya del dolor, agonía y sufrimiento así que debo cargarlo de nuevo hasta la habitación. Esto no me hace feliz, estoy triste. Creo que… ya fue suficiente. Ya deberíamos terminar con su sufrimiento, él no tiene la culpa de la muerte de Julia. Dejo al doctor en la celda y me voy a hablar con Dom para ver si logro terminar con esto de una vez.
Camino por el pasillo oscuro y lleno de suciedad, esto que estoy haciendo solo hace que se repita una palabra en mi cabeza con esa dulce voz:
Monstruo.
Monstruo.
Monstruo.
Daika tenía toda la razón soy un maldito monstruo, me detengo en el pasillo y me recuesto de la pared porque no puedo aguantar el dolor en el pecho, ese estrujo tan horrendo, la presión tan devastadora, me duele, me duele, me duele y lloro porque pienso en el rostro risueño de Daika, en lo que me diría si se enterara de lo que le hemos hecho a ese hombre inocente y eso hace que todo se intensifique, me golpeo el pecho para que el dolor que tengo dentro aminore pero no pasa y sigo llorando pasándome la manos por el cabello porque creo que es la única manera de desahogar lo que llevo dentro. Llorando.
-Daika-Cubro mi rostro con ambas manos-Daika-Sigo susurrando su nombre, el dolor que me atenaza aminora por fin, pensar en su sonrisa hace que me sienta mejor y escucho pasos por el pasillo, volteo a ver a Dom que viene con una nube de depresión sobre la cabeza.
-¿Puedo unirme a tu club de llorones?-Me pregunta también aguantando las lagrimas… no me había dado cuenta de lo patético que somos.
-Adelante, hay muchas vacantes-Digo, tratando de que no se me corte la voz, se sienta a mi lado y pasa la botella medio llena, tenemos un gran aguante al alcohol y nuestras penas aprendieron a nadar.
-¿Quién es exactamente Daika? Se sincero-Y seré sincero ya que necesito hablar con alguien, necesito que me ayuden a salir de este agujero donde me metí, oscuro, desolado y silencioso, tan silencioso que rompe mis tímpanos.
-La razón por la que me pelee con mi papa, trate de matar a Carlo y estoy llorando, ese es Daika-
-¿El chico al que secuestraste y tenías como juguete?-
-Ese mismo-Antes de que pregunte le cuento muy detalladamente el trato que hice con el castaño y la condición de dejarlo libre si se enamoraba, le cuento mi reacción cuando me confesó que amaba a Carlo y el dolor agónico que ahora siento-Cada vez que pienso en su rostro, su sonrojo o sus expresiones siento caliente el pecho, se me revuelve el estomago y es como si tuviese algo dentro, me sudan las manos y… no sé, no sé que siento-La frustración me llena y tomo de la botella hasta no poder mas.
-Imbécil-Volteo a mirarlo con odio al hecho de que me haya molestado contándole lo que me pasa y el solo me insulta, en el momento en que estoy listo para romperle la cara me mira fijamente-¿De verdad no sabes qué es eso?-
-¿Crees que si lo supiera estaría así?-Me señalo demostrándole mi estado decaído.
-Yo si sé que es-Me dice bajo y jugando con el sucio del suelo-Lo he sentido una sola vez-Sonríe y las lagrimas se le escapan mientras saca de su bolsillo el anillo que Julia siempre llevaba en el dedo anular de su mano izquierda… su anillo de compromiso-Con Julia, mi amada rosa de verano-Vuelve a mirarme y suelta algo increíble-Estas enamorado, pendejo.
¿Enamorado?
¿Enamorado?
El ser sin corazón que apodan Dragón ¿Enamorado?
¿Yo? ¿Enamorado?
Lo analizo, lo pienso y lloro con más énfasis porque sí, estoy perdidamente enamorado de ese precioso castaño, me gusta su sonrojo, sus lindas expresiones, sus pequeñas pecas, su voz suave y sedosa, su cabello revuelto y brilloso, sus movimientos, su risa y sonrisa, su inocencia.
Yo lastime a Daika.
Soy una basura.
Ahora me siento miserable, lo maltrate, lo viole, lo ultraje, lo trate como un trapo y… no lo merezco, nunca merecí a alguien y mucho menos a Daika ¿Me odiara? Seguro que sí, lastime a la persona que ama, le hice todo eso. Dejo de llorar y comienzo a reírme porque fui un imbécil y no pude ver esa respuesta a mi pregunta, fui ciego ¿Cómo no pude ver mi estado enamorado hacia Daika? Esa excusa que tenia “Solo me interesa su cuerpo”… no, las últimas veces, yo quise tratarlo diferente, yo quise hacerle el amor, estaba enamorado y quería hacerle el amor a mi amado ¿Desde esa vez estoy enamorado? ¿O será desde antes? ¿Lo amo desde la primera vez que lo vi?
Ahora sé que estoy despechado porque el amor de mi vida ama a mi hermano, lo perdí sin siquiera dar la batalla, supongo que me lo merezco. Me merezco todas y cada una de las desgracias que me han pasado, me merezco todo el dolor, sufrimiento, agonía y soledad … yo no nací para ser feliz, que triste, suspiro y veo a mi lado a mi compadre que me sonríe con desgana, los dos nos sentimos igual, él perdió a su amada, yo también.
-Te amo… Daika-Me escucho decirlo para sonreír por la felicidad de por fin conocer mis sentimientos- Ich liebe dich- Repetí pero ahora en mi lengua natal, saboreando lo bien que se sentiría decirle esas palabras a Daika, pero pronto baje de mi nube, él me odia, le parezco un monstruo, me tiene miedo y ama a Carlo, bajo la mirada al suelo sintiendo como las lagrimas se deslizan por mis mejillas, el dolor en el pecho vuelve, me siento vacio y olvidado… pero pronto estoy determinado, veo fijamente la pared frente a mí: Quiero que sea feliz. Quiero toda la feliz del mundo para regalársela, no necesita saber los sentimientos de una bestia como yo, eso seguro solo le haría sentir incomodo, quiero verlo sonreír, ser feliz y tener una vida plena, no seré parte de su parte de eso pero si él es feliz yo también, aunque no esté conmigo… nunca estará conmigo, nunca lo sabrá, el primer paso a la felicidad de Daika es no conocer mis sentimientos, te amare en silencio, cariño - Ich liebe dich, mein Schatz.
Pasan las horas y sigo hablando con Dominic, hablándole de mi pequeño gran amor recién descubierto y de mi plan para hacerlo feliz, Dom me dice que ahora se siente mal por lo que le hizo al doctor, llora porque reconoce que Julia murió por culpa de la enfermedad y tiene miedo de imaginar la expresión de la rubia si supiera lo que hicimos, llegamos al acuerdo de no seguir con esta brutalidad, masacre, crueldad.
Vamos a la habitación de Luciano y aun está durmiendo, sin despertarlo nos disculpamos una y otra vez, todo lo que le hicimos deberíamos hacérnoslo a nosotros mismos. Tomo la aguja con el líquido que va a dormir para siempre al doctor y se la inyecto suavemente mientras sigo pidiéndole perdón, tomamos el cuerpo lo lavamos y sepultamos de la forma que mejor sabemos porque ese hombre era inocente y no merecía nada de lo que hicimos, siento mucha vergüenza, rabia y odio a mí mismo, soy un desgraciado. Levanto la vista al cielo brilloso y sonrió triste al recordar el significado del nombre de Daika, estrujo con fuerza el guarda pelo de mi madre y me pregunto ¿Qué estarás haciendo en este instante, cariño?
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Que vacio, llegue a esa conclusión, lo que siento es como un vacio en el estomago, es muy raro, no sé cómo llamarlo.
-Daika-Me llama Eian-¿Por qué estas tan decaído?-Esa es una pregunta que me he hecho varias veces, tal vez hablar con Eian me ayude, miro el jardín y a mi alrededor percatándome de que estamos completamente solos.
-No sé… desde que paso todo el desastre entre Kai y Carlo me siento culpable de todo-
-Pero Carlo siempre te dice que no es tu culpa, Kai es impulsivo y agresivo, por cualquier cosa pudo haber reaccionado así-Cuando dice eso, recuerdo que las únicas personas que sabemos la verdadera razón de todo lo que pasa somos Lucifer, Anna, Carlo y yo, todos los demás creen que Kai simplemente se volvió loco… eso hace que me sienta peor, hablan mal de Kai por mi culpa.
-Si fue mi culpa porque…-Estoy a punto de decirle pero me detengo y primero hago que me prometa no decirle a nadie lo que le voy a contar, me lo promete y continuo-Yo era el esclavo de Kai, por eso estaba aquí, era su juguete-No veo ningún cambio en el rostro aniñado del mayor por lo que sigo y le cuento el trato que hice con él y le confieso que creí haber estado enamorado de Carlo pero que él me rechazo, le cuento que cuando me rechazo yo no me sentí mal y que en este momento estoy decaído porque Kai no ha vuelto.
-¿Entonces te sentías así cuando estabas con Carlo pero cuando te rechazo no te sentiste mal?-
-Si-
-Entonces tu no estabas enamorado de él, tal vez sentías admiración… muchas personas confunden el amor con admiración Daika, creo que eso es lo que tú sientes por Carlo-
-¿Tú crees?-
-Estoy un 90% seguro-
Lo pienso y digo-Es muy raro cuando tú te equivocas-
Reímos un rato y mientras lo hacemos pienso en eso de admiración, tal vez si sea cierto, vamos dentro donde vemos a Lucifer buscando un numero en la agenda del televisor… es impresionante, ese televisor tiene la señal del satélite para ver películas en cualquier canal, puede recibir llamadas y también hacerlas, ahora entiendo porque Lucifer estaba tan emocionado cuando Kai instalo el aparato hace un tiempo.
Vemos que hace algo así como un baile de la victoria y toca el botón verde para llamar, todos en el comedor nos quedamos expectantes… mucho mas yo, el nombre de la persona a la cual llama Lucifer es Kai, repica muchas veces y cuando ya Lucifer iba a cancelar la llamada contestaron… pero en la pantalla se veía el rostro de Dominic con una ¿Mujer? Montada en su regazo y una música como sonaría en una discoteca, por el rabillo de mis ojos veo a Eian fruncir el seño ¿Por qué contesto él?
-Hey Lucy… ¿Qué onda?-Sonrió el australiano y le susurro algo al oído a la mujer en su regazo, la mujer con casi nada pero nada de ropa, le abrocho los botones de la camisa a Dominic y se bajo dejándonos verlo mejor-¿A qué debo tu llamada?
-¿Dónde está Kai?-Va directo a la pregunta que yo muero por saber la respuesta.
-Ocupado-
-Define ocupado-Dice Lucifer en un tono que no auguraba nada bueno.
-Bueno… hace como 40 minutos se fue con dos mujeres así que no se si quieres más detalles-Siento que mi pecho se comprime… que idiota, como podía haber creído que no iba a estar con nadie cuando se fuera ya no soy su esclavo, no tengo exclusividad, ahora puede estar con quien quiera y eso me molesta mucho, demasiado ¿Por qué me molesta?
-¿Podrías ir a buscarlo?-Dice Eian a mi lado y Dominic suspira mientras se levanta caminando a una puerta en el fondo del gran salón, casi no se veía nada por una neblina que opacaba todo y el sonido de la música a todo volumen, llegamos a la puerta después de pasar a todas esas personas que bailaban como si estuvieran teniendo relaciones sexuales y cuando el Alacrán la abrió solo vimos mas puertas pero ahora el sonido de la música se mezclaba con gemidos procedentes de todas las puertas, me sonroje y Eian también, Dominic se detiene frente a una puerta y la abre sin siquiera llamar primero y ahí veo algo que no me gusta.
-Lucy te acosa, huevón-Le dijo a Kai que en este momento estaba sentado en el borde de la cama solo con una toalla alrededor de la cintura mostrando todo su pecho junto a su abdomen totalmente trabajado e irresistible… ¿Por qué pensé eso? Me sonrojo y olvido mi loco pensamiento… tenía un collar que nunca le había visto antes, era muy lindo, me gusta mucho. (El guardapelo de la madre de Kai) También habían dos mujeres totalmente desnudas en la cama, una de ellas dormida, la otra parecía que hablaba con el cenizo-Mierda, ¿Ya terminaste?-Le pregunta sin entregarle el teléfono, me desespera, quiero que hable con nosotros.
-Sí, fue fácil-Dice sonriendo, no había notado lo bien que suena su voz después de que tiene relaciones sexuales… pero me molesta que haya estado con esas putas, me molesta, siento un fuego burbujeando en mi estomago, odio verlo con esas perras-Aquella se desmayo-señala a la peli negra-Y esta dice que no siente las piernas, no sé qué carajo va a hacer.
-Seguro en un rato las comienzo a sentir-Dice la mujer con un tono de puta que ni Dios le puede quitar, enseguida comienzo a sentir un odio irracional hacia ella-¡Dios!-Exclama emocionada-Eres un animal, nadie me lo había hecho como tú-Me da nauseas su comentario y una ganas terribles de gritarle a la cara que es una perra ofrecida, puta, ramera, ¡¡¡AH!!! ¡¡La odio!!
-Gracias-Comienza el cenizo, sin prestarle real atención a la puta que espero se muera-¿Qué quieres por aquí?-
-Tu papi llamando, es que el niño chiquito no puede salir sin que su papi se preocupe por él y lo monitoree-Se burla de Kai y este enseguida arruga la cara, levantándose de la cama y caminando hacia su compadre.
-Dame el teléfono maricón y vete a ver si logras algo más que te lo mamen… ah verdad ya me recordé, eres impotente y no se te para-
-Mentiroso hijo de puta-Insulto el australiano-Cuando se me para hasta es más grande que la vainita que tienes entre las piernas-
-No creo que eso sea verdad-Apelo la puta desde la cama-Se lo medí y fueron unos riquísimos 26 cm, a menos que el tuyo mida más que eso no creo que sea más grande.
-Son del mismo tamaño-Dijo Kai-Lárgate, puto, ve si encuentras marihuana y te drogas-Antes de que el otro respondiera le cerró la puerta en la cara quitándole el teléfono-¿Qué se te ofrece?-Miro el teléfono y por fin pude ver su rostro detalladamente… tenia ojeras y se veía cansado, triste, no me gusta verlo así, me pareció que por un segundo me miro pero lo descarte-Todos se ven como hormiguitas desde aquí-Sonrió a medias.
-¿Dónde estás?-Lucifer soltó la pregunta que desde hace tanto yo quiero saber.
-En Londres-
-¿Dónde está el doctor?-
-Mala pregunta-Sé, al igual que todos que mataron a ese pobre hombre… solo espero que no haya sufrido-Pero tenía un buen aguante y gracias a él nos dimos cuenta de algunas cosas… que nunca te diré-Dice rápido y su mirada es alegre pero con un atisbo de tristeza.
-Entonces no hay nada que hacer ¿Estás bien?-
-Si-
-¿Cuándo volverán?-
-No lo sé-
-¿Ni siquiera un aproximado?
-No-
-Bueno… solo quería saber si estabas vivo, cuídate y vuelve cuando quieras-
-Lo hare… adiós-Me sonrió a mí, estoy seguro de eso, pero con una tristeza que me hozo sentir mal a mi también, la llamada se acabo.
Kai… Vuelve pronto.
CONTINUARA…