-Se ven muy felices juntos-Voy de la mano con el australiano camino al departamento totalmente amueblado que Dominic compro para no quedarnos en un hotel, espero que Aria este bien, le deje mucha comida y sus juguetes para que se entretuviera mientras no estábamos-¿Verdad?
-No más que nosotros-Volteo los ojos con diversión porque Dominic siempre quiere ser el mejor en todo. Pasa uno de sus brazos por mis hombros y se agacha hasta mi altura para mordisquearme la oreja haciéndome temblar, le doy un ligero manotazo para detener sus avances y él se ríe porque parece que es gracioso para él burlarse de mí, yo me uno a su risa de forma discreta, es muy agradable estar así.
Es bastante cómodo poder estar juntos, caminando sin ningún impedimento, antes, en nuestro primer año a él aun le daba como vergüenza tomar mi mano en cualquier lugar que no fuera la mansión en Polonia, eso me dolía bastante porque notaba su incomodidad pero con el pasar del tiempo y el hecho de que nuestra relación se fortalecía comenzó a no importarle nada lo que pensara la gente.
Prueba de eso es todo lo que hemos hecho desde el año pasado, fuimos a unas vacaciones a una playa, a un crucero y a varios restaurants, llamamos la atención de la gente como es normal ya que Dominic no es un hombre que pasaría desapercibido por la gente, es todo un galán y claro si viene de la mano con otro chico pues si… llamamos la atención, recibimos solo las atenciones normales de la gente, un vistazo rápido o a veces un vistazo largo y cuando nos encontramos con algún homofóbico pues… a Dominic le gusta mostrar su dedo medio para defenderme a mí y así mismo.
Sé que me quiere, sus bromas, besos y abrazos me lo demuestran, puede que me ame hasta cierto punto pero… el no es muy hablador con sus sentimientos, si me lo ha dicho, me ha dicho que me ama mientras lo hacemos, cuando es una fecha especial (Aunque es olvidadizo con las fechas) Me regala cosas y me hace feliz, recuerdo la primera vez que tuvimos intimidad estando los dos consientes de lo que hacíamos, me hizo sentir en otro mundo de lo maravilloso que fue, lo tranquilo y paciente y dulce, no parecía él, me dejo tener las riendas para que yo hiciera lo que quisiera y de verdad todo ha sido espectacular.
Pero hay un problema.
Subo mi vista para mirarlo y de entre la tela de su ropa se asoma muy discretamente el culpable de mis inseguridades, el anillo de compromiso de Julia aun lo tiene, lo usa de colgante en su cuello, se balacea tranquilamente como si no le hiciera daño a nadie y eso me duele y me hace sentir inseguro. Al principio no le preste tanta atención, solo era un anillo y nada mas de que preocuparse pero con el pasar del tiempo mi manera de pensar fue cambiando y he estado reconociendo las verdaderas razones de Dominic por tener la sortija.
No la ha podido olvidar, simplemente por eso, es eso, aun la ama con toda su alma, lo sé, sé que la amará para siempre y eso me pone muy triste, jamás podre hacer que me vea a mí como alguna vez la miro a ella, jamás sentirá por mí el mismo cariño que por ella. Su corazón ya tiene dueña, una hermosa y difunta dueña. Me entristezco y bajo mí vista al suelo buscando controlarme, no quiero hacer ninguna escena que pueda avergonzarnos, respiro hondo y fijo mí vista de nuevo en el camino ya calmándome y quitándome todas esas inseguridades, solo es un anillo, me repito como mantra, él me ama.
Veo pasar a nuestro lado a una jovencita rubia alta, esbelta, con caderas anchas, cintura estrecha, piernas gruesas y de bella, larga y brillosa cabellera rubia, a mi me parece normal porque no me gustan las mujeres pero Dominic se le queda mirando embobado por su belleza llegando al punto que la sigue con la mirada mientras pasa a nuestro lado con su andar de modelo. Una punzada atraviesa mi corazón. Cierro los ojos con fuerza e inhalo aire para controlarme.
Me siento diminuto, olvidado y despreciado.
Sé que nunca la olvidara.
Sé que con el tiempo se deshará de mí y querrá estar con una mujer de nuevo. Lo sé ¡Pero no tiene que restregarme en la cara el hecho de que desea a esa chica!
Sonrió con tristeza y rabia a mi cruel realidad, no importa cuánto me esfuerce complaciéndolo, atendiéndolo, prestándole atención y aprendiendo a cocinar para él porque nunca podre tenerlo solo para mí. Hago todo lo que está a mi alcance por él. Sé que no es mucho pero me esfuerzo todo lo que puedo. Me desviviría por él si es necesario pero… no importa cuánto me esfuerce, nunca será completamente feliz a mi lado, al lado de un hombre. Siempre seré un hombre.
Hay veces en que pienso que lo nuestro será para siempre, que esos momentos cuando estamos juntos y charlamos y reímos nunca acabaran, que nunca me dejara pero entonces veo su colgante, veo como acaricia el anillo distraídamente, como murmura hablando solo como si estuviese hablando con ella y me siento tan mal, tan… humillado.
No importa que yo esté aquí ¡Vivo! ¡Palpable! ¡Cálido! ¡A su lado! Su corazón siempre tendrá tatuado el nombre de la francesa rubia.
Sé que frente a ella yo no soy tan importante. Dominic preferiría a una mujer mil veces más que a mí. Con su sonrisa bonita, sus manos tiernas, sus caderas suaves, su carisma, gracia, dulzura, su belleza natural. No esto, no yo. Yo solo soy el niño al que le tomo cariño a fuerza. Cierro los ojos de nuevo y me trato de tranquilizar porque no puede ser que esté pensando en estas estupideces otra vez pero entonces una ventisca se hace presente llenándome de frio.
Un enorme escalofrió me recorre y una voz en mi cabeza me grita: “Debe de estar fantaseando con la modelo, no contigo”
Mi corazón se estruja, el escozor conocido invade mis ojos y la inseguridad me ataca. Respiro hondo para que las lágrimas no se me escapen. Necesito estar solo. Me suelto de su agarre en mis hombros aprovechando que él aun observa a la chica caminando a los lejos ¡Sí! ¡Sé que es más hermosa de lo que yo puedo anhelar a ser! ¡No tienes que quedarte viéndola tanto tiempo para mandarme la indirecta!
De todas formas… solo soy una puta barata sin importancia.
-¿Ei?... ¡Ei!-Toma mi mano de nuevo cuando ya estoy caminando sin dirección. Quiero estar solo. No quiero estar con él ¡Que se vaya con esa estúpida si le gusta tanto!-¿Qué pasa?-No quiero verlo, su agarre se vuelve pétreo y siento que me jala para darme vuelta pero yo opongo resistencia.
-Vi algo interesante-Suelto mi excusa para que me libere-Volveré después-Está de pie a mi lado pero mi vista esta clavada en el suelo admirando los zapatos de los dos.
-Oh claro, dime donde es, iremos juntos-Suelta calmado, demonios puedo escuchar como tiene una sonrisa en los labios, estúpido, mentiroso, es un excelente mentiroso, como si no supiera que me percate de cómo deseo tener a esa chica frente a mí. Ni siquiera me respeta la cara, es un sínico-Además ya es tarde, sino vamos juntos no te voy a dejar ir, no voy a dejar te pase algo.
Una sonrisa triste se posa en mis labios y mis lágrimas están a punto de caer. Como si de verdad yo le importara.
-No te molestes-Agradezco que ya sea tan tarde y las calles estén obscura sin mucha gente-Si me violan seguiré siendo la misma puta-Mis lagrimas caen y de inmediato Dominic toma mi rostro entre sus manos y lo alza para verme, yo cierro los ojos, no puedo verlo.
-¿Qué dijiste?-Comienzo a sacudir mi cabeza en negación, no quiero seguir hablando-¿Qué carajo fue lo que dijiste Eian?-Mi silencio es su única respuesta-¡No eres ninguna puta!-Grita alterado, momentáneamente abro los ojos y lo veo con la cara roja de ira, me levanta por los brazos separándome del suelo y me aprieta contra su cuerpo comenzando a caminar a pasos rápidos, siento su calor familiar, su tacto agradable y me siento tan desprotegido y vulnerable que mis lagrimas empiezan salir a cantaros.
-Domi…-
-¡No hables!-Me aprieta mas contra su cuerpo y yo sigo llorando. Me abrazo a sus hombros porque tenerlo cerca y saber que le importo un poquito me hace sentir mejor y comienzo a calmarme pero en el momento que abro los ojos lo primero que veo es ese anillo balanceándose en su cuello, mi corazón se estruja y el recuerdo de él caminando feliz tomado de la mano y besando a su rubia francesa azotan mi conciencia, suelto un sollozo intentando liberarme de él y salir corriendo ¡¿Por qué tengo que recordar eso?! ¿Por qué a mi mente no pueden venir lindos recuerdos de él y míos juntos?-¡Quédate quieto, Eian!
-¡No! ¡Suéltame!-Me sacudo con fuerza intentando liberarme de su agarre, quiero correr, quiero desaparecer de la faz de la tierra, doy un último empujón separándome de él y cayendo al suelo, enseguida él esta arrodillado junto a mi-No sigas, ya no sigas haciendo esto por favor.
Se me vienen a la cabeza todos nuestros momentos felices juntos y me siento tan estúpido porque los comparo con mis recuerdos de él con Julia y me duele reconocer que Dominic se veía más feliz con ella que conmigo. Después de tres años de relación aun no puedo lograr recuerdos juntos de nosotros que sean más lindos que los que tiene con ella.
-¿De qué hablas?-Toma mis manos preocupado por mi actitud pero yo las sacudo para que me suelte. Un silencio nos cubre y solo se escucha el sonido de la fuente que está detrás de mí, llegamos a un parque.
-No sigas haciendo esto por favor, ya no puedo más, por favor, ya no más-Ya no puedo soportarlo, la intriga me mata lentamente, me trata bonito, sonríe conmigo, me hace bromas, regalos, me da besos y abrazos, soy el cordero al que tratan bonito antes de llevarlo al matadero, aun sigo esperando el momento en que diga que quiere terminar nuestra relación.
-¡¿Pero de qué carajo se supone que hablas?!-
-¡Deja de estar conmigo si en realidad te mueres por estar con esas mujeres! ¡Deja de decir que me quieres mientras piensas en Julia! ¡Deja de querer hacerme sentir especial cuando lo único que te importa es ese anillo!-Grito señalando el anillo colgando entre su ropa y me cubro de inmediato el rostro ocultando mi vergüenza por estar haciendo una escena así, debo parecer un idiota.
Un silencio tenso se cierne sobre nosotros, lo escucho soltar un suspiro con furia y su timbre de voz grave se abre paso en la noche.
-Lo único que me importa no es este jodido anillo-Subo la vista y sus ojos están clavados en los míos, su molestia es evidente, toma en un puño la sortija y la arranca de su cuello de un jalón-Y me molesta que creas que soy tan desgraciado como para caer tan bajo pensando en Julia mientras te declaro mis sentimientos.
Las lágrimas desbordan mis ojos.
-Pero siempre estas acariciándolo y hablas solo, como si quisieras hablar con ella y me siento tan inútil y estúpido porque sé que lo que sientes por mí no es nada comparado con lo que sentiste por ella y-y…-Me cubro y mis hipidos se escuchan en el parque vacio.
-Si, por supuesto que lo que siento por ti no es igual a lo que sentí por Julia-Mi corazón se estruja por sus duras palabras-Por Julia jamás me sentí tan posesivo-Sus palabras resuenan en mi mente y dejo de hipar cuando las logro procesar-Tan loco de celos por creer que todos querían estar contigo y que te arrebatarían de mis brazos, si, por Julia nunca sentí eso. El simple hecho de que me haya hecho un habito acariciando un anillo no quiere decir que anhele estar con Julia ¡Julia está muerta!-Me grita con el rostro rojo-¡Y tu eres mi pareja, el actual, el que está vivo y al que amo!-Chasqueo la lengua con molestia-Mocoso idiota-Comenzó a caminar hasta quedar al frente del lago que había en el parque-Si no te gustaba el anillo solo tenias que decirlo, no es como si me sintiera amarrado a el recuerdo de mi ex-novia.
Toma impulso y arroja el anillo viendo como crea ondas al adentrarse en aquel gran lago un poco congelado.
Volvió caminando hacia mí y me levanto sin decir nada. Sé que está molesto.
-Dom…-
-Soy del tipo de persona que solo arregla algo que le disgusta a otra cuando me dicen que hay algo mal. No soy observador y tampoco muy detallista-Me carga entre sus brazos y camina conmigo a cuestas-Soy de los que les importa una mierda si lastiman los sentimientos de cualquier don nadie-Se queda callado y suspira como queriendo serenarse-Pero tú no eres ningún don nadie, eres el objeto de mi defectuoso afecto y…-Se detiene y toma mi rostro con una de sus grandes manos obligándome a ver sus ojos oscuros-No vuelvas a decir, nunca Eian ¡Jamás! Que eres una puta porque no responderé por mis acciones.
Reanuda la marcha y yo de pronto me comencé a sentir más querido ¿Solo me estaba haciendo ideas? ¿No tenía nada de qué preocuparme?
-¿Qué otra cosa te molesta?-Subo la vista hacia él-Si, es contigo mocoso llorón ¿Qué otra cosa te molesta? Así las arreglare de una vez por todas.
Me quedo callado con una gran roca obstruyendo mi garganta ¿Podría decirle todo lo que me molesta?
-Pue-Pues…-Lo veo a los ojos y suspiro resignado-N-No… no hay nada más.
-¡No me mientas enano!
-¡No soy enano!-
-Claro que si mocoso con cara de niña-Solté una exclamación de indignación enseguida.
-¡Idiota!-Me subió y coloco sus manos bajo mis brazos cargándome como un bebe y enseguida comenzó a hacerme cosquillas-¡No! ¡No! ¡No! ¡Dominic no!
-¡Pídeme perdón! ¡Pídeme perdón!-Sus cosquillas se hicieron más insistentes y yo me retorcí aun más, ni muerto le pediría perdón.
-¡No! ¡No sigas! ¡Para por favor! ¡Me voy a orinar!-Se detuvo en seguida. Y sin dejarme respirar tranquilamente enseguida me apretó contra su pecho dejándome sentir su calor.
-No soy adivino, Eian-Su voz se hizo suave y tranquila, una de sus manos llega hasta mi rostro, me acaricio la mejilla haciéndome ver sus ojos fijamente y me derretí de inmediato, se veía bellísimo, se acerco con lentitud y beso castamente mi frente, nos quedamos de pie un rato inmóviles y después siguió apretándome contra su pecho-Dime todo lo que no te gusta ¿Si?-Apreté mis manos en sus hombros y solté lo que me había hecho sentir mal porque ahora que el anillo no está solo queda…-
-No me gusta que te le quedes viendo a las mujeres que pasan a nuestro lado, me hace sentir poco atractivo para ti.
-¿Hablas de la rubia que vimos hace rato?-Con vergüenza asiento con la cabeza-Esa no era una mujer, por eso me le quede viendo, era un transgénero ¿No te diste cuenta?
Subo la vista en seguida viéndolo con incredulidad.
-¿En serio era…?-
-Si-
-¿Pero cómo te…?-
-Aun tiene la manzana de Adán y su cara era muy angulosa, supongo que toma hormonas pero su rostro aun tiene contextura de hombre.
-¿Detallaste todo es…?-
-Pues por supuesto, estoy alerta todo el tiempo.
-Ahora me siento muy idiota-Reconozco que si todo esto es verdad, entonces no tengo razones para creer que Dominic no me quiere.
-Sí, eres muy idiota-Suelta el comentario con resignación, como si para él no fuera nada nuevo, es un idiota.
-¿No deberías tratar de hacerme sentir mejor?-Una vena aparece en mi frente y me digo que Dominic y yo no somos la pareja de enamorados empalagosos como Kai y Daika.
-Te hare sentir mejor cuando lleguemos al departamento-Mueve sus manos hasta mi trasero y lo aprieta con fuerza, yo enseguida le doy un manotazo para bajarle los ánimos porque puedo comenzar a sentir como algo ahí abajo está comenzando a endurecerse y emocionarse mucho.
-Pervertido-
-¡Ja!-Se mofa de mí-Como si no te gustara lo que te hago, enano.
-¡Que no soy enano!-
-¡Enano!-
-Idiota-
-Cara de niña-
-Descerebrado-Sus ojos se estrecharon en seguida.
-Golpe bajo, cara de niña-Me sacudió y yo no sabía si gritar o reír por lo que estábamos haciendo-Si no mal recuerdo entre tú y yo. Yo soy el que hace tu tarea de matemática.
-Tú no sabes mucho de literatura-
-Las palabras no son lo mío.
-Lo números para mí tampoco-Nos quedamos callados y al fin me percato de que llegamos a la zona de los edificios ¿Cómo habíamos comenzado a tener esta loca conversación?
Luego se hace un silencio que no es pesado ni incomodo, Dominic aprieta el botón de ascensor y comenzamos a esperar, el ascensor abre sus puertas y entramos, ya me está comenzando a dar sueño, me he dado cuenta de que si lloro al rato me entran ganas de dormir, supongo que el cansancio me drena todas las fuerzas, llegamos al frente de la puerta y Dominic se aclara la garganta en un claro signo de que quiere que le preste atención.
-Bajete enano, aunque no lo parezca si pesas-Ruedo los ojos y no me molesto porque sé que él es así, un poco gruñón pero dentro de toda esa aspereza hay un enorme oso de felpa dormilón.
-Que forma tan sutil de decirme que estoy gordo-
-Yo nunca dije gordo-Se defiende como puede-¿Por qué pones palabras en mi boca?
-Fue lo que insinuaste-Rueda los ojos exasperado y abre la puerta, yo paso primero sacudiendo mis caderas para que note mi esbelto cuerpo y dejo que él cierre la puerta y encienda la luz ya que está bastante oscuro. Comienzo a buscar a Aria por el suelo pero entonces la luz se enciende y me encuentro con una mesa decorada con un mantel blanco de encaje hermoso, los platos también blancos y grandes dispuestos para la ocasión con cubiertos a los lados, una botella de champan en hielo y pétalos de rosas desperdigados en la superficie.
Volteo de inmediato buscando a Dominic y diferente a lo que creí, que estaría viendo algún lugar huyendo de mi mirada, sus ojos están firmemente clavados en mí, tiene los brazos cruzados y se recarga con suavidad del marco de la puerta.
-¿Qué…? ¿Qué es todo esto? ¿Por qué…?-
-¿Necesito una razón para querer tener una cena intima con mi pareja? No decía eso en el manual del bueno novio que leí-Sus palabras son ásperas y cortantes pero el hermosísimo rojito que veo en sus mejillas me hace sonreír de felicidad y rápidamente ya estoy frente a él abrazándolo y poniéndome de puntitas para besar sus mejillas-Ya, ya-Me besa rápido los labios y se separa de mi-Siéntate, espero que la comida siga caliente-
Obedecí lo que dijo y me senté a esperar, me parecía tan poco realista que Dom organizara una cena romántica para los dos, no digo que no sea detallista pero normalmente no hace nada de esto, solo un beso tierno o acariciar mis nudillos o dormir apoyado de mi o simplemente se me lanza encima y yo tengo que luchar para quitarlo porque siento que me está asfixiando, creo que eso lo hace con esa maldad de niño travieso por molestar a la niña que le gusta.
Ahora que lo pienso, Dominic es como un niño mostrando sus sentimientos, se hace el duro y cuando hace cosas lindas, como ahora, se pone a la defensiva de inmediato como justificándose sin querer parecer muy meloso. Es tierno.
Me percato de las velas que hay dispuesta estratégicamente a nuestro alrededor, tomo un encendedor de los que él usa para fumar y voy prendiendo las velitas con rapidez, cuando enciendo la ultima voy hasta la luz y la apago dejando todo iluminado por las velas… esto es demasiado romántico. Tomo asiento de nuevo y en mi cabeza comienza a rondar la idea de la verdadera razón detrás de todo esto.
Vuelve con dos platos cubiertos de comida, coloca uno frente a mí y se sienta con el suyo, la comida se veía y olía deliciosa, quise comenzar a hablar pero entonces el australiano me comenzó a mostrar un comportamiento que si no fuera porque tengo tres años de relación con él habría pasado desapercibido pero yo conozco ese ligero tic en su ceja.
Está nervioso.
Y su nerviosismo me pone nervioso a mí también, es decir, creí que habíamos arreglado todo después de mi ligero ataque de inseguridad hace un rato, creí que llegaríamos y que tendríamos sexo no una cena a la luz de las velas, todo este escenario encaja con todas aquellas películas románticas cliché que hay en donde… ¡Oh Dios Mío!
Una cena deliciosa, en la intimidad, a la luz de las velas, con el novio nervioso.
¡Es como para pedir matrimonio! Pero se me hace demasiado irreal por lo que no creo que Dominic haya hecho todo esto para pedirme casarme con él, esto es… ¿Pero por cual otra razón haría esto? No es como si hiciera este tipo de cosas todos los días.
¿Sera que le pregunto? ¿Y si después me veo yo como el desesperado que quiere casarse? ¿Y si meto la pata por mencionar un tema así? No creo que a Dominic le guste casarse conmigo… bueno, estuvo a punto de casarse con Julia pero es que Julia era una mujer y yo…
¡No! ¡No! ¡No! ¡Fuera inseguridad! ¡Él me ama!
¡Oh Dios no puede ser! ¡No quiero seguir pensando!
Suspire serenándome, esto no es una propuesta de matrimonio, él solo quiso una cena romántica conmigo, no debo pensar en nada más. ¡Pero es que es lo único que se me viene a la cabeza bajo esta situación! ¡No! ¡No es una propuesta! ¡No pienses ni des por sentado que es una propuesta!
-Si no quieres comértela no lo hagas, no tienes que hacer tantas muecas-Alzo la vista y lo veo tragar con la mirada desviada y aun tiene su tic nervioso pero también se nota molesto, tarde me doy cuenta de que debo llevar bastante rato viendo con muecas raras la comida en el plato
-¡No es que no quiera comer es solo que…!-Vamos piensa rápido-Se me vino a la cabeza una idea loca y la estaba debatiendo-
-¿Qué idea?-Jamás le diré lo que estaba pensando.
-Cuando saliste a caminar con Kai, yo me quede con Daika y su mama y ella comenzó a alentarme a estudiar en la universidad, dijo que me ayudaría con los gastos-Al menos no estoy mintiendo, de verdad me ofreció eso por ser tan buen amigo de Daika.
-No es una mala idea, a mi me gustaría que estudiaras-Me relajo porque notó que él también se está relajando.
-¿De verdad?-Abro los ojos sorprendido por su respuesta-Pero es que yo no tengo dinero como para al menos costearme algunas cosas y no ser una carga tan grande y tendría que vivir aquí o no sé es que…-Me quedo callado un momento pensando-No dispongo del dinero como para decidir así como así y me da pena abusar de la amabilidad de la madre de Daika-Después de todo solo soy amigo de su hijo y entiendo que la educación no es algo barato.
-Ni que fuera a dejar que ella lo pagara. Y no hables como si no tuvieras dinero, tienes todo el mío ¿Qué creías? ¿Qué me hablarías de eso y que yo no haría nada por ti?-Se nota bastante ofendido por lo que rápido contesto.
-Pero tampoco quiero abusar de ti Dominic, no es nada barato-Es verdad, podrá ser mi novio pero a mi particularmente me apena que cualquier persona invierta dinero en mí, yo no tengo dinero, me da pena que alguien me regale o ayude con algo y yo no poder retribuirlo. Lo escucho soltar un bufido con gracia.
-Créeme cariñito, a ti seria al único al que con gusto dejaría abusar de mí-Enrojezco como un tomate y un millón de mariposas revolotean en mi estomago-¿Qué es lo que no te gusta? Ya sabes, tienes que decirme-Suelto un suspiro y aun con un calorcito en mis mejillas contesto con la verdad.
-¿Y cómo voy retribuírtelo? Sabes que me da pena que me den cosas y que yo no pueda devolver el gesto-Nos quedamos en silencio un momento.
-Si puedes devolverme el gesto-Lo veo a los ojos y noto como el tic y el sonrojo volvieron-Solo tienes que mirarme solo a mí y sonreírme a mi-Su mirada se fue desviando poco a poco hasta que quedo viendo con mucho interés la pared-Y jugar conmigo y hablar conmigo y regañarme cuando este fumando y prepararme la comida porque sabes que la cocina es mi enemigo natural solo…-Se queda callado y lo veo tragar saliva con dificultad abrasadora-Tienes que ser mi esposo y ya.
Las palabras se registran estrepitosas en mi cabeza y mi piel arde porque el sonrojo que me ataco es el más intenso que he tenido en mi vida.
-Do…-
-Sabes que no soy taaaan romántico-Clava la vista ahora en el plato y noto como sus nudillos se aprietan-Y sabes que la lengua no me sirve para decir cosas taaaan melosas pero…-Sube la vista y me mira a los ojos con intensidad-Eian yo…-Se traba y parece que quiere levantarse para buscar algo en su bolsillo pero al último segundo parece que toda su voluntad se fue de viaje-¡No me hagas decirlo! ¡Sabes lo que quiero decirte!-Me señala acusadoramente y yo soy un mar de nervios en este momento.
-Yo pu-pues-
-¡No tartamudees Cara de niña!-
-¡No soy Cara de niña!-Coloca con algo de fuerza el estuche de terciopelo negro sobre la mesa y se cruza de brazos enseguida, como un niño pequeño, demostrando que se estaba muriendo de nervios por dentro.
-No me voy a arrodillar pero por mucho que lo piense si te lo tengo que preguntar así que…-Infla el pecho pero parece que no funciona-¡Eres una estafa! ¡No sirves para nada!-Grita al techo frustrado y yo después de que proceso lo que pasó suelto una risita porque sé que Dominic es ateo y me está dando a entender que busco apoyo en Cristo para pedirme matrimonio y eso se me hace demasiado tierno-Yo…-Vuelve a trabarse-Solo di que sí y ya-Mueve las piernas desesperado pero yo quiero que mi propuesta sea linda de recordar así que si no va a arrodillarse al menos que me pregunte.
-No, tienes que preguntarlo-Los nervios están ahí pero quiero recordar este día como uno muy especial así que lo lamento por él pero tiene que hacerme la pregunta.
-Eres una rata-Me da mucha gracia lo enfurruñado que esta.
-Sí, una muy linda de cola corta-Sonrió totalmente feliz jugando con mi cabello, sin darme cuenta ya este momento será inolvidable de lo especial y gracioso que esta resultando.
-Ei…-Su rostro se contrae y me observa con suplica-No me hagas decirlo-
-¡Pregúntame!-
-¡No quiero!-
-¡Entonces no te contestare!-
-¡Eian!-
-¡Pregúntame!-
-¡No!-
-¡Sí!-
-¡No!-
-¡Sí!-
-¡Al carajo! ¡¿Te vas a casar conmigo sí o no!?-Grita levantándose de la mesa y ahí está la pregunta pero no esta formulada de la manera que yo quiero que lo esté.
-Lo pensare-Me cruzo de brazos y con soberbia volteo el rostro para no mirarlo y que sepa que tiene que preguntarme aunque sea lo último que haga.
-Oh no, no vas a pensar nada Cara de niña-Se abalanza sobre mi tan rápido que no logro huir de él, me sujeta y dado que soy tan pequeño y él tan grande y musculoso me levanta como si no pesara nada y me monta como saco de patatas en su hombro-Vas a decirme que sí.
Llegamos a la habitación y me arroja sobre la cama, me incorporo y noto a Aria dormida en una de las almohadas, vuelvo mi vista a Dominic y lo veo quitarse con mucha sensualidad su camisa y es tan sexy, su pecho tatuado, marcado, apretado, delicioso y fuerte me hace estremecer, me muerdo el labio y ya que esto se volvió una competencia por ver quién da su brazo a torcer no puedo evitar retarlo.
Después de todo esta es una de las cosas que lo vuelven loco por mí.
-Oblígame-Sonreí con malicia y él se mordió el labio de forma lenta y provocativa haciendo que mis pantalones se apretaran.
-No juegues con fuego cariñito-Se fue acercando poco a poco colocando sus brazos a cada lado de mi cuerpo demostrando sus musculosos y amplios hombros haciéndome suspirar encantado de la vista tan perfecta. Acerco mucho su rostro al mío pero sin besarme, solo rozando nuestras narices y claro, provocándome-Te puedes quemar.
-No me importaría-Subo una de mis manos y acaricio uno de sus pectorales con parsimonia repasando las líneas de su tatuaje, un calor delicioso se asienta en mi estomago y comienza a dar vueltas, la excitación me ataca con más fuerza haciéndome sentir desesperado por desnudarme y mi rostro también siento que se calienta bastante, todo por culpa de Dominic, tiene el cuerpo de un Dios Griego-Si eres tu quien va a quemarme-
Se abalanza a mis labios y comenzamos a besarnos con una pasión desbordante, mis manos aprietan sus hombros y cuello acercándolo lo más posible a mí con la esperanza de fundirnos en un solo ser con nuestra pasión y él no se queda atrás tocando mi miembro erecto sobre el pantalón y soltando un gruñido de satisfacción por encontrarme tan dispuesto a sus caricias, sobando y apretando con locura haciéndome temblar, todos aquellos delirantes mimos me nublaban la mente, su lengua arremolinándose en mi boca tocando mis puntos débiles y escuchar mi respiración agitada junto al sonido húmedo de nuestras bocas me tenía en la cima del mundo hasta que de repente se separa de mi y se acerca a Aria.
-Ven acá bola de nieve-La toma en sus manos y camina a la puerta-No seas voyerista, esto es no apto para ti-La deja en el suelo y cuando está a punto de cerrar la puerta le sigue hablando-Veré si puedo embarazar a tu mami para darte un hermanito, ya volvemos-No pude evitarlo, aunque me abochorna mucho que haya dicho eso también me hace reír.
Y secretamente también me excita porque a mí me encanta lo que me hace para tratar de embarazarme.
-Pervertido-Se da vuelta y me observa de pie junto a la puerta.
-¿Por qué? He estado intentado mucho darle hermanitos a la bola de nieve pero misteriosamente fracaso en el intento-Yo ruedo los ojos, si “Misteriosamente” No puedo quedar embarazado porque soy hombre pero Dominic se empeña en que nada se pierde con intentar, claro que yo no tengo problemas con lo intente mucho-Hoy daré mi máximo esfuerzo para sacarte ese “Si” Que mueres por decirme porque sé que quieres casarte conmigo e intentare embarazarte… otra vez ¿Listo cariñito?-Sus manos van a su cadera, su miembro comienza a marcarse sobre la tela y me caliento aun mas al ver como lentamente comienza a desabrochar su cinturón de cuero.
La vista me excita totalmente.
-Aquí te espero-Me quito los zapatos con los pies y veo como él se comienza a quitar los pantalones con sus pulgares deslizando la ropa con lentitud ¡Dios! Sus piernas son como cables apretados, es tan sexy, sus músculos se marcan y cada mínimo movimiento que haga por muy estúpido que sea se ve sensual en él, ese maldito, me derrite solo con verlo desvestirse-Esfuérzate cuanto quieras-Me deshago de mi propia camisa porque el calor en la habitación sube a cada segundo-Y cuantas veces quieras-Esas fueron las únicas palabras que necesite para terminar de encender a ese Toro.
Sus bóxers caen al suelo y su gran pene semi erecto entra en mi campo de visión. Dios… como amo esa cosa que le cuelga entre las piernas.
Antes de que llegue a mi ya estoy quitándome el pantalón porque necesito que mi piel entre en contacto con la de él, necesito sentir su piel, su calor, sus manos, su sudor, sus labios, su lengua. Todo. Necesito sentirlo todo.
Llega hasta mí y lo primero que hace es jalarme y quitarme los bóxers con salvajismo liberando mi miembro que salta pegándose de mi estomago porque estoy realmente excitado, me besa de nuevo enviándome al nirvana con su talentosa lengua y yo solo puedo cerrar los ojos y corresponder el beso mientras me recuesto en la cama y dejo mi ser al deleite de la bestia que me devora.
Una de sus manos me acaricia todo el pecho y juguetea con mis pezones poniéndolos duros y erectos de inmediato mandándome esas deliciosas descargas eléctricas por todo el cuerpo y su otra mano toma posesión de mi pene y lo comienza a masturbar con lentitud yo no pierdo el tiempo y también toco su órgano duro, claro que a mí se me hace más difícil, para masturbarlo bien necesito mis dos manos pero la otra la tengo muy ocupada jalando su cabello y cuello por lo que siento que no estoy complaciendo bien a mi novio y esa sensación me molesta.
-¿Quieres que te la chupe?-Sus ojos tan filosos, oscuros, nublados de lujuria y pasión me fascinan ¡Dios! ¡Quiero que me penetre ya!
Lo escucho soltar una risita maliciosa que me hace estremecer y su boca con aliento caliente deslizándose por mi piel con lentitud hasta llagar a mi pezón izquierdo me hacen delirar.
-Relájate Ei, guarda tus energías-Chupa de forma ruda mi pezón y juega con sus dientes halándolo un momento dándome un placer desbordante-Las necesitaras para cuando te la este metiendo duro-Hace un camino de saliva por mi cuello y llega a mi oreja chupándome el lóbulo y mordisqueándolo como solo él sabe hacerlo. Sentirlo tan grande y dominante sobre mi es fascinante-¿Quieres que te la meta duro?-No tarde nada en soltar un sí muy fuerte, Dom se pega mas a mí restregando su enorme verga con la mía masturbándonos juntos haciéndome arquearme del placer que esa carne dura y aterciopelada me da, puedo sentir como sonríe contra mi piel-¿Quieres que te la chupe?-Aprieta mi miembro con su mano y estoy tan excitado que solo puedo asentir con desesperación.
Se separa de mí y me sube las piernas hasta tenerlas en sus hombros, la vista es tan erótica, mis piernas abiertas, recargándose de sus hombros anchos y la cabeza de Dominic a nada de tragarse mi pene, se lo traga de golpe enterrando su cabeza entre mis piernas dándome un placer inimaginable, su boca caliente y húmeda me reciben y yo me comienzo a retorcer por cada fuerte succión en un mar de jadeos y gemidos, es tan caliente, me encanta, me encanta, me encanta, me encanta, me encanta.
-Ummm así, así… que rico mi Rey-Sus mejillas se ahuecan cuando chupa muy duro y mi espalda se arquea disfrutando de lo delicioso que es todo lo que me hace, lo saca y lame todo mi tronco con un hormigueo delicioso recorriéndome, llega a mis bolas y las traga las dos juntas, es tan increíble, vuelve a mi pene y se lo traga sin ninguna dificultad, yo comienzo a mover mi cadera y bajo la vista para ver, Dom se queda quieto y me deja follar su boca-¡Mmm!... ah, sí, sí, tu boca es la mejor-Sus ojos se clavan en los míos y es una mirada tan dominante y peligrosa que solo me hace excitarme más-¡Oh Domi…! ¡Métemela!-Necesito mas placer.
Deja de chupar y me da la vuelta para que mi rostro quede enterrado en el colchón, me sube la cadera y yo me alzo con ayuda de mis brazos quedando en pose de perrito, veo como se levanta por sobre mi hombro y camina hasta la mesita de noche sacando un botellita de lubricante con sabor y olor a duraznos, la expectación de saber que va a meter sus dedos para prepararme me hacen comenzar a balancear mi culo de un lado a otro logrando deleitarlo con la vista. El frasco se abre y yo suelto un gemido desesperado.
Y entonces uno de sus dedos entra en mí. Es largo y yo me relajo para que la preparación sea más rápida. Dom toma mi miembro con su mano libre y comienza a masturbarme con maestría, mis rodillas comienzan a temblar y una capa de sudor se asienta en mi cuerpo cuando se hinca detrás de mí y chupa la punta de mi pene sin dejar de meterme su dedo ¡Son demasiadas sensaciones juntas!
-Que culo tan divino-Besa una de mis nalgas y después mete un segundo dedo haciéndome gemir-Y tan glotón-Estoy tan inmerso en mi placer que cuando me da una nalgada yo solo puedo gemir de gozo, no lo hace fuerte, solo ruidoso y su manera de amasar mi trasero apretándolo con su gran mano me hace secretar liquido pre-seminal como una cascada.
-¡Mmm! ¡Ah! Mgh…-Un tercer dedo se hace presente y yo caigo a la cama con mis brazos sin poder resistir mi peso cuando Dominic encuentra mi próstata-¡Así! ¡Ahí! Que rico guapo-Lo veo a los ojos por sobre mi hombro mientras hablo y su sonrisa pecadora me tiene loco.
-¿La quieres?-Se incorpora detrás de mí y la enorme cabeza de su verga se comienza a restregar obscenamente contra mi trasero, la mueve por mis nalgas, entre ellas, la acerca a mis bolas acariciándolas y mandándome a la cima del mundo hasta que llega a mi entrada-¿Te la meto, cariño?-
-Si, métela, métela-Hace presión pero no la suficiente como para entrar en mi y llenarme con su macizo pene-¡Dom! No juegues conmigo, métela-Le reclamo viéndolo por sobre mi hombro.
-Dime que sí, sí quieres que te la meta dime que sí-Estoy excitado, sí, estoy muriendo por sentirlo penetrarme, sí, estoy loco por unirme a él ¡Pero! Yo quiero mi pregunta. Me doy vuelta en la cama quedando sentado y me muevo hasta estar recostado del cabezal de madera tallada de la cama.
-Tendrás que esforzarte más mi Rey-Abro mis piernas y con las manos me sujeto los tobillos para quedar bien abierto para él-Ven tigre, hazme gritar ese “Sí”-
-Te estás portando muy mal cariñito-Se sube a la cama y se acerca a mí con su gran pene apuntando al techo de lo duro y caliente que esta, su punta roja, sus bolas bellas, me fascina como las venas se le marcan y como excreta liquido. Me muerdo el labio sin poder evitarlo.
-Castígame-Se lanza a mis labios y yo suelto mis piernas enredándolas en su cadera para abrazarme a sus anchos hombros y acercarlo más a mí, Dominic me aprieta entre sus brazos haciéndome delirar con hormigueos deliciosos recorriéndome, su piel caliente y un poco sudorosa me fascina contra la mía, nos comemos los labios con saliva saliendo de entre nuestras bocas ¡Su lengua es la mejor! De pronto me percato de que se pene está haciendo presión contra mi entrada, cada vez con más fuerza y cuando comienza a entrar y a llenarme yo no puedo evitar gemir de gozo-¡Mmm! ¡Ah! Tan grande… si-Me aprieto mas a él y muevo mi cadera para acomodarnos rápido y que comience a follarme como un Dios.
-Si lindo, dime lo mucho que te gusta-Susurra en mi oído y entonces se acerca y comienza a besar mis mejillas con lentitud, mi frente, mi nariz, mis labios, mi mentón, nada se le escapa, son como un montón de mariposas revoloteando en mi rostro, mi corazón late enamorado y mil sensaciones diferentes me llenan de inmediato-
-Me encanta Dominic… la tienes inmensa-El suelta una risita y veo como se sonroja un poco al tiempo que también se llena mas su ego de macho por mis halagos a su órgano viril. Me besa de nuevo por un largo rato, con nuestras lenguas remolinándose y doblándose como si quisieran hacerse una sola y cuando se separo un poco me cargo alzándome hasta apoyarme bien de la cama con mi cabeza en la almohada, todo sin sacar en ningún momento su verga de mi interior.
Me soltó y apoyo sus ante brazos a los lados de mi cabeza estando muy junto a mí y entonces sonrió viéndome antes de comenzar.
-Disfruta, mi amor-Y las embestidas comenzaron, me sujete de las sabanas de la cama y enrede con más insistencia mis piernas en su cadera no tanto para darle libertad de moverse pero si lo suficiente como para que no se separara mucho de mí, sentirlo entrar en mi era delirante, como abría mis carnes haciéndose un camino, lo caliente que estaba, como latía demostrando lo excitado que estaba, lo ancho, lo largo, todo. Toda su forma de hacerme suyo me fascina.
-Ah… ah ah ah mm mm-Sus arremetidas estaban siendo tranquilas hasta que de repente se levanto y sujeto mi cintura pegándome lo máximo a su pelvis y con la fuerza de sus brazos me comenzó a follar duro como un Dios, mis ojos se cerraron en medio de tanto placer, el olor a sexo nos invadía, su piel chocando con la mía, sus bolas apretadas impactando en mi trasero y sus grandes manos calientes y callosas en mi cintura moviendo a su vasta voluntad mi cuerpo haciéndome recibir su magnífico pene me encantaba totalmente.
Me deje hacer totalmente por ese animal con gusto.
De repente sus manos me soltaron la cintura y yo aproveche y comencé a auto penetrarme moviendo mi trasero con ayuda de mis pies apoyados en la cama para empalarme solito, abrí los ojos y vi como Dom gemía quedito y movía la lengua pasándola por sus labios mientras veía como mi goloso culo se tragaba todo su pene, viendo como su enorme circunferencia desaparecía dentro de mí, sin aguantarlo volvió a tener el control moviendo su pelvis y penetrándome con exigencia, mis jadeos era ruidosos, la sabanas se me pegaban del cuerpo, tenía mi rostro ardiendo y el sudor de la frente de Dominic caía sobre mi estomago por el esfuerzo que estaba haciendo, todo era increíble, me sentía completo, me sentía amado.
-¡Dom!-Abrí mis brazos y él enseguida se lanzo hacia mi rodeándome la espalda con los suyos besándonos con una necesidad palpable, sus embestidas no paraban pero si se calmaban un poco hasta que se volvió un vaivén amoroso totalmente divino, era divino, espectacular, mágico-Dominic…
-Dime que si-Abrí los ojos y me di cuenta de que sus manos estaban enmarcando mis mejillas con una adoración abrumadora, sus ojos brillaban y sus embestidas me llenaban de cariño-Cásate conmigo, mi vida-Mi corazón se disparo de inmediato y el australiano no perdió tiempo en juntar nuestros labios de nuevo con aquella danza sensual sin detenerse en ningún momento-Te amare toda la vida. Te daré todo lo que quieras. Te amo, no sabes cuánto te amo-Comenzó a besar mis hombros y mi cuello mandándome hormigueos y escalofríos deliciosos por todo el cuerpo-Ei… ¿Quieres casarte conmigo?-Beso mi frente como si tuviese miedo al rechazo-Por favor-Se detuvo totalmente viéndome a los ojos fijamente, todos sus sentimientos estaban ahí-Por favor, cásate conmigo.
Mi rostro se contrajo por las lagrimas que me invadieron y sin poder hablar bien comencé a mover la cabeza en afirmación porque es irreal, demasiado fantástico, demasiado perfecto que mi príncipe me este pidiendo matrimonio de una manera tan inolvidable, jamás olvidare mi propuesta de matrimonio, es demasiado mágica, sublima y tan llena de amor.
-Si… snif, claro que sí-Su sonrisa ilumino toda la habitación y nuestro abrazo se hizo más insistente como si temiéramos perdernos el uno al otro-Snif… ¿Cómo si pudiera decirte que no? Sabes que te amo-Las embestidas se reanudaron con el mismo cariño que antes y los besos de mi prometido me dejaban sin aliento-Te amo-Nos miramos fijamente a los ojos y los suyos estaban tan brillosos y llenos de felicidad que yo no podía dejar de llorar, su sonrisa era resplandeciente y sus ojos tan chiquitos.
-Te amo-Se levanto y me hizo ponerme de costado en la cama, el se apoyo detrás de mí pegando su pecho de mi espalda con cuidado de no sacar su pene de mi interior y me abraza con fuerza-Te amo-Sus susurros en mi oído se perdieron entre mis gemidos cuando comenzó a hacérmelo nuevamente con uno de sus brazos sujetándome contra su pecho con fuerza y el otro masturbándome con pasión, mis manos fueron hasta él y terminamos haciendo el amor enredados y besándonos con un sentimiento arrollador.
Nuestros orgasmos fueron sublimes, mi liquido salpica en mi estomago y las sabanas y la forma de Dominic de llenarme de su esencia y besarme y acariciarme y hacerme sentir amado es única, todo en Dominic es único, todo es mi prometido es único y especial. Quede en la cama quitándome mi semen de mi estomago con ayuda de las sabanas mientras él se levantaba aun desnudo y abría la puerta para salir, Aria entro de inmediato y yo sin perder tiempo la tome entre mis brazos y comencé a acariciarla.
Mi hombre volvió y se sentó frente a mí con una sonrisa en los labios, me mostro el estuche y sin esperar nada lo abrió dejándome totalmente impresionado con los ojos abiertos de tan hermosa sortija, mis ojos se llenaron de lagrimas de felicidad y solo pude subir la mano para que me pusiera el anillo, su color plateado con esos detalles tan preciosos y el zafiro que estaba seguro era real en todo su esplendor demostrando lo costoso que era solo me hacía sentir aun mas adorado por mi novio.
-Busque por mucho tiempo uno que se acercara un poco al color de tu ojos-Me comenta con tranquilidad cuando ya el hermoso aro encaja en mi dedo como guante-Pero me rendí cuando me di cuenta de que ninguna joya se compararía nunca a un color tan bonito así que tendremos que conformarnos con este-Señalo el anillo y yo me lance a sus brazos besándolo con desesperación.
Es un tonto, hablando de mi anillo como si no fuese la joya más hermosa del universo y como si no hubiese costado los miles de dólares que estoy seguro de que costo.
-Te amo-Le susurro con voz baja y Dominic pega su frente de la mía con calma haciéndonos balancearnos juntos en un vaivén lleno de armonía, jamás me había sentido más amado, adorado, idolatrado e importante en mi vida. Nunca me había sentido tan especial.
-Yo también te amo Ei-Besa castamente mis labios en una unión cariñosa y me abraza rodeándome con sus fuertes brazos-Te amo mucho-Solté una risita de felicidad al ver mi anillo brillar entre mis dedos. Mi propuesta de matrimonio nunca se me olvidaría, jamás la olvidaría, fue digna de sueños y fantasías con mi príncipe galante arrullándome y nuestros corazones compartiendo sincronía en una canción hermosa. De verdad, nunca, jamás, nunca la olvidaría, nunca.
CONTINUARA…