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No lo niegues~ por Matildespitzenberger

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Notas del capitulo:

¡No saben cuanto me costó armar este capítulo! ;___; Yo realmente lo siento por las HunHan Shippers que se sintieron heridas con el capítulo anterior, ojalás puedan darle una oportunidad a este, lo escribí con mucho amor  c:

 

¡Gracias por sus comentarios y vistas! 

-Así que te cogiste a otro, pensando en Minseok- concluyó Kris botando el humo de su puro.

 

Estábamos solo los dos, le había contado a Tao mi situación y no halló mejor manera de levantarme el ánimo que juntarme con Kris en un pub.

 

-No sé en qué estaba pensando-

 

-Pensaban en ese enano, claro está-

 

-No me estas ayudando-

 

-Bebiste más de la cuenta, el crío se aprovechó de eso para declararte su amor pero no contó con que no fuera correspondido, punto- Kris era del tipo directo y frío, no había tacto alguno en sus palabras… yo no sé como Tao puede estar con él.

 

-Aún así yo…-

 

-No inventes más excusas, el crío te calentó y lo hiciste aún más invocando la imagen de Minseok en el acto- todo lo que me decía era cierto, tanto que me irritaba aún más.

 

-¿Y ahora qué hago?- le pregunté.

 

-Pues estás jodido- concluyó volviendo a fumar su puro.

 

Maldito Tao, no me estas ayudando.

 

-Es  la primera vez que me frustro tanto- le comenté de pronto- Minseok, tiene un poder muy fuerte sobre mí, basta con que me mire para calentarme-

 

Kris solo rió.

 

-Bueno, estás enamorado, es lo que ocurre- sé que lo decía por Tao.

 

-Pero no debería descargarme sexualmente con otra persona- dije revolviendo mis cabellos estresado.

 

-Pero lo hiciste- recalcó mirándome duramente- ¿Te has disculpado?- preguntó sutilmente por primera vez.

 

-¿Y qué me vuele otro combo gratis?-

 

-¿Y qué esperas que te llueva, caramelos?- me preguntó irónico.

 

-La última vez que lo vi fue cuando Minseok escuchó de lo nuestro, me dejó más que claro que no quería volverme a ver-

 

-Si dices que lo amas, querrá escucharte- se rió al final

 

-Eres malo con las bromas-

 

-Al menos lo intento- me dijo revolviendo mi cabello como lo hacía en la secundaria, cuando Minseok no existía.

 

Se despidió de mí con una media sonrisa y me dejó allí, con mi cerveza y con mu cabeza hecha un desastre.

 

Tomé mi cuerpo como pude y me dirigí al departamento, el problema de las situaciones deprimentes o estresantes es que me afectan tanto físicamente que apenas puedo mantenerme erguido, siempre fui algo débil psicológicamente hablando, nunca se que hacer una vez que he hecho algo mal y esta vez no era la excepción.

 

Un par de días había pasado desde lo ocurrido y no había vuelto al laboratorio… si de tan solo pensar que debía ver a Hyung a los ojos, el cuerpo me temblaba y mis los pies me guiaban a la biblioteca, excusándome en que debía continuar con mi inexistente tesis.

 

“Al menos lo intento”

 

Ah…

 

Kris tiene ese poder en los demás, siempre es frío, prepotente y directo pero sabe que decir en el momento indicado, hace una especie de truco mental para que te quedes pensando en lo que te ha dicho y que no hace otra cosa más que molestar. Pero tenía razón…

 

Los días que estuve escondiéndome, yo solo evitaba toparme con alguno de los dos. Cuando veía a Sehun acercarse ya sea  a la biblioteca o a la cafetería, corría lo más rápido posible para que no me viera, yo era realmente un cobarde.

 

Pero eso debía cambiar… no sé cuándo pero algo debía hacer.

 

Y nada pasó…

 

Seguía en mi departamento, ahora sin ánimos ni siquiera de levantarme de la cama, la maldita frase de Kris me talaba la cabeza y no me dejaba hacer otro cosa que mirar el techo de mi pieza, era un completo desastre, no me había bañado en días y comí a deshoras, apestaba a ramen y las cortinas no las había abierto.

 

¿Qué debía hacer…?

 

Recordar la mirada de decepción de Minseok hacía que me acurrucara aún más entre las sábanas y el hecho de creer que escuchaba los gemidos de Sehun en mi habitación me carcomía la conciencia… ¿en qué clase de persona me había convertido?

 

Y todo empeoraba aún más, porque en todos estos días que había faltado Hyung, no me había llamado para regañarme ni una sola vez… creo que he perdido mi trabajo.

 

Me di  vuelta en el colchón mientras me hacía ovillo entre las tapas, cuando un par de golpes interrumpieron mi depresión.

 

Me asusté porque no eran normales, parecía ser que con cada golpe iban a echar abajo la puerta y   cada vez fue peor, ahora parecía ser que no utilizaban las manos, sino que intentaban abrir la puerta a patadas.

 

Aterrado me acerqué hasta la puerta con mi bate de baseball, unos pasos más y la puerta terminó por ceder de tantos golpes.

 

-¡Entra allí!- escuché mientras se veía como Sehun volaba sobre mí cayéndonos por la fuerza- ¿Es que acaso no escuchabas la puerta?- me preguntó Hyung rabioso pasando de nosotros.

 

-¿Q-Qué estás haciendo aquí?- le pregunté al chico quien escondía su rostro entre sus cabellos, parecía verse algo avergonzado.

 

-Tiene que explicarte un par de cosas- interrumpió Minseok inspeccionando mi departamento- por Dios Luhan, esto es un chiquero- exclamó asqueado, algo confundido quité a Sehun de mí y corrí a abrir las ventanas para airear un poco el ambiente, al terminar vi al menor sentado sobre sus piernas con un aire de culpa, mientras que Hyung se veía más que enojado.

 

-Este crío tiene algo que decirte- dijo fríamente apoyándose en la pared.

 

Dirigí mi vista hasta Sehun quien temblaba cada vez más, apretaba sus manos sobre sus rodillas  y parecía que en cualquier momento se iba poner a llorar.

 

-¡Habla ya!- gritó Minseok logrando que el chico se deshiciera en llanto.

 

-¡Hyung, tranquilo!- le pedí preocupado por el semblante del menor quien cubría su rostro ahogando sus gemidos.

 

-Tsk- revolvió sus cabellos frustradamente mientras suspiraba derrotado, ¿qué pasaba aquí?- Este niñato te mintió-  comentó por fin dejándome confundido.

 

-¿Qué, qué?- repetí perdido.

 

El silencio volvió a reinar en mi living y dirigí me atención en el menor que al parecer ser que se estaba tratando de calmar.

 

-Yo… inventé todo- confesó al fin, dejándome aún más desorientado

 

-¿Cómo, que inventaste todo?- pregunté desconcertado, ¿acaso había estado sufriendo en vano?.

 

-Este crío, inventó todo porque lo rechazaste- interrumpió Hyung avergonzando al menor.

 

-¿Enserio hice eso?- pregunté recordando que el sueño que tuve esa vez fue tan real que al recordarlo aún me provocaban cosas.

 

-Hyung… realmente me gustas…- declaró limpiando sus lágrimas con sus palmas enrojeciendo su piel al contacto. Caí de cuentas entonces que había armado un teatro por nada.

 

Me tiré en el suelo rogando que un cigarro me cayese del cielo, estaba confundido y algo agobiado. ¿Enserio él fue capaz de hacer algo así, solo porque yo le gustaba?.

 

La cabeza me daba vueltas y los recuerdos me atropellaban a mil por hora,

 

-Decir eso no te salvará de la tunda que te espera- exclamó Hyung agresivamente, logrando  que Sehun volviese a llorar.

 

-Hyung… detente- le pedí casi por un suspiro, no sé en qué era lo que pensaba exactamente pero en parte no podía culpar del todo a Sehun, yo no me contuve y de no ser porque lo rechacé, esto realmente hubiera ocurrido- Dime qué fue lo que pasó realmente-

 

Y su relato comenzó, había terminado desnudo en mi cama porque él como excusa me había bañado en cerveza, intentó llevarme al baño y todo comenzó allí, según dice nos vinimos a mi departamento, no le gustaba usar los calcetines en casa por lo que eso explicaba que tuviera uno escondido en mi habitación y las cervezas vacías eran unas que guardaba en el refrigerador para relajarme.

 

-Llegamos hasta la habitación y…-

 

-Yo no necesito escuchar esto- exclamó Hyung incómodo dirigiéndose a la cocina.

 

-Bueno… te quedaste dormido, susurrando el nombre de Sunbaenim- concluyó evitando ser más revelador.

 

Era mucho que digerir, primero su atrevimiento, mi acción y luego todo este embrollo.

 

-¿Estás consciente del daño que cometiste?- le pregunté intentando decir algo- Porque yo estoy consciente del mío-

 

-Hyung, tú no tienes la culpa- me cortó

 

-Si no hubiera sido porque me quedé dormido, tú estarías destruido por dentro- le comenté tranquilamente, la verdad es que con solo ponerme en el caso se me estremecía la espina dorsal- ¿Estas consciente de que estuve a punto de destruir tu vida y tus sentimientos, por un impulso mío?- le volví a preguntar logrando que entendiese el punto de la conversación.

 

-Yo… solo quería que Hyung me notara- me dijo sonrojado.

 

-Te noto Sehun-ah, enserio que si- le dijo acercándome para revolver sus cabellos como un hermano mayor- pero lamentablemente para ti, ya tengo a alguien a quien querer-le clarifiqué sutilmente mientras miraba  a la cocina.

 

-Lo siento, Hyung… yo me sentí muy humillado-

 

-Te entiendo. Y también te pido disculpas-

 

-Yo… ¿realmente, no tengo ninguna oportunidad contigo?- preguntó descaradamente, logrando hacerme reír, sin duda alguna si Minseok no se hubiera interpuesto en mi camino, ese niño estaría en mi brazos.

 

-No, pequeño- concluí palmeando su hombro para que se levantara.

 

Lo acompañé hasta la puerta, recordando que debía devolverle su calcetín.

 

-Aquí tienes- se lo entregué, lanzando así la última gota de tristeza en ella.

 

-Si en el futuro, no funciona. No dudes en buscarme- me dijo enfatizando su vista en la cocina para luego salir corriendo de allí.

 

-Maldito crío…- susurré enternecido con sus palabras.

 

-¿Y eso fue todo?- preguntó Minseok algo decepcionado- El crío te miente y luego termina por irse así como así, para más remate dejándote un aviso de disponibilidad- habló desesperadamente rápido- Es que realmente no entiendo a uds los homosexuales-

 

-Vamos, Hyung, solo había que aclarar el asunto. Los golpes no son necesarios- comenté sintiéndome mejor al notar que se dirigía a mí como normalmente lo hacía, con ironías pero al menos me hablaba.

 

-Yo que tú lo muelo a patadas- lo miré enternecido, después de todo gracias a él pude aclarar este asunto y saber que no me involucré con nadie, hacía que realmente me entusiasmara por la idea de tenerlo en el mismo metro cuadrado que yo-¿Porqué me miras así?- preguntó nervioso.

 

No dije nada, con este nuevo calor sobre mí y esa tonta sonrisa que siempre tenía en el rostro cuando notaba que desequilibraba a Minseok, solo me acerqué para abrazarlo, necesitaba su calor y su aroma, ocultando claro está estos sentimientos con un gracias susurrado en su oído.

 

-Apestas- dijo luego de un rato, cuando fue necesario despegarme de él.

 

Al parecer no fui el único que extraño.

 

-Hyung… ¡Auch!- me quejé luego de recibir un golpe certero en mi pecho.

 

-¡¿Sabes la cantidad de trabajo que tengo por tu culpa?!- explotó regañándome- No te apareciste en una semana y tengo trabajo retrasado para dos- continuó inflando sus mejillas cada vez más, realmente necesitaba verlo- ¡No me mires así! Vete a duchar que los informes no se harán solo-

 

Caminé aliviado hasta el baño y me tomé el tiempo de asearme y sacarme toda la pena que tenía con el agua caliente, al terminar el departamento brillaba de limpio y algo olía realmente bien.

 

-¡Ohg, sopa de vaca!- exclamé al ver la olla casi hirviendo.

 

-¡Quieto ahí!- me gritó Hyung golpeando mi mano- Primero debes redactar la reacciones y resultados, luego comerás- me ordenó

 

-Pero Hyung, muero de hambre-

 

-¡Pues comienza a redactar sino me comeré todo yo solo!- me terminó por tirar fuera de la cocina y cerrar la puerta en mi cara.

 

Dolido por su brutalidad me senté en frente del computador que ya estaba preparado y miré lo que había avanzado…

 

-Hyung, eres realmente malo redactando informes- susurré enternecido por su intento pero que al final tuve que borrar, porque nada se entendía.

 

Sonreí más que encantado con todo lo ue ocurrió en menos de un parpadeo, aún tenía mis dudas de cómo Hyung había llegado con Sehun  a mi departamento pero realmente agradecía todo, su presencia realmente estabilizaba mi vida aunque fuese tan bruto y frío, é, era ese punto en mi vida que no quería perder.

 

Suspirando me adentré en la redacción, creo que perdí la noción del tiempo y la presencia de Hyung no me molestó más, cuando la luz natural desapareció y las luces del living se prendieron de pronto, me percaté que no estaba solo.

 

-Creo que he terminado- declaré algo sorprendido.

 

-¿Enserio?- preguntó Hyung acercándose a mí para revisar lo escrito, desde el sillón releía rápidamente dando por fin visto bueno- Tienes cerveza?- preguntó de pronto.

 

-¡¿Eh?!-

 

-¡Tuve una semana de mierda, gracias a ti y un maldito enamorado!- comentó aún molesto- Necesito beber…- confesó enterneciéndome, no sabía que Hyung fuese tan celoso.

 

-Creo que quedan un par de latas en el refrigerador-

 

Preparamos para comer mientras bebíamos calmadamente, él seguía algo molesto con el tema, así que quise indagar un poco más, con solo preguntar directamente que había pasado, él descargó toda su frustración, sin percatarse.

 

-El muy estúpido, estaba siendo regañado por sus amigos en la cafetería, solo iba por mi almuerzo cuando los escuché- o sea que los siguió, Hyung era alguien muy curioso cuando se lo proponía, mientras más hablaba, más cuenta me daba que realmente no me creía capaz de acostarme con el primero que se me cruzara.

 

-Así que lo trajiste arrastras hasta aquí- concluí encantado.

 

-Detesto la mentira- confesó mirándome fijamente- Además tenía demasiado trabajo, te necesitaba cuerdo- por las que tratara de ocultarlo, él estuvo preocupado por mí.

 

-Aún así estoy feliz-  dije viéndolo terminar su cerveza.

 

-Se acabó la cerveza- terminó desviando el tema- vé a comprar más.

 

-¿Eh?-

 

-Tuve una semana de mierda, gracias a ti y tu enamorado, lo mínimo que puedes hacer es comprarme más cerveza- comentó rudamente

 

-Pe-pero…- intenté detenerlo pero siempre tuvo más fuerza que yo y ahora mismo estaba siendo lanzado a la calle.

 

-Me gustan las artesanales, la del sello verde- me explicó antes de cerrar la puerta en mi cara.

 

No tuve más remedio que ir y comprar todo el arsenal que pudiera obtener y de cierta forma me sentía emocionado y aliviado de tenerlo en mi departamento, después de que todo el embrollo se había resuelto… volvía  a tener esas tontas esperanzas, que me hacían querer vivir un poco más.

 

-¡Hyung, ya volví!- exclamé al llegar, entrando al living vi que Minseok tenía algo en su boca.

 

Algo ligeramente conocido.

 

Algo que me hacía dudar un poco…

 

Algo que me recordaba a Tao…

 

-¡¿HYUNG, QUE ESTAS BEBIENDO?!- grité alarmado.

 

-Te demoraste mucho, busqué en tus rincones y mira lo que encontré- me relato algo borracho, sonriendo orgulloso de su hazaña.

 

-Pe-pero…- traté de hablar pero estaba más concentrado en ver alguna reacción de las que me había descrito Tao en él.

 

-Si no querías que la encontrara debiste guardarla mejor- me reprochó volviendo a tomar un sorbo bien largo- Además, no es tan rico… ¿Trajiste lo que te pedí?-

 

Estaba como piedra viendo como Minseok hablaba sin impedimento alguno y no había nada de excitación en sus movimientos u expresión.

 

-¿Tú cuerpo se siente bien…?- pregunté preocupado.

 

-¿Me estás diciendo viejo?- me respondió ofendido.

 

-No… solo que…-

 

-¿Qué, es acaso tan extraño viéndome beber?- continuó molesto- Te dije que puedo tener más resistencia que tú- él no parecía drogado…

 

¿Será que Tao me engañó?

 

-¡Ven aquí te enseñaré a tragar!-

 

Al final me relajé y solo me concentré en la agradable velada que se había formado de la nada. Realmente no sabía que Hyung pudiera beber tanto sin ni siquiera emborracharse, él se había terminado la mayoría de las cervezas y yo solo le cuidada, al parecer solo le hacía falta un compañero de tragos y estaba dispuesto a seguir siéndolo, con tal de continuar viéndolo feliz.

 

Al finalizar la velada, le había preparado una cama improvisada al costado de la mía y me rendí al cansancio y la trasnochada, cuando un estruendo me despertó algo desorientado.

 

-¿Hyung…?- le llamé dormido, no viéndolo en la posición que debería, sino más bien  de boca en dirección a la puerta- ¡Hyung!- me levanté enseguida para ayudarle.

 

-Mierda…- exclamó él algo frustrado.

 

-¿Qué intentabas hacer?- le pregunté apoyándolo en el costado de mi cama.

 

-Necesito ir al baño- me explicó desviando su mirada.

 

-Ah… eso te pasa por beber demasiado- comenté- Ven te ayudo- le ofrecí mi mano pero el solo la golpeó.

 

-¡No-o, puedo solo!- me gritó tratando de hilar una frase completa sin interrupciones pero no lo logró, se veía realmente descompensado, quizás su orgullo de bebedor estaba herido.

 

-Prometo no burlarme de ti mañana, pero déjame ayudarte- esta vez traté de alzarlo tomando su brazo y creí que lo había logrado en cierto punto pero volvió a caer, aunque esta vez encima de mí-¡Hyung, haz un esfuerzo!- le dije quejándome, puede que sea bajito pero su cuerpo era realmente pesado.

 

-No-o puedo…- susurró complicado a un lado de mi cabeza-Las piernas no me responden-

 

-Está bien, te cargaré hasta el baño…- dije cansado, al final parece que Hyung solo era pura boca, yo podía beber y aún así ser capaz de ir al baño.

 

Me moví un poco, haciendo fuerza en mis piernas para levantarnos pero al hacerlo nuestras piernas se entrelazaron y sentí algo que me subió la presión.

 

-Hyung…- hablé por inercia al sentir ese bulto en mi entrepierna también.

 

¿Será que…?

 

-¡No te quedes ahí, ayúdame!- me gritó sacándome de mis pensamientos, me apresuré y lo volví a dejar en la misma posición, observando con más detenimiento lo que antes había sentido, de la nada.

 

-Estás erecto- escupí asombrado.

 

-¡No me digas!- exclamó avergonzado- No te quedes allí, ayúdame a llegar al baño-

 

- ¿Te ocuparás tú solo de esto?- no sabía por qué hacía preguntas tan tontas, quizás el roce me había dejado algo confundido… es que a pesar de ser corto, fue bastante potente.

 

-¡Pues claro!, sino ¿quién más?- su pregunta me parecía ser más bien una invitación y observando su estado, no era mucho lo que pudiera calmarse.

 

Inconscientemente llevé mi mano a su entre pierna y la toqué, mientras escuchaba el gemido ahogado de Hyung de fondo.

 

-¡Oye, no me toques!- se quejó intentando golpearme pero no lo logró- Mierda…-

 

-Hyung… tú estás muy borracho-

 

-No…- meditó un poco, extrañado por su estado- ¡¿No será que me drogaste?, ¡lo has hecho apropósito!- me acusó recordando el licor que se había bebido.

 

¡Entonces si eran ciertos sus efectos!

 

-¡¿Eh?!, ¡claro que no, tú solo bebiste de ese licor!- me defendí

 

-¡¿QUÉ?, entonces si me drogaste!-

 

Mierda

 

-¡Tú buscaste por tu cuenta en mi departamento y lo bebiste sin mi permiso!-continué resguardándome en los hechos.

 

-¡¿O sea que planeabas dármelo de todas formas?!-

 

-¡No claro que no, era un regalo de un amigo!-

 

-¡¿Entonces planeabas usarlo con otra persona, quizás con ese niñato de Sehun?!-

 

-¡No solo lo acepté por cortesía!-

 

-¡Mentiroso, eres un asqueroso rufián y loco!- me gritó al final ganando la batalla verbal. ¿Es que hasta en eso era débil?

 

Terminó por recostar la cabeza en mi cama porque esa zona le dolía.

 

-Hyung, debes aflojarte allí…-le advertí.

 

-Ya lo sé- contestó agresivamente, tratando de desabotonar su pantalón pero precisamente ahora lo que menos tenía era coordinación.

 

-Déjame ayudarte…- quité sus manos de un movimiento y terminaé con su trabajo, al final… tenía el miembro de Minseok frente mío y no podía quitar mi vista de él.

 

“Al menos lo intento”

 

¿Y si al menos intento demostrarle cuando lo amo?, estaba débil y físicamente dispuesto a entregarse al placer, sin mencionar que necesitaba bajarle la erección sino sufriría mucho más… por donde lo miraba ambos saldríamos ganando.

 

-¿Qué-que estás haciendo?- me preguntó incómodo al sentir mi mano en su miembro. Lo acorrale entre mi cuerpo y la cama, mientras trataba de acercar más mi cuerpo al de él.

 

-Déjame aliviarte…- susurré en su oído y lo sentí temblar.

 

-N-no, déjame…- quiso moverse pero solo lograba pegarse más  a mí- No seas abusador… ¡Oye!-

 

Sus palabras no tenían efecto en mí, su piel blanca, ese sonrojo y su miembro en mi mano, podían más que incluso mis propios pensamientos y la razón.

 

Lo escuché gemir por fin y aumenté el ritmo apropósito, logrando en parte que se dejara de resistir, sus dedos se incrustaban con la poca fuerza que tenía haciendo de mí un dueño absoluto de su cuerpo y placer.

 

El ritmo no paró hasta que sentí su viscosidad en mi mano y su gemido.

 

-Eso… fue rápido- Comenté no por su rendimiento, sino por mi… esto debería mucho más.

 

¡No estaba satisfecho!

 

-¡Es por la maldita droga!- exclamó ofendido pero yo no podía escucharlo- ¡E-espera!-

 

-¿Aún no estás satisfecho, verdad?- le preguntéincrustando mi rostro en su cuello, lamí toda su cavidad para luego morder sutilmente escuchando un gemido alto por parte de él

 

No él no estaba del todo satisfecho… y yo tampoco.

 

Bajé lentamente por su torso abriendo los botones de su camisa en el acto, admirándome con la hermosura de piel que tenía frente de mí… esa blancura me incitaba a morderlo hasta marcarlo como mío.

 

Me detuve en sus pezones y pude doblegarlo un poco más, a pesar que seguía resistiéndose, ya no era tan persistente, por lo que aproveché para ir más lejos aún.

 

-¡Luhan, basta!- exclamó al mismo tiempo que gemía al sentir mi lengua en su miembro.

 

Lo siento Hyung… pero no puedo detenerme.

 

Como ya me era costumbre le ignoré y lo probé, primero con mi lengua, necesitaba su sabor en mi boca y escuchar sus gemidos más altos, necesitaba llenarme de él. Terminé por probarlo por completo, me estaba volviendo loco.

 

Al dejar su miembro me incorporé para observarlo… necesitaba más, quería verlo todo, desde su cuerpo, escuchar sus más fuertes gemidos, ver ese rostro sonrojado y avergonzado frente a mí… terminando por sentir su interior.

 

-¡¿Q-qué pretendes…?!- preguntó asustado al sentir como le despojaba de sus pantalones y lo volteaba dejándome su espalda y trasero a mi merced, le quité su camisa con agresividad y recorrí su espalda,  logrando sé… que un nuevo placer a su lista, seguí mordiendo y probando a mí gusto, por más que lo recorría, por más que lo tocara, no me sentía satisfecho, necesitaba más de él en mis sentidos- No, lo hagas- me ordenó.

 

¿Porqué, me eres tan irresistible Hyung?

 

Pero lejos de asustarme por su tono amenazante, aquella orden solo hizo que me quisiera adentrar aún más en mis límites.

 

-Relájate- le pedí en su oído- Hyung… respira hondo- le instruí y pude percatarme que me seguía al pie de la letra, pudiendo así ingresar un dedo en su entrada.

 

-D-Duele...- se quejó ocultando su rostro en el colchón, traté de distraerlo besando de nuevo su cuello y cuando toqué el punto exacto, no pudo evitar alzar su vista y gritar por la precisión.

 

Aproveché el momento para besarlo, más bien para seguir devorándolo, sus labios siempre fueron un pecado para mí, tan fino y apetecibles, profundicé todo lo que pude, si bien estaba pervirtiendo todo el cuerpo de Minseok, pareciera ser que solo su boca era violada del todo, mi lengua no lo dejaba respirar y por la agresividad de mis besos, hilos de saliva salían por el costado de su boca… se veía tan perfectamente sometido.

 

Sus ojos brillaban del placer, por más que se trataba de negar al placer que estaba sintiendo, podía notar en parte que lo estaba disfrutando.

 

No lo aguanté más, necesitaba sentirlo.

 

-¡Lu-Luhan!- gritó mi nombre al sentir mi miembro entrando en él, por más desesperado que estuviera, traté de ser lo más delicado posible… era su primera vez, tenía que tratarlo bien- ¡Sácalo, ahora mismo!- me exigió asqueado.

 

Mentiroso.

 

Me moví suave al principio, vi pequeñas lágrimas en sus ojos y las limpie con mis labios para luego terminar su boca y ahogar cualquier resistencia alguna, el único sonido que quería escuchar era el de nuestros cuerpo al chocar y nuestras entrecortadas respiraciones.

 

Tan pequeño y menudo, moviéndose al mismo compás que yo, dejándose caer en mi cuerpo por el placer, al tocar el punto débil, comencé a escuchar lo gemidos que tanto había soñado.

 

-Luhan…- gimió mi nombre entre mis labios logrando que aumentará la precisión de mis movimientos y aumentara el ritmo para más placer, sujeté fuertemente su mentón en dirección a mí para observar cómo se dejaba llevar por fin a las nuevas sensaciones que estaba experimentando, se retorcía y mordía sus labios, con frenesí – Bésame…- le escuché  en susurró y no bastó con que lo exigiera porque con las últimas embestidas, nuestros labios ahogaron nuestros nombres al acabar.

 

 

 

 

 

Notas finales:

Si el Lemmon fue desastroso, me disculpo, no tengo mucho experiencia T--T.

 

Espero les haya gustado, el próximo capítulo será el final, las leo hasta entonces! 

 

:DDDD

 

 


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