Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

No lo niegues~ por Matildespitzenberger

[Reviews - 18]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Es el fin ;___; me costó escribirlo, porque no quiero que termine :c 

Este capi va dedicado a todos los que me han seguido y comentando, ¡Muchas gracias por todo, enserio! en especial a parku, no sabía que ya tenía fan <3

 

¡Bueno les dejo el capi, que lo disfruten!

 

pd: Es la prespectiva de Xiumin. 

 

 

Desperté de pronto con un fuerte dolor en mi cabeza y un mal sabor en la boca. Traté de moverme un poco pero el cuerpo también me dolía.

 

-Mierda…- susurré al percatarme que seguía desnudo. Entonces no había sido un sueño.

 

-Hyung…- susurró Luhan preocupado, aún así sonando cariñoso- ¿Estás bien?- me preguntó dirigiendo su mirada hasta mi trasero sin pudor alguno, lo que me hizo enfurecer.

 

-¡TÚ PEDAZO DE BASURA!- grité con todas mis fuerzas lanzándole un puñetazo pero al parecer aún seguía con el efecto de la droga, así que no le  di- ¿Có-cómo te atreviste a tocarme…?- le pregunté irritado.

 

Estaba molesto, triste y me sentía impotente, ¿cómo fue capaz de llegar tan lejos sabiendo que detestaba su  orientación?.

 

-Hyung… tú- trató de hablar pero se detuvo al ver mis lágrimas caer.

 

-¡Cállate!- le grité tratando con la poca fuerza que tenía, de alejarlo de mí, al final le había dado una cachetada en la mejilla- Aléjate de mí…- le pedí llorando aún más, al verlo desnudo también, no pude evitar sentirme asqueroso, repudiaba mi propia existencia y su expresión dolida no me ayudaba para nada.

 

-No hay nada de qué avergonzarse- dijo sosteniendo mi mano fuertemente- Es normal enamorarse- continuó luego alzando su mirada atrapando la mía…

 

¿Enamorarse?.

 

-¡¿De qué mierda hablas?!- le pregunté al borde de un colapso nervioso.

 

¿Enamorarme yo…?

 

¿De él?

 

¡Nunca!

 

-¡Fuiste tú el cobarde que me drogó para violarme!- le acusé, tratando de alejarme de él, pero el dolor punzante de mi pelvis no me permitió moverme y a los pocos segundos sentí como algo líquido escurría por mis piernas.

 

-Hyung, no te muevas mucho, te harás más daño- me pidió tocando mis hombros preocupado, lo sé. Pero aquella sensación de sus fluidos en mi trasero era demasiado para mí, no soportaba estar en mi piel ahora mismo. ¡Quería arrancármela, si era posible!.

 

-Lárgate- susurré aún impactado por lo que le sucedía  a mi cuerpo, entre más me tocaba, más ansioso me ponía, necesitaba alejarlo de mí- ¡Que te alejes te digo!- le grité aún más fuerte shockeándolo, mi tono de voz no sonaba normal… estaba como entre apagada y dolida- Vete de aquí…-

 

-Estoy en mi propio departamento- habló.

 

-¿Tienes cara aún para encararme y hablarme de esa forma?-

 

-Tú la tuviste- continuó serio- Hyung, tu tuviste el coraje para seguir a mi lado, aún después de que te confesé mis sentimientos- aclaró- No sabes, lo difícil que es para mí verte y no poder besarte…-

 

Sus palabras me perturbaron, hacía que todo en mi cabeza diera vuelta y con toda la situación las náuseas comenzaron aparecer… no dije nada esa vez, porque creí que era una broma, que el escándalo que había hecho por el noviazgo de Kyungsoo y Kai, le había dado una idea de hacer esa broma tan pesada para mi gusto, no creí que en verdad, sintiera eso por mí…

 

-Me das asco…- susurré percatándome que me estaba abrazando, atónito por mis palabras me miró con los ojos lagrimosos- Me quedé a tu lado, porque te consideré mi amigo… mi compañero, pero veo que lo malinterpretaste. Ya no hay nada que nos una a mí y a ti- no sabía de dónde había salido esas palabras pero mientras las pronunciaba había tomado una decisión- No quiero verte nunca más- declaré sintiendo como su agarre desaparecía y poco a poco su cuerpo me dejaba solo en aquella habitación.

 

Al escuchar la puerta cerrarse, no pude evitar echarme a llorar, ¿porqué?. Ni yo lo sabía, tenía una presión tan grande en mi pecho que dolía para respirar, me tiritaba todo el cuerpo y ya no era a causa de la droga. Ahogué mis lamentos en mi mano y como pude me dirigí al baño a asearme, todo me dolía y apenas podía a poyarme… al sentir el agua caliente en mi piel no pude evitar gritar de desesperación, el aroma de Luhan no me abandonaba, aún frotándome con fuerza, podía sentir su esencia en mi piel.

 

Pasé el resto del día en cama al llegar a casa, no tenía ánimo alguno de presentarme en la universidad. Solo me saqué la chaqueta y los pantalones como pude, me tapé hasta la coronilla, como protegiéndome de Luhan, no quería pensar en nada.

 

- No sabes, lo difícil que es para mí verte y no poder besarte…-mierda…

 

¿Justo ahora debía recordar todo eso?

 

Cuando Kyungsoo y Kai vinieron a verme para confesarme su noviazgo, llamé a Luhan entre gritos y me descargué con él. Gritaba sin parar y tiraba lo primero que pillaba a las paredes, botaba documentos o libros, da igual. Solo quería descargar mi impotencia de tener un hermano homosexual.

 

Nunca comprendí tanto repudio, el hecho de que le gustaran los hombres no dejaba de ser mi pequeño hermano pero yo no lo podía tolerar, cuando Kai aparecía en escena, me comportaba como un niño caprichoso. Kyungsoo nunca me reprochó nada, siempre escuchaba mis arrebatos y callaba pacientemente, al final creo que fue por mi culpa el hecho de que se hayan mudado a San Francisco, por más que me repitiera que era su oportunidad para sacar su postgrado. Sabía que se había ido por mí.

 

Al calmarse todo, Luhan llegó un día a mí preocupado y nervioso. Lo conocía tanto como para saber, que algo importante tenía que decirme. Pacientemente lo esperé y él se me declaró.

 

No recuerdo cuales fueron sus palabras exactas, cuando comenzó con él “Me gustas…” mi cerebro se apagó, quería golpearlo hasta que la rabia abandonara mi cuerpo, pero luego reaccioné. Había sido un mes luego de que Kyungsoo me había confesado lo mismo, por lo que asumí que solo era una broma, no le dije nada y seguí trabajando.

 

Él tampoco se alejó de mí, de hecho nos volvimos más cercanos y fue en ese tiempo que entendí que sus palabras eran ciertas, aún así trataba de ignorar sus sentimientos hacía  a mí, cuando me abrazaba, solo sentían que eran los brazos de un cálido amigo, uno tan infantil y dependiente, el cual necesitaba esas muestras de cariño. Ahora comprendía, que eran muestras de amor, de lo que yo creía era amistad.  

 

¿Estás seguro de eso?

 

¿Ahora era yo mismo el que se contradecía?

 

Cuando supe lo de Sehun, también me molesté… aunque fue diferente.

 

Eso crees

 

Creí que Luhan era un cualquiera, un vividor, una mala persona. Al descubrir la verdad me cegué por completo, solo reaccioné al escuchar el relato de aquel chico ese día en su departamento, no podía soportar la idea de que Luhan le besara, si me quedaba escuchando el final, lo más probable es que hubiera terminado golpeando al chico.

 

Son celos

 

¡No lo eran!

 

¡Detesto a los homosexuales!

 

No detestaste a Luhan cuando pediste que te besara. Admite que te gustaba sentir su piel contra la tuya.

 

Luhan es guapo, es cierto. Tanto chicas como chicos caen ante él, siempre fue muy sociable por eso media universidad lo conocía, siempre recibía la atención de una gran población en San Valentín o en festivales pero él educadamente rechazaba a todos.

 

Lo observabas desde antes

 

No, yo…

 

La primera vez que hablamos fue porque lo ayudé con uno de los maestros más estrictos, él quería que Luhan aprendiera hablar coreano a la perfección para poder aprobar su ramo y yo intervine, no sé porqué, solo… lo hice. Desde allí no nos separamos más, le ayudé con el idioma y él con mis investigaciones. Me parecía un intercambio justo.

 

Me  gustaba mucho su personalidad liviana y juguetona, a veces resultaba cargante y agotador pero siempre terminaba por hacerme sentir bien… Sinceramente… cuando se me confesó creí que estaba jugando conmigo, que era esa clase de bromas que hacen los populares a los desvalidos para luego esparcir los rumores por los pasillos, inflando sus egos por su belleza irresistible.

 

Tuviste miedo

 

¡Sigo con miedo!

 

No puedo admitir que me gusta… es desgarrador.

 

-Déjame ayudarte…- recordaba su dulce voz excitada en mi oído y no podía evitar cerrar mis piernas y hundir mi rostro en la almohada.

 

- Déjame aliviarte…-continuó su voz, logrando que comenzara a excitarme.

 

Hundí mi rostro mucho más en mi almohada, tratando de dispersar esa voz molesta de mis pensamientos, yo era heterosexual, lo que hice fue producto de la droga. ¡No era yo!.

 

Me quedé en cama por el resto del fin de semana, no quería moverme, ni menos pensar.

 

Dormitaba para evitarlo. La semana pasó rápidamente, sabía que Luhan no vendría, lo conocía para saber que era obvio que estaría oculto en su departamento llorando sin saber qué hacer. Dejaría que pasara el fin de semana para sacarlo de su cascarón.

 

- No quiero verte nunca más-

 

¿No se lo habrá tomado enserio o sí…?

 

Bueno no es como si yo lo fuera a perdonar pero debía volver  a la universidad, el periodo de exámenes estaba muy cerca, no podía darse el lujo de faltar tanto.

 

-¡Kim!- me llamaron de pronto, notando que era el profesor Lee, el encargado de revisar la tesis de Luhan- ¿Has visto a Luhan?-

 

-No, ha venido esta semana- le comenté

 

-Lo sé, me enteré que puso una carta de retiro temporal en la administración y por eso vine a buscarte, ¿Sabes qué le pasó? ¡Hey!-

 

Luego de escuchar “carta de retiro temporal” mis sentidos se apagaron y salí corriendo en dirección a las oficinas.

 

-¡Señor Chim!- llamé golpeando la puerta de la oficina de registro.

 

-¿Qué pasa muchacho?-

 

-¿Ud. Tiene una carta de retiro de Luhan?-

 

-A sí, la dejó esta mañana, ¿Porqué…?-

 

Fue lo que necesitaba para ahora correr en dirección al departamento de Luhan. No podía ser así de estúpido. Perder su beca y la oportunidad de especializarse, todo por un maldito error.

 

El trayecto no era largo y solo me quedaban subir las escaleras, era de noche y al llegar a su piso, vi las luces de su pórtico apagadas, me inquieté de verdad, temía perderlo… por un momento temía que se haya tomado tan literal mis palabras.

 

-¡Luhan!- le llamé y nadie contestó- ¡Luhan!- continué ahora golpeándola, él no podía irse así sin más… no me podía dejar solo- ¡Abre la puerta, idiota!- de no ser porque mi voz se quebró, no me habría dado cuenta que estaba llorando. ¿Él enserio, ya no estaba?.

 

- Me quedé a tu lado, porque te consideré mi amigo… mi compañero, pero veo que lo malinterpretaste. Ya no hay nada que nos una a mí y a ti-

 

Mis palabras hacían el mismo eco que la puerta al golpearla, imaginarme la vida sin Luhan y entre más la recreaba en mi mente, más me costaba respirar.

 

Si, es mi amigo

 

Maldita sea, si es mi compañero

 

Y si hay algo que nos une

 

-¡Ah!- terminé por abrir la puerta de una patada, entré sin quitarme los zapatos de la desesperación, al llegar hasta el living, caí aún más en la tristeza.

 

Estaba todo embalado, solo cajas guardaban sus cosas y su sillón estaba envuelto en una sábana blanca, todo oscuro y empolvado, no había rastro alguno de vida alrededor.

 

Luhan realmente se había ido.

 

Lo perdiste

 

Mi mente me lo confirmó y el eco me restregó en la cara mi destino lleno de arrepentimientos y dolor, todo por culpa de ese maldito orgullo, por miedo a amar a alguien, por la simple ilusión de que todo era una broma, cuando siempre estuve al lado de la persona que era dueño tanto de mi cordura como de mi felicidad.

 

-¿Hyung?- escuché de pronto- ¿Hyung, qué haces aquí?- me repitió como si nada encendiendo la luz.

 

-¡¿Qué, qué hago aquí?!- exploté encarándolo- ¡¿Cómo te atreves a dejar la universidad?! ¡¿Y qué es todo esto?!- sabía que no tenía ningún derecho en reprocharle nada y su mirada seria me lo confirmó pero algo tenía que decir, aunque fuera inadecuado… necesitaba escuchar su voz una vez más.

 

-Si no mal no recuerdo, dijiste que no querías verme- me respondió fríamente dejando sus compras en el suelo.

 

Agaché la mirada arrinconado.

 

-¿Cómo puedes ser tan idiota?- pregunté en susurro, aún así se que me escuchó-¿Cómo puedes seguir al pie de la letra todo lo que te digo?, ¡¿Si te pido que te mates lo harías?!-

 

-Claro que si- respondió de inmediato  pillándome desprevenido y sin quitarme la vista de encima, era tan profunda y seria, que me sentía preso e indefenso- Haría todo lo que me pidieras y más-

 

Le envidiaba, él podía decir lo que fuera y sonar sincero, en cambio yo debía recurrir a mi mal carácter para comenzar una conversación decente, realmente tenía muchas cosas que decir pero nada salía de mi boca, solo podía gruñir por lo bajo y apretar mis puños de la impotencia, al final el idiota era yo.

 

No lo niegues

 

Me decía esa voz y sabía que tenía razón, si no decía algo, él iba a terminar aburriéndose de mí y mi estúpido carácter, si no era capaz de ser sincero por los dos, iba a causar un daño tremendo. Pero nada podía salir de mi boca. ¡Nada!.

 

-N-no…- balbuceé forzosamente- No te va…- la presión era tanta que la cabeza comenzó a darme vueltas y un pito incesante apareció en mis oídos.

 

-Hyung…- susurró tomándome entre sus brazos antes de caer al suelo, eran demasiadas emociones en un día, no podía asimilar todo de una vez.

 

Mis ojos se nublaron por culpa de las lágrimas y no podía respirar apropiadamente pero debía admitir que el dolor era menor al estar en sus brazos. Cuando tuve contacto con él, me aferré como pude a su espalda y oculté mi rostro en su hombro.

 

-Sé que es difícil…- susurró suavemente acariciando mi cabello- pero estaré aquí para ti- le miré esperanzado.

 

-No te atrevas a irte- dije por fin, dándome valor luego de ver su estúpida sonrisa- Nunca- recalqué.

 

-No me iría jamás- habló sonriendo como un idiota, cosa que no pude evitar de hacer yo también- No, si me lo pidieras-

 

No lo haré

 

Concluí para mí, que no bastaba ser tan inteligente para saber que yo no podría vivir sin ese pedazo de basura.

 

Secó mis lágrimas con sus labios y los nervios me inquietaron, traté de zafarme de su abrazo pero solo conseguí que me acomodara en su regazo teniendo más control sobre mi cuerpo. Este comenzó a reaccionar por si solo, mi respiración comenzó  entrecortarse y la forma en que me miraba me hipnotizaba, al tenerlo tan cerca,  me hizo darme cuenta que siempre había adorado sus finos labios y más ahora que se veían tan apetitosos.

 

No pasó mucho tiempo, hasta que nos besamos, tranquila y sobriamente, suspiré al sentirlo… una carga pesada se había despojado de mí, porque ahora entre sus labios y su cuerpo, me daba cuenta lo bien que encajábamos.

 

-Te quiero, Hyung- susurró al final del beso, yo solo atiné a observarle y a continuar con el beso- Ok, trabajaremos en esa parte- comentó bonachón ganándose un par de pellizcos.

 

No lo negaré, algún día lo diré.

 

 

 

 

Notas finales:

Espero les haya gustado. Nos leemos pronto :DD


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).