Los días comenzaban ser agotadores y esta maldita palpitación en mi entre pierna ya me estaba molestando. Luego de saber que Kyungsoo se casaría, Hyung y yo nos consumimos en el trabajo; creo que es para no pensar tanto en el tema, la cosa es que tenerlo más tiempo cerca, me resultaba doloroso.
Cada mañana, me encantaba como los rayos del sol chocaban contra su piel blanca, como sus pequeñas pestañas cubrían sus grandes ojos, o la forma de sus labios al concentrarse de la nada, su cuerpo estirado por esfuerzo imperante por alcanzar la última fila del estante y cómo luego de ayudarlo, sus mejillas se inflaban de forma automática… no podía controlar mis ganas de acorralarlo a lo primero que fuera, su aroma me afectaba la concentración y voz me seducía cada vez que me hablaba.
-Hyung, ya vengo- avisé saliendo disparado nuevamente del laboratorio, si continuaba así iba a cometer una locura, estaba llegando a tal punto que la idea de Tao me resultaba demasiado atractiva- Un cigarro, por favor- no tenía el hábito de fumar pero psicológicamente hablando necesitaba algo que bajara mi ansiedad o cometería un crimen.
Si esto continúa así llegará un momento en que mi autocontrol me abandonará…
-Hey, Hyung…- me llamaron de pronto, alcé la vista algo perdido encontrándome con uno de los estudiantes de segundo.
-Hola, Sehun-ah- contesté tratando de sonar amigable.
-Vaya, no tienes buena pinta- comentó sentándose a mi lado, la verdad es que esta clase de conversaciones no me venía bien ahora mismo, tenía un enredo en mi cabeza y una necesidad tan grande en mi cuerpo, que sinceramente no sabría cómo canalizar- ¿Minseok-sunbaenim, te da mucho trabajo?-
-“Vieras tú el trabajo que me dá…”- pensé obscenamente, al recordar cada imagen erótica que me había imaginado al embobarme por su presencia- Solo lo normal- respondí a secas.
-Ya veo…- me sentí mal luego de verlo agachar la cabeza, se notaba que el pobre solo quería una conversación amigable y yo descargaba un poco mis frustraciones con él- ¿Porqué no vienes a la fiesta de esta noche?- preguntó de pronto.
-¿Fiesta, qué fiesta?- pregunté perdido.
-Hyung, es la celebración de la facultad- me dijo resultando bastante obvio mi indiferencia a ese tipo de actividades y todo a causa de un mismo factor- Esta noche hará una fiesta en el club EXO-
-¿Enserio?- pregunté aún más perdido. Por un momento recordé a mi antiguo yo, a uno que aún no le vendía su alma al diablo y salía sin restricción, divirtiéndose a montón, cómo necesitaba eso, quizás un poco de alcohol, logre bajar mis niveles de frustración sexual.
-Necesitas distraerte, ¿Porqué no vas un rato?- me incentivó convenciéndome de inmediato, yo realmente necesitaba cambiar un poco de aire y alejarme un poco de Minseok, solo así pueda volver a concentrarme en el trabajo.
Me despedí de Sehun, con la sensación de haber encontrado la solución a mis problemas, algo más aliviado volví al laboratorio, encontrándome con Minseok en la misma posición en la que lo había quedado antes de irme.
-¿Estuviste fumando?- preguntó extrañado. Olvidaba lo hipersensible que era.
-Solo fue uno, lo necesitaba- le expliqué nervioso. Solo hizo una mueca indiferente y volvió a las muestras, toda esa tensión que había liberado, volvía en tan solo un segundo…
¿Porqué, Hyung… porqué me eres tan irresistible?
Me había arreglado un poco para salir, hace tiempo que no lo hacía que me sentía inseguro con cada prenda que escogía, si mi peinado debía estar bajo o alto, si debía afeitarme o no, si debía llevarme un par de condones o no…
No es que fuera a tirar con el primero que se me insinúe, quizás no es eso pero uno debe estar preparado para lo que sea, lo digo enserio.
Una vez en el club el ambiente cambió mi ánimo, a pesar de que hace mucho tiempo no asistía a ese tipo de lugares, me sentía un poco como en casa, pedí una cerveza y me quedé en la barra relajándome un poco, la música hacía lo suyo, mientras el alcohol cubría mi sangre.
Me encontré con otros compañeros de la facultad, me reí y conversé hasta que me dolieron las mejillas, bebí junto con ellos, y brindamos por nuestro último año, jugamos a quien bebía más, me sentía realmente bien y también algo culpable, nunca debía alejarme de este yo tan desinhibido.
La estaba pasando de maravillas, me sentía realmente bien por lo que seguí bebiendo, me fui a la pista de baile con algunos de mis compañeros y luego en un parpadeo los perdí, al prestar un poco más de atención, estaba siendo llevado por una mano al otro lado de la pista. Y luego todo se fue a negro.
Solo recordaba un cuerpo delgado apegado al mío, uno besos comprometedores y un susurro en mi oído, el resto todo fue todo confuso para mí. Creo haber soñado, una escena más que erótica, en la que Hyung y yo por fin éramos uno, él encima de mí y devorando mis labios, yo teniendo libre acceso a su cuerpo y piel, me sentí tan pleno que creo que caí rendido con la sensación de haber tenido un orgasmo.
A la mañana siguiente el dolor de la borrachera era insoportable, me moví un poco de la cama para levantarme cayendo de bruces al suelo, intensificando aún más el dolor, todo me daba vueltas y cómo pude me dirigí hasta la cocina por algo que me sacara el sabor amargo pero por más agua que tomase la sensación áspera de mi boca no se iba y el cuerpo me dolía tanto como si hubiera corrido una maratón.
Esperen… ¿Qué hago desnudo?.
Corrí hasta mi cuarto y no vi a nadie pero estaba realmente desordenado, había unas botellas de cervezas vacía en el suelo y un calcetín que no era mío.
Mierda…
Entonces no fue un sueño, me tiré a alguien creyendo que era Hyung, el problema era... ¿a quién?.
Esa duda no me dejó en todo el fin de semana, tanto que no comía, me sentía realmente mal sin ninguna razón aparente. Bueno puede que me haya tirado a un desconocido, eso no sería tanto problema, después de todo usé protección pero la fiesta fue con conocidos de la facultad… ¿Y si yo me tiré a algún compañero…?
La culpa me carcomía por dentro, la idea no era esa. No tenía porqué descargar mis frustraciones con otra persona, ¡Menos con algún conocido!, si ya me había costado ocultar un poco mi homosexualidad como para mandar todo a la mierda en una noche.
Lo peor de todo, es que en el mismo sueño, recordaba haber gemido el nombre de Hyung una y mil veces, puede que hoy se destape el rumor de que era homosexual y que para rematar estaba enamorado de Minseok, el cerebrito de la facultad.
Yo… realmente no quería entrar al edificio.
-¡Luhan!- me llamaron logrando asustarme de pronto- Viejo, que fiesta la del viernes, ¿no?- me habló abrazándome amistosamente, mientras yo me moría de los nervios por sus próximos comentarios- ¡Eres un puto Dios de la cerveza! Tenemos que salir más seguido, la próxima semana hay otra junta pero esta vez de la generación, tienes que ir, ¿Me escuchaste?- me gritoneo desde las escaleras, yo solo le seguí la corriente entre aliviado que ningún comentario demás saliera de esa bocota que tenía.
Si el esparcidor de rumores estrella de la facultad, no me había dicho nada aparte de mis habilidades para el alcohol, podía estar algo en paz, así que me di el valor para llegar hasta el laboratorio.
-Pero miren quien llegó- me saludó Minseok con su conocido tono irónico- El bebedor estrella de la facultad, no conocía ese lado de ti pequeño Luhan-
-Solo salí una vez- comenté agotado.
-Pero has dejado una gran impresión, hasta el maestro Lee quiere retarte- me comentó gracioso, ante mi reacción.
-No gracias, no quiero volver a emborracharme en la vida- dije realmente desganado botando mi mochila al suelo y casi tirando mi delantal del perchero, había cometido un gran error que lo involucraba y él simplemente se reía, esto es peor que la frustración sexual de la semana pasada.
-Pues me debes una- me cortó de pronto.
-¿Una qué?- pregunté curioso.
-¿Es que acaso crees que solo soy muestras y fórmulas de equivalencia?- me preguntó enojado- No me invitaste- me reprochó herido.
-¿Enserio tu bebes?- pregunté porque realmente no lo veía como esos.
-¡Claro!- gritó tratando de convencerme- Incluso puedo durar más que tú-
-¿Me estas retando?-
-Pues sí. Cuando y donde quieres pequeñoLuhan- solo reí sin tomarle importancia y comencé mi trabajo.
Si bien, el error del fin de semana no me abandonaba, ya no estaba tan nervioso al estar cerca de él, podía bromear como antes y estar a su lado sintiendo lo justo y necesario, lo propio para poder manejarlo.
-Luhan, toma la muestra 23 y mézclala con la 12- me ordenó de pronto mientras el mezclaba otras muestras.
Dejé de lado la redacción de la investigación y fui a hasta el rincón donde estaban las muestras en pipetas, no me coloqué los lentes de protección pero si los guantes y tomé las muestras indicadas.
-¿Toda la fórmula?- pregunté mientras meneaba un poco las pipetas.
-Si- contestó sin levantar la vista.
Seguí sus instrucciones entonces sin cuestionarlo, volteé la pipeta 12 en la 23 tranquilamente pero al escaso contacto con la sustancia, esta explotó en mi cara.
Me sentía algo perdido y culpable de no ser por la estrepitosa risa de Hyung detrás de mí, golpeando sus manos y el mesón mientras se agarraba la barriga llorando de la risa.
-¡NO PUEDO CREER QUE AÚN CAIGAS CON ESA BROMA!- explotó sin parar de reír.
Mientras yo trataba de limpiar un poco mi cara algo avergonzado por mi torpeza pero se sentía bien de al menos verlo reír como antes.
-¿Así que es muy gracioso, ah?- le pregunté gravemente, este solo me quedó mirando deshecho en risas y yo me lancé confiado hasta su cuerpo para castigarlo con pellizcos.
-¡No, suéltame!- gritaba aún riéndose mientras yo por detrás sujetaba su diminuto pero fuerte cuerpo y trataba de pellizcarlo.
Parecíamos unos críos pero unos muy encemismados en nuestro mundo, reímos un buen rato descargando nuestras malas energías y sé que sintiéndonos muy cerca del otro, no niego que me aproveché de la situación para sentir un poco más su esencia cerca de mí.
Recosté mi cara en su hombro, mientras esta vez no solo lo rodeaba sino que lo aprisioné entre mi cuerpo y el mesón con posesión, con cariño… solo quería sentirlo y me quedé un momento más así al notar que él no se movía, no quise pensar el porqué, solo quería disfrutar de su cercanía mientras recordaba su hermosa risa.
-Oye…- me llamó, su voz se escuchaba entre cortada, yo solo lo abracé aún más fuerte, no quería despegarme de él- Tks- ese sonido con su boca siempre lo hacía cada vez que estaba molesto pero no sabía qué hacer, por lo que seguía controlando la situación.
Inhalé su aroma con imprudencia, cerré mis ojos e imaginé otro lugar, quizás mi departamento. Me llené con su calor y sonreí al sentir su corazón latir a mil… quizás Tao no estaba tan equivocado como yo pensaba.
Me estaba preparando para dejarlo ir cuando la puerta se abrió de pronto.
-Sunbaenim, trago los…- al escuchar su voz, el recuerdo del viernes por la noche me golpeó la cabeza.
Me había tirado a Sehun, descaradamente pensando en Minseok.
Supe que el también recordaba esa noche porque su expresión cambió, me miraba con furia y asco, los papeles que traía en la mano, solo los lanzó al mesón próximo y salió de la sala.
-¡Sehun-ah!- impulsivamente salí corriendo tras de él, tenía que explicarle o al menos pedirle disculpas.
Corrí por los pasillos encontrándolo en las escaleras, tomé su brazo para voltearle pero solo recibí un golpe de lleno en mi pómulo izquierdo.
-¡Aléjate de mí!- me gritó- ¿Con qué cara te paras frente a mí?- me preguntó enrabiado, cerrando sus manos al costado de su cuerpo. Si me acercaba iba volver a golpearme sin duda alguna.
-Sehun-ah, deja explicarte yo…- intenté hablar mientras me reparaba del golpe pero estaba algo mareado.
-¿Explicarme qué?- preguntó irónico- ¿Qué me follaste pensando en Minseok-sunbaenim?-
-¡¿Qué?!- escuché detrás de mí.
Mierda…
Sehun se marchó luego de que yo me quedara en silencio, su última mirada me dio a entender que su venganza ya estaba cobrada, y que claramente no me volviera acercar a él por mucho que traté también de pedirle perdón, al menos que mi cuerpo le trasmitiese algo pero el simplemente se alejó, dejándome otro problema aún mayor…
-Podría golpearte ahora mismo- me dijo decepcionado al verme de frente- Pero veo que ese crío ya ha hecho mi trabajo-
-Hyung yo…- hablé peor me fue imposible decir algo más.
-¿Tú qué?- preguntó bastante molesto- Te creía mejor persona Luhan, enserio-
Se alejó lentamente mientras que su última frase, terminó por destruirme. Yo realmente estaba perdido.