Prólogo.

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At the moment in my Town.

Un trozo de algun ese mecía tamboleante colgado de un árbol. El cielo, oscurecido por las nubes, no dejaba paso al sol que trataba de colarse por algún hueco en vanos intentos. El viento, azotando la tierra con su poder, recorría solitario la ciudad; y las almas que vivieron en ellas un mes atras, habian desaparecido de ese lugar junto a su presencia. Ya no se escuchaban las risas de las parejas que medoreaban por el parque coronado como el mejor parque de la ciudad, y por las callaes ya ni se podía notar a los coches electricos pasar. Se habia tornado una ciudad fantasma en muy poco tiempo.

Los suaves cantos de los grillos al anochecer, y el revoloteo de las molestas moscas habian desaparecido por completo. A veces, se les podia echar de menos; del suelo, surgido de la nada, una inmesa torre parecía poder tocar el cielo, negra por fuera y, sin saberse como era por dentro. La pared era lisa, y sin ventanas a los alrededores, tampoco parecía existir una puerta. Pero, desde arriba del todo, siempre salían de ahí naves o algo así, que barrían la ciudad en busca de vida que exterminar. 

Se proclamaron los dueños de la Tierra, pero aún solo habían conquistado una ciudad. Ni los grupos rebeldes habian sobrevivido a tal ataque. Los que se proclamaron los mejores muerieron despues, y los niños, si consiguieron escapar, ahora estaban muertos de hambre. 

El simplemente odiar una mañana de colegio, o de trabajo, te hace pensar que si esto llegara a suceder, prefiririas esas mañanas en las que molesto apagas el despertador o tus padres o hermanos te vienen a despertar, o familiares. Una sonrisa es mucho mejor que la soledad de una ciudad fantasma. 

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¿Quieres saber que fué lo que realmente ocurrió?

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