Las sábanas se enredaban en aquellos cuerpo desnudos que se encontraban perlados en sudor debido al calor de la habitación, aquellos cuerpo que se propinaban caricias llenas de pasión pero sobre todo de amor; caricias que quemaban sobre sus tersas pieles, sin embargo, no dejaban de ser de alguna manera inocentes, eran caricias que a pesar de la pasión  no dejaban de ser tímidas; exploraban sus cuerpos con calma, deseaban memorizar cada parte del otro mientras sus labios se fundían una vez tras otra en apasionados besos.