Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Noha’s Ark Circus por BeastJoker

[Reviews - 11]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Los personajes pertenecen a Yana Toboso. El fanfic se desarrolla en una de las escenas del circo, pero la historia del manga y la trama de mi historia difieren en todo momento.

 

Notas del capitulo:

Hola!! Bueno, esta es una historia que recientemente se me ocurrió, espero que les guste.

 

La luz se colaba entre las cortinas blancas casi traslúcidas y pegaba directamente en su rostro. Llevó un brazo a la cabeza cubriendo los ojos, pensando que tan pronto se levantara debía mandar cambiarlas y colocar algunas más gruesas y opacas que le impidieran el paso a la molesta y radiante luz de las mañanas a perturbarle el sueño.

  Era más de medio día y su cuerpo estaba más que adolorido, después de haber pasado la noche en casa de su prometida bailando con ella hasta el final de la velada (más por estética que por gusto, claro está) no tenía ánimo de levantarse. Su esbelto y perezoso cuerpo se escondía entre las sábanas azul cielo y el pesado cobertor de lana. No era de su costumbre moverse mucho o cambiar de posición por las noches, ni dejar las cobijas tan revueltas; pero aquella noche volvió a tener las desagradables pesadillas que tanto lo torturaban.

     -Joven amo, ha llegado una carta.- irrumpió en la tranquilidad de la habitación el anciano mayordomo de la familia Phantomhive.

     -Tsk… deberías llamar antes de entrar en la habitación del amo.- refunfuñó el jovencito de cabellos azulinos enmarañados incorporándose de mala gana.

     -Mis disculpas joven amo, pero he llamado tres veces sin tener respuestas.- comentó acariciándole delicadamente un mechón de cabello que tenía en la cara, acomodándolo detrás de su oreja para observarle mejor.- Además, si me permite agregar, como mayordomo de la casa es mi deber educarle como es debidamente correcto, le he malcriado bastante dejándolo quedarse en cama hasta tarde. Tiene asuntos que arreglar como dueño de la compañía Fhuntom.- dijo en tono dulce el anciano esbozando una sonrisa y haciéndole una reverencia.

     -Tienes razón. Gracias Tanaka.- El muchacho rio levemente con el pequeño regaño extendiendo una mano para recibir la carta.- Quisiera un té.- agregó girando el papel para distinguir el remitente.

     -Enseguida señor.- el anciano lo reverenció y salió de la habitación.- con su permiso.

Ciel se volvió a verlo y al salir regreso los ojos a la carta con una media sonrisa. Quería a ese hombre como si fuera su abuelo,   y en efecto, ambos eran como una pequeña familia de dos desde la prematura muerte de sus padres. Seis años habían pasado ya desde aquel incidente y ni un solo día el anciano le había descuidado desde entonces.

Miró el frente de la carta y distinguió el símbolo real plasmado en la cera roja. Era una carta de la Reina. Con algo de desgano rompió el sello que aprisionaba el contenido y desdobló el papel.

 

 

 

 

*  *  *

 

Mi querido niñito:

 

      ¿Cómo has pasado las fiestas decembrinas? Te saludo esperando con gusto que haya sido agradable la celebración de tu cumpleaños dieciséis.

     Me apena mucho enviarte trabajo cuando apenas comienza el año nuevo. La compañía ambulante del “Circo Arca de Noé”  ha propiciado la desaparición de varios niños en cada ciudad donde se ha presentado, no se han encontrado cuerpos ni se ha habido reportes de defunción de alguno de ellos. Sería una gran pena que en mi amada tierra se prestara de nuevo la oportunidad de otro incidente del mismo tipo. Es deber del Perro Guardián de la Reina investigar a fondo la causa e impedirla.

     Dejo el caso en tus manos, la vida de los niños depende de ti.

 

Con cariño.

 Victoria

*   *   *

 

 

Adjunto a la carta había dos entradas para dicho circo, la Reina sabía que no necesitaría más que aquellas dos para que su mayordomo le acompañara, pero a Ciel no le agradaba la idea de que siguieran pensando en él como un niño, no necesitaba que Tanaka estuviera tras él todo el tiempo.

Pensándolo mejor, el pobre hombre apenas podía cargar con sus años y no sería de mucha ayuda  tener que lidiar con el problemático muchacho que era todo un maestro en el arte de meterse en líos.

El anciano llamó a la puerta.

     -Adelante.- pronunció Ciel sin quitar la vista de la hoja.

     -He traído el té Joven Amo.- caminó posando la charola de plata en la mesa de noche al lado de la litera. Tomó la jarra de porcelana blanca con detalles en amarillo, negro y violeta, sirvió el líquido hirviendo en una pequeña tasita del fino juego de porcelana importado de China y posándola en un pequeño plato la entregó en manos del muchacho.

Ciel acercó la taza a su rostro y saboreó el aroma cerrando los ojos y dando un sorbo. El mayordomo se dirigió hacia el amplio armario y extrajo de el un traje color verde petróleo y unos zapatos negros, el conjunto entero denotaba demasiada seriedad para el joven conde.

     -Tanaka… prepara el carruaje, me vestiré yo solo.

     -¿A dónde irá joven?

     -Tengo un asunto con la Reina. Necesito que me lleves sólo hasta la cuidad y regreses. En mi ausencia deberás encargarte tú de los asuntos de la empresa.

     -No puedo consentirlo joven. Usted no debe andar por las calles solo.

     -El trabajo requiere discreción absoluta. Tú eres más que bien conocido en la ciudad porque eres quién también se encarga de mis asuntos externos a la mansión. No sería conveniente que el mayordomo de los Phantomhive se viera involucrado, me afectaría a mí y a la empresa directamente.- comentó hábilmente sin pensarlo mucho.

     -Entiendo.  Entonces… ¿Cuánto tiempo piensa que le llevará el trabajo?

     - Las atracciones ambulantes se instalan al menos un par de semanas.

     -¡Un par de semanas solo fuera de casa! Amo, mi vida entera es cuidar de usted… no puedo dejarle solo tanto tiempo- dijo en tono preocupado el pobre anciano.

     -Ya lo había contemplado. Así que pensé en lo siguiente: si logro entrar en la compañía cirquera estaré a unas cuantas calles de una de nuestras tiendas; podré ir corriendo y regresar en cuestión de minutos, te dejaré una nota para informarte de los avances de la misión y en caso de ocupar algo también te lo dejaré por escrito.

El anciano se quedó pensativo unos segundos y después asintió.

     -Muy bien. Iré a preparar el carruaje.- reverenció al chico y salió.

 

Ya solo en la recámara, Ciel se puso de pie y se dirigió al armario. Sacó una camisa blanca, unos pantaloncillos cortos con tirantes de cuero, medias largas y unos zapatos negros de piel de borrego algo desgastados. Se encaminó hacia el baño y frente al espejo se despojó de la gran camisa blanca que le servía para dormir. Observó su cuerpo desnudo a través del espejo y procedió a vestirse con dificultad.

Bajó las escaleras a tropezones, no sabía ni como atar las cintillas de los zapatos. Cruzó la puerta y observó en silencio como el viejo Tanaka se detenía un momento a respirar apoyando una mano en el carruaje y la otra en una de sus rodillas después de terminar con su tarea.

Ciel le lanzó una mirada cargada de lástima. Era demasiado orgulloso como para admitir que dependía completamente del pobre hombre.

Takana alzó la mirada y al verlo en la puerta cobró la compostura y se acercó a él para acomodar sus prendas.

     -Deberíamos contratar algunos empleados. No deberías encargarte tu solo de toda la mansión… lo digo porque hay bastantes cosas que hacer y muy poco tiempo para una sola persona.-  soltó en voz baja mirando hacia el carruaje fingiendo no darle tanta importancia al asunto mientras Tanaka se inclinaba a amarrar de nuevo sus cintillas. Su posición como amo de la casa no le permitía mostrar un lado débil incluso frente a su fiel mayordomo.

     -Descuide joven. Cuando regrese podremos convocar a unas cuantas entrevistas de trabajo.- sonrió el mayor ante el comentario de Ciel. Aun cuando nunca lo admitiera el muchacho ni le gustara demostrarlo, tenía un corazón muy grande. El anciano lo conocía perfectamente y sabía que internamente el chico también se preocupaba por él.

Se puso de pie y colocó una boina color caqui en la cabecilla y una bufanda sobre el cuello del menor.

     -Está listo amo.- comentó sonriente y abrió la puerta del carruaje para que Ciel entrara.

 

 

El camino no fue muy largo, pero si aburrido. Ciel se recostó en el asiento de terciopelo rojo y se acurrucó ligeramente, hasta que divisó por la ventana los  primeros edificios a la entrada de la ciudad y se incorporó de nuevo en el asiento. Dio tres golpecillos por la ventanilla e indicó a Tanaka que se detuviera.

Salió rápidamente del carruaje y se dirigió a la banqueta. Desde ahí le dedicó a Tanaka un gesto de despedida y corrió en dirección hacia el centro. Al estar ya más retirado comenzó a caminar despacio admirando cada establecimiento y acariciando las monedas de oro sobre uno de sus bolsillos, no podía resistirse cuando veía las deliciosas golosinas que tanto amaba, pero llevaba aquello solo para estar prevenido ante alguna emergencia.

No le llevo mucho para llegar al corazón de la ciudad, donde en la plaza principal albergaba una enorme y colorida carpa con una pequeña feriesilla alrededor.

A la entrada, posado sobre dos pilares de fierro se encontraba un gran letrero lleno de colores llamativos donde se encontraba inscrito en gigantescas letras mayúsculas: ARCA DE NOÉ. CIRCUS.

Notas finales:

Espero que les haya gustado C:

Cualquier comentario o sugerencia (buena o mala) es bienvenido.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).