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Año nuevo por DcHenri

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Notas del fanfic:

Se que este one shot lo prometí suber ayer pero con todo eso de las fiestas no tuve tiempo *pone su cara de gato con botas* Espero lo disfruten muchísimo tanto como yo. Y por cierto...

¡Feliz año nuevo a todos! Espero que puras cosas bonitas y buenas lleguen para el 2015. Les deseo lo mejor que aun posee el mundo*w* 

Un abrazo a todos.

Les quisiera compartir que este one shot fue inspirado tando en la canción de Firework de Katy Perry como en lo hermoso que se pone en Nueva York cada 31 de diciembre. Mi sueño siempre ha sido pasar la noche de año nuevo allá, *gira en el piso de emoción*.

Pero sin más demora a leer.<3 

 

Notas del capitulo:

Los personajes no me pertenecen si no a Marvel y a sus respectivos creadores.

El viento soplaba frío pero delicado contra mi rostro, casi con ternura. El manto que adornaba la noche de la ciudad de Nueva York era majestuoso, encajando a la perfección con las luces artificiales que bañaban cada avenida.  La altura que me separaba del suelo de la gran ciudad era demasiada, por no lo suficiente como para que yo evitara ver a las personas que caminaban presurosas por la calle. Como si fueran hormigas caminando de manera veloz. Todos ya se preparaban para recibir el año nuevo con las mejores vibras. Algunos ya iban de regreso a sus casas después de un duro día de trabajo, otros ya se preparaban para asistir a algún restaurante y ahí pasar las últimas horas del año y otros más, ya tenían preparada la cena y ya alistaban la mesa para reunirse con la familia.

Y yo, pues era un caso diferente.

Acaricié el vaso de Whiskey con los labios y saboree su contenido. Era la primera vez que el gran Anthony Stark se sentía sin ánimos de ir a una fiesta. No puedo describir con exactitud como realmente me sentía, pero algo dentro de mí me decía que necesitaba un momento para meditar el año que había transcurrido como si fuese agua. 

Y no exactamente meditarlo en una fiesta, mucho menos en una fiesta que ofrecía Shield.

Quería aclarar mis ideas, darme por vencido en las oportunidades que perdí, recargar fuerzas para empezar de nueva cuenta, para estar consiente que 365 amaneceres me esperaban  y que con ellos vendrán cosas nuevas. Necesitaba quizá aclarar mi sentimientos. Y sé que esto suena más romántico que novela mexicana de las diez pero estoy consciente que este año que se despide trajo consigo cosas que jamás pensé llegar a sentir y con ello, dudas que se sembraron en mí.

Sentí como se esbelta figura vestida con un hermoso vestido rojo que contrastaba con su piel se posaba alado mío. Igual que yo, absorta por la belleza del paisaje.

-La ciudad que nunca duerme.- Dijo Virginia sonriendo y examinando con sus ojos azules todo lo que la vista nos ofrecía. Nos mantuvimos por un momento en silencio.

-¿Estás segura que es obligatorio ir a esa estúpida fiesta?- Hablé enfadado y aflojando la corbata.- Que puede ser que sea una trampa de Shield.- Virginia despegó los ojos de la vista y acercándose a mí, arregló mi corbata.- Shield no es tan malo como piensas Tony.- Yo arquee la ceja dudoso.- Tal vez tenga sus secretos, pero eso de que Fury organizara una fiesta es un gran gesto de su parte.- Finalizó aun con las manos sobre mi pecho.

Yo no estaba gran convencido de la dichosa fiesta pero no tenía más opciones a la mano. Resople molesto y bebiendo hasta el fondo terminé con la última gota del vaso. Pepper solo se acercó más a mí y sonriendo acerco sus labios a los míos colocando ahora sus brazos sobre mis hombros.

Algo interno me gritaba que eso estaba mal y que yo ya no podía huir de eso. No podía corresponder el beso.

Separé sutilmente a Virginia de mi cuerpo rompiendo el beso. Ella se recargó en el barandal y un silencio incomodo se instaló en el aire.

Esto no era nuevo, ya habían pasado muchas ocasiones en que debía alejar de mí a Pepper  para “según” yo hacer lo correcto. O bueno eso me decía mi voz interior.

Y me sentía fatal, los ojos cansados de Virginia taladraban en mi ser y la incomodidad que albergaba el tenso momento me hacía sentir que mi estómago se estrujaba. Tarde que temprano Virginia me tendría que encarar. A mí y a mí comportamiento. Y me sentía como un completo cobarde al dejar pasar el tiempo sin tener la valentía de ser yo el que exprese de una vez sus sentimientos. ¡Valla que ni yo sé que es lo que pasa conmigo!

Pero créanme que yo no soy el culpable, el culpable es un estúpido anciano que cree que lo sabe todo solo por portar un escudo.

Estúpida sea su sonrisa sincera, estúpidos sean sus ojos puros e inocentes, estúpido sea su caballerismo al hablar.

Estúpido seas Steven Grant Rogers.

Lo he intentado todo para sacármelo de la cabeza, inclusive he ido a meditación para que mi cuerpo se relaje y olvide todo lo que me recuerde a él. Pero me es imposible siquiera no verlo, porque hasta en el cereal viene inscrito su logo, en las calles los grafitis con su rostro, en las tiendas de ropa ya hay colecciones inspiradas en él.

¡Qué joder terminé comprando una docena de playeras con su escudo!

Tallé mi rostro desesperadamente y me dejé caer en un sillón que había en la pequeña terraza del balcón. Esto cada vez me está poniendo mal y lo peor de todo es que ni si quiera sé que es lo que realmente siento por Virginia o mejor dicho lo que siento realmente por Steve.

-Ya otro año que vemos pasar.- Habló Virginia aún parada y desatándose la trenza, dejando así libres sus rubios cabellos.- El tiempo pasa tan rápido que casi es nostálgico. Vemos morir tantas cosas debido al tiempo que se nos hace injusto como este puede seguir de pie y avanzando sin detenerse a mirar el gran impacto que ha causado.- Hablo sin despegar la mirada de las grandes luces de la ciudad.- Y algún días nos uniremos al tiempo para formar parte de la inmortalidad de este.

Tenía clavada la mirada en el cielo mientras reflexionaba las palabras de Virginia, que pareciese que había pensado en voz alta ya que seguía absorta en sus pensamientos. Volví a aflojar mi corbata por segunda vez aun con la vista hacía las estrellas, que se veían tan lejanas como cercanas. Así como las palabras de Virginia.

-¿Qué es lo que sucede Tony?- Su voz hizo que mis parpados se cerraran. Ya esperaba este momento, esta charla que debía pasar.

-¿Cuenta como respuesta el no saber ni que sucede?- dije pesadamente sin abrir los ojos. Oí como Pepper se dejaba caer en el sillón de enfrente y como el aire silbaba para romper la tensión del momento.-Estoy mal Potts.- Confesé.

-Lo se.- Susurró.- Dime lo que pasa y déjame ayudarte.

Abrí los ojos y se veía hermosa ante la noche, el vestido rojo la hacía vibrar como nunca pero ahora sus ojos se veían apagados en espera de un golpe que estaba a punto de llegar.

-Creo que estoy enamorado.- Y eche la cabeza para atrás sintiendo el cuerpo tensarse por la respuesta que iba a tener. Por algún momento creí que mi mejor amiga y confidente podía llegar a ser el amor de mi vida pero pronto descubrí que era muy riesgoso aventurarse a una relación formal con Virginia porque sabía que se rompería quizá para siempre los lazos de amistad y de familia que nos unían. Poco me importo en ese momento.

Y ahora la estaba pagando caro, porque sé que la única persona que ha estado conmigo hasta cuando yo mismo me he abandonado inhumanamente en esta noche le estaba rompiendo el corazón. Todo por creer que el amor de mi vida vivían en esos ojos azules.

Y si, el amor de mi vida vive en unos ojos azules, pero no en los de mi amiga.

-Steve, ¿verdad?- La respuesta me dejó inmóvil. Su voz sonó calmada. Arreglé la postura de mi cabeza y vi que una ladina sonrisa melancólica adornaba su rostro. ¿Qué podía decir? Pero en primera, ¿Cómo es que supo?

Y como si me leyera el pensamiento.

-Soy tu amiga después de todo y te conozco. No sabes disimular Tony.

La delicada figura de Virginia se levantó del asiento y caminó hacia mí, tendiéndome la mano.

Y abrazados, ante las luces cambiantes y parpadeantes,  ante las estrellas de la noche de fin de año, nos dijimos adiós.

 No un adiós definitivo porque al final de cuenta ella era mi asistente, mi verdadera familia y mi única amiga. Solo dijimos adiós a la relación que a duras penas llevábamos y que estábamos consientes que no faltaba mucho para que esta llegará a su fin.

Limpié las lágrimas de su rostro y ahora sus ojos se veían descansados, se veían libres. Nos decidimos sentar de nueva cuenta y en un silencio mientras apreciábamos el paisaje nos dijimos todo lo que no podíamos decirnos hablando.

-¿Soy tan obvio?- Comenté después de un tiempo. Virginia solo rió más vuelta a la realidad y arqueo su perfecta ceja.- Algo así.

-Nadie más ha notado que el Capipaleta me atrae así, ¿verdad?

Esta dudo un momento haciendo que por ese instante mi corazón latiera a mil por segundo. No quería enterarme que él ya estaba al tanto de mis verdaderos sentimientos.- Tus doce playeras del cajón derecho, las calcomanías que guardas de él debajo del colchón y hasta una réplica original del escudo primero me hicieron creer que eras un gran fan y que le tenías un gran aprecio. Pero después llegaron tus borracheras después de las juntas con los vengadores donde solo balbuceabas cosas sobre Steve, sobre lo amable que era, sobre sus musculosos brazos, sobre sus ojos azules como el cielo. Siempre repetías eso cuando estabas ebrio.- Hizo una pausa mientras agradecía que Pepper no notara mi sonrojo. –Una vez los vi besándose en el área de armamento en Shield.

Eso me cayó cual balde de agua fría. Virginia lo sabía, y desde hace mucho tiempo. Tuvimos un simple beso ese día. Ese beso que me hizo quitarme la venda de los ojos y me hizo ver la realidad. Ese beso que me gritó que estaba enamorado de él. Otro silenció hizo su aparición.

-¿Por qué no me lo dijiste?- Mi voz salió débil.

-Estabas pasando por un momento muy contradictorio en tu vida y a decir verdad, jamás te había visto tan feliz desde que lo conociste. Quería que tú mismo te animaras a dar el siguiente paso conforme tus sentimientos y así tú mismo tomar una decisión. Te tomo tiempo decidirte pero por fin lo hiciste.- Su voz tan calmada y segura me hizo sentir la peor basura de este mundo.

-Pepper, yo.- Pausé viéndola a los ojos.- Perdón por lastimarte, perdón por haber sido una mala pareja, perdón por ser tan idiota, perdón por ser un mal amigo. Perdón por ser tan yo.- Ella me sonrió demostrando comprensión.

-Siempre estaré a tu lado Tony. A pesar de que seas tan Tony muchas veces. Y quiero que seas feliz, si la felicidad no está a mi lado quiero que la busques.- La miré sin nada que decir.- Si la felicidad es Steve, corre por él antes de las doce.

Sonreí tragándome las lágrimas.

Muchas veces tienes personas que sabes muy bien que no mereces. Que sabes que esas personas que te rodean son más de lo que tú vales. Y aun así se quedan a acompañarte aun sabiendo ellas que son libres de encontrar mejores compañías. A pesar de que yo no soy nada tengo personas que son mi todo.

-Dicen que si besas a esa persona especial justo a la medianoche el amor será abundante en todo el año.

Me levanté de mi asiento con los ojos vidriosos.

No pude hacer otra cosa más que abrazarla.

- Gracias Pepper.

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Y salí de la torre junto con Jarvis y la mark 42 rumbo a la fiesta que ofrecía Shield. Estaba seguro que ahí podía encontrar al Capi, con su traje de militar que tan bien se le veía y saludando a una que otra personalidad con esa amabilidad tan característica de él. Eran las 10:30 y las calles ya estaban atiborradas de personas, sin duda la Quinta avenida estaba ya en espera de despedirse del 2014. Tenía que darme prisa si quería pasar una buena velada.

Dejé caer la armadura con rapidez sobre la pequeña terraza del Four Seasons y salí del traje causando que como imanes las chicas fueran a coquetearme. Pero de manera sutil les dije que estaba en busca de alguien más. Me adentré a la fiesta y la gente me rodeaba con incomodidad. Y ahora dejándome de delicadezas empujé a la gente para que me dejase pasar y con la mirada traté de buscar a Steve. Debido a que mi altura no era de gran ayuda opte por subirme sin descaro a una mesa. Ignorando por completo lo que decían las personas.

Ni rastros de Steve.

-Borracho antes de las doce. Te felicito Stark.- Bajé la vista y la agente Romanoff me miraba con gracia.-No estoy borracho.- Dije de nueva cuenta buscando ese porte militar muy propio de Rogers.

-¿Qué se te perdió?- Y bajé de la mesa resignado e ignorándola olímpicamente me fui a sentar a la barra y pedí un whiskey para los nervios. Porque me sentía nervioso, ansioso y aliviado a la vez. Agradezco internamente que Steve no haya estado aquí, ya que no tenía un discurso preparado, ni si quiera había pensado que decirle. Como iniciar y finalmente como terminar. Bebí de jalón el líquido que me supo a gloria. ¿Cómo expresarle lo que moría por gritarle?

 Jamás pensé que esto del amor fuese tan difícil.

-Él se fue a su departamento. Me dijo que no tenía humor para una fiesta y prefirió irse a descansar.- La voz de Natasha hizo que me sorprendiera. No pensé que me fuese a seguir hasta la barra. Colocó su mano sobre mi hombro.- No sé qué carajo te cargas tú y Steve pero espero y estés seguro de la decisión que hayas tomado. Él es un hombre maravilloso y está loco por ti y tú por él.- Y la pelirroja se detuvo meditando las siguientes palabras que saldrían.

- Nada en esta vida te pone tanto en jaque como confesar tu amor, pero nada en esta vida se puede comparar a la libertad que sientes al ya no guardártelo.- Sonreí ahora más decidido y de un brinco me levanté del asiento.- Gracias Romanoff, lo tendré en mente.

Esta asintió bebiendo un vaso con whiskey.

Salí corriendo hasta la mark 42 pero algo me hizo detenerme y volver hasta la barra.

-Feliz año nuevo.

Y Natasha solo atinó a reírse y alzar su copa.

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Nunca imagine que fuese tan obvio cuando de amor se trataba. Ahora resulta que hasta la agente Romanoff estaba consiente de mis sentimientos. Ni si quiera yo estoy seguro de esto que siento pero parece que todo el mundo ya sabía que algo pasaba.

Y de repente sentía como la Mark 42 disminuía la altura de vuelo. Eso me hizo volver a la realidad.

-¿Qué sucede Jarvis?- Volaba por la avenida Madison y estaba a punto de pasar por la Quinta avenida que ya estaba cerrada y esperando el concierto que se daría.

-Perdemos altura señor.- Y rodee los ojos y otra sacudida hizo su aparición.- Ya lo sé Jarvis, se más claro.- Y la sacudida que vino me hizo caer estrepitosamente de los aires. Giré antes de estamparme contra el pavimento. No pude hacer nada para estacionarme con decencia y ahora el cuerpo me dolía por el impacto que sufrí.- ¿Qué diablos paso Jarvis?

Bufé frustrado.

-Nos quedamos sin energía debido a que a usted se le olvido checar eso antes de salir.- La gente ya me había rodeado y me miraban sorprendidas.-¿Cuánto llevará recargar la energía para volar?- Las calles estaban atascadas en tráfico y las avenidas principales estaban cerradas así que no podía tomar un taxi y llegar a tiempo.- Dos horas señor.

Y maldije dentro del traje hasta que me cansé. Me levanté del pavimento y caminé pesadamente hasta la banqueta. Me quité la máscara y apreté los parpados. No me quedaba de otra más que correr. Así que sin perder tiempo caminé toda la avenida Madison hasta la Quinta Avenida. Escuché varios gritos cuando pasé entre la gente, que me tocaba como si fuese una celebridad y me tomaba fotos, caminaba tan rápido como la pesada armadura me lo permitía.

Recordatorio: Checar la energía de vuelo antes de salir.

La frustración se hizo presente cuando sin darme cuenta pisé un chicle.

-¡Con un demonio!- Grité inútilmente. Más miradas se posaron sobre mí y a empujones pude salir hasta la acera y tratar de quitarme la goma de mascar.- Solo falte que me orine un perro.- Murmuré enfadado al retirarla. Y como si el universo conspirará contra mí un perro comenzó a ladrarme. Me hice hacía atrás tratando de alejarme pero el perro ya me había acorralado contra una pared.

He peleado contra alienígenas y otras amenazas y ahora un perro era mi mayor villano.

No me quedaba de otra más que pedir ayuda.

Y llamé a Natasha. Por un momento quise marcarle a Pepper pero ya era suficiente con haberle dicho lo que le dije como para llamarle y pedirle que me rescatara. Así que para no gastar la poca energía que me quedaba me acerqué a un teléfono público con el perro aun ladrandonme.

El gran Tony Stark marcando de un teléfono público. Recordaba vagamente su número que por un instante me mandó a buzón. Volví a intentarlo hasta que pude escucharla al otro lado de la línea.

-¿Quién habla?- Preguntó sería. Y sin tardar y antes de que se me acabase el tiempo le dije todo lo que me estaba pasando.

-Yo lo resolveré.- Me dijo riendo la pelirroja.

-Date prisa que el perro me sigue gruñendo.- Y colgué el teléfono. El perro comenzó a ladrar de nueva cuenta y tuve que agarrar valor y ahuyentarlo con una patada al aire.  Suspiré cuando se fue corriendo.

¿Qué más me podría pasar ahora?

El concierto de año nuevo donde varios artistas se presentaban estaba a punto de dar inicio. La Quinta avenida era una enorme masa de gente gritando emocionadas. Tenía que darme prisa si es que quería salir vivo de ahí, porque una vez que empezara el concierto no había manera de salir de aquí y más con una armadura sobre mi cuerpo. Espero que la agente Romanoff mandé un jet por mí.

-Señor, ¿por qué no localiza al señor Rogers para saber si realmente está en su departamento? Puede que ni siquiera esté ahí.- Y golpee mi frente molesto. Como nunca se me ocurrió.- Gracias Jarvis, dime mañana.- Dije con sarcasmo y activando con la poca energía que aún tenía el localizador. Se demoró unos segundos.

-¿Y dónde está el Capi?- Pregunté ya desesperado. Faltaban veinte minutos para las doce y el concierto ya estaba dando inicio cuando el alcalde salió sobre el escenario y comenzó a saludar.

-El señor Rogers está en la Quinta Avenida, exactamente a  diez metros de usted, arriba del escenario, junto al alcalde.

-Jarvis.- Hablé clavando la mirada hacía el escenario y viendo a un nervioso Steve.- Carga la energía mientras yo voy a ver qué carajo hace Steve ahí.

Y me quité la armadura dejándola ahí botada en la calle.

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Y como una llamada cambió radicalmente mi noche.

FLASHBACK

El sonido del celular hizo que pesadamente me levantase de la cama y sin ánimos contesté. Me retiré de la fiesta al no hallar motivo para quedarme. Mejor dicho me retiré al no ver a Tony. Así que estaba en mi departamento cenando ensalada y algo de pollo con solo los boxers puestos. Me sentía fatal. Jamás pensé estar en año nuevo solo y con los ánimos sobre el suelo.

-¿Hola?- Dije serio al aceptar la llamada.

-Steve.- La voz de Natasha me extrañó por completo.- Tony vino a la fiesta y estaba buscándote. Esta loco por ti, hombre. Decidió finalizar su relación con Pepper y ahora está buscándote cual demente.- Y mis ojos se abrieron sorprendidos.

Mi corazón latió tan fuerte que por un momento sentí que Natasha claramente podía oírlo. Las manos me temblaron un poco. Una alegría inimaginable me inundó y ahora sonría cual bobo. Y al no escuchar respuesta a su comentario la pelirroja siguió hablando.- Aunque ha pasado un imprevisto.

Y ahora la garganta se me secó. La cabeza se me llenó de sucesos terribles e imaginando los peores escenarios.

-¿Tony está bien?- Pregunté empezando a vestirme con el teléfono pegado a mi oído. Salí de mi departamento trotando las escaleras aun sin escuchar la respuesta a mi pregunta. Los nervios me hicieron desesperarme.- ¿Qué pasa Natasha?- Pregunté alzando la voz.

-Tony está  atrapado en la Quinta Avenida. Su armadura se quedó sin energía y ahí cayó.- Yo me apresuré a llegar a la recepción y de inmediato vi lo llenas que estaban las calles.- Apúrale que dice que un perro le anda gruñendo.- Y riendo un poco y tranquilizándome empecé a correr hasta el tumulto de gente.

Sería fácil localizar al famoso Iron Man entre la multitud.

FIN DEL FLASHBACK

Me encontraba en la famosa avenida buscando con la mirada a Tony. Pero me era imposible encontrarlo entre tantas luces, tanta gente y tanto alboroto. Busqué mi celular para llamarlo pero este ya no tenía batería.

Gruñí desesperado.

-¡Es el Capitán América!- Y ese grito hizo que varias personas se fueran sobre mí a pedirme autógrafos, fotografías y me hicieran miles de preguntas. Con sutileza y siendo amable les dije que estaba buscando a alguien especial. Y la gente hizo un gran alboroto.

-¿Ya está comprometido Capitán?- Y ahora sin darme cuenta tenía ya varias cámaras de televisoras sobre mi cara. Comencé a tartamudear, no sabía que decir. Las preguntas cada vez se hicieron más privadas.- ¿Piensa casarse?- Y me sonroje al escuchar la pregunta.

Me imaginé a Tony vestido de blanco y con anillo en mano.

-No sé si está persona realmente me quiere. Nunca me lo ha dicho.- Y la gente empezó a gritarme más cosas. Me sentía nervioso y apenado.- Discúlpenme pero debo seguir buscando.- Y me traté de retirar de las cámaras cuando alguien me detuvo.

-Capitán Rogers el alcade quiere que suba al escenario y que juntos enciendan los fuegos artificiales.- Yo no contesté nada pero ya dos guardias de seguridad empezaron a encaminarme al escenario. Todos me aplaudían y el sonrojo ya se había adherido a mis mejillas. Jamás me había imaginado que yo podía llegar a ser una celebridad.

Subí al escenario y la multitud aplaudía ruidosamente cuando me acerqué al alcalde. Este sonrió y estrecho nuestras manos. Esperen un minuto, ¿Qué no estaba yo buscando a Tony?

Y como si la señal divina bajara del cielo pude ver entre el gran gentío al gran Iron Man recargado en una pared. Su armadura roja pero algo maltratada era incomparable y esta se encontraba botada en el suelo. El alcalde ya estaba hablando y yo solo tenía la mirada en Tony. Esperando a que me voltease a ver.

Y así lo hizo sus ojos chocaron contra los míos a la distancia.

Y de repente sentí como todos uniéndose a Tony tenían la mirada puesta en mí.

Me tendieron un micrófono y creo que estaban esperando a que dijera algunas palabras.

Me quedé en blanco por un instante y las manos a pesar del frío me comenzaron a sudar. Las pantallas de la gran Avenida tenían mi rostro plasmado. ¿Qué podría decir?

-El año que se despide nos dejó tragos amargos, momentos dulces, derrotas y batallas ganadas.- Hice una pausa.- Se llevó quizá a seres queridos pero nos bendijo con la llegada de otros. Pero sintámonos enjundiosos y felices de que estamos vivos y de pie recibiendo otro año. Recibiendo oportunidades nuevas. Que el recuerdo de los momentos vividos en estos 365 días queden en nuestra memoria y que los que están por llegar se unan a nuestras experiencias inolvidables. – Sonreí y la multitud comenzó a aplaudirme.- La vida nunca ha sido fácil, si no, no se llamaría vida. Que el borrón y cuenta nueva nos haga sentirnos libres de empezar de nuevo. Que nos de fuerzas para enfrentar lo que viene y que la felicidad esté por sobre todas las cosas. Feliz año Nueva York.- Y los aplausos se intensificaron. Estaba por bajarme del escenario pero recordé que me hizo falta algo. Tony ya estaba al frente de la multitud sonriéndome. Sus ojos chocolates brillaban con emoción.

-Y estamos a escasos cinco minutos de recibir el 2015 y con ello quiero que todo Nueva York se entere que mi año ya tiene dueño. Estoy enamorado de la última persona que pensé que podría enamorarme. Que me trae loco y ha hecho que toda mi voluntad se rinda ante sus pies. Nunca creí que mi corazón ahora estuviese en las manos de un hombre.- Y la cara de Tony demostró sorpresa. La gente gritaba emocionada.

-Te amo Stark.

Y me bajé del escenario al momento en que Katy Perry hizo su aparición. Toda la gente bailaba contenta. Corrí hasta la gran multitud y esta abrió paso para que quedara el camino libre hasta Tony. Caminé entre las personas y todas me felicitaban y me daban ánimos.

Quedé a escasos centímetros de Stark.

-Fue muy valiente lo que hiciste Capi.- Tony habló evitando el contacto visual y con un muy marcado sonrojo.

Cause, baby, you're a firework

Y jalé a Tony de la cintura acercando más nuestros cuerpos.

Y la medianoche cayó sobre Nueva York. Los juegos pirotécnicos hicieron su aparición.

-La tradición dice que si besas a alguien justo a la medianoche de año nuevo tendrás amor el resto del año.- Hablé muy cerca de Tony. Este sonrió mientras las luces pirotécnicas iluminaban su rostro.

Y como si estuviéramos sincronizados unimos nuestros labios en un pausado beso. Transmitiéndonos así nuestros sentimientos. Sus labios se entreabrieron y aproveché para cargarlo y así posar mis manos en su trasero. Él sonrió en el beso y mordió mi labio inferior.

Y aun sobre mis brazos me dijo.

-¿Esto significa que habrá mucho amor y mucho sexo?- Yo reí y apreté con saña su trasero.

-Quizá.

Y juntamos nuestras frentes. Las pantallas de nuestro alrededor repetían nuestro beso frente a toda la multitud.

-Te amo Steve.- Y Tony volvió a juntar nuestros labios.

Baby, you're a firework
Come on, let your colors burst.

Notas finales:

Quien guste dejar una opinión, crítica, chuleada o regañada en un comentario será muy respetada y me haría feliz saber sus opiniones y lo que piensan del shot *o*

Nos leemos en Academía Shield pronto<3


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