‘’Capitana América’’, el más grande ídolo Americano que haya existido, Steve Rogers, esa mujer con nombre de hombre que dio final a la guerra con su sacrificio. Muchos lo habían llorado, honrado y celebrado sus logros, después de todo había sido admirable todo lo que había hecho por su país
Sin embargo, uno de sus más grandes amigos y posiblemente su fan más grande, Howard Stark no podía quedarse como todo el mundo, tan solo honrando su muerte, No. Aprovechando su fortuna y su gran poder continuaba con largas búsquedas en el ártico y en la Antártida para encontrarla y es que para el era… Fascinante
No era una especie de fascinación amorosa, solo la veía como algo Fascinante e increíble que en su vida peso que podría lograr con la limitada tecnología de su tiempo. Se casó, tuvo incluso una hija pero su atención iba tan solo a la búsqueda de esa perfección que había creado en un laboratorio
20 Años de búsqueda, sus esperanzas mermaban de forma paulatina sin embargo una idea asalto su mente de solo ver a su hija de 2 años leyendo un libro de literatura. Su hija era algo excepcional, un coeficiente envidiable y que seguramente sería una prodigio al crecer así que… ¿Por qué no unir ambas cosas?
Lo que hacía especial a Steve era algo que el mismo había hecho, sabia la formula de memoria y su hija era excepcional con su mero intelecto, ambas cosas juntas era hacer a una Capitana América perfecta, más de lo que Steve fue en su momento.
Desde ese mismo instante aunque seguía en su búsqueda se quedaba tiempo con su hija Anthonia, no jugando, no cuidándole ni estando pendiente en realidad, tan solo le contaba con vehemencia y mucho detalle sobre Steve, la volvía su ídolo, su heroína y aunque su esposa María no lo vio mal… No sabía lo que ocurriría en realidad
—Tony—le llamo y la niña de 4 años le miro, tenía el cabello largo y atado en una trenza delicada que caía por su espalda— ¿te gustaría ser como Steve? —a Tony s ele alumbraron los ojos apenas la nombro
—Claro que si—salto, el vestido se alzó un poco nada más por el salto, abrazándose a la pierna de su padre, era un poco bajita para su edad. El cuarto era de color rosa pálido, una ENORME biblioteca llena de libros grandes de nivel universitario, una cama tamaño Queen y un montón de muñecos de felpa, el más resaltante era uno de un conejo con traje de Capitán América que Howard le había dado
—Entonces será un secreto tuyo y mío, no le digas a tu mami ¿sí? —le hizo una seña de silencio y Tony le asintió con mucha energía
Salieron de la casa y Tony tan solo veía por la ventana, se iban alejando de la casa y de la civilización en sí. No supo exactamente que era ese lugar al que llegaron, no había nadie, ni una sola persona y parecía un poco sucio el lugar, los pasillos y los escritorios que había por ahí. Iba abrazando el muñeco de felpa de conejo
—Muy bien siéntate aquí—llegaron a una sala que estaba impecable, con una silla que ciertamente daba un poco de miedo, con un montón de correas, cables y agujas. Le monto en una silla metálica normal… que tenía ataduras de cuero cabe destacar. Estaba nerviosa—Quédate quieta
—Pa-Papi… este sitio me da miedo…—comento ahorcando al muñeco. Howard rodo los ojos y con mucha fuerza jalo la trenza y corto el cabello. Tony quedó algo perturbada el cómo caía el cabello en su vestido y se le venía los cortos mechones a la cara—M-mi pelo… Yo lo quería lar-
—Steve lo tenía corto—dijo en tono fastidiado y cortando un poco más y dejándolo casi como si fuera un varón. La bajo de la silla y ya Tony estaba temblando del susto—Quítate el vestido—le ordeno, no porque fuera a hacerle algo extraño, solo que no podía usar el bendito vestidito
Tony se lo quito con algo de vergüenza quedando solo en una pantis rosadas. Howard se la quitó y lanzo la ropa a un lado. Tony se tapaba con sus manos con la cara roja de vergüenza. Howard le dio un boyshort y un brasier deportivo, ambos de color negro.
—Se que esto puede estar un poco frio pero tienes que quedarte quieta—decía amarrando a Tony a la silla llena de cables y correas. Tony temblando por el frio y el miedo que le daba la situación
—Pa-Papi ya n-no quiero hacer esto—dijo al ver que le iba a poner una aguja en el brazo. Howard ignoro por completo lo que dijo y coloco la aguja con cierto cuidado para no dañarla de más y ponerla a llorar, su hija era tan delicadita que deseaba haber tenido un niño
—Esto va a doler pero no quiero que grites, sino voy a tener que cerrarte la boca así sea cosiéndotela—advertía y Tony ya tenía ganas de llorar.
Al ponerle dos agujas en cada antebrazo y una especie de corona llena de cables en la cabeza se alejó y presiono un botón en un panel cercano. Los gritos de Tony no tardaron en aparecer y Howard tan solo negaba con la cabeza tapándose los oídos completamente aturdido por los chillidos de la niña
Volvió a presionar el botón y se acercó a la castaña que tenía suaves espasmos y hipaba por el llanto. Al quitarle todo Tony se le guindo como un koala
—Anthonia suéltame—decía tratando de apartarla
—Y-ya no quiero ser como Steve—dijo de inmediato esperando una especie de resignación en su padre pero eso no llego
—Mañana vendremos otra vez después de que salgas del colegio—se limitó a decirle
Esto se volvió una rutina, María no le veía lo malo, ella pensaba inocentemente que Howard por fin estaba tomándole aprecio real a su hija y como Tony no emitía queja alguna creía que todo estaba bien. Lo era que Tony había empezado a aborrecer y a odiar a Howard, su inocencia se iba esfumando y empezaba a ver la realidad
Podía ver las dobles intenciones de las personas, eso que su padre notaba como empresario. La gente mentirosa y buscaba algo más de el –principalmente en la escuela- como dinero, una amistad que le otorgara beneficio… Nada en su mundo teniendo el apellido Stark podía ser algo honesto y real
Aunque bien, si había una mínima cosa y tenía nombre y apellido, Jarvis Hamilton. Ese mayordomo le prestaba más atención que su propia madre, él le cuidaba como si fuera su hija, le cumplía uno que otro capricho, le llevaba a la escuela, le arropaba en las noches, le peinaba los ahora cortos cabellos –que por Howard se mantenían así- en pocas palabras lo que su padre y Madre nunca hacían
Ya tenía 11 años, su cuerpo no había crecido más allá del rango normal, lo que dejaba mucho que desear pues si le administraban el suero no tenía el más mínimo sentido que siguiera igual de debilucha. Ya iba en la preparatoria y podía mofarse de ser la más bonita siendo la más pequeña y de apariencia un tanto marimacha por culpa de su padre sin embargo no podía seguir aguantando el que este experimentara con ella, no iba a funcionar eso quedaba claro
—Jarvis…—le llamo, el nombrado dejo de peinarle el cabello que apenas y llegaba a los hombros, estaba segura de que Howard se lo volvería a cortar, seguramente el mismo día
— ¿Si señorita?
—Ya no quiero seguir haciendo lo que le prometí a Howard…—su cuerpo vibro de solo recordarle, le produce escalofríos, le da miedo, no eran sesiones largas pero si muy dolorosas casi a diario
—Pero si usted parecía muy… no puedo decir feliz, parecía satisfecha con el hecho de que su padre le preste atención—comento algo confundido por el comentario
—No es lo que parece, el… a él no le importa si quiero o no. Ya yo no quiero hacer más eso… Él me quiere volver como Steve pero yo no soy ella
—Usted es mucho mejor que esa mujer Señorita, usted es muy lista y debe sentirse orgullosa de eso
—Pero a Howard no le importa… Por favor… no permitas que me sigas llevando a ese laboratorio… Ayúdame—pidió tomando la mano del inglés y viéndole a los ojos
— ¡Tony! —llamo Howard desde algún lado de la mansión y apurada tomo un bolso con el brasier y boyshort negro. Jarvis se le quedo viendo y Tony le miro un segundo para luego salir corriendo a donde estaba Howard.
El mayordomo vio por la ventana el auto irse. De verdad le preocupaba lo que Anthonia le había dicho, sabía que Howard no le estaba llevando precisamente a jugar4 pero no esperaba que fuera a experimentar con ella, nunca hubiera dicho nada, no se veía feliz realmente pero no creyó que fuera algo tan horrible
Camino con paso algo apresurado para ser él y llego a la biblioteca de la gran mansión. Ahí estaba María Stark leyendo tranquilamente. Dio toquecitos suaves para llamar la atención de su señora y esta alzo la mirada
— ¿Qué pasa Jarvis? —pregunto suavemente cerrando el libro
—Creo que… hay algo que debe ver—dijo dudoso y no muy seguro de si hacer esto iba a estar bien pero no se le ocurría otra cosa de momento
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—No quiero seguir haciendo esto—se frotaba el brazo derecho nerviosa, Howard estaba preparando la silla, después de todo había cambiado las ataduras normales por unas electrónicas más fuertes, Tony evidentemente había crecido así que no era tan enclenque pero aun no demostraba nada en especial con el suero –como había pasado con Steve-
—¿Crees que eso ahora me importa? Hasta que no seas mínimamente iguala Steve vamos a seguir con esto quieras o no. Falta poco para que el suero haga su efecto, si no fueras tan pequeña quizás hubiera hecho esto más rápido—se quejaba y la cargo para ponerle en la silla. Las ataduras se cerraron en las muñecas y tobillos y Howard coloco las agujas—Solo mantén la boca cerrada—Presiono el botón que daba lugar al suero y a la electricidad para estimularlo
—¡¡DIJE QUE NO QUIERO!! —El panel exploto y lo que le mantenía amarrada a la silla se abrieron y casi cae de boca al suelo. Howard parpadeo impresionado y con la boca abierta por lo que había pasado
—¿Pero qué…?—murmuro viendo a los lados y luego a su hija que estaba sentada en el suelo mirándole con miedo—Anthonia…—de alguna forma sentía que eso era culpa de ella y tenía una ganas tan inmensas de golpearla –como ya había hecho en otras ocasiones pero no tan fuerte- Se acercó a ella listo para darle un buen puñetazo en la cara y la niña solo se encogió sobre si misma llorando
— ¿¡QUE CREES QUE HACES!? —el grito los aturdió a ambos. María había aparecido y el panorama era tan bueno –alabado sea el sarcasmo- que ambos quedaron tiesos en su lugar
—María…
— ¿QUÉ LE ESTAS HACIENDO A MI HIJA? —chillo tomándole el brazo para impedirle que fuera a golpearla
—Hacer útil su miserable e innecesaria existencia—dijo con sencillez. Ambos forcejearon y demás está decir que Howard tenía más fuerza y descargo su ira en su esposa y realmente no se detuvo hasta que vio salir sangre del cráneo de la mujer. Se alejó un poco y dio unos pasos atrás viendo lo que acaba de hacer. Tony de forma tímida, miedosa y asustada gateo hasta el cuerpo de su madre viendo la cara hinchada y moreteada
—Ma… Mami….—murmuro entre hipidos. Fuera de sus cabales Howard le agarro del cabello y la zarandeo con tanta fuerza que Tony sintió como si le estuviera arrancando el cuero cabelludo—M-me duele—lloro intentando que le soltara
—¡¡Por tu culpa paso esto!! ¡¡Porque no puedes ser como Steve!!—le gritaba al oído, la tiro al suelo y le dio un solo golpe en el rostro que le dejo el ojo morado al instante. Al querer repetir la acción alguien el tomo del brazo y le tiro al lado con una fuerza que no podía ser humana
Ton se levantó medianamente y no le prestó atención a los gritos de Howard, tan solos e arrastro y cargo la cabeza de María y la puso sobre sus piernas y le empezó a acariciar el cabello. Bien es cierto que María no era un ejemplar de Madre pero si le cuido –en menor grado que Jarvis cabe destacar- y le demostró su cariño… No le podía ser indiferente el verla muerta y sentir como el frio entraba en el cuerpo de su madre. Al dejar de escuchar gritos y quejidos, ahora oyendo pasos alzo la mirada a quien estaba ahí
Era una mujer, con una máscara negra en el rostro y el cabello corto hasta los hombros. Tenía un arma que no supo identificar por el shock emocional del montón de cosas que estaban pasando, un brazo metálico, una prótesis que ciertamente le daba curiosidad pero el ver que esa mujer se acercaba a ella abrazo la cabeza de su madre
—¡¡Aléjate de mí!! —varias cosas explotaron no muy lejos y la chica en cuestión se desplomo, como si fuera un robot al que apagaron
Pasaron horas en las cuales ella tan solo se había arrimado a un rincón, viendo los tres cuerpos tirados en el suelo y solo uno respirando de forma lenta. El suelo estaba manchado de sangre alrededor de sus padres, el cadáver de Howard lleno de golpes y huesos visibles
Intentaba pensar en qué hacer. Sus padre estaban muertos, sabía muy bien cómo manejar una empresa pero ciertamente no tenía el conocimiento de cómo hacerlo con lo tramposa que era la gente, aparte de todo era menor de edad que vendría siendo el mayor problema
La mujer se empezó a mover, se le quedo viendo de forma recelosa. La castaña se sentó y se sobo la cabeza, se quitó la máscara y tomo una gran bocanada de aire y observo su panorama, se tapó la boca con expresión horrorizada
—N-no puede ser…—balbuceo para sí misma. Miro un poco más y ubico a Tony, arrimada a la pared viéndole y abrazándose las piernas. Apurada se levantó y corrió hasta ella—¿Estas bien? ¿No te hice daño cierto? —decía acelerada y mortificada, iba a acariciarle la cabeza pero de un manotazo Tony aparto su mano
—Te agradezco haber matado a Howard… —se limitó a decir
—Me llamo Jane Buchanan Barnes… Puedes decirme Bucky—se presentó para intentar que la niña bajara la guardia
—Bien. Lárgate—dijo fríamente ahora sin mirarla
—La-lamento haber asesinado a tus padres pero no puedo dejarte aquí, eres una niña…—tenía un cargo de conciencia horrible—¿Qué edad tienes? ¿Tienes algún otro familiar? Yo te llevare con ellos—ofrecía en tono desesperado
—Howard mato a ama y tu mataste a Howard, no lo lamentes, nunca que mi papa… Puedes irte, yo iré a mi casa sola—insistió y Bucky frunció el ceño
—No me moveré de aquí hasta que te levantes, te escoltare hasta tu casa ¿Hay alguien con quien te puedas quedar si o no? —pregunto algo obstinada de la actitud de la menor. Después de unos 15 minutos de básicamente repetir lo mismo Bucky logro hacer que se levantara y a regañadientes que le dejara escoltarla— ¿Quién está en tu casa? —le pregunto
—Jarvis, es el mayordomo… Casi mi papa—dijo simplemente. Bucky le dio su chaqueta para que Tony no fuera tan desabrigada
—¿Tenias mayordomo y todo? Debías tener una vida muy lujosa pero a juzgar por tu forma de hablar de tu… Padre biológico no muy cariñosa—decía caminando a su lado
—Nunca le importe, solo era un conejillo de Indias para el… mi madre no se fijó nunca en eso pero si me cuido… No tanto como Jarvis pero si lo hizo—explicaba. Al llegar a la entrada pego un brisa fortísima que le hizo cerrarlos ojos pero al abrirlos vio el auto en el cual siempre ele llevaban al colegio. Corrió y al llegar la puerta del asiento del piloto vio un cadáver—Jarvis…—balbuceo empezando a llorar de nuevo. Bucky se asomó y se echó un poco para atrás, tenía un recuerdo muy borroso…
—Lo siento señorita pero esta área pertenece a la familia Stark, debo pedirle que por favor se retire—decía el hombre con acento inglés y de cabello rubio con ojos azules. No respondió absolutamente nada a lo que dijo el hombre—Señorita insisto.. —le apuntó con su arma y le disparo. Metió el cuerpo al auto para que en caso de que alguien se acercara a ese lugar no viera el cadáver y pudiera seguir con su misión sin ninguna complicación
—Tony… yo lo… siento yo no…—decía y al tocarla Tony el aparto
—¡¿POR QUÉ LO MATASTE?! El… el… era lo único que tenia… Ahora que hago—Con todo el problema de sus padres pensaba que con ayuda de Jarvis podría resolverlo pero sin el no sabia que hacer, estaba sola. —Ya… no se que hacer… ¿Qué hago?...
—Encontrare una manera de ayudarte ¿Si? Aun tiene solución… vamos a tu casa, vamos con algún tio que tengas que te pueda ayudar…
—Yo no tengo familia, no tengo a más nadie… Howard tenia razón… No sirvo para nada… No tenia por que nacer en primer lugar—lloraba con bastante fuerza sin saber que más hacer, se sentia bloqueada por completo
—No digas algo como eso. Sé que eres alguien impresionante… Lo puedo sentir—le aseguro—Solo no pierdas esperanza, quizá si hay alguien y no lo has notado
Tony se apartó de ella y alzándose del pavimento llego al boque que recubría el lugar, se caer en el suelo y empezó a escarbar con su manos. Esa área pertenecía tan solo a los Stark, nadie iría a ver más que ella a sus muertos. Sus dedos prontamente empezaron a sangrar
—…—le miraba desde su lugar como empezaba a cavar una tumba seguramente. Abrió la puerta del auto y saco el cadáver de Jarvis. Lo arrastro por el suelo y lo coloco al lado del agujero que Tony seguía cavando sin prestarle atención a lo que hacía. Corriendo entro al laboratorio y tomo el cuerpo maltratado de María y lo cargo, para luego ponerlo al lado del cadáver de Jarvis
Entro de nueva cuenta y busco con la mirada sabanas o lonas grandes, las encontró en un cuarto casi oculto, eran de color beige y excesivamente grandes, se las monto al hombro y vio el cadáver aun sangrante de Howard, no valía la pena pero aun así lo saco y lo dejo tirado en la entrada. Rompió la lona en dos pedazos iguales y con uno envolvió a Jarvis y con otro envolvió a María sin pedirle permiso o algo a Tony
—Ya basta—dijo tomando sus manos, sucias y llenas de sangre—Yo lo hare—le indico apartándola un poco. No tardó demasiado con ambos agujeros, con cuidado metió ambos cuerpos en su respectico lugar y los lleno de tierra nuevamente— ¿Qué harás con él? —pregunto viendo el cadáver de Howard
—No me interesa lo que el pase… se lo pueden comer los animales si quieren—dijo sentada en el auto abrazándose las piernas
—Ummm… vamos a quemarlo—tomo un yesquero que estaba en la puerta del auto y le hizo señas a Tony que lentamente le siguió—Creo que te sentirás mejor haciéndolo tu—comento dándole el yesquero
—…—lo tomo el yesquero y sencillamente le prendió fuego. La llama se iba avivando con el tiempo y mientras se espacia por el cuerpo. Bucky el tomo la mano a Tony y esta volteo a verla
—Vamos a salir de esta… Yo te ayudare a salir de esto… Ya verás que todo saldrá bien—aseguro mirando el fuego y Tony tan solo apretó su mano
—Está bien—se limitó a decir haciendo lo mismo
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— ¿A quién se supone que esperamos?
En una de las salas de juntas de la gran base de SHIELD se encontraba esperando el director de la misma, Nick Fury junto a un hombre pelirrojo, de traje negro y que estaba fumándose un cigarro, el agente Natalio Romanoff –comúnmente llamado como Natasha para molestar-; La científica Bruna Banner –llamada Bruce por su propio pedido-; la Agente Clint Barton y por ultima pero sin duda más importa… Steve Rogers
La mujer se encontraba recta en su asiento, con el cabello suelo y viniéndosele a la cara –molestándole bastante- y vistiendo tan solo una camisa blanca, pantalón color caqui y unas botas militares, estaba entrenando hasta que el llamaron a una especie de reunión que no empezaría hasta que llegaran todos pero no sabía a quién estaban esperando
—Mujer tenía que ser—lamentaba Natasha en tono divertido mientras apagaba el cigarro en el cenicero.
—Que rencoroso eres Nat—bufo Clint jugando con una flecha de forma desinteresada—Solo por esa vez que casi explota la bomba
—Porque tú estabas acomodándote el pelo—se carcajeo y la rubia resoplo mirando a otro lado
— ¿Por qué no empezamos ya—pregunto Steve intentando mantener su cabello fuera de su rostro. Unos tacones se empezaban a escuchar y la puerta se abrió de forma estrepitosa
— ¡Ya llegue señores! —se escuchó en tono animado
Había entrado una mujer castaña con el cabello largo hasta la espalda, ojos cafés y piel pálida, de cuerpo muy bien proporcionado vistiendo un caro conjunto de falda de tubo color negro, una blusa manga larga de color purpura, un increíblemente visible aparato en la zona del pecho, más arriba del busto –que estaba luciendo, se veía un poco el sujetador-, tenía unos tacones altísimos negros y elegantes junto a unas medias panti marrones
Steve se le quedo viendo, era una mujer muy guapa, desvió la vista a quien venía detrás de la resaltante mujer— ¿Bucky? —interrogo al verla
—Tony calmate no es una fiesta…—decía en tono algo estresado. Tenia el cabello largo atado en una trenza en su hombro. Vestía de forma algo parecida a la castaña pero con la camisa más cerrad ay una chaqueta que hacia juego, parecía más bien una especie de secretaria
—Lo es si estoy yo, bueno verte Tuerto—le dio un beso en la mejilla muy sonoro y se sento en una silla al lado de Steve, Bucky se mantuvo parada al lado de Tony
—Dado que ya ha llegado quien faltaba—Nick intentaba quitarse los restos de pintura de la mejilla—Los reuní porque quiero dar comienzo a la iniciativa ‘’Vengadores’’
—Creí que eso era solo un sueño tuyo—comento Tony jugando con un mechón de cabello
— ¿De qué trata la iniciativa? —pregunto Steve y Tony el rodo los ojos, le miraba con un desdén y una especie de odio que no llegaba a comprender
—Trata acerca de unir a los más grandes héroes de este planeta, aquellos que tengan habilidades especiales y que ayuden con amenazas a nivel mundial—explicaba—Pienso que llego el momento de empezar con el equipo que tiene ante sus ojos Capitana
— ¿Alguna razón en especial? —pregunto Clint algo confundida
—En lo absoluto, sin embargo hay algunas amenazas no tan grandes ahora que podría crecer si se les deja así y agentes no son capaces de resolver… Al menos no sin apoyo
—Vaya forma de formar un grupo, con una mentira. Cuéntame que es el Teseracto—Tony tenía una especie de pantalla en sus dedos e iba leyendo la información que iba apareciendo
—Stark—rechisto Fury
—No puedes ocultarme información y lo sabes Fury. Nos mandaste a reunirnos por el Teseracto y al parecer no soy la única que llego tarde
—Tony por amor de dios—lamentaba Bucky
—ya he dicho lo que necesitaban saber, pueden retirarse—y el primero en salir fue Fury. Le siguió Natasha, Bruce y Clint, quedando tan solo tres personas en la sala
—Que amargado, me manda a llamar y lo único que hace es regañarme—se acomodó el cabello tras la oreja
—Lo sacas de quicio, es obvio. —dijo Bucky a modo de respuesta—Hola Steve—saludo al verla tan callada y viéndoles únicamente
—Hola… Tenía tiempo sin verte—dijo levantándose y poniéndose frente a Bucky.
—Desde hace un año más o menos ¿no?
—Sí, desde que desperté… No sabía que trabajabas con… la hija de Stark—dijo no muy segura de como referirse a la mujer que ahora parecía mirarle recelosa
—Llámame solo Tony como todo el mundo. Bucky vámonos, dejamos la Torre sola… estoy casi segura de que algo tendremos que hacer ahí—dijo levantándose. Bucky rodo los ojos
—Creí que tendría que jalarte de la oreja para devolverte a la torre, tienes mucho trabajo. Nos vemos luego Steve, si no voy con ella se pondré a hacer más estupideces como de costumbre
Las dos salieron del lugar y Steve se quedó ahí con una morisqueta en el rostro. Abrió al puerta para salir finalmente y lo primero que vio al hacerle le… horrorizo de una manera descomunal. Tony estaba abrazando a Bucky del cuello y ella de la cintura mientras se besaban de forma apasionada, se devolvió a la sala de juntas y se sujetó el pecho… ¿¡Desde cuando Bucky era Lesbiana!?
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—…¿Me escucho Srita Rogers? —presto atención de nueva cuenta al escuchar que la llamo. Enfoco su vista en Fury
—Lo siento estaba distraída—se disculpó. El moreno no tuvo más que repetir lo que había dicho
—A partir de ahora se quedara en la Torre Stark junto a Anthonia y la Comandante Barnes
— ¿¡POR QUE AHÍ!? ¿¡POR QUE CON ELLA!? —grito levantándose y sorprendiendo al hombre—Err… Claro… ¿Cuándo me voy? —pregunto retomando el respeto
—Ya sus cosas fueron trasladadas a la Torre, el chofer le espera—explico y Steve se sentía morir
Si con un solo besito que había visto… le había dado casi un infarto estando ahí moriría… Aunque no estaría de más pedirle explicación a su hermana de armas