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Desaparición por zion no bara

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Notas del fanfic:

Es una historia corta pero espero que les entretenga.

 

Esa mañana era agradable, al menos lo era para Milo, aún podía sentir en su cuerpo algunas reminiscencias de la noche anterior, Camus, su pareja, era sin duda el hombre más encantador que había conocido en muchos años y que pudieran estar juntos era de lo más gratificante para él, no era una relación formal pero de todas formas le gustaba bastante y se sentía cómodo con ella.

--Buenos días-escuchó que lo llamaba Camus entrando de nuevo a la recámara.

--Buenos días-le respondió.

--Creo que es mejor que me vaya, tengo que estar en mi casa antes de ir al trabajo.

--De acuerdo ¿te veo después?

--Vendré a verte aunque no se a que hora.

--Tengo que atender algo por la mañana pero creo que después estaré aquí.

--Me daré una vuelta entonces.

Se acercó y le dio un beso en los labios, terminó de arreglarse y Milo lo vio irse, de verdad que le gustaba ese joven.

Por el momento le pareció que era mejor dejar todo eso a un lado y alistarse pues tenía que salir, debía atender una cita de trabajo.

La llamada había sido corta pero una solicitud para un trabajo siempre era bien recibida, al menos eso era lo que pensaba Milo, para él era siempre una manera de estar haciendo algo que le había apasionado desde joven y en lo que además era muy bueno, le encantaba descubrir lo que la demás gente ignoraba y le gustaba más porque le pagaban por hacerlo. Era un buen detective privado, había trabajado para la policía y de ahí había saltado a la independencia de su propio trabajo en el que era su jefe y podía hacerlo sin tener que respetar reglamentos, a pesar de que había gente con más experiencia él era un excelente investigador, tenía buenas referencias y sus precios bien valían la pena, su especialidad era encontrar personas por lo cual era bastante buscado y sabía que esa era la situación en su nuevo llamado.

Llegó a la dirección que le dieron y se encontró frente a una muy respetable casa de una alameda en lo alto de un valle, aunque había otras casas sin duda era esa la que dominaba no solo por su ubicación, también por su amplitud y porque se veía perfectamente cuidada, llegó en su automóvil y quedo frente a un comunicador y aunque no la vio supo que había una cámara de seguridad.

--Buenos días ¿Qué es lo que desea?

--Buenos días, me llamo Milo y tengo una cita.

--Adelante, el señor lo espera.

Las grandes puertas de hierro se abrieron y pudo entrar, fueron siete minutos aún en auto para llegar a la puerta en donde lo esperaba un sirviente vestido de uniforme.

--El señor lo espera en el estudio-le dijo.

Sin más lo siguió y pasó por la amplia casa observando que se veía mejor por dentro de lo que hubiera pensado, espacios abiertos decorados con elegancia y naturalidad, era un hermoso espacio en el que las paredes lucían cuadros de conocidos artistas y los muebles de madera tallada, tenían esculturas de diferentes materiales que sin duda pertenecían a colecciones, cuando llegó al lugar al que debían el sirviente solo llamó educadamente y abrió la puerta dejándolo entrar.

El joven de cabello azul se encontró en un sitio de lo más interesante, no solo porque era una habitación amplia como los demás espacios que había cruzado, también porque había varias pantallas planas y por lo que le pareció varias computadoras además de otros equipos electrónicos, era más como un centro de investigación a su gusto pero no era tan importante como el hombre sentado detrás de un escritorio que debía tener el tamaño de dos normales.

--Buenos días-lo saludó el hombre de mediana edad levantándose y extendiéndole la mano.

--Buenos días-respondió el otro.

--Por favor tome asiento.

--Gracias.

--¿Desea algo de tomar?

--No, así esta bien.

--De acuerdo, entonces me gustaría que pasáramos a la razón por la cual lo llamé.

--Por mi está bien.

--Como supondrá esto es algo que requiere discreción y me fue bien recomendado, espero que acepte.

--¿Quién me recomendó?

 --Hable con otros detectives, pregunté a quien buscarían si desearan encontrar a alguien y cuatro lo mencionaron a usted.

--Vaya.

--¿Sabe quien soy?

--Death Mask de Cáncer, fundador de la multinacional DM Zodiaco, su distinción principal aparte de la extensión de sus negocios es que absorbe a otras empresas para unificarlas bajo su mando, se ha distinguido como un gran empresario y es casi imposible encontrar una rama en la que no tenga inversiones, además es conocido su gusto por el arte y los deportes y se le considera un gran patrocinador en obras altruistas.

--Hizo su tarea antes de venir.

--Lo que aún no se es porque me llamo.

--Quiero que entienda que para esto necesito absoluta discreción.

--Siempre la tengo en mis trabajos.

--Hace cinco días llegué a casa y mi esposo no estaba, no he sabido nada de él desde entonces.

--¿Ha llamado a la policía?

--Lo hice desde el primer día pero me dijeron que tenían que pasar 72 horas pera una denuncia, espera hasta hace tres días pero no han obtenido nada, es lo que me hace tomar este paso.

--¿Su esposo no acostumbra salir mucho?

--Antes de seguir ¿aceptara el trabajo?

--No voy a ser tan tonto para dejar pasar algo como esto.

--Tomaré eso como un si.

--Entonces ¿no acostumbra hacerlo?

--No, y cuando va a salir por días me lo dice, nunca se iría así, además no falta ropa de su armario y sus documentos están en la casa.

--¿Qué dicen las cámaras de seguridad?

--Hubo un fallo hace cinco días, fue por unas horas, ya estaba solucionado cuando yo llegue.

--¿Supo cual fue el desperfecto?

--Mi jefe de seguridad me dijo que se debió a un cortocircuito se dañaron unos cables.

--Quisiera que me dijera más sobre el estilo de vida de su esposo.

--Siempre ha sido tranquilo, no es tan afecto a la vida social, es más bien discreto, prefiere su casa a andar en la calle, ni siquiera deja que se encarguen de la recámara, dice que nadie tiene porque poner sus manos en ella, incluso le gusta cocinar, no tiene  demasiadas amistades, es más bien reservado y nunca se ausentaría de esta manera sin decírmelo.

--Parece un secuestro.

--Lo mismo pensé pero no hay llamadas ni notas, nada. Necesito saber donde esta mi esposo.

--De acuerdo, acordemos mis gastos y después dígame todo lo que recuerde que hizo su esposo en los últimos días, además le voy a pedir que me permita ver la casa.

--De acuerdo.

Pasaron un tiempo en eso, los gastos, tal como supuso el investigador no fueron problema, así que el resto del tiempo lo invirtió en ver la casa y la recámara, no vio nada y por lo que le informaron que indicara lucha, además de que no parecía faltar nada de valor y eso que había varias cosas a la vista que fácilmente valdrían un par de miles, no pensaba que fuera un robo y tampoco parecía ser un secuestro. Era un caso extraño.

--¿Ha hablado con la familia de su esposo?-preguntó Milo.

--No tiene familia-respondió Death Mask-Solo tenía a su madre pero falleció hace unos años.

--¿Podría decirme sobre las amistades de su esposo?

--Eran contadas, les llamé cuando no llegó el primer día.

--Necesitaré una lista.

--La tendrá.

--También de los lugares que frecuenta.

--La tendrá.

--¿Notó algún cambio en él en los últimos días?

--Nada realmente especial, había estado un poco cansado pero había estado muy ocupado con algunas cuestiones sobre las obras que apoya la empresa.

--Me sería de mucha utilidad tener una fotografía de él si no le molesta.

Vio como abría su cartera y sacaba una, se la entrego.

--Haga todo lo que necesite-le dijo Death Mask-Solo quiero saber donde esta y que se encuentra bien.

--Le aseguro que en cuanto tenga algo se lo haré saber.

Así que salió de la casa y de inmediato se puso a trabajar. No era un caso cualquiera y sin duda por la influencia de los involucrados era por lo que aún no se sabía nada en los medios, no era posible que hubiera pasado desapercibido algo como la desaparición de Shaka, el esposo de Death Mask de Cáncer.

Se dirigió al departamento de policía, aún tenía conocidos ahí y le comentaron sobre lo que tenían, realmente no tenían pistas, no parecía un secuestro, en su opinión el esposo se había marchado y sus apuestas estaban en que engañaba a Death Mask aunque n tenían datos que lo corroborara, el detective les dio las gracias y se retiro.

Al llegar a su casa, que era el sitio desde el que trabajaba, se puso de inmediato a hacer una lista en su computadora de los datos que tenía, eso le ayudaba a tener una idea de la manera en que debía conducirse, después tomó una libreta y se puso a anotar libremente lo que le venía en mente sobre el trabajo que acababa de aceptar, llevaba un rato en eso cuando alguien cubrió sus ojos.

--¿Adivinas quien soy?

--No me imagino quien podrá ser-respondió siguiendo la broma.

--Te daré una pista, soy el hombre más apuesto de la tierra.

--¿Eric Bana? ¿Orlando Bloom? ¿Jude Law?

--Muy gracioso.

--Siempre lo soy Camus.

Se levanto y quedo frente a su compañero y se besaron, ellos dos tenían una relación desde hacia tiempo y aunque no era muy formal no por eso eran menos asiduos uno al otro.

--¿Cómo entraste?-preguntó Milo.

--Para ser un detective eres un tanto descuidado, la puerta estaba abierta.

--Esa cerradura, haré que la cambien hoy mismo.

--¿Qué estás haciendo Milo?-preguntó el otro hombre para cambiar el tema.

--Acepte un trabajo.

--¿Puedes decirme de que se trata?

--Sabes que no puedo hacer eso.

--Esta bien, cuando termine espero que me cuentes todo.

--Lo haré.

--¿Salimos esta noche?

--Creo que no, tengo que estar en esto.

--Que pena.

--Cuando tenga algo más te prometo que iremos adonde quieras.

--Está bien, supongo entonces que no debo quitarte más tiempo.

--Gracias, tengo que ver a algunas personas.

--Después te llamó.

Lo vio salir y se sintió a gusto, trabajaba mejor cuando estaba a solas. Las primeras horas se dedico únicamente a poner en orden su plan de acción y a tener una idea de cómo empezar y le pareció que lo mejor era primero hablar con los amigos.

Ciertamente la lista era corta y los primeros no le dieron nada, concordaban en que Shaka era feliz en su matrimonio y no había problemas, solo quedaba un nombre, le habían dado una cita pues el joven trabajaba, cuando llegó a la casa tocó el timbre y unos momentos después le abrieron la puerta.

--¿Si?-preguntó un joven de cabello lavanda.

--Mi nombre es Milo-dijo el recién llegado-Llamé para hablar sobre alguien.

--Adelante.

--Gracias.

Una vez dentro se sentó en la sala y el otro joven se sentó frente a él.

--Gusto en conocerlo Milo.

--Igualmente Mu.

--¿De qué desea hablarme?

--Me informaron que eres amigo de Shaka ¿es así Mu?

--Nos conocemos desde hace años.

--Me gustaría saber algunas cosas si no te molesta.

--Es porque sigue sin aparecer ¿verdad?

--Así es.

--Solo puedo decirle lo mismo que a la policía, Shaka no actuaría así, él no se iría de esta manera.

--¿No has sabido nada de él?

--No, de haberlo visto o si me hubiera llamado le diría a su esposo.

--Por lo que me dijo su esposo ellos parecían no tener problemas ¿de verdad no había problemas?

--No los había, yo lo hubiera sabido.

--La verdad es de sospechar, no era lo que se diría una pareja ordinaria.

--No lo parecían pero le aseguro que Shaka era feliz en su matrimonio.

--Una persona feliz no desaparece así.

--Se que esta haciendo su trabajo pero le diré lo mismo que a la policía, Shaka no engañaba a su esposo y no lo abandonaría de nuevo.

Esas palabras lo hicieron ponerse atento.

--¿De nuevo? ¿Lo había dejado antes?

Mu parecía contrariado por haber dicho eso.

--¿Qué fue lo que sucedió Mu?

--Hace un par de años tuvieron un problema, Shaka dijo que no lo resistía más y se marcho.

--¿Adonde fue?

--Vino conmigo.

--¿Cuál fue el problema?

--No fue algo sin solución.

--¿Qué sucedió?

--Shaka me dijo que estaba cansado de su matrimonio, eso fue todo.

--¿Cuánto tiempo duro esa situación?

--Un par de semanas.

--¿Qué pasó para que regresara?

--Death Mask vino a buscarlo, hablaron y regresaron a su casa. Eso fue todo.

--¿Viste algún comportamiento extraño en Shaka en los últimos días? ¿Qué hiciera algo que no acostumbrara?

--Pues yo lo veía normal...bueno...no fue nada.

--¿Qué pasó?

--Bueno, un día me pidió que lo dejara hacer una llamada desde aquí, le digo que no fue nada.

--¿Por qué lo recuerdas?

--Pensé que me lo había pedido porque no traía su celular, así que lo deje solo un momento, cuando entré de nuevo estaba hablando a media voz y al verme se apresuro a colgar, cuando ya se iba su teléfono comenzó a sonar y tomó la llamada.

--¿Nunca le preguntaste a quien había llamado?

--No, no me pareció importante.

--¿Sabes a quien llamó?

--No.

--¿Cómo es que ustedes se conocieron?

--Fuimos vecinos hace unos años, el vivía en la casa más próxima a la mía.

--¿Con quien vivía? ¿Con su madre?

--No, vivía solo, su madre ya había fallecido.

--¿Con quien hubiera recurrido de tener un problema?

--Casi no tenia amistades, era algo reservado, me temo que no se con quien más hubiera ido aparte de mí, él siempre se veía bien cuando hablábamos, nunca me dio motivos para pensar en que algo anduviera mal.

--¿Recuerda que día fue lo de la llamada?

--Veamos, debió ser el martes de la semana pasada, ese día llegué temprano a casa, por eso acordamos vernos.

--Agradeceré que me digas cualquier cosa que recuerdes-dijo extendiéndole una tarjeta-Como puedes suponer el máximo interés de su esposo es saber que se encuentra bien.

--Se cuanto lo quiere Death Mask, no tiene que recalcarlo.

--Agradezco tu tiempo.

--No fue nada, solo le pido que lo encuentre.

--Es mi trabajo.

Milo salió y fue a su automóvil, algunas cosas no tenían sentido, aunque era muy pronto para hacer conjeturas, tendría que averiguar más, en ese momento marcó el número de un amigo, trabajaba para la compañía de teléfonos, le pidió que revisara un número dándole el nombre de Mu, necesitaba saber a donde había llamado el joven rubio desde su casa. Por el momento no tenía más pistas pero creía saber que camino seguir, si el matrimonio había tenido problemas antes era mejor saber que tan bien seguían las cosas.

Por la tarde se dirigió a las oficinas de la empresa DM Zodiaco, un consorcio internacional que tenía sus oficinas centrales en ese sitio, lo mejor era tratar de averiguar algo con las otras personas que podrían saber sobre el matrimonio y los empleados siempre eran una buena fuente de información para eso, sobre todo los cercanos, ya tenia ubicadas a sus fuentes de información, las primeras eran empleados relativamente cercanos a su empleador y sus respuestas era más o menos las mismas, Death Mask era feliz en su matrimonio y nunca habían tenido problemas; tal vez obtuviera más de los siguientes ya que eran más cercanos.

--Buenas tardes-saludó a un joven.

--Buenas tardes ¿puedo ayudarle en algo?-preguntó el joven.

--Mi nombre es Milo-dijo mostrándole su placa de detective privado--¿podría hacerte unas preguntas Afrodita?

--¿Cómo sabe mi nombre?

--Soy detective.

--De acuerdo ¿de qué se trata?

--Es sobre su jefe.

--¿Qué sucede con Death Mask?

--Solo desearía saber si conoce a su esposo.

--Por supuesto que conozco a Shaka, fui testigo en su boda.

--¿Qué tal anda el matrimonio?

--Son una pareja feliz, incluso diría que muy hogareños.

--¿Hogareños?

--Si, comen en casa, salen a pasear, se llaman por teléfono, esas cosas.

--¿Sabe de algún conflicto entre ellos?

--Ninguno, son la envidia de cualquier matrimonio por aquí.

--Se escucha demasiado bueno para ser cierto.

--Quizá pero es la verdad, Death Mask y Shaka han sido muy felices.

--Supe que hubo un problema hace un par de años.

--¿Un problema entre ellos? No supe que problema fue pero lo solucionaron, eso es lo más importante.

--Comprendo. ¿Tiene mucho trabajando para Death Mask?

--Llevo años con él, desde que solo tenía una oficina.

--¿No vio alguna conducta extraña en Shaka en los días pasados?

--Pues no, la última vez que lo vi fue la semana pasada, vino para reunirse con Death, los dos fueron a comer juntos.

--Por como se escucha no hay nada malo entre ellos.

--No lo hay. ¿Desea algo más?

--Es todo, gracias.

Milo se dio vuelta y se dirigió a su segundo objetivo, llegó a una oficina, a diferencia del anterior tuvo que anunciarse con una secretaria y esperar, después de varios minutos lo dejaron pasar.

--¿En qué puedo ayudarle?-preguntó un hombre de cabello oscuro.

--Mi nombre es Milo, soy detective-dijo mostrando de nuevo su insignia--¿Usted es Shura?

--Así es.

--Solo deseaba hacerle unas preguntas sobre su jefe y su esposo.

--¿Hay algún problema?

--No lo se ¿lo hay?

--El único problema entre ellos es que son muy unidos, desde que Death se casó nuestra vida común se terminó.

--¿A qué se refiere?

--No es un secreto que Death tenía una vida bastante sociable antes de su matrimonio, tuvo a varias personas en su vida, nadie serio, simplemente eran pasajeros para él.

--¿Hubo alguien con quien terminara mal?

--No que yo sepa, quien llegaba con él sabía de antemano que no era para quedarse en su vida, tuvo amoríos con otros empresarios, artistas, modelos, gente que solo lucía, era como darse el gusto de decir que los tenía a su lado.

--No era formal.

--Para nada, era una época divertida, yo era como el segundo al mando en esas salidas sin embargo un buen día apareció Shaka y todo eso se terminó.

--¿Sabe como se conocieron?

--Algo de una comida, nunca estuve muy seguro, recuerdo que creí que sería como todos los anteriores pero sin más una mañana me pidió que fuera su padrino de boda, entonces supe que era en serio.

--Me informaron de un problema hace unos dos años ¿Qué sabe al respecto?

--Que Death estaba muy mal, recuerdo que pensé que todo se terminaba pero él no estaba dispuesto a permitirlo, nunca me hablo mucho de lo sucedido pero una mañana entró sonriente a la oficina y supe que todo estaba en orden.

--Parece que su matrimonio es sólido.

--Lo es, de verdad se quieren.

--¿Cuánto conoce a Shaka?

--Soy amigo de su esposo desde hace años, cuando empezó con esta empresa, puedo ir a su casa y los veo cuando se reúnen aquí, diría que lo conozco bastante.

--Las últimas veces que lo vio ¿notó algo extraño en él?

--No se me ocurre nada, se veía como siempre, callado y tranquilo pero Shaka siempre fue así.

--Así pues es un matrimonio sólido como la roca.

--Lo es ¿necesitas algo más?

--Nada, gracias por su tiempo.

Y sin decir nada más salió de la oficina, tenía cosas en que pensar, no parecía secuestro, el matrimonio lucía sólido ante los demás así que era difícil pensar en abandono pero no tenía sentido nada de lo sucedido en esa desaparición.

Milo regreso a su casa y se dispuso a trabajar en lo que tenía y trató de averiguar más, revisó lo que pudo en las noticias sobre Death Mask y Shaka, en las fotografías se les veía siempre juntos, contentos, pero sabía que no podía confiar en eso, averiguo un poco más del pasado del hombre que lo había contratado: era un genio para los negocios, había empezado prácticamente de la nada cuando era un adolescente y en cuestión de unos años tenía una empresa que podía competir a nivel nacional para unos cuantos años después tener una compañía internacional, era agresivo y osado en sus inversiones y estaba catalogado como un verdadero magnate, bastante bueno para un chico con un pasado humilde como ayudante de una tienda. Lo de los amoríos era cierto, eso estaba bastante bien registrado por las secciones de sociales y espectáculos, como le dijeron  ciertamente parecía que era para lucirse, también era cierto que Shaka aparecía como su prometido un día y poco después como su esposo y no hubo nadie más. Quizá era al de cabello rubio al que debía investigar.

Estaba en eso cuando llamaron a su puerta, fue a abrir y se encontró con Camus frente a él.

--Hola Milo ¿Qué haces?-lo saludó entrando.

--Estoy trabajando.

--Veo que ya arreglaron tu puerta.

--Tenía que hacerlo en algún momento.

--¿Cómo van las cosas?

--Por ahora no tengo pistas.

--Que mal pero si alguien puede encontrar algo eres tu.

Quedaron cerca de la mesa de trabajo y Camus dio una leve mirada a lo que hacía el otro joven, vio las imágenes de Shaka y Death Mask.

--Muy guapo-dijo Camus mirando al de cabello rubio--¿Quién es?

--Esta casado-se apresuró a contestar el detective.

--¿Y? ¿Por eso no puedo mirar?

--Se supone que esta feliz con esa unión.

--¿A qué te refieres con "se supone"?

--Si todos dicen que era muy feliz en su matrimonio sin duda hay algo mal.

--¿Por qué siempre piensas lo peor de los matrimonios?

--No pienso lo peor, soy realista, si fuera muy bueno la gente no se engañaría.

--Milo...

--Es la verdad, la mayoría de mis clientes casados son engañados por sus parejas.

--La mayoría.

--Los demás encuentran algo para separarse.

--Tú encuentras lo que necesitan para separarse, no es l mismo, además tienes un muy mal concepto de las relaciones en pareja.

--Solo digo que la gente no puede estar naturalmente junta por un compromiso de ese tipo.

--La gente puede encontrar a su pareja ideal y serle fiel y querer estar con ella el resto de su vida.

Pero Milo no terminaba de convencerse con ese argumento, para él era muy simple, por más que la gente clamara por el amor y la lealtad eso no era sí, así de sencillo.

--¿Porqué te molestas Camus?-preguntó Milo-No estamos casados ni nada para que te pongas así.

Al terminar de decir eso se arrepintió pues la mirada del hombre frente a él era bastante incrédula a sus palabras.

--Milo ¿Qué hay entre nosotros?-preguntó Camus-Es decir, no espero casarme mañana ni nada por el estilo pero en algún momento vamos a formalizar esto ¿verdad? No se trata solo de pasar el rato ¿o si?

A ese argumento nada llegaba a la cabeza de Milo para contrarrestarlo, su compañero lo miraba fijamente esperando una respuesta y sin duda no iba a aceptar evasivas de su parte, tenía que responderle.

--Camus, yo...

Pero para su salvación en ese momento empezó a sonar el teléfono, de inmediato contesto.

--¿Si?... ¿lo tienes? Que bien-tomó una libreta y empezó a anotar-De acuerdo, gracias, te debo una...adiós-colgó de inmediato.

--¿Quién era Milo?

--Es por mi investigación, tengo que ver esto.

Era evidente que la discusión quedaría pendiente pero sin duda Camus no estaba dispuesto a continuar a menos que hablaran seriamente sobre lo que tenían.

--Nos vemos después Milo-dijo y salió sin decirle nada más.

El joven detective no supo que hacer en un primer momento, nunca se había detenido a pensar en lo que Camus esperaba de estar con él, tenían tiempo saliendo y su relación iba bastante bien, no había contemplado que su compañero esperaba por algo más. Sin embargo no podía detenerse a pensar en eso, tenía que averiguar por el número al que había llamado Shaka.

Le llamó un poco la atención el sitio una vez que llegó a la mañana siguiente, se trataba de una pequeña agencia de viajes, entró y vio alrededor, en eso se le acercó un joven dependiente y le hablo.

--Buenos días, mi nombre es Seiya ¿puedo ayudarle?

--Tal vez-le mostró su placa-Estoy buscando información de alguien.

--¿De quien?

Le mostró la fotografía de Shaka, el joven la miró atentamente pero no le parecía familiar.

--Lo lamento-dijo el muchacho castaño-No lo he visto pero puede que Shun lo haya visto, ¡Shun!

Unos instantes después apareció otro joven de cabello verde.

--¿Qué pasa?

--¿Lo atendiste?-le preguntó mostrándole la foto.

--Si, hace unos días-respondió el muchacho-Me pareció  muy guapo y fue particular lo que solicitó.

--¿Qué solicitó?-intervino Milo.

--Quería boletos abiertos para viajar, algunos fueron en autobús y otros en tren-respondió el joven de ojos verdes.

--¿Hacía donde se dirigía?

--Eso era lo más raro, todos eran destinos diferentes.

--¿Cuántos boletos compró?

--Veinte, por eso me acuerdo.

--¿Veinte? ¿Recuerdas  adonde iba?

--No los tengo todos ahora en mente pero llevamos registro.

--¿Podrían darme una copia?-les preguntó con una amplia sonrisa.

Los muchachos sonrieron y unos minutos después Milo estaba en camino con los destinos que había solicitado Shaka. Era muy extraño, en su experiencia cuando alguien hacia algo así era para despistar y que resultará complicado encontrarle el rastro, no parecía tratarse de un secuestro ni nada que fuera en contra de la voluntad de Shaka, más bien el joven lo había planeado todo para desaparecer, la cuestión quedaba en el aire ¿Por qué? ¿Qué motivos tendría para marcharse? Lo único que quedaba por pensar era que el matrimonio no era tan feliz como aparentaba, así que tendría que buscar nuevamente respuestas.

Llegó a las oficinas de Death Mask y pidió hablar con él pero no fue posible.

--Hay una junta muy importante en estos momentos y no podemos interrumpirlo-le dijo una de las secretarias.

Así que tendría que esperar para que hablaran de nuevo, mientras lo hacía puso atención a lo que hacían las otras personas a su alrededor, hablaban sin inconvenientes y en eso escuchó algo interesante.

--No se como Aioria tuvo que ausentarse en estos momentos-decía una de las secretarias.

--Dijo que necesitaba unos días-le respondió otra.

--Es el asistente personal de Death Mask, sin él todos los demás tenemos que trabajar el doble.

--Deja de quejarte.

Siguieron hablando un rato sobre el asunto hasta que Milo encontró un interesante vínculo: Aioria se había marchado dos días antes de que desapareciera Shaka, tal vez no era nada o quizá debería tenerlo en mente.

--Puede pasar-le dijo amablemente una de las secretarias.

Entró a la oficina de Death Mask y tan solo unos instantes después apareció este.

--¿Sabe algo detective?-preguntó de inmediato el de cabello corto.

--Encontré algo-le extendió la lista de los lugares a los que había comprado boleto Shaka--¿Alguno le dice algo?

--No, ninguno ¿Qué tiene que ver con Shaka?

--Aparentemente compró boletos para todos esos lugares.

--Eso no tiene sentido, él no era afecto a viajar, solo lo hacía por acompañarme, era hogareño, prefería que nos quedáramos en casa a salir.

--Tengo ubicados algunos de estos destinos y trabajaré en ellos, si fue visto en alguno lo sabré, por el momento es la pista que hay.

--Comprendo.

--Es algo bueno en parte, significa que no lo secuestraron.

--Si pero no entiendo que él se fuera así ¿Por qué no llevarse nada?

--Trataré de averiguarlo-iba a salir pero se detuvo-Una pregunta antes de irme ¿su asistente personal trataba con su esposo?

--¿Aioria? Claro que trataba con él.

--¿Por qué se ausentó?

--Me pidió unos días, dijo que era algo personal, es un excelente empleado y no tuve motivos para negarle el permiso.

--Me gustaría hablar con él ¿sabe donde lo puedo localizar?

--No tengo más que su teléfono, pídaselo a una de las secretarias.

--Lo haré, gracias, espero tener más noticias.

Sin decir más salió pero antes de retirarse pidió el teléfono a una de las secretarias, se lo dieron, como si nada les preguntó si Aioria era cercano a Shaka y le respondieron que si, muchas veces pasaban tiempo juntos debido a que Death Mask estaba trabajando en algo, al salir del edificio marcó el número telefónico pero le decían que estaba fuera de servicio, eso dejo pensando al detective y le pareció momento de hacer una visita nuevamente.

La puerta se abrió y Mu se encontró de frente con Milo.

--¿Qué hace aquí?-preguntó el de cabello lavanda--¿Encontraron a Shaka?

--No pero me gustaría saber algunas cosas.

--Adelante.

Entraron y se quedaron sentados en la sala.

--¿De qué se trata detective?-preguntó Mu.

--Dime ¿alguna vez Shaka te hablo de Aioria?

--¿Aioria? ¿Él que tiene que ver en esto?

--¿Lo conoces?

--Si, es asistente de su esposo, algunas veces cuando lo visite me llegó a traer a casa.

--¿Shaka se llevaba bien con él?

--Hasta donde vi si, es un joven agradable.

--¿Pasaban mucho tiempo juntos?

--Eran cercanos por su trabajo, nada más.

--Pero ellos dos se llevaban bien ¿no es así?

Mu se le quedo mirando fijamente y en silencio, solo respondió después de unos momentos.

--¿Crees que Shaka engañaba a su esposo?-preguntó directamente el de cabello lavanda.

--No he dicho eso.

--Pero es lo que supones, ya te lo había dicho, Shaka no engañaba a Death Mask ni con Aioria ni con nadie, ama a su esposo.

--La situación indica otras posibilidades.

--¿Sabes como se conocieron ellos?

--No.

--Fue hace unos años, los dos trabajábamos en una cafetería, éramos meseros, Death Mask entró buscando un teléfono porque su auto se había descompuesto y su celular se había quedado sin batería, mientras esperaba que fueran por él ordenó algo, a la hora de pagar solo tenía tarjeta pero el lugar no las aceptaba, se armó un lío con el encargado, no sabíamos cuál era el problema en ese momento pero Shaka se acercó y pagó lo que debía porque creyó que Death Mask no tenía dinero, no ganábamos mucho de sueldo ni de propinas y aún así él consideraba que una persona no debía quedarse sin comer por no poder pagar, Death Mask le dio las gracias pero Shaka dijo que no era nada, después de eso lo veíamos a diario por el lugar, se la pasaba persiguiendo a Shaka, le daba en propinas hasta cinco veces lo que consumía pero a Shaka eso se le hacía muy raro y nunca las aceptaba. Una vez unos tipos se pusieron pesados con él, uno trató de manosearlo y se armo un gran alboroto, Death Mask se le fue encima a golpes pero después de eso Shaka aceptó tratarlo un poco hasta que un día me dijo que se casaban, han sido muy felices desde entonces.

--Aunque eso sea cierto hay algo en toda esta situación que no esta bien. Gracias por tu tiempo Mu.

--De nada.

El de cabello azul se retiro y regresó a su casa, tenía algunas cosas en mente y era mejor seguir averiguando lo que pudiera sobre el desaparecido esposo de su cliente, tenía números telefónicos, cuentas de gastos, fotos, artículos sobre ellos, cada pieza le daba la impresión de que las cosas marchaban en orden entre ellos dos pero si así era ¿Qué razón pudo haber tenido para alejarse? No había señales de maltrato o abuso, nada que indicara una razón para irse, lo único que quedaba era la línea del también aparentemente desaparecido Aioria.

Estuvo sumergido en esa labor por varias horas, hizo llamadas, esperó por cualquier respuesta de los mensajes que había enviado sobre Shaka pero no obtenía nada hasta que vio algo interesante en sus pagos, aparentemente compraba artículos como relojes, esclavas, cadenas pero las devolvía, sin embargo ese dinero no aparecía reembolsado en su cuenta de gastos por parte de su esposo ¿Qué hacía con ese dinero? ¿Dónde estaba? Siguió averiguando y se encontró con algo de lo más interesante: Tenía una cuenta particular.

Estaba en eso cuando escuchó que llamaban a su puerta, abrió unos momentos después y se encontró de frente con Camus.

--¿Estas muy ocupado Milo?-preguntó el recién llegado.

--Algo pero pasa.

--Solo quería saber si te gustaría que cenáramos juntos.

--No creo que pueda en este momento.

--Podemos cenar aquí.

--Bien...eso me parece bien.

--Yo preparo la cena y tú sigue trabajando.

--Gracias, que amable.

Camus desapareció rumbo a la cocina dejando a Milo a solas, era agradable el poder tener cerca a ese hombre, al menos al joven detective le agradaba, no eran una pareja usual pero se habían acoplado mutuamente sin problemas, de verdad le gustaba ese hombre en su cocina, era encantador de una manera que no hubiera conocido hasta ese momento, sabía que le gustaba y siempre se mostraba pendiente de él pero sin ser abrumador, más bien en una medida justa que lo hacía sentir cómodo y confortable al mismo tiempo, en verdad era muy grato tenerlo a su lado.

Después de unos instantes se dijo que debía seguir trabajando en lugar de estar divagando, siguió lo de la línea de crédito clandestina de Shaka, aparentemente había depósitos regulares y retiros pero unos días atrás la cuenta había sido cancelada, llamó al banco y tuvo suerte de aún poder alcanzar los horarios de oficina pues tenía un conocido en la seguridad del lugar, le pidió averiguar sobre la persona que había cerrado la cuenta, le dio la fecha y la hora, la otra persona le confirmó lo que ya sospechaba, la imagen en el video de seguridad mostraba a un joven con una especie de carta poder, por la descripción correspondía con Aioria, dio las gracias y se quedo mirando las fotos en su computadora, la pareja de Death Mask y Shaka parecía contenta en esas imágenes, algunas compartidas con conocidos y amigos pero ellos dos de verdad se veían contentos por tenerse en sus vidas, sin duda no todo era lo que aparentaba.

Siguió observando las imágenes hasta llegar a la fotografía que le había dado Death Mask personalmente del joven rubio, parecía estar en un tipo de casa de descanso por el fondo, podía verse el Monte Nevado, una atracción natural no muy popular, el joven aparecía muy sonriente, como si la foto hubiera sido tomada por sorpresa, apenas volteando al ser llamado y haberse visto sorprendido por la cámara; lo que a él le tocaba simplemente era encontrarlo pero para esas alturas se preguntaba si en verdad deseaba decirle a su esposo que su más joven compañero se había fugado con su igualmente joven asistente, aparentemente la idea de la policía no estaba tan errada.

--Ya esta la cena-escuchó la voz de Camus llamarlo.

--En un instante-respondió.

Unos momentos después llegó a la mesa y vio que todo estaba listo, la comida olía bastante bien.

--Si que tienes talento para la cocina Camus.

--Gracias por notarlo, siéntate.

Se sentaron a la mesa y cenaron sin contratiempos realmente, por un momento Milo había pensado que su compañero trataría de retomar la conversación que había quedado inconclusa entre ambos pero ni siquiera lo intento, eso le gustaba, sin duda era una señal de que el otro hombre no tenía problemas con su relación como estaba en esos momentos. Una vez que habían terminado de cenar Milo se le acercó a su pareja.

--¿Te gustaría quedarte Camus?-le preguntó abrazándolo.

--Me parece una buena idea-le respondió el otro con una sonrisa.

Así que se prepararon para dormir, no era la primera vez que Camus se quedaba toda la noche con Milo, tampoco era frecuente pero no por eso era menos agradable cuando despertaban juntos. Además Milo sabía que por el resto de la noche no obtendría nada, su búsqueda tendría que seguir al día siguiente, era mejor poder disfrutar del tiempo libre que tuviera disponible. Una vez que los dos estuvieron recostados debajo de las cobijas fue Camus quien lo abrazó con afecto, eso era reconfortante, Milo sabía que su compañero no era generalmente afectuoso, era más bien frío, aunque eso era solamente ante otros, con él siempre había sido un compañero muy cálido y compartido, cosa que él no siempre era.

--¿En qué piensas Milo?-le preguntó Camus.

--Cosas del trabajo.

--¿Las cosas no marchan bien?

--No es eso, solo que no hay mucho con que trabajar.

--Encontrarás lo que buscas, estoy seguro.

--Siempre lo hago, soy bueno en mi trabajo.

--Ahí lo tienes, sigue con esa confianza.

--Lo haré, tenlo por seguro.

Le dio un beso en el rostro a su compañero y eso fue todo para que siguieran besándose por un rato hasta que sus manos no quisieron esperar más por poder tocarse y empezar a buscar por debajo de la ropa para encontrar cualquier camino que las llevara a deshacerse de las prendas y que dejara al descubierto ese cuerpo que sentían necesitar más a cada momento.

No tardaron mucho en que las playeras fueran descartadas y los pantalones arrojados a un lado, quedaron solamente en su ropa interior y Milo no espero mucho para quedar arriba de Camus sin dejar de besarlo ni acariciarlo hasta que sintió que el otro joven estaba tan excitado como él, ante lo cual era mejor hacer a un lado la ropa interior, primero se deshizo de la del otro hombre y lo admiró por unos segundos antes de quitarse la suya, era realmente atractivo, no esperó más para estar de nuevo sobre él y empezar a besarlo mientras una de sus manos acariciaba entre sus piernas, provocando que su compañero se curvara sobre la cama y dijera su nombre débilmente a su oído, eso resultaba suficiente para continuar, entre besos y caricias Milo comenzó a descender por su cuerpo lentamente, besándolo ocasionalmente con calma solo para excitarlo más hasta llegar a su erguido sexo y empezar a tomarlo con cuidado de incitarlo a querer más de él.

Camus siempre se había sentido atraído por Milo desde que lo conoció, al empezar a intimar no se había resistido a nada de lo que le pidiera, cuando sintió la forma en que lo estrechaba con la boca no pudo hacer nada más que disfrutar del contacto tan íntimo y placentero, seguía a merced de lo que el otro hombre quisiera de él, se arqueaba sobre la cama tratando de que su compañero lo tomara por completo y lo llevara al arrobamiento por completo, conforme pasaban los minutos sentía cada vez más la proximidad de su culminación, antes de poder siquiera decirle algo al otro joven su esencia abandonó su cuerpo en fuertes espasmos que lo hicieron gemir sin control y sujetar el cabello azul entre sus manos contra su intimidad hasta que no pudo sostenerlo más.

Milo había sentido la presión de esas manos en su cabello y unos momentos después se hizo más intensa de la misma forma que terminaba su compañero en su boca, generalmente con otro compañero se hubiera retirado antes pero con Camus incluso disfrutaba de esos momentos aunque nunca se lo había dicho, dejo que descansara solo por unos instantes pues después de unos momentos de nuevo estaba besándolo con fervor buscando que sus manos lo excitaran de nuevo y poder tomarlo por completo.

No tardaron mucho en que el cuerpo que estaba sobre su espalda se excitara de nuevo, solo entonces Milo empezó a separar las bien formadas piernas de su compañero con cuidado y se apropió del espacio entre ellas, al hacerlo hizo que sus miembros se encontraran y los dos sintieron una descarga placentera por todo su cuerpo, gimieron por el contacto y los hizo buscar seguir adelante con un poco más de prisa, Milo apenas si logró alcanzar el tuvo de lubricante que guardaba en su mesita de noche y con algo de torpeza logró abrirlo y aplicarse el contenido en sus dedos mientras sentía las manos del joven Camus sobre su cuerpo acariciándolo y explorándolo con avidez, besándolo suavemente a la vez, ya no podían esperar mucho.

Milo comenzó a aplicar con tanto cuidado como pudo el transparente gel en la delicada entrada de su compañero, tan solo por unos momentos pues en un instante buscó la forma de ingresar y para eso presionaba hasta que no sintió resistencia y logró que uno de sus dedos estuviera en el interior de ese cálido cuerpo que se curvaba por sus acciones, no quiso esperar mucho y otro dedo estaba en el interior de Camus, quien solo podía curvarse ante la sensación, pidiéndole en voz baja y trémula que continuara, siguió moviéndose con cuidado en su interior hasta que sintió que era suficiente y él mismo no podía resistir mas la espera, se recostó con cuidado sobre su compañero y empezó a penetrarlo con lentitud, se tomaba su tiempo en hacerlo pues le gustaba admirar el rostro del joven debajo de él, era encantador, se quedo inmóvil cuando sintió que no podía avanzar más, los dos necesitaban unos momentos para acostumbrarse pero en cuanto las caderas de su compañero se movieron para encontrar las suyas supo que era momento, no tardó en moverse, al principio con calma para después hacerlo con intensidad, tanta que los dos gemían con fuerza, estrechándose mutuamente todo lo que podían, siguiendo el mismo satisfactorio ritmo que los unía con soltura.

Siguieron de esa manera hasta que sus cuerpos no pudieron mas, los dos sintieron como se aproximaba su propio clímax a cierta velocidad aunque trataban de contenerse para prolongar lo que vivían pero no era posible, una de las manos de Milo se deslizó entre ambos y empezó a acariciar al mismo ritmo el turgente miembro de su compañero, sus cuerpos siguieron el camino que conocían hasta la cúspide de sus sentidos y casi al mismo tiempo se abrazaron estrechamente y gimieron con pasión al dejar su simiente uno en el interior de su compañero y el otro entre el cuerpo de los dos.

Ambos trataban de tranquilizarse y de recuperar su respiración normal, solo hasta que estuvieron más tranquilos Milo salió del interior del otro joven con cuidado y se recostó a su lado, mantenía los ojos cerrados intentando calmarse por completo mientras que cuando terminaron Camus volvió a acercarse a su compañero y pasó uno de sus brazos por su pecho y le habló.

--Dime Milo ¿Qué te parecería que hiciéramos un viaje?

--¿Un viaje? ¿Adónde?

--Cualquier lugar, solos nosotros dos ¿te gustaría?

--Por el momento tengo trabajo.

--Cuando termines con este trabajo por supuesto, no te diría que lo abandones.

--Tal vez no sea mala idea.

--Podríamos aprovechar el tiempo para hablar de las cosas que queremos y pensar en el futuro.

--¿En el futuro?

--Bueno, ya tenemos tiempo juntos, no es tan malo pensar en las cosas en común que queremos, como cualquier pareja.

--Las parejas que conozco siempre tenían planes y terminaron cumpliéndolos por su cuenta.

--No debes juzgar todas las relaciones en base a tu experiencia, además cuando llegan contigo es porque ya sospechan que algo esta mal.

--Y por regla general algo esta mal.

--¿No crees en el compromiso? ¿En qué hay gente que en verdad permanece unida a pesar de todo?

--En este momento estoy ante una pareja que parecía perfecta y hasta ahora los indicios dicen que uno se hartó y se escapó con otro con el dinero del primero, las apariencias engañan Camus.

El otro joven lo escuchaba en silencio, dejo de tocarlo en ese momento y fue después de algo de silencio que hablo de nuevo.

--Tienes razón, las apariencias engañan Milo.

Camus se incorporó y buscó rápidamente su ropa, empezando a vestirse en unos instantes.

--¿Qué te sucede?-le preguntó Milo incorporándose a medias.

Pero el otro no dejo de vestirse.

--Por favor Camus, dijiste que te quedarías.

Sin embargo Camus ya tenía los zapatos puestos y estaba dispuesto a irse.

--¿Te molestó lo que dije? ¿Es eso?-indagó Milo.

--Creo que tienes razón Milo-le respondió el otro joven-Las apariencias engañan.

--¿De qué hablas?

--Me parecía que eras...--se detuvo antes de terminar la frase pero la concluyo de otra forma-Olvídalo, es obvio que me equivoque.

--Camus, espera...

Pero no lo hizo, el joven simplemente se fue sin decir una sola palabra más, dejando a su compañero muy pensativo sobre lo que había sucedido pero no lograba comprenderlo.

De verdad le gustaba Camus, se había prendido de él desde que lo había conocido hacía más de un año, no lo había dejado hasta que consiguió que se fijara en él, era un joven sumamente especial y cada cosa que conocía de él le gustaba, incluso había podido sentir en carne propia algunos de sus defectos pero no eran tan graves como para no soportarlos, le agradaba su forma de ser y le gustaba su personalidad por completo, las cosas estaban bien, a su manera de ver la situación todo podía seguir tranquilo si no hacían cambio alguno en sus vidas pero comprendía que Camus esperaba más de él y que si se negaba a dárselo habría un rompimiento, sin embargo no se sentía listo para comprometerse y hacer una vida común, no creía que fuera el momento adecuado para hacerlo.

Se quedó recostado un poco más hasta que se convenció que no se dormiría de nuevo así que lo mejor era aprovechar el tiempo en lugar de solo seguir pensando en la cuestión de su relación con Camus, lo haría más adelante.

Volvió a ver lo que tenía de información y a cada momento se convencía más de que Aioria tenía que ver con la desaparición de Shaka pero deseaba tener más que simples sospechas y conjeturas para decirle directamente algo a Death Mask, aunque quizá fuera momento de decirle claramente lo que sospechaba, estaba en eso cuando vio algo en sus notas, una dirección dejada por Aioria era la de su hermano, se ubicaba en uno de los destinos de los que había adquirido boleto Shaka, se apresuró a llamar pero le dijeron que el número estaba fuera de servicio, ese sin duda era un buen vínculo para preguntar directamente a su empleador sobre cuanto conocía de la relación de su esposo con su asistente.

Por la mañana Milo se presentó en la casa de Death Mask, había llamado antes de ir y le dijo el otro hombre que lo encontrará ahí, apenas llegaba cuando lo hicieron pasar para la entrevista.

--Buenos días--lo saludó el de cabello corto--¿Ha descubierto algo?

--Si-respondió Milo-Pero no se como lo va a tomar.

--¿Qué sucede?

--Encontré que su esposo tenía una cuenta independiente de la suya, una especie de cuenta clandestina, hacía depósitos regulares con el dinero que obtenía de devolver algunos artículos, no se lo informaba a usted pues su cuenta no variaba.

--¿Shaka guardaba dinero a mis espaldas? Pero él tenía su propia cuenta ¿Para qué lo utilizaba?

--No lo se hasta este momento, lo que si se es que la cuenta se movía bastante y fue cancelada hace unos días pero no lo hizo su esposo directamente, lo hicieron a su nombre.

--¿Quién?

--Por lo que se hasta ahora fue Aioria, su asistente.

--¿Él? Quizá Shaka le pidió ayuda, era un joven que entendía muy bien los manejos bancarios.

--También debo decirle que uno de los boletos que compró Shaka tiene por destino el mismo lugar en el que vive el hermano de Aioria.

--¿Eso tiene alguna relevancia?

--Es un poco extraño que Aioria se fuera y dos días después su esposo se marcha sin dejar pistas aparentes, contando con que pasaban tiempo juntos y una cuenta respetable fue cancelada.

--Si lo que piensa es que había algo entre ellos dos se equivoca detective.

--No puedo asegurarlo pero los indicios apuntan a esa dirección.

--Shaka y yo somos felices, él no me engaña y no se marcho con otra persona de mi lado, no hay razones para esto.

--Lamento recordarle que tuvieron conflictos en el pasado, por lo que supe él se fue entonces.

--Supongo que no debe sorprenderme que sepa eso ¿le contaron todo?

--Supe que él se fue y usted lo busco, no me dijeron el motivo.

--Bien detective, lo que sucedió fue que Shaka se altero por mis viajes, decía que pasaba mucho tiempo lejos y él quería que estuviéramos cerca, decía que éramos un matrimonio y yo pasaba más tiempo en los negocios que en la casa.

--¿Ese fue el problema?

--Shaka quería una relación completa, no algo a larga distancia por teléfono ni breves encuentros entre mi trabajo, se cansó de decirme que quería más de mí, yo no lo entendí hasta que se fue, un día llegué a casa y él no estaba, faltaba una maleta y ropa, nunca en toda mi vida me sentí como en ese instante en el que se fue, tuve que ir a buscarlo de inmediato, ya habían pasado días y hasta ese momento me di cuenta de que se había marchado.

--¿Eso fue todo?

--Para usted tal vez no sea importante, para Shaka una relación debe ser completa, no una en la que una parte esta a lo que el otro disponga, deseaba que fuera algo formal y en lo que ambos estuviéramos comprometidos, no que yo le diera un poco de mi tiempo libre. Después de eso reduje mis horas de trabajo y mis viajes, establecí las oficinas centrales y le hice saber que él es lo más importante en mi vida, no mi trabajo.

Milo se quedo observándolo con cuidado, sus años como detective le habían dado una particular habilidad para saber si le decían la verdad o le mentían y estaba seguro que lo que terminaba de escuchar era cierto pero de todas formas no podía dejar a un lado sus primeras conjeturas.

--Entiendo lo que cree detective-le dijo Death Mask--¿Cree que no se lo que los demás pensaron cuando me case? Tan solo con ver a Shaka supusieron que se trataba de un esposo trofeo, que era un interesado, que se casaba conmigo para dejar de ser pobre, que fuera más joven que yo no ayudaba mucho, todos tenían alguna teoría que explicara que un joven como él se casara con alguien como yo, cualquier cosa antes que admitir que nos amamos y por eso nos casamos; no voy a dudar de Shaka detective, me ama y lo amo, en cuanto a Aioria creo que esta juzgando mal a un buen muchacho y debe haber una explicación para lo que ha encontrado.

--Seguiré investigando entonces, en cuanto tenga algo más se lo haré saber.

Sin poder decir nada mas Milo salió de la propiedad, no podía negar el candor de Death Mask al hablar de su esposo, no podía creer que lo engañara y decidiera irse, en verdad confiaba en él o se negaba a ver lo que sucedía realmente en su vida. Manejó de regreso a su casa y se dispuso a seguir viendo las pistas, había hecho unas llamadas para averiguar más sobre la cuenta clandestina de Shaka, quizá obtuviera una dirección o un teléfono, después de unas horas en eso encontró algo, el joven rubio solo sacaba dinero de esa cuenta para enviar órdenes de pago a otro sitió, se dispuso a rastrearlo y logró encontrar algo en la Internet, era una buena señal pero debería ir personalmente para lograr saber algo definitivo.

Se estaba preparando para marcharse cuando llamaron a la puerta, ya tenía sus cosas listas y en la mano cuando al abrir se encontró con Camus.

--Tenemos que hablar Milo-dijo el joven frente a él en el acto.

--Ahora no es un buen momento Camus.

--Trataré de no tardar en esto-dijo entrando.

--Camus, de verdad...

--Solo escúchame un segundo ¿de acuerdo? Milo, tu me gustas, de verdad me gustas, el tiempo que pasamos juntos es de lo mejor pero tengo que saberlo en este momento antes de seguir esperando si no va a suceder.

--¿Qué cosa?

--Solo quiero que las cosas queden en claro entre nosotros, Milo, solo digo que quiero saber si esta relación tiene futuro, no te pido algo formal en este instante pero necesito saber que es más que simple diversión, que en algún momento vamos a llegar a algo serio.

--Me gustaría quedarme contigo Camus pero no puedo, no en este momento, es importante lo que debo hacer. Perdóname.

Fue todo lo que dijo pues se dio vuelta hacia la puerta para salir, el otro joven salió también y lo miró por un segundo.

--¿Es así como van a ser las cosas Milo? ¿Tu sin escuchar y partiendo en un segundo sin siquiera decírmelo?

--De verdad tengo que irme-fue la respuesta del detective subiendo a su automóvil y alejándose con velocidad.

Camus lo observó perderse en el camino, ni siquiera había tratado de pedirle que hablaran después, simplemente se había ido sin decirle nada, de hecho iba a irse sin decirle una sola palabra de todas formas, no le había llamado ni nada por el estilo, quizá esa era su respuesta sobre algo serio entre ellos. Unos momentos después se marchó a su casa.

Milo siguió su camino pero no podía dejar de pensar en Camus, no era que no quisiera seguir con él sino que no se sentía listo, él trabajaba en algo que requería de tiempo y no podía permitirse en esos momentos tener algo más en mente que su trabajo, tan solo esperaba que su compañero entendiera eso, ya se lo explicaría cuando regresara y tuviera tiempo.

Siguió por las siguientes horas con rumbo a la dirección que había obtenido, no estaba seguro de que iba a obtener pero tenía que averiguarlo, sin embargo cuando llegó quedó ante un sitio que no esperaba: se trataba de una casa hogar. En un primer momento supuso que se trataría de algún tipo de obra de caridad pero no recordaba haber leído al respecto en sus informes, se aproximó con seguridad y entró.

--¿Puedo ayudarle en algo?-le preguntaron.

Volteo y encontró frente a él a un hombre de edad madura sin ser un viejo.

--Desearía saber sobre alguien-dijo Milo.

--Si puedo ayudarle con gusto ¿Quién es usted?

--Mi nombre es Milo, buscó a alguien.

--Me llamó Dhoko, mucho gusto ¿a quién busca?

--Su nombre es Shaka ¿lo conoce?

--Si ¿Por qué lo busca?

--¿Hay algún lugar en el que podamos hablar en privado?

--Sígame.

Fueron a una pequeña oficina y se sentaron.

--¿Por qué busca a Shaka?-preguntó Dhoko.

--Soy detective privado-respondió mostrando su placa-Lleva días desaparecido y su esposo necesita saber que se encuentra bien.

--Shaka...--dijo el caballero como en un suspiro.

--¿Hace cuanto lo vio por última vez?

--Ayer, vino a hacer una visita, se quedo y se marchó ayer.

--¿Ha estado los últimos días aquí? ¿Solo?

--Si, llegó hace unos días, siempre que viene viene solo, cuando llegó le pregunté porqué estaba aquí y me dijo que quería descansar un poco.

--¿Le dijo de qué quería descansar?

--No se puede presionar a Shaka para obtener una respuesta, siempre ha sido así con él, es un joven muy misterioso para algunas cosas.

--¿Hace cuanto lo conoce?

--Desde que era pequeño, casi se crió aquí.

--¿Y su familia?

--Solo tenía a su madre, estaba muy enferma, entraba y salía del hospital, Shaka la cuidó por años hasta que falleció.

--¿Ustedes se hicieron cargo de él?

--No realmente, su madre no fue declarada incapacitada hasta los últimos meses, él ya era un joven, oficialmente lo tuvimos aquí solo unos meses pero debo decir que fue un muchacho muy valiente, cualquier otro no hubiera soportado lo que él, el estado de su madre era terrible sobre todo al final.

--¿Qué tenía?

--Una enfermedad degenerativa, no hay tratamiento, solo podían controlar algunos malestares pero eso no mejoraba las cosas.

--Debió ser muy difícil.

--Nunca lo escuche decir una sola queja al respecto pero sin duda fue muy difícil, se que puede sonar terrible pero cuando su madre falleció él pudo descansar.

--Pero dice que siguió en contacto con ustedes.

--Pasaba tiempo con nosotros desde que era un niño pequeño, la enfermedad de su madre duró años, cuando ella era llevada de emergencia al hospital él no tenía la edad para poder estar a su lado, permanecía aquí.

--Comprendo ¿los visitaba con frecuencia?

--No demasiada pero llamaba y siempre enviaba dinero, lo que podía claro, le dije que no era necesario pero él me respondía que era algo que deseaba hacer.

--Dígame ¿alguna vez le dijo algo de su matrimonio?

--Cuando hablaba de su esposo siempre lo hacia con cariño, me daba gusto verlo feliz, su vida había sido complicada, merecía ser dichoso.

--¿Llegó a hablarle de alguien llamado Aioria?

--Si, es el asistente de su esposo, era un joven muy amable según me dijo, incluso me contó que su hermano estaba enfermo y había tenido que llevarlo a una clínica en otro estado que se especializa en su terapia; le ayudaba con algunas cosas sobre sus finanzas, incluso me contó que fue quien hizo el último depósito que nos dejo.

--¿Hizo un depósito para este sitio?

--Si, como le dije enviaba dinero siempre que podía, este último fue un depósito bastante grande, le pregunté al respecto pero no quiso decir mucho, supongo que aún no le dice nada a su esposo.

--¿Decirle qué?

--Pues...no lo tome a mal, lo he visto muchas veces, a veces a las personas no les gusta decir algunas cosas de su vida, ese era el caso de Shaka.

--¿Qué pasaba con él?

--Le dije que debía hablar claramente con su esposo sobre su situación pero él...para él era muy difícil hacerlo.

--¿Qué sucedía?

--Shaka nunca le hablo a su esposo de este lugar porque no quería que supiera de la enfermedad de su madre.

--¿Por qué? ¿Cuál era el problema?

Pero Dhoko parecía dudaren decírselo a él, Milo se dio cuenta y supo que no era momento para detenerse.

--Por favor-dijo el de cabellera azulada-Tiene que decirme que sucede, su esposo no sabe que ocurrió con él, tiene derecho a saberlo.

--Tiene razón, lo que sucede es que Shaka jamás le dijo a su esposo que la enfermedad de su madre es congénita.

--¿Congénita?

--Shaka tiene que hacerse estudios para saber que esta bajo control, que no la ha desarrollado, le insistí en que hablara con su esposo pero él no quería.

--¿Por qué?

--Le daba miedo, me dijo que no quería que su esposo se enfrentara a eso, no quería darle esa preocupación.

--¿Cómo es que nadie parece saber de eso?

--No creo que se lo confiara a nadie.

--Esto no esta bien.

Esa nueva información podía significar muchas cosas, Milo trataba de pensar con calma en el siguiente paso pero no sabía que hacer.

--¿Shaka no comentó hacia dónde se dirigía cuando se fue?

--No me dijo el lugar, solo que necesitaba ir a otro sitio. ¿Habrá regresado con su esposo?

--Lo dudo.

Se quedo pensando por unos momentos más, no terminaba de convencerse de lo que sucedía, en eso Dhoko recordó algo.

--Cuando Shaka se fue dejo algunas cosas, tal vez le sirvan de algo-dijo amablemente el mayor.

--Si me permite verlas se lo agradeceré-respondió Milo.

Fueron a una habitación y Dhoko le entregó un saco de vestir y un libro, Milo los observó, hojeó el libro y revisó los bolsillos de la prenda, encontró dos cosas como olvidadas, una era un frasco de pastillas vacío, lo miró por un segundo leyendo lo que había contenido.

--Es de una clínica pública-dijo el de cabello azul-Pero esta a nombre de Shaka.

Dhoko se acercó y leyó el nombre del medicamento.

--Por Dios-dijo el caballero.

--¿Qué sucede?-preguntó el detective.

--Es un opiáceo.

--Un medicamento para el dolor.

--Es lo que le daban a su madre, era lo único que la ayudaba un poco.

--Entonces él...

--Shaka ¿Por qué no me dijiste nada?-se dijo a si mismo el caballero.

El segundo descubrimiento de Milo era un folleto de viajes, era para ir al Monte Nevado, entonces recordó la fotografía que le había dado Death Mask y su mente ató los cabos con cierta prisa pero parecía tener sentido, aunque esperaba equivocarse.

--Dígame ¿hay alguna ruta o línea desde aquí para ir al Monte Nevado?

--Al Monte...si, se tiene que transbordar pero si, sale un autobús y en la Terminal se toma el otro, lleva directamente ¿Qué tiene eso que ver?

--Creo que Shaka fue allá.

--¿Por qué haría eso?

--Perdone pero tengo que irme en este momento ¿sabe que ruta siguen los autobuses para llegar?

--Es la 18 creo, si es la 18.

--Gracias por todo.

De inmediato salió Milo del lugar, llevándose el folleto, llamó a la administración del Monte Nevado de inmediato y preguntó si se había registrado alguien bajo el nombre de Shaka pero le respondieron que no podían dar esa información, el de cabello azul se sintió un tanto desesperado mientras manejaba a la máxima velocidad permitida y se comunicó con la policía, les dijo que debían ir de inmediato por el caso de una persona desaparecida y que era muy probable que se encontrara en ese lugar, les dio el resto de los datos y se apresuró a llegar.

Cuando Death Mask recibió la llamada del detective privado no espero y se dirigió de inmediato al lugar, de hecho había llegado en helicóptero a un helipuerto cercano y ya lo esperaba un vehículo para llevarlo al Monte Nevado, vio los diferentes servicios de emergencia rodeando el lugar, mientras se acercaba lo interceptó Milo.

--¿Es él?-preguntó de inmediato Death Mask.

--Si-respondió Milo-Lo lamento pero no llegué a tiempo.

El de cabello corto se quedo quieto por unos segundos como si no pudiera siquiera respirar pero se sobrepuso.

--Se que hizo lo mejor-dijo Death Mask.

En ese momento se acercó uno de los policías que estaba al frente de la escena que terminaban de cubrir.

--¿Usted es su esposo?-le preguntó el uniformado.

--Si-respondió el recién llegado.

--Necesitamos que lo reconozca ¿desea hacerlo en este momento?

--Si.

Se acercó a la camilla que transportaba un cuerpo cubierto por una sábana, le permitieron ver su rostro por unos instantes, era Shaka, hizo un movimiento afirmativo con la cabeza y se retiro, terminaron de darle unos informes sobre los trámites a cubrir, parecía no terminar de creer lo que estaba sucediendo, solo entonces se le acercó Milo de nuevo.

--¿Se encuentra bien?-le preguntó el de cabello largo.

--Estaré bien-fue la respuesta que recibió del otro hombre--¿Podría decirme qué  sucedió?

--Su esposo padecía una enfermedad terminal degenerativa, la heredó de su madre, cuando supo que la tenía no quiso que usted pasara por lo que él paso al cuidarla, se marchó, hizo unos arreglos finales y vino aquí, dispuso de su propia vida.

--¿Sufrió?-al preguntar parecía realmente necesitado de saberlo.

--No hay señales de que sufriera, fue una sobredosis con un medicamento contra el dolor, debió quedarse dormido.

--No entiendo porque tuvo venir aquí.

--Estaba de paso en otro sitio antes, eran cuestiones de su vida pasada, creo que regreso a este sitio porque le resultaba muy grato.

--Solo estuvimos aquí una vez, el auto se descompuso y tuvimos que quedarnos un fin de semana porque no terminaban de arreglarlo, lo único que hicimos fue dar unas vueltas por este sitio, la mayor parte del tiempo solo nos quedábamos en nuestra habitación.

--Parece que eran buenos recuerdos para él, tendemos a regresar a los sitios en los que nos sentimos cómodos o nos resultan significativos por algo.

--Antes de irnos...antes de regresar me dijo que estaba feliz porque nadie nos interrumpió por mis negocios.

--Me parece que es mejor que le diga el resto después.

--Comprendo, tiene razón pero necesito que me diga algo ¿Eso es todo? ¿No dejo una nota? ¿Algo?

--Había una nota pero es evidencia, tuvieron que recogerla.

--¿Sabe que decía?

--Eran solo unas líneas.

--¿Qué decía?

--Tal vez desee esperar para leerlas usted.

--De verdad le pido que me lo diga.

--Le pedía perdón por lo que iba a hacer y decía que lo amaba.

--Gracias.

Death Mask caminó hacia el vehículo pero Milo necesitaba saber algo antes de que se fuera.

--¿Podría decirme algo?-le preguntó el de largos cabellos.

--¿Qué?

--¿Cómo estaba tan seguro? ¿Cómo es que confiaba tanto en él para saber que no era lo que decía la policía ni yo?

--Porque mi esposo y yo nos amamos-respondió con seguridad.

Siguió caminando, abordó el automóvil que lo había llevado y se marchó, tenía muchas cosas que solucionar, solo hasta que estuvo en privado se permitió llorar por su esposo.

En el camino de regreso y después de responder a las preguntas de la policía Milo se quedo pensando en lo que había sucedido, terminó de recoger todo lo relacionado con el caso y lo guardó en sus archivos, aún cuando hizo eso no dejo de darle vueltas en sus pensamientos a todo lo sucedido, por unos momentos se decía que a pesar de todo Shaka le había mentido a su esposo pero por otra parte recordaba las palabras de Death Mask, podían centrarse en confianza y amor, más bien en la confianza que da el amor hacia otra persona...y pensó en Camus.

¿Podrían llegar a tenerse una confianza de ese tipo entre ellos? ¿Podrían llegar a amarse al grado de preferir una separación a lastimarse? No podía responder a esas preguntas en ese momento pero sabía donde encontrar la respuesta.

Esa mañana Camus leía el diario, una noticia que destacaba era el sensible fallecimiento del esposo de Death Mask de Cáncer, el empresario, había varias esquelas uniéndose a la pena por el fallecimiento y reiterando su apoyo al cónyuge por su pérdida.

En eso escuchó que llamaban a la puerta, fue a abrir y se encontró con Milo frente a él pero parecía algo desmejorado, como si no hubiera descansado en bastante tiempo.

--¿Qué te paso Milo? ¿Qué haces aquí?

--Necesito hablarte Camus.

--¿Sobre qué?

--¿Podemos hablar adentro?

--Prefiero hacerlo aquí-le respondió el otro dejándolo en la puerta.

--De acuerdo, como tu quieras. Lo que necesito decirte Camus es que no quiero perderte, quiero que sigas en mi vida, no estoy diciendo que nos casemos en este instante pero tal vez podríamos llegar a algo más formal en el futuro.

--¿Por qué de pronto te interesa que tengamos futuro?

--Porque me gusta cuando despiertas a mi lado, cuando preparas algo en la cocina, esas veces en las que tan solo me abrazas, me agrada saber que estás en mi vida, incluso cuando sacas esas manías tan tuyas que nadie más conoce, todo eso es parte de mi vida ahora y no quiero perderlo. Solo quiero la oportunidad de que formemos algo estable ¿confiarías en mí para lograrlo?

--Milo, no se que decirte, es... No parece ser algo que tú harías.

--Quiero ser alguien en tu vida Camus, me gustaría que te quedes en la mía, si es que quieres que lo intentemos estoy dispuesto a hacer lo que sea para que esto de verdad funcione.

--¿De verdad?

--Confío en ti Camus, te amo, es por eso que se que podemos lograrlo.

En ese momento el joven en la puerta se quedo bastante sorprendido, nunca había escuchado esas palabras del otro y no sabía que se las hubiera dicho a nadie, sin poderlo evitar eso lo hizo sonreír.

--Milo-dijo abrazándolo con cariño-Claro que quiero que lo intentemos-se separó un poco solo para besarlo--¿Ya desayunaste?

--No.

--Entonces pasa, te invito.

--Eres muy considerado.

--Debo serlo, también te amo.

A esa declaración el detective sonrió y entro tomado de la mano de su compañero, no, ya no más solo un compañero, ahora era su pareja y no permitiría que lo que sentían mutuamente desapareciera de su vida.

 

 

FIN

 


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