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"Más Allá de Mis Ojos" por Chaotic Kittie

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Notas del capitulo:

Conociendo las ultimas palabrerías en momentos desesperados; ¡que les queda ahora? Ha llegado un extraño, el que moverá cosas del pasado, ¡es increíble o creíble? solo ellos pueden juzgarlo.

 

Capitulo Dieciocho.

 

Suspiros de Invierno

 

 

La suave almohada de plumas me invitaba a descansar,
a disfrutar de una calidez inexorable y fundirme en un mundo de sueños; pero ni siquiera todo ello entregaba la calma para darme un relajo total.

Gire  mi cabeza hacia el otro extremo de la cama divisando su espalda, que mostraba su piel blanquecina y bien trabajada por sobre las sabanas, su respiración era lenta pero podía estar seguro de que no se encontraba dormido.

 

Supongo que a los dos nos había abandonado el sueño.

 

Deje pasar el tiempo un poco más; sin mover mi cuerpo solo viéndole desde lejos para no hacer notar que me encontraba despierto, sobretodo por lo inquieto que me sentía a través de aquellos silencios y respiraciones acompasadas.

 

No aguantando mucho mi estado silencioso me acerco a él, su piel me llama a apresarla para no dejarla escapar,
si Yuki se diera cuenta de lo egoísta que podría llegar a ser cuando se trata de su persona, se sorprendería.

 

 

“Incluso de forma inconciente, siento la culpa de posesivismo”

 

 

Atravieso el tramo que nos separa juntando mis dedos, luego de estrecharlo entre mis brazos, me voy deslizando de forma delicada mientras se sorprende con mi acción.

 

“¿Tan sumergido te encuentras?”

 

Esa pregunta estruja mis pensamientos, no siendo capaz de escaparse por mis cuerdas vocales, decido sumergirla en el secreto de mi ser,

Me acercó aprovechando ese calor particular que despide tu cuerpo, deseando que así, te des cuenta que siempre estaré allí.

Aunque el “siempre” sea un acto imposible;

Si necesitara escucharlo soy capaz de decirlo sin pensar porque cuando se trata de su persona puedo volverme el más loco soñador.

 

Entonces he llegado a la conclusión

La verdad de mi alma es que nunca he dejado de amarle, ni siquiera aquella vez que nos despedimos, solo fue mi torpe voluntad la que flaqueo, mi inseguridad, la que fue tomando el poder, todo ello hizo que me diera cuenta de todo lo que pasaba a mi alrededor.

 

 ¿Acaso es tan malo soñar?

No lo es, solo debes tener cuidado cuanto de lo que sueñas puede llegar a ser verdad.

La realidad es una, la fantasía es otra…

 

 

“Yuki”

 

Le susurro antes de soltar lo que quiero decir,

Aunque no espero ni se respuesta cuando ya estoy volviendo a mover mis labios.

 

“Quiero Irme”

 

Caprichoso, así me siento en estos momentos en los que ruego como un niño.

 

No lo soporto, realmente no deseo estar aquí…

Me hace sentir culpable, el solo tenerlo a mi lado hace que lo sienta distante, hace que mi ser se sienta pecador, como si fuera una alevosía tenerlo solo para mí.

Soy un malhechor que empuja a este sujeto a seguir adelante, pero en ningún momento le dicho que desearía que se olvidará de aquel fantasma, jamás he querido ser su reemplazo… pero estoy equivocado.

 

“Si lo has hecho” Es mi propia mente la que me está condenando, refregando la verdad en mi cara y lo admito varias veces lo había añorado, quizás por eso me siento como un delincuente.

 

Lo apretó más entre mis brazos, él no dice nada pero vuelvo a aferrar mis brazos como ese niño chiquito que tiene miedo a algo que no existe, o quizás si, tiene miedo de sí mismo.

 

“Ya, no quiero estar aquí”

 

Despacio mi voz sale mientras escucho solo un suspiro como respuesta.

Su espalda aún sigue pegada a mi cabellera, mientras mis brazos aún se mantienen tensos alrededor de su cintura.

 

“No seas infantil”

 

Dice cansado, ni siquiera con tono recriminatorio, solo desgastado.

 

 

“¿No podemos irnos?”

 

Sueno tan odioso, estoy sorprendido de mi insistencia al igual que el,

Con la única diferencia es que yo conozco mis motivos tras esta fachada  de desesperación.

 

Soy demasiado egoísta como para decirle que puede volver cuando quisiese
Y demasiado cobarde como para reconocer que me siento cruel de estarle obligando.

Aunque el nunca reconozca que lo hace por mi inseguridad, lo tengo más que claro.

 

Le veo alejarse de mi amarre

Rompiendo la cadena que había formado con mis brazos, ya no tengo ese calor alrededor, pero en vez de ello esos hermosos ojos color ámbar se pasean por todo lugar.

 

El tiempo seguía trascurriendo y su silencio, me hacía menos esperanzador.

 

Lo vi moverse por ahí para luego encender un cigarrillo apoyando su cuerpo en la fria superficie de la pared quedamos frente a frente,

Yo posado en la cama cubierto con las sabanas

El en el rincón de las paredes adornando el lugar con su seriedad impune

 

Nos miramos por un par de segundos, mientras el cigarrillo terminaba por desacerse por completo en su boca.

 

“Muy bien, nos vamos”

 

Voto el cigarrillo en un cenicero cerca de donde nos encontrábamos, busco sus pantalones bajo mi atenta mirada, mientras yo sorprendido volvía mi rostro siguiendo sus pasos altaneros.

No lo entiendo en absoluto; yo preparándome para sus preguntas y con simpleza acepta mis berrinches sin chistar, de veras que no le entiendo.

 

“Apresúrate, si no te quedas aquí”

 

Comenta al verme aún en la cama.

 

“¡Yuki!”

 

Contra ataco por su  comentario arrogante mientras una sonrisa adorne mis acciones, no lo pienso dos veces y comienzo a buscar mis cosas rápidamente.

 

¿Cuándo será el día en todo sea perfecto?

¿Cuánto nos faltará?

 

Esas preguntas siempre se transforman en ecos de pensamiento

Deseo crecer para poder estar a su altura y comprender cada detalle, para que pueda controlar la incertidumbre, aquella que domina muchas de mis acciones haciendome un infantil sin causa.

 

No alcanzamos a estar ni veinticuatro horas, para cuando ya nos estamos marchando, la luz del sol recién comenzando a salir por el horizonte.

Aquel día en el que Yuki ya no volvería pero extrañamente no me sentía feliz.

 

Llegamos al aeropuerto, en aquel día que a penas y nos habíamos rosado;

Cuando por fin sentí la firme estructura de los asientos del avión, que nos llevaría a casa sentí la libertad que había sido apresada el día anterior

Lo cierto es que no puedo explicar como mi alma grita con tanta insistencia

 

No deseo ser avaro, pero cada vez que Yuki me entrega un poco más de él, la ansiedad me carcome desde mis entrañas, haciendo que mi ser pida más de su esencia,

Hasta hacerla completamente mía.

 

“Quiero inundarte por completo
Y ser el único en tu existir”

 

Mi mente me advierte que aquellos sentimientos no son buenos, pero mi corazón insiste en hacerlos surgir a la primera oportunidad en que florecen.

En todo el vuelo no soy capaz de verle a la cara dejándolo solo en un espacio enorme para no sentirme al descubierto de lo que siento, solo espero poder mostrar la perfección cuando se trata de él.

 

“Nadie es perfecto” Responde mi mente, generando un caos contradictorio.

 

Pronto estuvimos en casa; aproveche el instante y  abrí las ventanas del lugar, necesitaba luz, aire, todo lo que fuera  desvaneciendo cualquier energía.

Yuki solo observaba de forma disimulada, estaba seguro que las  preguntas se le agolpaban en la cabeza, cada vez que me veía haciendo una acción contradictoria pero no lo haría, simplemente porque él podía controlar sus dudas y mantenerlas al margen.

 

“Deseaba que preguntaras, así podría haberme desahogado
pero como no hablas yo tampoco lo hago”

 

 

Mientras me movía ordenando el lugar, el caminaba hacia el estudio, no le pare aunque mis ganas no faltaban, seguí haciendo como si nada entre que mi cuerpo ni siquiera se veía ordenando todo lo que encontraba a su paso.

 

Luego de hora y media, todo estaba controlado, la verdad es que cada segundo se marcaba en mi mente en aquellos momentos; me paré entre el pasillo y el estudio de mi rubio.

 

¿Seria bueno entrar?

 

No lo sabía, aún así me adentre despacio asomando solamente mis ojos, él estaba iluminado por los escasos rayos de sol, me quede impávido ante su figura, seguí bajando por su cuerpo para verle mejor, entonces note que estaba arrugando unas hojas, junto a una fotografía, con dolor miraba casa cosa…

 

Lo supe en ese instante estaba pesando lo que sentía en un lado esa fotogfrafía con una dedicatoria en el borde, al otro lado aquellas cartas que me había escrito en momentos desesperantes; y no pude controlarme.

 

Abrí la puerta de golpe robando su atención.

 

“Eso, es mío”

 

Me apure hasta donde estaba, enojado, quitándole esas hojas de sus manos, las estaba destruyendo, no tenía derecho.

Luego me di cuenta, que yo no debería saberlo, pero ya era muy tarde.

 

Nos observamos sin decir palabras

Nos mutilamos sin poder tocarnos

Nos entendimos sin necesidad de dar explicaciones.

 

Reíste, para mi sorpresa, reíste como nunca lo había hecho, y me contagié de esa alegría que no había experimentado en todos estos días; porque esta felicidad era simple, imperfecta, pero al fin y al cabo la mejor felicidad que podíamos compartir.

 

“sabía que los habías tomado, baka”

 

“Bueno, yo…”

 

“No hay remedio contigo”

 

Me golpeaste nuevamente a lo que yo me alejé pidiendo disculpas.

 

“es mejor que te deje…”

 

Trate de escapar, nunca se sabía contigo, tenía que ser astuto tus cambios de humor son tan imprevistos como mi animo en estos momentos.

Antes de que pueda salir me apresaste entre tus brazos.

 

“Cobarde”

 

Susurraste por último, quedándonos así por un tiempo inalterable, en el que ya no podía controlarlo.

 

“¿hasta donde leíste?”

 

Su voz era intimidante, sabía que tenía que escapar, pero ya era tarde.

 

“Hasta la segunda hoja”

 

Cuando acabe la frase el me soltó dirigiéndose al escritorio tomó las hojas y se sentó cerca de la ventana, en un sillón de cuero negro, el mismo que yo había utilizado hace un tiempo atrás.

 

Y comenzó a leer mientras yo me quedaba parado, impresionado, anonadado, serían palabras pequeñas para describir lo que sentí.

 

Su voz grave embauco mis oídos con una suave brisa…

 


Shuichi: 

 

Ya no recuerdo tu figura exactamente, tu aroma ya no se siente alrededor, tus pasos ya no se escuchan por ningún lugar de esta casa abandonada por la mano de dios.

 

Y mi mente, aún sigue demacrando tu recuerdo a mi alrededor.

 

Shuichi, ¿habré sido capaz de acabar contigo?

 

Un año ha pasado ya, sin saber nada de ti, ¿acaso es verdad que dejaste amarme?

 

No lo deseo así, Shu vuelve a mí, vuelve a mí porque estoy desesperado, nunca fui capaz de decirlo en voz alta, pero ¡te amo!


 

Hiciste una pausa; mientras un terrible choque eléctrico recorría mi espina dorsal.

 


Te lo ganaste cada uno de mis sentimientos, cada una de mis intenciones, pero el cobarde que esta escribiendo no fue capaz de devolverte el favor, sin ser equitativo.

 

Ahora que veo hacia atrás, nunca he dado ni la mitad de lo que tu…

 

Cuando querías atención, cuando dejaba nuestras citas para después, cuando tu piel deseaba mi toque delicado…

 

Pero te prometo que si vuelves a mí, que si puedo recuperarte por completo, diré adios a todo, incluso a esa persona que nos atormenta a ambos ¿crees que no me di cuenta?

Como tus facciones cambiaban cuando se trataba de él; pero lo dejaré tan solo para que estés a mi lado.

 

Shuichi vuelve a mí, no soy creyente en ninguna religión pero rogaré a cada dios que haya sobre la faz de la tierra para que inundes mi mundo con tu pequeña sonrisa.

 

 

Vuelve Shuichi

 

¡¡Mocoso malcriado te necesito conmigo!!

 

Yuki Eiri


 

Tomó aire y volvió su vista a mí, yo aún no era capaz de moverme, me di cuenta que aún necesitaba de la simpleza en su hablar para darme cuenta de lo que pasaba a mi alrededor.

 

“Nunca he dejado de amarte”

 

Grite necesitado porque me escuche, porque me ame, porque me consienta, arrojándome en sus brazos para acurrucarme en su aroma.

 

Entendí también porque se había despedido, y el peso en mis hombros se hizo más amplio, pero tampoco fui capaz de decir “ve cuando quieras” porque realmente no lo sentía.

 

El iba a decir algo más, pero justamente el timbre  sonó, llamando nuestra atención perdida.

 

Se levantó mientras yo le seguía de cerca, era raro que el abriese la puerta así que era mejor que le acompañe.

 

Cuando la madera toco la pared, Kyosuke se vio al otro lado, yo mire a ambos hombres, sentí el ambiente tenso, tenía a dos personas que se tornaban poderosas tan solo con su presencia, no fui capaz de reaccionar, ni de moverme, allí estábamos.

 

Tres personas quien sabe porque razones se habían encontrado en aquellos días en que el invierno comenzaba a aparecer…

 

 

 

Debo estar soñando,

Es tan difícil creer en milagros

Tú eres quien me hace fantasear

El alma que necesito para completar

Mi propia cruz

 

 

 

Luz tintineante alrededor

Perfección incompleta en la superficie
Sentimiento culpable en el interior

 

 

Mientras más desechos se encuentren, mas se apoyaran

 

 

Mientras más inseguros se presenten, más lucharan

 

 

Mientras mas se amen, más lejos llegaran.

 

 

Así funciona la ley del universo.

 

 

…Suspiros de Invierno…

…Mas allá de mis Ojos…

…Credibilidad…

 

Notas finales:

¡Hola! Bueno acabo de salir de una prueba, mas bien un examen -____- pero ya que se le va a hacer por fin es viernes; y con ello se acerca el final de esta historia, que se ha llevado muchos suspiros, viendo hacia atrás no puedo creer, es mi historia mas leída (o.o) así que les agradezco, cada uno de sus comentarios, ya faltan solo dos capítulos para terminar. Este tiene una cosa curiosa lo escribí en un block a mano, antes de pasarlo aqui, es que estaba en un lugar en el que no hay computador para hacer historias, me vino la iluminación y bueno lo escribí allí, menos mal que me tienen paciencia (xD)

En fin, saludos a todos ustedes, gracias por acompañarme, es lo único que puedo decirles, un gran abrazo para todos ustedes.


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