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"Más Allá de Mis Ojos" por Chaotic Kittie

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Notas del capitulo:

La esperanza es lo que mantiene vivo a las personas, pero cuando le das una connotación diferente, el miedo a interpretar las cosas de una forma que no es la realidad, y hacerte una esperanza falsa, esa es el motivo por lo que Shuichi no encuentra una decisión correcta ¿Qué hará Yuki ahora?... Cartas y dedicatorias guardadas en el baúl; destaparemos algunas cosas, y sacaremos a relucir la melosidad del escritor de cierta manera.

 

Capitulo Seis:


Pequeñas palabras.



“Aún lo amas, aún ese cruel hombre sigue allí… ¿No habías dicho que lo olvidarías definitivamente?...” Mi subconsciente me citaba, algo completamente cierto, me lo repetía una y otra vez mientras tomaba esas dedicatorias entre mis dedos temblorosos.

La primera que leí, fue la primera que llegó a mi puerta después de volver a verlo.

 

 

“aunque escapes de Mi, te encontraré, una y otra vez,

Porque me perteneces como la primera vez;

Y mientras más te escondas,

Más excavaré.”

Yuki

 

Con su perfecta caligrafía, observe cada detalle de las notas, eran pequeñas papeletas, blancas, su aroma era inconfundible, quizás demasiado romántico para alguien como él. Si!, en algún momento llegue a dudar que fueran de Eiri, que era una burla hacía a mi; pero ese perfume es único e imparable, su esencia estaba plasmada en aquellas dedicatorias, o como se llamen…

 

Tome otra al azar entre tanto, mi corazón latía rápidamente haciéndome escuchar el propio eco, como si mi alma gritase por escuchar más, para sentirse querido por aquel sujeto.

 

 

“Nunca he valorado mi alrededor, es más hace mucho es que me dejaron de importar.

Pero puedo escribirte, sin mentir… Sin dejar que mis palabras secas te hieran,

Que me enseñaste lo que es necesitar de la compañía, de TÚ compañía.

Permíteme recuperarte y que desees nuevamente estar

Entre mis brazos, baka.”

Yuki

 

 

Todo era tan irreal, una triste sonrisa apareció en mis labios mientras apoyaba mi cabeza en mis piernas, sosteniendo otra nota, que aún no quise releer, el piso estaba repleto de papeles blancos, yo sobre ellos sentados en pijama; mientras el olor de la cocina entre dulce y salado, se entremezclaba por los diversos lugares.

No pasó mucho rato, Hiro apareció de la nada abrazándome por la espalda, nos quedamos, no se exactamente cuanto tiempo así, mientras el ruido del hervidor  resonaba llenando el vacío del silenció.

 

“Parece que ha cambiado” Susurro, mientras yo sonreía de forma extraña, él cambiar, se refería a Eiri, no lo creo pero tampoco le dije nada me quede allí callado pese a que le había escuchado claro.

 

“Shuichi, yo te apoyaré en todo, solo no vuelvas a dejarme…” se despegó de mi, mientras caminaba a la cocina, supongo que a apagar el ruidoso hervidor; antes de eso le tome del pantalón girándome, le observe desde abajo con los ojos llorosos, lamentaba tanto el haberme ido así…

Las palabras que quería decir, se quedaron en mi garganta mientras el se agachaba y me desordenaba el cabello. “Shu, aún sigues usando el mismo shampoo”… Solo eso bastó, y yo entendí que no necesitaba pedir disculpas, que todo estaba bien, y que el realmente estaba a mi lado.

 

Tomé otras de las papeletas entre mis manos, mientras las que había leído, las colocaba sobre la mesa con cuidado, sin el deseo de estropearlas aún.

 

 

“Atrapado en la bisagra de un mundo, casi imaginario

Plagado por incesantes métodos de búsqueda.

Quiero tenerte a mi lado una noche más...

Aunque sea una ruda invitación….serás mi presa esta noche...

Mientras nuestros cuerpos juegan entre el villano y la víctima.

Sin parar volveré el mundo de cabeza, para los dos.

Trabajemos en un amor pasional, en un amor mutuo, un amor inocente.

Cualquiera esta bien para Mí, Mientras tu seas el de al lado….

Tómalo como propuesta indecente… O como te plazca.

No lo olvides, espero por Ti.”

Yuki.

 

 

“Es increíble, que hasta sin estar presente, te robas toda mi atención”

 

Seguí viajando entre las notas de mi alrededor; al menos había unas veinte; tiradas desordenadamente; no las había leído bien antes, ya que la rabia, la confusión, y miles de indescriptibles sentimientos, hacían que mi miedo a enterarme de lo que decían, por  sobre todo, darles un sentido, que quizás no fuera el correcto, porque las palabras pueden ser mal interpretadas en muchos casos; sí, debo confesarte que mi miedo a que me este haciendo ilusiones es tanto, que busco cualquier justificación, para encontrarle razones a estos actos, porque me niego a creer que sea… amor.

 

Hiro volvió a aparecerse ayudándome a ordenar, luego me golpeó suavemente; mientras leía en voz alta otra papeleta.

 

 

“Amargo sabor reconoce mi boca,

Este pulcro silenció me atormenta,

Ya no parece el de antes…

¿Hace cuanto me acostumbre a tu figura?

No me quites lo que es Mío.

Ya que desde que te entregaste a Mí

Eres de mi propiedad.

Yuki.

 

 

“Este idiota” farfulló Hiro, sin más saco las cartas y las volvió a colocar en el baúl.    “Es suficiente” me miró con los brazos cruzados por unos momentos, tomando el baúl bajo la mesita de centro que tenía la sala de estar.

 

Tomamos desayuno tranquilos, en silenció, lo que acotó Hiro diciendo que caería una tormenta ya que yo estaba demasiado silencioso; le gusta molestar, después de calmar la atmósfera el se excuso, dejándome solo en el apartamento, con una pequeña advertencia.

 

“Siempre se puede dar una segunda oportunidad”, sonrió de lado y se marchó, dejándome con las palabras en el aire, realmente me conoce tan bien, o es que mi cara quizás lleva escrito algo que no vi.

Sacudí mi cabeza un par de veces y suspiré hondo; ocupé mi cabeza todo el día en ordenar mi casa, que hace días ni siquiera había tocado; rompí un par de tasas, quemé la comida, aún no soy bueno cocinando debo confesarles, pero en fin lo de siempre, aunque mi vida estaba marcando mejor que hace un tiempo, al menos podía sonreír.

 

Enfoque mi vista en el espejo que tenía mi sala, y me observe fijamente con una sonrisa en los labios.

 

“Confiésalo Shuichi, es por él que estas feliz”

 

 

Si mi conciencia esta tratando de hacer ver algo que no es, es mejor que desperezcas en este instante, cerré los ojos con enojo, por hablarme mentalmente y cuando ya vi la hora era bastante tarde; me senté en el sofá algo cansado por todo el ajetreo del día, estire mis músculos, y me dí un baño, realmente lo necesitaba, tomé el shampoo de fresas, mi favorito por ese aroma dulce y hasta repugnante.

Las gotas una a una caían, mojando y purificando mi cuerpo, o al menos así lo sentí mientras tanto recordaba una frase, de hace mucho tiempo.

 

“Tu aroma se mezcla con el mió, que molesto.”

 

Escuche en mi cabeza la recreación de su voz, y me reí; a veces era un niño que hacía berrinches por nada ese día me enfade, me tenía hasta la coronilla, verdaderamente nuestras ultimas discusiones comenzaban por cosas sin importancia.

 

“Pues báñate en otro lugar, si tanto te molesta”

 

Estaba aburrido de dejarme dominar por él, de pedirle disculpas hasta de tener que respirar a su lado; estaba cansado En estos momentos me pregunto si abras cambiado, de verdad. Me gustaría que así  fuera.

 

 

.Termino de bañarme, giro la perilla y me coloco la toalla alrededor de la cintura, seco mi cabello rápidamente, mi cuerpo tiembla por el frío que hace, es más el cambio de temperatura del agua caliente, lo hacía aún más helado. Acabe viendo la Televisión, unos videos viejos de Bad luck en donde estaba en su punto máximo, comencé a cantar también, hace tiempo es que no me salía la voz con emoción. Al sonido de rage beat inunde la habitación de un mágico tiempo, al menos para mí, me sentí bien y lleno de sentimientos, capaz de interpretar los sentimientos de la canción.

 

Me encontraba emocionado cantando, cuando tocan la puerta, esperando que no hayan escuchado y en un desliz, abrí la puerta de golpe sin revisar quien seria; encontrándome con el rubio petulante delante de mis ojos. Automáticamente trate de cerrarla pero el cuerpo y la fuerza de Eiri, fueron notables, no supe como pero nos encontramos sentados en el sofá, a un extremo del otro, en donde unos días antes habíamos intimado. Mis mejillas se tiñeron de un tono carmín cuando pensé en ello.

 

“Solo fue sexo” Me reproché mentalmente por estar pensando en esas cosas; ensimismándome, olvidando a quien tenía al otro extremo hasta que entré en caída, mirando de reojo ocultándola detrás de mi flequillo, por donde aún caían gotas de mi cabello mojado. Se estaba riendo, observándome fijamente, eso me hizo avergonzarme aún más; y las palabras hirientes y sarcásticas que iba a usar en el momento se paralizaron antes de ser maquinadas, y no pude articular palabra.

 

“Ya se lo que estas pensando…”

 

Susurro petulante acercándose peligrosamente, ahí fue cuando reaccione y retrocedí todo lo que pude, tratando de ver por donde escaparía esta vez; pero derepente volvió a su lugar apoyando su cabeza en una de sus manos sin parar de mirarme.

 

“Sigues siendo un enano pervertido”

 

Sonrió melódicamente, relajado; si era la primera vez que le veía de esa forma; infle mis mejillas y me crucé de brazos mirando hacia la tele, que aún pasaba el concierto de hace tanto tiempo. El tampoco dijo nada más, y respeto el silencio, que para mi ya se estaba haciendo incomodo.

 

“¿Me tendrás todo el día aquí?”

 

Levantó una ceja rompiendo de nuevo con mis divagaciones, al sentir su voz autoritaria no dude en pararme dirigiéndome  hasta la cocina para servirle algo, pero antes de llegar me gire hacia su lado, dándome cuenta de la estupidez que estaba apunto de hacer.

 

“¡Hey! Eres libre de irte cuando quieras”

 

Comenté tajante, por su actitud, pero más aún por la mía, y me quede esperando con los brazos cruzados esperando que se largará de una vez por todas, pero en vez de eso se paró con sonrisa burlona, intimidándome, tan solo un poco, acorralándome contra la pared que daba con la cocina, sentí su respiración tan cerca, nuestras esencias se volvieron a mezclar, controlando mi corazón lo aleje con mis brazos estirándolos, para que la distancia se haga mayor.

 

“No te voy a hacer nada, Baka”

 

Su voz sonaba seca pero sus ojos ámbares mostraban amabilidad, tengo que confesar que me dieron seguridad, después se alejo buscando en el perchero una chaqueta negra, me la pusó sobre los hombros y me jaló hacía afuera del departamento.

 

“Vendrás conmigo”

 

Eso fue lo único que dijo, sonaba como una gran orden, proteste todo el camino hasta que me tiró sobre su auto sin nada de cuidado. Sin decir nada más, se subió al auto, lo encendió y partimos, realmente no se con exactitud donde, ni porque, solo sé que estoy al lado de un pedante, al que aún no puedo sacar de mi vida, y que no entiendo porque esta haciendo todo esto.

 

Me preguntó las razones,
De cada uno de tus actos…

Encontrándome solo con más dudas

Sigues inundando mi ser;

Es lo único que puedo afirmar con

Absoluta seguridad.

 

Shuichi Shindou.

 

Nunca sabremos hasta donde

Somos capaces de entregar…

Nunca veremos con exactitud

El deseo de nuestro compañero…

Solo sabemos que nada en este mundo

Es imposible…

 

…Deseable…

Más Allá de mis Ojos.

Pequeñas Palabras.

 

Notas finales:

Hola! Ya me acostumbre a saludarles aquí x3, esperó que no hayan pensado que me demoré demasiado porque me apresuré por terminar este capítulo, tuve problemas con las dedicatorias ya que no quería ser tan cursilera, pero tampoco tan fría… ¿En fin que opinan? Sobre las palabras de Yuki… ¿Qué estará tramando ahora para sorprender al pelirosa?... pues todo eso y más lo sabrán en el próximo capítulo que gracias a dios ya esta armado, bueno esta en proceso.

Espero que estén disfrutando la historia; y pues que sigan apoyándome con sus comentarios; ¡¡muchas gracias!! Por hacer que esta historia tenga vida.

¡Saludos!


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