Capítulo Nueve:
Mi pasión
Frente a la puerta en la que vi desaparecer toda una vida, indiviso un ciclo, me encuentro de nuevo; no entiendo como puedo mantenerme firme, este sentimiento se expande…
La sangre fluye en mi interior lentamente, casi la siento a cada paso que da por cada uno de sus conductos, espesa y leve, se encuentra brindando calor y ansiedad.
La mano de Yuki en mi hombro me hace reaccionar,
Me observa preocupado, mi cara lo decía todo, esto es doloroso para mí, demasiados recuerdos, esos momentos se desplegaban en mi mente, como un gas encerrado, formando una presión tormentosa en mi cuerpo.
“Bienvenido a casa”
Susurra mi acompañante cuando entramos, con la mayor “amabilidad” posible, vamos no pidan milagros.
Me quedo observando todo el lugar, tal cual, como en una vieja fotografía se encuentra aquel departamento, que hace tanto tiempo no veía.
Comencé a caminar lentamente adentrando en aquel lugar, era como descubrir los pasillos escondidos que tenía, guardados.
Nuestra fotografía se encontraba en el estante del rincón, pase por cada una de las paredes de la casa, delineé el diván con mis dedos, como congeniando con la casa por completo…
Me acerqué al gran ventanal, siempre había valorado esa hermosa vista hacía la ciudad, abrí las cortinas, Yuki aún tenía la manía de tener todo a oscuras.
Olvide a mi acompañante, por varios minutos, el no se molestaba en hacer ruidos; es más, observaba con curiosidad lo que yo me encontraba haciendo.
No quise tomarle atención, y seguí mí recorrido una a una en todas las habitaciones.
Mis cosas, todas ellas estaban en donde correspondían, dándole un toque especial, como si yo viviese ahí; aclarando bien, como si nunca hubiera dejado aquella casa.
Llegue hasta el estudio, en donde Eiri trabajaba y se encerraba días enteros, escapándose de mí…
Me dí la vuelta sabía que allí no podía entrar…
Yuki dejó mis cosas a un lado y se encontraba en el umbral del pasillo observando, allí no llegaba la luz por lo que sus ojos se hacían de un dorado puro y brillante.
“Puedes entrar”
Dijo con su voz firme, haciendo que no le importase demasiado la situación, su forma de hablar siempre había sido una de las cosas que lastimaba mi ser, pero el era así.
“Así lo conociste, no exijas milagros” mi mente respondiendo a mis demandas internas, teniendo la razón nuevamente.
Moví la cabeza negándole, no había dicho ninguna palabra desde que habíamos llegado, pero mi garganta se sentía tan seca. Creo que en estos momentos no podría salir ni siquiera un monosílabo.
Mis labios tiemblan y dejo esa puerta maldita atrás…
Realmente sentí esto como un ritual de inicio, me sentí en paz con la casa, aunque aún no estaba preparado para afrontar aquel lugar, el que pertenecía al dueño de mis mayores temores…
No decíamos nada, todo en completo orden, después de haber dado mi recorrido.
Aún es raro estar aquí, me siento algo incomodo…
“¿Dónde dormiré?”
Solté derepente robándole la atención, me miro un par de segundos, haciendo que mi pregunta fuera demasiado obvia, antes de que dijera nada; lo paré en alto, no dormiría con él, eso ni loco.
“No dormiré en la misma habitación”
No yo me creí mis palabras, tan llenas de seguridad, espera estoy hablando yo; realmente no lo sé, a veces siento que mis trastornos de personalidad, deben darme mucho miedo, o al menos alarmarme…
“Claro que sí”
Me respondió tranquilo, como si estuviera convencido, que haría lo que él dice; entonces al ver esa forma me paré de donde estaba sentado unos segundos antes.
“Me voy”
Enojado escuchó mis palabras, no me importaba volver al lugar en el que estaba, una sonrisa se posó en sus labios entonces, y no me gustó para nada.
Se levanto tranquilamente dirigiéndose a la cocina, mientras yo tomaba mis cosas.
“No podrás regresar a ese lugarcito en el que estabas”
Me giré de golpe, dirigiéndome hasta la cocina mirándolo incrédulo, lo había planeado desde un principio, esa fue mi conclusión final.
Bufé por lo bajo, no tenia donde regresar, quizás ahora estaba firmando mi propia sentencia. “Manipulador” aún te gusta que todo salga a tu modo, eso me molesta.
Antes de que le contestara maldiciendo mi suerte, me abraza…
“Baka…”
“Esta bien, tengo una pieza que mande a arreglar para Ti”
Estaba jugando conmigo entonces, no entendía nada, me había costado muchos días decidirme; al final fui donde Hiro.
Primeramente me costó soltarle todo lo que había pasado. Mi independencia me asustaba, y a él también, por lo que después de unos días pude soltarme, y hablar sinceramente… Después de mucho… me encontraba allí…
Aún así no me molesto que jugara conmigo, después de todo, había pensado en mí, eso hizo que una sonrisa, difícil de describirles apareciera en mi rostro.
“Así te ves, más apetecible”
Susurró cerca de mi lóbulo izquierdo, haciendo que los tonos carmines en mis mejillas se hicieran visibles, al fin y al cabo, ese tono seductor que usaba cuando se lo proponía era imposible de ignorar.
Besó mis labios, y yo me deje hacer, sería un mentiroso si dijera que sus besos no me hacen volar y tocar el cielo…
Partió a la cocina, y preparo algo para los dos, me fije que el refrigerador se encontraba lleno, hasta había salido a comprar.
“Alguien viene a limpiar de vez en cuando”
Comentó rompiendo con mis pensamientos… “¿Tan fácil de leer soy?”, me pregunté al ver como el respondía a mis cavilaciones, de vez en cuando, descolocándome, tan solo un poco…
Retiramos los platos luego de probar la comida, realmente no tenía mucha hambre, así que no comí demasiado, al menos no se dio cuenta de eso…
Me ofrecí a lavar los platos, mientras escuchaba como se adentraba en su estudio nuevamente, tantos días fuera deben haberle pasado la cuenta, ya que tenía ojeras, y un aspecto algo somnoliento.
Decidí no molestarlo, al fin y al cabo me había acostumbrado a los silencios.
“Esperemos, que no vuelva a hacer lo mismo de antes” mi mente me repetía eso, mientras terminaba de colocar mis ropas en los cajones de la nueva habitación.
Tenía un aspecto bastante elegante, con ese toque que solo él es capaz de darle; según lo que me había dicho, la propia Mika se había encargado de decorarlo.
El cuarto de color blanco, jugaba con las cortinas de un rosa pálido, no recordaba este lugar, tiempo atrás solo era un diván, lleno de recuerdos y cosas viejas…
Y ahora una dulce brisa se estancaba por la ventana, haciendo volar el cortinaje de forma sutil, algunas fotografías y cosas mías… estaban allí
No se porque pero al acabar con todo sentía un vacío, creo que mi ser clamaba por la atención de aquella persona; antes de pensarlo me estaba asomando por la puerta sin hacer ruido.
El tecleo se escuchaba incesante, pareciera que Eiri estaba con toda la imaginación para trabajar en sus historias, siempre le había admirado por ese extraño afán suyo por entregar en las fechas exactas…
Era en lo único que podía ser profesional…
Algo que yo, no había sido nunca; quizás Yuki tenía razón; realmente no tenía madera para ser cantante; siempre dependiendo de aquella persona que clamaba con mi alma…
Al igual que en estos momentos, tenía unas ganas de escribir alguna canción…
Sonará ridículo pero de alguna forma esa persona que esta allí, es mi fuente de inspiración, debo aceptarlo.
Sin más salí sin hacer ningún sonido, por más que quisiera su atención, comprendía que el trabajo es algo importante, antes quizás, ese había sido uno de mis errores.
Los dos hemos hecho tantas cosas mal; debiendo pasar por pruebas innecesarias hemos llegado hasta aquí.
Fui a mi habitación, nuevamente, tomé un lápiz, una croquera, y comencé con mi creación, a lo que yo llamaba arte, lo que era maquinado por mi mente, y hecho por mi corazón, solamente con una fuente de inspiración…
Quizás no podría admitirlo en frente de alguien, pero mis ganas por cantar an vuelto a renacer, lo que me da coraje, es que sepa la razón.
“Tienes que tener ganar, pero por Ti, por nadie mas” Mi mente otra vez dándome fuerzas, e inculcándome independencia.
“Miradas”
Más de alguna vez,
Veo mis manos a través del brillo lunar,
Percibiendo un brillo diferente...
Cada milagro es perdurable...
Preguntó a mi conciencia...
Hay muchas dudas en el interior
Puedes verlas a través de mis ojos...
Siendo un libro abierto esperando ser leídos...
Cuando te cautivo con la mirada...
¿No percibes la soledad que siento?
Entonces mis ojos también mienten...
¡No!, eso sería una locura...
No escuches a mis labios...
No veas mis acciones...
No percibas nada más... Que mis ojos...
Porque ellos te dirán la verdad
En cuanto a penas tu enfoque rose el Mio....
Mi boca te dirá.... "Aléjate! "
Mi cuerpo.... "Se escapará de Ti..."
Mi corazón... "Se esconderá”
Mis Ojos...
Te expresarán todo...
Mis dudas... mis miedos... Mi amor...
Abrázame, mientras ellos sigan diciéndote.. La verdad
Sométeme mientras se pueda, hasta que pierda la ilusión.
Ámame, o hazme creer que lo haces...
y... así tendrás... toda mi atención…
Hasta que el espasmo que tiene congelado Todo
Comience a trabajar, hasta ese momento seré devoto a Ti.
Coro:
Miradas de fuego
Miradas de Hielo
Capaces de hacer un tormento
Capaces de hacer un secreto
Nuestras mentes son las que juegan
Pidiendo a gritos oportunidades…
Dejé el lápiz estar en el suelo junto a mí, me eché hacía atrás apoyándome en el respaldo de la cama, me dolía un poco la espalda por la rara posición que había tenido mientras escribía.
Releí un par de veces nuevamente, haciendo algunos arreglos, y comencé a tararearla, lentamente en mi cabeza, para luego una melodia que salía de mi boca, comenzara a hacer el juego con la canción…
Había quedado satisfecho, aunque la canción, la hecho pensando en él
Ocupé la tarde en ello, me sentía un poco agotado así que tomando una pastilla para dormir; me tendí sobre la cama, cerrando los ojos lentamente…
No dándome enterado de nada más, que la melodía tarareándose en el interior de mi cabeza.
Este día fue totalmente agotador
Desconecté mi mente, después de aceptar la verdad.
Eres la fuente de mis males, de mis alegrías, de mi juventud.
Shindou Shuichi
Los ruegos no son siempre escuchados
Las situaciones no siempre entendidas
La Naturaleza no siempre vista…
Pero siendo como somos
Seres imperfectos
Estamos aquí…
Respirando
Viviendo
Sintiendo
…Mi pasión…
…Más Allá de Mis Ojos…
…Fuente de inspiración…