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"Deseo Inexplicable" por Chaotic Kittie

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Notas del fanfic:

¡Hola! Aquí intentando un proyecto. La verdad es que al principio dude muchísimo pero al pasar de los capítulos fui colocándole garra y fue bastante cómodo seguirlo.


^^ Espero los disfruten.

Notas del capitulo:

No se conocían, nunca se habían visto, pero basto divisarlo una vez para prendar su atención en él; quizás mágicamente el lugar a inundado sus corazones, de una forma magnifica; nunca sabemos que es lo que pasará… por ahora les invitó a conocer a Andy y Evan, a flor de piel.

Capitulo Uno:


“Curiosos Encuentros”.

 

 

By Chaotic Kittie.

 

 

                 

Un profundo mar pudo divisar ante sus ojos, adornado de verdes praderas que coloreaban la inmensidad del paisaje; la madre naturaleza bendecía nuevamente su visión, con esas hermosas tonalidades. Parándose en un punto estratégico entre las hierbas que daban a una empinada colina, las siluetas se dibujaban, su brillo, que en conjunto al Sol denotaban la plenitud del ambiente, hacían la visión esplendorosa. Los rayos de luz caían sutilmente dibujando alas imaginarias; en aquella espalda; Andy era un ave en libertad, con una voluntad de hierro, al momento de extender sus alas; demostrando al mundo esa fiereza y fortaleza salvaje, haciéndolo único en su especie. Su piel blanquecina reflejaba su esplendor, mientras sus brazos se extendían de forma plena, sus cabellos bailaban junto a la brisa acariciando levemente sus mejillas; otorgándole elegancia, sus labios finos de color carmín, se movían mientras notas y melodías se juntaban, haciendo un sonido único para el exterior.

 

Evan observaba boquiabierto cada detalle, aunque solo pudiese divisar aquella espalda frágil, y esas manos en lo alto tratando de alcanzar el Sol, todo le parecía de absoluta magnificencia. Varias veces se froto los ojos, tratando de eliminar cualquier duda, sobre si esa extraña escena era tan solo una ilusión formada por alguna especie mágica que provocaba el lugar.

 

“Si tuviera que usar una sola palabra para describir aquella imagen en aquel entonces, debo decir… Majestuoso

 

El tiempo seguía su curso, pero la particular circunstancia paralizo aquellas dos almas, al terminar aquel cántico angelical en la opinión del observador, aquel chico se volteo de forma inoportuna chocando por un solo segundo con la mirada negra y profunda de Evan.

 

Enseguida una conexión los atrapó, haciendo una presión enorme sin siquiera dejarles respirar con normalidad, sus corazones se movían al unísono sin planearlo y solo bastando ese momento para cautivarse completamente, los dos habían hecho una atracción en cosa de segundos. Aunque nada es para siempre, así como habían cruzado sus miradas de forma espontánea; la magia que lo rodeó se deshizo como el agua que corre por los ríos, quedando todo en silencio, volviendo a la normalidad, la figura de Andy desapareció por el camino, siendo iluminado por esos escasos rayos de luz inalcanzables que quedaban, mientras el mayor, incapaz de despertar; se dejo caer en aquel lugar, remarcando cada detalle. Solo basto ese momento para que Evan deseara volver a verlo; añorando tener entre sus brazos algo que venía desde el cielo. Aquel pájaro había volado y desaparecido por el horizonte, no dejando huella más que aquel recuerdo, de esa imagen solemne en su cabeza, como un recuerdo imborrable. Así cada día comenzó a esperarlo en la terraza, deseando que la fuente de sus pensamientos llegue al mismo punto, volviendo a repetir la misma escena. Los dos primeros días espero paciente, por varias horas, con la esperanza de verlo una vez más, se paseó de aquí para allá, hasta que en el tercer día, cuando sus cabellos lacios caían delicadamente por su rostro escondiendo su frustración, apareció nuevamente, al escuchar aquel canto; sus ojos volvieron a tomar ese color negro, brillando al igual que el desconocido por el que esperaba cada tarde. Su figura camino lentamente apoyándose en el barandal de madera que protegía, adornando los alrededores.  Su camisa azul cielo dibujo su silueta a través de las telas con ayuda del viento; mientras alzaba sus manos tratando de alcanzarlo; pero nada logro, estaba tan lejos como la primera vez.

 

Deseé con todo mi corazón, poder atrapar a ese animal, enjaulándolo, tan solo para mí

 

El chico se giró, está vez sonriéndole de forma calida, desde la primera vez se había dado cuenta que le observaba; siendo como era, tan sociable y extrovertido, no dudo en entablar algún tipo de relación a través de señas. Entre tanto el otro, se quedó pasmado con su cara, sus expresiones, la vez anterior, no había tenido oportunidad de verle aquellos gestos finos que se dibujaban de forma sutil, sus ojos marrones, le llamaron la atención; ni siquiera pudiendo devolverle el gesto. Antes que Evan reaccionase el chico se había marchado nuevamente.

 

Así aquellos dos hombres se habían conocido, por encuentros que no presentaban ningún delirio de algo más profundo, mientras uno sentía la felicidad por compartir con alguien aquel gusto por ese bello lugar, el otro comenzaba a despertar un extraño sentimiento, que miserablemente no conocía. Evan un chico fuerte de una altura que pasa el metro ochenta, unos característicos cabellos negros y ojos del mismo color que se ajustaban a su personalidad tranquila y misteriosa; Andy en cambio, un chico de rizos castaños y una mirada esmeralda, presentaba una piel que era complicada diferenciar demasiado especial como para encasillarle, su personalidad espontánea y alegre, lo hacía brillar. Simplemente era la mezcla entre la oscuridad y la luz; como si algún Dios hubiera confabulado para juntarlos.

 

 

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El castaño caminó por las calles con la alegría que le caracterizaba, envolviendo todo a su paso; llego hasta donde se encontraba su hogar, caminando durante horas; se mantuvo al margen de observar a la gente que tramitaba rápidamente. Todo en aquel lugar era cotidiano, si había algo que rompiese con ello, él estaba feliz de encontrarlo; tal como había pasado unas horas atrás con aquella persona. Aunque su reacción le pareció extraña, no pedía que se le devolviese el gesto; bastaba  con saber que, esa vista era apreciada por otra persona, descubrió que tenían un punto en común; su gusto por aquel sitio, que guardaba recuerdos inolvidables, y eso le hacia completamente feliz. Un beso en la mejilla, lo sacó de sus pensamientos al estar parado frente a  su casa; cariñosamente alguien le agarró por la cintura, sintiendo el calor rodeándole.

 

—Siempre en un lugar, que no se puede alcanzar —le comentó de forma divertida, mientras le soltaba dándole un pequeño golpe en la frente.

 

Andy fue empujado hasta el interior con delicadeza siendo recibido por el amplio espacio que se avecinaba en la entrada del departamento; aunque su hogar no era demasiado exuberante, era lo bastante cómodo para dos jóvenes que recién comenzaban a independizarse. Todo en el interior estaba ordenado, inclusive, la mesa estaba servida, recién puesta, tanto tiempo estando juntos los había obligado a conocer las costumbres del otro, por lo que mayores apegos, y explicaciones no debían darse. El chico solo atinó a sonreír y dirigirse a su puesto para comenzar a deleitarse con aquellos platillos.

 

—¡¡Delicioso!! —hablaba con la boca completamente llena, atragantándose con todo a su paso, en vez de comer engullía, quien pensaría que aquella persona; que denotaba inocencia y elegancia, comiera de una forma tan brutal…

 

— ¡Por dios! Come educadamente —demandó su hermano sentándose al frente, aunque eran completamente opuestos, en todo sentido, aquellas dos personas mantenían un vínculo de sangre.

 

El mayor le miro divertido nunca aprendería que con esos modales de troglodita arruinaba toda su imagen, al menos eso pensaba cada vez que se sentaban en la mesa, un momento que compartían siempre en familia.

 

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Varios días pasaron, en los que el chico no había podido aparecerse por el lugar tan aclamado; estaba algo triste por ello, pero aún así se esforzó en lo que el diario vivir le pedía; después de todo, aun sin ser completamente responsable, le ponía ganas a cada detalle de su vida; eso lo hacia una persona mágica que contagiaba su entorno. Miró por la ventana del barrió solo divisando pobres edificios a su alrededor, su hermano le desordenó el cabello, quedándose en silencio un par de minutos. Había llegado recién del trabajo, su traje gris que hacía juego con sus ojos, denotaba su papel ejecutivo dentro de una empresa, la seriedad de su semblante le hacía lucir atractivo, pero al verlos a los dos juntos, la imagen se volteaba extraña, más de alguno llegaba a pensar que su parentesco no era real, y los rumores de que aquellas dos personas tenían una relación, paseaban por algunas calles del barrio.

 

—Ve tranquilo, yo me ocupo del resto —le miro divertido leyendo en esa cara angelical lo que deseaba, sin más sonrió desatando el nudo de la corbata que lo estaba asfixiando.

 

Sin esperar a que su hermano cambiara de opinión corrió hasta la puerta; el de ojos grises conocía demasiado bien a su hermano, le era imposible no leer sus acciones ya que le conocía como a la palma de su mano; después de todo el era el mayor, su más grande responsabilidad era el pequeño Andy y su seguridad

 

—Llega a la hora de la cena —aconsejó el mayor desde la cocina, terminando de sacar la ropa de la lavandería.

 

Cuando Adolf cumplió los veintiún años, pudo recién hacerse cargo de sus gastos, y sobre todo de la protección de su hermano. Entre los dos se apoyaron mutuamente durante los momentos más difíciles, su padre les había abandonado cuando Andy tenía tres años,  por lo que su madre les sacó adelante hasta la adolescencia, luchando diariamente por sus hijos, falleció por enfermedad, escasamente cuando el era un Adolescente. La tristeza que les inundaba solo era comprendida por esas dos almas, por lo que desde ahí, los dos se necesitaban. Mientras el pequeño demostraba la vitalidad pese a todo, contagiándole con la felicidad cada día, el se encargaba de mantener a su hermano fuera de sufrimientos, tratando de que esa extrovertida personalidad no se dañara por nada.

 

“Nunca permitiré, que esta frívola forma de pensar dañe tu corazón, si tengo que ir contra todos, para que tu delicada figura siga sonriendo, haré lo que sea”

 

El niño llegó nuevamente al lugar ansiado, pero esta vez en ves de cantar se sentó en los prados, escuchando el mar en su ir y venir, mientras violentamente chocaba contra los roqueríos, mostrando el ímpetu que caracterizaba al ambiente. En tanto, Evan estaba feliz, no había perdido la esperanza que aquel chico llegara nuevamente, por lo que todas las tardes se dejaba ver a la luz del atardecer; esta vez colocó su chaqueta, dispuesto a verle más de cerca, tomo sus lentes de sol, salió de la casa; desapareciendo por unos minutos. Los ojos del castaño se desviaron hasta aquella hermosa casa blanca, rodeada de flores exóticas, el barandal blanco que hacía una extraña combinación, con las rosas rojas, la curiosidad de conocer a quien vivía observando desde lejos lo mismo que él, crecía minuto a minuto.

 

 

— ¿No crees que es un hermoso lugar? —La voz varonil rompió con sus cavilaciones, observo hacia su lado derecho y lo vio por fin; observaron sus cuerpos de cerca, sus detalles unos segundos, luego de ello el menor sonrió ampliamente.

 

—No hay lugar más hermoso, que este… —miró hacía al frente, mientras su voz dulce se dispersaba siendo reemplazada por el rugir de las olas, y el sonido de los pájaros comunicándose entre sí.

 

 

Así comienza aquel vínculo que se dibuja como el destino.

 

 

“Absoluta magnificencia, en cada acto…

Las fuerzas de los polos, haciendo que se busquen…”

 

“No hay nada más perfecto,

 

Pero la perfección no es eterna, al  igual que la vida…

Se desgasta, se agota, y desaparece…”

 


Continuará.

 

 

Notas finales:

¡Hoooolaaaaaaaaaa! Bueno tengo prueba en unas cuantas horas, y antes de eso, tuve la necesidad de subir esto, que mantenía en secreto…

En fín quise compartirlo con ustedes, y como ví que a este desafío, han contestado pero lo han dejado a medias, me propuse; como meta, hacerlo pero para terminarlo…

Así que me verán muy pronto.

¿Qué creen que pasará entre estos dos? ¿Será el destino? ¿O una cruel broma? ¿Deseo o amor? ¿Qué se despertará?... sigan leyendo y lo descubrirán…

Espero cualquier tipo de critica, haber que les gustaría ver en los próximos capítulos.

 


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