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Póker por zion no bara

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Notas del fanfic:

Vuelvo a las sugerencias, les tengo que advertir que es un trío, el primero de una serie de tres tríos que espero que les gusten. Primera vez que hago un DM con Hades y un Shura con Hades, así que espero que quedara bien.

Notas del capitulo:

El fic está dedicado a ChaniChan y a Meg19, quienes deseaban algo con estos personajes, espero que les guste.


 


El elegante hotel estaba completamente iluminado, era una semana importante pues se verían sólo a los mejores reunirse, para los aficionados era bastante notorio lo que estaba por suceder, no pensaban perderse la oportunidad de verlo en vivo pues cada uno de los que iba llegando era alguien que había tardado bastante en conseguir el nombre y título que llevaba. Aunque había también quienes suponían que no era para tanto pero igualmente los dueños del lugar no escatimaban en nada, toda una serie de hoteles tendrían que estar listos para los diferentes encuentros que se iban a desarrollar y también tenían los empleados órdenes directas sobre como proceder.

--Todo el establecimiento está a su servicio-decían los gerentes-Esperamos que su estancia sea agradable.

Cada elegante limusina llegaba, el equipaje era hábilmente llevado hasta una suite y el recién llegado acompañado personalmente para saber que podía ordenar lo que quisiera por cortesía de la casa. Era sin duda algo importante y lo más importante eran las cantidades de dinero que corrían en esa semana.

Lo que se estaba viviendo en Mónaco en ese momento era lo conocido como La semana del Póker, título sencillo para lo que se consideraba por muchos una de las operaciones financieras más grandes del mundo, corrían millones de euros en esas mesas a través de manos hábiles que poseían los jugadores con templanza de acero. Las historias que se podían decir al respecto eran tantas, fortunas jugadas, ganadas y perdidas, sólo por el hecho se jugar, y no sólo los jugadores, también estaban los que apostaban y los patrocinadores, había personas que específicamente iban tan sólo para ver las partidas pues eran siempre muy emocionantes y excitantes.

En medio de ese ambiente una especie de estrellas eran los jugadores, quienes llevaban títulos de otros sitios y torneos, eso y que algunos llevaban un nombre que los identificaba por encima de otros, por ejemplo se podía ver al Caballero de los Hielos, era un francés que se llamaba Camus pero debía su nombre a su carácter impasible en la mesa de juego; también estaba el Lama de Jamir, su nombre era Mu pero a pesar de su aspecto de tranquilidad era uno de los mejores; el Joven Poseidón, Julián Solo, quien era millonario por su cuenta con su consorcio naval pero no dudaba en apostar en una mesa; la Diosa, como llamaban a Saori Kido, una de las pocas mujeres que sabía realmente sostener un duelo contra cualquiera; y así seguían llegando, cada uno de los mejores y se esperaba que el torneo de ese año superara a sus antecesores.

Entre quienes también llegaron se encontraban tres personas de lo más particulares y lo eran no sólo por sus reputaciones de grandes jugadores sino también por sus sobrenombres y su personalidad. Estaba Death Mask, un jugador italiano que residía en Estados Unidos desde niño pero en realidad nadie sabía como se llamaba, se había hecho su camino y fortuna casi exclusivamente de jugar a las cartas; la Espada de Hispania, Shura Espada, un excelente jugador que tenía una carrera como dueño de minas en su tierra pero nunca dejaba ir un buen desafío; el tercero era de los más conocidos por todos y se trataba de Hades Necros, Señor de los Muertos, apodo debido más a sus ocupaciones ya que era dueño de tres líneas de servicios funerarios en su país de origen, Grecia.

Eran estos tres hombres los más importantes pues iban con el mismo record de torneos ganados y era la primera vez que los tres estaban en el mismo torneo al mismo tiempo, quizás se les pudiera ver a los tres competir en la misma mesa pero nadie quería que eso sucediera en las primeras rondas, un total de ciento veintiocho participantes estaban en el lugar y cada uno deseaba el título del mejor jugador de póker, eso y la bolsa de dos millones de euros para el primer lugar. Sin duda sería un torneo interesante para todos y que resultaría memorable sin importar el resultado, las cartas estarían sobre la mesa y se podría conocer al mejor jugador de póker en la región.

Algunos de los participantes se saludaban entre ellos y otros se presentaban por vez primera para conocerse un poco y ocasionalmente intercambiaban experiencias y comentarios de otros torneos, estaban para competir pero no dejaban a un lado el pasarla bien. El sol brillaba sobre ellos, el lugar era encantador para relajarse y descansar pero no por eso los participantes se ocupaban menos de sus estrategias, ya fuera que en privado practicaran o que con alguno de los otros concursantes hicieran una pequeña partida, de todas maneras todos estaban conscientes que su habilidad era una cosa pero la suerte también jugaba su parte en esos encuentros.

 

 

Tanto los jugadores como los simples observadores se relajaban durante el primer día, no estaba mal descansar pues el torneo empezaría hasta el atardecer, por eso se les veía paseando por el lugar a la mayoría o tomando el sol en las orillas de las piscinas, bebiendo algo en el bar o de compras en las tiendas de los alrededores. Entre quienes se estaban acercando a la piscina en ese instante estaban justamente Hades y Shura, los dos se miraron, se conocían, habían participado en cuatro torneos juntos, con un número de dos victorias para cada uno, de verse de nuevo uno de ellos se levantaría con la victoria.

--¿Qué tal Shura? ¿Afilando tu espada?

--Me encuentro bien Hades, gracias por preguntar ¿Tus muertos te dejaron tiempo de venir?

--Como puedes ver si.

Los dos se sentaron en unas sillas y dejaron que el sol los cubriera un poco, no eran exactamente amigos pero se conocían y sabían que sus temperamentos eran similares, un mesero pasó y le ordenaron algo de beber que les fue llevado prontamente para que siguieran con su charla.

--Espero que seas tan bueno como siempre Shura, no vine hasta aquí para no tener un buen encuentro.

--De mi parte lo tendrás Hades, te lo puedo asegurar pero ¿Qué hay de ti? ¿Aún crees que puedes poner a todos en su lugar?

--Por supuesto, hay novatos en éste sitio, creen que por venir campeones de su país ya saben todo, son los más divertidos de eliminar.

El de España poseía unos profundos ojos oscuros que su compañero de mirada violácea encontraba fascinantes, por eso al encontrarse fue Shura quien sonrió mientras que Hades terminó por bajar la mirada, entre los dos existía algo como un coqueteo pero que en realidad no había llegado a nada pues aparentemente el hispano si bien encontraba atractivos a los hombres el otro no se acercaba a su tipo, y por eso decidió que lo mejor era darle un ligero giro a su conversación.

--El torneo tiene una excelente bolsa Hades pero supongo que no fue el dinero lo que te atrajo aquí.

--Es el título Shura, quien gane en esta ocasión será el mejor y no pienso marcharme sin ese nombre.

--Confías mucho en tus habilidades.

--¿Por qué no habría de hacerlo? Por si no lo has notado la mayoría son viejos conocidos, sé que puedo esperar de ellos y a varios ya los vencí, no creo que haya muchas sorpresas para nosotros.

--¿Eso crees?

--¿Qué es lo que sabes?

--Supe que Death Mask ya llegó-comentó Shura con voz cauta.

--¿Ah si?-preguntó Hades.

Y aunque no quisieran ese nombre los ponía nerviosos a los dos, la realidad era que ese competidor era verdaderamente de cuidado, si ellos llevaban sus dos títulos ganados era porque ese hombre no se había presentado en esos torneos, lo conocían, destrozaba profesionales, acababa con veteranos y desayunaba novatos, tendrían que tener mucho cuidado si ese año se presentaba ahí y más aún si tenían que enfrentarse desde las primeras rondas.

A quien llamaban Death Mask era un oponente de mucho cuidado, todos los presentes lo sabían, bastaba escuchar que estaría para que más de uno se sintiera inquieto, resultaba temible en una mesa de póker a pesar de ser joven pero sus años no tenían que ver con lo que ya había logrado. Hasta donde ellos dos sabían era italiano de origen pero se había ido a vivir con su familia a los Estados Unidos desde pequeño y por eso su sobrenombre, que era con el que lo conocían casi todos, era en inglés.

--En una ocasión me dijeron que su padre fue quien lo enseño a jugar-mencionó Shura.

--Yo escuché que resultaba intimidante-dijo Hades-Lo vi en un torneo, él ganó.

--Yo también lo vi en uno, prácticamente aniquiló a sus oponentes.

--Ahora podremos ver que tan bueno es en persona.

--Me gustará eso.

Siguieron en la orilla de la piscina como si nada, charlando del torneo y de su posible rival, Death Mask.

 

 

Estaban ahí, tomando el sol, cuando una figura más hizo su aparición por el lugar, el primero en verlo fue el de mirada oscura, con lo cual el otro hombre se puso atento.

--¿Qué sucede Shura?

--Justamente de quien hablamos Hades.

Ambos voltearon a su izquierda y se encontraron con que Death Mask caminaba por la orilla de la piscina pero por como iba vestido no pensaba quedarse ahí.

--Hola-le dijo Shura a la distancia.

Como era su camino el joven que tenía ojos y cabellos azules se acercó a los dos, no parecía sentir algo en especial por verlos en ese sitio pues en realidad sabía que muchos jugadores estaban en el sitio para participar en el torneo, pero los saludó atentamente mientras se acercaba.

--Buen día.

--¿Estás listo Death Mask?-preguntó directamente Hades-En éste torneo todo es diferente a los demás.

--Lo tendré en cuenta.

--¿Ya sabes la clasificación?-preguntó Shura.

--No, aún no la dicen. Apenas iba a averiguar como serían las rondas.

--Podemos ir los tres-sugirió Hades.

--Bien.

Se pusieron en camino pero Hades se dio cuenta de cómo el otro hombre se retrasaba intencionalmente para ver caminar a Death Mask o más bien ver como movía su trasero al caminar, los dos se miraron y sonrieron pero siguieron adelante. Entraron al hotel y justamente se estaban colocando en las pantallas del lobby del hotel los números y la clasificación por mesas, serían por cada mesa cuatro jugadores de las cuales sólo uno podría ganar y así seguirían armándose los juegos hasta que quedaran los cuatro mejores entre quienes se disputaría la final y por lo mismo la bolsa del primer lugar. Los tres hombres seguían con la mirada los nombres y sus ubicaciones así como el programa destinado a que siguieran los encuentros conforme se clasificaban cada uno de los participantes, sin duda les estaba gustando lo que veían.

--Va a ser un juego interesante-comentó Hades.

--Tendremos que entretenernos hasta encontrarnos-mencionó Shura.

Pero Death Mask no dijo nada, se limitó a ver que los tres no se verían en el transcurso del torneo y si lo hacían tan sólo podría ser en la final, de verdad que iba a ser un encuentro de cartas para recordar.

--Parece que tendremos que esperar para enfrentarnos-comentó Shura-Pero quiero verlos en la final.

--Entonces nos veremos ahí-respondió Hades.

Pero Death Mask no dijo nada, se limitó a indicar que lo haría pero Shura se dio cuenta que esa mirada azulada parecía brillar por algún motivo, no estaba seguro de cual pero en un primer momento no pudo averiguarlo. De todas maneras tuvieron que separarse en ese momento pues era mejor descansar y alistarse para el torneo que daba inicio esa misma noche. Sin embargo en lo privado de sus habitaciones cada uno tenía pensamientos bastante particulares y que no eran exactamente sobre el póker, más bien eran sobre la persona que lo jugaba.

Para Shura resultaba grato ver de nuevo a Death Mask, lo había visto antes y llamó su atención sin duda alguna, le gustaba ese joven pues era bastante de lo que le atraía de un compañero y quizás pudiera intentar algo más que simplemente quedarse mirando y tal vez encontrarse durante una de las vueltas del torneo. Hades ocupaba sus pensamientos en haberse reencontrado con Shura en ese sitio, ese hispano en verdad le gustaba, era varonil y apuesto y muy determinado para todo, los dos habían estado charlando así que esperaba que quizás, sólo quizás, pudiera llegar a algo más que simplemente enfrentarse en una mesa de cartas. En cambio Death Mask buscaba enfocar sus ideas y fuerzas en el torneo, en ser el mejor, aunque no podía evitar que una parte de él siguiera recordando ese encuentro en las orillas de la piscina, con ese hombre de cabellos oscuros al que no podía hablarle libremente siquiera.

Lo mejor era alistarse para el torneo pues era el motivo por el cual todos estaban ahí y sería un evento para recordar, de eso estaban seguros todos, las cartas y sus manos se presentarían para decir simplemente al final quien era el mejor de todos en el póker y nadie había llegado a ese sitio para rendirse.

 

 

La noche llegó y con ella los encuentros comenzarían, las mesas estaban listas y monitoreadas a distancia para evitar cualquier problema que pudiera siquiera acercarse a una trampa, no creían que fuera posible pero lo mejor era estar atentos, además estaban los comisionados de juego para ver que las cosas se llevaran en orden y con el cumplimiento adecuado de las norma establecidas, también por si llegado el momento era necesario resolver una disputa. Los espectadores estaban en sus sitios y sólo faltaba que fueran llegando los participantes y ocuparan su lugar.

Conforme se acercaba la hora de inicio fueron llegando los jugadores, cada uno reconocido por algo y que habían ganado el derecho de estar ahí y por su simple presencia decir que eran de los mejores del mundo pero eso no era suficiente para nadie, se necesitaba más que simplemente haber llegado, cada uno quería el título del mejor. Iban ocupando sus sitios en las mesas destinadas de antemano y charlaban un poco o tan sólo se saludaban, la hora estaba cerca.

Fue entonces cuando al estrado subió un hombre, era el dueño del hotel y el organizador del evento, todos lo miraban esperando por lo que les diría y porque no fuera muy largo para poder dar inicio.

--Buenas noches damas y caballeros, nos sentimos orgullosos de tenerlos en éste sitio, el primer torneo de póker internacional de esta magnitud, que sea el primero de muchos por venir. Sin más quedan en sus mesas y que de inicio el juego.

Vino una breve ola de aplausos pero al sonido de las ocho en punto comenzaron a ser barajeadas las cartas y entregadas, cada jugador contaba con cinco cartas en la mano y con ello estaban oficialmente dando inicio en el torneo. Las reglas resultaban claras para ese momento y todos estaban igualmente obligados a respetarlas sin excepciones. Cada participante había llegado con una cantidad de veinte mil euros para cubrir sus apuestas, se trataba de un encuentro de póker cerrado, se casaría la apuesta y con ello se podía descartar un número de hasta cuatro cartas y en base a eso envidar de nuevo o no, si uno de los jugadores subía su apuesta los demás debían igualarla o retirarse, o también podían reenvidarla, o sea subirla más aún. Cuando las apuestas estuvieran igualadas los jugadores mostrarían sus manos y la combinación más alta era la que ganaría, seguirían de esa manera hasta que se terminara el dinero y sólo uno saliera victorioso y con ello lograba clasificarse para la siguiente vuelta.

Durante esa noche las apuestas corrieron y con ellas se vieron las habilidades de cada jugador pues no se trataba solamente de de cuan bueno fuera alguien, se debía usar la inteligencia y la resistencia, saber cuando seguir y cuando detenerse, blofear y engañar, lo que fuera necesario para terminar por encima de los otros. Se vieron buenas manos y buenas jugadas, dejando así que corrieran las horas. Para ser la primera ronda nadie estaba saliendo decepcionado, tal y como se esperaba el torneo les estaba dando lo que querían: emociones y excelente nivel de juego de cartas.

Se vieron irse también a varios de los participantes, algunos novatos, otros fueron decepcionantes pues se esperaba que llegaran más lejos, de igual manera estaban consientes que no todos podían llegar a la final, sólo los mejores. Tanto profesionales como novatos se habían destapado como bueno oponentes y los que continuarían adelante se daban cuenta que la segunda noche sería mucho más complicada que la primera, para empezar porque correría más dinero y porque los jugadores que iban quedando eran de mejor nivel, nadie se confiaba de nadie y aunque se despidieron con amabilidad era para volver a enfrentarse al día siguiente, los que aún podían pues los otros regresarían a casa.

De los ciento veintiocho participantes pasaron treinta y dos a la segunda ronda, fueron sentados una vez más en mesas de cuatro jugadores con la misma condición, de cada mesa tan sólo el mejor pasaría a la siguiente vuelta para buscar un lugar en la gran final a la cual sólo asistirían los cuatro mejores. Cuando la noche dio inicio parecía que cada jugador era más agresivo que en la ocasión anterior, las miradas eran más frías en todos y las apuestas más fuertes, las habilidades que se habían mantenido discretas salían a flote y cada uno demostraba porque habían llegado ahí. Pero la noche iba llegando a su fin y con ella estaban ya decididos los siguientes ocho participantes.

Con tan sólo ocho jugadores para la tercera noche se había contemplado que se harían dos mesas de cuatro participantes cada una pero en esa ocasión serían los dos mejores los que llegarían a la final para tener una mesa ganadora de cuatro jugadores, los mejores cuatro de todo el torneo. Con esa promesa cada uno dio lo mejor de si, jugaron con inteligencia y habilidad, las cartas parecían deslizarse por sus manos como plumas y las apuestas cobraban más altas expectativas pero para el final de la noche ya se sabía lo que más se esperaba desde el primer día.

--Los jugadores que participaran en la final estás decididos-anunciaba el organizador del evento-serán Julián Solo, Shura Espada, Hades Necros y Santino Dorato.

Hay que decir que al escuchar el cuarto nombre fueron varios los que se sorprendieron pero eso únicamente porque ignoraban cual era el verdadero nombre de Death Mask, resultaba un poco extraño escucharlo pero daba lo mismo, lo más importante era que ellos serían los finalistas y que sólo uno se alzaría con el título del mejor.

 

 

Para la final estaba contemplado que se jugaría hasta la noche siguiente, o sea que tenían un día completo para distraerse y una noche de descanso que sin duda agradaba a todos, eso y que las demás apuestas sobre el resultado corrían por todo el sitio, se televisaría el evento por un canal privado de paga y sobre todo se especulaba sobre las habilidades y defectos de cada uno de los participantes para lograr ser quien ganara.

El transcurso de la mañana fue tranquilo y sin dar mayores noticias pero a la hora de la comida dos conocidos se encontraron de nuevo ante una mesa aunque con alimentos y no con cartas.

--¿Cómo te sientes para seguir Hades?

--Perfectamente Shura, he llegado a la final y no puedo sino creer que ganaré.

--Pareces olvidar que también estaré en esa mesa.

--No lo hago pero igual ganaré.

El de ojos oscuros sonrió pero ya no dijo nada y ante esa sonrisa el de mirada violácea tuvo que sonreír también. Pero había dos personas más en esa mesa y tenían que hablar de ellas forzosamente.

--Creo que Julián mejoró su juego-comentó Shura.

--Si pero necesitará más si cree que puede ganar-respondió Hades-No sólo por hacer que no puedan seguir sus apuestas es el mejor.

--Pero le ha funcionado.

Aparentemente la técnica del joven era apostar sumas que no tenían los demás y con eso lograba que se retiraran de la mesa de juego. Y había alguien más que no les preocupaba de la misma manera.

--Death Mask ha acabado con todos los que tuvo en el camino-dijo el de ojos oscuros.

--Es muy bueno sin duda, creo que con él no va a ser sencillo medirse-contestó su compañero.

Era verdad, el de los ojos azules había sido el primero en limpiar a sus rivales y en ser clasificado en las rondas anteriores, compartió la mesa con Shura y éste había atestiguado cuan bueno era, eso y que a veces parecía que su mirada brillaba de una manera especial pero no terminaba de estar seguro a que se debía eso.

--Sin duda Death Mask es un talento natural pulido con inteligencia-comentó Hades-Sinceramente espero enfrentarlo en la final.

--Será una final para recordar-le dijo Shura sonriendo-Y tiene un lindo trasero.

--Eres increíble.

--Lo sé, gracias por notarlo.

--Me refiero a que no puedes estar sin mirar a alguien de esa manera.

--¿Qué tiene de malo?

--Tan sólo no me lo digas a mí.

Pero en el fondo Hades se preguntaba porqué jamás lo había mirado a él de esa manera, en cambio a Death Mask lo había mirado casi desde el primer momento.

Estaban a mitad de sus ideas cuando una figura muy especial pasó delante de ellos, se trataba justamente del de ojos azules.

--Hola Death Mask-dijo Shura--¿O prefieres Santino?

--Death Mask está bien para mí, gracias.

--¿Por qué no te sientas unos momentos con nosotros? Hablábamos del torneo y de la final, nos veremos ahí.

--Bien.

En unos momentos ya estaba el de mirada azulada en la mesa y siguieron charlando aunque el recién llegado hablaba poco, parecía más escuchar y su atención a veces se desviaba un poco y todo eso era notado por Shura que sabía que ese joven no era exactamente sociable pero había aceptado estar cerca de él, además que no hablaba mucho y a veces parecía que su mirada se desviaba por alguien, quizás guardaba un interés especial por otra persona.

--¿Qué te parece el torneo hasta ahora Death Mask?-preguntó Hades.

--Ha estado bien.

Pero Shura seguía meditando en su idea, la manera de comportarse del otro, sus silencios, ese brillo en sus ojos azules, tan sólo necesitaba comprobar lo que pensaba y se conjugaba tan convenientemente en sus pensamientos.

--¿Qué les parece si nos reunimos esta noche?-preguntó el hispano.

Los otros dos lo miraron directamente con cara de duda pero el de cabellos cortos y oscuros continuó.

--Sólo para jugar unas manos, podríamos medir nuestras habilidades de esa manera, ver que tan buenos somos en realidad.

Sus acompañantes parecían pensarlo aunque el de mirada violácea no lo pensó demasiado para responder.

--Está bien, yo quiero comprobarlo.

Con esa respuesta sólo quedaba una persona por saber lo que opinaba.

--De acuerdo-dijo Death Mask.

Con eso quedaba pactado que jugarían entre ellos tres pero ninguno imaginaba que estaban haciendo una cita con su destino.

 

 

El acuerdo final los había llevado a elegir la habitación del hispano como sitio de encuentro, el de los ojos oscuros lo propuso y los otros aceptaron, en un par de horas se encontrarían y cuando el plazo se cumplió se esperaba que llegaran listos y sin más compromisos para jugar al póker antes de la final. El primero en llegar fue Hades.

--¿Soy el primero?-preguntó el recién llegado.

--Así es-respondió Shura-Pero no creo que Death Mask tarde en llegar.

Con eso el de mirada violácea entró y se encontró con que la mesa estaba lista.

--Te pusiste a trabajar Shura.

--Sólo un poco ¿quieres algo del mini bar antes de que llegue Death Mask?

--Claro.

Ambos hombres se pusieron a escoger algo que beber aguardando por el tercero que no debía tardar en llegar.

Del otro lado de la puerta un joven de cabellos azules se debatía un poco entre seguir o detenerse, no estaba seguro del porque estaba ahí aunque si porqué había aceptado, esos cabellos oscuros lo habían impulsado a hacerlo, delante de la puerta aún se preguntaba por lo que estaba haciendo y casi estuvo dispuesto a marcharse pero se controló, respiró con profundidad y llamó a la puerta. Unos instantes y abrieron.

--Que bueno que llegas Death Mask-lo recibió Shura.

--Dije que vendría-fue su respuesta.

Vio al entrar la mesa y que Hades bebía una copa.

--Es hora de jugar-dijo el que resultaba el anfitrión.

Entre los tres se prepararon y decidieron seguir con el mismo estilo de juego, aunque sin apuestas, no podían, se trataría de una partida amistosa de póker cerrado o al menos eso se suponía que iba a ser.

Cada uno en su sitio se concentraba en su juego pero también les daba un pretexto esa reunión para hablar un poco sobre ellos o al menos tratar de descubrir algo más sobre sus compañeros de cartas.

--Esto se ve bien-dijo Shura mostrando su mano.

Era buena, con ella ganaba pero fue por eso que surgió una pregunta de parte del de cabellos largos.

--¿Tanto te gusta jugar Shura?

--Es divertido Hades, siempre me ha gustado el póker, lo aprendí cuando estudiaba la universidad y no he dejado de jugarlo desde entonces.

--A mi me gustaba también, además parecía ir con mi carácter, debo decir que resultaba una ventaja ser inexpresivo para algunas cosas.

--¿Lo aprendiste en la escuela o en donde?

--De hecho fue en casa, tenía un tío que lo jugaba y me enseñó.

Pero el de cabellos azules no decía nada mientras barajaba y repartía una nueva mano.

--¿Qué hay de ti Death Mask?-preguntó Shura.

--¿De qué?

--¿Cómo es que aprendiste? ¿Simplemente te gustó?

--Mi padre lo jugaba y era pésimo-dijo el de cabellos azules descartando dos de sus cartas y tomando otras-Pero yo era muy bueno, me enseñó y comencé a ganar, le di bastante dinero así.

Los otros dos no supieron que decir ante eso y prefirieron guardar silencio al respecto, siguieron con su juego en silencio pero fue debido a eso que los tres se miraban con mayor intensidad e interés.

 

 

Durante la partida amistosa Shura no había dejado de notar que Death Mask parecía nervioso, algo extraño viniendo de él, pero recordaba que aún en la mesa de juego, cuando terminó, él lo había visto con sus ojos azules brillantes por algo y ahora le parecía que estaba en la misma situación, trataba de imaginarse a qué podía deberse y estaba convencido que no se trataba de las cartas, el de cabello azul era verdaderamente lo que se conocía como Póker face, Cara de póker, que no tenía expresión alguna y por lo tanto no podía leerse en él lo que tenía en sus manos, habilidad muy importante entre los jugadores.

Así era, Death Mask parecía un muerto, era un hombre frío en extremo y sin expresiones, lo que lo estaba inquietando desde el principio del torneo debía ser algo diferente pero el de mirada oscura no sabía qué y como una idea casi descabellada supuso que quizás era por uno de ellos que actuaba así, y no pudo evitar pensar que podía ser por él. Resultaba una idea muy halagadora por demás y no le parecía nada mal si podía conseguir algo. Y mientras él pensaba en eso no se daba cuenta que Hades lo miraba, que le resultaba atractivo y que de darse la oportunidad podría intentar hacer algo.

Era el momento de arriesgarse, Shura era un buen jugador de póker y sabía que lo valía, así que con algo de intensión y bastante de esperanza se aventuró a sugerir algo.

--¿Qué tal si hacemos esto interesante?-preguntó Shura.

--Me pareció que ya lo era-respondió Hades.

--Podemos mejorarlo. Una pequeña apuesta para que sea mejor.

--Tenemos prohibido apostar fuera de las mesas de juego-dijo Death Mask-Nos pueden expulsar del torneo si alguien lo sabe.

--No hablo de dinero.

Los otros dos lo miraron sin comprender y el de ojos oscuros supo que tenía su interés, así que no vio porqué no decir lo que pensaba.

--Hagamos esto-continuó Shura-Cada vez que uno pierda deberá quitarse una prenda.

--¿Por qué no empezamos a jugar a la botella y apostamos besos de una vez?-dijo Hades con burla.

Pero al ver que el de cabello corto y negro no se movía supo que era en serio.

--¿No es broma Shura?

--¿Por qué habría de bromear con eso Hades?

Definitivamente no se esperaban eso pero el de ojos oscuros supo que podía presionar un poco más.

--Ya que si es demasiado para ustedes no insistiré.

Pero ninguno de los dos presentes estaba seguro sobre como responder, una cosa era sólo jugar a las cartas pero lo de la ropa...

--Yo entro-dijo Hades.

Death Mask sintió de inmediato las miradas sobre él, tenía que ser quien decidiera si continuaba o todo quedaba en ese punto, no era que pensara en que algo más pasaría pero estaba algo confundido.

--No tendrás miedo de perder ¿verdad?-preguntó Shura.

--Es sólo para medir habilidades-dijo en tono casual Hades.

¿Cómo era que habían llegado a eso? Al menos Death Mask se lo preguntaba pues no estaba seguro pero ya estaban ahí y no sería él quien se retirara.

--Muy bien, hagámoslo-dijo con seguridad el de orígenes italianos.

Así que con los tres de acuerdo de inmediato se volvió a barajar el mazo de cartas para repartir y cada uno miraba sus posibilidades, eran profesionales y ninguno iba a mostrarse menor ante la posibilidad de enfrentar a dos rivales de cuidado, mucho menos si se les iba la ropa de por medio.

 

 

Los tres estaban prácticamente en desigualdad, Shura tan sólo conservaba la ropa interior, Hades la ropa interior y la camiseta mientras que Death Mask permanecía con pantalones y camiseta y estaba por desvalijarlos por completo.

--¿Van?-preguntaba el de cabellos azules.

Los otros dos se miraban, si así iba a ser la final estaban perdidos pero por esa idea fue que Shura supo que no permitiría que las cosas acabaran así, tenía aún una carta que jugar y no era de las que estaban en sus manos de póker.

--Subo la apuesta-dijo Shura-Es todo o nada.

Hades miraba al de ojos oscuros, su mirada era extraña, parecía no pensar realmente en el juego, un brillo como de algo que no podía descifrar pero supo que deseaba participar fuera lo que fuera que se le había ocurrido.

--Mi resto-dijo el de ojos violáceos.

Death Mask no dijo nada, se limitó a hacer un movimiento sobre que estaba de acuerdo. Así que los tres mostraron sus manos, eran buenas pero una tenía que ser mejor que las otras dos, el español tenía una tercia de reyes, el de largo cabello oscuro un full pero el venido de América era el mejor.

--Póker de reinas.

Habían perdido y no podían decir nada en contra pero algo tenían que decir.

--Parece que las damas te favorecen Death Mask-dijo Shura con calma-Pero ¿es lo que prefieres?

--¿Qué?-preguntó el de cabellos azules sin comprender.

--Me di cuenta de cómo me mirabas.

--Yo no te estaba mirando Shura.

--Si lo hacías.

--Si no quieres pagar está bien pero te recuerdo que esto fue tu idea.

El de ojos azules se levantó de la mesa como dispuesto a irse, buscó su camisa pero antes de ponérsela el de cabellos oscuros y cortos se acercó a él.

--No soy mal perdedor Death Mask, siempre pago mis deudas.

Colocándose a un paso de él, con sus ojos azules contempló la manera en que Shura  llevaba sus manos a su ropa interior, pero en vez de retirarla metió su mano y se acarició sin perder un solo detalle de la manera en que el otro reaccionaba, aún parecía querer marcharse pero fue en ese momento que se acercó el tercero en la escena y le habló.

--Ya saben lo que dicen, deudas de juego son deudas de honor-dijo Hades.

Con eso se acercó y el de cabellos azules vio como el de mirada violácea se despojaba de sus prendas y quedaba desnudo a unos pasos de él, mientras lo hacía Shura se había acercado más y con una mano recorría sus pectorales marcados a través de la camiseta y bajaba por la misma hasta alcanzar el borde de la tela y comenzó a subir su mano por debajo de la prenda y alcanzó su pecho sin dificultades.

--¿Aún quieres irte?-preguntó en voz pausada y sensual el de mirada oscura--¿De verdad no prefieres cobrar tu apuesta?

Pero el de cabellos azules no sentía que tuviera voluntad para marcharse, así que el otro hombre siguió acariciándolo mientras un desnudo Hades se acercaba a ambos y sin más buscó los labios de Shura para tomarlos con los suyos mientras éste continuaba acariciando al de mirada azul que no dudó en querer continuar. Los besos eran buenos para seguir adelante, limitaban el rango de acción pero finalmente sólo eran el principio de lo que deseaban hacer, del camino a seguir que iba despertando sus sentidos. Sus manos comenzaron a acariciarse y a sentirse, más audaces las de Shura traspasaron el pantalón de Death Mask quien gimió suavemente pues no llevaba nada, se limitaba a dejarse guiar por las hábiles caricias del otro hombre quien disfrutaba de cómo se movía buscando más.

Al verlos actuar de esa manera Hades no quiso quedarse atrás, se inclinó delante del de ojos azules y empezó a desabrochar sus pantalones para bajarlos suavemente por sus caderas y dejar en libertad su erguido miembro, se incorporó y le dio un beso en los labios que hizo al otro quedarse muy quieto de pronto para después responderle con suavidad, pasando sus manos por su cuello como si buscara atraerlo contra él aunque eso no fue posible pues estaba el de ojos oscuros entre los dos y comenzó a acariciar el cuerpo de Death Mask, besando su cuello y tocando con dedos veloces y hábiles sus pezones disfrutando de sentirlos endurecerse.

--Te gusta que te toquen así ¿verdad?-preguntó en un murmullo el de ojos oscuros.

Pero el de cabellos azules no pudo responderle pues continuaba con los besos, fue Hades quien se apartó un poco para acariciar a Shura por el hombro y sin duda los tres estaban de acuerdo en continuar con lo que se había iniciado en esa habitación.

--Veamos que manos tenemos-dijo el español con un definitivo sentido doble en sus palabras.

 

 

Quedaba en claro que el de ojos oscuros esperaba poder poner sus manos en ese cuerpo del de los ojos azules que le quitaba la respiración, el de los ojos violáceos quería más bien sentir al español y entre los dos si bien encontraban excitante tener a Death Mask no sabían lo que éste esperaba realmente de estar ahí. Sin duda la diversión era lo primero en la mente de cualquiera pero después de esa noche no sólo sería un juego en lo que se habían metido.

El italiano parecía apenas poder creer lo que estaba sucediendo, era nuevo y excitante aunque no se negaba que estaba inquieto, jamás había hecho algo semejante y nunca pensó que sucedería con esos dos hombres esa noche, aunque había aceptado, pero lo había hecho porque...no podía pensar demasiado con esas manos moviéndose como lo hacían sobre su cuerpo y el calor de los cuerpos de esos dos hombres en el  mismo lugar, ambos eran apuestos y varoniles, muy masculinos, bellísimos en su fuerza, no podía sino responder a su presencia con todo su cuerpo.

--¿De verdad quieres?-preguntó Death Mask a Hades.

Por respuesta el de mirada violácea bajó más sus pantalones y lo acarició en la entrepierna para después sonreírle.

--¿Te parece que quiero?-contestó.

Los ojos azules brillaron y parecía que su dueño diría algo más pero el de cabellos oscuros cortos intervino pues no quería retrasar las cosas.

--¿Vamos a seguir hablando o haremos algo más interesante?

Diciendo eso el español pasó sus manos a las caderas de Death Mask haciendo que sus pantalones cayeran a sus tobillos y sin más hincándose delante de él tomó su erguido sexo y Hades no aguardó para llevar sus manos a la camiseta que aún usaba el de cabellos azules para retirarla y lo estrechó entre sus brazos por la espalda besándolo en el cuello y pasando sus manos insaciables por su pecho. El de Italia no tenía la menor idea de cómo sucedió ni le importó cuando los otros dos ya estaban desnudos, siguieron acariciándolo y complaciéndolo, el de España con sus labios y el de Grecia con sus manos, las sensaciones que corrían por su cuerpo lo encendían y deseaba más a cada instante pero el de ojos oscuros se apartó para levantarse de nuevo delante de él y buscar sus labios.

Death Mask no opuso firmeza alguna mientras el otro hombre lo besaba, se entregaba en medio de las caricias de esas manos que corrían por su cuerpo, no opuso resistencia cuando el de ojos oscuros lo recorrió y exploró con su lengua en su boca y pasó sus manos por sus caderas para llegar hasta Hades y estrecharlo, haciendo que sus cuerpos se encontraran y no pudo contener un gemido al sentirlo. Fue el turno del de mirada violácea pues el hispano hizo voltear al de cabellos azules quedando contra su espalda, así que el griego se arrodilló esa ocasión y sin preámbulos comenzó a meter en su boca el erecto sexo delante de él, como el italiano gemía y movía sus caderas fue aprovechado por el de cabellos oscuros quien no aguardó demasiado para humedecer sus dedos y llevarlos exactamente donde deseaba, la estrecha intimidad del de mirada azulada.

En un primer instante el educado en Estados Unidos no sintió realmente lo que el otro hacía, estaba demasiado concentrado en lo que ese hombre de cabellos largos hacía en él, como lo llevaba a su interior y lo estrechaba entre sus labios, la manera en que su lengua corría por el tronco y los labios presionaban la punta a punto de abandonarlo sólo para meterlo de nuevo a su húmeda cavidad, era tan delicioso; sin embargo no pudo dejar de notar lo que pasaba cuando unos afilados dedos presionaban en su entrada y uno sin más entró en su intimidad, tuvo que dar un gritito ahogado pero el explorador no se detenía sino que continuaba, se abrió paso dibujando círculos en su interior para después estar acompañado por un segundo y entre ambos buscaban alistarlo para conocerlo de manera más completa e íntima.

 --Parece que ya estás listo Death Mask-susurró Shura.

No hubo más alternativa que separarse para lo que deseaban o al menos para lo que buscaba el hispano en ese instante, Hades se detuvo ante un frustrado joven de cabellos azules que deseaba que siguiera pero no hubo mucho espacio para quejas cuando el que estaba a su espalda lo hizo apoyarse contra la pared más cercana y sin más comenzó a frotarse con intensidad contra él. Lo hacía gemir y no negaba que estaba excitado, pero su mirada azul buscaba al de ojos violáceos y lo encontró acariciándose a si mismo entre las piernas, sobre todo vio que parecía disfrutar de lo que estaba mirando así que no se opuso a continuar. El hispano se colocó a su espalda y con sus manos separó su trasero, casi se relamió los labios pero antes de seguir el de largos cabellos oscuros se acercó para tomar con su boca la altiva erección y más que probarla la lubricó con su saliva prontamente.

Se separaron y todos sabían que era el momento, Hades se quedó mirándolos mientras Shura acoplaba sus cuerpos y llevó la punta a la estrecha entrada para comenzar a empujar, quería sentirse en ese tibio receptáculo cuanto antes, lo había deseado con necesidad, con verdadera intensidad; el de cabellos azules gimió mientras se apoyaba aún más en la pared, sentía su cuerpo abierto y asaltado, quería sentirse así y que el de ojos violáceos lo observara. Hades por su parte se mordió el labio inferior, tuvo que seguir tocándose pero también que acercarse para besar al de oscuros cabellos cortos, beso que el otro respondió haciéndolo más profundo separando sus labios con su lengua.

El venido de España llevó sus manos a las caderas del de ojos azules y comenzó a moverse, le encantaba sentirse como el que dominaba en un encuentro y le gustaba aún más tener a ese joven de cabellos azules tan dispuesto, sentía la manera en que lo estrechaba en su interior, que era estrujado con ritmo e intensidad y esos gemidos que llegaban hasta sus oídos lo excitaban aún más, se movía más aprisa y no dudaba en seguir utilizando sus manos para hacer más accesible su entrada a la estimulada masculinidad del otro joven. El de ojos violáceos disfrutaba cada instante de lo que veía, no dejaba de acariciarse y de gozar como Shura le hacía el amor al italiano, era perfecto, deseaba sentirlo también, se colocó detrás del de ojos oscuros para frotarse contra él pero sin entrar en su cuerpo.

Unos placenteros momentos corrieron entre los tres pero no era suficiente, lo sabían perfectamente así que Hades hizo que Shura se separara un poco de Death Mask para atraerlo contra él y besarlo apasionadamente, el de cabellos azules volteó lentamente para ver como el de cabellos largos llevaba al otro hacia el suelo y lo recostaba no muy amablemente y se colocaba sobre él, lo besaba apasionadamente y buscaba que se ajustara a él, bajaba por su pecho y abdomen hasta su entrepierna, separaba sus muslos y colocándolos en sus hombros comenzaba a preparar su masculino pasaje usando su lengua hábilmente y provocando que el hispano se retorciera sobre la alfombra, después fueron sus dedos los que hicieron el trabajo sin esperar demasiado, los gemidos llenaban el lugar y justo cuando estaba por entrar en él el de cabellos azules se acercó y sin más estrechó a Hades entre sus brazos para besarlo sensualmente.

Fueron unos segundos eternos, por unos instantes parecía que ninguno estaba seguro sobre lo que pasaría, se miraron con la pasión en el rostro y fue Shura el primero en reaccionar, se incorporó un poco para atraer a Death Mask contra él, no tardó en acomodarlo como deseaba realmente, ya había sido estrujado por su intimidad y lo deseaba de nuevo, así que lo hizo colocarse a horcajadas sobre su sexo y volvió a deslizarse en su interior, el de cabellos azules se arqueó pero buscó a Hades y con la mirada intensamente brillante le pidió que lo tocara, el de cabellos oscuros se colocó a su vez sobre el hispano pues necesitaba que lo tocara a su vez y dejó su entrepierna a su alcance, el de cabellos oscuros tomó la punta de su erguida masculinidad en sus labios y aunque la posición no era nada cómoda no dudó en buscar inclinarse hacia delante para tomar con sus labios el turgente miembro del de cabellos azules.

Fue Shura quien comenzó a moverse, no podía hacerlo con el ritmo y la fuerza que deseaba pero no se quejaba, estaba poseyendo a ese joven de mirada azulada que le había quitado el aliento en un instante mientras tomaba con su boca al de ojos violáceos y le encantaba; Hades hubiera querido terminar lo iniciado con el de ojos oscuros pero no podía en ese momento, aún así no negaba que le complacía bastante lo que estaba haciendo, le gustaba sentir unos labios alrededor y que él mismo se lo hacía a otro hombre; para Death Mask era placentero tener al de cabellos oscuros y cortos en su interior pero lo que en verdad estaba disfrutando era el sentir esa maravillosa boca que lo enloquecía y no podía dejar de moverse por sentirla complacerlo.

El de ojos oscuros apenas podía creer lo que estaba sucediendo, estaba en el interior de ese joven y fuerte cuerpo que lo estrechaba con intensidad, cada movimiento era de un placer agonizante, además complacía al mismo tiempo al de los ojos violáceos, toda la escena sobrepasaba sus fantasías, le hubiera gustado hablar pero su boca estaba ocupada y el éxtasis acechaba a cada segundo. Prontamente los únicos sonidos que se escuchaban eran gemidos de necesidad y placer además del movimiento de la piel contra la piel, Hades trabajaba en complacer al de cabellos azules lo mejor que podía y disfrutaba a cada movimiento y más que nada de los sonidos que el otro estaba haciendo, era lo que quería escuchar, prontamente estaba moviendo sus caderas con intensidad para lograr que el hispano  lo tomara por completo aunque no lo lograba pero su cuerpo estaba por rendirse a la pasión. El de cabellos azules no dejaba de ser complaciente, se movía con mayor velocidad siguiendo el ritmo que le imponía la boca de Hades, quería seguir sintiéndolo y por eso mismo se mostraba muy dispuesto a complacer al de ojos oscuros y lo haría con todo su ser.

Los instantes se sucedían uno tras otro y eran verdaderamente de placer, nunca habían tenido un encuentro semejante, jamás pensaron que lo experimentarían y ahora estaban viviéndolo y casi parecía demasiado bueno para ser verdad. Se buscaban y se complacían con deseo y necesidad, estimulando sus sentidos, los gemidos que lograban ser escuchados, la humedad de su piel, la temperatura que había subido, todo era para hacerlos querer continuar y nunca detenerse, sumaban más estimulación en sus movimientos acariciándose y presionando, corriendo con sus dedos otras rutas de los cuerpos a su alcance; súbitamente sentían que perdían el control y aumentaban el ritmo de sus caderas, cambiaban de ángulo y se conocían en los puntos más íntimos que poseían.

El de cabellos azules sentía que podía gritar cada vez que el de ojos violáceos lo tocaba como lo hacía con sus labios, le parecía que entre las embestidas de Shura y esa boca de Hades terminaría en cualquier instante, que iba a terminar y con fuerza y muy pronto. No podía detenerse. El clímax llegó de manera súbita, con su tibia esencia en la boca del de mirada violácea y estrujando en su interior ese firme miembro que lo había complacido bastante. Shura sentía que nada podía ser mejor que esa tensión liberada de su cuerpo en el interior del de ojos azules, fue cuestión de un par de embestidas más para que se quedara completamente en el interior de esa cálida intimidad y cerrara los ojos mientras su semilla quedaba en ese cuerpo que lo había enloquecido y finalmente estaba poseyendo. Para Hades no fue más sencillo el que llegara su culminación, tan sólo trataba de seguir a los otros dos pero fue imposible y no consiguió su culminación.

Lentamente se fueron separando y parecía que aún se preguntaban como era que había sucedido todo entre ellos tres, estaban recostados en el suelo buscando normalizar sus respiraciones y estaban por decir algo cuando Death Mask se incorporó un poco y volteó a mirar a Hades, entonces descubrió que él no había terminado. El de mirada violácea parecía que diría algo pero no lo hizo, no pudo pues el de cabellos azules se inclinó sobre él y lo besó con ternura en los labios para seguir por ese camino y entre suaves besos bajó hasta su abdomen y tomó entre sus labios su turgente erección.

Era verdad que debido a lo sucedido el de largos cabellos oscuros estaba por terminar pero hubo algo en el acercamiento del de mirada azulada, incluso Shura que seguía tendido sobre el suelo se daba cuenta de ello, ese joven estaba haciendo algo más que buscar satisfacción, de verdad mostraba que su interés iba más allá de simple sexo. La manera en que estrujaba ese miembro entre sus labios, como subía y bajaba dulcemente, que además lo acariciara con una de sus manos, todo eso le dijo al griego que no estaba con alguien que simplemente le brindaría placer, era más lo que estaba proponiendo de forma tan primitiva y sensual pero no menos sincera.

Hades tuvo que cerrar sus ojos mientras una cálida oleada de satisfacción lo llenaba desde la cabeza hasta la punta de sus pies, una tibieza que nacía desde su vientre y su esencia terminó en una varonil boca que después buscó la suya y lo besó para darle a probar su propio sabor, era erótico y sensual y...hermoso, no había otra manera de decirlo ni definirlo. El de ojos violáceos levantó sus brazos y sin pensarlo estrechó entre ellos al de orígenes italianos que no se detuvo y se le entregó de nuevo con todo su ser, dejando que el otro supiera que el de ojos azules no sabía como acercarse hasta ese momento pero cuando tuvo la oportunidad no la dejó pasar.

Shura los observaba y comprendió lo que pasaba. Era verdad, Death Mask no lo había mirado a él, todo el tiempo fue Hades quien tuvo su atención y quien lo hizo ir esa noche a su habitación, quien lo impulsó a quedarse bajo su propuesta y quien realmente le interesaba, nada de eso había sido por él. Tuvo al venido de Estados Unidos como deseaba pero no había espacio para él en lo que se había iniciado. Apretó los labios y supo que era momento de irse, no tenía nada que hacer ahí entre ellos dos. Así que se levantó y buscó su ropa rápidamente pero antes de cruzar la puerta le hablaron.

--Espera Shura-dijo Hades--¿Dónde vas? Es tu habitación.

--A ustedes les hace más falta-respondió el hispano-Regresaré en un par de horas, espero que las aprovechen.

Sin más se fue, los otros dos ocupantes se quedaron mirando entre ellos y sonrieron, estaban al principio de algo que bien valía la pena explorar, no sabían lo que tenían pero querían descubrir hasta donde podían llegar.

 

 

Esa noche la mesa estaba lista, los participantes eran los únicos que aún no llegaban pero los que deseaban contemplar el encuentro se presentaron temprano y ocupaban sus lugares. Unos minutos y vieron entrar a los cuatro miembros de la partida: Julián Solo, Shura Espada, Hades Necros y Death Mask. Cada uno ocupo su sitio en la mesa y estaban listos para dar inicio, vinieron unas breves palabras del organizador del evento pero al final las cartas estaban en las manos de los jugadores y cada uno las miraba estudiándolas con cuidado para dar inicio a una noche especial.

Los lances de cada uno eran buenos y certeros, se veía el porqué eran los mejores y estaban llegando a la final, aunque también era verdad que desde el principio fue el de mirada azul quien obtuvo una leve ventaja que no dejó de aumentar conforme avanzaba el encuentro. Se mostraban cartas, se apostaba, se descartaba, las manos iban y venían, a veces era más esfuerzo que juego pero todos estaban dispuestos a continuar hasta el final.

Fue Julián Solo el primero en abandonar la mesa.

--Mi resto-dijo el joven.

Pero Death Mask derrotó su tercia con una escalera.

Con sólo tres jugadores fue como si se hiciera más reñido, estaban atentos a todo y cada uno de los movimientos era seguido de cerca pero llegó un momento en que alguien más tuvo que abandonar la mesa.

--No voy-dijo Shura.

Al no poder igualar la apuesta tuvo que levantarse de la mesa aunque sólo contaba con un par de espadas y con ese movimiento quedaban frente a frente Hades y Death Mask.

Una vez más las cartas estaban en sus manos y se mostraban o caían, cada uno seguía perfectamente las reglas y parecía que no se podía decir quien iba a ganar, pero como todo debe llegar un final y de igual manera sucedió en esa mesa esa noche.

--Tenemos que terminar con esto-dijo el de ojos violáceos.

--Estoy de acuerdo-respondió el de cabellos azules.

--Mi resto.

Con esas dos palabras dejó todas sus fichas, así que el otro no iba a hacerse menos.

--Mi resto.

Los dos se quedaron mirando fijamente y con intensidad, sabían que era todo o nada pero ya lo habían vivido y sin emoción alguna en sus rostros mostraron sus cartas. Los espectadores parecían contener al aliento y por unos instantes no se escuchó nada pero las cartas no mentían y dejaban ver lo sucedido. Hades tenía póker de nueves, una excelente mano. Pero Death Mask tenía flor real de corazones.

--Parece que los corazones te favorecen-dijo el de cabellos oscuros con suavidad.

--Espero que así sea-contestó el de ojos azules a media voz.

Ambos se quedaron en sus sitios bajo el aplauso del público que había visto una excelente partida con sus miradas encontrándose y brillando, era sólo un juego pero para ellos lo que había iniciado en ese sitio era muchas cosas pero no un juego.

--Fue una buena mano Death Mask.

--Lo fue sin duda Hades.

Y no se referían a las cartas, nada de eso, la vida les había dado una excelente mano y no pensaban desaprovecharla, jugarían sus cartas y verían que sucedía entre ambos, aparentemente podían ganar más que dinero en el póker.

 

 

FIN

 

 

 

Notas finales:

Algunas notas solamente:


Death Mask se llama Santino Dorato porque Santino en verdad es un nombre de origen italiano y Dorato porque en italiano dorado se dice dorato. Shura se apellida Espada por razones evidentes. Hades es Necros porque es un prefijo de orígenes griegos que significa muerto, siendo Hades me pareció bien.


En el póker un par o pareja son dos cartas de igual valor.


Una tercia o trío son tres cartas del mismo valor.


La escalera son cinco cartas consecutivas aunque de distinto palo.


La flor de color son cinco cartas del mismo palo.


El full son una tercia y un par.


El póker son cuatro cartas del mismo valor.


La flor real o flor imperial es una serie de cartas del mismo palo pero la secuencia es 10, Jack, reina, rey y as.


El palo es el símbolo de la carta, corazones, espadas, diamantes y tréboles.


Lo de Póker face viene del inglés y literalmente es Cara de póker.


Espero que les gustara.


Extrañamente este fue el tercero de estos tríos pero lo publico de primero, la semana que entra si nada sucede sigo con otra sugerencia (para variar) y les advierto desde ahora (otra vez) que también es un trío, se llama Reputación.


Atte. Zion no Bara



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