Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

"Somos uno". por Chaotic Kittie

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Dedicado a una persona que se fue de mi lado. Aunque no es la misma solución, creí que era la mejor forma de mantenerlo vivo. A pesar de haber pasado el tiempo sigo manteniendo el recuerdo. Abuelita eres la mejor.

Notas del capitulo:

Deseaba mejorar la calidad del escrito, espero les guste.

 

¿Recuerdas haber sido mi otra mitad por un tiempo imparcial?

No éramos más que un sueño transformándose en verdad, un idilio extremadamente ilógico que habíamos logrado traspasando cada muralla que se nos había puesto delante. Pues por eso mismo estoy aquí, vivo, esperando mi hora tranquilamente.

            Tengo que confesar, que vivir sin ti ha sido toda una osadía, que respirar sin tomar tu mano, sin sentir tus pasos a mi lado, ha sido lo más loco y doloroso que me ha pasado.

Sin ser tú el culpable o yo la víctima, hemos pasado a separarnos. Sin embargo mantengo la esperanza, yo sé que la distancia no nos afectará, por mi parte viviré y lucharé por los dos, para que algún día nos volvamos a encontrar.

Lo espero con ansías y creo que tu también.

Miguel Sáez.

 

Somos uno.

 

Cruel. Despiadado. Petulante. Minutero taciturno.

Lento y tortuoso. ¡Tan elegante!

Ese es su ritmo, extraño y sumiso.

Es el tiempo, aquel tiempo que nos maneja y nos dispersa,

en líneas diminutas de pasados incoloros.

 

Una montaña de emociones se poso sobre mis hombros en el momento justo.

Como si una pesada carga hubiera caído sobre mí al haber abierto la puerta de aquella habitación abandonada. Hace un mes exactamente es que la había dejado intacta, desertada en ese rincón acechando desde lejos, engañando a mi dolor de forma cobarde.

Durante este tiempo hice todo lo que estuvo en mis manos para que el sufrimiento disminuyera. Sin embargo, no podía seguir ignorándolo, era la hora de entrar y enfrentarme a ese mitigante sentimiento que se hacía paso entre punzadas cada vez que la madera crujía bajo mis pies.

Mis ojos se cerraron por unos instantes y con una falta de oxigeno enorme, inspiré hondo y me di el valor para seguir adelante.

Cuando me di cuenta, supe que el tiempo se había esfumado en aquella habitación y que todo signo de cambio se veía mitigado por aquel aroma pasado, cada minúscula partícula se encontraba intacta y aunque eso fuera aún más asfixiante, de forma contradictoria sentí expandirse un cálido ardor por todo mi cuerpo. Avance un poco más, pasó a paso, deslizando mis dedos por uno de mis muebles preferidos.

Varado en aquel sentimiento dejé salir una lágrima que acompaño a otras recordando nuestra vida, juntos. No podía olvidarlo. Nunca había podido dejarlo. Mi amor, quizás una creencia idealizada, se negaba a abandonarme, pues estaba allí escondido como las hojas entre la niebla. La promesa que acompañaba a mi brisa en las tormentas, no dejaba de tomar forma, nuestro amor, nuestro existir, se encontraban vivos, tan vivos que marcaban mi presente con huellas imborrables. Hasta lo más profundo de mi alma llegaba esa campanada de sonidos inoportunos, desde aquella vez que él se había marchado sin decir adiós, cuando su muerte nos pilló de improviso y me dejó flotando en la nada. Mi razón de seguir de pie, allí, era nuestra promesa.

 

            Llevé la botella de vino, nuestra preferida en esas noches en las que nos enviciábamos de placer, en donde nuestros sudorosos cuerpos y excitados sentidos, nos abrían puertas a otros mundos dibujando otros horizontes. Reí ante tales recuerdos y bebí un trago al tiro, quería saborear aquel elixir, aunque fuese solo.

¡Lo extrañaba tanto! A él,  a ese que me pertenecía, incluso ahora.

Podría afirmar con toda seguridad que él había pasado a ser el centro de mi mundo.

Me tendí en la cama mirando el cielo raso, observando alguna lucecilla que se escapaba por los rincones de la ventana y dejando que el líquido de mi vaso se extendiera por el suelo mientras recitaba una de sus frases favoritas.

A todo pulmón, dije: "La vida es una ruleta Rusa comandada solo por un sin números de decisiones. Sin embargo, tu complemento aparece para rechazar cualquier ley, cualquier norma, y fortuitamente, te ves sumergido en su mundo. Al final te das cuenta que una vida sin tu otra mitad es la peor de las desgracias del mundo”. Y tenía toda la razón, era la peor desgracia del mundo.

            Me levanté como pude y agarre la botella tomando lo que quedaba.

Me dirigí hasta la puerta nuevamente y observe la fachada de nuestra habitación. Las sábanas burdeos y las cortinas del mismo color pronto se mesclaron con el vino que había caído sobre las tablas del suelo, sonreí de medio lado y seguí mi camino.

            Por última vez me pasearía por el lugar, me estaba despidiendo de él, de nuestros recuerdos, de nuestras vivencias. Hasta el día en que me toque partir a su lado, guardaría las llaves en ese cajón. Sin mover nada me despediría de nosotros por un lapsus para poder seguir viviendo.

“Hasta la próxima, amor”. Mi último susurro a la nada, al indiviso, pues somos uno para siempre. Con mis últimas palabras arrastre los pies y abandone aquella casa.

           

Un momento justo y un lugar perfecto, en donde exista un tu y yo.

Notas finales:

¿Qué tal? Ha pasado mucho tiempo, para quien lea hasta aquí, un abrazo grande y un enorme agradecimiento de mi parte. Aunque este amor sea utópico y demasiado meloso, tengo la esperanza que en algún lugar existe. Gracias por todo, un saludo y dejen su opinión, se lo agradecería inmensamente. ¡Hasta otra!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).