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Violencia por zion no bara

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Notas del fanfic:

Es una pareja que desde hace unn tiempo no uso, creo que desde el fic de Corazón pero la retomé.

 

Notas del capitulo:

Es un fic corto pero espero que les guste.

Esa mañana para Mu Aries se presentaba como cualquier mañana, estaba a mitad de curso en sus estudios en la universidad y se sentía confiado, estudiaba bastante y no dudaba que sus calificaciones respaldarían todo su esfuerzo. Aparte de eso era poco lo que tenía que hacer, su familia había acordado que mientras estudiara no era necesario que trabajara y el joven de los ojos verdes les agradecía eso.

En unos minutos ya se había bañado y arreglado para desayunar y poder irse a la escuela, encontró en la mesa de la cocina el desayuno preparado con una nota.

--"Desayuna bien, nos vemos en la tarde"

Era de su madre, siempre se preocupaba por su bienestar, el de cabellos lavanda desayunó aprisa y diez minutos después ya estaba fuera de su casa listo para ir a la escuela. Esperó por el autobús y como siempre no tuvo contratiempos en llegar a sus clases, se encontró con compañeros que lo saludaron y después tomó sus clases como siempre, en realidad había sido un día bastante común de no ser por algo, se quedó conversando un poco más con unos amigos.

--Todavía no termino el trabajo-se quejaba un chico de cabellos y ojos azules, Milo.

--Será porque eres medio holgazán-le respondió otro castaño rubio y de ojos azules, Aioria.

--No es por eso-se defendió el primero.

Mu tan sólo los escuchaba, él ya había terminado su trabajo y no se preocupaba por ello, fue en ese momento que salió un tema en especial.

--¿Vas a ir Mu?-preguntaba Milo.

--¿Adonde?-quiso saber el de cabellos lavanda.

--Tú andas en la luna, a la fiesta de esta noche.

--Se me había olvidado.

--Bueno ¿vas a ir?

--No sé, no tengo humor para eso.

--Vamos Mu-le dijo Aioria-Ya es viernes.

El de ojos verdes lo pensó unos instantes, después de todo ya era el fin de semana y no tenía tareas pendientes, no creía que sus padres se negaran pero era mejor llamarlos primero.

--Está bien-dijo Mu-Sólo aviso a mi casa y nos vamos.

--De acuerdo-dijeron los otros dos.

Siendo así Mu llamó a sus padres y los señores no se opusieron, su hijo era muy responsable y nunca les había dado problemas, conocían a sus amigos y como todo marchaba bien con sus estudios no había nada de malo en que saliera con sus amigos a divertirse. Mu se fue con Milo y Aioria a casa del primero y desde ahí se irían a la fiesta de unos amigos, era un plan sencillo.

A una hora prudente los tres jóvenes se dirigieron a la dirección en la que iba a darse la fiesta y aunque llegaron algo temprano ya había bastante gente presente.

--Vamos a buscar a Afrodita--propuso Milo.

Los tres fueron en busca del amigo que realizaba la fiesta por motivo...cualquier motivo era bueno para Afrodita.

Vieron al muchazo en cuestión muy sonriente con unas personas que ellos no conocían pero ese joven de ojos y cabellos celestes parecía tener amigos en todas partes, así que no era inusual.

--Hola Afrodita-dijo Milo.

--Hola chicos, que bueno que vinieron-dijo el de ojos celestes-Se animaron a venir después de todo.

--No estaba mal divertirnos un poco-dijo Aioria.

--Bueno, los presento entonces, ellos son Shura, Camus y Death Mask, son unos amigos del trabajo-volteando a los otros tres les hizo una presentación similar-Ellos son Aioria, Milo y Mu, son amigos de la universidad.

Unos instantes y todos se estaban estrechando las manos y presentándose de nuevo pero cuando el de ojos y cabellos azules, Death Mask, estrechó la mano de Mu lo hizo como acariciándola al mismo tiempo que la apretaba un poco, el de ojos verdes se ruborizó un poco pero no dijo nada.

--Ahora emigren-dijo Afrodita-No los puedo atender solamente a ustedes.

Con eso el de cabellos celestes se alejó un poco para recibir a otras personas siempre sonriente y alegre.

En un primer momento los seis jóvenes recién presentados se quedaron charlando en un pequeño grupo preguntándose algunas cosas sobre Afrodita, después de sus actividades y al final de cualquier cosa. Los primeros en alejarse fueron Camus y Milo que se fueron a bailar, después fueron Shura y Aioria que dijeron querían algo de beber, dejando así a Mu con Death Mask a solas.

--Afrodita siempre invita más gente de la que podemos esperar en una fiesta-comentó Death Mask.

--Pero siempre tienen mucho éxito sus fiestas.

--No lo sé, es la primera a la que vengo.

--¿En serio?

--Si, los demás en el trabajo hablaban tanto de ellas que al final me decidí a venir.

--Yo tampoco he venido a muchas pero me gusta hacerlo.

Siguieron charlando unos minutos de cualquier cosa y fue cuando el de cabellos azules se decidió por preguntar.

--¿No quieres bailar Mu?

--No soy muy bueno bailando-reconoció el de cabellos lavanda.

--No importa, yo te llevo.

--Bueno...

Pero un instante más y ya estaban los dos bailando, mejor el de ojos azules que el de los ojos verdes pero no parecía que ninguno de los dos tomara con mucha importancia eso. En el transcurso de la fiesta no se separaron y se comentaron varias cosas en las que coincidían bastante felizmente, les gustaba el mismo tipo de música, de películas, los perros e incluso sabían tocar la guitarra, además de eso el de cabellos azules había sido muy atento con el de cabello lavanda y no lo dejó sólo en todo ese tiempo.

--Creo que ya tengo que irme-dijo Mu.

Eso era porque ya era tarde y porque Aioria y Milo ya le estaban haciendo señas de que era momento de irse.

--Es una pena-dijo Death Mask.

--Fue un placer-dijo sonriendo el de ojos verdes.

--Igualmente ¿Qué te parece si nos vemos de nuevo?

--¿Quieres que nos veamos otra vez?

--Si.

El de Aries sonrió suavemente pero se dieron de inmediato sus números telefónicos.

--De verdad ya tengo que irme Death Mask.

--Está bien Mu.

Pero antes de que pudiera marcharse el de cabello azul le dio un beso en los labios, sin duda era muy directo para todo.

--Nos vemos Mu.

Sin poder decir ni una palabra el de cabellos lavanda fue con sus amigos que habían visto la escena y no tardaron en comentarla.

--Vaya que no pierdes el tiempo Mu-le dijo Aioria.

--Y tan serio que te ves-dijo Milo.

Al final solamente se rieron pues el de ojos verdes no podía decir mucho en realidad, nunca se había besado con un chico al que terminaba de conocer pero ese joven de cabellos azules parecía muy determinado para todo. Había sido una fiesta muy divertida para los tres.

 

 

A la mañana siguiente Mu no tenía mucho que hacer en su casa, así que realizó lo que le tocaba y cuando se disponía a ver la televisión su teléfono empezó a llamar, lo tomó y unos instantes después ya estaba una voz del otro lado de la línea.

--¿Hola?

--Hola Mu, soy Death Mask.

--Hola.

--Me gustaría que nos viéramos hoy ¿Qué te parece?

--¿Hoy?

--Si ¿Tienes otros planes?

--No, no se trata de eso Death Mask.

--¿Entonces?

El de cabellos lavanda lo pensó unos segundos, no tenía nada que hacer y ese joven de cabellos azules era agradable.

--Está bien Death Mask.

--Perfecto, nos vemos en una hora en los cinemas del centro.

--En una hora entonces.

--Te espero.

--Nos vemos.

Cuando terminó la llamada el de ojos verdes se dio cuenta que tendría que darse prisa para llegar a tiempo pero lo hizo, a la hora acordada ya estaba en el sitio acordado y vio que el de ojos azules ya estaba ahí.

--Hola Death Mask.

--Hola Mu.

--¿Tenías mucho esperando?

--Diez minutos.

--Perdona.

--No importa.

--¿Qué película quieres ver?

--Ya compré los boletos Mu.

Y le dijo eso mostrándole las entradas. El de ojos verdes vio el título, no era la que él hubiera escogido pero como el otro ya había pagado no le pareció correcto quejarse, después de todo ya estaban ahí y era mejor disfrutar de la tarde. Entraron a la sala y se quedaron juntos viendo el filme, aunque Death Mask tomó la mano de Mu entre las suyas y durante las casi dos horas que estuvieron ahí no lo soltó. La cinta terminó y salieron de la sala.

--¿Qué te pareció Mu?

--No estuvo mal Death Mask.

--Es muy buena.

--Si, supongo que para algunos.

--Es muy buena-repitió el otro con más firmeza.

Ante eso Mu prefirió ya no decir nada.

--Comamos aquí-dijo el de cabellos azules.

Entraron al primer lugar para comer que tuvieron cerca pero el primero en sentarse fue el de ojos verdes, estaba cerca de la ventana, ante eso el de cabellos azules tuvo algo que decir.

--Yo me siento ahí Mu.

El de ojos verdes lo miró desconcertado por un instante pero sin decir una sola palabra se quitó y dejó que el otro se sentara en ese sitio mientras él tomaba el otro.

--¿Qué desean?-les preguntó un mesero.

El de ojos verdes estaba estudiando la carta pero en ese instante el de cabello azul se la quitó y entregó ambas al mesero.

--Queremos una orden de pollo con espárragos y setas, un filete con patatas picantes y de beber agua mineral.

El mesero se fue pero el de Aries se sentía un poco sorprendido por la escena.

--Yo podía ordenar Death Mask-dijo Mu.

--Perdona-le respondió Death Mask-Supuse que estabas a dieta.

--¿Qué?

--No lo estás, creí que si, como usas esa ropa y tu cara se ve redonda...

El joven estudiante no supo que responder ante eso, no estaba pasado de peso ¿o si? Pero antes de poder seguir pensando en ello el otro le tomó una mano y se la besó con dulzura.

--Eso no me importa Mu, eres muy hermoso.

Con eso el de ojos verdes se ruborizó y sonrió, llegó su comida y la comieron mientras seguían hablando, sin duda Death Mask era encantador. Al terminar con la comida lo llevó hasta su casa, había sido una tarde perfecta o al menos eso sentía el de cabellos lavanda.

--Espero que podamos vernos de nuevo-dijo Death Mask.

--Podría ser-respondió Mu.

--¿Nos vemos mañana?

--Está bien.

Sin otra palabra el de ojos azules se acercó y lo besó en los labios con una sonrisa.

--Nos vemos mañana Mu, a las once.

--Bien.

Mu lo vio alejarse y sonrió, sin duda alguna ese joven era especial.

 

 

A una semana de haberse conocido Mu se había visto con Death Mask todos los días, la verdad era que a cada momento le gustaba más y más ese hombre, le parecía que era encantador, tal vez era por eso que había dejado pasar unas cosas que quizás debió notar a tiempo, como el hecho que Death Mask era muy posesivo y controlador de sus actos. Era siempre el de cabellos azules el que decidía la hora y el sitio para verse, el que ordenaba la comida y el que decía lo que harían; además se estaba dando otra situación entre los dos, Death Mask tendía a hacer observaciones a Mu, por su aspecto, como si señalara algo en él pero terminaba diciendo que a él no le importaba y que le gustaba estar a su lado, si no era su peso era su forma de vestir o la manera en la que se reía, pero siempre tenía algo que decir.

Eso no evitaba que Mu y él siguieran viéndose, también empezó a hacerse costumbre que el de ojos azules fuera por el de Aries a la escuela para recogerlo después de sus clases, salía sólo con él, lo llamaba con insistencia y a todo eso Mu se decía que era solamente porque el de ojos azules estaba muy interesado y no veía nada de malo en ello. No aún.

Estaban los dos dando una vuelta cuando de pronto el de cabello azul se detuvo y le dijo algo a Mu.

--¿Sabes que día es Mu?

--Es viernes Death.

--¿Y qué más?

--Pues...

Pero el de cabellos lavanda lo pensaba, no encontraba nada que le dijera que ese día era significativo, sin embargo veía que el de ojos azules se estaba como impacientando por eso.

--¿No lo recuerdas Mu?

--La verdad es que no Death.

--Hace tres semanas que nos conocemos.

--Es cierto.

--¿Es todo lo que vas a decir Mu?

--Yo...perdona...no lo recordaba.

--Vaya, parece que al único que le importa es a mi-dijo el de ojos azules en un claro tono de reproche.

Al escucharlo Mu se sintió mal, como si hubiera cometido una falta, el otro lo observaba y al final siguió hablando.

--No importa Mu, de todas maneras me gustas, aunque seas olvidadizo.

--Death, yo...

--Te tengo algo.

Diciendo eso sacó una pequeña caja de su chaqueta y se la dio al otro, el de ojos verdes la abrió y vio lo que era: un reloj.

--Es muy lindo Death, gracias.

--Para que sepas a que hora vernos y no llegues tarde como siempre.

Y dijo eso como si nada pero a Mu le pareció que era un suave reproche eso, el otro estaba más ocupado poniéndole el reloj.

--Te queda bien Mu.

--Gracias Death.

Se abrazaron y se besaron pero una de las manos de Death Mask fue directamente al trasero de Mu y lo acarició.

--Death-dijo Mu tratando de separarse.

--¿Qué te pasa Mu? No quieres que te toque ¿es eso?

--Es que hay gente aquí-dijo mirando alrededor.

--Ah.

Y diciendo eso el de ojos azules tomó aire de ofendido y empezó a alejarse, haciendo así que fuera el de cabellos lavanda quien lo siguiera y le diera alcance.

--Death, espera.

--¿Qué?

--Tú me gustas, lo sabes.

--Evidentemente no te gusto mucho Mu.

--No digas eso.

Bajó la mirada y entonces el otro se acercó y le acarició el rostro.

--Es que me gustas mucho Mu, quiero estar contigo, sólo eso ¿Es que yo no te gusto también de la misma manera?

El de Aries lo miró de frente, le pareció tan tierna la forma en que lo miraba que sintió que no podía negarle nada, a él le gustaba también pero era un poco rápido como iban las cosas entre los dos.

--Ven Mu.

Sin otra palabra el de cabellos azules lo tomó del brazo y caminaron por unos momentos, ninguno de los dos decía nada pero por diferentes motivos. Al final llegaron delante de la fachada de un sitio muy reconocible: un motel.

--Death-dijo Mu tratando de detenerse ahí.

--¿Qué?

--Es un motel.

--Eso ya lo sé.

--Pero...

Si bien Mu había tenido un par de relaciones antes no era alguien que se viera a si mismo entrando a moteles y mucho menos para tener sexo pero eso no parecía ser un problema de la misma manera para su acompañante.

--Creí que me querías-dijo directamente el de cabellos azules.

--Te quiero Death.

--¿Entonces? Que más da que lugar sea, yo sólo quiero estar contigo.

--Pero...

En ese momento el de cabello azul apretó con algo de fuerza su brazo y le habló con voz cortante.

--Lo que pasa es que no me quieres tanto como dices.

A Mu la daba la impresión que era él quien estaba complicando las cosas, además Death se veía como molesto y no sabía que hacer.

--Si no quieres está bien Mu, yo sólo quería estar a tu lado.

Con eso lo soltó pero al de cabellos lavanda le pareció como un ultimátum, si se iba nunca volverían a verse y tampoco quería eso.

--Espera Death.

El otro volteó y no tardo en estrecharlo en sus brazos y besarlo con intensidad, al de ojos verdes le dio la impresión que se quedaba sin aliento y no dijo nada más mientras entraban y su compañero pedía una habitación, también lo vio comprar condones en una máquina expendedora, sinceramente no era su sueño más romántico lo que estaba sucediendo pero tampoco se detuvo ni detuvo al otro.

 

 

Unos instantes después estaban en la habitación, era un sitio sencillo y que sin duda mostraba que no se esperara que sus ocupantes se quedaran mucho tiempo. El de cabellos lavanda se sentó en la cama y vio como el otro cerraba las persianas, no estaba seguro de si debía decir algo o hacer algo pero no se decidió, entonces el de cabello azul se acercó a él sin dejar de mirarlo ni por un segundo, lo siguiente fue tomarlo por los brazos y atraerlo contra él para besarlo con intensidad, sin dejar duda alguna de lo que deseaba.

A Mu seguían dominándolo los nervios, estaba algo inquieto pero su compañero se encargó de relajarlo, pasaba sus manos por su cuerpo y no dejaba de buscar que se calmara, que estuviera más tranquilo para seguir, supo que así era cuando el de ojos verdes pasó sus manos por su cuello y se abrazó contra él. En ese momento los besos continuaron y fue el mismo tiempo que usó Death Mask para que sus manos abrieran los botones de la camisa de Mu, lo hicieron con seguridad y sin vacilar para acariciar la suave piel que quedaba descubierta.

El de cabellos lavanda sintió las decididas manos del de cabellos azules sobre él, pasando por su abdomen y sus pezones hasta que se irguieron y sólo se concentraron después en acariciar su entrepierna por encima de los pantalones para después desabrocharlos y hacerlos caer a sus tobillos y seguir por encima de la ropa interior provocando una suave humedad que impregnó la ropa, parecía ser justamente lo que buscaba el otro pues dejó de besarlo en el rostro para descender y llegar a su abdomen, lo besó en el ombligo y siguió descendiendo con sus labios hasta quedar delante de la ropa interior, fue el momento en que decidió apartarla con ambas manos dejando a Mu expuesto ante sus ojos.

No se dijeron nada, Mu estaba mas concentrado en preguntarse como resultaba a los ojos de su compañero pero no pudo preguntar mucho ya que el de cabellos azules frotó un par de veces su rostro contra su abdomen para después no esperar y tomarlo con sus labios. A Death Mask le gustaba como se veía Mu, su piel tan suave y esa forma tímida de mostrarse lo excitaba, le gustaba el que se pusiera en sus manos para seguir con su encuentro y no vacilaría en continuar, por eso lo tomaba con sus labios en un principio con suavidad para después hacerlo con mayor intensidad.

El joven de los cabellos lavanda gimió suavemente y llevó sus manos al azul cabello de su compañero, le gustaba lo que sentía, esa decidida boca que lo estremecía, se dejaban escuchar unos gemidos del de ojos verdes y su compañero continuó con mayor ritmo hasta que supo que el de Aries estaba por terminar. Entonces se detuvo pero no le dijo nada a Mu, simplemente se incorporó delante de él para hacerlo que se recostara, después fue quitarle la ropa que desarreglada aún llevaba puesta el de ojos verdes. Lo acarició con suavidad mientras lo hacía y lo besaba al mismo tiempo, sólo dejó de hacerlo para desvestirse mientras Mu se adecuaba en la cama para estar más cómodo. Unos momentos más y los dos estaban juntos.

--Death...

--Shhh.

El de cabellos azules lo besó en los labios haciendo que los abriera un poco, lo acariciaba entre las piernas y buscaba con su otra mano su masculino pasaje para excitarlo aún más. El de ojos verdes no se negaba a nada, le gustaba sentirlo y la forma en que lo tocaba lo estremecía, fue en medio de ese contacto que el de ojos azules lo hizo inclinarse sobre él, a la altura de su abdomen y el de cabellos lavanda no tardó en saber lo que le pedía, así que lo tomó con cuidado entre sus labios para después tener la mayor parte en su boca ejerciendo un rítmico movimiento que sin duda le gustaba a su compañero.

Antes de lograr terminar el de ojos azules hizo que Mu se retirara, no quería que fuera de esa manera, así que lo hizo recostarse de nuevo sobre la cama, boca abajo, el de Aries se quedó como a la expectativa, aguardando solamente. Para ese momento Death Mask apartó su lavanda cabello y lo acarició con su lengua desde su nuca por toda su espalda hasta llegar a su trasero, lo besó y la acarició para después usar sus dedos y descubrir su intimidad, primero fueron caricias superficiales para después usar su lengua como un explorador al mismo tiempo que lo lubricaba. Mu gemía suavemente y el de ojos azules utilizó uno de sus dedos para penetrarlo, fue con cuidado paro no esperó demasiado para usar un segundo y con ambos dilatar al joven que no dejaba de gemir y mostrarse a gusto con lo que pasaba.

Death Mask se detuvo para retirar sus dígitos y entonces no esperó más, se colocó un condón y de un sólo movimiento estaba en el interior de Mu, el de los cabellos lavanda gimió con fuerza pero el otro no se detuvo hasta quedar en su interior por completo, aunque esperó unos segundos para permitirle a Mu ajustarse a las nuevas sensaciones y entonces empezó a moverse, se salía un poco para después entrar de nuevo por completo, lo sujetaba con fuerza por las caderas sin dejar apenas espacio de separación. Mu apretaba con fuerza las sábanas y a pesar de ser un poco rudo disfrutaba de lo que el de cabellos azules hacía en él, de su fuerza y su necesidad, estaba disfrutando del momento en verdad.

Por unos momentos siguieron a un ritmo intenso pero suave, en algún momento fue Death Mask quien hizo que sus embestidas fueran más fuertes y determinadas, Mu las recibía y gemía con algo de fuerza pero ninguno de los dos se detenía, no estaba en ninguno de los dos el desear que se terminara, ambos ponían de su parte para que fuera satisfactorio. Sentían esa entrega deseosa y la forma en que llenaba sus cuerpos, el calor que los rodeaba y lo acelerado que latía su corazón, ese sentimiento de entrega y que les faltaba el aire, estaban siguiendo el camino de su culminación y lo sabían.

En algún momento fue Death Mask quien buscó más del cuerpo de Mu, lo hizo separar un poco más sus piernas para tener un completo acceso a su erguido miembro y lo frotaba con necesidad con sus dedos desde la punta hasta la base, mientras tanto el de cabellos lavanda seguía gimiendo a un volumen mayor y por sus movimientos de cadera sin duda pedía a su compañero que no se detuviera y el otro no pensaba hacerlo. Fue cuestión de unos segundos más para que el cuerpo de ambos se tensara con mayor intensidad, casi les faltaba el aliento y se aferraban a lo que tenían en sus manos hasta que no pudieron más, el clímax se hizo presente al mimo tiempo que Mu gritaba con voz aguda y Death Mask se estremecía y dejaba su esencia en el preservativo.

Cayeron sobre la cama algo cansados pero satisfechos, de inmediato Mu buscó el cuerpo de su compañero, quería sentirlo cerca y saber lo que pensaba de lo que terminaba de suceder.

--Death...

Pero no hubo una respuesta, el de cabellos azules lo estrechó contra él y lo besó con pasión y casi como con agradecimiento, lo acarició hasta que ambos estaban más tranquilos y Mu sentía que nunca había estado más feliz en su vida, se querían y nada cambiaría eso.

Sin embargo había algo que aún no se presentaba del todo entre los dos.

 

 

Con el paso de los días la relación entre Mu y Death Mask se hacía más estrecha, era una relación establecida en todo lo que se podía esperar pero algunas actitudes del de cabellos azules empezaron a hacerse más notables y no por ser positivas.

En cierta ocasión estaban ya terminando las clases cuando Mu se quedó hablando con sus amigos Milo y Aioria fuera de los salones pero por esa plática no se dio cuenta de la hora.

--Ya es tarde-dijo Mu viendo la hora.

--¿Qué pasa?-preguntó Aioria.

--Tengo una cita con Death, lo siento, me tengo que ir.

--Adiós-alcanzó a decir Milo.

Los dos que se quedaron lo vieron alejarse pero parecía que cada vez veían menos a Mu.

--Creo que ese Death Mask le cuenta los minutos-dijo Aioria.

--Pero a Mu le gusta ¿Qué podemos hacer?-preguntó Milo.

--Que más da.

Para ellos dos estaba en claro que su amigo de cabellos lavanda sabía lo que hacía y podía cuidarse sólo perfectamente.

Sin embargo no era tan sencillo, no para el de Aries.

Mu llegó casi corriendo al lugar en el que había acordado verse con su compañero, no era tarde en realidad, sólo unos minutos después de la hora en que se habían citado, vio al otro esperándolo y se acercó con una sonrisa de disculpa.

--Lo siento Death, se me hizo un poco tarde ¿Llevas mucho esperando?

--Nueve minutos Mu-dijo el otro con aspereza.

--No volverá a suceder.

--Te di un reloj para evitar esto, no me dejes esperando de nuevo.

--Perdona.

Pero no obtuvo una respuesta y por eso se acercó al de cabellos azules para tratar de conciliar.

--No te pongas así Death.

Intentó tocarlo pero el de cabellos azules le dio una bofetada con violencia, Mu no se esperaba eso y se quedó sorprendido en un primer momento.

--¡Me hiciste esperar! ¡¿Quién te crees que eres?!

El de ojos verdes seguía impresionado y no podía ni hablar, sólo por verlo así el de ojos azules pareció calmarse o algo así.

--No me hagas actuar así Mu, no quiero hacerlo, pero no hagas cosas como esta.

Lo abrazó con ternura mientras seguía hablándole.

--Lo siento Mu, no quería hacerlo, por favor perdóname, es que tengo tantas cosas en la cabeza y a veces no me controlo, lo siento.

El de cabellos lavanda no sabía que decir.

--Te quiero Mu, te quiero tanto, te lo juro por mi amor, esto no volverá a suceder.

--Está...está bien Death.

El de ojos azules lo besó con ternura y acarició su rostro en el sitio que lo había golpeado, parecía que iba a llorar y el resto del día fue un afectuoso y encantador compañero que hizo que se borrara casi por completo el recuerdo de lo sucedido.

Lo que no sabía Mu era que no se trataba del final sino del principio.

Unos días después de esa escena tuvieron otros incidentes, eran cosas aparentemente sin importancia o que a otros no les hubiera importado, pero con Death Mask era como si fueran de vital importancia, que si Mu se retrasaba, que si no le gustaba como se vestía, que si hablaba de cierta manera, con demasiada frecuencia había algo y lo peor de todo era que lentamente Mu empezaba a reaccionar únicamente en la forma que el de cabellos azules deseaba que lo hiciera. Pero algo más grave se estaba gestando, cuando se daban ese tipo de escenas entre los dos Death Mask terminaba actuando como si disculpara a Mu por quererlo mucho y el de ojos verdes como si agradeciera que lo quisiera tanto.

 

 

Las cosas en la relación seguían por un camino peligroso pues en esas escenas era más frecuente que el de cabellos azules insultara al de ojos verdes o lo hacía sentirse menos para después decirle que él lo quería y el de cabellos lavanda comenzó a creerlo. Incluso la intimidad estaba cambiando pues Death Mask varias veces se había mostrado abusivo verbalmente y Mu se sentía mortificado por sus palabras pero nunca hablaba de terminar con la relación.

Una nueva escena se da entre los dos cuando Mu estaba con sus amigos, permanecían en uno de los salones de la universidad charlando un poco y dejando pasar el tiempo.

--Al menos espero que este examen sea de los últimos-decía Milo-No puedo estudiar más.

--Deja de quejarte-le dijo Aioria-Mis oídos necesitan descansar de tus quejas.

Mu guardaba silencio pero parecía haberse hecho más silencioso en esos últimos días pero nadie sabía porqué.

--¿En qué piensas Mu?-le preguntó Milo.

--En nada.

--¿Hoy no vas a salir con Death Mask?-le preguntó Aioria.

--Si, va a venir por mí.

--Ya veo.

Siguieron hablando por unos momentos como si nada y se estaban riendo cuando Death Mask apareció en el salón pero apenas si los vio cuando se fue velozmente.

--Espera Death.

Sin otra palabra Mu salió detrás de él para alcanzarlo dejando a sus amigos medio sorprendidos por verlo actuar de esa manera.

El de cabellos lavanda se dio prisa pero alcanzó al de cabellos azules hasta que ya estaba adelantado y lejos de otras personas, lo cual no era difícil por la hora.

--Death, espera.

Finalmente el de ojos azules se detuvo y se miraron de frente pero una mirada le bastó a Mu para saber que estaba enfadado.

--¿Por qué te fuiste así Death? ¿Qué pasa?

--¿Y todavía me lo preguntas? Eres un cínico-dijo el otro con asperaza.

--No entiendo...

--Claro que entiendes, tú y el imbécil ese riéndose de mí.

--¿De qué hablas Death?

--Pero si se creen muy listos los dos, creen que me ven la cara de idiota.

El de ojos verdes se encontraba desconcertado y como indefenso, no sabía que decir ni de que manera lograr que el otro se calmara pero sin importar lo que hiciera o dijera nadie le quitaría la idea de la cabeza a Death Mask que algo más había sucedido en esa conversación entre sus amigos.

--No es nada de lo que piensas Death, te lo juro.

Pero en ese instante el de cabellos azules lo sujetó del brazo con violencia, tanta que el de ojos verdes sintió deseos de llorar y le habló de forma por demás desagradable.

--Pero sólo tú supones que alguien se puede fijar en ti, mírate, con lo cerdo que estás.

En ese instante dos lágrimas aparecieron en el rostro del de Aries y logró soltarse del agarre del otro.

--No tienes derecho a hablarme así-dijo Mu con voz ahogada.

--Ahora te haces el digno.

--No puedes hablarme así.

Con esas palabras el de cabellos lavanda se alejó velozmente y no se detuvo hasta llegar a su casa, por la hora no había nadie y pudo llegar a su habitación sin problemas pero apenas había tocado su cabeza la almohada cuando empezó a llorar sin poderlo evitar. No comprendía cuando Death Mask actuaba de esa manera, no podía, trataba de explicárselo pero era imposible ¿Por qué tenía que tratarlo de esa manera? Lo quería tanto pero el de cabellos azules a veces era incomprensible para él. Y no sólo eso. Mu siempre había sido un chico muy delgado pero después de las palabras del de cabellos azules se sentía obeso y torpe, casi era como si sintiera vergüenza de si mismo. Fue en medio del llanto que se quedo dormido.

A la mañana siguiente Mu encontró algo a la entrada de su casa, se trataba de un enorme arreglo de flores, gladiolos rojos, y un muñeco de peluche con la figura muy tierna de un borreguito que tenía una especie de cartel en las patitas: Perdóname. Al de ojos verdes no le costó trabajo saber de quien era el presente y sin poderlo evitar fue como si la escena del día anterior quedara muy lejos. Cuando habló con el de cabellos azules éste se disculpó y le juró que nunca volvería a suceder, le pidió perdón de una manera tan tierna que Mu lo perdonó. Se querían y nunca volverían a discutir.

 

 

Por unos días las cosas siguieron con tranquilidad, una vez más Death Mask era ese compañero encantador y gentil que tanto quería el de ojos verdes, disfrutaban de su tiempo juntos y nada estaba mal, los errores estaban en el pasado y nada podría ser mejor en sus vidas. Al menos eso parecía.

Un fin de semana los dos habían acordado verse por la tarde pero en cierto momento Mu vio su reloj.

--Ya es tarde Death, tengo que regresar.

--Sólo unos momentos más Mu, no puede ser tan urgente.

--Te dije que debía estar en mi casa temprano, necesito estudiar.

--Pero quería que fuéramos a otro sitio.

--Es tarde-dijo señalándole su reloj.

--¿Por qué traes ese reloj?-preguntó con voz seca Death Mask.

--¿Qué?

--Ese no es el reloj que yo te regalé ¿Por qué lo traes puesto?

--Es sólo un reloj.

--Claro, es lo que te importa lo que te obsequio.

--No peleemos de nuevo Death-le pidió Mu.

--No tenemos porque hacerlo pero tú te empeñas en hacerme enfadar.

--Eso no es verdad.

--¿Me estás llamando mentiroso?-indagó el otro como si estuviera indignado.

--No he dicho eso Death.

--¿Qué dijiste entonces?

Pero a cada instante el de cabellos lavanda sentía más y más la manera en que el de cabellos azules se estaba enfadando y no sabía como manejarlo.

--Creo que mejor me voy Death.

--Si, claro, ahora actúas como si fuera mi culpa para dejarme Mu.

--No es así.

--Y te gusta aparecer como si fueras una víctima.

La siguiente frase fue llena de reproches, caían como una lluvia y el de cabellos lavanda la aceptaba, quería llorar pero se resistió a hacerlo, sólo le quedó aferrarse a su idea original.

--Será mejor que me vaya Death.

--¡No te vas!

Al decirle eso lo sujetó por el brazo con fuerza y al verlo asustado el de cabellos azules se sintió más furioso, sin pensarlo dos veces le dio una bofetada con violencia a la que siguieron otras tres; Mu sintió los golpes y más por instinto que por pensarlo logró soltarse, su labio sangraba y sólo pudo decir algo mientras se alejaba del de ojos azules.

--Es el final Death Mask ¿me oyes? Esto es el final.

Sin esperar por más el de ojos verdes se marchó tan aprisa como pudo y llegó a su casa, se encerró en su habitación y lloró un poco más pero se decía a si mismo que era todo, nunca más volvería con el de cabellos azules.

Durante esa semana los demás notaron que Mu andaba muy callado y como lánguido pero si le preguntaban decía que era por la escuela, del golpe en su labio dijo que se había golpeado contra una puerta. Pero en su interior el de cabellos lavanda se sentía avergonzado y por eso no decía nada de lo que estaba sucediendo.

Esa misma semana mientras estaba casi para llegar a su casa alguien se presentó delante de él.

--Mu.

Era Death Mask. Cuando se acercó instintivamente el de cabellos lavanda se alejó como si intentara cubrirse, el de cabellos azules se detuvo y le habló.

--Por favor Mu, tienes que escucharme.

Sin embargo el otro no decía nada.

--Te amo Mu, te juro que te amo, lo que sucedió nunca volverá a suceder.

El de ojos verdes seguía sin decir nada.

--Tienes que creerme Mu, te lo suplico, no puedo estar sin ti, moriría si me dejaras.

En ese instante el de cabellos azules empezó a llorar, el de ojos verdes no podía creerlo, nunca hubiera siquiera imaginado que Death Mask llorara así...por él.

--Te amo Mu, te lo suplico, no me dejes.

Entonces se acercó al de Aries y lo abrazó, el joven estaba muy impresionado con la escena y terminó cediendo a las palabras del otro sobre amarlo y pedirle perdón y jurarle que nunca volvería a suceder algo así.

--Te perdono Death, yo también te amo.

Se abrazaron y parecía que todo estaría bien, se amaban y nunca volvería a suceder nada parecido entre los dos. Al menos eso era lo que creía Mu.

 

 

Aún hubo algunos roces entre los dos en los días siguientes, nada muy grave o al menos así lo tomaba el de cabellos lavanda, estaba por graduarse y las cosas marchaban bien, se decía que se amaban y que no importaba lo que se presentara entre los dos podrían resolverlo. No tenía idea de lo equivocado que estaba.

Mu y Death Mask habían salido a dar un paseo, nada especial, simplemente deseaban verse y pasar unas horas juntos y por eso habían ido a un sitio que contaba con espacios verdes abiertos y árboles.

--Dentro de una semana es mi graduación Death, apenas si lo creo.

--Te has esforzado mucho, no veo porqué no lo crees.

--Me da gusto ¿y a ti?

--Claro que me da gusto.

El de ojos verdes sonreía y lo tomó por el brazo, se sentía contento pero en eso su teléfono empezó a llamar y contestó, no fue mucho tiempo, sólo era cuestión de un instante y terminó.

--Tengo que irme Death.

--¿Qué?

--Tengo que ver a mis amigos, es sobre los anillos por la graduación, parece que hubo un problema con el modelo y quieren que elijamos otro.

Para Mu no era mucho, simplemente algo con lo que estaba comprometido y sus amigos le pedían ayuda. Para Death Mask era algo diferente.

--Estamos paseando Mu, no puedes dejarme así.

--No quisiera pero tengo que irme Death.

--No te iras.

--Death...

Al de cabellos lavanda le parecía que su compañero se enfadaba y no deseaba otra escena desagradable, tratando de calmarlo le habló.

--Debo ver esto Death, por favor entiende, después de la graduación nos veremos cuanto quieras.

--No me vengas con eso, lo que te urge es estar lejos de mí.

El de Aries veía que no había remedio, estaba molesto, pero no quería una escena y lo mejor era marcharse.

--Será mejor que me vaya Death.

--No te vas, no me dejas así.

--Debes calmarte.

--¡No me digas lo que debo hacer!

El de ojos verdes no quiso continuar con eso pero trataba de calmar las cosas.

--Death...

Antes de que pudiera decir una palabra más sintió un fuerte impacto que lo derribó, no estaba seguro de lo que sucedía, creía haber caído al suelo y lo siguiente que supo era que otro par de impactos llegaban a él, después que no podía respirar, algo presionaba su cuello y unos instantes más tarde le pareció que la presión cedía y a lo lejos le llegaba una voz.

--¿Estás bien? Ya viene la ayuda.

Pero terminó de perder el sentido.

 

 

Cuando Mu despertó no estaba seguro del sitio en el que se encontraba pero vio que alguien estaba a su lado.

--Hola ¿Cómo te sientes Mu?

Quien le hablaba era una muchacha que sin duda se veía más joven de lo que era pues vestía como doctora, lo miraba con amabilidad esperando por su respuesta.

--¿Dónde estoy?-preguntó el de ojos verdes con voz débil.

--Estás en un hospital Mu ¿recuerdas lo que sucedió?

El joven trataba de hacerlo, estaba con Death Mask, pelearon, de pronto estaba como desmayado...no recordaba mucho.

--Creo que me desmayé-dijo Mu.

--Comprendo-dijo la joven-Mi nombre es Saori Kido, he sido tu doctora, estás en el hospital de la ciudad, sufriste un ataque grave.

--¿Un ataque?

--Si, dime algo por favor ¿conoces a quien lo hizo?

--Yo estaba con mi novio, nadie me atacó.

--¿Tu novio? Comprendo-dijo la muchacha pensativa-Espera un minuto, regreso pronto.

La joven desapareció unos instantes y Mu mientras tanto trataba de saber que había sucedido, cuando la muchacha regresó lo hizo con una especie de archivo en sus manos y se sentó al lado del de ojos verdes.

--Quisiera que vieras algo Mu.

Empezó a mostrarle una serie de fotografías mientras le explicaba que había sucedido.

--Esta muchacha peleó con su prometido-decía Saori-Llegó a emergencias con el maxilar roto, la nariz desviada y la retina del ojo izquierdo desprendida, además de daño severo en el oído-dio vuelta y había otra imagen-Esta mujer discutió con su esposo, él la arrojó por las escaleras y ahora tiene que usar silla de ruedas. Esta otra-dijo mientras le mostraba la foto-su pareja la arrojó de un vehiculo en movimiento en medio del tránsito rápido de un viaducto-la siguiente fotografía apareció-A este hombre su esposa lo atacó con un cuchillo, casi lo mutiló. Y a esta chica su novio la golpeó con tal fuerza que le rompió las costillas, le causó heridas internas y le fracturó el cuello, la policía lo salvó pues los vecinos casi lo mataron cuando vieron lo que hizo. Tenía siete meses de embarazo, no pudimos hacer nada por ella ni por el bebé.

Por unos instantes los dos guardaron silencio pero la muchacha prosiguió.

--Casi mueres Mu, fue un milagro que lo lograras, dos muchachos iban pasando cuando tu novio te agredió, estaba estrangulándote, para tu buena fortuna intervinieron aprisa y llamaron por ayuda, sólo por eso estás vivo.

El de ojos verdes no sabía que decir.

--Tengo la obligación legal de informar estos casos pero sólo tú puedes hacer una denuncia

--No me pasó nada grave-dijo débilmente Mu.

--Quisiera que reconsideres eso.

La joven médico le acercó un espejo y el de ojos verdes no creía lo que estaba viendo: tenía los ojos rojos por la petequia, unas marcas terribles de golpes en el rostro, su ojo estaba aún inflamado, sus labios se veían amoratados y tenía las marcas de las manos del de cabello azul en su cuello. Ante eso empezó a llorar.

--No es posible, Death me ama.

--Casi te mata ¿vas a esperar a su lado hasta que lo haga?

--Me juró que nunca volvería a suceder.

--La primera vez es la más complicada para maltratar a un compañero, después de eso se va haciendo más sencillo cada vez. No hay nada de malo contigo Mu, no eres tú quien tiene un problema.

El de cabellos lavanda siguió llorando pero Saori se quedó a su lado, lo confortó y lo consoló con amabilidad.

--Ahora sólo tú decides Mu, piensa si hay algo más importante que tu vida, nadie que te ame podría tratarte así.

Mu se sintió un poco más tranquilo, cuando sus padres lo visitaron se sintió mejor, lo suficientemente mejor para hablar con la policía y denunciar lo que había sucedido. Aún se sentía triste y confundido, sin saber que hacer, pero pasaría tiempo para que se recuperara.

 

 

Con algo más de tiempo Mu abandonó el hospital, había muchas cosas aún por solucionar y pensar. Death Mask enfrentaba cargos por agresión y tenía una orden de restricción. En esos días el de cabello lavanda no quería hablar con nadie, ni su familia ni sus amigos, aún sentía vergüenza por lo que había sucedido, no lograba comprenderse. No era una mujercita de una provincia perdida en una sociedad retrograda, era un joven estudiante universitario ¿Cómo había permitido que las cosas llegaran a ese extremo? Una vez más intervino Saori quien le sugirió que fuera a un grupo de apoyo, en un primer momento no quiso pero al final acepto.

Durante la primera reunión parecía que no diría nada pero una muchacha se sentó a su lado, usaba un bastón y caminaba un poco extraño pero se mostró amable.

--¿Primera vez que vienes?-le preguntó.

--Si.

--Mi nombre es Marin ¿Cómo te llamas?

--Mu.

--Mucho gusto.

Pero el otro ya no dijo nada.

--Hablar de esto es complicado Mu, a la gente le cuesta trabajo hacerlo, sentimos vergüenza y que de alguna manera es nuestra culpa lo que sucede, que nos lo merecemos. Además están estas ideas de que quien nos quiere nos hará sufrir o que si no duele no sirve, que amar es sufrimientos y todo eso. Tienen que suceder muchas cosas para darnos cuenta que hay un problema pero la verdad es que somos afortunados los que estamos aquí, hay quienes no lo logran, hay quienes terminan muertos.

El de cabellos lavanda agachó la mirada pero la mujer a su lado continuó.

--Yo era atleta Mu, salía con mi entrenador, al principio era maravilloso, después vinieron los insultos, siempre me pedía perdón, después llegaron los golpes y seguía pidiéndome perdón, llegaba con flores y me juraba que nunca volvería a suceder pero siempre ocurría de nuevo. Un día me golpeó con tal fuerza que caí al suelo y siguió pateándome, me rompió la cadera y nunca más podré volver a ser atleta.

--Lo lamento.

--Sólo hasta que perdí algo que amaba tanto comprendí que era mi vida lo que estaba poniendo en riesgo y que no podía seguir así, terminaría muerta a menos que lo detuviera y volviera a amarme a mi misma.

--No es sencillo Marin.

--Claro que no, cuando él me golpeaba yo sentía que era mi culpa, que hacía algo para que él me golpeara pero eso no era verdad, nadie merece ser tratado así, nadie tiene derecho de maltratarte.

--¿Lamentas haber tenido que llegar hasta ese punto para darte cuenta?

--Lo que más lamento Mu es no haberlo dejado cuando era maravilloso, cuando aún lo amaba.

--Mi novio casi me mató.

La joven estuvo a su lado escuchándolo, esa relación con Death Mask que había sido destructiva y casi cobró su vida, era complicado reconocerlo y no sabía que hacer. Sin embargo había dado los primeros pasos y lo más importante era continuar.

En ese tiempo Mu descubrió más de lo que esperaba, sabía que no sólo él había sido victima de maltrato, que otras personas lo eran y no sólo físico, también emocional o económico, que los hombres también llegaban a sufrir maltrato de sus parejas y que era muy complicado reconocerlo; sin embargo también supo que no estaba sólo y que había muchas formas de apoyo, igualmente se dio cuenta que necesitaría trabajar para recuperar lo que esa destructiva relación se había llevado: su amor propio y su confianza en los demás.

Era complicado reconocer que estuvo a punto de morir a manos de alguien a quien amaba pero era la verdad, el amor no era suficiente y en ese tipo de relaciones lo que domina no es el amor. Mu trataba de recuperarse y de seguir con su vida, comprendía que no era sencillo y que necesitaría trabajar mucho para seguir adelante pero se esforzaría, entendía que era de los afortunados pues estaba vivo. Las heridas tardarían en sanar pero sobreviviría a la violencia.

 

 

FIN

 

 

 

 

Notas finales:

La verdad esperaba un fic más largo pero me ganó la emotividad, hace un tiempo tomé un curso y una compañera falleció, no éramos amigas pero me enteré que su novio la agredió y falleció. Es algo que aún recuerdo. Mientras escribía pensé más en ello y la historia quedó así. Espero que al menos los entretuviera.


 


De la siguiente semana creo que, si nada sucede, subiré un fic de Milo y Camus que ya tiene tiempo, se llama Candilejas.


 


Atte. Zion no Bara


 


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