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Monstruo por zion no bara

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Notas del fanfic:

No he usado mucho a la pareja pero me gustó utilizarlos para esta trama y de esta manera.

Notas del capitulo:

Dedicado a Chani Chan, espero que te guste y que les guste a los demás, es la primera vez que me animo a hacer una trama de este tipo.

La creencia en algún tipo de maldad sobrenatural no es necesaria. Los hombres por si solos ya son capaces de cualquier maldad.

Joseph Conrad

 

 

Capítulo I

 

 

El pequeño miraba alrededor, no estaba seguro del camino a seguir, ya era tarde y estaba oscureciendo, los altos árboles con sus frondosas copas no dejaban pasar la luz pálida de la luna y no se podía escuchar nada alrededor, se sentía asustado por lo que le rodeaba pero trataba de seguir simplemente, salir del bosque y llegar de nuevo a su hogar, sentía frío y miedo, no podía quedarse ahí.

De repente le pareció que alguien lo seguía, volteó hacia atrás pero no se veía nada, continuó con su camino pero la sensación de que alguien lo estaba observando seguía en él, le pareció reconocer el sitio en el que estaba, tal vez hubiera llegado a la orilla del bosque y podría salir, casi le parecía  que lo había conseguido cuando el sonido de una rama al romperse llegó a sus oídos, volteó pero ya estaba sobre él. Gritó pero en el silencio y el viento nadie lo escuchó.

A la mañana siguiente la noticia de la desaparición de un niño corría por la comunidad, no se podía sino hablar al respecto, la gente estaba muy preocupada sobre todo por el momento en que vivían: No era el primero.

  • - No hay rastros-decía uno de los hombres que había estado en la búsqueda-Es como si hubiera desaparecido.
  • - Pero tenemos que encontrarlo-decía otro.
  • - Haremos lo posible.

Aunque hubiera varios hombres en la búsqueda les quedaba en claro a los demás que no estaban muy esperanzados de conseguirlo, no habían logrado encontrar a uno solo de los pequeños que habían desaparecido en los meses anteriores. Lo que más inquietud despertaba era el supuesto motivo de que los niños desaparecieran.

  • - Fue el monstruo-murmuraban las mujeres-Vive en el bosque y devora a nuestros niños.

Sonaba bastante insensato pero ellos lo creían, por más que se hubieran duplicado las medidas de seguridad por el lugar de alguna manera aún habían desaparecido niños de la comunidad y no se encontraba pistas de ellos, muchos padres rogaban por encontrar al menos sus restos pero ni siquiera eso habían conseguido, lo cual provocaba una pesadumbre mayor en los familiares.

  • - Necesitamos hacer algo-comentaban varios.

Lo cierto era que las ideas no sobraban, muchos estaban tomando bastante en serio ese asunto de que había un monstruo en los alrededores, en el interior del bosque y que  era necesario entrar y cazarlo para acabar con él antes de que acabara con más de sus pequeños pero en parte sonaba bastante descabellado todavía para algunos y otros sinceramente temían lo que podían encontrar si se internaban en el antiguo lugar sitiado por árboles, fuera cierto o no que algo vivía ahí no muchos estaban el la labor de hacerle frente. Sin más que en esos momentos la búsqueda se llevara a cabo por grupos que no se separaban ni un momento indicaba que nadie se sentía del todo capaz de hacer frente a un imprevisto, de la manera que fuera.

Se trataba de encontrar alguna pista del pequeño desaparecido pero como ya se estaba haciendo costumbre en esos casos no había nada, no se encontraba un rastro ni una señal, algo que indicara lo que había sucedido, era quizás lo más desesperante, no tener por lo menos pistas de lo que ocurría. Pasaron horas de esa manera sin que hubiera algún indicio que les diera al menos una dirección, todo estaba como siempre, el menos en apariencia. Sin embargo algo sucedió ese día.

  • - ¡¡¡Aquí!!! ¡¡¡Vengan aquí!!! ¡¡¡Ayuda aquí!!!

Que quien diera de gritos de terror y angustia al mismo tiempo que se escuchaban disparos fuera justamente un grupo de hombres fuertes y armados causó alarma de inmediato y los otros grupos fueron de inmediato hacia ellos alistando sus armas pues habían escuchado algunos disparos, finalmente alcanzaron el sitio y vieron que los otros seguían disparando aparentemente a nada pues no se podía ver su objetivo, lo siguiente que encontraron fue demasiado triste e increíble.

Pasó un largo rato para que hubiera algo de calma y se supiera lo ocurrido.

  • - ¿Qué fue lo que sucedió?-preguntaba uno.
  • - Esa cosa tenía al niño-dijo uno de los que habían gritado por ayuda-Lo vimos, esa cosa es la culpable, está matando a nuestros niños.

En medio de ese tipo de explicaciones que parecían incoherentes no pasó mucho para que el resto de la comunidad supiera lo que había ocurrido, ahora tenían una explicación a lo que estaba sucediendo.

  • - Vive en el bosque, es lo que está atacando a nuestros niños.

Sin mayores informes y sin parecer que los necesitaran la gente dijo claramente lo que ocurría: Se trataba de un monstruo.

 

 

Conforme se acercaban el clima les daba la bienvenida y a pesar de tratarse de un territorio isleño no era cálido sino más bien frío, se podía sentir claramente como el aire soplaba y se distinguía a lo lejos una niebla que bien podía cubrir todo el sitio, no era para menos que con ese panorama se prestara a un miedo a lo desconocido. La isla se encontraba en un punto bastante particular ya que por su extensión contaba con un amplio bosque y acantilados, la marea podía subir muy alto y caer muy bajo, cuando eso sucedía incluso parecía unirse a otros caminos que llevaban a otras regiones boscosas en las que la gente, por lo inhóspitas que resultaban, no se aventuraba.

Por lo demás la gente era sencilla y silenciosa, se mantenía con el mismo estilo de vida que habían llevado desde siglos atrás, cazaban poco en comparación a otras actividades como la pesca y el cultivo, incluso pastoreaban y para eso si había buenas tierras, era una actividad a la que se dedicaban varios  con sus familias y que hasta entonces había sido una importante fuente de ingresos.

Era a ese sitio al que se dirigían dos personas: Shura de Capricornio y Death Mask de Cáncer.

Ambos hombres se conocían pues alguna vez sus intereses los habían unido y aparentemente era de esa manera de nuevo, la noticia de lo que estaba sucediendo había llegado a los dos aunque por medios diferentes pero los había impulsado a tomar la misma resolución, ir personalmente y averiguar lo que estaba sucediendo y no era para menos pues no eran los únicos que deseaban respuestas. Cuando escucharon que se habían dado una serie de ataques misteriosos y desapariciones decidieron que bien valía ir a investigar aunque con una óptica diferente de lo que quizás encontrarían.

Shura de Capricornio era un alto hombre de cabellos y ojos negros que se dedicaba a l periodismo, específicamente al periodismo del reino animal y a otra rama no tan bien aceptada por varias personas mientras que Death Mask de Cáncer en cierta manera se dedicaba a los animales también ya que era una especie de guardabosques de una reserva para la vida salvaje.

  • - No esperaba verte por aquí Death-dijo el de cabellos negros cuando lo reconoció.
  • - Shura-respondió el otro al verlo-¿Cubriendo una noticia de este tipo? ¿Qué sucedió? ¿El yeti estaba ocupado para una entrevista?
  • - Búrlate lo que quieras, veo que tú también viniste.
  • - Es mejor dar un vistazo a lo que está sucediendo antes de que todas estas historias sobre un monstruo se salgan de control.
  • - Sigue sin creer que puede ser algo más.
  • - Ya sabes la respuesta a eso.

Era cierto que se conocían y bastante pero en ese instante tan solo estaban ahí por su trabajo, Shura esperaba cubrir la historia sobre lo que fuera que estaba atacando en el lugar pues tenía cierta fama como reportero pero sus notas durante los últimos años se habían tratado casi exclusivamente sobre animales y seres míticos en diversas partes del mundo, él se limitaba a presentar los hechos y las teorías que se habían dado al respecto; en cambio  Death Mask no podía ser más alejado de ese ambiente, se dedicaba al cuidado y preservación así como control de animales, le gustaban más que a gente, as u forma de ver la vida eran por mucho más confiables.

Siguieron charlando un poco conforme se acercaban y finalmente lograron divisar el puerto, se notaba que había varias personas por el lugar, aunque el tema parecía seguir siendo el de las desapariciones y el supuesto monstruo.

  • - Me pregunto que tipo de evidencias tienen hasta ahora-comentaba el de ojos negros.
  • - No las tienen-respondió Death Mask-Es por eso que creen que hay un monstruo.

Guardaron silencio hasta que arribaron al sitio al que necesitaban llegar, fuera lo que fuera que estaba sucediendo lo iban a descubrir.

 

 

Con sus equipajes a un lado se dispusieron a instalarse y ahí hubo una pequeña sorpresa, no desagradable pero no la contemplaban: estarían instalados en la misma casa. Les fue informado apenas aparecieron pues alguien estaba ahí para recibirlos.

  • - Agradecemos que vinieran-comentaba un hombre uniformado-Soy el sheriff, Naps Colterb, y supongo que ya saben algo de lo que está ocurriendo.

Era un hombre de mediana edad, se veía fuerte y alto, además era de cabellos castaños y ojos azules, eso y que tenía un olor a lavanda añeja, lo cual como siempre provocó en Shura un par de estornudos algo ruidosos, no era alérgico pero le provocaba estornudar un poco.

  • - ¿Está bien?-le preguntó el uniformado.
  • - Si, es por el olor de la lavanda-se explicó el de cabellos negros-Lo lamento, no es importante.
  • - Está bien, yo mismo la cultivo en mi casa, soy el único que la tiene en estas regiones pero no sabía que alguien reaccionaría de esta manera.
  • - Estoy bien, se lo aseguro, mi nombre es Shura de Capricornio-se presentó el de cabellos oscuros dejando de lado sus estornudos-Estoy aquí por las desapariciones y probables ataques de una criatura en sus bosques.
  • - Death Mask de Cáncer-dijo el de cabellos azules interviniendo-Y parece que se trata de un animal salvaje.

El sheriff los miraba a ambos y decidió proseguir.

  • - Lo que sabemos sin duda alguna es que varios de los niños del lugar han desaparecido, no encontramos rastros de ninguna clase y por eso han corrido estas historias de un monstruo, hay quienes juran que lo vieron con uno de los niños.
  • - La histeria puede ser más dañina que cualquier animal que ronde por los alrededores-dijo el de cabellos azules-Sea lo que sea que ocurra me gustaría apoyarlos.
  • - Gracias, se nos informó que usted es un gran cazador.
  • - No lo hago por placer, solo cuando es necesario neutralizar a una amenaza latente.
  • - ¿Dónde nos instalaremos?-preguntaba el de ojos oscuros.
  • - ¿Ya se conocen?-preguntó el sheriff.
  • - Si-respondieron ambos al mismo tiempo.
  • - Que mejor, comprenderán que no hay muchas cosas por aquí, es un sitio más bien aislado, no hay hoteles y ese tipo de lugares así que esperamos que no les importe compartir casa.

Se dieron una rápida mirada entre ambos pero dijeron que no.

  • - Los llevaré ahora mismo.

Los tres subieron a un vehículo de hacía algunos años, por la mirada que lograron tener sin duda el tiempo no transcurría por ese sitio, aunque se notaba un cierto temor en el aire, la gente sin duda estaba asustada.

  • - A todos nos tiene preocupados este asunto-les comentaba el sheriff-Tratamos de encontrar a los niños que se habían perdido aunque no había pistas pero cuando dijeron que vieron al monstruo definitivamente los demás se mostraron en guardia, a pesar de los patrullajes y que trajera a otros hombres a cuidar no ha sido suficiente.
  • - ¿Tienen alguna evidencia de esa criatura?-preguntó Shura.
  • - No-admitió el uniformado-Me gustaría tener algo pero aquí las cosas no se hacen como en las ciudades, los laboratorios y los equipos especiales, nunca había sido necesario nada de eso y con este clima cualquier registro o intento de búsqueda es muy complicado.
  • - Entonces ¿solo se cuenta con los testimonios de la gente?
  • - Si.

El resto del camino los tres hombres en el vehículo guardaron absoluto silencio hasta llegar a la casa en la que se instalarían y algo en su aspecto no brindaba una cálida bienvenida pues aunque espaciosa semejaba una especie de casona abandonada de película de terror con los árboles secos rodeándola y las ventanas oscurecidas además de la madera chirriante.

  • - Espero que no les importe-explicaba el sheriff-Es un buen lugar y tendrán privacidad para su trabajo.

Entraron y la explicación fue más completa.

  • - Era una funeraria pero quedó en desuso hace años, los dueños se mudaron a otra casa aquí mismo y actualizaron un poco su equipo así que lo de aquí ya no fue movido de su sitio.

A los recién llegados les pareció que no era un mal lugar, era silencioso y tranquilo, ni siquiera había casas cercanas, aunque sin duda a otros les hubiera resultado tétrico. Pero a ellos no.

  • - Debo regresar-decía el sheriff.
  • - Entendemos, muchas gracias por traernos-decía Death Mask.
  • - Gracias-comentó Shura.

El tercer hombre se fue diciendo lo común, que si necesitaban algo trataría de ayudarlos pero al final estaban los dos solos en ese sitio y lo mejor era instalarse, dieron un pequeño recorrido por el lugar y se decidieron por sus habitaciones, comprobaron que estaba limpio todo y se aseguraron de que contaran con agua, luz y electricidad, además de gas, todo estaba en orden aparentemente y gracias a eso pudieron hablar un poco más entre ellos.

  • - No es tan mal sitio-decía Shura-He estado en otros menos atrayentes, mucho menos atrayentes definitivamente.
  • - Cuento con un techo, es más de lo que he tenido en varias ocasiones-mencionó Death Mask.
  • - Quisiera tener registros de las investigaciones hasta ahora, así me haría una mejor idea de lo que ha estado sucediendo por la región.
  • - Tal vez el sheriff logre darte una copia si se la pides, yo tan solo quisiera poder explorar.
  • - ¿Por qué viniste Death Mask?-preguntó el de cabello negro.

Habían encontrado la cocina y de inmediato ambos querían algo de beber, algo caliente, el aire helado les había calado los huesos.

  • - Si en verdad un animal esta relacionado con estas desapariciones-respondió el de cabello azul-es necesario encontrarlo y neutralizarlo lo más pronto posible para evitar que lastime a alguien más.
  • - La gente no ha hablado de un animal.
  • - Y es por eso que tú estás aquí ¿verdad?-preguntó mirándolo con una especie de sonrisa.
  • - Puede que no sea un animal, que sea algo más.
  • - Hablemos de lo que si sabemos Shura, son varios niños los que han desaparecido, en los últimos ocho meses han desaparecido seis niños, no hay rastros de ellos que indiquen su situación pero se presume que estén muertos. Se pensaba en un principio que tal vez eran secuestros pero nada lo indicaba de esa manera.
  • - Hasta que vieron a una criatura con uno de ellos-intervino el de mirada oscura-De acuerdo a lo que sé en las orillas del bosque vieron a un ser de gran tamaño con el cuerpo de uno de los niños que había desaparecido unos días antes.
  • - En el peor de los casos Shura se trata de un animal y lo mejor será neutralizarlo cuanto antes o puede seguir atacando.
  • - ¿No te das cuenta de la oportunidad que representa Death Mask?-preguntaba el de cabellos negros-Tal vez sea un ser que no conocemos y se mantuvo oculto hasta ahora.
  • - Sabes lo que pienso de eso.

Era verdad que lo sabía, el de Capricornio era un entusiasta de los seres míticos y las leyendas sobre criaturas como el sasquash, las arañas gigantes, serpientes y calamares gigantes en el mar, extrañas criaturas de los bosques y los pantanos, seres ancestrales perdidos en las montañas, incluso de los mitos urbanos de algunas ciudades, por eso había participado en las investigaciones llevadas a cabo en los Pikes Peak para encontrar rastros del hombre de las nieves, en una importante embarcación para ir tras ballenas blancas como las de Moby Dick, las bestias del pantano de Arkansas en los Estados Unidos y los peces gigantes asesinos del lago en Minnesota pero lo de ese momento no era parte de una leyenda sino algo contemporáneo. Claro que el de cabellos azules no se tomaba en serio nada de eso, para él si no había rastros o señales no era real sino simples historias de la gente que sin duda estaba dispuesta a hacer trabajar de más su imaginación.

  • - Sea lo que sea debemos detenerlo-aseguró el de ojos azules con firmeza-Criatura, animal o monstruo hay niños desaparecidos y eso es lo más importante Shura.

En eso si estaban de acuerdo los dos.

 

 

En la comunidad las personas estaban inquietas y no era para menos, las autoridades a cargo hacían lo mejor que podían y daban sus recomendaciones a los del lugar: lo mejor era reunirse en grupos para cuidar de sus ovejas, que anduvieran armados de alguna manera cuando salían al campo, mantenerse en espacios abiertos y jamás en sitios encerrados o sin salidas, si eran atacados lo mejor era hacerle frente en grupo, sobre todo no exponer a los niños al peligro, era mejor que los adultos se encargaran de pastorear o de ir a los campos. Pero eso era complicado para muchas familias, no podían abandonar sus cultivos porque eran indispensables para su sobrevivencia y tampoco podían descuidar a las ovejas, no era posible ir en grupos cuando no se encontraba una lógica a los ataques, un día aquí y otro día allá.

El clima era malo, muy malo, ya en años anteriores se habían perdido cosechas y ganado por esa causa, el miedo a una hambruna corría, no se podía decir con precisión si el supuesto monstruo o el hambre asustaban más.

El sheriff y los otros hombres estaban ahí y se esforzaban por encontrar respuestas pero pese a los patrullajes y las búsquedas con voluntarios no había nada, además que era necesario cubrir otros sitios ya que esa isla no era la única, pertenecía a una serie de islas pobladas y se consideraba mejor que contara solo con un servicio de policía. Shura y Death Mask ya sabían algo de todo eso, justamente a la mañana siguiente de su llegada lograron hablar con el uniformado que se mostraba decaído con los acontecimientos.

  • - En todos los casos ha sido lo mismo-decía el caballero de cabellos castaños-Los niños estaban solos en el campo o en los alrededores del bosque y nadie supo nada más de ellos, se ha buscado desde el primero incluso en el interior del bosque pero es un sitio muy amplio y con la niebla que desciende y el clima frío y estas lluvias sorpresivas no es sencillo, hay sitios peligrosos además de animales, hay lobos y osos, no nos hace sencillo ir con partidas de voluntarios y explorar.
  • - ¿No hay quien pueda hacer de guía?-preguntaba Shura.
  • - Se necesitaría ser un explorador experimentado y gran conocedor del terreno-les explicaba el sheriff--La gente de aquí siempre ha sido sencilla y devota de sus costumbres, desde que es pequeña escucha historias del bosque para asustarlos y que se porten bien.
  • - Así que nunca entraban ahí.
  • - Nunca.
  • - Me gustaría ir en su siguiente recorrido-intervino Death Mask-Quisiera ver el terreno por mi mismo.
  • - Será un honor-decía el uniformado-Hoy hay otra partida de búsqueda, ya sea por los niños o por el monstruo, tan solo espero que encontremos algo, un rastro al menos.
  • - Me gustaría ir también-comentó Shura-He estado antes en búsquedas y exploraciones, creo que puedo ser de ayuda si se me permite participar.
  • - Toda la ayuda es necesaria ahora.

Con eso parecía claro que estaban dispuestos a ir con los demás.

No tardaron en ver a algunos de los que irían, la mayoría eran voluntarios y que similar a ellos dos no sabían mucho del terreno, como fuera se pusieron en marcha, iban armados con rifles y un silbato, si veían algo o escuchaban algo con un silbido alertarían a los demás de inmediato. Conforme avanzaban resultaba evidente que no era un sitio sencillo de recorrer, no era uno de esos bosques en los que la gente va a dar un paseo, nada de eso, más bien semejaba un laberinto en el que fácilmente podía perderse una persona.

  • - Muchos dicen que este bosque cambia de un día para otro-les comentó el sheriff.
  • - Parece que usted se mueve bien-dijo Death Mask.
  • - Me crié aquí, mi padre me traía cuando era niño, a acampar.

Siguieron avanzando pero no había rastros que les indicaran algo concreto, si había marcas de otros animales pero no de personas o lo que pudieran achacarle a una criatura desconocida hasta el momento.

  • - ¿Ustedes creen de verdad en eso de un monstruo?-preguntó el sheriff abiertamente.
  • - Si-dijo Shura.
  • - No-Dijo Death Mask.

Ambos lo dijeron al mismo tiempo y se notaba en sus miradas que no lograrían un acuerdo en ese asunto.

Como fuera la partida no les dio nada, era como las otras que habían tenido y se notaba la inquietud en los rostros, el de Cáncer y el de Capricornio aún lo comentaban cuando regresaron a su casa temporal.

  • - No había nada de tu monstruo Shura.
  • - Eso no significa que no esté ahí Death Mask.
  • - Sé que te ganas la vida de esta manera, en serio, pero sabes que no creo en nada de eso.
  • - Hay más en este amplio mundo de lo que parece, quiero mostrarle a los demás que aún hay mucho por conocer.
  • - No por eso encontrarás un monstruo que habita en las profundidades de los bosques.
  • - Hace décadas se habló de una criatura del tamaño de un perro con la cola de castor y el pico de un pato que estaba cubierta de pelo y nada los investigadores creyeron que era una broma, lo creyeron al menos hasta que conocieron al ornitorrinco.
  • - No estamos hablando de una curiosidad de la naturaleza Shura-dijo con firmeza el de cabello azul-Me he pasado la mayor parte de mi vida entre animales y jamás he encontrado a uno que no deje rastros de su paso, tú mismo viste que había señales de otros pero no de alguno que no se pudiera definir. Y si se trata de un animal lo voy a encontrar.
  • - Como desees, yo seguiré investigando por mi cuenta, necesito saber más sobre lo que vieron.

Aparentemente ninguno de los dos iba a ceder en su postura.

 

 

Mientras Death Mask se dedicó por su cuenta a hacer algunos recorridos y a estudiar la región  sabía que el de cabellos negros estaría hurgando entre la gente para encontrar lo que quisiera escuchar, él por su parte creía en estar preparado, por eso iba armado y en compañía de otros de la región que también iban armados se dedicaba a los recorridos y las búsquedas aunque hasta ese momento no habían conseguido nada, incluso entre ellos escuchó la misma historia de que era un monstruo el responsable y no eran pocos los que opinaban que lo mejor era incendiar el bosque para acabar con él. Comprendía que estaban asustados y que nadie quería que otro niño desapareciera pero algo en todo ese asunto se le hacía muy extraño.

El de cabellos azules había recorrido algunos de los sitios más inhóspitos del planeta en la búsqueda de animales, había visto seres que los demás no creerían que existían o que se creían extintos y que incluso por años la comunidad científica se había negado a creer que podrían habitar la Tierra pero él los había visto, como los murciélagos gigantes que medían metro y medio y volaban a la luz del día o las arañas que vivían en colonias de cientos de miembros, que un ser no hubiera sido visto antes no significaba que no podría existir, sabía bien que era posible eso pero lo de un monstruo  no terminaba de ser convincente para él, aunque aún de ser un animal ¿Qué clase de animal podría ser? Tal vez un oso o un lobo pero no lo creía, no por la manera en que se habían desarrollado los ataques, no sabía de algún animal con el tamaño suficiente para llevarse a un niño que lo secuestrara y después no dejara rastros, era verdad que algunas veces los animales atacaban a la gente pero en medio de todo eso algo no lo convencía. Ese día no fue mejor que los anteriores y no encontraron nada.

La niebla comenzaba  a bajar, era mejor volver antes de quedar perdidos en medio de ella.

Eso y orar era todo lo que podían hacer para que se terminara con esa incertidumbre.

Pero el sistema de Shura no estaba tan alejado de lo que pensaba el de cabellos azules, estaba en una etapa de su investigación que consideraba crucial y era la de hablar con las personas de la comunidad sobre lo que estaba sucediendo, en lo cual por cierto no tuvo problemas pues parecía que como siempre la gente estaba dispuesta a hablar. No tardó mucho en ser informado de caso por caso, desde el primero.

El primer caso reportado había sido el del hijo del herrero de la región, un pequeño de diez años que estaba jugando en los alrededores del bosque la última vez que se le vio, unas semanas después fue el de un pequeño de ocho que pastoreaba a las ovejas de su familia, se dieron cuenta de su desaparición cuando vieron a las ovejas como perdidas, a unos días de ese evento otro niño de nueve años cuyo padre envió por leña desapareció, luego fue un niño de siete que se había separado de su padre para regresar por una oveja de sus campos y no se le volvió a ver, un par de semanas después fue un pequeño de diez de nuevo que andaba jugando en los cultivos de su familia y el último había sido un niño de ocho que se había separado de sus amigos cuando regresaban de la escuela por cruzar por el bosque.

Aparte de eso se sentía el miedo en la voz de las personas con las que hablaba, en un principio habían creído que quizás alguien estaba secuestrando a los pequeños pero nada indicaba que fuera de esa manera, para salir de ahí se necesitaba de una embarcación y todas las embarcaciones fueron revisadas sin dejar un rincón sin registrar, además no se dejaba alguna nota o se pedía rescate, nadie de la misma comunidad dejó de cooperar con las investigaciones, lo más complicado para los dolientes familiares era que no se encontraban restos de sus pequeños, no sabían si estaban vivos o muertos, no hasta que vieron a uno de los niños muerto en manos de la criatura que supuestamente era la responsable.

Para el de Capricornio estaba en claro que nadie dudaba de la responsabilidad de El Monstruo (que era como lo llamaban sin titubear) en todo ese asunto.

Tomaba notas, llevaba un registro en su grabadora digital, recogió opiniones y testimonios y lo único que sacaba en claro era que de verdad creían que era culpa de un monstruo aunque nunca antes en generaciones se hubiera dado un solo incidente sobre violencia que no se pudiera explicar. Cierto que él tenía sus propias teorías sobre toda esa cuestión pero no terminaba de recoger pruebas que dieran sustento a alguna, tal vez esa criatura a la que llamaban un monstruo era una especie de animal nunca visto antes y si era de esa manera, pese a lo trágico de todo ese asunto, confiaba en que sería todo un acontecimiento. Sin embargo había muchas cuestiones por tomar en cuenta como para llegar a eso, sobre todo cuando incluso los que supuestamente habían visto a El Monstruo no estaban de acuerdo en su aspecto y le achacaban habilidades o aspectos que definitivamente parecían producto de una imaginación muy viva.

 

 

Durante los días siguientes parecía que no había nada concreto, no hasta esa mañana.

Shura y Death Mask continuaban con sus labores pero estaban más o menos en el mismo punto pues no contaban con evidencias de nada, seguían en su labor con lo que se decía y eso no podía ser de ayuda pero el clima y ese sentimiento de temor no ayudaba a que se avanzara de ninguna manera.

  • - Aún no termino de imaginarme a un animal que pueda atacar de esta manera-decía el de cabellos azules.
  • - Parece una criatura casi mítica-comentó Shura-Por los testimonios que tengo es bastante extraña.
  • - Gente asustada queriendo ver monstruos no me parecen un testimonio confiable-dijo abiertamente el de mirada azul.
  • - Es más que eso Shura.

Y quizás hubieran seguido discutiendo la cuestión de no ser porque un sonido especial los hizo ponerse alerta, se escuchaba una sirena por lo alto, señal innegable de que había un problema, de inmediato salieron y se dieron cuenta que la gente se dirigía al centro de la comunidad, lo hicieron también y apenas iban llegando cuando escucharon lo ocurrido de uno de los ayudantes del sheriff.

  • - Otro niño desapareció.

Por lo que les informaron de inmediato el pequeño era hijo de una familia de los alrededores, estaba cuidando de las dos vacas de la familia en su corral, cuando su padre regresó no lo vio, su madre lo fue a buscar y no estaba ahí, no había señales de él y nadie de los alrededores lo había visto, llevaban las horas pasadas buscándolo pero no había rastro alguno del pequeño. No pasó mucho para que se dijera que El Monstruo había atacado de nuevo. Se había hecho sonar la sirena para pedir voluntarios y buscar de inmediato y de la misma manera obtuvieron a hombres que estaban dispuestos a ir a buscar con los demás.

Pero la búsqueda después de horas no dejaba nada, no se veía al pequeño por ningún lugar.

Cuando Death Mask y Shura pasaron por la casa del niño desaparecido lograron ver el sitio, no había huellas más que aquellas que hacía la policía al investigar, por lo demás no se veían signos de violencia ni nada similar, la gente estaba asustada, ahora eran atacados en su propio hogar.

  • - ¿Aún crees que es un animal común?-preguntaba Shura.
  • - No-respondió Death Mask en voz neutra.
  • - Así que ya cambiaste de opinión.
  • - No es un animal-dijo con seguridad el de ojos azules.
  • - Es una criatura.

Pero el otro no se mostraba convencido de ninguna manera.

  • - ¿Qué sucede Death Mask?
  • - Para ser un animal es demasiado listo.
  • - ¿Por qué me parece que sospechas de algo más?

No obtuvo una respuesta, tan solo observó como esos ojos azules seguían los detalles a su alcance.

Ambos sabían que estaban en una situación similar, sin pruebas podían decir muchas cosas pero comprobar algo era diferente, ni Death Mask tenía algo que lo ayudara a desmentir esa historia de una criatura que atacaba pero Shura tampoco tenía algo que probara que estaba sucediendo lo que se decía. Eso y que ante la ausencia de respuestas la gente podía seguir haciéndose ideas sobre un monstruo que habitaba los bosques y salía para atacar a sus pequeños.

 

 

Al volver a su casa los dos hombres trataban de encontrar una manera de seguir con sus investigaciones pero tenían exactamente lo mismo y sin embargo querían comprobar cosas opuestas.

  • - Volvió a atacar Shura, sea lo que sea tenemos que detenerlo, esto no puede continuar así.
  • - Estoy de tu parte pero es complicado si no terminamos de estar de acuerdo acerca de lo que es que ataca.
  • - Lo de este último niño, fue demasiado osado, estaba en su casa prácticamente, si antes estaban asustados ahora lo estarán al doble.
  • - Escuché que el sheriff va a irse por unos días Death Mask.
  • - Si, yo también lo escuché, necesita reclutar más hombres de las otras islas y traerlos aquí pero mientras tanto no estará, no me quiero imaginar lo que puede hacer la comunidad en ese tiempo.
  • - No los culpo, quieres respuestas, ahora sienten que ni siquiera en sus hogares están a salvo.
  • - Pero es la forma de los ataques la que me resulta extraña-decía el de cabellos azules con inquietud-Ataca solo a niños, nunca ha atacado a un adulto ¿Por qué puede ser eso?
  • - ¿Es importante?
  • - Si en verdad es un animal resulta arriesgado atacar a la gente, aún cuando lo hacen es en grupos y si no es porque los ven más pequeños o indefensos como a los enfermos o heridos, si es de esa manera hablamos de una criatura de gran tamaño.
  • - ¿Aún dudas de las descripciones que me han dicho?-preguntaba el de Capricornio-Todos dijeron que era una criatura de gran tamaño y fuerza.
  • - Un animal deja huellas Shura-dijo tajante el de Cáncer-Este no lo hace, no hay rastros ni huellas ni nada.
  • - Los testigos lo vieron.
  • - No voy a creer en un monstruo, la gente vio lo que quiso ver en unos segundos sintiéndose asustados, estaban predispuestos a creer en un monstruo de los bosques.
  • - De nuevo no podemos estar de acuerdo.
  • - Fue por eso que no separamos ¿ya se te olvidó?-comentó de repente el de ojos azules.

Se miraron solamente, ellos dos se conocían y bastante pues habían sostenido una relación durante un tiempo.

Shura había ido a cubrir una de sus primeras historias sobre unos tigres en la India, habitaban de manera salvaje y se buscaba llevarlos a una reserva natural, él cubriría la historia y fue cuando conoció a Death Mask quien estaba ahí para ayudar a la captura con el menor daño posible a los enormes felinos pues incluso se decía que había atacado en una pequeña comunidad de los alrededores. Ambos eran amigos de uno de los coordinadores del proyecto, un joven rubio de nombre Shaka, los presentó y se sintieron atraídos desde el inicio, no eran afectos a involucrarse con alguien en medio de su trabajo pero esa ocasión fue diferente, no pasó mucho para que se comprendieran y tampoco se necesitó de demasiado para que pasaran la noche juntos en la misma habitación.

Por un tiempo las cosas marcharon bien y parecía que la relación funcionaba, se gustaban, se agradaban, tenían maneras similares de ver la vida y de sobrellevar sus carreras, aunque la final sus propias carreras y su carácter no les permitió llegar a algo más, terminaron separándose porque en ese momento les resultaba lo mejor o al menos eso se dijeron pero a pesar del tiempo no se habían olvidado, eso era bastante claro, aunque aún no hablaran de ello. En todo es tiempo separados no había habido nadie más en sus vidas, nadie que siquiera pusiera compararse con ese hombre al que en algún momento creyeron poder tener en sus vidas.

  • - Será mejor ir a descansar-dijo Death Mask dándose vuelta para ir a su habitación.
  • - Que descanses.

No era momento para sacar a flote sus propias frustraciones sino para dedicarse a la labor que los había llevado hasta ahí.

 

 

Trataron de descansar esa noche pero al día siguiente ambos fueron al centro de la comunidad, sin duda el miedo aumentaba entre los pobladores y la ausencia del sheriff no estaba ayudando, pero también escucharon que se celebraría un servicio religioso, quizás eso ayudara pero no parecía que la tranquilidad fuera a regresar prontamente. Fue debido a eso que sintieron que no estaba mal asistir, podría ser un consuelo para los demás aunque cuando escucharon el sermón no estuvieron seguros de que fuera a ser de ayuda.

  • - Los cielos nos envían este mal para castigar nuestras faltas, para que volvamos a la vereda y reconozcamos nuestros pecados...

Definitivamente en los rostros no se leía que fuera un alivio, después de dos horas de escuchar que las mismas personas de la comunidad eran culpables del mal que los aquejaba se terminó. Terminaron por regresar a la casa en la que estaban hospedados con un sentimiento de desasosiego, no podían prever de qué manera finalizaría todo ese asunto.

Una vez de regreso en la casa algo más sucedería: El clima empeoró.

Cierto que se trataba de una región con un clima un tanto cambiante pero era como si las lluvias se hubieran acentuado en esa época y por lo mismo se hacía frío y una densa niebla se aposentaba sobre la región con frecuencia.

  • - Si las cosas siguen así los refuerzos tardarán en llegar-comentó Death Mask mirando por la ventana.
  • - Espero que no haya otro ataque-agregó Shura.
  • - Quizás se pueda hacer una revisión en el bosque y se pueda descubrir lo que en verdad sucede.
  • - ¿Quieres ir al bosque?-preguntó impresionado el de cabellos oscuros.
  • - Si.
  • - Ya se han hecho pesquisas y revisiones Death Mask, no hay nada hasta el momento.
  • - Iré por mi cuenta, así podré explorar por mi mismo, quiero ir a la parte profunda, si en verdad hay algo lo voy a encontrar.

El de Capricornio callaba pero no podía sino pensar en lo que implicaba todo eso, de entrada se escuchaba arriesgado pero antes de poder decir algo al respecto sucedió uno de esos pequeños imprevistos de los que pueden depender mucho a futuro. Se fue la energía eléctrica. En un instante la casa terminó a oscuras.

  • - Que momento para irse la luz-dijo el de Capricornio.
  • - Hay lámparas entre mis cosas-comentó el de Cáncer-Solo necesitamos un par.

Se dirigieron a la habitación del de cabellos azules pero bastó para que el de mirada oscura dijera lo que estaba pensando, más bien recordando cuando ya se estaba riendo de manera ahogada.

  • - ¿Por qué la risita?-quiso saber el de cabello azulado al escuchar al de ojos negros.
  • - Es que recordaba aquella vez que nos quedamos juntos y se fue la energía eléctrica.

Sin duda había sido un momento memorable para la vida de los dos, en esa ocasión estaban solos y a oscuras, durante las horas anteriores se habían mirado bastante casi sin separarse, sin duda por eso cuando estuvieron en privado y sin luz terminaron haciendo el amor.

  • - ¿Lo recuerdas Shura?
  • - Fue especial.

Pese a la penumbra, la falta de claridad, se miraban, se sentían.

  • - ¿Tú aún lo recuerdas?-preguntó el de cabello negro.
  • - A veces-fue su respuesta-Como ahora.

Estaban ya con las lámparas en las manos pero había algo más, una especie de cuaderno y el de Capricornio no pudo evitar la curiosidad.

  • - ¿Qué es esto?-preguntó.

Pero al mismo tiempo que preguntaba lo tomaba entre sus manos para abrirlo y se quedó un poco sorprendido con lo que vio a la luz de la linterna, no estaba seguro de lo que debía pensar cuando reconoció lo que contenía pues eran una serie de recortes de varios artículos.

  • - Son mis reportajes-dijo el de Capricornio.

Así era, se trataba de algunos de los reportajes que él había cubierto para diversas revistas en los años anteriores pero no terminaba de comprender porqué el otro los había guardado y mucho menos lo que hacía llevándolos consigo cuando nunca había sido de llevar exceso de equipaje.

  • - ¿Por qué traes esto Death Mask?-preguntó confundido.
  • - Solo quería saber que estabas bien Shura.

Eso era bastante efusivo tratándose del de cabellos azules sin duda, eso y que demostraba que era verdad que aún pensaba en el de ojos negros. Fue por eso que no existieron muchos miramientos ni dudas para acercarse al de ojos azulados y buscar su rostro con suavidad.

  • - Gracias por preocuparte-le susurró.

Después de eso vino el beso, uno de esos que ya habían compartido y que resultaba bastante gratificante de recordar, tanto que el otro no vaciló en responder y buscar que se acercaran para sentirse en un estrecho abrazo.

Ambos estaban al tanto que tal vez el momento no era el más propicio para tratar de tener algo entre los dos pero tampoco veían porque no hacerlo, estaban juntos de nuevo después de tanto tiempo, libres y sin ataduras, no había otra persona a la cual responder por sus acciones, aunque todo eso quedó a un lado después de unos instantes de besos y caricias.

Death Mask terminó por separarse un poco y buscó la mirada oscura del de Capricornio, necesitaba algo, convencerse de lo que estaba sucediendo y que era lo correcto o por lo menos de que no era un error.

  • - Shura-logró decirle.
  • - ¿Qué?-preguntaba el otro besando su cuello.
  • - ¿De verdad quieres esto?
  • - ¿Tú no?
  • - Hace tiempo desde que nosotros...
  • - ¿Tenemos que discutirlo ahora?-dijo mirándolo directamente.

No parecía que fuera el mejor momento así que dejaron de pensar en ello, dejaron de pensar en todo lo que no fuera ese hombre tan cerca de su propio cuerpo.

 

 

El de cabellos azules llevó sus manos a ese oscuro cabello para hacer que el otro se acercara a su rostro y se besaran con intensidad, inclinando un poco sus rostros y separando sus labios para permitirse besos encendidos en los que sus lenguas se encontraban y jugueteaban, buscaban más del otro y no pasó mucho para que esos mismos besos encendieran otro tipo de caricias, sus manos fueron por la anatomía de su compañero y a veces entre ellas se cruzaban por los mismos caminos y en otras provocaban un suave gemido o un estremecimiento, por eso no fueron tímidas al traspasar las telas y debajo de las mismas seguir descubriendo ese cuerpo que ya antes habían explorado y ahora recordaban como era.

En algunos momentos no fueron del todo pacientes, Shura logró empujar al de ojos azules contra una de las paredes y prácticamente lo acorraló como si temiera que fuera a marcharse pero el de Cáncer ciertamente no pensaba en eso y tampoco se tomó muchos miramientos para apartar la camisa que se entrometía en sus deseos, los botones salieron volando por un lado mientras la prenda terminaba en el suelo y sin duda buscaban más esas mismas manos exigentes que se dirigieron a la cremallera del de ojos oscuros, de un solo movimiento la bajaron y no tardaron en abrirla para entrar en contacto rápidamente con la ropa interior y acariciar de manera superficial el ya medio erguido miembro que se elevaba.

Al de cabellos negros no le quedó sino recordar que Death Mask no era particularmente paciente y que similar a una antorcha una vez que se le encendía podía arder por bastante tiempo, no tenía quejas en contra por cierto pero tenía que reconocer que nunca había estado con otro hombre que se le comparara. Sus pantalones estaban bajando por su cadera y un segundo después estaban en sus tobillos, buscó sacarlos por sus pies pero no fue posible, el de Cáncer se mostraba más veloz e interesado en otras labores así que pudo acoplarse y arrodillado delante suyo lo acariciaba con sus dedos pasando por debajo de su bóxer y haciendo que entre juego y necesidad se excitara aún más, como si quisiera asegurarse que era de esa manera lo besó justamente en la punta de su sexo y el gemido que brotó de sus labios decía que no había dudas sobre lo que estaban haciendo.

Para el de cabellos azules era grato el recuerdo de Shura, del hombre que había sido en muchos aspectos en su vida pero en la intimidad gozaba de un título que ignoraba el otro: El único. Ese hombre de cabellos oscuros sin duda alguna había sido el mejor amante que hubiera tenido, era algo que jamás se había permitido olvidar de él, tampoco su sonrisa y esa manera en que veía la vida y la fuerza de sus manos y su búsqueda implacable de lo que le interesaba, su lealtad a sus ideales, su sentido de la justicia... era tanto lo que le gustaba y aún en esos momentos no podía hacerlo a un lado, se dio prisa en bajar su ropa interior y quedó delante de su sexo ya erguido y listo, rígido por la excitación y con las señales de estar listo para algo más que caricias. Un momento más de frotarlo con sus dedos y al siguiente lo cobijó dentro de sus labios.

Shura tuvo que gemir abiertamente y hacer la cabeza hacia atrás cuando sintió lo que el de Cáncer estaba haciendo, esa manera de probarlo y excitarlo a la vez, como si en verdad nunca hubiera disfrutado tanto de compartir algo semejante con otra persona, como la cálida boca lo envolvía y esa juguetona lengua lo excitaba aún más mientras una mano apretaba levemente sus testículos y pasaba sutilmente por su entrada masculina para hacerlo disfrutar todavía más del momento. Movía sus caderas con suavidad al principio pero conforme se acoplaban el ritmo era más intenso y veloz, un excitante bombeo en que esos labios masculinos y generalmente tan orgullosos se mostraban complacientes hacia un compañero, la forma en que lo estrechaban y sabían exactamente que hacer para llevarlo hasta la culminación.

Death Mask no se detenía en su labor, quería complacer al de ojos negros pero también deseaba volver a probar su labor entre sus labios, por eso no se detenía ni buscaba reposo en su labor, en seguir acariciándolo y sobre todo por saber lo agradecido que podía ser el de Capricornio con quien sabía complacerlo. Lo cual era completamente cierto, Shura simplemente se dejaba llevar pero conforme se excitaba no cesaba de sentir una intensa necesidad por el de Cáncer, por poder tomarlo entre sus brazos, separar sus piernas y... En ese justo momento dio un gemido ahogado mientras su esencia abandonaba su cuerpo y quedaba en la boca del de mirada azulada que no dejaba de probarlo como si se asegurara de no dejar nada de esa simiente en su compañero.

Se tomaron unos instantes para respirar y relajarse un poco, solo lo necesario para poder moverse, Shura no dudó en sacarse los pantalones y la ropa interior y sin esperar besó con intensidad al de ojosa azules compartiendo su propio sabor y al mismo tiempo apartando la ropa que le estorbaba de su camino, necesitaba sentirlo completamente desnudo contra él, ese fuerte y masculino cuerpo que más de una vez en la lejanía lo había mantenido despierto con su simple recuerdo. Se tomaron unos instantes para alcanzar la cama y el de Capricornio logró que el de Cáncer  terminara sobre su espalda mientras él bajaba por su torso hasta su abdomen sin dejar de besarlo, lo acariciaba a momentos con la punta de su lengua y no aguardó para acariciar su turgente sexo de la misma manera.

Para Death Mas era bastante gratificante sentir lo que el de cabellos oscuros hacía, esa necesidad y su conocimiento de su propio cuerpo, las manos varoniles que lo acariciaban y esa experta lengua que sabía lo que buscaba y no tardó en encontrarlo pues sin inmutarse el de mirada oscura separaba sus piernas y llegaba entre ellas para acariciar su turgente sexo y hacerlo humedecer y después bajar hasta los testículos y tomar uno en su boca y después el otro, alcanzar la sensible área que los separaba de su entrada y finalmente provocar que se arqueara sobre su propia espalda al tocar su masculino pasaje al placer, reconocerlo, acariciarlo, traspasar suavemente excitándolo con intensidad, arrancándole gemidos de satisfacción y alistándolo para el asalto.

Unos dígitos lubricados con su misma saliva entraban en el sensible cuerpo del de cabellos azules, lo hacían sentirse necesitado del otro hombre que lo preparaba y dilataba su cuerpo excitándose con la visión delante de sus ojos oscuros, su miembro se alzaba de nuevo, necesitado de refugio, solo cuando le pareció que era suficiente retiró sus dedos y se colocó sobre el de cabellos azules que apenas lo tuvo a su alcance lo estrechó con fuerza contra él para besarlo profundamente, separando sus piernas pasándolas por encima de su cadera y provocando que sus miembros se encontraran y se agitaran en una especie de erótico saludo masculino.

Con algo de prisa Shura guió su rígido sexo a la masculina entrada que había dilatado y acopló la punta para asegurar su entrada, dio una primera embestida que hizo gemir a ambos, fueron necesarias otras tres para sentirse por completo y no dudaron en mirarse directamente, había algo en sus rostros, como un brillo que decía lo mucho que se habían necesitado en ese tiempo, cuanto se habían extrañado, todo lo que aún podían tener entre los dos. Death Mask no dudó en enredar sus piernas por encima de las caderas del de cabellos oscuros, a cada embate del de Capricornio parecía empujarlo con sus tobillos para hacerlo más profundo, moviendo ambos sus caderas de manera necesitada y conocedora, acoplándose en apenas unos instantes para conseguir un bombeo continuo y excitante que los llevaba a sus límites con velocidad.

El penetrante vaivén entre los dos se volvía más que sus cuerpos, lo sabían, lo sentían, casi lo respiraban, ese mismo sentimiento que una vez los había unido seguía ahí, como un capullo que espera para abrirse de nuevo y hacerlos entregarse por completo, nunca había sido de otra manera entre los dos, sin dudas ni restricciones, eran hombres apasionados por otro, uno que resultaba tan entregado y complaciente como ellos mismos, con la urgente satisfacción de estar a su lado, de sentirse parte de su cuerpo, de saberse unidos y ser uno verdaderamente, con todo y contra todo. Sus corazones latían violentamente, como si corrieran hacia una meta mientras sus nervios parecían completamente vivos y sus músculos se tensaban provocando que se aferraran uno al otro con fuerza, sus ingles parecían expandirse y contraerse, una serie de espasmos los recorrían, les faltaba la respiración y sin embargo necesitaban más de todo ello, de esa entrada al placer completo que sabían se aproximaba.

Fue un momento de pura gloria el volver a estar juntos, las sensaciones corrían por su cuerpo  como fluye el agua en un río, haciéndose más y más fuerte conforme alcanza las alturas, cercándolos en un límite de placer que buscaba liberarse, la tensión absoluta que los embargaba casi los sofocaba pero aún así no podían detenerse, tan solo quedaba ese continuo movimiento que ya ni siquiera era tal, eran meramente las ondas del placer que se anunciaba hasta que estallaron en un completo y absoluto éxtasis que los hizo gritar entre dientes y aferrarse a ese cuerpo que no era el suyo para no perder el sentido.

Vino una calma asombrosa en la habitación, tan solo se podía escuchar la respiración agitada de sus pechos y esa especie de murmullo como ecos del placer conocido, todo lo demás estaba en la misma tranquilidad de antes, antes que ellos volvieran a sentirse y a estrecharse con necesidad y urgencia. Aún se sentían muy cercanos cuando sus cuerpos se apartaron, no demasiado, solo lo suficiente para que supieran que aún estaban en el mismo lugar y que el calor de ese hombre estaba tan cerca que podían compartirlo con el suyo, solo entonces, después de largos momentos, fueron capaces de recordar el resto, donde estaban y que hacían ahí. Y resultaba maravilloso lo que recordaban de los momentos pasados.

Cuando Shura se sintió más tranquilo y descansado seguía abrazando al de cabellos azules y supo lo que deseaba hacer.

  • - Death Mask...
  • - ¿Si?
  • - Quiero ir contigo cuando vayas al bosque.
  • - No va a ser sencillo.
  • - Por eso quiero ir.

El de cabellos azules pensaba, sabía bien que el de cabellos oscuros no era de los que aceptaban una negativa, era mejor que estuvieran de acuerdo y bien preparados.

  • - Serán necesarias algunas cosas Shura.
  • - Muy bien.

Con eso estaba decidido que ambos se pondrían en camino hacia el bosque y buscarían evidencias de la esquiva criatura a la que los otros llamaban El Monstruo.

 

 

Continuará...

 

 

Notas finales:

La semana que entra si nada sucede subo el final de Correspondencia y a la siguiente termino con Monstruo, decidi hacerla así para que no se sintiera tan larga en un solo capítulo.

Atte. Zion no Bara

 


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