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Kitsune no kokoro por Takaita Hiwatari

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KITSUNE NO KOKORO:

Takaita Hiwatari

Capitulo 12: "De vuelta en Konoha":

 

Ambos permanecieron en silencio, sentados en la hierba y disfrutando de la compañía del otro. Un par de mariposas revolotearon frente a Naruto, el cual extendió un brazo lentamente hacia ellas, como incitándolas a que se posaran en la palma de su mano, pero estas pasaron de largo.

 

-Sasuke... -a pesar de no recibir respuesta, continuó hablando. -¿Alguna vez has tenido mariposas en el estómago?

-¿Qué?

-Sakura-chan me dijo que cuando te gusta alguien...

-Ah, entiendo -interrumpió con desinterés por la pregunta. -Supongo que querías preguntar si alguna vez he sentido como mariposas en el estómago, ¿no?

-Sí, eso -asintió con una sonrisa.

 

Uchiha meditó unos breves segundos, y finalmente se encogió de hombros.

 

-No.

 

Naruto iba a decir algo más, pero sintió un leve peso en la mano que todavía mantenía alzada. Sonrió al ver que se trataba de un pájaro de plumaje amarillo y blanco que se había posado en la palma de su mano y movía de forma inquieta la cabeza en todas direcciones mientras trinaba de vez en cuando. Otro pájaro más se posó en uno de los hombros del kitsune.

 

El pelinegro parpadeó curioso, observando la escena.

 

-Si esos pájaros supieran que en realidad eres un zorro, no se te acercarían con tanta confianza -comentó.

 

Y como si los pájaros hubiesen entendido lo que Sasuke había dicho, ambos emprendieron el vuelo a la misma vez, perdiéndose de vista. Naruto formó una fugaz expresión de desilusión cuando se fueron, pero rápido sonrió y observó a su amigo sentado a su lado.

 

-Oe, Sasuke. ¿Qué te gustaría ser si volvieras a nacer?

-¿Mn? -llevó la mirada a los ojos azules, algo pensativo. -Nunca he pensado en eso. No lo sé. Supongo que ser humano está bien.

 

La cola de Naruto comenzó a ondearse de un lado a otro.

 

-¿No te gustaría ser un kitsune? ¡Piénsalo! ¡Woah, sería genial si tú también fueses un kitsune!

 

Sasuke meditó lo escuchado, y no, no le resultaba atractiva para nada la idea de ser un kitsune. De solo pensar en lo que había vivido Naruto, con humanos sedientos de su poder y sin poder vivir en paz, desechó la idea rápidamente.

 

-¿No sería mejor si tú fueses humano, dobe?

 

La sonrisa de Naruto se borró al instante y el movimiento de su cola se detuvo en seco.

 

-¡No! -agitó la cabeza un par de veces, negando con vehemencia. -¡Ser humano sería como un castigo para mí! -de repente se sintió alarmado, sorprendiendo a Sasuke. -¡¡Aah!! ¡Tal vez no tenía que haberlo dicho en voz alta, Inari kami-sama puede escucharme, y sé que él me tiene un buen castigo preparado!

-¿Qué estás diciendo, bola de pelos? -el pelinegro apartó la mirada del otro y la llevó al frente, observando la tranquila corriente del río. -Esto solo es una simple conversación.

 

El rubio se calmó rápidamente, recordando porque le había preguntado a Sasuke que le gustaría ser si pudiera volver a nacer.

 

-Papá decía que si pudiera volver a nacer, le gustaría volver a ser un kitsune, o un pájaro para poder volar a cualquier lugar -mostró una sonrisa leve, pero feliz. -Tal vez esos pájaros de hace un momento eran mis padres.

 

El otro prefirió no decir nada y permaneció callado. De soslayo vio al kitsune frotarse el estómago con ambas manos, seguramente tenía hambre, como siempre. Aunque para que negarlo, él también empezaba a sentir hambre, y en ésta ocasión no llevaba nada de comida consigo.

 

La voz de Naruto rompió el silencio.

 

-¿Te gusta el pescado? -cuestionó, poniéndose de pie.

-Sí.

-¡Perfecto! Espérame aquí.

-Alto ahí, usuratonkachi -le frenó poniéndose también de pie, sabiendo lo que pretendía hacer el otro. -¿Vas a pescar con tu apariencia animal?

-Sí, no se otra forma de hacerlo.

-No pienso comer nada que hayas tenido antes en tu boca, y menos en tu forma animal -sentenció.

-¡Teme ingrato! -masculló ceñudo. -Si lo hago con esta apariencia, los peces se me escurren de las manos -se excusó. -¿Acaso tú sabes pescar?

-Tú solo dime donde hay peces, y ya lo verás.

 

Naruto guió a Sasuke a una zona alta del río donde el agua apenas era profunda. Al kitsune le llegaba hasta las rodillas. Después de que Uchiha diera unas breves explicaciones, Naruto estaba de pie dentro del agua y Sasuke fuera con un kunai en la mano.

 

-Ya sabes que hacer, bola de pelos. Intenta sacar al pez fuera del agua, yo haré el resto.

-¡No me llames bola de pelos! -protestó, aunque no dejaba de mirar los peces dentro del agua que nadaban a contracorriente. Sonrió al ver un pez de buen tamaño. Dio un violento manotazo dentro del agua, consiguiendo que el pez saltara fuera del agua, y justo en ese momento, antes de que el pez volviera a caer en el río, vio una racha metálica cruzar con velocidad frente a él y el pez desapareció. -¿Pero qué...? -entre sorprendido y confundido empezó a mirar a su alrededor, atisbando al pez clavado en el tronco de un árbol cercano por un kunai. Volteó a ver a Sasuke que le miraba fijamente, mientras sacaba otro kunai del estuche de su pierna. -¡Teme, ten cuidado! ¡Casi me cortas! -medio gritó, alzando un puño al aire. Bufó al ver que Sasuke ni siquiera se había inmutado ante su protesta, y después señaló al pez atravesado con el arma. -Ese pez es para...

-Para mí -interrumpió lo que el otro iba a decir. -Ahora, haz salir otro.

 

Naruto masculló mil maldiciones, aunque se detuvo en seco al ver un pez de mayor tamaño que el anterior y que justamente nadaba a su lado. Sin dudarlo un segundo, volvió a dar un manotazo en el agua y lo hizo salir. Pero ésta vez tuvo la precaución de apartarse un poco y con rapidez para que el kunai no le diera a él.

 

-¡Entonces ese será para mí! -exclamó rápidamente el kitsune, antes de que Uchiha se le adelantara.

 

Además de los dos anteriores, pescaron tres más. Dos serían para Sasuke, y tres para Naruto. Luego, buscaron algo de leña para encender una pequeña fogata. Sasuke utilizó su katon para hacerlo, dejando al kitsune tan sorprendido con aquello que casi le aplaude en señal de admiración, pero se contuvo para no subir el ego del pelinegro.

 

Naruto cogió uno de los peces con ambas manos, sintiéndose ansioso por llenarse el estómago.

 

-Y ahora... ¡a comer!

-Espera.

 

Cuando el rubio estaba por darle un mordisco, Sasuke le quitó el alimento, provocando que Naruto se mordiera los dedos y emitiera un grito ahogado de dolor.

 

-¡Teme! ¡Bastardo! -lloriqueó con un par de lagrimones amenazando con escapar de sus ojos.

 

Pero Sasuke no hizo mucho caso a eso. Ensartó los peces en unos palos y los clavó en la tierra, cerca del fuego.

 

-¿No pretenderías comértelos crudos, baka? -preguntó con voz tranquila. -No he encendido el fuego para nada.

 

El kitsune ladeó la cabeza sin entender aquello. Él siempre los había comido crudos, así que no sabía cual era el problema. Minutos después, un hilillo de saliva amenazaba con escaparse de sus labios cuando un exquisito aroma le golpeó, y provocó que su estómago rugiera por enésima vez.

 

-Huele muy bien -comentó. -¿Podemos comer ya?

-Sí. Ya están listos.

 

Le ofreció uno de los peces, todavía ensartado en el palo, al rubio.

 

Naruto casi emite una exclamación de felicidad cuando dio el primer bocado. ¡Estaba delicioso! Y lo comió con tal prisa, que Sasuke temió por un momento que se atragantara, o se comiera hasta el palo, pero por suerte no fue así.

 

Una vez terminaron de comer, apagaron el fuego ayudándose del agua del río junto a ellos hasta asegurarse de que no se volvería a encender.

 

-Sasuke... -aunque no recibió respuesta, siguió hablando. -Hay un lugar que me gustaría enseñarte.

-¿Mn?

-¡Pero solo si me prometes que será un secreto entre nosotros dos! -agregó de inmediato. -¡Promételo!

-Claro.

 

Ante eso, el rubio se sintió más tranquilo y emprendió el camino en dirección a las montañas, indicándole al otro con un sutil movimiento de mano que le siguiera.

 

Por un momento Sasuke pensó que Naruto le llevaría a la cueva, pero no fue así. Dejaron la cueva atrás y subieron la montaña donde ésta estaba situada. El terreno cada vez se mostraba más dificultoso. Esperó pacientemente hasta ver donde era el lugar que el rubio le quería mostrar. Llegaron a un llano, y parpadeó al ver que estaba repleto de árboles de cerezo.

 

-Es aquí -indicó Naruto, adentrándose entre los árboles hasta detenerse frente a uno en particular.

 

El pelinegro le siguió con caminar tranquilo hasta detenerse a su lado. Observó lentamente su alrededor, agradeciendo la  suave brisa que soplaba en ese alto lugar en aquel atardecer caluroso. Recordó que Naruto dijo la primera vez que le vio, que él conocía una parte del bosque donde había árboles de sakura.

 

-¡Ah, Sakura! Conozco una parte del bosque donde hay muchos árboles de sakura. Tienes nombre de flor, y además tu cabello tiene el color de esa flor.

 

-¿Éste es el lugar del que le hablaste a Sakura cuando despertaste en mi casa la primera vez?

-Sí.

 

Sasuke volvió a mirar a su alrededor, viendo solamente árboles de cerezo, y no entendió porque razón le había hecho Naruto prometer que sería un secreto entre ellos. Ese lugar no tenía nada de especial.

 

Prestó atención al escuchar al rubio hablar en voz baja, como si no quisiera ser escuchado siquiera por él mismo. No pudo evitar prestar atención de forma disimulada.

 

-Éste es mi mejor amigo, se llama Uchiha Sasuke.

 

Sintiéndose intrigado, el mencionado llevó la mirada al kitsune, descubriendo que éste observaba algo fijamente y un poco cabizbajo. Miró en aquella dirección, encontrando dos nombres tallados en la parte baja del tronco del árbol frente a ellos, aunque estaban algo difusos. Estuvo por preguntar algo, pero volvió a escuchar al otro hablar en voz baja.

 

-Pero... ¡Pero no hay de qué preocuparse! Es un Uchiha, pero es bueno conmigo, y se que nunca me haría daño.

 

El pelinegro habló antes de que el otro fuera a decir algo más.

 

-Oi, Naruto. ¿Con quién estás hablando?

 

Naruto miró brevemente a su amigo, ondeando ligeramente la esponjosa cola antes de contestar.

 

-Con mis padres -vio la expresión normalmente tranquila de Sasuke mostrar una leve sorpresa. -Es por ellos que decidí quedarme aquí cuando regresé por accidente después de perderme. Eres el primer humano que ve esto, por eso... quiero que sea secreto, ¿entiendes?

 

Sasuke no dijo nada, tan solo asintió en un leve movimiento de cabeza. Se sentía algo extraño. No sabía que Naruto le tuviera tanta confianza como para mostrarle ese lugar. Sin duda ese tonto le consideraba un amigo, y para que negarlo, él empezaba a corresponder ese sentimiento.

 

Por un breve momento, nuevamente pasó por su cabeza la opción de no decirle la verdad a Naruto nunca, pero en ésta ocasión no era con intención de retenerlo en Konoha, sino para no sentir la mirada enojada, decepcionada y de odio que seguramente le dedicaría el kitsune cuando le contara que hasta hace poco únicamente lo había visto como un arma que ayudaría a Konoha, y que le mintió cuando le dijo que al salir del bosque de Konoha, solo encontraría desierto.

 

De repente notó el semblante de Naruto mostrarse fugazmente afligido mientras las peludas orejas se agachaban levemente y lo vio retroceder unos pasos, seguramente estaba teniendo malos recuerdos.

 

Sin más, tomó al rubio del brazo y tiró suavemente de él, incitándole a andar para marcharse de allí. No había que ser muy inteligente para saber que estaba pensando el kitsune, seguramente estaría recordando la muerte de sus progenitores.

 

-Teuchi-san preguntó por ti -comentó casual, disfrazando su intención de sacar esos pensamientos de la mente de Naruto.

-¿Ah? ¿Quién es ese?

 

Sasuke casi se va de espaldas al escuchar la estúpida pregunta. Pero tan solo le soltó del agarre en el brazo y continuó caminando como si nada.

 

-Es el viejo de Ichiraku, dobe. No puedo creer que hayas pasado días allí y no sepas su nombre.

-¡Oh! ¡Lo recuerdo! -sonrió, alzando las peludas orejas. -Ah... mencionar a Ichiraku hace que desee comer ramen.

-¿Y cuando no? -se preguntó en un susurro para sí mismo, aunque se sintió interiormente satisfecho al ver que había logrado su propósito. Ahora Naruto sonreía.

 

El resto del día no pasó con mayores percances. A excepción de que cuando iban a dormir en la cueva, Naruto se había empeñado al principio en que Sasuke le abrazara igual que lo había hecho esa tarde, a lo que Uchiha se negó en rotundo fingiendo demencia. Dormir abrazado a alguien sería demasiado bochornoso, y él estaba acostumbrado a tener su espacio personal. Aunque no pudo impedir que el rubio se acurrucara a su espalda, muy cerca.

 

Ahora Naruto no se parecía casi en nada al Naruto que él conoció hace varios meses atrás. Antes era totalmente arisco, y parecía una fiera indomable. Pero ahora, más bien parecía un pequeño animal ansioso por recibir cariño y atención, aunque seguía teniendo un carácter fuerte.

 

.:KITSUNE no KOKORO SasukexNaruto KITSUNE no KOKORO:.

 

El regreso de Naruto a Konoha fue mejor visto de lo que ellos dos pensaban. En la entrada de la aldea se toparon con Lee, Sai y toda la generación de Sasuke. El día anterior, cuando Sakura y Sai notaron que ni Sasuke ni Naruto regresaban a la aldea y ya había anochecido, fueron a pedir ayuda al equipo 10 para salir al día siguiente en su búsqueda, pensando que les había ocurrido algo. Pero los demás equipos se enteraron y quisieron cooperar, unos con mayor entusiasmo que otros.

 

Shikamaru le recibió con su típica pereza, pero su expresión era levemente afable.

 

-Eres muy problemático, Naruto. Todos estábamos preocupados por ti.

 

Rock Lee comenzó a hacer unas rápidas flexiones, arrodillándose en el suelo hasta quedar acuclillado, para rápidamente volver a enderezarse y alzar los brazos al cielo.

 

-¡Haré unas flexiones en agradecimiento de que Naruto-kun haya vuelto!

 

Pero Sakura le interrumpió con una voz extremadamente seria que le hizo detenerse.

 

-Lee, estas molestando con eso.

 

Neji tan solo le dijo a Naruto que se debía al destino que él hubiera regresado a Konoha, cosa que el kitsune no logró entender bien, así que tan solo le mostró una leve sonrisa. Pero su sonrisa se amplió al ver a Hinata cabizbaja, chocando la punta de ambos dedos índices de forma incansable.

 

-Na-Naruto-kun... yo... yo...

-¿Tú? -la animó a seguir, totalmente curioso.

-Yo... quería decirte qué... -habló cada vez más bajo, hasta que su voz era un susurro inaudible. -me alegra... Yo... Naruto-kun...

-¡Habla claro! -se exasperó por no entender nada.

 

Pero su expresión pasó a ser una de leve sorpresa y susto al ver aparecer el rostro de Shino muy cerca del suyo. Un escalofrío le recorrió, e inconscientemente retrocedió un paso.

 

-Shi-Shino... -balbuceó con una sonrisita nerviosa.

-Está mal desaparecer sin decir nada a nadie. ¿Por qué? Porque entonces preocupas a personas a las que le importas.

-O-oh... Ya.

 

Dejó escapar una risita floja al tiempo que seguía retrocediendo lentamente, hasta que chocó con alguien. Sin necesidad de girarse, gracias a su olfato supo que había chocado con Kiba. Aun así, volteó para encararlo.

 

-¿Se puede saber donde te habías metido todo éste tiempo? -exigió saber con preocupación en su tono de voz.

-Bueno, estuve... -intentó contestar, pero fue interrumpido.

-¡Confiesa la verdad! ¿Te marchaste por culpa de Sasuke? Seguro que es un amo cruel y sin corazón.

-¿Que Sasuke qué? -preguntó totalmente confundido.

 

Sasuke se adelantó unos pasos y habló antes de que ese odiado tema de conversación se saliera de control.

 

-Suficiente cháchara. Vamos, Naruto -fue todo lo que dijo, antes de seguir caminando.

-Ah... ¡Voy! ¡Espérame! -y dejando a todos atrás, se fue corriendo tras su amigo. Aunque no pudo evitar detenerse un par de segundos junto a Akamaru y dedicarle un leve gruñido que el perro correspondió con un sonoro resoplido por la nariz.

 

Kiba observó curioso a Sasuke y al kitsune, entrecerrando la mirada.

 

-¿Habéis notado como Naruto ha obedecido sin chistar?

 

Sakura no se pudo quedar callada ante eso.

 

-¿De verdad pensáis que ellos dos mantienen una relación "amo-sirviente"? ¿O que son amantes? -un asentimiento de cabeza unísono fue su respuesta, dejándola sorprendida. -¡Pues no lo son! -afirmó.

 

Ino suspiró y se acercó hasta palmear suavemente la espalda de su amiga.

 

-Resígnate, Sakura frontuda. Sasuke-kun es gay, y al parecer le "gustan los animales" -llevó una mirada insinuante a Sai. -Aunque por suerte hay más chicos guapos en Konoha.

 

Sai no entendió que Ino le acababa de piropear disimuladamente, solo notaba que ésta le observaba con una extraña sonrisa, así que cerró los ojos en su acostumbrada sonrisa como respuesta.

 

Por su parte, Kiba no cambiaba de parecer tan pronto.

 

-Esos dos... -se susurró pensativo. Y después llevó la mira a los demás que hablaban entre ellos. -Oe, ¿creéis seguro dejar a Naruto a solas con Sasuke?

 

Sakura se llevó las manos a la cintura, hastiada de la paranoia del castaño.

 

-¡Ya! Deja eso, Kiba. Sasuke-kun ha demostrado ser un buen amigo para Naruto. ¿Qué podría hacerle?

 

Kiba no contestó, pero su preocupación junto con su imaginación le jugaron malas pasadas y empezó a visualizar en su mente lo que el bastardo de Sasuke le podría hacer al pobre e inocente Naruto en cuanto tuviera oportunidad. ¡Oh, sí! Ya podía ver a Uchiha tirando del brazo de Naruto y lanzándole al suelo sin compasión, en un rincón. Y después, ocurriría algo como esto:

 

-Sasuke... -susurró el kitsune adolorido por el golpe de la caída. Al ver al pelinegro acercarse con aire intimidante mientras se desabrochaba el cierre del pantalón, se acurrucó más en la esquina y sus peludas orejas se agacharon.

-¡Cállate! -demandó arrodillándose. Con movimientos bruscos le abrió la yukata, separó las morenas piernas y se acomodó entre ellas. Una muy leve sonrisa con un brillo malicioso apareció en sus labios. -Has sido un kitsune muy malo. Esto te enseñará a no escapar de nuevo de tu amo.

 

Y después...

 

Censurado. Censurado. ¡Y más censurado!

 

Kiba se llevó ambas manos a la cabeza, balbuceando cosas incoherentes y negando frenético con la cabeza, hasta que un buen coscorrón de Sakura le hizo volver a la realidad. Vio a la kunoichi soplarse el puño para eliminar el exceso de calor tras el golpe que le había dado. Y Kiba supo que un golpe como ese le sacaría un chichón.

 

-¿Por qué me golpeas? -casi gritó.

-No sé qué demonios estás imaginando, pero Naruto no es una niña en peligro, sabe defenderse. Y por si no lo has notado, odia que le toquen, así que dudo que alguien pueda hacerle algo que él no quiera -

 

Y eso, por fin, parecía haber calmado a Inuzuka.

 

Sakura dejó escapar un sonoro bufido. Si los demás supieran que por culpa de Naruto casi media Konoha había terminado en el hospital, dejarían de ver al kitsune como un ser inocente e inofensivo. Bueno, inocente era, pero de inofensivo no tenía nada.

 

.:KITSUNE no KOKORO SasukexNaruto KITSUNE no KOKORO:.

 

Naruto caminaba muy cerca de Sasuke, siguiéndole sin descanso. Más de una vez estuvo a punto de pisar al pelinegro, pero aun así, no se alejaba.

 

Ambos caminaban por uno de los pasillos de la torre Hokage. Sasuke había intentado que Naruto caminara a su lado, pero éste negaba y seguía caminando tras él, casi pisándole constantemente de lo apegado que estaba. Y tal como esperaba, cuando se detuvo frente a la puerta del despacho de la quinta, Naruto chocó con él.

 

Tras golpear suavemente la puerta y recibir contestación, ingresó en el despacho seguido del rubio. Cerró la puerta tras ellos.

 

-Tsunade-sama... -comenzó a decir, pero fue ignorado por ella.

-¡El kitsune! -se puso de pie al instante, apoyando las manos en el escritorio. -¿Cuándo ha aparecido?

-Ayer.

 

Tsunade se acercó a los chicos, pisando firme el suelo y sin despegar la mirada de los ojos azules. Puso una mano en uno de los hombros de Uchiha y suavemente lo movió a un lado para poder ver al rubio que se ocultaba tras él. No sabía si era su imaginación, pero juraría que Naruto estaba algo más delgado, y se veía muy nervioso.

 

-¿Qué tienes que decir en tu defensa?

-Tsunade no baa-chan... yo solo... -balbuceó.

-¿Qué? -instó para que continuara. -¡Y no me llames así!

-Solo quería buscar a los demás kitsunes... -intentó explicar, pero fue interrumpido.

-¿Por qué atacaste aldeanos de Konoha? ¡Baka! ¡Te han reconocido como el agresor! ¡No te imaginas en el problema que me metes!

 

Sasuke no pudo mantenerse al margen y habló con su expresión tranquila de siempre.

 

-Los hermanos Takahashi te mintieron. Naruto los atacó porque intentaron sobrepasarse con él, al menos uno de ellos tenía esa intención.

-¿No me digas que se intentaron sobrepasar en el sentido de...?

-En el peor sentido de todos. Piensa mal.

 

La mirada de Tsunade sobre el kitsune se tornó preocupada. Entonces, Sasuke tenía razón aquella vez que le dijo que Naruto no atacó a los hermanos Takahashi sin motivo. Observó al pelinegro y frunció el ceño al ver que éste le dedicaba una seria mirada, como diciéndole: "Te lo dije."

 

¡Ese mocoso Uchiha...!

 

-Está bien, lo de los hermanos Takahashi tiene explicación. Pero, ¿y los demás casos? Hubo más aldeanos que fueron atacados "misteriosamente" -alzó ambas manos para simular unas comillas en la última palabra con los dedos.

 

La expresión de Sasuke se volvió seria. Había olvidado que más aldeanos habían sido atacados, y por ende se le había olvidado preguntarle a Naruto sobre ello.

 

El rubio se decidió a contestarle a la quinta.

 

-Los aldeanos... ¡Seguían cazando zorros en el bosque, por eso les ataqué! -exclamó.

 

La rubia se sorprendió, pues ella había prohibido estrictamente la caza de zorros. Después frunció el ceño, pensando en que había sido desobedecida a sus espaldas.

 

-Tú... -masculló, observando al rubio.

 

Naruto llevó una mano a su espalda, palpando con desesperación la pared y esperando encontrar el pomo de la puerta para poder huir. La Hokage tenía una mirada muy rara, y temió por su vida. Justo cuando sus dedos rozaron el pomo, se vio siendo rodeado por los firmes brazos de la rubia y su rostro quedó entre los grandes pechos.

 

-¡Kitsune idiota! ¡Me tenías preocupada! -le reprochó, afirmando más el abrazo.

 

El rubio intento separarse, y al no conseguirlo, manoteó en el aire en busca de oxígeno como si eso pudiera servirle de algo. En el momento en que pensó que iba a desfallecer entre los brazos y pechos de la quinta, ésta le soltó. Al instante jadeó en busca de aliento.

 

-Pe-pensé que moría -balbuceó en un susurro.

 

Sasuke observó la escena entre divertido y sorprendido. No esperaba esa reacción tan... maternal de parte de la Hokage, no sabía que le tuviera tanta estima a Naruto. Aunque si lo pensaba detenidamente, varios en Konoha apreciaban a ese kitsune cabeza hueca que a pesar de ser idiota, se hacía de querer con facilidad.

 

-Hokage-sama, ya está todo aclarado. Nos vamos.

 

Tsunade asintió a lo dicho por Uchiha, y después observó a Naruto.

 

-Jiraiya se alegrará mucho de verte, te ha echado mucho de menos. El muy idiota pensó que no querías venir a Konoha porque él ya no te estaba entrenando.

 

El kitsune sonrió al escuchar que le habían extrañado. Se sentía feliz, muy feliz. Él también los había extrañado a todos.

 

-Además, si alguien te molesta, o ves a algún aldeano cazando zorros, házmelo saber. No tomes la justicia por tu mano, para eso estoy yo aquí.

 

El rubio asintió a lo último dicho por ella. Le avisaría si veía a aldeanos cazando zorros. Pero no le avisaría si alguien le molestaba, él mismo sabía y podía defenderse, y no quería ir de llorón con la Hokage diciéndole que alguien le había molestado. ¡Eso sería humillante!

 

-Dobe, vamos.

 

Al ser quien más cerca estaba de la puerta, el kitsune la abrió y cerró cuando ambos salieron.

 

-¿Dónde vamos ahora, Sasuke?

-A mi casa. Necesitamos un baño en condiciones y ropa limpia.

-¿Itachi está allí? -alzó una mano, tapándose la nariz como si de verdad estuviera oliendo al mencionado.

 

Sasuke le observó en silencio, y tras unos segundos contestó.

 

-No hagas eso -ordenó. -Itachi... ha estado preocupado por ti.

-¿Eh? -atino a decir, sorprendido. -Ah, entiendo. Le preocupa no poder pelear con el único kitsune disponible, ¿no?

-No -contestó serio. -No es eso. Él... -apartó la mirada del rubio y observó al frente. -estaba preocupado de verdad -y en un susurro para sí mismo, agregó. -Incluso más que yo.

 

Naruto escuchó a Sasuke susurrar algo, pero no entendió que dijo. Estaba seguro que de haber tenido sus orejas animales en lugar de esas humanas, lo habría escuchado bien.

 

.:KITSUNE no KOKORO SasukexNaruto KITSUNE no KOKORO:.

 

Cuando estaban por entrar al barrio Uchiha, Naruto se detuvo en seco y su mirada se tornó nerviosa de nuevo.

 

Sasuke, al no escuchar pasos a su espalda, volteó.

 

-Oi, vamos -hizo un suave movimiento de cabeza, indicándole que caminara.

-No creo que sea buena idea que entre ahí.

-Deja de decir estupideces -se acercó al rubio. -Estoy contigo, bola de pelos.

 

El rubio estaba tan nervioso que ni reparó en el insulto.

 

-E-es que... tengo miedo de ver todos esos ojos rojos otra vez -confesó.

 

Sasuke sintió curiosidad por saber si los del clan Uchiha sólo le habían mostrado el sharingan, sin más. O habían utilizado alguna técnica sobre él.

 

-¿Cuándo viste el sharingan... sentiste algo?

-Miedo -insistió.

-Aparte de eso.

 

El kitsune se mantuvo pensativo, haciendo memoria.

 

-No.

 

Apenas contestó aquello, sintió que Sasuke le agarraba de una de las mangas de la yukata y tiraba suavemente de él. Soltando un suspiro, se dejó llevar.

 

-Solo ignóralos.

 

Al notar que Naruto se dejaba llevar y no ponía resistencia, le soltó sin dejar de caminar, percatándose al instante de que el kitsune de nuevo caminaba tras él, muy cerca.

 

Y como era de esperar, sintió las miradas sobre ellos, o más bien sobre Naruto. Algunas eran de desprecio, y la mayoría sorprendidas. Escuchó algunos murmullos, y sintió coraje de que su propio clan fuera quien peor trataba al rubio. Sin ser consciente, envió una mirada gélida a todos los que observaban a Naruto. La respuesta que recibió fue que todos, o la gran mayoría, volvieran a sus quehaceres.

 

Aun así, había quien no se rendía.

 

Dos mujeres se detuvieron frente a Sasuke, a unos pasos de él, con expresión preocupada. Ambas con los típicos rasgos de un Uchiha: cabello y ojos negros, y piel blanca.

 

-Sasuke-kun... -le susurró una, llevándose una mano a un lado de la boca como si con eso pudiera lograr que el niño que estaba junto a Uchiha no le escuchara. Con su mano libre, señaló a Naruto de forma disimulada. -Deberías tener cuidado. "Eso"... ¿Qué hace aquí?

 

La otra mujer asintió en silencio, y agregó.

 

-Aléjate. Puede ser peligroso -le susurró también, aunque era algo estúpido porque Naruto estaba muy cerca de Sasuke y también lo escuchaba todo.

 

El kitsune apretó los puños con coraje y frunció el ceño, observando a ambas mujeres.

 

-¡No soy "eso"! ¡Yo...!

 

Sasuke alzó una mano en un gesto aparentemente tranquilo, indicándole con ello a Naruto que se callara.

 

-Su nombre es Naruto. Y a partir de ahora vivirá aquí.

 

Tanto las mujeres, como el kitsune, se sorprendieron al escuchar eso.

 

-¿¡Qué!? -preguntaron ellas.

-¿¡Ah!? -fue lo único que atinó a decir el rubio.

 

Uchiha no agregó nada más, y les dedicó una seria mirada de advertencia antes de continuar su camino, siendo seguido por Naruto.

 

-Oe... teme -le llamó, sintiéndose inquieto por la repentina noticia. -¿Qué ha sido eso? No puedo vivir en Konoha, tengo mi hogar, ¿recuerdas?

-Sí. Y también recuerdo que tú prometiste ayer...

-¡Prometí venir a Konoha contigo! -interrumpió. -¡No vivir aquí!

 

El pelinegro guardó silencio un momento antes de hablar nuevamente con su tranquilidad de siempre.

 

-Pensaba que cumplías tus promesas. Me decepcionas.

 

Una vez llegaron a su casa, deslizó la puerta de entrada, cerrando tras Naruto que mascullaba enojado cosas inentendibles. Se descalzó y se encaminó por el pasillo.

 

-Además, pensaba darte tu querido cobertor -agregó.

 

En milésimas de segundo, el enojo y frustración de Naruto fue sustituido por una amplia sonrisa. Corrió hasta detenerse frente a Sasuke, haciéndole detenerse también.

 

-¿De verdad? -casi gritó. Y el brillo de sus ojos aumentó al ver al otro asentir en silencio con la cabeza. -¡Gracias, teme! -en un impulso de felicidad, se lanzó sobre el pelinegro, abrazándole a la altura de la espalda.

 

El abrazo tan efusivo le tomó a Sasuke por sorpresa. Trastabilló, aunque finalmente consiguió seguir de pie. Puso las manos en los hombros del más pequeño, incitándole con eso a que se apartara, pero Naruto seguía inmerso en su mundo de repentina felicidad, sin aflojar el abrazo.

 

-¿Desde cuándo eres dado a los abrazos? ¿De verdad eres la misma bola de pelos que odiaba el contacto físico?

-¡No me llames bola de pelos! -protestó alzando la cabeza para verle. -Y además, ya te dije que no me molesta si eres tú quien me toca.

 

Uchiha apartó la mirada, intentando ignorar lo que había sentido cuando escuchó aquello nuevamente. Saber que era el único que podía tocar a Naruto cuanto quisiera, y que a éste no le molestaría, le provocó algo que no quería molestarse en descifrar.

 

Despacio bajó la vista hasta toparse con los ojos azules que le observaban fijamente. Notó que Naruto todavía mantenía su apariencia humana, y se preguntó si esas orejas le provocarían la misma reacción al rubio si las tocaba. ¿Ronronearía también?

 

Bueno... solo había un modo de averiguarlo.

 

Alzó una mano y despacio delineó la oreja derecha de Uzumaki con un dedo, esperando en silencio que reacción tendría. Escuchó una suave risita.

 

-Me haces cosquillas, Sasuke.

 

Su dedo no se detuvo y continuó paseándose por el moreno rostro. Primero por esos "bigotes" en las mejillas que siempre le habían llamado la atención, después descendió por el puente de la nariz hasta llegar a la punta, y finalmente dio un roce sutil en el labio inferior.

 

Naruto le observaba expectante, y se sintió algo cohibido cuando un dedo comenzó a pasearse por su rostro. Los ojos negros estaban fijos en los suyos, y no sabía qué hacer, era como si Sasuke esperara que él hiciera algo, pero no sabía qué. Sintió sus mejillas algo calientes cuando Uchiha se inclinó un poco y notó el blanco rostro más cerca del suyo. Sin saber porque, recordó cuando en casa de Sakura vio a esos dos jóvenes bailando dentro de "la caja negra", y como después el chico besaba a esa chica que le recordó a Hinata por lo tímida que era.

 

Pero... ¡Pero Sasuke no haría algo como eso! Ambos eran hombres. Un kitsune y un humano. ¡Eso sería algo demasiado raro!

 

Una exclamación de sorpresa murió en su garganta cuando de forma inesperada sintió las manos del pelinegro ceñirse a su cintura. El corazón le comenzó a latir de forma violenta, totalmente nervioso.

 

-Sa-Sasuke...

-¿Sasuke? ¿Estás en casa?

 

Nada más escuchar la voz de Itachi desde el final del pasillo, se vio libre de todo agarre y encontró a Sasuke casi a diez pasos de él.

 

-Sí, aniki -fue todo lo que dijo.

 

Itachi no tardó en aparecer, caminando a paso tranquilo.

 

-¿Dónde te habías metido, tonto hermano menor? Estuve... ¿Naruto-kun? -su voz sonó levemente sorprendida.

 

El rubio giró para verle, intentando no cubrirse la nariz como era su costumbre.

 

-Voy a darme un baño -fue todo lo que dijo Sasuke mientras les pasaba de largo, hasta que se perdió de vista en el pasillo.

 

Naruto quiso ir con él, a pesar de sentir todavía el corazón algo acelerado por esa cosa tan rara que acababa de ocurrir. Prefería a Sasuke antes que a Itachi.

 

-Me alivia ver que has vuelto sano y salvo.

-¿Por qué? -preguntó con un tono seco y algo cortante.

 

Itachi se mantuvo en silencio, notando que el trato que recibía del kitsune seguía siendo el mismo de siempre. Aunque claro, ¿por qué Naruto iba a cambiar su comportamiento con él de un día para otro?

 

-A Sasuke le gustó lo que hiciste con su planta de tomates. Me pregunto cómo lo hiciste.

-Eso no te importa.

 

El pelinegro se mantuvo calmado, como si no hubiese escuchado la respuesta del kitsune.

 

-¿Por qué habías desaparecido? ¿Sasuke... te dijo algo?

 

La última pregunta captó el interés de Naruto.

 

-¿Decirme algo? No entiendo.

-Nada. Olvídalo.

-¡No me preguntes cosas que no entiendo para luego decirme que lo olvide! ¿Qué pensabas que me dijo Sasuke? -exigió saber.

-¿Sabes...? Mi tonto hermano menor estaba muy preocupado por ti -comentó con total tranquilidad.

 

Para Naruto no pasó desapercibido que Itachi había dicho "muy preocupado" Una sonrisa boba y feliz apareció al instante, recordando aquel abrazo cálido, firme y reconfortante que recibió en la cueva. Después recordó ese segundo abrazo en el bosque, que aunque fue más breve, fue igual de agradable que el anterior. Y por último a su mente llegó como Sasuke le había defendido con su particular aire tranquilo de siempre frente a esas dos mujeres en el barrio Uchiha.

 

No es que él necesitara ser protegido y defendido, pero saber que le importaba a alguien como para ser defendido, le hacía sentirse realmente feliz.

 

.:KITSUNE no KOKORO SasukexNaruto KITSUNE no KOKORO:.

 

Sasuke dio un breve suspiro y cerró los ojos. Después de haber llenado la bañera de agua tibia, se metió en ella y recostó la cabeza en el borde en un intento por relajarse.

 

Pero no podía.

 

Cada vez que cerraba los ojos, recordaba lo que acababa de pasar, y simplemente quería golpearse la cabeza contra cualquier cosa por ello. No sabía qué demonios le había pasado, no lo entendía.

 

Primero recordaba que se había preguntado si la oreja humana de Naruto sería tan sensible como la animal, y por eso la acarició. Solo era curiosidad por saber que reacción tendría el dobe.

 

Pero luego, de repente había recordado unas palabras de Itachi:

 

-¿Has tratado de imaginarte a Naruto-kun completamente humano, y con unos años más en apariencia física? No se... con tu edad, o con la mía.

 

Y en ese momento, al tener a Naruto tan cerca, trató de imaginarlo. En su mente sustituyó esos ojos grandes y de apariencia todavía aniñada, por unos algo más afilados y maduros. Su cuerpo más alto y fuerte, con una leve musculatura de un muchacho de diecisiete años. Brazos y piernas firmes. La boca un poco más grande, no mucho, solo lo suficiente para se acoplara a la perfección con la suya.

 

Después no supo más hasta que escuchó la voz de Itachi, y tuvo la sensación de que se había roto una especie de burbuja que él mismo había creado.

 

Frunció el ceño, molesto consigo mismo y sobre todo con su hermano.

 

¡Todo era culpa de Itachi por hacer comentarios de ese tipo!

 

-¡Maldito Itachi! -masculló

 

Deseó que de la nada surgiera una especie de remolino en la bañera y se lo tragara por su estupidez. Rogaba que Naruto no se hubiera dado cuenta de nada, pero lo había notado algo ruborizado cuando se alejó.

 

No tenía sentido que cuando estuviera cerca de ese dobe se comportara así. ¡No tenía sentido! O tal vez la explicación más "lógica" sería que de tanto escuchar que Naruto era su amante, inconscientemente se empezaba a comportar como si lo fuera.

 

Apenas pensó en esa posibilidad tan ridícula y se puso de pie con una rapidez pasmosa, derramando agua al suelo, y su rostro mostró una mueca de incredulidad y espanto.

 

-¡No puede ser...! -exclamó casi en voz baja. -Me estoy volviendo loco -sentenció.

 

.:KITSUNE no KOKORO SasukexNaruto KITSUNE no KOKORO:.

 

Después del baño, caminó a su habitación portando tan solo una toalla enrollada en la cintura. Con la prisa por bañarse, y porque no decirlo, también por escapar de Itachi y Naruto, se había metido en el baño sin llevar ropa limpia con él.

 

A unos pasos de su habitación, escuchó la voz inconfundible del kitsune tarareando la palabra "cobertor" sin descanso y entre risitas divertidas.

 

Al ingresar, encontró al rubio mostrando ahora sus rasgos animales y recostado boca abajo en el suelo sobre el cobertor que como siempre estaba hecho una total bola arrugada. La esponjosa cola de Naruto se ondeaba de un lado a otro en un movimiento hipnotizante que captó la atención de sus ojos negros.

 

Estaba seguro de que si la bola de pelos supiera escribir, ese cobertor ya tendría un cartel que diría: "Propiedad de Uzumaki Naruto"

 

De repente vio al kitsune alzar la cabeza y observarle curioso, y como segundos después se convertía en una seria mirada fija que le recorría de pies a cabeza.

 

-¿A qué viene esa mirada?

 

Naruto giró el rostro en respuesta. De nuevo sentía envidia al ver el cuerpo de Sasuke. Se preguntó seriamente que había hecho Uchiha para ser así de alto y fuerte. Tal vez comía algo especial, o hacía un entrenamiento singular que solo él conocía.

 

-No es justo -masculló.

 

El pelinegro le observó atentamente al no entender que había querido decir Naruto.

 

-No es justo -repitió, algo más alto. -Soy mayor que tú, y a tu lado parezco un niño.

 

Sasuke no entendió a que venía esa queja, aun así le contestó.

 

-Eres un niño. Bueno... eso es lo que siempre dices.

 

Naruto se irguió un poco, quedando a cuatro patas y moviendo la cola de un lado a otro de forma frenética.

 

-¿Cómo lo haces? ¿Con alguna comida especial? ¿Un entrenamiento intensivo?

-No entiendo nada de lo que estás diciendo, dobe -frunció levemente el ceño debido al desconcierto. -¿Cómo hago qué?

 

El kitsune se movió de nuevo, quedando ésta vez de rodillas, y se abrió la yukata por el pecho. Se señaló a sí mismo, y después señaló al pelinegro.

 

-Mira, ¿ves? ¡Mira! Soy cien veces más fuerte que tú, y sin embargo físicamente soy un enclenque en comparación contigo -habló totalmente frustrado. -¡No es justo!

 

Sasuke pensó que Naruto bromeaba, pero no, esa expresión de berrinche mezclado con enojo dejaba claro que no bromeaba. ¿Por eso le miraba así? ¿Por qué tenía envidia de su cuerpo?

 

-Por eso quiero saber que es lo que haces, teme -siguió hablando mientras se cerraba bien la yukata.

 

Uchiha parpadeó un par de veces. Se observó a sí mismo, y después observó al rubio. Ese asunto de verdad parecía un problema muy serio para el kitsune.

 

-Es cuestión de tiempo -comenzó a decir, sin darle la importancia que le daba el otro. -Por lo que veo en ti, y lo poco que sé, los kitsunes crecéis muy despacio.

-¡Pero...! -intentó protestar.

-Aunque si tanto te interesa saberlo, no hago ningún entrenamiento especial, y como de todo. Las verduras...

-¿Las verduras son esas cosas rojas y verdes que tanto comes?

-¿"Cosas"?

-¡A mí no me gusta eso! -negó agitando la cabeza. -¡Me gusta la carne, la fruta y el ramen!

-¿Qué clase de dieta es esa? -preguntó serio, alzando levemente una ceja. -Si no comes verduras, no crecerás -sintió un tic nervioso sacudirle la ceja derecha al pensar que de nuevo parecía la madre de Naruto, en ésta ocasión regañándole por no comer bien.

 

Naruto se imaginó a sí mismo comiendo esas verduras que Sasuke siempre comía tan alegremente, como si tuvieran el mejor sabor del mundo. Cerró los ojos fuertemente al tiempo que arrugaba levemente la nariz en señal de repulsión.

 

-¡Puaj! No. ¡Qué asco!

-¿Cómo puedes decir eso cuando nunca las has comido? Por ejemplo, la lechuga...

-¿Lechuga? -reiteró, interrumpiéndole. -¡Oe, teme! No soy un ciervo para comer cosas verdes. Te recuerdo que soy un zorro.

 

Sasuke se encogió de hombros ante la tozudez del kitsune y se encaminó al armario para buscar algo de ropa.

 

-Entonces no tiene caso seguir con ésta conversación.

 

Se colocó la ropa interior bajo la toalla. Aunque sonara ridículo, no quería mostrarse desnudo frente a la bola de pelos. Una vez puesta, se retiró la toalla y la lanzó sobre la cama antes de buscar ropa cómoda que ponerse.

 

Naruto, todavía de rodillas sobre el cobertor, giró levemente la cabeza para seguir a Uchiha con la mirada en su recorrido hasta el armario. Cuando vio a Sasuke vistiendo únicamente la ropa interior de color negro, sin pretenderlo le observó con más atención, detallando en las largas y firmes piernas, y en la fuerte espalda. Distinguió algunas gotas de agua deslizarse desde los negros cabellos de la nuca, recorriendo toda la espalda hasta ser absorbida por el elástico de la ropa interior en la cintura.

 

Su cola empezó a moverse ligeramente, sintiendo un leve calor en las mejillas. Era la misma sensación que había tenido cuando había abrazado a Sasuke hace un momento en el pasillo. De golpe sintió todo su rostro arder, y su cola se puso rígida sin dejar de moverse de un lado a otro con violencia. Con un movimiento brusco de cabeza dejó de mirar al pelinegro y se dejó caer nuevamente boca abajo en el cobertor, ocultando también su rostro. Aunque por más que lo intentaba, no podía detener el movimiento de su cola.

 

Una vez vestido, tomó la toalla para llevarla al baño, pero encontró a Naruto recostado boca abajo, con el rostro oculto, y agitando la cola con una rigidez y rapidez increíble. Supuso que el kitsune estaba pensando en ramen y por eso se veía así de... entusiasmado. O tal vez estaba nervioso porque estaba hambriento. La verdad, no lo sabía.

 

-Oi, ¿tienes hambre?

 

Cuando vio a Naruto alzar la cabeza para contestarle, lo encontró totalmente sonrojado y respirando de forma pesada.

 

-Tengo calor -contestó casi en voz baja.

-Ah, eso es. Ve a bañarte.

 

El kitsune sonrió, aunque todavía sentía su rostro arder un poco.

 

-¿Me bañarás?

-¡Claro que no! -contestó, casi interrumpiéndole. -Ahora que recuerdo -se acercó al otro hasta arrodillarse frente a él. -Ya que vas a vivir aquí, necesitas saber y respetar unas reglas.

-¿Eh?

 

Naruto no lo entendió del todo, pero presentía que fuera lo que fuera iba a ser muy aburrido.

 

-Lo primero que harás será utilizar calzado. Dejarás de andar descalzo.

-¿¡Ah!? ¿Por qué? -exigió saber. -¡Toda mi vida he estado así, y no voy a cambiar porque ahora tú lo digas, teme!

-Por si no lo has notado, ensucias la casa al entrar con los pies sucios -contestó con seriedad, pero con calma. -Usarás calzado -sentenció.

-Teme mandón -masculló.

-Además, tú también harás las tareas del hogar: limpiarás, lavarás, ordenarás...

-¡Eso sí que no! -interrumpió. -¡No voy a ser tu sirviente, maldito bastardo!

 

Sasuke apretó los labios y un par de venitas palpitantes aparecieron en su frente.

 

-¿Quién está hablando de que seas mi sirviente? Con lo torpe que eres, prefiero no tener sirviente.

-¡Teme!

-Compartiremos las tareas del hogar entre los tres, eso es lo que quise decir -siguió hablando como si nada. -Nadie será el sirviente de nadie. Y otra cosa más...

-¿Hay más? -preguntó aburrido, agachando las orejas.

-Aprenderás a dormir adecuadamente en un futón. También comerás con cubiertos o palillos, nada de utilizar las manos.

 

Naruto negó agitando la cabeza con fuerza, sintiéndose agobiado. Él siempre había sido libre, había hecho lo que quería cuando quería. Y ahora se sentía como si de repente Sasuke se convirtiera en su amo y con esas palabras le acabara de poner un apretado collar alrededor del cuello y una cadena para asegurarse de que obedecía a cada una de sus exigencias.

 

Pensaba que el pelinegro le aceptaba tal y como era, y eso le hacía feliz. Pero ahora quería cambiarle y transformarle en algo que no era.

 

-Te buscaré algo de ropa -comentó el pelinegro, encaminándose nuevamente al armario.

 

A Naruto no le gustaba ese Sasuke.

 

CONTINUARÁ...

Notas finales:

Muchas gracias a todos los que se tomaron la molestia de dejarme un review, favorito, o alerta ^^ Sobre todo a aquellos que veo que me están siguiendo desde el primer capitulo.

 

Lo sé, no hubo beso ^^U ¡Pero no desesperes, que ya se acerca uno!

 

Quise actualizar antes, pero Fanfiction me daba problemas, y me gusta actualizar en las páginas a la vez. Además de que tuve otros... inconvenientes.

 

¿Sabías qué...?

Los kitsune tienen fobia y desprecio a los perros, inclusive en su forma humana, y algunos se turban ante su presencia al punto que se convierten en zorros y huyen.

 

¡Se agradecerán reviews! ¡Nos vemos en el siguiente capitulo!


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