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Kitsune no kokoro por Takaita Hiwatari

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KITSUNE NO KOKORO:

Takaita Hiwatari

Capitulo 13: "¡Acéptame, Sasuke teme!":

 

Tres semanas habían pasado, y Sasuke nunca imaginó que sería tan complicado enseñar al kitsune a comportarse de forma más o menos civilizada y educada. Naruto, además de infantil, gritón e hiperactivo, era terco.

 

No recogía lo que ensuciaba, no dormía adecuadamente en el futón, sino que seguía durmiendo sobre su adorado cobertor hecho una bola arrugada en el suelo, comía con las manos, no ayudaba en nada, y para rematar, seguía caminando descalzo. Sasuke intentó llevar a Naruto con él para comprarle calzado, pero el kitsune se negaba y escapaba.

 

Cada vez que pretendía enseñarle algo a Naruto, era como si éste se sintiera ofendido, y no entendía por qué.

 

Así que, totalmente hastiado le pidió ayuda a su hermano mayor para que así entre los dos pudieran "domesticar" al kitsune.

 

Itachi aceptó, pensando que sería entretenido y de paso podría iniciar un acercamiento con Naruto.

 

Y su plan no fue del todo equivocado.

 

Itachi era más permisivo que su hermano menor, y Naruto se dio cuenta de eso, así que, cuando Sasuke se obstinaba en que él hiciera algo, el kitsune huía a refugiarse en Itachi que trataba de enseñarle las cosas con más paciencia.

 

Por otro lado, Naruto inició sus clases en casa de Iruka sensei a pesar de que las clases en la academia hubiesen empezado, y nunca imaginó que aprender a leer y escribir fuese algo tan aburrido. Pero era algo que de verdad deseaba aprender, así que trató de ponerle entusiasmo.

 

La relación de Naruto con sus demás amigos había mejorado, aunque Kiba seguía siendo el único que le había visto con sus rasgos animales además de Sakura y Sasuke.

 

Y mientras que Uchiha Sasuke sufría de frustración por no poder adiestrar al kitsune, Sakura se asignó a sí misma la importante misión de encontrarle una pareja a Naruto, así que programó varias citas para el rubio, tanto con chicos como con chicas.

 

Naruto aceptó encantado el hecho de tener citas, aunque lo que Sakura no sabía era que para Uzumaki una cita era sinónimo de pasar un rato divertido con un amigo, y no intentar encontrar el amor en la persona citada.

 

La primera fue Hinata. Sakura pensó que hacían la pareja perfecta. Ambos eran inocentes, y juntos podrían iniciarse en ese maravilloso mundo del amor aprendiendo del otro.

 

Quiso dejarlos a solas cuando se encontraron, pero la curiosidad fue más fuerte y se quedó a espiar. La "cita" fue todo un desastre ya que en cuanto Naruto saludó a la chica y quedó a dos pasos de distancia de ella para poder escuchar sus susurros inentendibles, Hyuuga se desmayó totalmente sonrojada y no despertó en horas.

 

El siguiente candidato que Sakura pensó sería el adecuado, fue Sai. Ambos eran unos ignorantes, y en ocasiones Naruto tenía esa sinceridad que rayaba lo cínico tan típica en Sai. Sí, ellos dos eran perfectos para ser pareja. Los dos aprenderían juntos a comportarse adecuadamente con los demás. Además, estaba convencida de que el ANBU veía al kitsune más allá de un simple amigo.

 

Nuevamente no pudo evitar quedarse a espiar. Sai y Naruto habían permanecido sentados en un banco a la sombra de un árbol. Los minutos pasaban y lo único que había ocurrido era que Sai leía un libro considerablemente grueso y Naruto de vez en cuando interrumpía para preguntarle algo que no entendía. Nada fuera de lo normal, ya que siempre que esos dos se habían juntado eso era lo que hacían: Sai leía en voz alta y Naruto preguntaba.

 

Cuando pensaba que nada interesante ocurriría, vio a Naruto apoyar la cabeza con los ojos cerrados en uno de los hombros del ANBU. Una sonrisa de pura emoción se dibujó en su rostro cuando vio a Sai dejar el dichoso libro a un lado y tomar al kitsune por los hombros.

 

¡Tal vez le robaría un beso! ¡Y estaba totalmente convencida de que sería el primer beso para ambos!

 

Pero no.

 

Lo que ocurrió fue que Sai apoyó la cabeza del rubio en sus piernas y continuó tranquilamente con su lectura. Además de que, ahora que se fijaba, Naruto estaba profundamente dormido. Tal vez arrullado por la voz del pelinegro al leer.

 

Después lo intentó con Kiba. Ambos eran unos chicos enérgicos, así que pensó que se llevarían bien como pareja. Una vez más se quedó a espiar, y pensó que Kiba era el indicado cuando vio a los chicos con sus frentes unidas.

 

¡Seguro que ahora sí había beso!

 

Pero en ésta ocasión tampoco fue así.

 

Lo que de verdad ocurría fue que como siempre Kiba y Naruto habían empezado a molestar al otro para averiguar quién de los dos poseía un mejor olfato. Naruto ganó, y eso a Inuzuka le molestó mucho. Ambos empezaron a pelear, aunque sin gritar, hasta que sus frentes quedaron juntas, ambos fulminándose con la mirada. Y para finalizar la "estupenda" cita, Akamaru, al ver a su dueño enojado, empezó a ladrarle al kitsune. El rubio le gruñó en respuesta al perro, y se fue corriendo de allí cuando sintió que dejaría libres sus rasgos animales debido al enojo.

 

Sakura se desesperó. Lo intentó citando a Naruto con Lee, y los encontró con sus manos entrelazadas cuando los espió, pero porque ambos estaban peleando para saber quién de los dos era mejor en taijutsu y habían entrelazado sus manos en un intento de empujar al otro. Por supuesto, Lee ganó sin apenas esforzarse.

 

Lo intentó con Shikamaru, pero todo lo que hicieron fue recostarse en la hierba a observar las nubes, y ambos se quedaron dormidos bajo el sol del atardecer.

 

Hasta lo intentó con Neji y Chouji, pero el kitsune huyó aburrido cuando Hyuuga inició una conversación muy confusa sobre el destino, y con Akimichi estuvo todo el día compitiendo por saber quién comía más de los dos.

 

¡Todo fue un total desastre!

 

Sakura no dudó en abandonar aquella complicada misión. Prefería que la enviaran a ella sola a asesinar a Orochimaru, antes que buscarle pareja sentimental a Naruto.

 

.:KITSUNE no KOKORO SasukexNaruto KITSUNE no KOKORO:.

 

El kitsune caminaba por el barrio Uchiha. Todavía se sentía incómodo andando por ese lugar, notaba que algunos le miraban de mala manera o le señalaban "discretamente", pero haciendo caso a Sasuke, los ignoraba.

 

Abrió la puerta de la casa con total confianza, encontrándose a Itachi sentado en la escalera frente a la puerta, colocándose el calzado para salir.

 

Naruto siempre olvidaba decir "Estoy en casa" o "Bienvenido a casa" según la situación. Y ese día no era la excepción.

 

-Naruto-kun, ¿no olvidas decir algo?

-Oh, sí. ¡Estoy en casa!

 

Uchiha se puso de pie y palmeó una vez con suavidad la rubia cabeza en un gesto de aprobación que Naruto entendió.

 

-Bienvenido -contestó.

 

El kitsune sonrió y mostró sus rasgos animales. Vestía un pantalón corto y una camiseta de manga corta que Sasuke le había prestado, además de llevar una camiseta de manga larga atada a la cintura para cubrir el agujero que quedaba en el pantalón cada vez que tomaba su apariencia completamente humana.

 

Sasuke ya se había resignado a que tendría que agujerear todos sus pantalones, aunque no era un problema muy grave porque la ropa que Naruto utilizaba ahora, era la que él vestía cuando tenía doce o trece años y obviamente toda esa ropa a él ya no le iba a servir más. Aunque no conservaba mucha ropa de aquella época.

 

-Itachi, he tenido una divertida cita con Chouji -habló con entusiasmo.

 

El pelinegro quedó petrificado en su lugar, aunque su expresión seguía siendo tranquila. ¿Una cita con Akimichi? ¿A Naruto le gustaba ese chico?

 

Naruto siguió hablando al ver que tenía la atención del otro.

 

-¡Hemos comido carne! ¡Mucha, mucha carne a la barbacoa! -exclamó contento, pero un segundo después desvió la mirada mientras se rascaba la mejilla derecha con un dedo. -Aunque Chouji me ganó -casi susurró. -¡Pero fue divertido!

-Esto es desconcertante, Naruto-kun. Te confieso que siempre he pensado que si alguna vez tenías una cita con un hombre, sería con mi tonto hermano menor.

 

Ante lo dicho por Itachi, el rubio recapacitó en que nunca había tenido una cita con él. Y sonrió al pensar que sería divertido.

 

Itachi agregó algo más aprovechando el silencio del kitsune.

 

-Y si no era con Sasuke, sería conmigo -agregó.

-¿Una cita contigo? -reiteró. -Nunca lo había pensado -confesó, sonriendo levemente. -¡Ya se! ¡Vamos a tener una cita ahora!

 

El pelinegro le observó levemente sorprendido. Aunque claro, nadie sabía que Naruto no definía una cita como un encuentro amoroso, sino como una salida de amigos. Por eso a Uzumaki le fascinaba tanto el tener citas.

 

-Me sorprendes de nuevo, Naruto-kun.

-¿Ah? ¿Por qué?

-Podría decirse que en estas tres semanas hemos empezado a entablar una amistad.

-Sí -concordó. -Bueno... no eres un Uchiha malo como yo pensaba -admitió bajando un poco el tono de voz.

-Pero que tengamos una cita es algo inesperado. No sabía que tenías ese tipo de interés en mí.

 

Naruto arqueó una ceja y ladeó levemente la cabeza al no entender a que se refería Itachi. Estaba por preguntarle qué quería decir con "ese tipo de interés", pero se detuvo al sentir como el pelinegro le rozaba la peluda oreja izquierda con un dedo. La sensación fue agradable, pero no se comparaba en nada a ese estremecimiento que le provocaba Sasuke cuando lo hacía.

 

-En éste momento no puedo, Naruto-kun. La quinta me mandó llamar y no puedo faltar. Otro día será.

 

Aun después de que Itachi cerrara la puerta al salir, se quedó ahí de pie, pensativo. Pero por más que lo meditaba, no sabía que había querido decir el pelinegro con "ese tipo de interés"

 

El característico olor de Sasuke le llegó a la nariz, y en respuesta su cola se movió un poco y sus orejas se alzaron. Caminó por el pasillo de puntillas, y con cautela se asomó a la sala, descubriendo a Sasuke sentado en el suelo con las piernas cruzadas y leyendo un pergamino con interés. Vestía su ropa negra de chuunin, a excepción del chaleco, el protector de la frente y las bolsas traseras donde guardaba su equipo.

 

Se cubrió la boca con una mano para sofocar una risilla divertida que quería escapar. Acababa de pensar una pequeña travesura. Se acercaría por detrás y le daría un buen susto a Sasuke. Sería divertido ver esa típica expresión impasible y a veces enojada, asustada. Sería algo fácil para él, los zorros por naturaleza eran muy ágiles y silenciosos. Volvió a caminar de puntillas, ingresando en la sala y acercándose al pelinegro. Se detuvo a un paso de él, recogió en sus pulmones todo el aire que pudo, y...

 

-Dobe.

 

Dejó escapar el aire en un sonoro soplido desganado al escuchar a Sasuke hablar tan tranquilo, sin moverse un ápice. De hecho, seguía leyendo ese pergamino en sus manos y no lo había volteado a ver. ¿Cómo demonios le había descubierto?

 

Pero en vez de preguntarle esa duda, se arrodilló en el suelo y abrazó a Uchiha por los hombros con ambos brazos de forma amistosa y sonriendo ampliamente.

 

-¡Estoy en casa!

 

Sasuke no contestó, pero sí se movió levemente, indicándole en silencio que le soltara. El kitsune le soltó, pero no se alejó y empezó a ojear lo que ahí estaba escrito como si de verdad pudiera entenderlo. Apoyó las manos en los hombros de Uchiha y se inclinó hasta casi apoyar también la barbilla en uno de los hombros.

 

-¿Qué pone ahí? -señaló la palabra con un dedo.

-Katon -contestó.

-¿Y aquí?

-Jutsu.

-¿Y aquí?

-Usuratonkachi.

-¿Usuratonka...? -comenzó a decir, totalmente sorprendido, pero luego recapacitó y se frenó. -¡Oi! ¡Estoy seguro de que no pone eso!

 

Uchiha enrolló el pergamino con tranquilidad y lo alzó, llevándolo a tientas hacia atrás hasta golpear suavemente la cabeza del kitsune.

 

-No fisgonees por encima de mi hombro.

-Eres tan aburrido, Sasuke teme... -se quejó en un susurro.

-Hn...

-¡Ya se! Hace un momento se me ocurrió algo, Sasuke.

 

La voz del aludido sonó totalmente desganada al contestar mientras nuevamente abría el pergamino para continuar con su lectura.

 

-¿Y eso es...?

-¡Tengamos una cita!

 

Las manos blancas apretaron el pergamino de forma inconsciente, pero no dijo nada.

 

-Por favor, ¡di que sí! -exclamó al tiempo que lo volvía a abrazar como hace un momento, queriendo convencerlo. -Podemos hacer muchas cosas juntos. ¡Jugaremos!

 

Naruto estaba ansioso, imaginando como sería una cita con su amigo. Podrían competir para saber quién de los dos era mejor en varias cosas, o simplemente molestarse el uno al otro llamándose "teme" y "dobe". Cualquier cosa estaría bien. La compañía de Sasuke era la que más le agradaba.

 

Sasuke analizó la súplica del kitsune en su cabeza. Y mientras que Naruto pensaba todo lo anterior, él pensaba que el rubio se refería a otro tipo de "juegos". Es decir, él nunca antes había tenido una cita porque no las aceptaba, pero no había que ser muy listo para saber que se hacía en ellas. Y ese dobe se acercaba tan tranquilo a pedirle una cita y proponerle "jugar" en ella.

 

¡Tan inocente que parecía, y en realidad era un kitsune pervertido!

 

En un arrebato se removió y golpeó a Naruto con el codo en el estómago, logrando que éste le soltara al fin. En cuanto se vio libre, sin levantarse del suelo giró hasta encarar al kitsune.

 

-¿¡Q-qué demonios...!?

-¡Ng...! Teme, eso ha dolido -se quejó con voz ahogada, posando una mano sobre su estómago adolorido.

-¿¡Una cita contigo!? ¡Claro que no! ¡Eso es asqueroso!

 

Naruto olvidó el dolor del golpe con aquellas palabras hirientes. El dolor de estómago parecía haber ascendido hasta acomodarse en su pecho y presionar su corazón de forma asfixiante. Su expresión se ensombreció y sus peludas orejas se agacharon. En silencio se puso de pie.

 

-Naruto...

 

Sasuke no recibió respuesta, y observó al rubio salir de la sala a paso tranquilo. Se cubrió los ojos con una mano, arrepentido de sus palabras anteriores. La petición de Naruto había sido demasiado repentina e inesperada, y cuando al girar vio las peludas orejas, su boca soltó aquellas palabras ofensivas antes siquiera de pensarlo.

 

Dejando el pergamino abandonado en el suelo, se puso de pie y se encaminó hacia su habitación, tal vez el rubio estaría allí. Sus sospechas no fueron equivocadas.

 

Tuvo una sensación de vuelco en el estómago al ver a Naruto sentado sobre el cobertor, dándole la espalda. Había ocultado sus rasgos animales y no paraba de tocarse una de sus orejas humanas.

 

Avanzó un par de pasos, ingresando en su propia habitación algo dubitativo.

 

-Naruto...

 

Vio al rubio tensarse de forma sutil, pero no volteó a verle. Le debía una disculpa, y él no llevaba muy bien ese asunto. Su orgullo era un estorbo en esos momentos.

 

-Lo que dije...

 

Finalmente, Uzumaki se puso de pie y caminó hacia el pelinegro.

 

-Está bien, Sasuke teme. Lo entiendo.

 

Uchiha frunció levemente el ceño en señal de desconcierto ante esas palabras. ¿Lo entendía? Vio que Naruto no dejaba de tocarse la oreja con rostro pensativo, parecía estar ausente.

 

-¿Qué es lo que entiendes?

-¡Ah! Acabo de recordar que Iruka sensei quería invitarme a comer ramen.

-Naruto...

-¡Te veré después! -se despidió con una sonrisa.

 

Sasuke observó en silencio a Naruto salir y soltó un sonoro suspiro. Los minutos pasaron y permaneció ahí, de pie.

 

-Una... ¿cita? -se susurró, todavía incrédulo.

 

No podía aceptar algo como eso así como así. Si Naruto le pedía una cita, era porque como mínimo sentía atracción hacia él.

 

Conocía un poco sobre esas leyendas donde un kitsune tomaba apariencia de una mujer hermosa y se casaba con un humano sin que éste supiese su verdadera identidad, ¡incluso tenían descendencia!. Hasta que el kitsune era descubierto y devuelto al bosque por el mismo esposo que se quedaba con el hijo de ambos. ¡Pero él no podía hacer algo así! Imaginarse a sí mismo teniendo una relación más allá de la amistad con Naruto le provocaba escalofríos.

 

Ese dobe era su amigo, finalmente lo había aceptado, era importante para él.

 

Pero eso era todo.

 

Ya que sabía que disculparse con palabras sería imposible para él, lo intentaría de otro modo.

 

.:KITSUNE no KOKORO SasukexNaruto KITSUNE no KOKORO:.

 

Estaba anocheciendo cuando Itachi caminaba rumbo a su casa. Cerca de la zona que limitaba la entrada al barrio Uchiha, encontró al kitsune caminando cabizbajo y tocándose una de sus orejas humanas con insistencia.

 

-Naruto-kun -le llamó cuando le alcanzó.

 

El rubio alzó la mirada, dedicándole una breve sonrisa en respuesta.

 

-Vas a casa, ¿no? -cuestionó ante el silencio del más pequeño.

-Sí

 

Itachi esperó en silencio, pensando que el otro agregaría algo más. Normalmente, Naruto solía explicarle lo que había hecho durante el día aunque él no le preguntara, así que ese silencio no era normal.

 

-¿Algo va mal, Naruto-kun?

-Es solo que estoy algo aburrido

 

El kitsune bajó la mirada, frunciendo levemente el ceño. Estar con los humanos no era bueno, se estaba acostumbrando a mentir con una facilidad pasmosa. Tal y como acababa de hacer en ese momento.

 

Y como también le había mentido a Sasuke diciéndole que iría a comer ramen con Iruka sensei. Aunque en su paseo por Konoha se había topado con Jiraiya, y éste le había invitado a comer ramen. Le había alegrado mucho encontrarse a ero sennin y por un breve momento olvidó lo que le afligía. Aunque... no sabía si era por lo ocurrido con Sasuke, pero tuvo la sensación de que el ramen no estaba tan bueno como de costumbre.

 

Al ver que Itachi retomaba su camino a casa, él le imitó, caminando a su lado.

 

-¿Has discutido con Sasuke? -afirmó Itachi en una pregunta.

-¿Eh...? -alzó la cabeza, atisbando al más alto. -No, claro que no.

-Siempre que tienes esa expresión, es porque has peleado con Sasuke después de que él te quisiera enseñar algo a la fuerza. ¿Qué fue ésta vez? ¿Quería obligarte de nuevo a utilizar calzado?

 

El rubio apartó la mirada, pensativo. Tras meditarlo unos segundos se decidió a contestarle.

 

-Es que... alguien me dijo que era asqueroso tener una cita conmigo.

 

Uchiha se detuvo en cuanto escuchó eso, observando el semblante afligido de Naruto. Se sintió algo confundido. Antes de ir con Tsunade, Naruto se veía muy feliz porque acababa de tener una cita con Akimichi Chouji.

 

-¿Le pediste a alguien que tuviera una cita contigo, Naruto-kun?

-Sí.

-¿Puedo saber a quién?

 

La voz de Itachi tenía un tinte de curiosidad. Pensaba que Naruto había salido con Chouji porque el chico le gustaba, pero ahí había algo raro.

 

-Eso... no importa.

-Si realmente no importara, no tendrías esa cara.

-Es que era alguien importante para mí, y no esperaba...

-Sasuke -interrumpió.

-¿Qué?

-Fue Sasuke, ¿verdad? -afirmó con voz tranquila.

 

Itachi ya no necesitaba hacer más preguntas. Era obvio que se trataba de su tonto hermano menor. Naruto constantemente buscaba la compañía de Sasuke, aunque muchas veces tuvieran peleas infantiles llamándose "teme" y "dobe". Y también había notado que el mínimo gesto de desaprobación de parte de Sasuke a Naruto, afectaba demasiado a éste último.

 

El kitsune parpadeó repetidas veces, sorprendido. ¿Cómo lo había sabido Itachi?

 

-...sí, fue él -admitió finalmente.

 

Cuando estaban frente a la puerta de su hogar, el pelinegro se detuvo y colocó una mano sobre el hombro del más pequeño para que le imitara.

 

-Entonces, ¿te gusta Sasuke? -preguntó directamente.

-¿Ah? Bueno, es un teme mandón, pero me gusta.

-¿Entonces porqué has tenido una cita con Chouji?

-¿Porqué? Pues porque es mi amigo.

-No te entiendo, Naruto-kun -su voz sonaba tan serena como siempre, pero su mirada delataba su confusión. -¿Quién te gusta, Chouji o Sasuke?

-Los dos. ¿Por qué tengo que elegir a uno? Ambos son mis amigos -se encogió de hombros. -Me parece injusto tener citas con todos, excepto con el teme.

 

Itachi cada vez se sentía más perdido. No entendía para nada el razonamiento del rubio.

 

-¿Entonces porqué me pediste una cita a mí?

-¿No puedo?

-Se supone que debes tener citas con la persona que te gusta, Naruto-kun, no con todos tus amigos.

-¿Porqué? -frunció levemente el ceño en señal de desconcierto. -Sigo pensando que es injusto.

-No es injusto para nada dedicarle tiempo a la persona que amas. Las citas son para eso.

 

Los ojos azules se abrieron al máximo, sorprendido. ¿Las citas eran para pasar tiempo con la persona amada? ¿Entonces porqué Sakura-chan le buscó citas con todos sus amigos? ¿Por qué nadie le explicó eso? Si no recordaba mal, Haruno se le acercó una mañana preguntándole si le gustaría tener una cita con Hinata, y él aceptó porque la chica le agradaba aunque nunca entendiera que era lo que susurraba entre sonrojos y algún que otro "Naruto-kun"

 

-Naruto, he pensado que sería bueno que tuvieras una cita.

-¿Una cita? ¡Suena divertido!

-Creo que Hinata sería la indicada. Y si las cosas con ella no salen bien, probaremos con otra persona.

-¿Pero qué es una cita, Sakura-chan?

-Es cuando tienes un encuentro con una persona que te agrada, y si las cosas marchan bien, entonces...

-¡Woah! ¡Acepto!

 

Tal vez no debió interrumpirla, seguramente le habría dado una explicación más detallada de lo que era una cita. Se sintió algo avergonzado, había tenido una cita con casi todos sus amigos, y tal vez ahora ellos pensarían que él estaba enamorado de ellos, o algo así. Entonces... seguramente por eso Sasuke...

 

-Itachi, ¿cuándo habías preguntado si Sasuke me gusta...? -comenzó dubitativo. -¿Querías decir si estoy enamorado... de él?

-Claro. ¿Qué otra cosa iba a ser?

 

Antes de pensarlo siquiera, sus manos se aferraron a la camiseta de Itachi, queriendo desesperadamente que éste escuchara lo que iba a decir.

 

-¡To-todo fue una confusión! ¡No me gusta Sasuke! Quiero decir... ¡sí que me gusta! ¡Pero no estoy enamorado de él! ¡No estoy enamorado de nadie! -se detuvo apenas un segundo para tomar aire. -¡Amar a alguien humano sería mi fin! Yo... ¡Yo pensaba que las citas eran pasar un rato divertido con los amigos! ¡Lo juro!

 

El pelinegro dejó escapar un breve suspiro, entendiendo por fin algunas cosas. Por un momento llegó a pensar que si Naruto tenía citas con todos sus amigos, con el tiempo acabaría siendo un promiscuo, o algo parecido.

 

-Está bien. Parece ser que todo fue una confusión, como tú has dicho. Entonces, pensabas que las citas eran eso. Ahora comprendo -hizo una breve pausa. -Aunque lo que no entiendo es porque sería tu fin si amaras a alguien humano.

 

Naruto también suspiró, y se dispuso a explicarle a Itachi sobre Inari kami-sama mientras ingresaban en la casa.

 

.:KITSUNE no KOKORO SasukexNaruto KITSUNE no KOKORO:.

 

Sasuke salía de la cocina a paso tranquilo. Ese día le había tocado a él preparar la cena. Había hecho ramen para Naruto, en un intento de disculpa, y para Itachi y para él había preparado otra cosa.

 

Buscó a su hermano y al rubio para avisarles que la cena estaba lista. Al ingresar en la sala, no había nadie, pero descubrió abierta la puerta corredera que daba al jardín interior. No le dio mucha importancia, pero escuchó un grito de Naruto provenir de ahí. Había sido un grito de rabia, como si estuviera enojado.

 

Con pasos rápidos se dirigió hacia allí, y le sorprendió lo que encontró: Itachi y Naruto estaban peleando. Más bien el rubio le atacaba insistentemente, y el más alto apenas se movía de su lugar para contraatacar.

 

Naruto corrió hacia Itachi, y cuando estaba a un par de pasos de él, saltó y giró en el aire para darle una patada en el rostro. Pero Uchiha le sujetó de la pierna, y girando una vez sobre sus propios pies para tomar impulso, soltó al rubio que cayó a varios pasos de él en el suelo, de espaldas.

 

-Ese fue un ataque muy flojo, Naruto-kun.

 

El kitsune gruñó levemente mientras se ponía de pie, frustrado. Itachi lucía perfectamente, mientras que él estaba totalmente polvoriento y con algún que otro raspón al que no le dio importancia. Curaría rápido.

 

-¡Ahora verás...!

 

Se dispuso a saltar sobre él, pero se detuvo en seco al ver aparecer a Sasuke frente a él, dándole la espalda y estirando un brazo, como indicándole que no se acercara a Itachi.

 

-¿Sasuke...? -susurró confundido.

-Aniki, ¿qué demonios estas haciendo? -exigió saber, frunciendo el ceño.

 

El mayor tan solo arqueó una ceja de forma apenas perceptible, notando como Sasuke protegía a Naruto cubriéndolo con su propio cuerpo. Tenía la sensación de que en cualquier momento su tonto hermano menor activaría el sharingan y se lanzaría a atacarle, aunque él seguía observándole impávido.

 

-¿Porqué atacas a Naruto? -cuestionó nuevamente. -Pensaba que ya habías dejado a un lado esa obsesión tuya de pelear con un kyuubi.

-Eh... Sasuke -se atrevió a hablar el rubio, algo inseguro. -¿Porqué estas enojado?

-Solo estábamos peleando porque Naruto-kun quiere aprender algo de taijutsu para pelear con Rock Lee -explicó Itachi.

 

Sasuke giró, observando fijamente al rubio, como pidiéndole que corroborara lo que Itachi había dicho. Vio a Naruto asentir una vez con la cabeza.

 

-¡Es una pelea amistosa! -exclamó el rubio con una sonrisa animada.

 

En ese momento, Sasuke se sintió algo avergonzado de su actuación. Había estado a punto de electrocutar a su hermano con un chidori nagashi si hubiera sido necesario, al pensar que estaba lastimando a Naruto. Y ahora resulta que ese par de idiotas estaban teniendo un combate amistoso.

 

Apartó la mirada y se dirigió con cierta prisa a la sala.

 

-Solo quería deciros que la cena está lista -masculló antes de perderse de vista.

 

Itachi ladeó una de las comisuras de sus labios en una sonrisa apenas perceptible. Había notado la mirada fiera de Sasuke, y como estaba dispuesto a atacarle para defender a Naruto. Aunque su hermano no lo demostrara abiertamente, para él era obvio que Naruto le importaba demasiado, hasta el punto de enfrentarse con quien sea para defenderle, incluso sería capaz de enfrentarse con él, su hermano mayor.

 

Sin embargo, Naruto no le dio mayor importancia a eso. Solo había sido un malentendido. Se llevó ambas manos detrás de la cabeza. En ocasiones tenía la sensación de que el teme era muy sobre protector con él, y sin embargo a veces parecía como si a Sasuke no le importara en absoluto.

 

-Itachi, a veces pienso que Sasuke es raro.

-Con el tiempo conocerás mejor a Sasuke -fue todo lo que dijo.

-Supongo... ¡Mejor sigamos peleando!

-¿No estas cansado?

-¡Para nada! -negó entusiasmado.

-Como quieras -no puso ninguna pose defensiva. Para él los movimientos de Naruto eran demasiado obvios aun sin el sharingan.

-Si consigo pelear tan bien como tú, podré patear a Lee -rió de tan solo pensar en eso.

-Me halagas. Aunque el taijutsu no es el estilo de lucha habitual de los Uchiha. Primero utilizamos nuestros jutsus y doujutsus, y si se diera el caso de que no es suficiente, entonces recurrimos al taijutsu como última opción.

 

Naruto dejó escapar una exclamación de sorpresa y admiración. Los Uchiha estaban llenos de recursos. Ahora comprendía porque todos portaban ese aire arrogante y seguro de sí mismos.

 

.:KITSUNE no KOKORO SasukexNaruto KITSUNE no KOKORO:.

 

La cena transcurrió silenciosa. Nadie mencionó nada sobre lo ocurrido en el jardín, y Sasuke lo agradeció en silencio. Aunque también notó el mutismo de Naruto. Estaba comiendo en silencio, cuando lo normal era que la sala estuviera llena de su voz narrando cosas sin sentido y sus risas.

 

En cuanto el rubio terminó su tercer tazón de ramen, se puso de pie.

 

-Me voy a dormir.

-Que descanses, Naruto-kun.

 

Sasuke siguió a Naruto con la mirada en silencio. Itachi se percató de ello, podía leer a través de la mirada impasible de Sasuke y notaba cierta ansiedad en ella, como si deseara levantarse de su lugar e ir detrás de Uzumaki.

 

Se aclaró levemente la garganta para llamarle la atención.

 

-Ésta tarde me ha pasado algo curioso con Naruto-kun -y como esperaba, los ojos negros de su hermano se posaron en él al decir aquel nombre. -Me pidió una cita.

-¿Qué...?

-Me sorprendió mucho. Pero lo que no sabía es que Naruto-kun define las citas como un encuentro amistoso.

-¿Amistoso? -reiteró confundido.

-Así es. Para Naruto-kun, una cita significa pasar un rato divertido con un amigo, sin intenciones que vayan más allá de eso. Él mismo me lo explicó.

 

Apenas había dicho aquello cuando vio a Sasuke ponerse de pie en silencio.

 

-Solo te estoy explicando esto porque... es seguro que tarde o temprano Naruto-kun te pida una cita a ti también. Después de todo me dijo que eres alguien importante para él. No me gustaría que hubiera un mal entendido -habló, fingiendo un tono inocente y tranquilo.

 

Y una apenas sonrisa perceptible apareció en sus labios cuando Sasuke abandonó la sala con prisa mal disimulada.

 

.:KITSUNE no KOKORO SasukexNaruto KITSUNE no KOKORO:.

 

Sasuke dio la luz de su habitación, hallando a Naruto recostando en su tan preciado cobertor totalmente arrugado, dándole la espalda. Sin preocuparse por hacer ruido, se acercó. Dudaba que el rubio estuviera dormido, no habría tenido tiempo.

 

-Naruto... -le llamó, arrodillándose tras él. No recibió respuesta. -Sé que estas enfadado conmigo. Pero yo no sabía que tú...

-No estoy enojado -interrumpió sin moverse. -Me siento decepcionado.

 

El pelinegro guardó silencio al escuchar eso, sin saber bien como sentirse. Vio a Naruto alzar una mano y tocarse la oreja tal y como había hecho esa tarde, y ahora que se fijaba, desde que le dijo aquello al kitsune, no había abandonado su forma totalmente humana.

 

Tal vez ahora Naruto se sentía incómodo tomando su apariencia semi humana frente a él.

 

Dejó escapar un breve suspiro, recordando que le había prometido a Uzumaki en el río que nadie le haría sentir mal de nuevo, y había roto completamente su promesa.

 

-No sabía que para ti una cita era pasar un rato divertido con un amigo, dobe. Me sorprendiste. Pensé que estabas enamorado... de mí.

 

El kitsune frunció levemente el ceño y se apoyó sobre sus codos para encarar al otro.

 

-¡Claro que no, maldito teme engreído!

 

Sasuke frunció el ceño también, dispuesto a gritarle algo, pero fue interrumpido.

 

-Nunca me enamoraré de un hombre, y menos si es humano. Y si alguna vez me volviera loco y eso ocurriera, seguro me enamoraría de Itachi -le sacó la lengua, viéndose demasiado infantil a los ojos de Sasuke. -Él es mejor que tú, y no le resulto asqueroso, teme.

 

Eso fue como una patada en el estómago para el pelinegro. Siempre había odiado que le compararan con Itachi, y le infravaloraran cuando ambos estaban juntos, sobre todo cuando lo hacía su padre. Por eso quería ser un ANBU como Itachi, para demostrarle a todos, a Itachi, e incluso a sí mismo, cuanto valía.

 

-¿Tú también...? -masculló Uchiha con voz resentida. -¡Muy bien! -exclamó sarcástico. -Ahora, explícame que tiene Itachi de fantástico para convertirlo en alguien mejor que yo -demandó.

-Para empezar, él no quiere cambiarme a la fuerza y convertirme en algo que no soy -afiló la mirada. -No puedo evitarlo, ¡me siento decepcionado! ¡Pensaba que me aceptabas tal y como soy, pero eres el único que no lo hace!

-¡Tú, bola de pelos! ¡El hecho de que no te deje hacer lo que te dé la gana, no significa que no te acepte!

-¡Pues no lo parece! -casi gritó. -¡Muchas veces he notado que me miras de mala manera cuando tengo mi apariencia semi humana! ¡Que no diga nada, no significa que no me dé cuenta, teme!

 

El pelinegro se quedó mudo. No podía negar eso, y menos cuando Naruto aseguraba haberse dado cuenta. Era cierto que no le agradaba que el rubio fuera un zorro, y no terminaba de comprender porqué, pero muchas veces se descubría a sí mismo deseando que Naruto fuera humano siempre.

 

Aunque por otra parte, las contadas ocasiones en las que su razón misteriosamente se había ido a volar bien lejos, el ver las peludas orejas siempre le había hecho frenarse, y en el fondo agradecía que Naruto tuviera esa apariencia semi humana.

 

Entonces... el hecho de que Naruto no hubiese mostrado su apariencia semi humana desde que le pidió que tuvieran una cita y él le rechazó... ¿Lo hacía en un intento de que él le aceptara? Aunque no sabía si lo hacía consciente, o inconscientemente.

 

Sin decir nada más, se puso de pie y abandonó la habitación.

 

Cuando el kitsune se halló sólo en la habitación, abandonó su mirada fiera y relajó su expresión. Se volvió a recostar de lado, pensativo.

 

Solo quería que Sasuke le aceptara como sus demás amigos lo hacían, que no le dedicara esa fea mirada que muchos de los aldeanos le dedicaban. Volvió a fruncir el ceño, ésta vez con una mirada seria y determinada. En lugar de lamentarse, haría lo que sea para que ese tonto teme le aceptara.

 

Estaba decidido. ¡Era una promesa!

 

.:KITSUNE no KOKORO SasukexNaruto KITSUNE no KOKORO:.

 

Un par de semanas habían pasado. La relación de Sasuke y Naruto había vuelto a la normalidad al día siguiente de aquella disputa, como si nada hubiera ocurrido.

 

Aunque para Uchiha no pasó desapercibido el hecho de que desde entonces el rubio no hubiera tomado su apariencia animal, ni semihumana. Todo el tiempo mostraba su apariencia humana, hasta para dormir. También había notado que cada vez que él hacía algo, el kitsune le imitaba y competía con él queriendo superarle. Era como si quisiera decirle: "¡Mírame, teme, yo también sé hacer lo que tú haces!"

 

Incluso cuando iba sólo a entrenar al bosque, Naruto le espiaba. Hasta que él se cansaba de fingir que no se había dado cuenta de la presencia del kitsune y le decía que saliera de su escondite. Después de eso, Uzumaki le exigía que peleara con él cuerpo a cuerpo, y como siempre, el rubio terminaba mordiendo el polvo por culpa de sus movimientos demasiado poderosos pero torpes. Era demasiado impetuoso y no pensaba ni estudiaba al oponente antes de lanzarse a atacar, y esa era su perdición.

 

Todo eso al principio le resultó gracioso, pero ahora le hastiaba un poco. Estaba seguro de que si se lanzara por un acantilado, Naruto también se lanzaría y competiría con él para ver quién de los dos se estrellaba primero contra el suelo.

 

-Tsk...

 

Bufó hastiado. En ese momento no era la excepción. Estaba en la cocina, troceando algunas verduras para la comida, y cuando menos lo esperó, Naruto se había plantado a su lado con un cuchillo en la mano y había empezado a trocear verduras también. Aunque el idiota estuvo a punto de cortarse más de una vez, y hacía unos trozos demasiado grandes, o muy pequeños.

 

-Dobe, deja eso -demandó.

-Ni hablar.

-No tienes ni idea de cómo trocear la verdura. Lo estás haciendo mal.

 

En vez de darse por vencido, Naruto se inclinó un poco, como si el hecho de ver de más cerca la verdura le ayudara a trocearla mejor, y puso más empeño en lo que hacía. Aunque el resultado seguía siendo el mismo: pésimo.

 

-No vas a dejarlo diga lo que diga, ¿verdad? -afirmó Uchiha, resignado.

-No ¡Yo también puedo hacerlo!

 

Sasuke cerró los ojos un par de segundos. Dejar a Naruto haciendo eso él sólo no era buena idea, algunos trozos eran exageradamente grandes. Finalmente se colocó detrás del rubio y puso las manos sobre las morenas, provocándole un leve sobresalto.

 

-Ya que no vas a parar, te diré como debes hacerlo -al notar que Naruto iba a decir algo, agregó. -Y no aceptaré una negativa. Te enseñaré, y punto -sentenció.

 

Sin soltar las manos del rubio, las movió con las suyas, mostrándole con cuidado como debía hacerlo.

 

Naruto prestó atención durante unos segundos, hasta que inevitablemente se despistó cuando el inconfundible aroma de Sasuke llegó a su nariz. Cuando tenía su apariencia completamente humana, su sentido del oído no era tan bueno, pero su sentido del olfato no se veía alterado. Despacio ladeó la cabeza, sin dejar de olfatear. Se preguntaba porque el aroma de Sasuke era el único que le fascinaba y le dejaba embobado. Sintió sus mejillas acaloradas, e inconscientemente se apegó más al cuerpo tras él.

 

El pelinegro parpadeó al sentir de repente el cuerpo de Naruto demasiado cerca del suyo. Bajó levemente la cabeza, y en cuanto aflojó el agarre en las manos contrarias, Uzumaki se soltó. Frunció levemente el ceño, desconcertado al notar como los ojos azules le observaban fijamente.

 

El kitsune se puso de puntillas, dejándose guiar por un impulso. Los labios de Sasuke eran su objetivo. Pero cuando estuvo a punto de tocarlos con los suyos, Uchiha hizo levemente la cabeza hacia atrás y acabó rozándole la barbilla con los labios de una forma tan efímera, que Sasuke dudó que el contacto hubiera llegado a producirse.

 

Uchiha soltó el cuchillo en su mano como si le quemara y retrocedió un par de pasos.

 

Eso había sido...

 

¿¡El inocente del dobe había intentado besarle!?

 

Con movimientos mecánicos tomó una mano de Naruto y dejó en la palma de su mano el cuchillo que acababa de soltar.

 

-Sigue troceando la verdura, bola de pelos. En realidad lo estabas haciendo perfectamente.

-¿Sasuke...?

 

Pero no tuvo tiempo de preguntar nada porque el pelinegro salió rápido de la cocina, aunque sin llegar a correr. Cuando su nariz dejó de captar el embriagante aroma de Sasuke, parpadeó repetidas veces como si hubiese salido de un sueño.

 

-¿...adonde ha ido el teme? -preguntó a la nada, casi en voz baja.

 

.:KITSUNE no KOKORO SasukexNaruto KITSUNE no KOKORO:.

 

Como siempre hacía en su tiempo libre, Sai estaba sentado en un banco a la sombra de un árbol, leyendo un libro. Alzó la mirada al sentir pasos acercarse hasta que dejaron de escucharse justo a su lado.

 

-Sasuke-kun -lo nombró a modo de saludo, cerrando los ojos en su típica sonrisa leve.

 

Uchiha suspiró. Por fin había encontrado al maldito ANBU después de estar casi media hora buscándolo. Metió las manos en los bolsillos del pantalón.

 

-Sai, hay algo que quiero saber -empezó a decir, sin rodeos.

-¿De qué se trata?

-En mi cumpleaños estuviste leyendo un libro sobre zorros, ¿te acuerdas?

-Así es.

-¿Recuerdas cuándo es...? -hizo una breve pausa para mirar a su alrededor y asegurarse que no hubiera nadie cerca. Inspiró por la nariz y se inclinó un poco para continuar preguntando en voz baja. -¿Cuándo es la época de celo del zorro?

 

Sai abrió los ojos, eliminando cualquier rastro de su falsa sonrisa y estudiando el rostro de Sasuke. Lo veía serio, pero un leve rubor era apreciable en sus mejillas por lo blanco de su piel.

 

-¿Lo preguntas en serio, Sasuke-kun?

-Tsk. ¡Contesta! -demandó ocultando su impaciencia.

                                                 

Él recordaba que Sai leyó los datos sobre los zorros en voz alta, pero justo cuando hablaba sobre el celo, Sakura empezó a decirle algo y no pudo escuchar aquello:

 

-Bueno... -Sai buscó con la mirada cierta información que sabía debía venir en el libro. -La época del celo suele ser en...

-Sasuke-kun... -le llamó Sakura en voz baja. -Feliz cumpleaños -jugó algo nerviosa con sus manos de tan solo imaginarse besando aquella blanca mejilla. -Mn... me preguntaba si tú y yo podríamos... He escuchado que esta noche hay una lluvia de estrellas fugaces, y quería saber si te gustaría...

-¿¡Qué estas insinuando, Sai!? -el grito del kitsune casi se escuchó en toda Konoha. -¡No soy un pervertido!

-Pero en tu época de celo seguro que buscarás compañera desesperadamente, así que creo que lo adecuado sería que no vinieras a la aldea durante ese tiempo... por el bien de la población femenina -comentó llevándose una mano a la barbilla, pensativo. -Aunque tengo una duda. Si eres el único kitsune en el bosque, y nunca antes habías venido a la aldea... En tu época de celo... ¿qué hacías?

-...nada -contestó confundido, encogiéndose de hombros. -Nunca he sentido una necesidad urgente de aparearme.

-Sasuke-kun, ¿me estas escuchando? -preguntó la chica.

 

-Si no recuerdo mal, su época del celo suele ser en invierno. En Enero o Febrero.

-¿Entonces qué demonios...? -murmuró aturdido.

 

Uchiha frunció levemente el ceño. Pensaba que Naruto había hecho aquello porque tal vez había entrado en la época del celo, pero ahora estaban en pleno Septiembre, y el celo era en invierno. Además qué... según Naruto, en su época del celo no hacía nada porque nunca había sentido necesidad de... aparearse.

 

¿¡Entonces qué demonios había sido lo que había pasado en la cocina!?

 

-¡No puede ser! -susurró Sai, intentando demostrar que estaba preocupado, aunque su voz sonó tan monótona como siempre. -¿Naruto ha entrado en celo y te ha violado? -antes de recibir respuesta, continuó hablando. -Así que después de todo el celo de un kitsune es diferente al de un zorro ordinario -comentó poniéndose de pie y cerrando el libro en sus manos. -Esto es grave, Sasuke-kun, tenemos que aislar a Naruto ahora mismo.

 

Sasuke detuvo al ANBU poniendo una mano en el pecho de éste y empujándolo suavemente para que se volviera a sentar. Un par de venitas palpitaban en su frente y le observaba con los ojos entrecerrados.

 

-¿Qué estupideces estás diciendo, idiota? -cuestionó con seriedad. -Solo era una simple duda.

-Oh. ¿Entonces Naruto no está en celo?

-No -su voz sonó firme, aunque interiormente lo dudaba.

-Es un alivio -volvió a esbozar su leve sonrisa. Al ver que Uchiha se daba la vuelta dispuesto a irse, le habló. -Sasuke-kun...

-¿Mn?

-¿Cómo te va con Naruto? ¿Has conseguido adiestrarlo? -preguntó sin abandonar su sonrisa.

 

Uchiha chasqueó la lengua y frunció el ceño.

 

-No hables de él como si fuera un perro. Además, no quiero adiestrarlo, solo pretendo enseñarle un mínimo de modales. Tiene que entender que Konoha no es su bosque -rebatió sereno.

-Como sea -se encogió de hombros. -No sé si sabes que cuando no estás en casa, Naruto se va al bosque y no regresa hasta que sabe que tú lo haces.

-¿Y tú como sabes eso?

-El mismo Naruto me lo cuenta. Dice que si tú no estás en casa, no se siente cómodo en ella, ni siquiera en Konoha. Por eso... había pensado que tal vez sería bueno colocarle un localizador.

-¿Localizador? -preguntó con interés.

-Sí, como los que les colocan a los gatos. Leí en un libro que es de utilidad para recuperar una mascota perdida -explicó poniéndose de pie y hurgando en uno de sus bolsos traseros donde guardaba parte de su equipo. -Aquí está.

 

Sasuke casi se va de espaldas al ver que Sai le mostraba un cascabel con una cinta de color rojo. Ese no podía ser el "localizador", seguro que ese idiota le estaba tomando el pelo. Y además, ¿lo había leído en un libro? ¿¡Qué clase de libros leía ese estúpido ANBU!?

 

-Átale esto al cuello a Naruto, y así sabrás donde está -sonrió, atreviéndose a abrir uno de los bolsillos en el pecho del chaleco chuunin de Sasuke e introduciendo ahí el cascabel. -No hace falta que me des las gracias. Lo hago porque Naruto es mi amigo después de todo. Y otra cosa más, ¿te has fijado que algunas estatuas de zorro del templo de Inari tienen un cascabel atado al cuello?

 

Uchiha intentó calmarse. Sería un desperdicio de energía darle un puñetazo al pintor de cuarta. No, lo mejor era ignorarlo y marcharse a casa. Además, había dejado a Naruto sólo.

 

Sin más, se marchó de allí sin despedirse.

 

.:KITSUNE no KOKORO SasukexNaruto KITSUNE no KOKORO:.

 

El rubio estaba en la sala, sentado en el suelo, viendo "la caja negra" con interés. Sabía cómo encenderla y apagarla, pero no como cambiar de canal. Dentro se veía a un hombre de apariencia madura, cocinando y dando explicaciones que él no podía entender. Aunque la comida que preparaba se veía deliciosa.

 

En cuanto tenía alguna oportunidad, le gustaba ver "la caja negra". Le entretenía y divertía mucho.

 

-Y esto ha sido todo por hoy -habló el cocinero. -Recuerden tener a mano papel y lápiz para anotar los ingredientes de la receta de mañana.

-¿Mañana prepararás ramen? -le cuestionó sonriente, chocando la cola contra el suelo al moverla.

-Nos vemos mañana a la misma hora.

 

Al ver al hombre "desaparecer" y ver en su puesto unas letras, frunció levemente el ceño.

 

-¡Hey, te estaba hablando! -protestó.

 

Ondeó levemente su esponjosa cola de un lado a otro a ras del suelo. En cuanto Sasuke había salido de casa, tomó su apariencia semi humana. Había estado tantos días mostrando su apariencia humana sin descanso, que se sentía algo débil.

 

Respingó levemente al escuchar la puerta de entrada abrirse y cerrarse, y después pasos acercándose. Su olfato captó el olor de Sasuke, así que al instante ocultó sus rasgos animales y mostró su apariencia humana nuevamente. Sonrió cuando vio al pelinegro entrar en la sala.

 

-Sasuke, ¿dónde estabas?

-Recordé que tenía que hacer algo urgente.

 

El rubio iba a preguntar algo más, pero a cada paso que Uchiha daba, escuchaba una especie de tintineo. Totalmente curioso, se puso de pie y se acercó a su amigo que retrocedía a cada paso que él daba.

 

-Teme, quédate quieto -ordenó, dando un pequeño salto y así logrando retener al más alto sujetándole de los hombros. -¿Qué es ese sonido? -se sintió tentado a dejar libres sus orejas de zorro para poder escuchar mejor que era aquello, pero finalmente no lo hizo.

 

El pelinegro abrió el bolsillo de su chaleco y extrajo el cascabel, sujetándolo de la cinta roja. Lo agitó levemente, escuchando un suave tintineo.

 

Los ojos azules brillaron fascinados. Nunca había visto algo así.

 

-¡Woah! ¡Teme! ¿Qué es? ¿Qué es eso?

-Un cascabel.

-¡Cascabel! -repitió para memorizar su nombre, sin apartar la mirada del objeto. -Y... ¿para qué sirve?

-Um... bueno, según el idiota de Sai sirve para encontrar mascotas perdidas. Me lo dio para ti -confesó.

 

Naruto sonrió lleno de alegría, arrebatándole el cascabel y haciéndolo sonar. Frunció levemente el ceño al repetir las palabras de Sasuke en su cabeza. ¿Para encontrar mascotas perdidas?

 

-¿Y por qué es para mí?

-Sai me ha dicho que cuando no estoy en la aldea por una misión, te vas al bosque y no regresas hasta que sabes que yo he vuelto. ¿Por qué haces eso?

-Es que... -dudó un momento. -Echo de menos mi hogar, y además, sin ti me aburro.

 

Ante el silencio de Sasuke, volvió a pensar en las palabras de éste. Los cascabeles servían para encontrar a mascotas perdidas, y Sai se lo había dado porque él se iba al bosque cuando Sasuke tenía una misión.

 

¡Un momento!

 

-Tú... ¡Sasuke teme! ¡No soy tu mascota para que me des un cascabel! -gritó de repente.

 

El pelinegro arqueó levemente una ceja, sorprendido.

 

-Fue idea del idiota de Sai. Yo no...

-¡Tú eres el idiota! -interrumpió con irritación. -¡Ya estoy cansado! No sé... ¡No sé qué hacer! ¡Solo porque yo sea un zorro y tú un humano no pienses que soy inferior a ti! ¡Soy igual que tú! ¡Puedo hacer las mismas cosas que tú haces, y si me lo propongo incluso mejor!

 

Respiró agitado después de gritar todo aquello, sintiéndose algo aliviado al soltar lo que pensaba. En los últimos días había intentado de todo para que Sasuke le viera con otros ojos, para que le tratara como a un igual. ¡Incluso había estado días en su apariencia completamente humana! Pero nada servía, y ya no sabía qué hacer.

 

Se sentía frustrado. Solo quería que Sasuke le viera.

 

Uchiha frunció el ceño. ¿Qué mosca le había picado ahora a ese dobe? De repente empezaba a gritarle todo aquello.

 

-Bola de pelos, cálmate ahora mismo y dame ese cascabel -instruyó, extendiendo una mano para recoger el objeto y así devolvérselo a Sai en cuanto pudiera.

 

El rubio también frunció el ceño, sintiéndose todavía molesto. ¡Odiaba que Sasuke le ordenara las cosas! ¡No era su mascota! ¡Ya solo faltaba que le pusiera un collar al cuello y lo sacara a pasear como a un perro!

 

Alzó la cabeza levemente en un gesto arrogante. No obedecería a Sasuke. ¡Nunca!

 

-¡Hum! -dejando escapar ese sonoro bufido, salió de la sala.

-¿Naruto? ¡Oi! -le llamó, confundido con el comportamiento del rubio, pero fue ignorado. -¿Pero qué le pasa ahora? -se susurró, ceñudo.

 

El resto del día fue un desastre.

 

De repente era como si Naruto se hubiera rebelado contra él. No paraba de hacer travesuras, como un niño pequeño que ansiaba llamar la atención de los demás. Su paciencia estaba agotándose, y cuanto más le ordenaba a Naruto que se comportara, peor era el comportamiento de éste.

 

Con un mal humor creciente y sintiendo la garganta seca de tanto gritarle a la bola de pelos, fue a la cocina para prepararse un té. Encontró a Naruto sentado en el suelo, frente a la mesa. Parecía estar haciendo algo, pero no quiso ni preguntarle y prefirió aprovechar el momento de silencio que reinaba en la casa.

 

Pasados unos minutos, cuando finalmente su té estuvo listo y empezó a llenarse un vaso, escuchó a Naruto salir de la cocina. Sin darle importancia, se arrodilló en el suelo, frente a la mesa, para poder beber tranquilamente. Casi escupe el té al ver que ponía "Uzumaki Naruto" tallado en la madera de la mesa, con una caligrafía lamentable y temblorosa. ¡Eso era lo que había estado haciendo el dobe hasta hace un momento!

 

Su cabeza se lleno de un sinfín de venitas palpitantes.

 

-¡Naruto! -gritó furioso, poniéndose de pie.

 

El kitsune estaba sentado en la cama de Sasuke, con las piernas cruzadas y con rostro pensativo. Había ignorado completamente el grito enojado del pelinegro. Así no iba a llegar a ninguna parte. Solo estaba logrando acrecentar más y más el enfado de Sasuke, pero esa no era la reacción que quería conseguir.

 

Así no lograría ser reconocido por Sasuke.

 

Se cruzó de brazos, todavía con expresión pensativa. Y varios segundos después, una amplia sonrisa apareció en su rostro.

 

-¡Claro! ¡Ya lo tengo! -de un salto se puso de pie y empezó a registrar los cajones de Sasuke, hasta que halló el nuevo y flamante protector de la frente que Sakura le había regalado por su diecisiete cumpleaños al teme. -¡Aquí está!

-¡Naruto!

 

Ignoró el grito cercano de Sasuke y amplió su sonrisa.

 

Porque a partir de ahora todo iba a ir bien.

 

CONTINUARÁ...

Notas finales:

Muchas gracias a todos los que se tomaron la molestia de dejarme un review, favorito, o alerta ^^ Por eso he actualizado antes de lo previsto.

 

¿Adelanto del capitulo 14? Ok, uno breve en agradecimiento por los reviews. Lee lo que hay entre comillas:

"-¿Besarte... en los labios? -Uchiha quiso asegurarse de que no era otra confusión como lo ocurrido con las citas.

-Sí -asintió en un suave movimiento de cabeza.

-Estás loco, dobe. ¿¡Sabes lo que me estás pidiendo!?

-¡Claro que lo sé! Te estoy pidiendo un beso."

 

¿Sabías qué...?

Los kitsune son muy conocidos como amantes, usualmente en historias que involucran un joven varón humano y un kitsune que toma la forma de una mujer humana. Los kitsune pueden ser seductores, pero estas historias ofrecen un aspecto más romántico. Típicamente, el hombre joven desconoce que se casa con un zorro, quien se muestra como una esposa devota. El hombre eventualmente descubre la verdadera identidad del zorro, y la esposa es forzada a dejarlo. En algunos casos, el esposo despierta de un sueño, con inmundicia, desorientado y lejos del hogar. Él debe entonces regresar a confrontar a su abandonada familia deshonrada.

Muchas historias presentan a las esposas zorro teniendo hijos. Si los hijos son humanos, heredan cualidades físicas especiales o sobrenaturales.

Otras historias muestran a los kitsune casándose con otro. Cuando llueve con un cielo despejado, es llamado a veces Kitsune no yomeiri o La boda del kitsune, en referencia a una leyenda que describía a una boda entre las criaturas que ocurrió durante dicha lluvia. El evento es considerado un buen augurio, pero los kitsune obtendrán venganza de cualquiera que no fue invitado.

 

Esto tiene que ver con uno de los pensamientos que tuvo Sasuke en el capitulo.

 

¡Se agradecerán reviews! ¡Nos vemos en el siguiente capitulo!


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