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You seem to need hope por parku

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Notas del capitulo:

Antes que nada les quiero dejar los enlaces a mis dos nuevas historias :3

El one-shot KaiHyun, que está basado en este fic: Don't speak

Y un LayBaek :B Irresistible at first look [Que va a tener sólo dos capis]

¡Por cierto! Les cuento, por si alguna no lo vio, que hace unas semanas actualicé mi KaiSoo Shelter (Está hasta el capi 3)

Este capítulo se lo dedico a iUnicornYongxin y a Yoli, que siempre me dan muchos ánimos por twitter n-n Son un amor chicas º0º
Y a Panda, que me ayudó mucho en cuanto a ideas para este capi y parte del que viene :3 Estaba súper bloqueada y ella me ayudó también a "desbloquearme" (?) xD No quedó exactamente como lo hablamos, pero bueh (?) xB

Espero que les guste este cap :3

You seem to need hope
Capítulo 25



- Estás... Muy feliz. ¿No te parece?- le pregunté a XiuMin en el colegio un viernes. Era el último día de clases antes de las vacaciones de verano, y estaba en el patio con él. Desde que lo había saludado esa mañana, que no dejaba de sonreír, moverse y hablar de todo tipo de temas.
- Puede ser- rió fuertemente. Alcé una ceja.
- Dale, contame porque estás tan alegre e hiperactivo- pedí divertido. Miró para todos lados, me tomó de la muñeca y me arrastró hasta la parte trasera del edificio.
- Chen y yo...- susurró, vigilando que no hubiera nadie cerca -Vamos a cumplir tres meses este fin de semana- declaró, volviendo a sonreír.
- ¡Qué bueno!- lo acompañé con la sonrisa -¿Y qué le vas a regalar?- cuestioné.
- Mmm, no sé todavía- frunció los labios y miró para arriba -Pero él dice que me tiene una sorpresa- dio un saltito en su lugar, emocionado.
- Pero no te gustan las sorpresas...- comenté, acomodando mis anteojos, contento de ver a mi amigo tan feliz.
- No me importa, porque viene de él- volvió a sonreír, contagiándome -¿Y vos y Lay...? Sé que ahora están en algo serio, y voy a fingir que no me siento ofendido porque no me lo contaste vos y me enteré por Chen- aseguró teatralmente.
- Yo...- intenté excusarme, pero él levantó una mano para frenarme.
- Era una broma. Realmente no importa, porque sé cómo sos, LuHannie. Pero quiero saber...- se acercó más a mí -¿Hasta donde llegaron?- susurró y me guiñó un ojo. Sentí mi cara enrojecer. ¿Cuándo se había vuelto tan abierto con esos temas?
- No llegamos hasta el final- confesé.
- ¿Y vos querés?- sonrió pícaramente. Me mordí el labio inferior, avergonzado, y le golpeé el brazo suavemente.
- ¡Yo que sé! Esas cosas no se preguntan- me sacudí el pelo, nervioso.
- Daale, soy tu mejor amigo- insistió.
- Bueno... no sé. Tal vez...- murmuré -Pero no estoy desesperado- aclaré.
- Si te soy sincero, duele. Pero a la misma vez se siente bien cuando...
- Ya entendí- lo frené, no queriendo escuchar nada muy detallado -¿Estás tratando de convencerme de algo, o de tranquilizarme? Porque no está funcionando muy bien, Min- me dejé caer, sentándome en el césped. Él rió y se sentó a mi lado.
- Perdón... Sólo quería... No sé, ayudar- soltó un largo bostezo.
- Lo sé- sonreí, sacando del bolsillo de mi pantalón un paquete de caramelos y ofreciéndole.
- Gracias- tomó uno, le sacó el papel y se lo metió en la boca -¿Cuando llega Kai?- preguntó.
- El martes, el mismo día que vienen vos y Chen a instalarse en mi casa- respondí, mientras peleaba con el envoltorio de mi caramelo.


***



Las clases finalmente habían terminado. Me sentía relajado pensando en que no iba a tener que volver a tocar un libro por un tiempo. Era sábado por la mañana y estaba en mi casa. Mi mamá se había ido con su novio hacía un rato para empezar sus vacaciones, y yo estaba aburrido en mi habitación. El calor era agobiante, así que me debatí entre ir al patio y nadar un rato en mi pileta, o tomar una ducha. Me decidí por lo segundo y me dirigí al baño; me saqué la ropa y me puse debajo del chorro de agua tibia, relajándome.


Cuando terminé, envolví mi cintura con una toalla, me puse mis anteojos y abrí la cortina. Casi cayéndome al suelo del susto al ver a Lay sentado en el inodoro, mirándome con una sonrisa.
- ¡¿Qué hacés acá?!- exclamé alterado, recuperándome lentamente del susto.
- Vine a verte- se paró, mientras yo salía de la bañadera.
- ¿Y cómo entraste?- cuestioné, tomando otra toalla para empezar a secarme el pelo.
- Usé la llave que está abajo de la maceta de la entrada- sonrió, tomándome de la cintura y depositando un beso en mis labios. Relajándome, dejé de mover la tela en mi cabeza para rodear su cuello con mis brazos. Se alejó de mi boca y repartió besos por mi mejilla.
- Está bien, pero la próxima vez avisame. Me vas a matar de un susto- aseguré, inclinando la cabeza cuando sentí que se concentraba en mi cuello, para darle espacio.
- Quería que fuera sorpresa- se alejó para mirarme a los ojos -Quiero llevarte a un lugar, vestite- pidió. Alcé las cejas.
- ¿A dónde?- empezamos a caminar hasta mi habitación. Rió levemente, con un extraño sonido.
- Es... una sorpresa- me guiñó un ojo, sentándose en mi cama cuando entramos -Dale, apurate. Vestite así salimos.
- Ya voy, ya voy- reí por su apuro, eligiendo de mi armario un pantalón de jean azul un poco ajustado, y una remera blanca con un dibujo en el centro.
- Llevá abrigo- dijo cuando yo ya estaba listo para salir.
- Pero hace mucho calor- comenté.
- Vos haceme caso- pidió, acercándose a mí, para después inclinarse y dejar un beso en la punta de mi nariz, haciéndome reír por las cosquillas que me provocó.

Bajamos a la cocina y, después de que Lay lo pidiera, preparamos unos sándwiches para llevar.
- ¿Y eso?- cuestioné al ver al lado de la puerta una enorme mochila.
- Tiene cosas que vamos a necesitar- respondió detrás mío, ayudándome a ponerme la mía, que era mucho más pequeña.
- ¿Tanto?- ladeé mi cabeza, para intentar mirarlo.
- Sí- besó mi nuca y después se acercó a su mochila para ponérsela -¿Vamos?- sonrió.
- Sí- le devolví la sonrisa, viendo como abría la puerta.

***



Caminamos por la calle en un agradable silencio por un rato. Yo lo seguía, sin saber a dónde me llevaba, confiando en él.
- ¿Qué pasa?- cuestionó, dejando de caminar al ver que yo lo había hecho.
- ¿Vamos ahí?- pregunté, señalando la estación de trenes.
- Sí, ¿Por qué?- lo miré, temeroso por su reacción. Pareció entenderlo enseguida.
- No pasa nada- sonrió alentadoramente, apoyando su mano en mi hombro -Estoy con vos- aseguró -No pienses en eso- agregó, refiriéndose a Sehun y a lo que le había pasado. Lo seguí, inseguro. Compró dos boletos y nos paramos en el andén a esperar.

No pude evitar tensarme y dar unos pasos hacia atrás al ver al tren llegar. Nunca le había dicho a nadie, pero desde la muerte de Sehun, no había vuelto a subir a un tren. Me daban... miedo, por así decirlo. El sonido, verlo venir. Todo. Sin contar los recuerdos.
Las puertas se abrieron y la gente comenzó a entrar. Sentí unas manos en mis brazos. Miré hacia atrás, viendo a Lay sonriendo con ternura. Me concentré en sus ojos y su sonrisa; y un leve empujoncito me hizo caminar hasta que entré completamente en el vagón.


***




- ¿A dónde nos lleva este tren?- pregunté confundido, unos cuarenta minutos después. El viaje estaba resultando demasiado largo, y la tensión no me había abandonado.
- Mmm, ya vas a ver, te va a gustar- aseguró. Se estaba comportando bastante extraño. Miraba mucho su celular y, cuando llegábamos a una estación nueva, observaba detenidamente el exterior. Como si no supiera donde estábamos -¿Querés agua?- ofreció.
- Por favor- la verdad era que tenía mucha sed. Abrió su mochila, demorándose un poco mirando en su interior. Soltó una fuerte carcajada. Lo miré confundido.
- ¿De qué te reís?- pregunté divertido por su rostro rojo.
- De nada- omitió el tema -Tomá- me pasó el agua. Tomé un largo trago y se la devolví.
- Gracias- me sonrió después de guardarla, y apoyó disimuladamente su mano en mi muslo. Se acercó a mí, como para decirme algo al oído. Miré a nuestro alrededor. La gente estaba en su mundo, sin prestarnos atención.
- Lu... Te quiero- susurró, haciendo que volviera a mirarlo, esta vez con una enorme sonrisa.
- Yo también- apoyé mi mano sobre la suya y la acaricié. Nos sonreímos mutuamente unos segundos.
- Bajemos acá- dijo de golpe, parándose. Dejé que mi mirada pasee por el lugar y lo reconocí.
- ¡No! ¡Acá no!- exclamé. Me miró confundido -Por favor- suspiró y se volvió a sentar.
- Está bien... Pero, ¿Por qué reaccionaste así?- se veía preocupado.
- Por nada- sonreí con inseguridad. Con Sehun solíamos ir a un bosque que estaba relativamente cerca de esa estación. Y, si mis deducciones eran correctas, el plan era pasar un día al aire libre. Y ese bosque era perfecto para eso. No quería revivir esos recuerdos tan pronto, ni estando con él.

- ¿Estás seguro de que sabés a dónde vamos?- pregunté después de dos horas de viaje.
- Sí- dijo muy seguro. El tren frenó en una nueva estación, y él miró a su alrededor -Mirá, ahí vamos- señaló un cartel, mientras me hacía pararme y correr hasta bajar del tren. Y me di cuenta de que Yixing no tenía idea de donde estábamos. Leí detenidamente el anuncio que había señalado. Un camping cerca de ese lugar, con todo incluido.
- ¿Acampar?- cuestioné, sonriendo.
- Sí, ¿No te gusta?
- Sí, sí me gusta- aseguré -Sólo me parece divertido. ¿Te acordás el campamento del colegio?- rió, mientras empezábamos a caminar.
- Sí. Ahora vamos a dormir abrazados por gusto, no por frío- comentó, mirándome.
- Puede ser- bromeé. De reojo, lo vi morderse el labio inferior con una sonrisa y me empujó levemente con el hombro -Bueno, está bien. Si me lo pedís así...- salimos de la estación. El camping no era muy lejos, así que decidimos ir caminando -¿No querés que te ayude con esa mochila? Se ve pesada- ofrecí unos minutos después.
- No, estoy bien- afirmó.

 

***




El lugar ofrecía todo. Privacidad, un lago, carpa ya armada con colchonetas y bolsas de dormir, leña, comida, agua, tenía un baño con duchas, e incluso un pequeño almacén.
Lo administraba un matrimonio algo mayor y muy agradable; y la mayoría de los empleados eran jóvenes que necesitaban un empleo de verano.
Pude ver como Yixing casi no quería dejar ir el dinero que le daba al dueño del camping para pagar la estadía. Apenado por no poder aportar, decidí devolverle la mitad cuando volviéramos.

Era un bosque tan grande, que desde nuestra carpa no podíamos ver a las demás personas que estaban acampando ahí. Pero aún así, de alguna manera me sentía observado.

Después de acomodarnos y comprar comida en el almacén, nos sentamos frente al lago a comer los sándwiches que habíamos llevado.
- Hace calor...- comentó Lay, dejando de comer para sacarse la remera. Sin poder evitarlo, mantuve mi mirada fija en su torso unos momentos. Sintiendo un repentino calor que no tenía nada que ver con el verano -¿No querés sacarte la remera?- preguntó sonriendo.
- ¡No!- me aclaré la garganta -No, estoy bien así- mentí avergonzado.
- ¿Y nadar en el lago?- ofreció.
- No tengo ropa para eso- dije, dejando a un lado mi botella de agua después de tomar de ella. Se acercó a su mochila y revolvió en ella. Noté nuevas marcas moradas en su espalda baja. Cada vez aparecían con más frecuencia, preocupándome. Pero Yixing cambiaba de tema cada vez que intentaba preguntarle, y se hacía el desentendido cuando le tiraba alguna indirecta.
- Yo tengo dos pantalones cortos- me arrojó uno.
- Prefiero nadar vestido- aseguré, pensando en que Lay y yo con poca ropa juntos no era muy buena idea en ese momento. La muy breve conversación que había mantenido con MinSeok el día anterior, seguía muy fresca en mi mente.
- ¿Seguro? No creo que sea cómodo...- opinó.
- Siempre lo hago- volví a mentir.


***

 


- Te dije que no era buena idea que nadaras vestido- me dijo Yixing, frotando mi espalda con su mano después de que yo soltara un fuerte estornudo. Habíamos pasado una divertida tarde en el lago, y yo había estado todo el tiempo con la ropa mojada puesta. Ahora por suerte ya se había secado, pero como era de noche el clima estaba más fresco y sentía frío. Me acerqué al fuego que Lay había encendido, que era la única fuente de luz, hundiéndome más en mi buzo.
- Ahora ya está- respondí. Se escuchó el sonido de una rama rompiéndose -¿Escuchaste eso?- cuestioné alarmado, mirando a la oscuridad.
- Sí, debe haber sido un animal- opinó, pasándome una taza con té. En ese camping te facilitaban utensilios de cocina. Ya habíamos logrado cocinar la cena en la fogata, y ahora disfrutábamos de una caliente infusión. Se sentó a mi lado, muy cerca mío, sin notar cuando me alejé unos centímetros. No porque no quisiera estar cerca suyo, sino porque me sentía inseguro de que nos vieran. Y muy en el fondo, escuchaba a MinSeok hablándome de sexo, haciendo que mi cabeza diera vueltas de los nervios. Me miró unos segundos y acortó la distancia, para besarme. Inconscientemente, corrí un poco la cara, logrando que el beso sea en la comisura de los labios.
- ¿Por qué...?- quiso preguntar, con el ceño fruncido.
- Chicos, ¿Todo bien?- dijo una desconocida voz masculina a nuestras espaldas. Me alejé de Lay, sobresaltado, girando mi cabeza para mirar al lugar de donde había venido la voz. Estaba el dueño del camping con su esposa.
- Sí, muchas gracias- sonreí.
- Queríamos asegurarnos que no necesitaran nada más antes de irnos a dormir- nos informó la amable mujer.
- Estamos bien, muchísimas gracias- dijo Lay.
- Que descansen- agregué. Era un matrimonio muy agradable.
- Ustedes también, cualquier cosa ya saben dónde encontrarnos- se empezaron a ir. Agarré mi botella de agua, tomando de ella.
- Cariño, quiero ver "Secreto en la montaña"- escuché a la mujer pedir a su esposo, cuando ya estaban alejados de la luz del fuego. Literalmente, escupí toda el agua que había en mi boca, provocando un ataque de risa en Lay.
- ¿Te sentiste identificado que reaccionaste así?- me molestó después de ayudarme a limpiarme el agua con una servilleta de papel.
- No sé de qué hablás- mentí.
- Ya sabés, en esa película hay escenas de dos hombres en un campamento- me guiñó el ojo -Y terminan haciendo cosas en una carpa.
- Callate- dije sonrojado.
- Y nosotros estamos en la misma situación. Campamento, hay una carpa, un lago y un bosque. La montaña se puede omitir. Sólo nos falta hacer cosas- me robó un casto beso.
- Yo no lo pensé en ese sentido- mentí. Porque sí, ese había sido mi primer pensamiento.
- Mentiroso- declaró antes de volver a besarme. Tomó mi rostro entre sus manos para que no me alejara, mordiendo mi labio inferior con delicadeza, logrando que me rindiera y le correspondiera el beso. Se escuchó, de nuevo, el ruido de una rama rompiéndose.
- ¿Escuchaste eso?- pregunté, separándome del beso.
- Sí, ahora si debe haber sido un animal- intentó volver a besarme pero no lo dejé.
- ¿Y si hay alguien?
- ¿Quién podría ser? Los dueños ya se fueron a dormir, y los demás campistas están muy lejos. Debe haber sido un perro o algo- se inclinó, pero me alejé.
- ¿Y si es Jason? ¿La bruja de Blair? ¿El malo de "La casa de cera"? ¿Un psicópata asesino? ¿Un hombre lobo? ¿Un...?- fui callado de mi repentino ataque por los labios de Lay, que presionaban con insistencia los míos. Abrió la boca, lamiendo mis labios e incitándome a profundizar el beso. Olvidando cualquier cosa me dejé llevar, correspondiendo el beso con ansias. Colocó su mano en mi muslo, acariciándolo lentamente. El sonido de la madera quemándose en la fogata le daba un aire especial al momento.
- ¿Vamos a dormir?- susurró después de separarse, con una sonrisa. Abrí mis ojos, que había cerrado en algún momento y, sin alejarme de su rostro, lo abracé.
- Sí- respondí con voz ronca -No, mejor no- no estaba seguro de lo que podría pasar si entrabamos a la carpa. Su mano, que seguía en mi pierna, subió por el costado hasta mi cadera. Con su pulgar, acarició el hueso de esa zona sobre la ropa.
- Vamos- casi rogó sobre mis labios. Asentí, rindiéndome.

***


Mientras Lay apagaba el fuego, yo entré a la carpa que estaba iluminada por una linterna con forma de farol que colgaba del techo. Me saqué el buzo y la remera, quedando con el torso desnudo; y después me recosté en una de las colchonetas que había ahí. Vi como Yixing entraba y cerraba el cierre, que era la "puerta" de la carpa. Se sacó el abrigo que llevaba puesto y, en vez de acostarse a mi lado, lo hizo directamente arriba mío; tapándonos con una de las bolsas de dormir. Apoyó su mentón en mi pecho y enderecé levemente mi cabeza para mirarlo. Me sonrió al tiempo que alzaba su mano derecha para acariciar mi mejilla, haciendo que le sonriera con sinceridad; perdiéndome en su mirada.
- Te noté un poco tenso hoy- comentó en voz baja.
- ¿Sí?- asintió.
- Sí- dio un beso en mi clavícula y volvió a mirarme -Y te aseguro que no tenés por qué estarlo- apoyándose sobre las palmas de sus manos, hizo fuerza para alcanzar mi rostro y unir sus labios con los míos.

Notas finales:



¿Que les pareció? :3 Muero de ganas de saberlo º0º

VAMOS QUE EXO ESTÁ DE VUELTAAAAAA.- Creo que muero (?) Son tan pechochos~~
Y un muy feliz cumpleaños para nuestro líder guardián SuHo ♥

 

 

Todas/os ustedes son lo más y me hacen re filiz. -Henryteamo-

¡Las/os adoro!

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Parku~


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