// Pensamientos //
+++++++++ Separación de Escenas ++++++++++
----------- Flash Back---------
11.- OLVIDANDO
El año escolar estaba terminando, ya estaban en los exámenes finales, el colegio terminaría y ellos emprenderían una nueva vida. Ron caminaba lentamente por los pasillos del colegio, dirigiéndose exactamente al gran comedor, donde lo esperaban para cenar, ya no había marcha atrás, debía hacerlo, debía salvar a Harry, así como este muchas veces lo había salvado a él. Era una devuelta de mano, pero Ron no sabía lo equivocado que estaba y lo mucho que se arrepentiría después.
-Amigo - El pelirrojo llego junto al moreno y se sentó con el - No hemos hablado mucho estos últimos meses… pero ya que se acerca el final de la escuela no quiero terminar así contigo… te quiero hermano y lo sabes - Harry asintió con la cabeza atento a las palabras de Ron, ilusionado por que pensaba que por fin entendía su situación con el rubio – Vamos, brindemos por nosotros y nuestra amistad con este jugo de calabazas… que sea por ahora y para siempre - Le extendió un vaso al ojiverde e empinó uno el, hicieron golpear los vasos como si fueran copas de una espumeante champagne y tomaron con gusto, por ellos y por el futuro. Harry estaba agradecido por ese gesto de amistad, Ron estaba confundo, sabía que estaba haciendo lo correcto, pero… ¿Por qué dudaba? ¿Por qué creía que lo estaba traicionando? Todas esa dudas ya no importaban mucho ahora Harry había bebido completamente el jugo, desde ahora, ya no había vuelta atrás.
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Semanas después….
Estaba todo preparado para la gran fiesta que se haría para todos los egresados ese año del colegio, Hogwarts brillaría en todo su esplendor, esa vez era por los grandes héroes del mundo mágico que habían acabado con la tiranía del señor oscuro y ahora por fin habían terminado el colegio y se marcharían para formar sus nuevas vidas, todos los profesores trabajaban arduamente para que saliera todo excelente y a la altura del colegio.
Un rubio caminaba por los pasillo del colegio algo abstraído de la realidad, estos últimos días había percibido, en cierto modo, un poco de frialdad por parte del moreno hacia ellos (el y su hijo) más bien con él, ya que Harry como correspondía iba siempre a alimentar a su hijo de magia, pero… algo había, ya no era lo mismo. Apenas lo tocaba o le hablaba, Draco lo atribuía un poco a la expectación de salir del colegio y lo que sería de sus vidas, podía ser eso, porque una persona no podía cambiar así de rápido de la noche a la mañana.
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Mientras tanto en la oficina de Dumbledore Ron trataba de buscar una explicación, en lo que creía una fallida poción.
-Director…. Pero dígame por favor, exactamente ¿Qué es lo que Harry olvidara? ¿Ya llevamos varias semanas y aún recuerda al hurón?
-Yo nunca te dije Ron que lo olvidaría…
-¿Cómo? ¿Y entonces el obliviate para que era?
-Como tú ya debes saber, el Oblibiate es un hechizo para olvidar, mientras que la Amortentia es una poción para el amor…. Mí querido alumno… Pero sabes, averigüe un poco del tema y también pueden producir un efecto distinto.
-¿Cómo? ¿A que se refiere?
-Recuerda que solidifique el Oblibiate y lo fusione con la Amortentia, eso daría una mescla homogénea algo… distinta…
-¡Explíquese mejor profesor… no le entiendo nada!- Ron estaba ya perdiendo un poco la paciencia con tanto misterio.
-Efectivamente con el Oblibiate olvidara, pero no la existencia de Malfoy, sino que junto con la Amortentia, olvidara “su Amor por Malfoy”.
-¡Pero él no lo ama!
-Eso lo veremos Ron, la Amortentia es una poción para el amor, si solo le atrae o le gusta como algo pasajero, ósea una aventura, la poción no tendrá ningún efecto en él, Harry seguirá tal cual como hasta ahora, eso quiere decir que tendrá al rubio por un rato y luego lo desechara… pero si lo ama…. Harry olvidara todo lo que siente por él, cualquier tipo de sentimiento amoroso, por desgracia tendrán un hijo juntos, pero eso no quiere decir que volverá con él por su hijo, al contrario, lo omitirá completamente de su vida… ósea Malfoy no pasara más allá de ser una incubadora humana para el hijo Harry. Cortara cualquier tipo de relación física con él y obviamente amorosa, el amara a su hijo tal cual porque la poción no incluía al niño de ambos, solo al padre.
Ron se impactó por tan frio pensamiento, “solo una incubadora humana para el hijo de Harry”, eso era… cruel, Malfoy había sido un desgraciado pero… era tan macabro como Dumbledore lo describía, ya se estaba imaginando al rubio así, ya le quedaba claro a Ron la definición de acabar con un Veela a través del corazón. El hurón terminaría mal. Y en esos precisos momentos él se estaba sintiendo culpable.
-Recuerda Ron que esto lo hacemos por nuestro querido Harry, quizás que cosas le habría hecho padecer Malfoy a lo largo de su vida, de seguro nuestro querido Harry habría sido muy infeliz con el - El viejo se acerco al chico y le toco el hombro en señal de confianza, sabía que el pelirrojo dudaría de su participación y se sentiría culpable, pero ya ambos estaban metidos hasta el fondo en esto, no había vuelta atrás y el no se permitiría fallar, ya estaba preparado para lo que le vendría unos meses más cuando el bebe tuviera que nacer.
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La pomposa fiesta llego y ahí estaban todos los alumnos recibiendo su diploma, uno a uno subían hasta el pódium contentos, ahora se habían terminado una etapa muy importante en sus vidas, y les auspiciaban un futuro mucho mejor. Todos estaban muy felices, todos querían ser abrazados por sus familias y volver a sus hogares, todos… menos uno que cuando escucho su nombre subió con la cabeza gacha, no había una familia a la cual el abrazar, no había un hogar al cual volver, no había un amor al cual abrazar, no había nada, solo un sueño incumplido y un amor acabado, solo estaban él y su hijo y por cómo iban las cosas muy pronto se le seria arrebatado, y Draco temía, no, más bien creía, que el día que se lo quitaran de sus brazos… el moriría.
Tomo el diploma ante la atenta mirada de todos, algunos también miraron al moreno, pensando que este se sentiría orgulloso de que su pareja terminara la escuela con honores, pero Harry estaba más entretenido hablando y riendo con sus 2 mejores amigos que animando al rubio.
Cuando el director le dio el abrazo de cortesía nadie noto y mucho menos escucho lo que le dijo al rubio al oído…
-Pensaste que te habías desecho de mi… ahora realmente sabrás lo que es el dolor…- Draco se puso pálido, pero su piel era tan blanca que apenas se noto, busco auxilio mirando a Harry pero este no lo miraba, pareciera que para el moreno el rubio ya no existía. Estaba solo. Quiso correr de ahí, pero trato de calmarse, a su hijo no le hacía bien que él se alterara, menos cuando le quedaba tan pocos meses para que naciera.
Luego siguió la fiesta, Draco estaba cansado, con tanto ajetreo de la ceremonia y todo eso Harry no había ido a darle magia al bebe, y producto de su avanzado estado, el niño exigía mas magia.
-¿Draco estas bien?- Hablo Pansy angustiada - ¿Que está pasando entre ustedes? ¡¿Potter pareciera como si te hubiera olvidado?!- El rubio no le quiso decir a nadie sobre las palabras del director, era mejor así, que ellos disfrutaran de su vida, el siempre les traía preocupaciones y calamidades, era el momento de que ellos vivieran, sin estar siempre al pendiente de él.
-No digas eso Pansy… solo está disfrutando la fiesta con sus amigos.
-No Draco, lo he notado, estas últimas semanas ha cambiado.
-Debe ser por toda esta batahola de la graduación- La verdad es que Draco trataba de auto convencerse más que nada, entendía claramente a lo que se refería la chica, pero de verdad es que estaba tan cansado que ya no quería pensar, se iría a dormir y vería lo que le deparara el destino mañana.
En otra esquina una castaña traba de convencer a su amigo para que fuera a saludar a su supuesto novio por la graduación.
-Harry ¿De verdad no lo vas a ir a saludar?
-¿A quién?
-A Malfoy tarado ¿A quién más?
-¿Y porque debería hacerlo?- El moreno se encogió de hombros como si la respuesta fuera obvia, Ron los escuchaba en silencio, Harry no tomaba para nada en cuenta a Draco, era como si el rubio no existiera, solo les hablaba de los mucho que había crecido el bebe, de sus patadas, de la forma en que le drenaba la magia, se lo imaginaba fuerte y vigoroso, pero del rubio nada, eso quería decir que… Harry si amaba a Draco…. Dumbledore lo había dicho….
“Pero si lo ama…. Harry olvidara todo lo que siente por él, cualquier tipo de sentimiento amoroso, por desgracia tendrán un hijo juntos, pero eso no quiere decir volverá con él por su hijo, al contrario, lo omitirá completamente de su vida… ósea Malfoy no pasara más allá de ser una incubadora humana para el hijo Harry”.
Hermione lo miro dudosa, ella había visto con sus propios ojos el obsesivo interés que presentaba anteriormente el moreno por el rubio y ahora pareciera como si no le importara ¿Acaso para Harry habría sido solo un simple calentón? Suspiro cansada, era su graduación después se preocuparía de lo demás, de verdad que ahora solo quería disfrutar de ese momento con sus seres queridos.
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El último día de escuela llego, todos preparaban sus maletas para irse a su casas, Draco en silencio guardaba sus pertenencias, no había querido pensar, pero faltaban solo unas horas para que el tren partiera a Londres y el no tenía a donde quedarse, Harry cuando había ido a darle magia al bebe, no le decía nada, y cuando el rubio le hablaba este le pedía que se callara, que no quería oírlo y lo amenazaba con marcharse del lugar si lo hostigaba mucho. Draco por temor a que lo hiciera lo hacía, así la rutina de dar magia se resumía a eso, nada más, ninguno hablaba, todo era tan vacio, hasta el bebe lo notaba por que cuando el moreno se marchaba en silencio, su estomago se tornaba duro, Draco tenía entonces que darle unos suaves masajes a su panza y le hablaba al bebe para calmarlo, su hijo era muy sensitivo y al parecer percibía el rechazo de su padre.
Estaba terminando de cerrar la maleta cuando sintió un ruido detrás del, por la magia supo que era Harry, había llegado el momento de hablar y aunque el moreno amenazara con irse, el ya no callaría mas.
-Malfoy tenemos que hablar- Draco todavía no se acostumbraba a que lo volviera a llamar por su apellido, era raro, y también se dio cuenta que el moreno venia en son de aclarar las cosas.
-Sí, lo sé… yo también iba a pedirte lo mismo - Draco se volteo y quedo frente a él, a su amor, que últimamente se estaba comportando de manera extraña y fría, esas hermosas esmeraldas ya no brillaban, al contrario pareciera que se hubieran apagado por completo.
-El bebe nacerá dentro de unos 3 meses y tú no tienes un lugar donde ir… he decido que vivan en Grimmauld Place, Sirius me dejo una casa ahí y la usaras tu y el bebe.
-¿Y tu Harry? ¿Donde vivirás?
-¿Yo? Yo estaré una temporada con los Weasley en su casa.
-¿No te irás conmigo?
-No ¿Por que debería de hacerlo? Tu solo eres el padre de mi hijo nada mas - Esa confesión dejo a Draco petrificado, Harry las había soltado con tanta naturalidad, como si ni siquiera hubiera algún sentimiento en el.
-¿Pero?... ¿Tu?... ¿Me dijiste que…? - El rubio estaba perturbado.
-Vamos Malfoy… Sabias que esto era un juego nada mas… yo no te quiero, nunca te quise, solo quería un hijo y tú eras el medio para obtenerlo nada mas- Harry hablaba como si nada, si realmente supiera como realmente se sentía ahora Draco, lo más probable es que las hubiera omitido, pero también pasaba que algo, en el fondo del corazón del moreno algo pinchaba, pero era tan suave el dolor que era casi imperceptible.
-¿Por qué Harry? ¿Por qué?- Sin querer los ojos de Draco se llenaron de lágrimas.
-No lo sé, un simple revolcón- Volvió a encogerse de hombros - Que se yo… es algo que no puedo explicarte, claro eso no quiere decir que no me interese el niño, al contrario es lo único que me interesa de ti - Harry era letal con sus palabras y el tono natural y calmado hacia que doliera mas, al perecer el moreno era indiferente a los gestos de dolor del rubio.
-¿Me lo quitaras cuando nazca?- Draco formulo la pregunta con pánico, el corazón le dolía a horrores pero él debía saber… debía enfrentar su realidad.
-No, no puedo apartar a mi hijo de su padre, pero déjame decirte algo Malfoy, no te metas en mi vida y no hagas nada estúpido como poner a mi hijo contra mí, porque si eso pasa te lo quitare, recuerda que para el mundo mágico, TU NO ERES NADA, en cambio yo, soy el héroe de todo esto, jamás tendrás posibilidades contra mí.
Draco bajo la cabeza sin poder detener las más lágrimas, era todo tan doloroso.
-¡Ha! Y no me digas más Harry, para ti soy Potter…como tú eres para mi Malfoy, te quedo claro.
-Si- Para que seguir peleando, Draco estaba cansado y deprimido, y ahora en esos momentos estaba su hijo como máxima prioridad.
-Vendré por ti en una hora para llevarte a la que será la casa de Mi Hijo- Harry estaba dejando bien en claro que Draco no tendría ninguna injerencia en el bebe. El moreno se fue sin esperar ninguna respuesta dando por hecho que el rubio le haría caso, en todo caso no le importaba mucho si el chico sufrió o lloraba, su hijo era lo más importante, nada más, si el rubio sufría era problema del, además que debería agradecerle por tener el honor de que él se fijara primero que nada en preñarlo.
Cuando volvió a entrar al dormitorio el rubio lo esperaba sentado frente a la ventana mirando a la nada, sobándose la pancita lentamente, vio también que tenía los ojos cerrados, Draco siempre lo hacía para concentrarse en darle magia a su hijo, el moreno había decidido dejarle al niño solo por el hecho de que sabía que el rubio amaba a su hijo, y la verdad es que no quería que su hijo creciera sin su otro padre, el había sido huérfano y sabía muy bien lo que era sufrir estando solo, el niño no tendría a sus padres juntos pero recibiría amor de ambos, eso por lo menos lo dejaba tranquilo.
-¿Estás listo?
-Si- El rubio dejo su lugar y tomo su maleta, más bien la arrastro por que pesaba a horrores, se acerco al moreno, Harry no izo ningún intento de ayudarlo, solo lo miraba seriamente.
-Bien, vamos- Le extendió la mano, la verdad es que no quería ni siquiera tocarlo, pero las apariciones eran así, el rubio lo toco suavemente, no paso desapercibido el gesto de rechazo que izo Harry cuando lo toco, ambos desaparecieron del lugar al instante, apareciendo en la otra casa.
Grimmauld Place era una casa oculta en un barrio muggle, ideal para que viviera Draco, nadie lo reconocería como un mortifago y lo acosaría, podría vivir con su hijo tranquilo. Lo único problemático del lugar era que el sitio estaba todo en un absoluto estado de abandono, los muebles estaban tapados con inmensas sabanas blancas y polvorientas, Draco suspiro había harto trabajo que hacer, pero estaba bien, lo importante ahora era que tendría un lugar al cual llamar casa y el y su hijo tendrían un techo para vivir, eso era una gran estabilidad.
-Aquí vivirás de ahora en adelante, tu tendrás que arreglarlo como quieras, hay un elfo en este sitio que estará a los servicios del bebe y no de tus caprichos ¿entendiste?- Harry no cambia el tono vacio y despectivo de sus palabras.
-¿Tanto me odias Ha… Potter?- Pregunto Draco mirándolo, sus grises ojos mostraban absoluto cariño y devoción, su magia Veela quiso acercarse a la magia de Harry pero no pudo, una barrera negra se impregno en el cuerpo del moreno y no la dejo ni siquiera tocarlo.
-¡No vuelvas a hacer eso!- El moreno se acerco a el amenazante, tomándolo del brazo firmemente incrustándose en la blanca piel del rubio - ¡No quiero que vuelvas a seducirme con tu magia Veela! ¡¿Te quedo claro?!
-¡Yo no… quería hacerlo!- Draco se quejo por el agarre, la magia oscura del moreno le estaba haciendo daño, esa magia no era como la de antes, cuando Harry la media para no hacerle daño al bebe, ahora dolía, era como si miles de alfileres se clavaran en la piel de Draco y quisieran invadirlo - ¡Le estás haciendo daño al bebe!- Harry reacciono y lo soltó, cayendo el rubio al suelo.
-¡No quiero que nunca más me vuelvas a tratar de seducir con tu magia Veela!- Le grito el moreno furioso, parecía poseído por quien sabe que, el rubio se mantenía en el suelo sobándose el estomago, el niño también había sentido miedo y Draco trataba de calmarlo – ¡Ya lograste sacarme un hijo… ese error no se volverá a repetir! ¡Kreacher! – Llamo el moreno al elfo domestico de la casa, este apareció rezongando como siempre – Tendrás un nuevo amo en esta casa y será el bebe que lleva Malfoy en el vientre, lo atenderás de ahora en adelante, pero solo lo que necesite el niño, lo que quiera Malfoy se lo hará el mismo ¿Quedo claro?- El elfo asintió con la cabeza, mas asombrado que nada porque por fin tendría el gran honor de servir a un ser digno de él, aun Malfoy. Luego de eso Harry se retiro del lugar desapareciendo indignado.
-¿Señor Malfoy está bien?- El elfo se acerco al rubio, sin tocarlo, no podía ayudarlo, las ordenes de su amo Potter no lo dejaban.
-Sí, no te preocupes… dime Kreacher…- Al elfo se le iluminaron los ojos cuando Draco dijo su nombre, para Kreacher siempre había sido un honor servir a la señora Black y el sabia que la persona que tenia al frente, aparte de ser un sangre pura, era un Malfoy Black, digno representante de esa gran dinastía - ¿Dónde están los dormitorios?
-Desde el segundo piso podrá encontrar algunos señor.
-Bien, gracias – Draco se levanto lentamente, su hijo estaba más calmado, comenzó a tirar la maleta y trato de subir - Kreacher ¿Me podrías ayudar con la maleta?
-Yo de verdad lo deseo señor, pero el amo Potter me dijo que no podía servirlo- El elfo estaba en verdad angustiado.
-Sí, lo sé, pero recuerda que el niño está en mi vientre así que no me estas ayudando a mí, estas ayudando al niño para que no le pase nada- Draco hablaba suavemente y se reía internamente, era como si estuviera haciendo una travesura.
-Tiene razón señor, lo hare - y así el elfo lo ayudo con la maleta y también le arreglo la pieza, pensando en que se la estaba arreglando al niño para que durmiera bien en el cuerpo de su padre.
Draco, cuando por fin estuvo solo, se sentó en la cama, el lugar estaba limpio y ordenado, el elfo sin lugar a dudas se había esmerado en el aseo, era un bonito lugar, Draco suspiro y ya no pudo mas, las lagrimas brotaron solas y grandes sollozos salieron de su boca, lloro tan intensamente y por tanto tiempo que se durmió con la angustia, su hijo también sentía pena, los sentimientos de desazón del rubio lo impregnaban, porque trato tratara de cubrirlo con su magia, igual llegaban al niño, el bebe era un ser de magia, se alimentaba de de ella, a pesar no nacer todavía el sentía todo a su alrededor, y si papi sufría el también lo hacía.
Pasaron así casi 3 meses, el bebe nacería muy pronto, Harry iba puntual como siempre a la casa a darle magia al niño, Draco al verlo llegar se acostaba en su cama y cerraba los ojos, no quería mirar al moreno y ver esa cara de desprecio hacia su persona, el sabia que Harry amaba a su hijo, pero a el no, eso estaba más que claro, nunca lo quiso, al final las palabras de Dumbledore eran verdad, Potter lo había cogido única y exclusivamente para usarlo y luego desecharlo, si no fuera por su hijo quizás donde él estaría. Escucho como Harry le hablaba al bebe, con amor y cariño, sentía su mano en el vientre, sentía también la magia que los traspasaba y llegaba al bebe, ya no lloraba mucho en las noches, había entendido que le hacía mal al niño, el medimago se lo había explicado bien, y Draco en esos momentos se estaba aferrando a su infinito amor por él, por lo menos Potter le había dado una razón para vivir, y Draco viviría por y para su hijo, en cuerpo y alma.
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Esa noche Harry que vivía en la casa de los Weasly celebraban la llegada de Ginny, Harry al verla le tembló el estomago, pensó que la había olvidado, pero verla frente a él, tan hermosa y jovial, le hicieron recordar los buenos momentos que paso junto a ella, nunca la había dejado de querer a pesar de que ella lo dejo para irse a vivir a otro país. Toda la familia estaba feliz, había una gran celebración en casa, todos estaba bien bebidos, de hecho Harry estaba tan feliz que brindaba y brindaba a cada rato, por Ginny gritaba y esta le devolvía una sonrisa coqueta, cuando se fue tambaleando al baño, porque ya no daba más de alcohol, sintió que lo tocaban del brazo, era Kreacher algo angustiado.
-Amo Potter, el señor Malfoy esta…
-Déjame Kreacher...- Harry se tambaleo cuando empujo al elfo para que lo soltara - Que… me importa… lo que le pase… a ese… largo de aquí…
-Pero amo Potter…
-¡Largo te dije! No me digas nada… ¡Fuera! – El elfo lo miro seriamente y luego desapareció. Harry ignoro esa mirada de odio, lo último que tenía que faltarle era que Malfoy arruinara esa gran noche que tenia - ¡Al diablo con él! – Grito a la nada y se metió al baño, olvidando al rato que había visto al elfo ahí y siguió tomando como si nada.
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En Grimmauld Place un rubio estaba tirado en la cama quejándose de dolor, al parecer el niño iba a nacer, había enviado al elfo para que fuera por Harry, sabía que necesitaba la magia del para el parto, cuando vio aparecer al elfo solo, se desespero, el pequeño elfo solo negó con la cabeza y lo entendió, Harry no había ido, eso quería decir que estaban solos en eso, trato de calmarse pero el dolor era tan fuerte que se retorcía, su bebe no debía morir, el bebe no debía pagar por sus errores, respiro con dificultad y trato de concentrarse, de algo que sirviera la magia Veela, su bebe nacería, esa era su única mentalidad, le daría todo, todo lo que el tenia, su magia… su vida… le entregaría todo, lo único que lamentaba era no poder conocerlo, ojala y que alguna vez le cuenten cuanto lo amaba y lo esperaba, ojala y que le dijeran era su luz en medio de tanta oscuridad, su bebito nacería y le pedía a Merlín con todo su corazón que fuera feliz.
La magia Veela empezó a rodear el lugar, Draco estaba entregando su vida en ello, lagrimas salían de sus ojos, quería conocer a su hijo, quería besarlo y abrazarlo, pero no podría. De pronto sintió otra magia que aparecía en el lugar.
-Harry… ¡¿Eres tú?!- Había preguntado esperanzado.
-No Draco… Harry no vendrá- Dumbledore hablaba tranquilamente y se acercaba hacia el rubio con una sonrisa en los labios.
********** Continuara *********