Minho.
Como cada día antes de ir a clases, paso por “Games on”, que es un lugar para jugar video juegos. En realidad no soy tan fanático de los videojuegos, digamos que prefiero los deportes y el aire libre a estar encerrado pegado a una pantalla. Pero hay alguien que viene aquí todos los días a jugar en ese juego de baile en el que hay que pisar flechas. Y ese alguien es un gran amigo que perdí por ser un idiota.
Lee Taemin.
Veo a Taemin entrar al lugar de juegos y lo sigo sin que me note, como hago cada mañana. Él compra una sola ficha y se dirige al mismo juego de siempre. Elige una canción al azar, pone la dificultad más difícil y se pone a bailar. Y es increíble. No pierde ni una sola flecha y además se mueve y baila rapidísimo. Terminada la canción, agarra sus cosas y comienza a caminar hacia la escuela.
Conocí a Taemin en la escuela primaria, éramos amigos, aunque él era un año más chico que yo, no lo parecía. Solíamos pasar muchísimo tiempo juntos, prácticamente pasábamos cada tarde juntos, ya que vivíamos en el mismo barrio y nuestras casas estaban cerca. Además su familia y la mía tienen una buena relación de negocios, la suya es una compañía de hoteles y la mía es una aerolínea internacional, no hay problemas entre ambas porque el mercado al que van dirigidas es diferente. Claro que antes nos veíamos cada día, pero cuando yo empecé la secundaria nos distanciamos notablemente. Todavía no se qué pasó, creí que cuando él también entrara a la secundaria podríamos volver a acercarnos como antes, pero él me ignoraba y evadía todo contacto conmigo. Al poco tiempo me di cuenta de que me odiaba, pero nunca entendí porqué.
Sigo a Taemin como todos los días (puede sonar un poco acosador, por suerte él nunca se dio cuenta, es bastante despistado) hasta llegar al colegio, en donde él se queda esperando en la puerta hasta que casi es la hora de entrar, pero aquí se acaba mi seguimiento. Entro al colegio pasando al lado de Taemin, él me ignora y parece estar muy concentrado con algo en su celular, su rostro no tiene expresión, es a lo que se le llamaría una perfecta cara de póquer.
Tres segundos después de entrar escucho susurros a mí alrededor, otra vez las chicas me señalan, eso significa que alguien se confesará hoy.
Aah, las chicas definitivamente deben ser de otro planeta, ¿qué clase de persona normal le cuenta a otra que se va a confesar? Pero eso no queda ahí, la segunda chica le cuenta a una tercera y la tercera a otra y la otra a otra y a otra y a otra y a otra y así todas saben que va a pasar. Si escucho los susurros puedo adivinar quién será, qué me dirá, cómo es y a que año va, pero me gustan las sorpresas.
- ¡Yah, rana!- y esa voz es la que menos me apetece oír temprano en la mañana. Ignoro a mi amigo, sé que vendrá a gritarme porque no pudo comprarse ropa ya que me negué a todo lo que me dijo y Key ama comprarse ropa.
Sigo mi camino haciendo de cuenta que no escuche su voz, pero mi rubio amigo es rápido y llega a mi antes de que pueda contar tres elefantes.
- ¿Estabas escapando de mí?
¡Rápido, inventa una excusa!
- ¡Key, ahí estás! Te estaba buscando.
Él frunce el ceño.
- ¿A sí? -asiento- ¿Por qué?
- “¿Por qué?” ¿Qué clase de pregunta es esa? Porque hay que ir a clases.- digo rápidamente mientras paso un brazo sobre su hombro y suelto mi peso encima suyo.
- ¡Sal de encima! –grita zafándose.
- Oh, amigos- dice una voz completamente distinta que viene detrás de nosotros, asique nos giramos para enfrentarlo.
- Hola, hyung.- lo saludo y Onew me responde con una sonrisa.
- Pollo, por tu culpa ayer no pude comprar ropa.- le reprocha Key.
- ¿Mi culpa? ¿Pe…pero yo que hice?- pregunta el mayor mientras hace un puchero.
- Es que Minho no cooperó.
- No es mi culpa, hyung, toda la ropa era fea.- me excuso.
- ¡Yah! Que tú no tengas buen gusto por la moda no significa que el resto de nosotros tenga que usar cualquier cosa.
- Ya, ya…- nuestro hyung acaricia la cabeza de mi dongsaeng- te prometo que esta tarde iremos y te compraré lo que quieras.
Veo las mejillas de Key colorarse de forma muy graciosa, no es solo rojo, es más bien como un bordó anaranjado. La única persona que puede hacer que Key se tranquilice es Onew.
Miro a mi alrededor y encuentro cierta cabeza castaña chocolate caminar en dirección contraria a nosotros, a su lado va una chica y a su otro lado va un chico un poco más bajo que él. Taemin.
El aviso para entrar a clases me distrae y en el lío de cuerpos pierdo de vista al chico de cabello chocolate.
- Je m’appelle… -escucho la voz de la profesora de francés, pero no le presto atención y miro por la ventana. El día de hoy está nublado, espero que llueva, me gusta la lluvia.
Un papel doblado aparece en mi banco asique lo desdoblo y leo “salón de dibujo, 15:45” y mis sospechas sobre una confesión se vuelven correctas.
La clase termina y recojo mis cosas, se supone que debería dirigirme a la clase de dibujo, pero no lo hago, digamos que tengo hambre además recién son las 15:20, me queda bastante tiempo.
Llego a la cafetería y veo a Key divirtiéndose con su nuevo juguete:
- ¿Jjong-ah, alguna vez tocarás una canción para nosotros?
Veo al chico gruñir antes de responder:
- Aléjate de mi camino, falso rubio.
Key no lo deja de mirar, entonces habla en voz alta:
- Chicos, como ya saben, nuestra escuela se complace en ayudar a quienes quieren estudiar pero no pueden permitirse el lujo de pagar por estar aquí. -un coro de “síes” se escucha, entonces mi amigo prosigue- Y, como también saben, es necesario que todo estudiante nuevo en esa condición pase por una pequeña prueba, ¿cierto? –Se escucha más gente afirmando tal cosa- Asique, Jjong-ah, puedes cantarnos una canción o… tendrás que nadar desnudo en la piscina del colegio.
Gritos eufóricos y emocionados suenan por todo el comedor.
- Bien –gruñe Jonghyun-, cantaré. Lo veo tomar aire para empezar, pero Kibum lo para levantando una mano.
- Claro que no eres tú quién puede decidir eso.
- ¿Qué? –el pobre cachorro parece más perdido que pirata sin mapa.
- ¿Chicos- dice Key girándose hacia los otros alumnos-, qué debería hacer el nuevo músico?
La respuesta es clara, entre cuatro chicos agarran a Jonghyun y lo llevan hacia el gimnasio, en donde se encuentra la pileta. Todos los alumnos que están aquí comienzan a seguir al cuarteto que lleva al chico nuevo. Miro a Key:
- ¿Deberíamos ir?
- No me lo perdería por nada del mundo. –me sonríe y ambos reímos.
Nos dirigimos con paso apresurado hasta donde están llevando al chico, al llegar todos nos dejan pasar para estar adelante. Pongo mis manos en los bolsillos y Key se cruza de brazos en actitud de “este es mi territorio”. El pobre chico nuevo no sabe que hacer, todos gritan o le tiran cosas como bollos de papel.
- ¿A qué esperas? -pregunta Key y todos gritan más fuerte - Si no lo haces por ti mismo alguien te puede ayudar…
Jonghyun comienza a desvestirse lentamente, mientras todos continúan tirándole cosas.
- Oh, puedes dejarte la ropa interior. –dice Kibum a lo que todos reímos.
Key se acerca lentamente caminando hasta donde se encuentra el chico y le susurra:
- Te dije que esto sería una tortura.
Veo que dos personas llegan abriéndose paso entre la multitud y se quedan mirando con desaprobación lo que va a ocurrir, son los únicos que no gritan.
Key empuja a Jonghyun hacia la pileta y todos festejan. El chico tarda menos de un segundo en salir a la superficie y fulmina con la mirada a Kibum, quien se va caminando por un pasillo tranquilamente. Poco menos de un minuto después el lugar queda vacío otra vez, y al parecer la ropa de Jonghyun de alguna forma ha llegado a la pileta también. Se han ido todos menos los dos que habían llegado antes a quiénes no he visto bien. Me giro hacia ellos y veo que son una chica y… Taemin…
Su rostro refleja ira y tristeza. Quiero ir y explicarle que no fue mi culpa, aunque yo no me haya negado y también me haya divertido, no fue mi idea. Veo a Taemin acercarse al chico del agua a quién ayuda a salir. Jonghyun comienza a tiritar.
- Sulli, deberíamos conseguirle algo de ropa seca. –dice el chico de cabello chocolate.
- Iré a preguntarle a Amber si su hermano tiene ropa extra aquí. –responde ella y se aleja corriendo.
Abro mi boca para decir algo, pero Taemin se apresura a decir:
- ¿Te quedarás ahí parado como un imbécil o ayudarás?
A la mierda con todo, si él me odia ¿por qué yo no puedo odiarlo a él?
Me giro en sentido contrario y me voy caminando por un pasillo.