Minho.
- ¿Key?- interrumpo mi historia para llamar la atención de mi amigo, quien no se ha despegado de su celular desde que empezó el día.- ¡Key!- él le sonríe a la pantalla mientras hace todo tipo de caras extrañas.- ¡Keeeeeeeeeeeeey!- le quito su celular para ver que es tan gracioso, pero antes de que pueda ver nada él me lo arrebata y lo guarda en su bolsillo.
- No hay contenido apto para Minho en ese celular.- dice.
- ¿Acaso estás saliendo con alguien?- le pregunto y él cierra los ojos y sonríe pero no me responde.- Por tu cara supongo que es un sí.
- Aún no es oficial…- hace un puchero.
- ¡Lo sabía! Por eso tienes esa cara de bobo…
- Yah…- se queja pero sin mucho esfuerzo.
- ¿Has escuchado algo de lo que te dije?
- Hum…- saca su celular y vuelve a recostarse como estaba antes.- Algo acerca de Taemin… sé que dijiste su nombre.
- ¡Sí! Él está saliendo con la chica esa de la que no me acuerdo su nombre.
- ¿La que estaba ayer en la fiesta de Lee Joon?
- ¡Sí!
- ¿Sulli?
- Ella…
- Por la forma en que dijiste “ella” parece que te molesta incluso nombrarla.
- ¡Es que me molesta!
¿Por qué tuvo que llegar y arruinar todo?
- ¿Estás celoso, Choi?- él se ríe y no sé si es por la pregunta o por la conversación que tiene con quién sabe quién.
- No.
- ¿Seguro?
- No, no estoy celoso. Es sólo que creí que Taemin y yo podríamos volver a ser cercanos como antes… ¡y ella llega y arruina todo!
- ¿Qué arruinó? ¿Acaso no estaban distanciados desde hace mucho?
- Sí, pero…- entonces me doy cuenta que no tengo forma de objetar su punto.
- Creo que estás intentando buscar otro culpable.
- No.
- ¿Entonces?
- Sólo…- ¿sólo qué?- Ah, ni siquiera quiero hablar de Taemin.
- Pues, tú sacaste este tema de conversación.
- Ya me cansé.- me recuesto de la misma forma que él en el suelo de mi terraza.- Hablemos de algo mejor. Dime, ¿quién es tu “no oficial”?
- Es un secreto.
- ¡Key!- me quejo.
- ¿Qué? Hasta que no me diga qué somos no quiero que nadie lo sepa.
- Ni siquiera puedes confiar en tu amigo…- hago un mohín.
- ¡Minho, ya acabó la clase de historia!- escucho la voz de mi amigo que grita en mi oído.
- Podrías haberme despertado sin gritarme.- le respondo tapando mis orejas.
- Ya lo había intentado, pero no daba resultado.
Me estiro en mi asiento y al abrir os ojos me encuentro con la cara de Key que se encuentra muy cerca de la mía.
- Si sigues así de cerca tendré pesadillas…- le digo.
- ¡Yah! ¿A quién le dices feo?- me da un suave golpe en el hombro.
- Lo siento, Key, pero eres más feo que una comadreja.- le contesto riendo.
- Sólo te despertaba para que vayas a comer algo, yo… tengo que ir a… cierto lugar…- se gira como buscando a alguien, pero al ver que sólo estamos nosotros dos en el salón de clases suspira y se encoge de hombros.
- ¡Ya vete con tu “no oficial”!- le digo y lo empujo suavemente.
- No le digas así…- su cara se pone roja como el cuaderno que está en uno de los bancos.
- Como sea, debe estar esperando…- digo y él me mira con una sonrisa antes de salir por la puerta y casi tropezarse al querer apurarse. Me río de mi amigo y su torpeza antes de dirigirme al comedor para comer algo antes de que empiece la siguiente clase (ugh, física).
Tengo tanta hambre que podría comerme diez hamburguesas enteras, espero que haya comida decente hoy. Llego al comedor y encuentro a mi hyung sentado en una mesa con aire melancólico, así que me acerco a él para preguntarle:
- ¿Hyung, estás bien?-Onew levanta la cabeza lentamente y veo que sus ojos brillan con cierta tristeza.- ¿Hyung?- lo agarro de los hombros preocupado.
- No hay pollo…- responde.
Bien, bien, lo entiendo. Puede que a Onew le guste muchísimo el pollo y pueda estar triste o porque no haya, pero… aquí pasa algo raro, tiene una mirada de ¿dolor? Sí, mezclado con algo de ¿arrepentimiento? Es posible… ¿y… culpa? Mmm…
- ¿Te sientes bien?
Hace una mueca y suspira.
- Esta conversación no acaba aquí.- le digo y agrego- Voy a buscar comida. ¡No te muevas!
Él sonríe. Agarro un plato y sirvo mucha, mucha comida (sí, tengo mucha hambre…). Estoy por volver con Onew cuando algo llama mi atención: Taemin se encuentra sentado en una mesa junto con esa chica castaña y pecosa… Sulli. Y ambos llevan puesto la misma remera sólo que de diferentes colores: él tiene una celeste y ella una rosa pálido. ¿Entonces era verdad? ¿Ellos… están saliendo? Por eso se atreven a romper las reglas y no usar el uniforme para educación física para en cambio usar sus malditas remeras de pareja.
Vuelvo a la mesa en donde está Onew, dejo la comida delante de él antes de decirle:
- Hyung, no te ves bien, será mejor que comas para sentirte mejor.- entonces me giro para buscar a Taemin.
- ¿Dónde vas?- me pregunta mi hyung levantando un poco su cabeza.
- Tengo que ocuparme de algo importante, lo siento, hyung, prometo que estaré aquí antes de que lo pienses.
Entonces meto las manos en mis bolsillos y cuadro los hombros. Camino lo más seguro que puedo hasta la mesa de Taemin para luego pararme a su lado haciendo que las risas de la “parejita” cesen.
- ¿Puedo hablar contigo, Taemin?- pregunto y la pecosa dice:
- Últimamente estas requiriendo demasiado a mi novio.
Novio.
Tengo muchísimas ganas de gritarle algo como “¡cállate pecosa metida!” o alguna cosa peor, pero decido morderme la lengua y esperar por la respuesta de Taemin. Él le da una mirada que no logro entender a ella antes de que ella vuelva a hablar (¡¿es que no puede quedarse callada?!):
- Está bien- con sus palillos juega con su comida-, pero sólo te corresponderán cinco minutos de su tiempo.
¡MALDITA PERRA! ¡NADIE Y MENOS TÚ DECIDE POR TAEMIN!
No, no le dije eso. En cambio respondo:
- Bien.
AH.
Taemin se para y guarda las manos en sus bolsillos, me mira con actitud despreocupada y sin ninguna emoción en su bello rostro:
- ¿Qué quieres?- me pregunta.
- No hablaremos aquí.
- Resulta que todo lo que tengas para decirme Sulli lo puede saber. Así que habla, Minho.- su tono en voz indica cansancio y fastidio. Me acerco a él para decirle en voz baja para que sólo él, yo y su estúpida novia podamos escuchar:
- ¿Entonces debo dejar que todos en la escuela escuchen? Porque lo que quiero decir es…- como suponía él me interrumpe dándole una mirada nerviosa a la chica.
- Sígueme.- es lo único que dice sin mirar dos veces a la pecosa.
Exacto, eso es lo que quería: alejarte de esa bruja.
Él se dirige hasta el salón de música (que está casi todo el tiempo vacío).
- Buena elección del lugar.- le digo y desplazo mi mirada por todos lados para que se moleste.
- Al grano, Minho.- justo como esperaba.
- Bien. ¿Por qué llevas puesto eso?
- ¿El qué?- pregunta y su actitud se torna nerviosa.
- Sé que sabes de lo que hablo.
- ¿Lo sé?- dice con un tono exasperante.
- La maldita remera, Taemin, ¿qué más podría ser?- le digo poniendo los ojos en blanco.
- ¿Te molesta?- me pregunta y al verlo intento notar alguna emoción, algún sentimiento en su mirada. Pero sus ojos son fríos y vacíos. Abro la boca para hablar pero él no me deja hacerlo.- Porque no me importa. Ya te he dicho que no me importa nada de lo que creas o pienses. Ya no me importas, Choi Minho.
Iba a decir que sí me molesta. Pero supongo que puedo hacer que se moleste más.
- ¿Intentas convencerte a ti o a mí?- le pregunto mientras me apoyo en una de las butacas.
- ¿De qué?- entrecierra los ojos.
- De que ya no te importo, Taemin.
Entonces toma aire para hablar pero la respuesta nunca llega.
- Lo sabía.- le digo mofándome de ello.- No puedes sacar a alguien tan fácilmente de tu vida.
- ¿Por qué…?- pregunta pero al parecer habla consigo mismo.
- ¿Por qué que?
Me fulmina con la mirada antes de responder.
- ¡¿Por qué te esfuerzas tanto en arruinarme la vida?!- cierra los ojos y aprieta sus puños hasta que sus nudillos se ven blancos, con su antebrazo derecho tapa sus ojos y puedo jurar que he visto lágrimas recorrer sus mejillas, pero es lo demasiado rápido como para borrarlas antes de que pueda comprobarlo. Cuando me vuelve a mirar a los ojos su rostro muestra una expresión que es más que dolor y furia, es odio. Odio y repulsión.- Te odio, Choi Minho.
- Taemin, no seas así…- le digo y me encojo de hombros.
- ¿Y qué quieres que haga? Eres un estúpido. Me pides que no te quiera y que te deje a Luna y cuando lo hago me reprochas por haberlo hecho. ¿¡QUIÉN EN EL MALDITO MUNDO TE ENTIENDE, CHOI MINHO!?
- ¡¿Por qué tú me dices todo esto ahora?!- le grito en respuesta, pero en un tono más bajo del que usó él.
- ¿Pero qué pretendes? Cuando Key entró en tu vida te olvidaste de mí, y te volviste alguien como él, un ser despreciable, sin alma y que se divierte lastimando a los demás. No podía soportarlo así que dejé de hablarles a ambos. Y luego apareces tú diciendo que quieres volver a ser mi amigo, ¿¡pero cómo demonios quieres que lo haga si el simple hecho de verte me causa dolor!? Sé que mi amor unilateral jamás será correspondido porque eres Minho y porque eres un idiota.- reprime una risa- Entonces cuando creo que puedo cultivar una leve (muy leve) esperanza me dices que quieres a Luna de la misma forma que yo te quiero a ti ¿qué quieres que haga? ¿Debería simplemente morir? ¡ESTO ES UNA MEIRDA, MINHO! ¡NO QUIERO SEGUIR SOPORTÁNDOLO MÁS!
Ahora no se esfuerza por ocultar sus lágrimas, tan sólo me mira esperando una respuesta que creo que jamás llegará. Los segundos o minutos pasan y no sé que decir. Ahora lo entiendo todo.
- Puede que suene como la peor excusa del mundo- le advierto-, pero lo único que puedo decir es: lo siento, lo siento mucho, Taemin.
- Sí, es la peor excusa del mundo.
Pero hay algo que no entiendo en su historia, ¿qué tiene que ver la pecosa en todo esto? Así que se lo pregunto:
- Entonces… ¿qué… por qué ahora estás saliendo con esa pecosa?
- ¿Pecosa?- me mira sin comprender por lo que señalo su remera- ¿Sulli?- asiento- Enserio, jamás creí que conocería a alguien tan… tú.
- ¿Y eso significa…?
- La parte de que me cansé de esperarte es verdad, Minho. Sulli y yo estamos muy bien y no queremos separarnos. Además ella es una chica y será aceptada en mi familia porque ya todos la conocen y quieren mucho.
- ¿Tan cercanos son?
- ¿Crees que usaría una remera tan horrible por cualquiera?
- Entonces podrías quitártela.
- Ya no sigas.
- Lo digo en serio.
- ¿Por qué?
- ¡No lo sé, simplemente me molesta la maldita remera!
- No hace falta herir los sentimientos de mi bonita remera.
- ¿Lo haces a propósito?
- Sólo es lindo verte celoso a veces…
- ¿Celoso? ¿Por qué todo el mundo cree que estoy celoso? Choi Minho no siente algo como “celos”.- hago comillas con mis dedos.
- ¿Quién es “todo el mundo”?
- Key, Luna, tú…- vaya… ¿tan pocos amigos tengo?
- ¿Luna?
- Ya sabes, la llamé ayer…- ¿enserio le contarás que llamaste a Luna para contarle de tus problemas con él? Siento como mi rostro entero se pone rojo, azul y no sé de cuántos colores más.
Él se apoya contra una pared con los brazos cruzados frente a su pecho, y no dice nada, tan sólo se limita a mirarme intentando descifrar lo que sea que estoy pensando. Espero que no pueda leer la mente porque esto sería muy raro.
- Creo que tu novia debe estar esperándote.
- Sulli- dice- llámala por su nombre ¿sí?
- Lo siento, pero no gasto memoria en nombres de las personas que no me interesa recordar.
- Entonces supongo que ella para ti siempre será “la chica que lleva la misma remera que Taemin”.- dicho esto se dirige a la salida del salón.
Sí, su último comentario sirvió exactamente para lo que fue dicho: para molestarme incluso más.
- Taemin.- lo llamo y espero a que pare en donde está. Al girarme hacia él veo que lo ha hecho, así que camino hasta él y le digo:- Te equivocas, para mí ella siempre será “la pecosa a quién le robe mi Taemin”.
No le doy más explicaciones, salgo del salón antes que él y lo dejo sumido en la incertidumbre y la sorpresa. Antes de que pueda alcanzarme me alejo corriendo del lugar. No sé a dónde voy pero sé que debo llegar a algún lugar en donde no me pueda encontrar. No sé por qué he dicho lo que dije, mi mente trabajó por sí sola sin darme tiempo a procesarlo dos veces.
¿Por qué siento esto? Algo no me deja respirar y me obliga a parar, cualquiera diría que es porque estoy corriendo, pero se siente diferente, lo que sea que había en mi pecho que se contraía de dolor cada vez que veía a Taemin ahora se siente libre, vacío, liviano. Me deslizo por la pared hasta quedar sentado en el suelo en un pasillo vacío. Una sonrisa se dibuja en mi rostro.
Saco mi celular y le envío un mensaje a Luna:
“Creo que ya entiendo a que te referías con lo de “encontrar a alguien”, mi inteligente dongsaeng”
¿Qué me has hecho, Taemin?