6 de Diciembre, 2012.
“Solía pensar que un día contaríamos la historia de los dos.
Cómo nos conocimos y las chispas volaron al instante,
Y la gente diría que éramos los únicos afortunados.”
– Story of Us, Taylor Swift.
Fue una fría mañana de diciembre, eso es lo que piensa Chanyeol cuando alguien le pregunta cuándo conoció a Baekhyun. Sin embargo, esa respuesta dista mucho de la oficial, así que el alto se limita a contar la historia que la mayoría ya se sabe de memoria. Pero Chanyeol se lo repite en su mente, la primera vez que vio a Byun Baekhyun…
6 de diciembre de 2012, 6:50 a.m. Examen médico de ingreso a la universidad.
Chanyeol se había graduado unos días antes de la preparatoria, luego de largos años de amargura social, consideraba su ingreso a la universidad cómo una nueva oportunidad para sí mismo, para corregir los errores que había cometido durante sus años de adolescente. Hacer amigos, conocer cosas nuevas. Tal vez enamorarse. Lo cierto es que él era un romántico, que soñaba constantemente con la idea de encontrar alguien a quién amar, alguien con quién vivir una historia digna de un cuento de hadas. Y creía fervientemente que esa nueva etapa de su vida le ofrecía esa oportunidad en bandeja de plata.
Así que la mañana del examen médico para certificar su ingreso a la Universidad Nacional de Seúl, Chanyeol se despertó muy temprano, se detuvo en su armario más de lo normal, decidiendo que usaría, ensayando sus palabras frente al espejo, repentinamente ansioso. El camino a la universidad no fue menos angustiante de lo que había sido su arreglo matutino. El silencio reinó en el auto de la familia Park mientras Chanyeol trataba de recordar cómo se respiraba con normalidad, a medida que se acercaba, que el tiempo se reducía, el auto parecía cada vez más pequeño y Chanyeol cada vez más grande.
Había trabajado por los últimos tres años para ese momento, se había matado estudiando para poder conseguir eso. Era lo que siempre había querido y por un momento se veía tan cerca pero tan lejos de sus manos. La carrera de Artes integradas no había sido difícil de elegir entre el largo y extenso pensum de la universidad. Chanyeol siempre había amado la música, era parte de sí mismo y aunque sus padres hubieran preferido algo más, Chanyeol sabía que no había otro camino para él que ese. La música, la universidad… era una nueva vida para él. Con ese pensamiento se bajó del carro una vez llegaron a la imponente entrada del campus universitario, con ese pensamiento camino todo el trayecto hasta la fila del examen. Sólo había cerca de 10 personas más cuando llegó ahí… y entonces le vió.
La primera vez que lo vió, Park Chanyeol no pensó que fuese atractivo, la forma en cómo definiría lo primero que se le vino a la mente respecto al mayor sería “interesante”. Y ese sería el calificativo que usaría respecto a Baekhyun durante mucho tiempo. Porque el mayor y más bajo de los dos era interesante, era un misterio nuevo que a Chanyeol le llamaba mucho la atención, una especie de acertijo listo para que él lo descifrase.
Cabello castaño, ojos oscuros y delineados con una fina línea negra. Audífonos puestos y los brazos cruzados. Un puesto adelante del suyo. Cuando Chanyeol se detuvo a su lado los delicados ojos se posaron sobre él por unos segundos y luego volvieron a concentrarse en un punto vacío del lugar. Chanyeol dejó de respirar por lo que pareció una eternidad. La pose seria del más bajo le llamó la atención de inmediato, cómo parecía tan ajeno a todo el ajetreo de los cientos de estudiantes que llegaban al campus universitario con el paso de los minutos.
Chanyeol le observó de reojo todo el tiempo que estuvieron en la fila, el bajo nunca descruzó sus brazos y sus ojos siempre se mantuvieron estáticos en el vacío, sin sonrisa y con el rostro sin ninguna expresión. Para cuando ingresaron al auditorio y Chanyeol caminó a paso rápido para poder sentarse al lado del bajo. Así supo su nombre: Byun Baekhyun. Lo observó mientras escribía su nombre con pulcritud en la carpeta que le habían dado.
Byun Baekhyun.
Era un nombre bonito. Chanyeol le saboreó en la punta de la lengua mientras escuchaba en su cabeza como sonaba. Se concentró tanto en ello que no notó en qué momento el castaño se había puesto de pie, entregó la carpeta y salió del auditorio. No supo nada más que su nombre y eso era algo que lamentaría durante días. ¿Qué carrera estudiaría? ¿Cuántos años tenía?
Le vio una vez más, casi dos semanas más tarde, el día del examen de lectura y la inducción. Chanyeol había llevado a Yura para hacerle compañía mientras esperaba y entonces lo vió llegar, caminando bajo la lluvia con calma, con los mismo audífonos de la primera vez puestos. Le observó detenerse contra una columna y cruzarse de brazos, como sus ojos delineados miraban con atención a todos los que estaban ahí. Sin embargo, nunca detuvo su mirada en Chanyeol.
Dos momentos diferentes en los que había visto al más bajo, Chanyeol había comenzado a atesorarlos sin saber por qué. Sólo sabía que Byun Baekhyun le había llamado la atención y muy en el fondo, quería hablarle. Más tarde, cuando le preguntaron por la primera vez que se conocieron, Chanyeol trabaría su lengua y enredaría su respuesta. Porque esa mañana de diciembre era la primera vez que él había notado a Baekhyun pero para él mayor de los dos, ese momento nunca existió.
Así que, aunque tenía la fecha y el momento guardado a la perfección en su memoria, cuando alguien preguntaba su respuesta era sencilla:
.- Conocí a Baek en enero del 2013, el día de matrículas. Resulta que iba a estudiar lo mismo que yo.
…
28 de Enero de 2013.
Chanyeol tomó el transporte público hasta la universidad esa mañana mientras repasaba en su mente lo que tenía que decirle a la secretaria de su programa académico. Era el día de matrículas y él no tenía ni la más mínima idea de lo que tenía que hacer, así que se había decidido a ir a la universidad para que le explicasen. Estaba nervioso, siempre se ponía ansioso cuando no conseguir entender algo y debía pedir explicaciones.
Esa sensación le acompañó por el resto del camino y mientras subía los cuatro pisos hasta la dirección de su programa. No había nadie en la estancia cuando llegó y se limitó a respirar profundo antes de entrar a la pequeña oficina de la secretaria. Temía que le fuese a regañar por no saber qué hacer o qué materias debía de ver. Sí había algo que Chanyeol odiaba, era que le regañasen y quedase como un inepto.
Así que se preparó mentalmente y entró a la pequeña oficina. La pequeña mujer tras el escritorio le sonrió y le invitó a sentarse mientras le preguntaba qué necesitaba. Chanyeol simplemente respondió en un susurro debido a la vergüenza, mientras tanto, el ruido de voces comenzó a inundar el lugar y Chanyeol podía sentir como los pasos se movía afuera de la pequeña oficina. La secretaria no dijo más y se limitó a inscribirle en los cursos necesarios para su primer semestre, Chanyeol no podía estar más agradecido.
Para cuando terminaron con el proceso, casi diez minutos más tarde, Chanyeol se había quitado un gran peso de encima. Le agradeció a la mujer con una reverencia y salió de la oficina. Lo que vió a fuera lo dejó estupefacto y cómo le pasó hace más de un mes, Chanyeol olvidó como respirar.
.- Hola, disculpa – el castaño de ojos delineados llamado Byun Baekhyun estaba justo delante de él, hablándole, sonriéndole.
Era la sonrisa más hermosa que Chanyeol había visto en toda su vida. Brillante, perfecta. El alto simplemente no supo responder y asintió dándole a entender al otro de que le había escuchado, la sonrisa del castaño se ensanchó un poco más.
.- ¿La secretaria dice algo sí venimos a pedirle ayuda con la matrícula? – le preguntó mientras su mano se posaba en el brazo de Chanyeol, y él alto juró que se iba a desmayar sino conseguía respirar, no podía formular palabra alguna, así que sólo negó en respuesta a su pregunta y se hizo a un lado, dejándole la puerta de la oficina libre al castaño – Muchas gracias – fue lo que dijo el de ojos delineados y entró en el pequeño cuarto.
Inhala. Exhala. Inhala. Exhala. I-N-H-A-L-A. E-X-H-A-LA.
Byun Baekhyun le había hablado. Byun Baekhyun le había sonreído. Byun Baekhyun le había tocado.
¡Byun Baekhyun estudiaría lo mismo que él!
I-N-H-A-L-A. E-X-H-A-LA.
(...)