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CUANDO ME MIRAS II por kat-winner

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Notas del capitulo:

 

Hola, partiendo con el capítulo 8 de este abandonado fic.

 

En este capítulo veremos lo que hará José con su “Familia” ahora que conoce su realidad. Y como Cristian enfrentará esto, sentimientos entremezclados confundirán su corazón.

 

Gracias simplemente por leer y dejar sus comentarios, por que en cada cosa que escribo va parte de mi corazón.

 

// Pensamientos //

 

 

+++++++++ Separación de Escenas ++++++++++

 

 

----------- Flash Back---------

 

 

# Conversación Telefónica #

 

 

 

 

Capitulo Anterior:

 

 

 

-¡Ya basta! - Dijo colérico José impactado y alterado por la realidad de su familia, aunque lo había escuchado de la boca de la vieja lo que pasaba en esa casa, no creía que fuera tan así. La gente siempre tendía a exagerar se dijo, pero ahora lo estaba viendo con sus propios ojos.

 

 

Su familia estaba destruida, rota y agonizante. Su mujer había tocado fondo por el alcohol y las drogas y su hijo marchito por los abusos.

 

 

Es más, eso que veía ahí ya no era ni siquiera una familia.

 

 

 

 

 

 

8.- VIENDO LA SITUACIÓN DESDE DENTRO…

 

 

 

 

La mujer giro hacia atrás enfurecida ¿Quién osaba gritarle y detenerla de esa manera? ¡Esa era su casa! ¡Y el bastardo que tenía sujeto era su maldito hijo! ¡Y nadie debía meterse! ¡Nadie!

 

 

-¡¿Quienes son ustedes?! ¡¿Y qué hacen en mi casa?! - Grito echa una furia, se coloco frente a ellos tambaleante el alcohol aun asiendo mella en ella, ambos hombres respiraban con agitación un movimiento en falso y el único que pagaría las consecuencias seria el chico que ahora estaba tirado en el suelo sangrante, José le soltó la mano y la miro fijo, no era una mujer fea, pero el abuso del alcohol y las drogas le pasaban la cuenta - ¡Expliquen ahora! ¡¿Qué hacen en mi casa?!

 

 

-Sera mejor que se calme señora - Dijo José seriamente, con su voz ronca y profunda. Alicia (Mamá de Esteban) quedo de piedra, esa voz la conocía, podría estar muy ebria y perdida, pero la conocía muy bien, como no hacerlo si el hombre que mas había amado en su vida la tenia, el único que había dado luz a su vida y corazón le hablaba con ella tiernamente. Abrió grandemente sus ojos cafés y quedo petrificada por el impacto. Los ojos negros de José la miraban crítico y con la ceja alzada. Y ella pudo verlo en el fondo de sus pupilas, a pesar de que el hombre frente a ella no llevaba barba como su esposo, y mucho menos el pelo largo y chascón. ¡Era el! Era… Marcos, su Marcos.

 

 

-No puede ser… No… Puedo creerlo… - Dijo Alicia con sus ojos anegados en lágrimas - ¿Marcos eres tú? Mi amor… ¿Eres tú? - Hasta la borrachera se le había pasado, trato de acercarse al hombre mayor con sus brazos para tocarlo, para sentirlo en su piel, pero este retrocedió acongojado por los acontecimientos, no recordaba a esa mujer y tampoco le tenía simpatía, no después de verla como trataba a su propio hijo y lo que había hecho con él.

 

 

Cristian que miraba la escena impávido salió de su estupor, notando que ninguno de los 2 adultos lo tomaba en cuenta se acerco al muchacho que permanecía en el suelo encogido de manera fetal tiritando de miedo, el pequeño chico no hacia ningún ruido, no quería levantarse porque sabía que eso le traería una nueva bandada de golpes y maldiciones por parte de su madre. Siempre era así. Nunca podía escapar a sus torturas. Soumater lo toco con suavidad y el cuerpo que yacía en el suelo se estremeció más fuerte, el publicista podía sentir el pánico  que expresaba el menor.

 

 

-Esteban… ¿Estás bien? - Dijo lo más tranquilo y bajo que pudo, no quería asustarlo más y tampoco quería llamar la atención de los demás. El niño al escuchar su nombre en la voz de su ángel levanto la vista y lo miro asustado, con sus ojos anegados en lágrimas y terror, Andrés pudo ver que su cabeza sangraba y ya tenía su ropa manchada. ¡Se sentía un estúpido impotente! ¿Cómo había podido dejar solo a un niño como él? ¿Cómo? Cada minuto que llevaba en esa casa su corazón se exprimía, el no estaba acostumbrado este tipo de realidades tan extremas y trágicas. Su vida había sido tranquila, sus padres lo amaban y vivía bien. No entendía como alguien podría vivir así, de ese modo tan terrible.

 

 

-¡El tiene la culpa! - Grito histérica la mujer una vez que se topo con que su hijo estaba siendo rescatado por el otro hombre, empujando a Andrés hacia un lado y viendo el rechazo de su esposo, agarro a Esteban del pelo y lo levanto, quedando el chico de rodillas con la cabeza alzada, la mujer dentro de su furia tenía una fuerza descomunal. Esteban se dejo hacer, como siempre, como le habían enseñado tan bien, su madre lo tenía muy bien entrenado por el terror que día a día le infringía - ¡¿Por el nos dejaste verdad?! ¡Por este inútil! - Lo zamarreo hacia delante una y otra vez. Los ojos llorosos y la sumisión del chico impactaron a José. No era justo, no con un niño que no tenía la culpa de la vida de sus padres.

 

 

-¡Suéltalo! - Cristian iba a empujarla cuando el brazo de José lo detuvo. Lo miro con odio. Quería salvar a Esteban, como sea.

 

 

-Tuve un accidente - Otra vez la voz de José hizo estremecerse a Alicia. Si, estaba segura ¡Era Marcos! ¡Había vuelto! Para estar junto a ella. Se sintió realmente feliz - He perdido la memoria y no recuerdo nada de ustedes. Pero sé que son mi antigua familia por una investigación - Alicia no supo interpretar bien eso, entrecerró los ojos angustiada - Pero de algo sí que estoy seguro, y es que Esteban no tuvo nada que ver con eso.

 

 

-¡Mentira! ¡Te fuiste porque sabias él era un inútil! - volvió a zamarrear al muchacho con odio y lo arrojo nuevamente al suelo. Cristian apretaba las manos con furia, pero José con la mirada le dio a entender que no se metiera, mientras tanto Esteban se encogía nuevamente más y más, porque si había algo que le dolía más que los golpes, era saber la realidad de su vida y lo poca cosa que era, lo inútil y podrido que estaba - ¡Este bastardo que vez aquí llevo a nuestra familia a la mierda! ¡Por su culpa murió su hermano y ahora no aporta nada en la casa, ni su miserable cuerpo sirve para algo! Es… - No alcanzo a terminar el insulto cuando una bofetada de parte de José le doblo la cara, la mujer lo miro llorosa e indignada. ¡Su Marcos jamás la había tocado! ¡Nunca!

 

 

-¡Cállate mujer! ¡Acaso no te das cuenta que aquí la única que mando a nuestra familia a la basura fuiste tú! ¡Yo tuve un ACCIDENTE y el era un niño! ¡UN NIÑO! ¡Todavía lo es! ¡No es su culpa lo que paso, ni de nadie! ¡No puedes hacerlo cargar con tu propio dolor! ¡Pegarle y maltratarle no te quitaran lo que has vivido y mucho menos devolverán a nuestro otro hijo muerto! ¡¿Acaso no lo vez mujer insensata?! ¡Lo único que ha hecho él es tratar de sacar adelanté lo que cree que es su única familia! ¡Y esa eres TÚ! - José estaba furioso con todo esto y a pesar de que no recordaba no podía evitar el sufrimiento que oprimía su corazón, no podía simplemente hacerse a un lado ahora y seguir con su vida ¡No Podía! Esteban permanecía con la cabeza gacha y sus ojos derramaban grandes lágrimas, era la primera vez que alguien lo defendía así, ni su ángel lo había hecho, nadie en realidad. Y ahora este hombre llegaba a su casa y se enfrentaba a su madre con fuerza por él. Su corazón se estremeció, sintió esperanza, una que hace mucho tiempo se había acabado para él. Pero también entendía y no quería que pelearan por él. Encontraba que no era tan importante para que lo hicieran, no cuando había hecho tanto daño a su familia y estaba tan sucio. No era una buena persona, no merecía nada.

 

 

-Pues a mí no importa lo que le pase - Dijo Alicia fuertemente y con desprecio. Esteban lloro con más fuerza, llevo una mano a su boca para tapar los sollozos que amenazaban con salir, su madre tenía razón, siempre se lo decía, debía ser verdad - Cuando tu y mi pequeño Pablito (Hermano de Esteban) se fueron, a mi no me quedo nada. El día que murió Pablito él estaba cuidándolo y no pudo hacerlo, llego tarde al hospital ¡El lo mato! ¡Es un maldito asesino! ¡Una escoria! ¡Lo odio!

 

 

-¡Tenía solo 13 años! - Grito José más que enfurecido - ¿Que esperabas que hiciera? ¡Era un niño, no un médico! Si quieres entonces tener un culpable… ¡Pues cúlpame a mí! ¡Yo lo soy, no el! - La mujer lo miro fijamente, no lo culpaba a él, no podía, no cuando se amaba tanto a un hombre. No cuando lloro tanto por él en soledad. En un acto reflejo Alicia se abalanzo a José y lo abrazo con fuerzas llorando en su hombro toda su rabia y dolor, su angustia y soledad. Ella lo abrazaba, el mantenía sus brazos abajo, no podía consolarla, porque sentía desprecio y rencor hacia ella. Por varios minutos solo se escucho su llanto, haciendo el ambiente cada vez más tétrico, al final Alicia callo dormida por el cansancio en los brazos de su marido. José solo ahí la tomo en brazos y la acostó en un sillón del living. No hubo ninguna caricia y consuelo, no la quería, suspiro cansado, esto iba a ser más difícil de lo que pensaba.

 

 

Esteban cuando vio que su madre estaba en paz se levanto lentamente, bajo la atenta mirada de Cristian, caminando al lava platos y se enjuago la cara para quitar los rastros de sangre y lágrimas, luego se volteo a los 2 hombres que estaban de pie mirándolo fijamente, un pequeño silencio se produjo, al parecer todos se analizaban a la vez.

 

 

-¿Esteban entendiste lo que acabo de decir a tu madre? - Dijo el mayor con un tono de voz amable, el menor asintió con la cabeza, Cristian volvió a permanecer callado, sintiendo que sobraba en esa escena, no era familia del chico, no era nada, solo un empleador y antiguo cliente que lo había votado a la calle insultándolo a la vez - Yo soy tu padre Esteban - El menor volvió a estremecerse temiendo la reacción del mayor, entendería si lo odiaba tanto como lo hacía su madre.

 

 

-Lo siento - Dijo bajito, dejando caer más lagrimas de sus ojos, con sus brazos se las limpio rápidamente - No pude mantener a mi familia… Lo siento… ¡Lo siento mucho! - Sus palabras se quebraban por el llanto contenido. Ambos hombres se miraron con el corazón apretado, entendiendo que esa reacción era por los abusos que fue sometido tanto tiempo, el maltrato sicológico y físico hicieron mella en su personalidad, volviéndolo sumiso e inseguro. Un maldito esclavo.

 

 

-No tienes que disculparte, tú no tienes la culpa de nada - José se acerco al chico y este retrocedió con temor, pero el mayor fue rápido y lo abrazo, si bien su mente no lo recordaba, su cuerpo y corazón sí. El niño después de forcejear un rato se dejo llevar por el calor de esos brazos y lloro también con tristeza y amarguera.

 

 

 

Cristian todavía en silencio, se dedico a mirar la morada. La casa era humilde, pero limpia, apenas contaba con un viejo sillón en el living, una pequeña cocina con lo justo para cocinar.

 

 

-¿Estas mejor? - Dijo José con ese tono dulzón que Soumater jamás en su vida había escuchado, por lo menos de parte de él. El niño asintió nuevamente con la cabeza, temiendo hablar - Bien, ahora debemos irnos de aquí.

 

 

-No - Dijo asustado el chico - No puedo dejar a mi madre… No puedo…

 

 

-No te preocupes, no la dejare aquí, ella necesita un tratamiento Psicológico y de desintoxicación, no voy a abandonarla Esteban, no lo voy a hacer  - Los ojos del chico brillaron de alivio - Voy a hacer unas llamadas para que la internemos inmediatamente - Saco su teléfono celular y llamo a Víctor para que arreglara todo. Esteban aprovecho eso y camino a su habitación, ambos hombres se dieron cuenta que se había ido y lo siguieron temiendo de que hiciera una locura, entraron a una pequeña habitación y vieron al chico arrodillado sacando algo debajo de un viejo mueble.

 

 

Cristian miro el lugar y se sintió aun más culpable, de seguro esa era la habitación del chico que consistía solamente en un viejo mueble y un colchón en el suelo con algunas mantas. Se dio cuenta de lo pobre que era Esteban y lo mucho que había sufrido. Cada vez se lamentaba más de lo que había hecho y como lo había tratado. Al parecer por la expresión de José, estaba pensando lo mismo que él.

 

 

Vieron que el chico se acercaba a ellos y extendía un sucio sobre a José. Este lo recibió y abrió extrañado encontrándose en él una serie de documentos de la casa.

 

 

-Se que no es mucho - Dijo avergonzado el menor, sentía que debía explicar y mostrar sus cosas - Pero he tratado de mantener todo en orden, están los dividendos pagados al día y las cuentas básicas, algunas están desfasadas por las fechas ¡Pero están al día! - A su mente llegaron los amargos recuerdos de cuando no le alcanzaba el dinero para pagar y sobre exigía su cuerpo cada noche, que a pesar de estar débil por la falta de comida y el maltrato no paraba, era su responsabilidad con su familia y debía cumplir con ello, aunque le costara su vida.

 

 

-No necesitas demostrarme nada - Hablo nuevamente José cada vez con más admiración para ese chico - ¿Esto lo conseguiste con tus trabajos? - Todos ahí sabían a qué trabajos se refería José.

 

 

-Sí - Dijo el niño apretándose las manos con vergüenza.

 

 

-¿Cuáles? ¿Los de día o de noche? - Cristian no entendía por qué mierda José preguntaba eso, pero ahí estaba machacando la herida de un chico atormentado.

 

 

-El de la noche dejaba más dinero - Dijo Esteban mirando hacia la ventana incomodo por la situación, entendería si ese hombre lo mirara con desprecio, era asqueroso, lo sabía muy bien, no era un trabajo decente para nadie, pero era la mejor opción que tuvo.

 

 

 - ¿Y qué paso con los muebles de la casa? ¿Los vendiste para pagar algunas deudas? - José indico con la cabeza el colchón en el suelo, cada vez que su hijo respondía sentía más admiración por él.

 

 

-No, mamá cuando necesitaba sus cosas comenzó a vender todo… Yo no pude evitarlo… - Cada vez su voz salía más bajito.

 

 

-¿Incluido a ti?

 

 

-Si - Miro el suelo sintiéndose realmente poca cosa, un objeto transferible a cualquiera. Como su madre siempre decía:

 

 

//¡Espero que tu asqueroso cuerpo sirva para algo! ¡Ahora muévete y ábrete de piernas para mis amigos!//

 

 

-¡Eso no volverá a pasar más! - Ahora fue Cristian quien hablo fuerte y claro, José entrecerró los ojos, le empezaba a caer mal la actitud de su empleado, ya no iba a aguantar que ese tipo se acercara a su hijo, había sido mala idea en que lo acompañara - ¡Esteban perdóname! ¡Fui un tonto! Yo… ¡Quiero ayudar también! vendrás a vivir conmigo y ya no tendrás esta vida nunca más - Le tomo las manos, el niño lo miro enamorado como siempre, un calorcito le subía desde los pies a la cabeza.

 

 

-¡Estás loco! - Dijo molesto José y separo al niño de Soumater - No malinterpretes las cosas Cristian, que te allá permitido venir no significa que podrás acercarte a él ¿Tú tienes un novio verdad? - Esteban palideció, era verdad ¡Que tonto! Cristian tenia a Tomás ¡Y nunca lo querría a él! Ni siquiera le creyó cuando le dijo la infidelidad de su novio ¿Cómo podía ser tan estúpido y pensar que su ángel sentía algo por él?  - Ya Tomás le hizo daño ¡¿Acaso piensas que no lo volvería a hacer?! ¿Y tu estas realmente preparado para separarte del? Siempre has sido un cobarde Cristian y débil ante Tomás - Soumater se mordió los labios de rabia, pero José tenía tanta razón en sus palabras. Primero debía resolver lo de Tomás y luego aclarar sus sentimientos por Esteban. El cariño que creía que sentía por Esteban podría ser también lastima.

 

 

-Vamos, Víctor ya ha llegado - Dijo José escuchando la ambulancia acercarse al lugar, bajo con Esteban de la mano casi empujándolo, el chico todavía era reticente al acto. Incluso estaba asustado, no creía mucho que ese hombre sofisticado fuera su padre. El recuerdo que tenía de él era un hombre amable, con su cabello largo y desordenado, con una barba pronunciada y estilo hippie. No este hombre de oficina adinerado y elegante.

 

 

Al salir se encontraron efectivamente con Víctor, un tipo joven de presencia intachable y una ambulancia. José les indico donde estaba la mujer para que se la llevaran a un centro de rehabilitación, el pagaría todo por supuesto. Aunque verdaderamente el mayor no estaba interesado en ella, no podía tener un buen sentimiento hacia alguien que había hecho tanto daño a su hijo, pero sabía que si Alicia no estaba bien lo más probable que Esteban jamás podría vivir con ese dolor y angustia. Sintiéndose culpable por ella día a día.

 

 

Cuando sacaron a Alicia acostada en una camilla se veía tranquila, iba con un sedante, apenas reconocía lo que pasaba a su alrededor. Esteban se soltó de José rápidamente acercándose a ella, quiso tomarle la mano pero la mujer a pesar de lo ida que estaba lo rechazo de un manotazo, el niño la miro alejarse con sus ojos anegados en lágrimas, sintiendo mucho dolor por su madre, entendiendo que hiciera lo que hiciera siempre seria una carga para ella. Nunca lo querría, nunca.

 

 

-Es hora de irnos - Hablo José apretándole el hombro con cariño - Víctor tú te llevaras a Cristian a su casa - El secretario asintió y el aludido se subió al auto rápidamente sin mirar a Esteban, el niño trato de acercarse a el pero José no se lo permitió, Cristian sabía que tenía que resolver sus problemas internos primero, si quería hacer algo por el chico, debía tomar una decisión ya. Se fue sin mirar atrás, aunque siempre sintió la mirada entristecida del niño en su nuca mientras el auto se alejaba.

 

 

-¿Y la casa? ¿Que pasara con ella? Yo no puedo dejarla sola - Esteban sentía que pronto le daría un ataque de pánico, tenía miedo de lo que venía, estaba acostumbrado a ser maltratado y no que fueran amables con él. Eso lo asustaba mucho. Tenía miedo a que pasara lo mismo que con Cristian, ilusionarse para después caer en la miseria y soldad de nuevo.

 

 

-Yo la cuidare - Dijo Sofía que se acercaba a ellos, el niño corrió a abrasarla con fuerzas - No te preocupes Esteban yo cuidare tu casa y él te cuidara bien a ti. Aprovecha esta oportunidad que te están dando. Cuídate mi pequeño niño - La vieja le beso la frente con ternura y el chico lloro nuevamente en su hombro.

 

 

Ya cuando estuvo más calmado subió al auto de José y se fueron, aunque Esteban nunca dejo de mirar la casa hacia atrás.

 

 

Una nueva vida se veía para él, pero… ¿Seria esto un sueño? ¿Podría ser verdad?

 

 

¿Podría realmente él ser feliz?

 

 

 

 

******Continuara*******

 

Notas finales:

 

Bien, el capitulo más esperado para mi, aunque creo que del anterior comenzó la mejor parte de la historia XP

 

Quiero contarles que pretendo que este fic no pase de los 10 capítulos con un epilogo claro, ósea 11. Esa es la idea claro, aunque uno nunca sabe ;)

 

En el próximo capítulo veremos la llegada a la casa de José con Esteban ¿Cómo será el recibimiento que le tenga la nueva familia de este y como se lo tomaran? También Andrés deberá resolver pronto su tema, si es que no quiere que Esteban no se olvide de él.

 

Actualizare el domingo.

 

Espero sus comentarios. Chao.

 


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