La semana había pasado más rápido de lo que Jonghyun habría pensado; y esta vez parecía que Kibum de verdad iba a superar a Minho: no sólo había dejado de llorar al tercer día sino que además había empezado a notar las cosas malas de su ex novio y aprovechaba cada situación para nombrarlas. Como por ejemplo al ver películas con Jonghyun:
– ¿Sabes? Minho intentó una vez organizar una cena romántica como esa… – estaban viendo la típica escena de una comedia romántica en la que el chico invita a la chica a comer a un hermoso restaurante para luego pedirle casamiento – pero no salió así – comentó luego de que los protagonistas se abrazaran sin parar de llorar –, nuestra versión terminó en Minho comiéndose casi toda mi comida mientras decía que notaba que yo había subido de peso – soltó una risa amarga –. Recuerdo que luego de eso hice dieta durante una semana entera, apenas comía y él seguía diciendo que debía perder peso. ¿Puedes creerlo? – no pudo aguantar más y se echó a reír para intentar apaciguar su enojo. Jonghyun le quitó el bowl de palomitas de maíz antes de que éste cayera al suelo.
– ¿Sabes que deberíamos hacer? – le dijo y Kibum lo miró secándose las lágrimas que habían salido por reír.
– ¿Qué?
– Comer. Comer muchísimo, para compensar esa semana en la que no comiste…
Kibum se acomodó en el sillón (ya que se encontraba acostado y empujando a su amigo con sus pies) con emoción.
– ¡Trato! – exclamó, luego se le ocurrió una idea grandiosa: – ¿deberíamos elegir cada uno algo para comer y luego pedirlo?
– Claro, como quieras. – Jonghyun le sonrió mientras Kibum se levantaba y salía corriendo a buscar su teléfono.
Tres horas más tarde Jonghyun volvía a su casa. No podía dejar de pensar en Kibum (¿acaso alguna vez dejaba de hacerlo?), sabía que no se encontraba tan bien como decía, sabía que aún contaba esas historias sobre Minho con dolor, ¿pero qué podía hacer él? Kibum había salido con Minho durante tres años, le había perdonado su primera infidelidad aunque no la segunda, y sin embargo aún lo quería, lo podía ver en los ojos de Kibum cada vez que hablaba de Minho, cada vez que veía una película de amor y cada vez que se encontraba perdido en sus pensamientos mirando la nada; aunque no le decía la verdad a su amigo, Jonghyun lo sabía. Conocía a Kibum como si fuera él mismo y Kibum lo conocía a él de la misma forma… aunque no lo sabía todo sobre él.
– ¡Hey! – escuchó que alguien gritaba detrás suyo, pero no se volvió hasta que la voz volvió a llamarlo – ¡Hey, Jonghyun!
Jonghyun sabía que lo mejor sería ignorarlo, sin embargo sus pies no obedecieron la orden de su cerebro. Giró sobre sus talones para enfrentar al dueño de la voz quien se acercaba a él con paso rápido.
– ¿Qué quieres? – preguntó cuando el otro se paró frente a él irguiéndose en toda su estatura.
– ¿Fue idea tuya, cierto?
– No sé a qué te refieres.
– Tú le dijiste a Kibum que debíamos cortar. – Jonghyun tomó una profunda respiración para mantener la calma.
– ¿De verdad estás preguntándome eso?
– Admítelo. Fuiste tú.
– ¿Estás preguntándome esto porque de verdad no sabes lo que hiciste o porque eres un imbécil? – Minho suprimió una risa y masculló algo que Jonghyun no comprendió mientras pasaba una mano por su cabello y desviaba la mirada.
– ¿Estás buscando que te golpeé, cierto?
– El único que merece un golpe eres tú. – Jonghyun apretó sus puños a los costados de sus piernas, al notarlo Minho soltó una risita burlona.
– Mira, no quiero tener que golpearte, sólo dime que harás entrar en razón a Kibum.
– Él único que debe entrar en razón eres tú.
Minho no aguantó más, agarró la camiseta de Jonghyun en la parte del pecho y lo atrajo un poco hacia sí para decir en voz más baja:
– Siempre te he aguantado porque Kibum dice que eres su mejor amigo y todo eso, pero de verdad eres insoportable…
Jonghyun no se dejó intimidar, en cambio movió su brazo hacia arriba hasta que éste terminó en el estómago de Minho. El golpe hizo que el alto se encorvara y diera unos pasos hacia atrás. Con furia en sus ojos y dificultad para erguirse Minho le devolvió el golpe, pero Jonghyun esperaba esa reacción así que se cubrió la cara, sin embargo Minho arremetió contra su costilla. Jonghyun sintió un dolor punzante en el lugar donde el puño de Minho había golpeado, pero se recompuso al instante y volvió a asestarle un golpe en la mejilla, esto hizo que Minho girara su cabeza por el impacto y abriera su boca que se había teñido de rojo por la sangre. De todas formas Minho parecía disfrutar de la pelea, ya que río con ganas antes de decir:
– Jamás habría creído que tu amistad por Kibum era tan grande como para empezar una pelea.
– Cállate imbécil o terminaras llorando y pidiendo que deje de golpearte. – respondió Jonghyun apretando los dientes. Minho río de nuevo.
– ¿Sabes? Nunca me gustó la forma en que mirabas a Kibum… como si odiaras el hecho de que estábamos juntos… como si estuvieras celoso.
– ¡He dicho que te calles! – Jonghyun le propinó otro puñetazo en la cara y esto hizo que Minho escupiera sangre, pero eso no hizo desaparecer su buen humor. Devolvió el golpe de la misma forma que Jonghyun lo había golpeado, lo que hizo que Jonghyun llevara una mano a su boca para ver que sus dedos tenían manchas rojas.
– Parece que tengo razón – dijo Minho –, ¿pero sabes qué? – golpeó a Jonghyun otra vez – Kibum aún me ama – otro golpe – y haré lo que sea para recuperarlo – con un golpe final Jonghyun cayó al suelo – incluso si eso no te gusta. – Minho le dio la espalda a Jonghyun creyendo que ahí se acababa la pelea, sin embargo Jonghyun entrecruzó sus piernas entre las de Minho e hizo que éste cayera al suelo para luego lanzarse sobre él y, agarrándolo con una mano del hombro, propinarle, con la otra, unos cuantos golpes más hasta que Minho dejó de resistirse.
– No si puedo evitarlo. – fue lo que dijo antes de levantarse dejando a Minho en el suelo aunque, para sorpresa de Jonghyun, el chico soltó una risa. – Das pena. – Dicho esto se alejó del lugar volviendo a retomar su camino a casa.
– ¡¿Qué te ha pasado?! – Kibum le preguntó al verlo al día siguiente.
– Nada, sólo me caí.
– Nadie se lastima así sólo por caerse. ¿Te has metido en una pelea callejera? – Jonghyun río al ver la cara preocupada de Kibum, la forma en que sus cejas se unían sobre su nariz o sus labios se fruncían era muy adorable.
– Sabes que no me gustan esas cosas…
– Kim Jonghyun, dime ahora mismo que ha pasado. – Jonghyun ignoró el comentario mientras volvía a entrar en su departamento y dejaba a Kibum en la entrada. – ¡Kim Jonghyun, no me ignores! – exclamó su amigo mientras cerraba la puerta detrás de sí y lo seguía a la cocina.
– Has legado temprano hoy, ¿qué te trae por aquí a estas horas?
– Son las diez de la mañana, tú eres un holgazán – se defendió –, he venido a buscar los libros que me prometiste.
Jonghyun y Kibum estudiaban en la facultad de artes, sin embargo Jonghyun iba un año avanzado a Kibum, por lo que el menor solía utilizar los libros viejos de estudio de las materias que el mayor ya había cursado. Mientras Kibum paseaba por la casa buscando los libros en cuestión, Jonghyun buscaba algo de comida en su heladera.
– Ah… creo que ya va siendo hora de que vaya a comprar… – decía al ver su casi vacía heladera.
– Si quieres te acompaño luego, pero tendrá que ser rápido porque tengo que estudiar para este examen de la semana que viene. – dijo Kibum mientras aparecía a su lado.
– Claro… – Jonghyun cerró la heladera y comenzó a buscar comida en algún otro lado, su panza hacía ruido del hambre que tenía.
– Ahh… ¿cómo puede ser que seas tan despistado para cosas como la comida? – Kibum negó con su cabeza.
– No es mi culpa haber pasado casi toda la semana en tu casa por “cierta situación de superación”. – se defendió.
– Tienes razón, he sido malo… – dejó de hablar mientras veía al pobre Jonghyun buscar algo comestible en su despensa, no pudo evitar reír – ven, te compraré algo afuera.
– ¿Enserio? – Jonghyun se giró para enfrentarlo con una sonrisa.
– Sólo si me dices como has conseguido esas lastimaduras. – Jonghyun hizo una mueca y la sonrisa se borró de su rostro.
– Gracias, pero ya no quiero tu comida. – le dio la espalda nuevamente.
– ¡Vamos, Jonghyuuun~! – Kibum tomó su brazo con ambas manos y comenzó a moverlo hacia los costados.
De pronto Jonghyun se puso serio. ¿Debía decirle a Kibum la verdad? ¿Que había peleado con Minho por él? ¿Que Minho había dicho que intentaría recuperarlo? En ese momento el pensamiento hizo que viera la realidad: Minho volvería a buscar a Kibum, y Kibum aún quería a Minho… ¿cuál sería la reacción de Kibum si Minho volvía por él? ¿Lo rechazaría? ¿Lo aceptaría? No podía dejar que Kibum volviera con Minho.
– ¡Jonghyun! – Kibum gritó. Jonghyun parpadeó unas cuantas veces. – ¿Qué te pasa? ¿Estás bien? ¿Necesitas ir al hospital?
Jonghyun miró a Kibum. Su rostro se encontraba tan cerca del suyo.
– ¿Jjong?
Jonghyun se hipnotizó por la forma en que los labios del menor se movían para formar su nombre. Sería tan fácil sólo inclinarse un poco… podría tocar sus labios, besar a Kibum, a su mejor amigo…
Cerró los ojos y apartó su rostro con un suspiro.
– No pasa nada. – respondió. – Vamos a comer algo. Dame un minuto.
Se apartó de Kibum y se dirigió a su habitación para buscar ropa presentable para salir a la calle. Había estado tan cerca… pero no podía dejar que su lado débil ganara, debía mantener el control.
Es tu mejor amigo, no quieres perder a tu mejor amigo.