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Vida nueva por TaeHyun

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Notas del capitulo:

Hola de nuevo ^^/ 

Gracias por leer y los reviews <3 

Les dejo una foto y un gif de regalo <3 

— Taehyung, necesito hablar contigo.

¿Qué ha pasado? ¿Estás bien? Tu voz se escucha rara, ¿quieres que vaya a tu casa?

— ¿Puedes venir… ahora? 

Estaré ahí en diez minutos. Mantente alejado del chico de arriba. — Jimin sonrió.

— Está bien. — dicho esto cortó la llamada.

Las cosas aún estaban confusas en la cabeza de Jimin. Recordaba haber besado a Jungkook, sí, bien, lo había hecho. ¿Y luego? Jungkook lo había aceptado, ¡él le devolvió el beso! ¿O había sido Jungkook quien lo había empezado? Jimin realmente no lo sabía y eso estaba volviéndolo loco. Pero algo lo ponía más de la cabeza y era que cuando por fin se separaron Jungkook actuó como si nada extraño hubiera pasado. ¡Que se habían besado, por dios! ¿¡Cómo podía fingir que todo era normal!? Luego Jungkook le pidió que lo acompañara hasta su casa, aunque aún era temprano, y en todo el trayecto Jungkook le estuvo preguntando y especialmente hablando (ya que Jimin apenas hablaba) de cualquier cosa que no fuera el beso, mientras que Jimin no podía dejar de preguntarse en si debía o no sacar el tema; quizás lo que Jungkook quería era que él hablara de eso pero Jimin era tan malditamente tímido que no pudo hacerlo.

El sonido del timbre hizo que Jimin se apresurara a abrir la puerta sin siquiera comprobar quien había llamado, del otro lado estaba un muy preocupado Taehyung quien primero lo observó de arriba abajo buscando indicios de lo que podía haber pasado, sin embargo no pudo ocultar su sorpresa cuando, ya acomodados en la sala, Jimin le dijo:

— Jungkook y yo nos besamos.

— ¿Lo dices enserio? — Jimin asintió — ¿No lo imaginaste cierto? — Jimin negó con la cabeza — ¿Estás seguro seguro? — Jimin asintió nuevamente — ¿Del 1 al 100 que tan seguro estás? — Jimin levantó dos dedos — ¿Dos? Bueno eso no es mucho…

— Doscientos… — respondió suavemente Jimin sin mirar a su amigo, Taehyung se tiró hacia atrás en el sillón gruñendo, pero luego volvió a su posición normal y apoyando una mano en el hombro de Jimin hizo que su amigo le prestara atención.

— ¿Cómo lo tomó él?

— Ese es el problema… — Jimin ladeó la cabeza y cerró los ojos antes de responder — él no habló sobre eso después.

— ¿Qué? ¿O sea que se besaron y luego hizo como si nada hubiera pasado?

— Sí.

— ¿Acaso no sabe cómo son las cosas aquí? ¿Nació en América o algo? ¿Se besan porque sí allá?

— No lo sé…

— ¡Aaagh! — Taehyung volvió a tirarse hacia atrás en el sillón gruñendo y Jimin suspiró. Luego Taehyung preguntó — ¿Qué piensas hacer ahora?

— No lo sé…

— ¡Jimin!

— ¡No lo sé! ¿Sí? — Jimin exhaló y pestañeó varias veces luchando con lágrimas que querían salir luego pasó sus manos por su cabello como hacía siempre y luego siguió — Sólo sé que aunque quiera hablar de algo con él evadirá la situación tal como lo hizo antes porque es evidente que él no siente nada por mí y sería bueno que yo tampoco sienta nada por él ¡porque esto es una mierda! — esta vez no pudo ganar y lágrimas corrieron por sus mejillas.

Taehyung lo abrazó porque sabía que eso era todo lo que podía hacer por su amigo. Luego pidieron helado y se pusieron a ver series de comedia para levantarle el ánimo a Jimin.

 

 

En el momento en que Jungkook cerró la puerta de su casa se dirigió corriendo a la ventana más cercana para ver a Jimin. Se le apretó el corazón al ver que el mayor se alejaba caminando lento y con la cabeza gacha. Jungkook no era tonto, sabía que Jimin probablemente tendría problemas con el chico que vivía arriba, podía jurar que en cualquier momento empezarían una relación o algo, sino por qué Yoongi insistiría tanto en eso. Se había comportado como un cobarde al no hablar del beso con él, pero quiso hacerlo por Jimin, porque el chico era una buena persona y no merecía que le arruinen una relación antes de que pudiera comenzarla. Se golpeó con la palma de su mano la frente y decidió que al día siguiente le pediría perdón y le dejaría bien claro que para él sólo era un amigo.

¿Acaso los amigos se besan, Jungkook? Agh. Ahí estaba otra vez su maldita consciencia. Admitía que en ese momento no estaba en su sano juicio y lo único en lo que podía pensar era en qué sabor tendrían los labios de Jimin. A café dulce y chocolate, su mente le recordó. Y se golpeó mentalmente. No era un buen momento para pensar en eso.

Decidió que lo mejor que podía hacer para dejar de pensar en el sujeto J y olvidar ese beso tan incorrecto era estudiar, la salvación de los estudiantes, así que se sentó frente a su escritorio aunque sabía que no estudiaría nada.

 

 

Al día siguiente Jungkook lo único que quería era encontrar una excusa para no ir a clases. Sí, era un cobarde. Pero su madre no le dio otra opción ya que estaba muy apurada para ir a trabajar pero antes tenía que pasar por la escuela para hablar de cierto asunto con la profesora titular de su hijo.

— ¿Te has escapado antes en otra de las escuelas? — le preguntó mientras desayunaban.

— No, mamá, esa fue la primera vez… — respondió Jungkook apenas comiendo un poco.

— ¿Entonces cómo y por qué te fuiste?

— Ya te lo dije, me sentía enfermo…

— Para eso tienen enfermerías en las escuelas, jovencito.

— Lo sé…

— Además nadie te vio salir por la puerta de adelante, ¿por dónde saliste?

— Ya te dije que deben haberse equivocado. — jamás podría decirle que fue saltando por la pared.

— ¿Y cómo era el nombre del chico con el que te fuiste?

— No fui con nadie, mamá…

— Tu profesora dijo que un chico mayor también se había ido y que era probable que estuviera contigo.

— Pero no fue así…

— Jeon Jungkook, no te he criado así.

— Lo siento, mamá, no volverá a pasar.

Su madre lo había despertado con la noticia de que su profesora quería hablar con ella porque el día anterior Jungkook se había saltado las clases de la tarde, así que con excusa o sin ella Jungkook iría a la escuela ese día porque iría en auto con su madre.

Gracias, suerte, pensó.

 

Cuando llegaron a la puerta de la escuela Jungkook rogó porque no se encontrara con ninguno de los chicos y para su buena suerte no lo hizo, pero ésta se acabó cuando llegó con su madre hasta la sala de profesores donde se encontró a Seokjin saliendo de ésta.

Oh esto no puede estar pasando. Jungkook se debatió en si debía salir corriendo o fingir su muerte. Estaba a punto de ejecutar la opción A cuando el mayor los reconoció y con una sonrisa y una reverencia dijo:

— Buen día, señora; buen día, Kook.

— Oh… tú eras Seokjin, ¿cierto? — su amigo asintió y su madre le dirigió una mirada a su hijo, quien sólo quería que la tierra se lo tragara, antes de preguntarle al chico — ¿Tú eres el chico con el que Jungkook se fugó de clases ayer?

— ¿Fugarse de clases? — Seokjin frunció el ceño y negó con la cabeza — No no, no sé de que me habla.

— Entonces supongo que era alguien más, lo siento. — respondió ella y Jin sólo respondió un “no hay problema” para luego disculparse y saludar porque debía irse. Jungkook quiso morir ahí mismo. — Así que él no era… ¿cuántos amigos has hecho? Deberías salir más con chicos como ese, él parece una buena influencia.

— Mamá, basta por favor… — en ese momento la puerta volvió a abrirse y la profesora de Jungkook apareció, invitó a su madre a pasar y mandó a Jungkook al aula con instrucciones de que le dijera a sus compañeros que tendrían la hora libre y que podían salir o quedarse en el aula. Así que camino con pesadez hacia el aula para cumplir su tarea pero esa mañana parecía que se había despertado con el pie izquierdo porque al girar un pasillo se chocó con alguien.

— ¡Oh no! ¿Están bien? — la voz que habló no era la del chico de pelo naranja con quien se había chocado.

¿Pero quién anda por ahí caminando sin mirar? Se quejó mentalmente. Cuando volvió a recuperar la postura pudo notar que el chico de cabello naranja no era nada más ni nada menos que Jimin. Genial, tenía que ser la única persona a quien quería evitar.

— Estamos bien, mamá, vamos. — dijo Jimin y tirando del brazo de quien parecía que era su madre siguió su camino sin dirigirle ni una mirada al menor. Auch. Eso dolió.

Jungkook suspiró y siguió su propio camino para luego recordar que debía hablar con Jimin, pero supuso que su madre estaba ahí por el mismo motivo que la suya, así que probablemente lo mejor sería hablar más tarde.

 

Agradecía completamente al profesor que no había ido a dar la clase porque así pudo irse a refugiar al gimnasio mientras esperaba que comenzara la siguiente y de paso esconderse de su mamá y especialmente de Jimin. pero Jungkook no sabía que no se debe tentar a la suerte así que en cuanto entró al salón pudo ver una figura acostada en las gradas, la figura tenía algo completamente distintivo: cabellos naranjas. Jimin podría tranquilamente pensar que Jungkook lo estaba siguiendo si se seguían encontrando de esa forma. Esperaba no haber hecho demasiado ruido para no despertar al mayor y así salir corriendo lo más rápido que sus piernas le permitían, pero nuevamente, la suerte había decidido abandonarlo. En el momento en que Jimin oyó el ruido de la puerta abriéndose se incorporó de un salto y de alguna forma quedaron frente a frente.

Al ver que quien había entrado no era el maestro Kim sino Jungkook, Jimin bajó la guardia y pateó el suelo despacio, como intentando que el ambiente dejara de estar tan tenso, Jungkook en cambio suspiró y dio media vuelta para salir de ahí, así que Jimin sólo pudo gritar:

— ¡Espera! — Jungkook frenó en seco pero no se dio la vuelta, en cambio susurró en voz muy baja:

— Lo siento…

¿Jungkook lo estaba rechazando? ¿Sin que hubiera podido confesar sus sentimientos? Ja-ja sí, claro. No se había pasado toda la noche practicando lo que le diría para que ahora el menor ni siquiera quisiera escucharlo. Estaba a punto de decir un simple “te quiero” cuando Jungkook volvió a hablar:

— De verdad lo siento, Jimin, no debí besarte. Sé que probablemente ahora me odias y he tirado a la basura el pequeño avance que habíamos hecho en ser amigos, pero quiero que de verdad sepas que lo siento muchísimo. Espero que puedas explicarle correctamente lo que pasó a tu… eh… — Jungkook pateó el suelo y luego volvió a repetir: — lo siento.

¿Qué le pueda explicar qué a quién? ¿Por qué rayos Jungkook siempre hablaba de una manera que Jimin no podía entender? ¿Acaso se despertaba en las mañanas y armaba un buen monólogo para confundirlo?

— ¿Jungkook, de quién estás hablando? — preguntó Jimin directamente.

— No hace falta que finjas, puedo ver las cosas, no soy un niño.

— Genial, eso es bueno… ¿pero de qué hablas?

— Ya sabes… — suspiró y volvió a patear el suelo. — Tu… novio…

— ¿Mi qué? — Jimin soltó una carcajada y eso hizo que Jungkook se animara a enfrentarlo, al girarse vio que Jimin se estaba sentando en uno de los asientos y lo miraba fijamente tragándose una sonrisa mientras con sus ojos le pedía que le explicara de qué estaba hablando.

— ¿No es el chico de arriba tu...? — esta vez Jimin rió con ganas, ese chico realmente lo sorprendía cada día.

— ¿O sea que lo que hace que me evites es que crees que mi vecino es mi novio? — Jimin lo miró sonriendo.

— Uh… ¿sí? — Jimin pasó una de sus manos por su sedoso cabello y Jungkook tuvo que resistir el impulso de querer tocar él mismo el cabello del mayor.

¡Basta! ¡¿Qué me está pasando?! ¡Contrólate, Jungkook!

Jimin volvió a mirarlo conteniendo una risa y Jungkook no pudo evitar sonrojarse ante su mirada.

¡POR DIOS, JEON JUNGKOOK!

Jimin volvió a reír y Jungkook tuvo que sentarse en uno de los asientos para poder disimular el temblor de sus piernas. Se sentía extraño, realmente extraño y no sabía por qué.

— Entre él y yo no hay nada, al menos no concreto. — explicó Jimin y Jungkook no pudo evitar preguntare a qué se refería con “concreto”, sin embargo tampoco preguntó, sólo asintió. Jimin lo miró de reojo y pudo notar el nerviosismo del menor. Sonrió y luego dijo: — sobre ayer…

— No quise hacerlo, de verdad, sólo fue hum… la emoción del momento, lo siento.

Jimin asintió frunciendo sus labios y pensando “bien, claro, la emoción del momento”.

— ¿Podemos seguir como si nada hubiera pasado? — le preguntó el menor.

¿Podían? ¿Quería Jimin eso? ¿Debería confesarle lo que sentía? ¿O sería eso peor?

— Claro, ya está olvidado. — Jimin sonrió.

— Genial — Jungkook suspiró con alivio — tenía miedo de que no quisieras perdonarme…

¿Jungkook temía que Jimin dejara de hablarle? Vaya, eso era nuevo. Jimin sonrió y se movió unos cuantos asientos para quedar al lado de Jungkook, pasó un brazo detrás de su hombro y lo atrajo un poco para sí para que el menor no pudiera huir mientras decía:

— Si estás tan arrepentido deberás ser mi esclavo durante una semana.

— Olvídalo. — Jungkook intentó soltarse pero el mayor tenía más fuerza de la que aparentaba.

— ¿Creías que saldrías de esto impune? No, no, no… — Jimin movía su dedo índice de un lado a otro.

Jungkook se lamentó incluso más el haber besado al mayor, ahora Jimin no lo dejaría en paz. Si aceptaba ser su esclavo quien sabe que le haría hacer Jimin ¡y si intentaba negociar quien sabe que otra cosa podía ocurrírsele!

— Estás yendo muy lejos.

— Tú fuiste el que inició todo, debes ser el que lo termine.

— Eso ni siquiera tiene sentido. — Jungkook frunció el ceño y Jimin se le acercó un poco mientras decía:

— Entonces deberíamos simplemente seguir con… — pero no pudo terminar lo que estaba diciendo porque esta vez la puerta del otro lado del gimnasio se abrió de un golpe y la voz de un hombre muy enojado exclamó:

— ¡Salgan de donde sea que estén!

Jimin y Jungkook apenas tuvieron tiempo de esconderse acostados entre las filas de gradas.

— ¡Sé que están aquí! — seguía gritando el hombre.

— Mierda… — susurró Jimin y Jungkook lo miró con pánico por lo que el mayor tuvo que aguantar la risa que amenazaba con salir y delatarlos, al ver que Jimin estaba haciendo demasiado ruido Jungkook le dio una mirada mezclada de pánico y enojo y Jimin tuvo que esconder su cara entre sus brazos para no reír.

Mientras el profesor caminaba de un lado al otro del gimnasio buscando entre los elementos de deportes, hasta que se giró y emprendió su camino hacia las gradas. Los chicos cruzaron miradas de miedo pero, y esta vez Jungkook si agradeció a la suerte, otro profesor se asomó por la puerta y le avisó al otro:

— ¡Los han encontrado, estaban en el salón de música!

El hombre se alejó de las gradas y cruzó el gimnasio dando zancadas para reunirse con su compañero y salir del lugar hablando sobre unos alumnos que habían intentado escapar de clases.

Durante unos segundos más los dos chicos se quedaron en silencio en su escondite, pero cuando sus miradas se encontraron no pudieron evitar soltar risas nerviosas.

— ¿Por qué siempre que estoy contigo pasan cosas malas? — le preguntó Jungkook a Jimin y el mayor sólo se encogió de hombros — ¿Crees que han reforzado las medidas de seguridad porque nos escapamos ayer? — Jimin rió mientras se arrodillaba para poder levantarse y Jungkook al verlo lo imitó.

— ¿Crees que somos los únicos que nos escapamos de la escuela?

— Hum…

— Eres un niño, Jungkook.

— ¡Hey! — el menor se quejó mientras Jimin se levantaba y le extendía la mano para ayudarlo a pararse, pero Jungkook rechazó su ayuda — No soy un niño — sin embargo cuando se estaba parando se apoyó en uno de los asientos de adelante pero su mano resbaló por lo que casi se cae hacia adelante, por suerte Jimin actuó rápidamente y lo sostuvo para que no ocurriera un accidente. Sus rostros quedaron cerca el uno del otro y Jimin aprovechó la oportunidad para sonreírle socarronamente:

— ¿Decías?

Jungkook se separó del mayor y se cruzó de hombros antes de responder:

— Eso fue culpa del asiento ese que se movió. — Jimin rió.

— Esa es la peor excusa que he esc… — pero Jungkook lo interrumpió:

— Me voy a clases. Adiós. — le dio la espalda y se dirigió hacia la puerta y Jimin lo siguió:

— No tienes que enojarte, Kookie…

— ¡No me llames así! — el menor se estaba enojando y eso divertía a Jimin.

— Estás actuando como un niño enojón.

— ¡Ya deja de decirme niño! — Jimin seguía riendo y Jungkook vio que frenaba para doblarse de la risa, tuvo que luchar con todas sus fuerzas para no reír también. — ¿Terminaste? — Jimin se estiró lentamente mientras se secaba lágrimas de los ojos.

— Ya, ya estoy bien…

— Eres un exagerado.

— ¿No tenías que ir a clases como un niño bueno?

— ¡Ya cállate! — Jungkook retomó su camino seguido por más comentarios de parte de Jimin.

 

 

Los días pasaban para Jungkook hasta convertirse en semanas, meses. A medida que el invierno y los exámenes se acercaban Jungkook podía decir que por primera vez en su vida encontraba más divertido ir a la escuela. Seokjin había demostrado ser la mejor persona del mundo al seguir tratándolo de la misma manera en que siempre lo había hecho aunque Jungkook se hubiera confesado e incluso guardó el secreto de la orientación sexual del menor. Jungkook no sabía si el mayor era un ángel enviado especialmente para él o si el chico era sólo humano, pero cuando por fin pudo olvidar ese asunto comenzó a ver poco a poco a Seokjin con diferentes ojos, aunque creía que era una persona increíble lo veía sólo como un amigo… lo que era un gran logro para Jungkook. Respecto al resto de los chicos las cosas seguían iguales: pasaban el rato juntos e incluso había llegado a considerarlos realmente amigos a todos, lo que se sentía realmente genial. Por primera vez en su vida Jungkook podía decir que se sentía completamente feliz, ya no era el chico solitario de siempre y todo se lo debía a esos chicos que aunque eran exasperantes la mayoría del tiempo también eran increíbles. Sus únicas preocupaciones eran los exámenes que se acercaban a pasos agigantados y… Park Jimin.

Aunque nunca volvieron a besarse ni tener ningún tipo de acercamiento amoroso desde la primera vez no podía evitar sentirse extraño cuando el mayor estaba cerca. En cambio Jimin actuaba con él como lo hacía con cualquiera de los chicos, lo que lo desconcertaba muchísimo porque a veces solía descubrir que Jimin lo miraba de lejos, pero cuando sus miradas se encontraban el mayor la apartaba. Tampoco habían vuelto a hablar del beso desde esa vez en el gimnasio y de alguna forma Jungkook no podía sacarse el recuerdo de la cabeza. Cuando volvían solos en el colectivo o cuando Jimin y él cuidaban a Hana (Jimin había aceptado ser niñero de su prima también) Jungkook no podía dejar de pensar qué pasaría si volvía a besar al mayor, quería volver a sentir la suavidad de los labios de Jimin sobre los suyos. Y sin embargo no lo hacía. No se atrevía en realidad, porque esta vez no sabía si podría aceptar que Jimin accediera a olvidar el asunto; y sin embargo con cada día que pasaba se acercaba un poco más el momento de un segundo beso porque Jungkook sabía que no podría resistirlo más.

El sonido del timbre sonando sacó a Jungkook de sus pensamientos, así que se levantó de su cama y agarró la campera ligera que estaba sobre la silla de su escritorio antes de dirigirse a la puerta.

— ¡Mamá, voy a salir con Jimin! — le avisó a su madre mientras se ponía sus zapatillas.

— ¡No vuelvas tarde! — respondió ella.

Cuando abrió la puerta su estómago se apretó. Jimin solía causarle eso últimamente pero esta vez creyó que tenía una justificación: el mayor iba vestido con una remera negra, campera blanca y pantalones de jean ajustados. Cuando Jimin escuchó el sonido de la puerta se giró y le sonrió ampliamente al menor:

— ¿Has dormido bien?

Jungkook tuvo que luchar contra sí mismo para que sus mejillas no se pusieran rojas como su propia remera.

— Sí… — respondió mientras se ponía su campera y luego cerraba la puerta de la casa. Luego tomó aire y volvió a enfrentar a Jimin — ¿por qué querías que nos encontráramos hoy?

— ¿Tenías algo que hacer? — como siempre Jimin era directo.

— No pero…

— Exactamente por eso. Eres joven, tienes que salir de tu casa los fines de semana. — Jungkook suspiró.

— De acuerdo… ¿pero a las diez de la mañana?

Jimin le sonrió de nuevo para luego tomar su mano lo que podría haberle sorprendido al menor si no fuera porque Jimin hacía eso siempre que estaban solos, lo que también era un problema porque cuando estaban todos los chicos Jungkook quería que Jimin también lo hiciera, sin embargo el mayor no lo hacía.

— Antes que nada… — Jimin frenó en medio de la calle para mirarlo — debes prometer que hoy harás todo lo que diga sin oponerte.

— Pero…

— Eh, eh, ya te estás oponiendo. — Jungkook suspiró y dirigió su mirada a otro lado, pero Jimin la siguió sonriendo — Kookie…

— Bien…

De alguna forma Jimin también había logrado que Jungkook fuera débil ante el sonido de su voz llamándolo de esa forma.

Ugh, maldito Jimin.

— ¡Genial!

Jimin volvió a emprender su camino y Jungkook sólo se dejó llevar mientras hablaban de cosas sin sentido pero sin dejar de preguntarse qué sería lo que el mayor tenía en mente. 

Notas finales:

Espero que les haya gustado <3 

Aunque no crean no crei que fuera a terminar asi(?) 

Nos leeemos ^^/ 


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